JUBILEO UNA SANTA CELEBRACIÓN

 

JUBILEO UNA SANTA CELEBRACIÓN

GOBIERNO ECLESIASTICO
DE LA
DIOCESIS IBARRENSE
APARTADO Nº 4
Ibarra, a 14 de Mayo de 1946
Rvmo. Sr. Canónigo Dr. Dn.
S. Vicente Ponce,
Censor Eclesiástico,
Ciudad,
Rvmo. Señor:
Comisionamos a V. Sría. Rvma, para que se sirva examinar la Obra del Rvdo. Padre Clemente de Tulcán, titulada “Cróni- en de la Fundación del Monasterio de los RR. Madres Carmelinas de Ibarra”, y emi- ta sun ilustrado parecer acerca de la misma, a fin de permitir su publicación por la prensa.
Dios N. Señor guarde a V. Sría. Rvma
MSNUEL EDEZ. CORDOBA,
Vicario General.

Ibarra, a 24 de Marzo de 1946
Rvmo. Sr. Dr. Dn.
Manuel Fdez. Córdoba,
Dgmo. Vicario General de la Diócesis.
Ciudad.
Rvmo. Señor:
En obedecimiento al mandato de V. S. Rvma, he leído atentamente al recopilación intitulada “Crónica de la Fundación del Mo- nasterio de las RR. Madres Carmelitas de Ibarra por F. Clemente de Tulcán, O. F. M. C. y no he encontrado nada que obste a la publicación de tan interesante Crónica.
Dios N. Señor guarde a V. S. Rvma.
S. Vicente Ponce

Gobierno Eclesiástico de la Diócesis.
Ibarra, a 24 de Marzo de 1946
Puede imprimirse.
MANUEL FDEZ. CORDOBA,
Vicario General

INTRODUCCION
I
Crónica de Fundación del Mo- nasterio de las RR. Madres Carmelitas en Ibarra

AL LECTOR
No es trabajo de historia el que pre- sento al benévolo lector, sino solamente unos apuntes para una crónica, apuntes que adolecen de muchos vacíos, por no existir toda la documentación que se ne- cesita para esta clase de publicaciones. El historiador, o simple aficionado, como el suscrito, nada puede publicar, si no tiene a la vista, los documentos fidedig- nos para comprobar los hechos que se propone narrar. Y para esto es precioso examinar y estudiar el archivo de la En- tidad, cuya crónica debe conservarse pa- ra estímulo de las generaciones venide- ras. Pero , para este pequeño trabajo he tropezado con el inconveniente de que las RR. MM. Carmelitas, desde el año 1729 en que fue fundado el Monasterio en la

ciudad de Popayán por los Marqueses de San Miguel de la Vega, hasta el año 1863, en que fueron exclaustradas por decreto del general Mosquera, perdieron el ar- chivo y no conservan ningún manuscrito ni relación de sus actividades , ni siquiera por tradición oral. Esta la causa de la pérdida de la historia y de las tradicio- nes de aquel ilustre Monasterio, porque las Religiosas tuvieron que habandonarlo de un momento a otro, confundiéndose en ese trastorno los libros en los que llevaban regularmente la crónica de la Comunidad, salvando a penas el primer pergamino en el que constan las actas de la fundación. Este pergamino está com- pleto y por narración que contiene , se deduce que tanto los fundadores co- mo las primeras religiosas Carmelitas que vinieron desde Bogotá a establecerse en Popayán , eran gente noble y distinguida . Es evidente que los dirtuvios políticos tan frecuentes en nuestras Repúblicas cau- san enormes e irreparables males a los in- dividuos , al orden social y especialmente al Clero y a las Comunidades Religiosas En este continuo cambio de gobierno en el que se suceden gobernantes, unos más sectarios que otros, los cuales hacen gala de perseguir a las Comunidades Religio- sas, creyendo que con esto se harán fuer- tes en el poder. Esa prevención gra- tuita contra las Comunidades Religiosas que muchas veces termina con el destie
Crónica de la Fundación del Monasterio de las RR. MM. Carmelitas en la ciudad de Popayán, Colombia
JESÚS, MARÍA Y JOSEPH
Magistral en que se asienta la fundación del Convento de Monjas Carmelitas descalzas, en esta ciudad de Popayán, hecha dicha fundación, por Dn. Baltasar Carlos de Viveros y Dña. Dionisia Manrique y Cameros, Marqueses de San Miguel de la Vega: Debajo de la protección del glorioso San Joseph, a quien eligieron como Patrón, las Madres fundadoras: Y en él también se ponen las profesiones de las nuevas Religiosas, con otras cosas esenciales de lo que fuese acaeciendo, desde 12 de Octubre de este año de 1729, (que fue cuando entraron las fundadoras en adelante: así mismo eligieron por.
NOTIFICAIÓN AL CABILDO ECLESIASTICO
En Popayán a cinco de Agosto de mil y setecientos y veinte años. Yo Don Francisco Márquez de Ayala, Procurador Fiscal de Cámara, Notario de este Obispado vine al Coro de la Iglesia Catedral desde Ciudad y estando en el su Sría. Vble. Deán y Cabildo; es a saber el Sr. Dr. Dn. Mateo de Castellón y Bernardo de Quirós, Deán: el Sr. Dr. Dn. Francisco de Tobar, Maestro de escuela, por no haber otros les hice saber la Petición, decreto y otrosí Enfrente que oyeron y entendieron –Doi free- Don Francisco Márquez de Ayala.
NOTIFICAIÓN A SANTO DOMINGO
En dicho día pasé al Convento de Sto. Domingo de esta ciudad, y habiendo pedido al R. P. Prior fray Matías Prado, Convocase, como la convocó a son de campanas, les hice saber la Petición, decreto, y otro si, de enfrente, de manera que lo oyeron todos los religiosos, como dijeron lo oían –Doi free- Márquez.
NOTIFICAIÓN A SAN FRANCISCO
En dicho Día pasé al Convento de San Francisco de esta Ciudad, y estando congregada la Comunidad, en la misma Conformidad ficar iglesia en la parte más Conveniente, dejando las dichas casas libres de censo, rendimiento seis mil patacones que tienen de Gravamen, pues consta de Vsía Ilma, tenemos bastante caudal para libertarlas de los referidos Censos y para que se consigan la Licencia necesaria de su Majestad y de su real y supremo consejo, con las Bulas de su santidad para su excusión que ha de ser después de nuestros días; sea de dignar V.S Ilma de informar la utilidad espiritual que al buen público se siguen y ejecutar las prevenciones que en el caso se requieren; para lo cual habida la mas importante represtación; A.V.S. Ilma, pedimos y suplicamos sea servido de mandar se haga como llevamos nedido por Zender en servicio de Dios N.S y es de Justicia que pedimos y juramos a su Divina Majestad y a esta señal de la Cruz proceder de este santo fin, y sin perjuicio de persona alguna etc. Los Marqueses de San Miguel de la Vega-Hay rúbricas.
DECRETO
Por presentada en cuanto a lugar a derecho y porque según disposiciones apostologicas, no pueden Erigirse nuevos conventos sino que preceda el consentimiento axpreso de la Ciudad donde se ha de fundar y de las Comunidades, y además personas aquienses la Multiplicidad de Iglesia puede ser de perjuicio desde Vista por el Procurador fiscal. Suplican a su Sría. Ilma. haya por excusado a este Colegio de la Notificación. –Doy fee- Márquez
NOTIFICACIÓN A LAS MADRES DEL ENCARNACIÓN
En dicho día, yo el procurador y fiscal y notario teniendo consagras en comunidad a las religiosas Agustinas de este Monasterio de la Encarnación, en el coro bajo, les leí e hice saber el pedimiento de los señores Marqueses, decreto y otrosí, proveyendo por su Sría. Ilma. De suerte dijeron lo oían –Doni fee- Márquez
NOTIFICACIÓN AL CABILDO SECULAR
Pongo por diligencia que habiendo solicitado en esta Ciudad a los Capitulares del Cavillido secular, no los he hallado porque me dicen haverse ausentado a sus haciendas de campo aunque les hice saber la petición y decreto de la otra foja.
Al Sr. Dr. Dn. Antonio Garcia de Lemos Alcalde hornidario y a Dn Diego Tenorio procurador general y de su contexto traté con el Sr. Sargento Mayor Dn. Martin Grueso Alcalde ordinario mas antiguo, me respondieron no poder por si solos sin los Regiadores como lo harán restituidos que sean a esta ciudad –Doi free- Márquez
NOTIFICACIÓN A SAN AGUSTIN
En Popayán el seis de agosto de 1720, yo el Procurador Fiscal de Camara y Notario General desde Obispado, fui al Convento de San Agustin, y habiendo pedido congregación de la comunidad, estando toda presente, les hice saber el pedido, decreto y otros si de en frente, en manera que los religiosos dijeron lo oyeron; -Doi fee- Márquez
NOTIFICACIÓN A LA CAMPAÑA DE JESÚS
En Popayán el seis de agosto de 1720, yo el Procurador Fiscal de Camara y Notario General desde Obispado, fui al Colegio de la compañía de Jesus, y habiendo notificado al R.P. Juan Bautista Muxica, Vistitador, y al P. Nicolas Saldaña, rector, el negocio al que iba dijeron que sus paternidades reverendas no tenían inclusión en ellas, porque ni por la Iglesia, ni por sus rentas puede ser este colegio damnificado de cualquier monsaterio que se rija, por la independencia que tiene en todo, y asi por esto, y como por tener orden de su Rmo. P. General paa no asentir ni disentir en materias de Republica.
PETICION DE LOS SRES. MARQUESES
Hmo. Sr: los Marqueses de San Miguel de la Vega, Don Baltasar, Carlos Pérez de Viveros y Doña Dionisia Manrique y Camperos vecinos: Papayán ante V. señoria Hna. Como mas haya lugar en derecho, parecemos y decimos que llevados del deseo que tenemos del mayor servicio de Dios, y que su santo nombre sea ensalzado y alabado, de común acuerdo tenemos resuelto elegir y fundar un Monasterio de Religiosas Carmelitas descalzas en las casas de la morada que tenemos, en las cuatro cuadras en contorno del frente superior de la plaza mayor con los cuatro solares enteros en que están edificados con todo su homenaje.
RESPUESTA DEL CAVILDO ECLESIASTICO
Hno. Sr. De Melchor Jasinto de Sas, Procurador de su Sria. Dean y Cavildo de esta Ciudad ante Vs. Hna. Parezco y digo que su señoria por Cavildo que hizo a cuatro de este presente es y año, confirmo sobre la nueva erección que intentan hace los señores Marqueses de San Miguel de la Vega vecinos de esta ciudad porque de ella le sobreviene algún daño porejuicio, asi por razón de dignidades como por los derechos parroquiales y dijeron esa ver el Dr. Dn. Mateo de Casirelion, Bernardo de Quiroz, y el Dr. Dn. Francisco Prieto de Tobar maestro de escuela, que no les perjudicaba en cosa alguna por lo que V.s. Hna. Puede da la providencia que le pareciera conviniente mediante lo cual: A. V. S. Hna. Pido y suplico en nomnre de dicho S. Dean y Cavildo se sirva de proveer lo que le urpresentada y póngase con los autos, proveyéndole el Hno. Sr. Dr. Dn. Juan Gomez de Frias Obispo de esta diócesis, del consejo de su majestad en Papayán a & de septiembre de 1720, ante mi Dn. Pedro Felipe Garcia secretario y notario apostólico.
NOTA DE LOS FRANCISCANOS
El P. guardian Fray Buenaventura Enmana de esta petición y decreto en primer lugar al Cavildo Eclesiastico como tal y como en quien recide el Curato rectoral de esta Iglesia por medio del Rey N. Sr. Y al Cavildo secular en ayuntamiento que se pedirá para ella, para que e común acuerdo expresen su consentimiento o las razones que tuvieses para no darlo en caso de negarlo; y a las religiones de varones y mujeres recojidas estando en comunidad, para que hagan lo mismo, habiendo procedidas sus consultas y fecho todo en la expresada forma con vistas de las respuestas se darán las providencias que fueren de justicia. Firmado Juan Obispo de Popayán proveyó y firmo el decreto de su uso el Hno. Sr. Dr. Dn.Juan Gomez de Frias del concejo de su majestad, Obispo de Popayán en ella 1 de agosto de 1720, ante mi Dn Pedro Felipe Garcia secretario y notario apostólico otro si manda su señoria que para noticiar al Sr, Notario vicepatrono de lo pedido como pr parte de los señores Marquecez, respecto de hallarse su señoria, el Señor Marquez de San Juan de Rivera, Gobernador y Capitan Genetal de estas provincias, entendiendo en la visita de ellas en Pasto Barbacoas se copia esta petición, decreto y otro si, y se remita su Señoria por el primer correa para que de su parecer en la masteria lo firma Ud su honra.
CRONICA DEL MONASTERIO DE EL CARMEN
Rique de Vargas que loes del convento de san Bernardino de esta ciudad de Popayán del haden de menores de mi P. san francisco ante V.S llamo parezco y dijo que se me hizo saber un auto provenido por V.S llama por el notario eclesiástico paraqué por el respondéis sobre la fundación que los srs. Marquense desean miguel de la vega quieren hacer del convento de carmelitas descalzas en esta ciudad a lo que dijo que por lo que toca e nuestra comunidad no tenemos que decir en contra de dicha fundación si solo rogar a dios seco siga para santo servicio que este es nuestro parecer y como tal A.V.S LLAMA PIDO Y SUPLICO PROVEA Y MANDE LO QUE MAS HALLARE SER DE SU SERVICIO ETC FRAY BUENAVEBTURA ENRIQUE DE VARGAS POR PRESENTADA Y póngase con los autos pro veyolo el llamo sr. Dr. Don. Juan Gomes de frías mi señor obispo de Popayán del consejo de su majestad anhelo aséis de septiembre de mil y setecientos y veinte años ante mi don . Pedro Pélope García secretaria y notario apostólico

NOTAS RELIGIOSAS
Llamo sr. L A abadesa madres conciliarías del convento de religiosas de la en carnación de esta ciudad ante vs llamo como más haya lugar en derecho parecemos y de cimas que habiéndosenos hecho saber la resolución de los sr marques de san miguel de la vega sobre fundar un monasterio de Religiosas carmelitas Descalzas en las casa de sus moradas que son contiguas a este , consola la calle de por medio , veníamos a consultar en la manera que acostumbramos por nuestras constituciones y habiendo propuesto la materia , nuestra prelada en tres definitoria , mándanos confiriésemos lo que en el caso nos conviene representa , en el último que está a afogas cuarenta ocho vueltas y cuarenta y nueve , del libro de definitorios se resolvió contradecís , como desde Lugo contradecimos la dicha fundación por las causa más principales deducidas en la consulta que son las siguiente la primera , ser contra esta ciudad y los caudales pocos de que se sigue creciendo necesario gravar estos de los costas de forzamiento sean de poner para la mantención de dicho convento de carmelitas sean de empeoras de condición las rentas que esta convento tiene y puede tener pues la experiencia ha enseñado que se han perdido muchos principios por haberse cargado de otros las haciendas que esta van en fincados no pudiendo con su frutos dar los crédito correspondiente , a lo cual se sigue un notable esclarecimiento y atraso de este convento.
La segunda el grave inconveniente de que habiendo de ser el sitio del que sea de fundar el convento de carmelitas , el mismo de las casas de los sr , moradores , quedaran los dos convento tan contigua el uno del otro que no ha que la calle de por medio ., y habiendo de levantar precisamente el edificio de casa altas al servicio de la comunidad esforzase se quite a la iglesia y a coro de la luz de que necesita por ser aquella parte frontera a quillas ventanas y puertas de la iglesia ,. Motivo que tuvo esta comunidad para contradecir y embarazar los edificios que intento levantar el alférez real Don Diego José de Belasco en la mismo parte y en este edificio tiendas bajas en aquellas calle la Tercera que edificándose este monasterio con la novedad se ha de esa parroquia la iglesia del monasterio y otros años que la vencida de iglesia y más cercanas se siguen.
Y no es de menor prejuicios la cuarta razón que siendo corto el número de clérigos y religiosos de esta cuidad ordinariamente padecemos falta de operarios hacía para religiosos que se entregan a ejercicios espirituales y de la perfección , como para el despacho de las repetidas confeccione que tenemos de reglas , pues aplicando los capellanes su mayor cuidado solicitando y rogando los pocos confesores que hay apenas pueden conseguir el numero meseraico y no en todas las ocasiones lo más aun no se llenan los seis confesionarios que tiene nuestra iglesia por la corta edad de la tierra y no poden mantener copia de operarios y dividiéndose estos como es necesario se dividan en los dos monasterios es consiguiente que quedando este sumamente desprovisto , no puede bien proveerse el otro y que darán recíprocamente faltos de socoro espiritual .,y el divino culto sumamente descaecido por cuyas rosones hemos resuelto contradecirlo , si embargo de que nos condolemos de hacerlo y de no poder concurrir de nuestra parte a una obra que fuera de tan del servicio de dios si la debilidad de esta ciudad pudiera tolerarla sin los inobedientes referidos , mediante lo cual A.V.S llama pedimos y suplicamos sea servido de haber por bastante nuestras razones y en fuerza de las admitir si pareciere justa nuestra contrición que sometemos con ciega obediencia a la corrección de VS .llma y decimos justicia etc.. Firman Bárbara de Santa margarita abadesa madre María Brígida de la purificación-madre, María francisca de la encarnación – Gregoria de san frenando conciliaría María de esto. Tomas conciliaría Feliciano de Jesús María, conciliaría – clara del espíritu santo cocinaría –Thomas de san Felipe supriora – María de cristo vicaria –póngase en los autos juan obispo de Popayán
Proveyó el IMO S. Dr. D. Juan Gómez de frías obispo de esta diócesis del consejo de su majestad en Popayán a siete de septiembre de mil y setecientos y veinte .Antema Don Pedro Phelipe García Secretario y Notario Apostólico
REPUESTA DE SN AGUSTIN
Llamo sr fray Agustín Jesús religiosos en la regular observancia de Ntro. p. Sn Agustín prior dote convento de la Sra. Trinidad destaca ciudad de Popayán ante VS. Llama que es sirvió demandar a mi Convento el testimonio de los Sr. Marqueses de Sn miguel de la vega que con fervoroso celos pretenden erigir un monasterio de Religiosas Carmelitas en las casas de su Moradas con lo demás deducido digo que aun que en las consultas queremos tenida los R p conventuales han opuesto atraso que puede seguirse a las Rentas de Ntro. . Convento por la cortedad de caudales que ay en el lugar y que los vecinos se hallan mui cargados de censos y otros inconveniente que propusieron dichos R.P sin embargo no contradigo la dicha erección antes pico a dios se consiga a mayor honra suya mediante lo cual A VS Llma . Pido y suplico sea servido de dar las providencias que fuesen de justicia que pedimos y en lo necesario etc.
Ponga con los autos – juan obispo de Popayán del consejo de su majestad en Popayán en siete de septiembre de mil setecientos y veinte –ante mi Don Pedro Phelipe GARCIA secretario y notario apostólico
PETICIONES DE LOS SRS MARQUESES
Llmo .Sr: los marqueses rezan miguel de la vega Don . Baltasar Carlos viveros Dña. Dionisia Manrique y camberos Vecinos de esta ciudad: como más haya lugar en derecho parecemos ante VS. Llma y decimos y presentamos un escrito sobre la decadencia de nuestras causas en convento de religiosas carmelitas ya el se sirvió VS. Llma de manda se le dice noticias al Cabildo Eclesiástico y secular ya la religiones Y por qué puede ser no haber respondido precisando como precisa el informe de VS Llma para Remitirlo en esta ocasión a España. Suplicamos y pedimos VS Llma . se sirva de mandar se les haga saber de segunda instancia a los que no hubiesen Respondido , con Termino para que dentro del contradigan , si tuviesen que ,i si no respondieren podrá pasar VS Llma,. A de terminar a lo que hallare conveniente y por qué el referido escrito , parece no explicamos la utilidad de las dicho cuatro cuadrasen contorno de las casas de nuestra morada , lo hacemos ,en esta para que conté a su majestad ., dedicamos las cosas de nuestra vivienda para el referido convento de religiosas Carmelitas cual a parecido consta VS Llma . ser suficiente para poder vivir en número de religiosas que sus constitución tiene reguladas , obligación de hacer iglesia con ornamentos competentes , con imposición de ocho mil pesos de principal que son cuatrocientos de renta al año. Y casa en que viva en las dichas cuadro cuadras con la obligación der las misas que le impusiéremos altísimo y cuando fundemos tan caprinilla Y las dichas cuatro cuadras están edificadas cinco casa altas que reditúan cuatro cimentos ochenta patacones en cada año y catorce tiendas aunque algunas de ellas suelen estas basáis lo meno que suele haber son ocupadas son siete y sus réditos de las siete son doscientos cien patacones que juntos con solos de la casas altas hacen seiseno noventa patacones efectivo en cada año de réditos ., Y dándonos el seños vida . Estamos con ánimo de hacer y fabricar los portales de casas altas y todo lo demás que fabriquemos en las dichas cuatro cuadras durante los días de nuestra vida , excepto la casa que ha de quedar para el capellán , todo lo dediquemos al servicio de dicho convento y su junto ., y hacia mismo el almenaje de alhajas que tenemos de Ntra. Para el servicio de la sacristía e iglesia y mediante que VS Llma le contra podemos hacer lo referido, si a de servir, y se lo suplicamos y pedimos y rogamos en el nombre de S. MAJESTAD a quien se sirva de informar de si para que siendo del agrado de su divina majestad, se consiga la licencia del Rey N . Sr.y las bulas de su santidad que de ello recibiremos testimonio etc.
AVS. Llma. pedimos y suplicamos se sirva de proveer y mandar se haga en todo como llevamos pedido , que en ello recibiremos testimonio etc. –Firmado el marqués de Sn . Miguel de la vega- Dña. Dionisia Manrique y camberos.
Auto – proveyó Llmo . Señor Dr. Don juan Gómez de frías , obispo de esta diócesis del consejo de su majestad , en Popayán al nueve de septiembre de mil setecientos veinte ante mí , Don , pedro phelipe García Secretario y notario apostólico .
Vistos atento a no haber respondido del cabildo de esta ciudad y el convento de santo domingo del procurador fiscal notifique , lo hagan dentro del tercer día al de la notificación como precisa Llmo Sr. Dr. Dña. Juan Gómez de frías obispo de esta diócesis del consejo de su majestad , el audiencia de relaciones del nueve de septiembre de mil setecientos veinte años .proveyó en decreto de uso y lo firmo Doy fe juan obispo de Popayán ante mi Don Pedro Phelipe García secretario y notario apostólico .
En Popayán al diez de septiembre de mil setecientos veinte yo el procurador fiscal y notar notifique el auto antecedente M .R.P Matías Prado del orden de predicadores , del convento de san Sebastián mártir , de esta ciudad quien habían oído , dijo que respondería dentro del término quien divo auto se señala . y que si no lo ha hecho ante es por haberse dé decidido en consultar Ntra. Razón de la materia consultar al M. R. P Provincia cuya Resolución vino en este correo y esto dio por repuesta doy fe –Márquez.
En dicho dio solicite las personas de los regidores de esta ciudad y halle estar ausentes de ellas según me dijeron todos que por mi fueron preguntados por ser público en lugar que aun los alcaldes ordinarios sean ausentados doy fe –Márquez

RESPUESTA DEL SANTO DOMINGO

Llmo Sr. Fray Matías Prado presidente de este convento de predicadores de San Sebastián Mártir, de Popayán Vicario provincial en él y de los conventos de la ciudad de Cali y la Buga, habiendo oído y entendido la petición presente de los Srs. Marqueses de San Miguel de la Vega y de su esposa de Dña. Dionisia Manríquez ante VS.Llma sobre la pretensión que tiene de que para después de sus días se funde un Monasterio de religiosas Carmelitas descalzas en las casas que tienen de su morada y el decreto provisto por su S. Llmaa dicha petición en cuál virtud y fuera me lo hizo saber con lo pedido el notario para que diese mi parecer sobre esta materia dijo que además de haberla conferido por tres tratados continuados conforme a las leyes de mi religión entre los religiosos de este convento tiene también visto el decreto VS Llama el M.R.P. Antonio Ortiz mi vicario general a quien se lo remití por copia en el correo del mes pasado de agosto y si bien es que tiene los deseos de los Sr. Marqueses por muy santos y dignos de toda alabanza según la naturaleza desnuda y el fin porque lo hace empero considerando que para la estricta y puntual observancia que profesan dichas religiosas de una descalces continua , de la desnudes del cuerpo y sin más abrigo que el habito sobre la túnica interior , de la secuela indefectible de los Maitines de los oficio divino en todo el año ,. Siente que la misma tierra está contradiciendo dicha fundación con la oposición manifiesta que la ruina inmensa de Niguas hace a las descalzas de los pies. La humedad grande de la tierra y de los conventos y los serenos extremadamente agudos del día a la noche , a la desnudes del cuerpo y a la secuela de los maitines a media noche ., la falta siempre grande que en la tierra se ofrece de los alimentos
Competentes a la observancia del ayuno y sobre todo lo dicho , siento que no teniendo en esta ciudad fondos bastante para cargar nuevas imposiciones de rentas del monasterio que se desea fundar , además de la rentas a cargo de los convento que están fundados , si no es con peligro manifiesto , que de ninguno se conserve por la imposibilidad a que llegaran los vecino de la ciudad de pagar con sus haciendas dichas rentas , es parecer de dicho mi vicario general de en junta de todo los R.P Consultores que nos convienes otra fundación de otro ciudad; lo uno por ser de su naturaleza o puesta en todo lo que llevo dicho al instituto de religiosas Carmelitas ; lo otro po que se opone a nuestra conservación ;y últimamente por que no distando como no distan las casa de los señores Marqueses del convento más que la calle
CRONICA DEL MONASTERIO DE EL CARMEN
Hay de por medio, también se opone a los Privilegios de su primitiva fundación; por Cuyas Razones conformándome yo y los Religiosos de este Convento con el parecer de dicho mi Vicario General, en su nombre y el de este Convento, y en nombre de toda la Provincia, contradigo ante Vs. Llmo. Dicha fundación de Religiosas Carmelitas descalzas, una, do y tres veces, y las más que por derecho fueron Necesarias y en esta Conformidad doy este mi parecer, firmado de mi nombre en este Convento de Sr. Sebastián Martirem Popayán once del mes de Septiembre de mil setecientos y veinte. Firmado fray Mathías Prado Presidente y Vicario Provincial.
Auto-Proveyó lo el Llmo. Sr. Dr. Dn. Juan Gómez de frías, obispo de esta Diócesis, del Consejo de su Majestad en Popayán once de Septiembre de mil setecientos y veinte ante mi Dn. Pedro Phelipe García, Secretario y Notario Apostólico.
RESPUESTA DEL CABILDO SECULAR
El Cabildo, Justicia y Reidores de esta muy Noble y Leal Ciudad de Popayán que forman dicho Cabildo: Ponemos en noticia de VS. Llma. Dr. Dn. Juan Gómez de frías, obispo Meritísimo de esta Diócesis, del Consejo de su Majestad, que el mismo día que el procurador fiscal de esta episcopal Cámara vino a la sala de Ntro. Ayuntamiento a hacernos saber el decreto proveído por VS. Llma., a petición de los Srs. Marqueses de san Miguel de la Vega, sobre la fundación del Convento de Carmelitas descalzas, en las Casas de su Morada, y lo demás deducido en sus escritos, se había presentado en este Cabildo por parte de los mismos Marqueses una Petición, en que nos piden y formemos a su Majestad (que Dios guarde).la utilidad que se sigue de dicha fundación al bien público de la ciudad, y para hacerlo, por Reidores hemos deliberado congregar algunos de los más principales y prudentes Vecinos con quienes se pueda tratar de la Materia que nos parece muy del Servicio de Dios; Damos Razón a VS. Llma. De que según lo pedido por los expresados Marqueses, hemos de hacer el informe aparte, y entregarlo a sus Srias.. y para que se Cierren los autos que en esa episcopal Audiencia sean fulminado en esta Razón, damos a VS. Llm. Esta, en la Sala de Ntro. Ayuntamiento, a Diez y ocho de Noviembre de mil setecientos y veinte, firmada de nuestras manos por ante nos, por estar ausente el Srío. Dn. Jacinto de Mosquera Figueroa- Don Francisco de Montoya y Cortés- Dn. Diego Tenorio.
AUTO
El Llmo. Sr. Dr. Dn. Juan Gómez de frías obispo de esta Diócesis del Consejo de su Majestad: Vistos estos autos y que las Comunidades de Religiosas y Religiosos que esta Ciudad tiene, y los dos Cabildos han respondido a tratados que ese les dio de la Petición presentada por los Srs. Marqueses de San Miguel de la Vega; Manda se copie de ellos y entrego testimonio, para que se entregue a sus Srias con el informe de su Sr. Llma. Ha de hace sobre la erección del convento de Religiosas Carmelitas descalzas en las casas de su Morada; así lo proveyó y firmo en Popayán a Diez y nueve de Noviembre del mil setecientos y Veinte- Juan obispo de Popayán- ante mi Dn. Pedro Phelipe García, Secretario y notario Apostólico.
En Popayán a veinte de Noviembre de mil setecientos y veinte años; Yo el secretario de Cámara y Notarios la apostólico en conformidad a lo mandado por su S. Llma. El obispo mi Señor en el auto antecedente hic sacar y saque testimonio y entrego de estos autos, el cual autorizado en toda forma y comprobado de los Notarios de este Juzgado y de Sta. Cruzada en nueve fojas con el informe que su S. Llma. Hizo a su Majestad (que Dios guarde) según lo previene en su auto, su fecha en dicho dia, mes y año dichos, se entregó en veinte y dos de dicho mes y año a los Srs. Marqueses de san Miguel de la Vega, Dn. Baltasar Pérez de Viveros, hermano de Joshep Pérez de Viveros, su hermano que de todo doy fe- Dn. Pedro Phelipe García Secretario y Notario Apostólico.
REAL PROVISIÓN
Dn. Phelipe por la gracia de Dios rey de Castilla, de León, de Aragón, de las dos Sicilia, de Jerusalén de Navarra, de Granada, de Toledo, de Valencia, de Galicia, de Mallorca, de Sevilla, de Cerdeña, de Córdoba, de Córcega, de Murcia, de Jaén, de los agarbes de Algeciras, de Gibraltar, de las islas canarias, de las indias orientales y occidentales, y la tierra firme del mar océano, de archiduque de Austria, duque de Borgoña de Bramante y Milán. Con debe al Puig, de Flandes, de Tirol, y Barcelona. Señor De Vizcaya, de Molina etc. Reverendo en Cristo Obispo del obispado de la ciudad de Popayán y su distrito, salud y gracia, saber que habiendo recibido y en la sala de mi Real cámara, acuerdo de justicia de mi audiencia y chancillería real, que en este muy noble y muy leal ciudad de San Francisco de Quito, ante mi Presidente y Oidores de ella una mil real cédula que su tenor con el obedecimiento, respuesta del fiscal, y lo será proveído es como se sigue:
CÉDULA REAL
El rey; Presidente y Oidores de la real audiencia, de la ciudad de San Francisco, en la provincia de quito, en carta de veinte de noviembre de este año de mil setecientos y veinte, Remitó el Rvdo. Obispo de Popayán un testimonio de autos por donde parece haber ocurrido ante el Dn. Baltasar Carlos Pérez Viveros, y Dña. Dionisia Manrique su mujer haciendo relación de tener resuelto edición y fundar un monasterio de religiosas carmelitas descalzas en las casas propias de su morada, en aquella ciudad obligándose a edificar iglesias, y poner renta al capellán, hacer ornamentos, y todo lo demás necesario. Señalando a este fin diferentes fincas, y pidiendo me informase de ello, porque se concediese la licencia que se requieren y habiendo dado noticia de esta fundación al cabildo eclesiástico y religiones de aquella ciudad, aunque algunas de ellas respondieron no hallar embarazo, otras propusieron algunos perjuicios, expresado de hecho Rvdo, Obispo, que no obstante que ellos se podía conceder dicha licencia; visto en mi consejo de las indias con lo que dijo mi fiscal de él, y teniendo se presente lo que por la ley primera, libro primero, título tercero, está prevenido que debía preceder antes de concederse semejantes licencias para fundaciones de monasterios; eh resuelto (como os lo mando) me informa is con toda individualidad, y arreglando a la citada ley lo que sobre este punto se os ofreció, para que en vista de todo pueda tomar la resolución que tuviese al buen retiro .-A diez y ocho de marzo de mil setecientos y veinte años .-Yo el rey-por mandato del rey N. Sr .- Dn. Francisco de Arana – y al pie de la dicha cedula instante señales de rúbricas de las que se acostumbran ir hacia la cédulas reales y supremo consejo de indias.
OBEDECIMIENTO
En la ciudad de San Francisco de quito a diez y seis días del mes de setiembre de mil setecientos y veinte y dos años: estando en el real acuerdo de justicia los Srs. D. Santiago de Larraín, caballero de la orden de Santiago, del consejo de su majestad, Presidente, gobernador y Capitán General de esta provincia; Dr. D. Juan de Ricaurte, licenciados D. Simón de Rivera Aguado, Dn. Pedro Martínez de Arízala y D. Manuel Rubio de Arévalo Oidores y el Dr. D. Diego de Zárate, fiscal de dicha real audiencia, habiendo abierto el cajón remitido por su majestad, y en el la cedula real, de enfrente, lo cual obedecieron con todo acotamiento y veneración, poniéndola en sus cabezas como a vista de N. Rey y SR. (que D.G.), Aumentos de sus reinos y señoríos como la cristiandad ha menester, y en cuanto a su incumplimiento dijeron, se guarde, cumpla y ejecute y que en conformidad mandaron se de vista al Sr. Fiscal, y así lo proveyeron y rubricaron ante mí Dn. Pedro Tomás Sánchez Maldonado.

RESPUESTA FISCAL
Llmo. Y Rvdmo. Sr. El fiscal dice que desde luego se inclinaba su ánima aquí la ciudad de Popayán se funden monasterios de monjas carmelitas descalzas, por la cordial devoción que profesa a su Santa Fundadora, y precediendo las diligencias que debía arbitrable necesarios, procederá a hacer el informe que pide su majestad, para que cuanto antes se consiga la licencia para la fundación que no debemos prometía de su Sria. Benignidad; Quito y Febrero de Diez y siete de mil setecientos y veinte y tres años.- Dr. Zarate.-Dese el despacho necesario para que el Reverendo Obispo de la ciudad de Popayán ante el real acuerdo, procedan, sobre la fundación que se expresa en esta real cédula, y el cabildo secular.- Proveyeron y rubricaron el auto y decreto de su uso los Señores Presidente y yo Oidores de esta real audiencia, estando presentes en la sala del real acuerdo de justicia, de ellas, Dn. Santiago de Larraín caballero del orden de Santiago, Presidente, gobernador y Capitán General de esta provincia; licenciados Dn. Simón de Rivera; Dn. Pedro Martínez de Arízala; Dn. Manuel Rubio de Arévalo y Dn. Esteban Olano y Echeverría, Oidores, en Quito en diez y ocho días del mes de febrero de mil setecientos y veinte y tres años. Maldonado.
DETERMINACIÓN
Con cuya conformidad fue por los vicios ni Presidente Oidores acordado dar esta mi carta y provisión real y la dicha razón; yo lo he tenido volvieron por la cual luego y encargo, quisiéramos intimidad, hubo de que ella tenga noticia, en cualquier manera, veáis ni real cédula, y auto proveído en la dicha mi audiencia por los dichos ni Presidente y Oidores de ella, que aquí tan incierto, los cuales los guardeis, cumple y ejecutéis, en todo y por todo, según y cómo en ella y en dicho auto se conviene y declara, sino agregaba, ni pasar contra el en manera alguna por ninguna causa y razón que sea; lo cual hacía ley contra sin hacer otra cosa en contrario so pena de mi majestad.-Dada en la muy noble y muy leal ciudad de San Francisco de Quito el primero día del mes de marzo de mil setecientos y veinte y tres años.-Maldonado.
OBEDECIMIENTO DEL SR.OBISPO
El Llmo. Sr. Dr.Dn. Juan Gómez de frías, Obispo de esta diócesis, del consejo de su majestad, habiendo visto el contexto de la real provisión antecedente, tomándola en las manos con la solemnidad acostumbrada, la besó y puso sobre la corona, obedeciendo la como carta de Ntro. Rey y Sr. Natural (que. D. G. M. A.)- y en cuanto a su cumplimiento, dijo que esta pronto su Sia. Llma. Al dársele informes según lo previene su alteza, sobre la razones que háyase de congruencia, o inconveniente que tuviese su Sia. Llma, conocida y experimentadas, y lo firmó en Popayán a treinta y uno de Marzo de mil setecientos y Veinte y tres-Juan Obispo de Popayán.-Ante mí Dn. Pedro Phelipe García, secretario y el notario Apostólico.
En Popayán en treinta y uno de Marzo de mil setecientos y veinte y tres años, se despachó el informe contenido en el auto antecedente como lo Previene su Alteza en la Real Provisión contenida en dicho auto; el cual informe entregué dicho día mes y año al Sr. Capitán Dn. Alberto Matiz y Prado teniente de Gobernador y Justicia Mayor de esta dicha Ciudad –Cerrado y Sellado para que se le remitiese a su Alteza, en persona- de lo que doy fe.- Pedro Phelipe García Secretario y Notario Apostólico.
CÉDULA DE SU MAJESTAD
El Rey: Por cuanto por Dn. Balthasar Carlos de Viveros y Da. Dionhisia Manrique de San Miguel de la Vega, Vecinos de esta ciudad Popayán, se ocurrió ante el Rdo. Obispo de aquella Diócesis, expresando tener Resuelto erigir y fundar un Monasterio de Religiosas Carmelitas Descalzas en las casas propias de su Morada obligándose a edificar iglesia, imponer Renta al capellán, hacer ornamentos y todo lo demás necesario; Señalando a este fin diferentes fincas que supone llegará su valor a Setenta mil patacones, pidiéndole me informase para que le diese Licencia para ello; Con Cuyo motivo se formaron autos por dicho R. obispo y los Remitió con fecha de veinte de Noviembre de este año setecientos veinte, con otras dos cartas del Gobernador, Cabildo Secular de Popayán sobre el mismo punto, de Cuyos autos resultaba haberse dado noticia de esta fundación al Cabildo Eclesiástico y Conventos de aquella Ciudad, y respondido todos no Causarles perjuicio, sino ser conveniente su fábrica, excepto las Religiosas Agustinas que la Contradijeron suponiendo se pondrían sus Rentas de peor Calidad, porque con los nuevos censos que se habrían de imponer se Gravarían las fincas y fundándose en las casas de dichos Marqueses que se hallan contiguas a su Convento, sin que hubiese más que la calle de por medio, se les quitaría la luz de su iglesia y de su coro, además de que no tendrían la asistencia espiritual de operarios, porque se dividirían los que habían; y los PP. Dominicos ponderaron el perjuicio que padecerían con la nueva imposición de Censo, y ser de mal temple aquel País por una estrechez de Regla como la de las Carmelitas descalzas por la Humedad. Vientos y Serenos, y falta de alimentos; Pero sin embargo de lo Referido, dicho obispo informó favorablemente sobre esta fundación, y lo mismo hicieron el Gobernador y Cabildo Secular, añadiendo éste, las razones en que se fundaba la Contradicción, no solo eran de poco fundamento, sino que sería muy del Servicio de Dios y de utilidad de la República. Conceder dicha Licencia; Y aunque se consideró los insustancial de los motivos de la Contradicción porque el miedo de que se Gravarían las fincas era despreciable por no deberse creer que los fundadores buscases fincas de mala calidad, para Imponer los nuevos Censos, y si se impusiesen sobre fincas en que tuviesen censo, los contradictores deben reconocer que se les imponen mas censos por ser fincas de buena calidad; y en cuanto a que se les quitaría las luces, se salvaría País, pues la experiencia mostraba que no habían servido de embarazo los fríos, ni los Calores, en Sumo grado, humedades, ni Vientos a semejantes fundaciones de esta Región como los había en aquellos y otros Reinos, cuya Regla era una continua Mortificación, que abrazaba otras mayores incomodidades que las del temple de la tierra. Aunque fuese cierto, que no podría serlo según su Situación; No obstante se mandó informasen sobre este punto a la Audiencia de Quito y Gobernador de Popayán, como lo han hecho participando a dicha Audiencia en carta de cuatro de Mayo de este año próximo pasado, que teniendo presente lo dispuesto por la Ley Primera, Título Tercero, libro primero de la Recopilación y habiendo pedido informe al ordinario eclesiástico y Cabildo Secular de dicha Ciudad de Popayán, Considera que esta fundación es muy útil y conveniente. Pues aunque hay en ellas un Convento de Dominicas, se halla aquel Pueblo bastante aumentado hay en toda la Provincia muchos Vecinos que desean acomodar de una vez sus hijas en la Regla de Santa Teresa, de la cual se han seguido grandes provechos espirituales, a todas aquellas Provincias, y a la misma Ciudad de Quito, donde hay dos Conventos de la misma Religión, ponderado que por todo lo Referido es muy digna esta fundación de mi Real Permiso; Y dicho Gobernador de Popayán expresa que no duda que Cumplirán dichos Marqueses con lo que tienen prometido para la fundación por hallarse sin hijos, y tener cuantioso Caudal en moneda, y fincas raíces, y que de ellas se seguirá gran Servicio de Dios, y ningún inconveniente por que la ciudad se va aumentando de Gente y edificios, por ser sus Pobladores Mineros, de forma que se espera llegue a ser Ciudad Populosa; y siendo los Conventos de Religiosas , santos sobresalen los de Carmelitas Descalzas, que se hallan en las ciudades de Santa Fe, Cartagena y Quito, llevándose su virtud el afecto y amor de aquellos Naturales, tanto que por faltar para entrar las que lo pretenden, se hallan muchas Doncellas Nobles en dicha Ciudad de Popayán, y en las de Pasto, Cali, Buga, Anserma, Toro, Cartago, La Plata y Neiba con el desconsuelo de no poder conseguir el Retiro Religioso de Carmelitas Descalzas, concluyendo que tiene por vital que se funde el que pretenden dichos Marqueses, con fincas de sus casas y tiendas de las cuatro cuadras a que se añade que en cartas de Diez y Catorce de enero de dicho año de setecientos veinte y tres, han suplicado los Cabildos Seculares de las Ciudades de Buga y Cali se les Conceda la expresada Licencia porque Reconocen Resultará su fundación en Servicio de Dios, por las Muchas mujeres de virtud que en aquellas Provincias se incluyan a ser Carmelitas Descalzas, y ser los Conventos más cercanos los de la ciudad de Quito y Santa Fe, que distan más de ciento ochenta leguas; Visto en mi Consejo de las indias con lo que al fiscal de él se le ofreció, y Consultándome sobre ello, atendiendo a que para esta fundación han precedido las Circunstancias e informes que previenen las Leyes, y Resultar de ellos el poco fundamento de la Contradicción, que a ella se hizo , y no seguirse inconvenientemente, sino antes bien, utilidad a los Naturales de aquella Provincia, por el afecto que tiene a dicha Religión, y no haber en tanta distancia Convento alguno: E resuelto conceder ( como en virtud de Presente Concedo) Licencia a los Referidos Marqueses de San Miguel de la Vega, para la fundación de dicho Convento de Carmelitas Descalzas en la Ciudad de Popayán; Con la calidad de que con intervención del R. Obispo y Gobernador de aquella Ciudad, aseguren primero dichos Marqueses lo que ofrecieron y fuere Necesario para su permanencia; Por tanto mando al Virrey del Perú, al Presidente y oidores de la Real Audiencia de la Ciudad de San Francisco de Quito, al Gobernador de la Referida Ciudad de Popayán, y a todos los demás Ministros, gobernadores y Justicias mías; Y ruego y encargo al dicho R. obispo de Popayán, que cada uno en la parte que respectivamente le tocare, Guarden y Cumplan precisamente lo que viene expresado sin que se experimente falta ni omisión, algunadando el auxilio y orden que fuesen convenientes a su preciso cumplimiento;- Dada en Aranjués a tres de Junio de mil setecientos veinte y cuatro-. Yo el Rey por mandato del Rey N. Sr. Dn. Francisco de Arana.

ESCRITURA Y OBLIGACIÓN DE LA SRA. MARQUESA

En la ciudad de Popayán a catorce de Marzo de mil setecientos veinte y nueve años ante mí el Sr. Notario de su Majestad, y público de número de ella, y testigo apareció presente la Sra. Marquesa Da. Dionhisia Manrique y Camberos Viuda, Albacea y heredera del Sr. Marqués de San Miguel de la Vega, Difunto, vecino de esta dicha Ciudad, a quien doy fe que conozco, y Digo que entre dicho Sr. Marqués, su Marido que fue y la Sra. Otorgantes llevados del deseo que han tenido, en el mayor Servicio de Dios N. Sr y que su santo nombre fuese ensalzado y alabado, habían Resuelto fundar y erigir en esta cuidad un Monasterio de Religiosas Carmelitas descalzas, en la casa de la Morada de sus Señorías, en las cuatro cuadras en contorno, con los cuatro solares enteros, en que están edificadas con todo su menaje; Edificar Iglesia con ornamentos competentes, Dotación de la lámpara y del capellán, con imposición para éste de ocho mil patacones de plata y en casa en que había de vivir, en las dichas cuatro cuadras, dedicándolo todo al servicio de dicho Convento y su fundación, hasta en cantidad de Setenta mil patacones de ocho reales, como todo consta de Autos; Con cuya virtud su Majestad (Que Dios G.) por su Real Cédula, su fecha de Aranjués a trece de Junio del año mil setecientos Veinte y cuatro. Concedió licencia s sus Srías. Para fundar dicho Convento de Religiosas Carmelitas en esta Ciudad; Y porque la Sra. Otorgante desea se consiga tan buen fin, otorga por la presente; Que obliga la Cantidad de los dichos setenta mil patacones de a ocho reales para la fundación de dicho Convento, entrando el ellos ocho mil patacones de principal, para que con sus Réditos que son cuatrocientos patacones se mantenga el capellán de dicho Monasterio, y con mas, casa de Vivienda que la señala y es una baja y alta que está en frente de la potería del Convento de Religiosas de Ntra. Sra. De la Encarnación de esta dicha Ciudad; Cuya Cantidad de los setenta mil patacones, los larga y señala en las dichas Casas altas y bajas, con los cuatro solares en que están edificadas, y las que actualmente están edificándose (exceptuando mientras durasen sus días) una casa alta y baja que está edificando para vivir en ella, porque después de los días de su Sría. ha de recaer todo en dicho Convento y fundación; Como señala también todo menaje que tienen dichas casas, de cuadros, espejos, Plata labrada y Joyas hasta el cumplimiento de los dichos Referidos setenta mil patacones para la fundación de dicho Convento; Y si no alcanzare con lo Referido, los demás sus bienes que son bastantes, por que darles otros con que mantenerse, según su Calidad y Redimir los censos que sobre dichas casas tienen que son nueve mil patacones de a real de diferentes Capellanías y Comunidades; Y desde hoy en adelante se obliga su Sría. A los dichos setenta mil patacones de la dicha fundación, en los bienes aquí expresados, y con los demás que tiene y tuviere, obligándose a sí mismo a no revocar en tiempo alguno por haber sido desde antes de ahora de su Sría. Y de dicho Sr. Marqués, y del Servicio de Dios Ntro Sr. y quiere y consiente que de esta obligación se saquen los tantos necesarios para que los Srs. Jueses, el cabildo eclesiástico ejecuten su contenido y obligación a su Sría. A que lo cumpla así; Todo lo cual se obliga a cumplir y ejecutar con todos sus bienes y rentas que tiene, y tuviere, y dio poder a los Srs. Jueces que le sean Competentes ya que de dicha causa debían conocer, paraqué se apremien a su Cumplimiento en todo Vigor de derecho y Vía ejecutoria, como por contrato y sentencia pasados, en autoridad de cosa juzgada, consentida y no apelada, sobre que renuncia todas las Leyes, fueros, derechos y privilegios que sea de su favor (Ley citada) Domicilio y Vecindad general del derecho que lo prohíbe, para ser apremiada a su Cumplimiento en cuyo Testimonio así lo dijo, otorgó y firmó Siendo testigos D. Eusevio Fernandez de la Cruz , Joseph del Campo, y Agustín de Velasco, Vecinos y Residentes en esta Ciudad-DA, Dionisia Manriquez antemí Joseph de Andrade.
PETICION DE LA SRA. MARQUEZA
Srs. Vile Deán y Cavildo: Dionisia Manrique Vacina desta ciudad de Popayán, Biuda del Marques de San Miguel de la Vega , su alvazea y heredere, como mas aya lugar en derecho ante VSis paresco y Digo que el dicho mi Marido y yo, hallánddonos sin hijos, y deseosos de emplear nuestros Vienes y Caudales en lo qye fuere mas del agrado de Dios, pedimos al Rei Ntro. Sr. Licencia para fundar a nuestra costa, un Convento de Religiosas Carmelitas descalzas, en las mismas Casas de nuestra Morada obligándonos a edificar iglesia, hornamentos, imponer Renta de ocho mil patacanes para el Capellán, darle cassa en que viva, y concurrir en todo lodemas Necesario, Señalando para que están en contorno de la que largamos para Convento; y obligándonos a sanear hasta Setenta mill patacones; Porlo visto se sirvió su Majestad Conceder la Licencia en calidad de que con intervención de Sr. Obispo desta Ciudad asegurásemos primero lo que ofrecimos y fuere necesario para la permanencia de dicho Convento, Como mas latamente consta todo de la Real Zedula que presento con la Solemnidad necesaria; Y porque pretendo Ver emmis días tan santo yntento, llevando adevida execusión lo ofrecido emnombre de ambos, me obligo (como lo hisimos ante el ilmo. Sr. Obispo Dr. Dn. Juan Gomez de frias en el año de mil setecientos y Veinte, y en la misma conformidad que consta por Ntro. escripto a fojas 8 en los que autos sobre esta Razón) y ofrezco hacer escriptura entoda forma, obligándome a lo dicho, con Distincion de fincas y Todas Claridad, pues ymporta los vienes de ambos mas de ciento y cinquenta mil patacones en buenas Haciendas y Minas laboradas, para el seguro de los Setenta mil patacones ofrecidos entrando las Cassas edificadas y que actualmente se stán levantndo como le consta a VSia… pues está todo de minifiesto como el que sobre dichos Vienes, notengo mas carga quela de Nebe mil patacones de Censo; y assí mismo el que están reunidos muchos adornos para la Yglesia, comosin Cálices, Urnas, ceras, incesario, Palio, Mallas de plata, Misales conlo demás de omenage de mi Casa,que está dedicado para hella, y se proseguirá en todo conforme; Principalmente cuando lleguen las fundoras, para loque suplico a Vsia, quen Vista de lo Representado, y por loque demanda la Materia se sirva de pedirlas al Umo. Sr. Prelado del Arzobispado, de santa fee, mandando también se escriba carta ala Madre Priora y religiosas de dicha ciudad, haciendo lo suplica de que las concedan queyo demiparte estoy prompta a concurrir con todo el gasto Necesario para su Conduccion, y lade los Sacerdotes que vayan y vengan con hellas, y está prompta a la Casa que tengo ofrecida para entregarla assi que lleguen, y para que repartan las piezas de hella en Zeldas ydemas Oficinas de Comunidad; es conveniente que ellas mismas asu gusto las repartan, Señalando el sitio para la iglesia que ede edificar, según lo que les pareciere mas Cómodo, para lo qual tengo recogido el Material competente, y prevenido los peones Necesarios faltando sólo el que VSia, preste su Consentimiento y aprobación, que suplico se sirva de Proveher según y cómo llevo pedido, que enhello mirará por la causa de Dios, por la puedad y por la Justicia que pido, yen lo necesario etc. Da. Dionisia Manrique- Porotrosí Digo que para atajar que quiera Reparo que pueda embarazar mi pretensión y haviendo logrado tiempo de poderla otorgar, hago presentación a VSia dela escriptura de obligación que tengo ofrecida enel testimonio adjunto para que Corra desde luego quese Verifique la llegada de las fundadoras a esta ciudad, que es hecho y Visto-ut supra- Pido Justicia a Vsia. Da.Dionisia Manrique
DECRETO
Por presentada con el Testimonio dela escriptura quea esta parte Refiere, y Real Zedula original, que Rezevida conel acatamiento en este cavildo, destocados y puestos empie cada uno de sus individuos la puso sobre su cabeza, Venerándola como ala Carta del Rei su Sr. que visto todo conel escripto de fojas 8: de los Autos sobre este asumpto otorgados ante el Ilmo. Sr. Dr. Dn. Juan Gómez de frías, Dignísimo obispo que fue deste Obispado, quien tubo por suficientes las fincas que el Marqués de San Miguel de la Vega (ya difunto) ofreció. Conesta parte de su Muger para el Seguro de la fundación quese pretende, yen su virtud ynformó a si Majestad, Conociendo también este Cavildo, la Realidad detodo, Dijo: que aprueba e ynterpone su Consentimiento. Según loque por dicha Real Cedula se preveniese, ymanda se despache Carta suplicatoria, de Ruego y encargo al Ilmo.Sr. Prelado del Arzobispado de Santa Fe, paraque sirva Concurriendo a tan santa obra, de asignar,dar licencia y mandar ala Prelada del Convento de Religiosas Carmelitas descalzas desa Ciudad, paraque asigne las Religiosas Necesarias que según serequieren en Semejantes fundaciones; y hecho queasi sea se sirva su Ilma, de mandarnos havisar del tiempo en que Resuelven salir, para Remitir de aquí los Sacerdotes de Satisfacción quelas han de Conducir a costa desta parte; Y para lo que mira a las Religiosas, Ntro. provisot escriba la Carta quese pide- así lo Proveyó. Mandó y firmó este Cavildo em Popayán a Catorce de marzo de mil y Setecientos veinte y Nuebe años- Dr. Dn. Miguel del Castillo- Dr. Dn. Carlos de Arboleda Salazar-Dr. Dn. Francisco Xavier Torisano- Antemí Dionisio Rodríguez, Secretario del Cavildo.

CARTA DEL PROVISOR DE SANTA FE
AL PROVISOR DE POPAYAN
Sr. Dr. Dn. Francisco Xavier Torisano:
Gustoso escrivo a Vsia. Por considerar quen este transporte delas Religiosas Carmelitas descalzas enesta Ciudad, deuqe le repito los Prásemes, deobra tan del Sercicio de Dios N. Sr. y lustre de esa República, que tamaño Vien ba en tiempo deque Vsia. Gobierna enlo espiritual, yle aseguro queno ha podido avreviarse en el transporte destas Sras… pues mis deseos hansido lo executasen quanto antes, pero el tener la Elección de Priora ymmenita, las Retardo, yotros embarazos que trae consigo el dilatado Visaje, y personas de la esfera destas Religiosas las que salen mui gustosas por yr dedicadas a empres tan útil, aunque con el descuello que puede considerarse de dejar su quietud y Convento; No dudo serán de gran edificación, yque seharán una fundación muy útil y arreglada a las constituciones ydisciplina Regular quees elmi único fin aque devmos apoiar; Yo deseio logre VS. Perfecta Salud, yque en quantas ocasiones se ofrezcan, de su Servicio, me las participe, para emplearme enel con las veras de mi afecto – Ntro. SR. G. a VS. m. a) santa fee y Agosto veinte y cinco demill setecientos y Veinte y Nuebe Besa sus manos sumasfino estimado y seguro Capellán.- Dr. D. Nicolás Xavier de Basorda Larrazaval
AUTO
Santa fee y Abril Veinte y quatro de mill setecientos y Veite y nueve: Visto el ruego y encargo antecedete ya atenuó que su contesto Zede en servicio de Dios Ntro. Sr. y bien de las familias de la Provincia de Popayán, la nueva fundación que se yntenta executar, yque para ella sea conseguido, según se anuncia, Lizencia de su Majestad, ysea executado todo lo Conveniente al logro de la fundación, para proveer alo quese propone, loque aya lugar: le hago saber su contesto a la Reverencia M. Priora deste Convento del Carmen deste Ciudad paraque Juntas las religiosas deel, en comunidad les dé noticia y haga Notoria la Pretensión, afin deque seasignen las Religiosas que ubieren de yr a perfeccionar la fundación, ydicho ynforme alas que se deducan atan santo fin. El tiempo en que se podrán salir desta ciudad, ñoque Ncesitan para su deceute Biatico ylomas quese ofreciere;en esta razón con cuya vista Reserva su Majestad expedir la licencia que se propone dar las providencias anexas ael yntento; assi lo mandó y firmó el Sr. Dr. Dn. Nicolás Xavier de Barasorda Canonigo de esta Santa Iglesia, Juez, oficial Provisor y Vicario General de este Arzobispado en santa fee a vente y cuatro de Abril de mil setecientos vente y nueve años. Dr. Dn. Nicolas Xavier de Barazorda Larrava-ful presidente Dn. Francisco Guevara Notario.
CONTESTACION AL AUTO
Sr. Provisor y Vicario General: Maria Rosa de San Joseph. Priora actual del Convento de esta ciudad de Nuestro Patron Sr. San Joseph de Carmelitas descalzas de esta Corte. En cumplimiento obedencial al auto provehido po Vs. En veinte y cuatro de Abril de este presente año de mil setecientos vente y nueve en que se sirve mandar que Juntando a la comunidad a las religiosas de este convento, informarle a las que se dedican al santo finde ir a perfeccionar la fundación de Carmelitas que funda en Popayan la Sra. Maquesa Dña. Dionisia Manrique con Licencia de su Magestad y demás prerrequisitos; y que asi mismo informe el tiempo en que podransalir a esta ciudad, y lo que se necesita para su decente Viatico. Con lo demás que se les ofreciere; digo que en vista del dicho auto, lo que se me ofrece represental a Vs. Esel que las Religiosas que se hallan tocadas para tan gloriosa empresa son la Madre Rosaura de la Stma. Trinidad, Feliciana de Sn. Diego, Brijida Gertudris de Gesus Maria y Joseph, Thomasa de San Raphael y Francisca delNiño Gesus y por lo que toca al tiempo en que an de Salir de esta Ciudad se hace Juicio según los Practicos, en que sea por mediado Julio, poco mas en que se coja el verano; por lo que mira al decente Viatico de las Religiosas que an de ir se a de estar al prudente juicio del apoderado para este efecto por parte de dicha Sra. Fundadora y es Dn. Apolinar de la Lechuga, quien según la experiencia que asiste de caminatas, se a hecho cargo de las personas que han de ir y demás circunstancias y asistirá con lo necesario, siendo de nuestra incunvencia, el avisar de las menudencias que se fueren advirtiendo para la decencia, con lo que nos pareciere ser Especial, de que no se puede tener noticia ni conocimiento en las que demás vulgares caminatas; en vista de lo cual provehera VS. A lo que tuviere por mas conveniente a este asunto y servicio de Dios –Santa Fee y Mayo cinco de mil setecientos veintinueve años.- Maria Rosa de San Joseph, Priora.
AUTO
Vista esta representación enforme atento a la instancioa que pide la Mayoria y lo que Zede en Servicio de Dion N. Sr. La nueva fundación que se pretende y que para tan santo fin sean dedicado las religiosas que se enuncia en el informe de la M. R. M. Priora; atento a ello se concede licencia a las dichas religiosas para que puedan salir de la clausura en que se hallan, y ser conducidas a la ciudad de Popayan, al fin de su destino y nuva fundación, darles las gracias por el tanto zelo con el que se an dedicado; Y para que continúen su viaje debajo obediencia, se nombra por Superiora y Prelada de dichas religiosas fundadoras a la M. R. M. Rosaura de la Santisimca Trinidad a quien se confiera la facultad en derecho necesario y atento a que han venido a esta Ciudad. A efecto de conducir a estas religiosas a la de Popayan los Drs. Dn Francisco Gomez y don Francisco de Medina Presviteros por ser personas de la santisfaccion y confianza del Señor Juez hordinario eclesiástico de aquella diócesis se les encarga la guardia y custodia de las dichas religiosas para que con su asistencia sean llevadas con aquel respeto y veneración devidas a sus personas y estado religioso; Y asi mismo les nombra por vicario y juez para que estén a sus ordenes en lo que ocurriere all dicho Dn. Francisco Gomez y po enfermedad de este u otro fortuito contingente al referido Dn. Francisco de Medina con la facultad en derecho necesaria; ya uno y otro sin limitación alguna y la de que puedan predicar el santo Evangelio y solo les reserva en la administración del santo Sacramento de la penitencia la abolucion de Casos Reservados; y Respondase al Sr. Provisor y Vicario General de aquel Obispado dándose Testimonio de este Auto; por lo que asi lo proveyó mando y firmo el Sr. Dr. Dn. Nicolas Xavier de de Barasoroa Larravazel Cannonigo de esta santa Iglesia Catedral Catedriatico en Sagrados Canones y Juez oficial Provisor y Vicario General de este arzobispado y de este reino del consejo de su majestad en Santa Fee a venticinco de Agosto de mil setecientos veintinueve años; Dr. Dn Nicolas Xavier de Barasoroa Larravaza .- Fui presente. Dn. Francisco Veles de Guevara, Notario Municipal.
PRESENTACION DE LAS MADRES CARMELITAS ANTE EL VENERABLE DEAN Y CAVILDO EN 19 DE OCTUBRE DE 1729 AÑOS
Muy ilustes señores Venerable Dean y CAvildo: Rosaura Thomasa de la Santisima Trinidad y las demás religiosas de Nuestra Señora del Carmen del convento de las religiosas de la ciudad de Santa Fee, del nuevo reino de Granada; postradas con la humildad devida decimos que habiéndose despachadoa dicho convento una cedua y obligación de la Sra Marquesa para la erección y fundación de un convento de religiosas en esta Ciudad de Ntra. Sra. Del Carmen paraque dicho convento se nombraren religiosas que viniesen a la fundación de el en esta ciudad cuyos instrumentos se remitieron a la ciudad de Merida (o Cripta) por el Ntro. Provisor de dicha ciudad al Hmo. Sr. Ntro. Arzobispo de la ciudad de santa fee en donde se tenia noticia s hallaba su Sria. Llma. Para que obiese razón de su Resolucion. Ignorándolo para dicha fundación de nuestra venida; el Sr. Ntro. Provisor de dicha ciudad con el consentimiento de Na. Madre Priora para nuestro trasporte a esta ciudad, Provisor de esta ciudad en donde habiendo llegado con el fervor deseado para dicha fundación fuimos resividas por Usias y presente el ilustre Cavildo Secular y Rendido la obediencia de súbditas humildes de Ntro. Señor y reconocido por superiores se nos consedio Licencia para nombrar Priora nombrándome a mi la dicha Rosaura Thomasa de la Stma. Trinidad y que se perfeccione nuestro convento, Suplicamos a V. Ss. Se sirviera con el zelo acostumbrado dar la Exactas providencias que convengan para la mas breve y eficaz fundación, mediante lo cual: A. V. Ssrs. Pedimos y suplicamos que en vista de nuestra Representacion se sirva de hacer en todo lo mas conveniente a nuestra fundación pedimos justicia y en lo necesario etc. Rosaura Thomasa de la Sma. Trinidad, clavaria Thomasa josepha de San Raphael, Clavaria.
PROVISION
Por presentada y en atención aser cierto todo lo que se refiere a las Madres Carmelitas descalzas, se declaran por lejitimas fundadoras, confirmando a la M. Rosaura Thomasa dela Sma. Trinidad por Priora y legitima Prelada; Y para que se pase con toda prontitud a lo que sse refiere en semejantes fundaciones, asi lo proveyó, mando y firmo Usia Venerable Dean y Cavildo, Gobernador de este Obispado por el Ilmo. Sr. Dr. Dn.Manuel Antonio Gomez de Ulloa electo obispo del por ante mi el imfrascripto secretario de Cavildo en Popayan a diecinueve de Octubre de mil cetecientod veinte y nueve años.- Dr. Dn. Miguel del Castillo – Dr. Dn. Carlos Arboleda Salazar – Dr. Dn. Francisco Xavier Torsano – Ante mí Dionisio Rodríguez Secretario del Cavildo.
AUTO
En la ciudad de Popayán a veinte de Octubre de mil setecientos veinte y nueve años, el Sr. Ntro. Dr. Dn. Francisco Xavier Torisano Tesorero de esta Santa Iglesia Catedral, Examinador Sinodal, Provisor, y Vicario General de este Obispado, habiendo Visto el Auto desuso, y la Comisión amplia que por el se le da a su Sía. Dijo que la acepta y aceptó; y en su Consecuencia debía mandar y Mandó. Que se ponga original en los autos de erección, la carta que se Refiere escrita a su Majestad por el Sr. Ntro, Provisor y Vicario General de la Ciudad santa fe; y porque se a entendido que el Dr. Dn. Francisco Gómez Constantino, tiene cierto instrumento en que consta de la Esencia Jurídica de dicho Sr. Provisor, pidiéndoselo se acumulara también Juntamente con certificación del Sr. Notario Rodríguez, en que diga de lo que pasó en su presencia acerca de la Entrega de la casa y llaves que hizo la Sra. Marquesa, y posesión que se dio a las Madres Carmelitas descalzas el día Catorce de este presente mes de Octubre; Y así se le Notificará a la dicha Sra. Marquesa haga nombramiento en forma capellán con aprobación y consentimiento de la R. M. Priora, Rosaura Tomasa de la Sma. Trinidad sin pedir Canónica Institución arreglándose sobre este punto a lo dispuesto en sus Sagradas Constituciones.
Y porque es de Razón que el dicho Nuevo Convento, tenga libro Magistral en que se Asienten todas las cosas de Entidad que se fuesen ofreciendo en orden a esta nuestra fundación, se le Notificará a la dicha M. Priora, que así lo haga, y en el se asiente por testimonio la Posesión dicha, el recibimiento, la Cedula Real de Licencia queda su Majestad, la Escritura de obligación que hizo la dicha _Sra. Marquesa, el pedimento de fundadoras que hizo el Vble. Cabildo al Sr. Metropolitano y lo últimamente determinado en el Auto desuso; así lo Proveyó, mandó y firmó. – Dr. Dn. Francisco Xavier Torisano- Ante mí Tomas Rodríguez Molano, Notario.
NOTIFICACION
En la ciudad de Popayán en dicho día, mes, año, yo el notario notifique el decreto desuso a la señora. Marquesa Da. Dionisia Pérez Manrique quien lo oyó; D y fe – Molano- otra Notificación.- en Popayán dicho locutorio del convento de religiosas carmelitas, hice saber los autos antecedentes a la Madre Priora Rosaura Tomasa de la Sma. Trinidad, estando presente Brígida Gertrudis de Jesús María por estar las demás religiosas enfermas y no poder comparecer; doy fe Molano.

CERTIFICACIÓN DEL SECRETARIO DE POPAYAN
Yo Joseph de Andrada, vecino de esta ciudad de Popayán, secretario de su Majestad, y público, de número de he la por mandato del Rey Ntro. Sr.; Certifico en la manera que puedo a los Srs. que la presente vieren, y doy fe que en el día catorce del corriente mes de octubre me halle presente a la entrada que hicieron a esta ciudad las religiosas Carmelitas descalzas que vienen de la ciudad de Santa Fe a fundar su convento en esta; que son la Madre Rosaura Tomasa de la Sma. Trinidad Priora; la madre Feliciana de San Diego; la Madre Brígida Gertrudis de Jesús, María y Jospeh; la Madre Tomasa de San Rafael; y Rosa de San Joaquín Novicia; y estas religiosas habiendo llegado a la puerta regular de su convento que les tienen destinado y estando allí en dicha puerta regular de su convento q les tienen destinada y estando allí en dicha puerta esperándoles la Sra. Marquesa Da. Dionisia Pérez Manrique y en concurso de los dos Cabildos Secular y Eclesiástico y de mucha parte de la gente principal, Eclesiástica y Secular que habían concurrido al recibimiento de dichas religiosas, y estando como dicho es, en dicha Puerta Regular; y yo dicho Srio. Y notario presente la dicha Sra. Marquesa entregó las llaves de toda la casa de dicha Puerta Regular y de la capilla prevenida, a la dicha Madre Priora, Rosaura Tomasa de la Sma. Trinidad, en cuya virtud, dichas Madres mandaron saliese toda la gente que estaba adentro de dicho convento y casa y el Sr. Dr Dn. Francisco Xavier Torizano, tesorero de esta Santa Iglesia Catedral, Provisor Vicario General de este Obispado, les dio posesión de todo; y las dichas Madres cerraron su Puerta Regular, y quedaron en Clausura; y la dicha Sra. Marquesa se fue a la Casa que tenía prevenida para su morada; y de requerimiento verbal que me hizo el Sr. Provisor y Vicario General. Doy la presente en Popayán a veinte de octubre de mil setecientos veintinueve años.- Joseph de Andrada Srio. Real – concuerda al traslado con los autos originales que quedan en este archivo, ser los cuales se corrigió y concertó lo cierto y verdadero a que me remito, y para que conste del mandato verbal del Sr. Provisor y Vicario General, doy el presente signo (una cruz) y firmo en Popayán a primero de diciembre de mil setecientos veintinueve años –Encomendado por su Majestad a quien besó sus manos. Y en testimonio de verdad firmo- Tomas Rodríguez Molano, Notario.
Aquí termina todo lo relativo a la fundación del Monasterio de MM. Carmelitas en Popayán. Otros documentos de mayor importancia no existen, sino solamente un reclamo que hace la M. Priora a la Sda. Congregación de Obispos Regulares, acerca de la provisión de capellanes. Dice así <<Emos. y Rvdmos. Señores: Sor Tomasa Josefa de San Rafael, Priora del Convento de Carmelitas Descalzas de la ciudad de Popayán, sujetas al Ordinario de dicha ciudad, en las Indias, peticionaria humilde de VV. EE. con el debido obsequio expone: que hallándose algunas capellanías erigidas en dicho convento, y los capellanes de las mismas capellanías, dum pro tempore vacant, de dicho convento según las Constituciones de dicha Orden y fundación de dicha capellanía, quedando solamente a los Obispos la sola aprobación de la nómina de los capellanes; y sucediendo que los obispos presentan a algunas de las dichas capellanías contra la constitución y fundación susodicha. Por tanto, a efecto, que dichos Obispos en adelante no puedan innovar cosa ninguna cerca a la presentación y fundación de dichas capellanías, suplica humildemente a VV. EE. Para que ordene a dichos Obispos no puedan presentar ni ingerirse en dichas capellanías y consiguiente se guarden las Constituciones de dicha Orden y dichas fundaciones, exceptuando la aprobación.>>
CONTESTACIÓN
La Sagrada Congregación de Emos. y Rvdnos. Cardenales de la Sta. Romana Iglesia formada para determinar los asuntos y consultas de Obispos Regulares, en atención a lo expuesto y al dictamen del Emmo. Belluga (Obispo de Cartagena de Murcia en España) juzgó que se había de responder como respondió <<Guárdense y cúmplanse las constituciones.>> Roma, 23 de Noviembre de 1742.
CARLOS CARDENAL DE HIERONIMIS
Fin de la primera parte
II
Viendo las Religiosas que no podían vivir en comunidad porque el Gobierno las arrojo de su Monasterio incauto sus bienes privándolas de los elementos indispensables para la subsistencia resolvieron emigrar al Ecuado.En el año 1864 emprendieron el viaje con la consiguiente pesadumbre en el alma, por verse obligadas a abandonar su amada patria. No hay sentimiento más vivo y profundo que el amor al suelo en que nacimos. Cómo el árbol se agarra con sus raíces fuertemente al suelo en que ha brotado así está unida nuestra existencia a la patria de tal modo que a ella pertenecen nuestros ensueños, nuestras esperanzas, nuestros amores, nuestra misma vida. Y no sin razón.
En la patria están el sepulcro de seres queridos, el hogar en que nacimos, los Hermanos, los amigos, todo aquel conjunto de alegrías y tristezas todos los recuerdos más gratos y tiernos para nuestro corazón. Nos parece que el clima, los ríos, las montañas, el cielo de la patria es el único templo donde arde el fuego de nuestro espíritu. Este amor es tanto más grande y fuerte, cuando más el alma posee delicados y levantados sentimientos. El alama religiosa por lo mismo que tiene como objeto de su amor a Dios, es la que ama con más verdadera ternura a su patria, pues si busca una vida humilde, su propio perfeccionamiento espiritual es porque anhela adornar las sienes de la patria con la corona de sus virtudes y de una vida inmaculada ¿Cuál pues lo sería el dolor de las Religiosas al dejar su amada patria? No pudiendo contener dentro de su pecho tan amarga pena, manifiestan su indignación contra el Gobierno que las obliga abandonarlo y con la entereza propia de las almas grandes protestan contra tan inicuo y cruel atentado, y se despiden de la amada patria para no regresar a su seno……..
Las RR.MM. Carmelitas al ser exclaustradas de su Convento de Popayán se despidieron de su patria y de su amado retiro, con la siguiente Protesta:
<<Al dejar el país natal, la patria nuestra y el convento en el que hemos vivido tantos años de vida religiosa y tranquila, y la Iglesia en la cual hicimos los votos que nos ligaron a Dios, y a la cual íbamos diariamente a derramar nuestras almas en la presencia del señor, natural es creer que nos han decidido a hacerlo, motivos bien graves, superiores a los motivos humanos, porque las tímidas Esposas del Señor, que bienes temporales pueden ir a buscar a país extranjeros, en las cas de nuestras hermanas en las que seremos admitidas por caridad ¿Qué hay en el mundo que pudiera darnos valor para emprender un viaje largo, penoso, lleno de peligros, a nosotras, ancianas muchas, y todas sin experiencia del mundo y solamente acostumbradas de retiro y soledad? So9lamente quien no conoce el corazón humano podrá atribuirnos otro motivo, que el de conservar el voto que hicimos, cuando dejamos hogar y familia, para vivir como Monjas del Monasterio de Nuestra Sra. Del Carmen.
La Ley del 23 de Abril sobre policía en materia de cultos, disolvió las comunidades religiosas, y en su cumplimiento fuimos exclaustradas, arrojadas de nuestra propia casa, privadas aun de muchas cosas necesarias, y obligadas a vivir en una casa en la que no podíamos encontrar la disposición material, tan necesaria para vivir conforme a nuestra regla, y aun en esta misma casa podemos tener seguridad de que otra ley no nos sacara de ella, y nos separara las unas de las otras y acabara la Orden Religiosa para nosotras ¿Qué hombre del mundo no busca y quiere tranquilidad para los últimos días de su vida? Nosotros creemos y así lo confesamos, y Dios mediante así lo cumpliremos, que los botos que hicimos, ningún gobierno, ninguna ley puede regarlos, ni anularlos y que donde quiera que estemos somos monjas obligadas a cumplirlos. Aceptar pues la exclaustración, vivir sin poder cumplir las prescripciones de nuestra Religión, convenir en no tener Noviciado, cuando tan graves males podemos evitarlos, dejando la patria como ya fuimos obligadas a dejar el convento, ese asilo querido de nuestros más tiernos y religiosa afectos serian apostatar y ser infieles a Dios Señor Nuestro, y olvidar la vida eterna preferible a toda razón humana. Por esto decimos adiós a nuestra morada de tantos años; a nuestra Iglesia en las que tantos consuelos nos concedió el Señor, cuando alabábamos y ensalzábamos su santo nombre, y el de su Sra. Madre, bajo la invocación de Ntra. Sra. Del Carmen; y a nuestra Patria en la que quedan nuestros Padres, nuestros hermanos, nuestras familias, nuestros compatriotas; y a nuestro hermano Prelado, el Sr. Dr. Pedro Antonio Torres, que en todos tiempos y en particular en estos de aflicción y prueba nos ha hecho tanto bien; y a todo el clero de la ciudad, y a tantas personas bondadosas y caritativas que han mitigado la amargura de nuestra aflicción. Si en presencia de Dios declaramos: Que hemos vivido alejadas de todo negocio humano; que no hemos tenido participación en ninguno; que hemos sido extrañas a todas las cuestiones que han dividido al país; y que en nuestro viaje solo buscamos lo que ya no se nos concede, ni permite en nuestra Patria la libertad de vivir y morir cumpliendo con los botos que hicimos por nuestra libre y espontánea voluntad.
Antes de darse la ley mencionada, la de manos muertas declaro que nuestros bienes provenientes de los dotes que llevamos al convento cuando profesamos y los que adquirimos por donaciones o legados que nos fueron hechos válidamente, pertenecían al gobierno y que seríamos indemnizadas con una pensión vitalicia, pagadera del tesoro público; y cuando este de muchos años atrás viene en notable déficit; cuando los empleados públicos no reciben sus sueldos; ¿podemos confiar que nosotras tenidas como seres inútiles por los hombres del mundo, se nos hubiera pagado esa renta? Pero bien pudiera haberse hecho el pago puntual.
Nuestro Sr. Padre el Papa Pio IX y el Hno. Sr. Metropolitano han declarado que no debemos recibir esa renta viajera, y nosotras que como cristianas sumisas a la voz del Vicario de nuestro Señor Jesucristo, solo nos toca obedecer, no podíamos hacer otra cosa que someternos a esa decisión. A los que se crean superiores a este motivo, podemos decirles también; aceptarla, sería convenir en el despojo de nuestra legitima propiedad, de esa propiedad inviolable garantizada por la Constitución de la República; y es de notarse que, cuando decidió El Decreto sobre Desamortización, la Iglesia estaba independiente del Estado, y ante la Ley, nosotras solamente herramos granadinas, tan legitimas propietarias, como cualquier otro granadino. Fue pues, un despojo que se hizo de nuestros bienes, y este despojo se han apresurado a repararlo los Gobiernos que lo han hecho en días calamitosos; tan luego como la sociedad ha vuelto a su estado normal y la justicia al consejo de los que gobiernan. La misma reparación se nos hará y no podemos nosotros debilitar ese derecho, de hecho perfecto admitiendo una pensión real o imaginaria reprobada por la iglesia y que repugna a nuestra conciencia. Muy al contrario protestamos contra el despojo de nuestras propiedades, y reservábamos el derecho de reclamarlas cuando podamos hacernos oír en justicia. >>
De las consideraciones que anteceden se desprenden dos consecuencias lógicas; la Lay del 23 de abril solo nos dejó una alternativa: apostar, faltar a nuestros votos y perder nuestras almas, o dejar este país para buscar la libertad de conciencia, bien supremo de que se nos quiere privar; la ley sobre desamortización nos ha dejado sin renta, no bienes y en la alternativa de morir de miseria o de buscar la caridad de nuestras hermanas, en un país más feliz que el nuestro. Hasta hoy para vivir hemos necesitado vender las alhajas de que podíamos disponer. Esta doble alternativa la resolvemos dejando esta patria; en ella que los huesos de nuestras hermanas como un monumento de lo que fue la piedad de nuestros padres y la dureza de los tiempos que hemos alcanzado. Nosotras llevamos la esperanza de reunirnos a ellas el día de la resurrección general. Nuestra confianza esta en Dios. A él le pedimos fortaleza en los trabajos y del esperamos poder cantar sus alabanzas en su Santo Templo, si vivimos, o verle en la Gloria si morimos.
Y para dar a esta protesta la autenticidad legal firmamos dos ejemplares las Preladas clavarias y demás religiosas ante nuestra secretaria, y entregamos el uno al Sr. Notario público de ésta ciudad y el otro al Sr. Notario Eclesiástico de éste obispado, para que los archiven en sus respectivas oficinas y conste en todo tiempo, suplicándoles que así lo certifiquen enseguida.
Popayán 1◦ de abril de 1864.
La priora, Carmen de santa Ana, la subpriora y clavaria, María Rosa de San Joaquín, Ana María de San Agustín, clavaria, Carmen del corazón de Jesús, Rosalía del corazón de María,-Religiosas Carmen de San Eliseo, María Manuela de la Sma. Trinidad, Sebastiana de San Elías, Ana Rosa de San José, Ana María de la Encarnación. Merceces de San Juan de la Cruz, María Jesús de los Dolores, Carlota del Espíritu Santo, Juana María de San Rafael, Feliz de Jesús y San Miguel, María Ascensión de San Luis Gonzaga, Gregoria del Smo. Sacramento, Clavaria y secretaria.
D E S P E D I D A
No pensamos jamás el separarnos ni un momento de este suelo más, partir es preciso que así el cielo en sus altos designios lo ordenó. Henchido el corazón está de pena, nuestra frente agobiada de amargura, más, Dios nos da valor en la segura senda de la verdad que él señaló. Adiós patria querida, ya marchamos por este estrecho, pero fiel camino; no es el rudo capricho del destino que hoy de tu seno nos arranca atroz. Adiós padres y hermanos bien queridos, adiós amigos, tiernos bienhechores, jamás olvidaremos los favores con que colmasteis nuestra vida ¡Adiós! Oh! No es el hombre, es Dios quien determina los destinos humanos en el mundo, cuyo brazo potente sin segundo a la iglesia, sus fueros volverá. Conformes a sus órdenes estamos, y cumpliendo los votos de obediencia que juramos, seguimos la sentencia que en su trono dictáranos Jehová.
Adiós, oh patria en cuyo suelo quedan padres queridos, hermanos y parientes bienhechores y amigos indulgentes, todos oíd nuestro eternal ¡adiós! Dios, el señor de quien criaturas somos y a quien con tierno amor nos ofrecimos hoy de la fe que ciegas prometimos una espléndida prueba quiere ver. Y nosotras que humildes y prostradas sus divinos decretos adoramos a cumplirlos resueltas nos hallamos con ciego afecto y firme voluntad. No lloréis, pues, y en vez de vuestro llanto elevad al Señor tierna alabanza, pidiéndole sostenga la confianza que el débil siempre en su poder halló. Pedidle, sí, pedidle no abandone a sus pobres y débiles criaturas en la senda tortuosa de amargura que su sabio querer les señaló. Adiós, adiós! En el alma os llevaremos sin olvidar la caridad ardiente con que enjugar supisteis diligentes nuestro llanto de pena, ¡adiós! Adiós!
NOTA.-Estos versos son la obra de dos de las religiosas Caremlitas, a quienes fue preciso, pedírselos bajo de santa obediencia, para no dejar en las oscuridad una obra, que aunque no tenga gran mérito literario, tiene el más recomendable de todos: el de la virtud más pura asociada a la inteligencia, y expresada por aquel sentimiento indefinible que ha causado en aquellas almas justas tan insólito suceso como el que allí se explica, capaz de arrancar la más sublime poesía, o el discurso más elocuente, aún a los que no conozcan la literatura.
FELIPE SANTIAGO LÓPEZ
Capellán de las religiosas Carmelitas.
Quito, junio 18 de 1864.
Reimpreso en la imprenta de los huérfanos de Valencia.
RELACIÓN DEL VIAJE DELAS RELIGIOSAS CARMELITAS DE POPAYÁN A QUITO
Esta relación la hace un sobrino del Dr. Felipe Santiago López Capellán de las MM. Carmelitas. Rvda. Madre Clara de San José y comunidad: La marcha estaba perfectamente arreglada para el seis de abril de este año de 1864. El presidente del estado, General Payán llamó al Capellán la víspera e impidió el viaje. La comunidad y el Capellán esperaron con paciencia hasta el veinte y seis del mismo mes, día en que comenzar a salir. En este intervalo se arregló el nuevo viaje interviniendo el Sr. Eugenio Larrabure para que la autoridad y la gente no lo maliciaran. El Capellán, por éste motivo, se mantuvo quieto y todo se consiguió hacerlo ocultamente. La fecha fijada era el veinte y seis de abril, pero el recomendado de las bestias faltó esa noche al compromiso (como todos actualmente nuestros artesanos). Por este motivo retardaron la marcha primera para el otro día. Para emprender esta peregrinación hasta Quito, la comunidad se puso bajo la protección de la virgen del Carmen, del corazón de Jesús y el de María, de San Rafael Arcángel, San Miguel y San josé, y cada jornada a un santo de la orden.
EL ORDEN DE LAS JORNADAS ES COMO SIGUE
Día 27, miércoles. Salieron seis de las religiosas de la casa del Sr. E. Larrabure, donde habían estado la noche anterior y fueron: las hermanas senbastiana de San Elías, Carmen de San Eliseo, Ana Rosa de San José, Ana María de San Agustín. Teresa de Jesús y San Miguel y Juana María de San Rafael, las cuales burlaron la vigilancia de la gente, pues en la ciudad no lo supieron hasta el día siguiente, que ya descansaban en la hacienda de” El troje de timbío” Día 28, jueves- Este día salieron de la misma casa la madre Subpriora, las hermanas, Ana María de la encarnación, Mercedes de San Juan de la Cruz, Carlota del espíritu santo, María Manuela de la Sma. Trinidad y ascensión de San Luis Gonzaga en compañía de la madre Rosalía, la cual, al salir, cayó en la plaza de Popayán, porque iba incómoda y le había cambiado la montura, y por este motivo se la dejó en casa de mi tía Vicenta y las demás siguieron hasta la misma hacienda del Troje para reunirse con las primeras. El gobernador del estado, en este día, supo la ida de las religiosas y no puso ya dificultad, antes les dio pasaporte. En la ciudad unos sabían que se habían ido las Religiosas, otros no creían porque oían a la madre Priora en la casa y al Capellán lo veían en la ciudad.
29, viernes- Salieron de Popayán a las 5 y tres cuartos de la mañana la R.M. Priora Carmen de Santa Ana, la secretaria Gregorio del Smo. Sacramento. María Jesús de los Dolores y la hermana Rosalía del corazón de María. Llegaron al “Troje”, hacienda del Sr. Joaquín Mosquera, a las doce del día, con el capellán Felipe Santiago López, quien las sacó del nuevo Egipto y las debía conducir a la tierra prometida. Las acompañaron el Sr. Manuel Antonio Dueñas y su hijo, Victoriano Tovar, elSr. Eugenio Larrabure. Romualdo Rodríguez y el que suscribe. Reunidas todas en esta hacienda, el Capellán arregló bien el viaje. Manuel Muñoz (Caporal) redujo las cargas y se contrataron bestias con varias personas del Timbío.
Treinta, Sábado-Muchas personas de Popayán vinieron a visitarlas, a saber: el presbítero Rafael Rada, Nicolaza Candia, Rafael Murgueitio, Miguel y saturnino Torres, con una Sra. Hermana de la hermana ascensión, Dn. Eugenio y unas Sras. Y otras muchas personas de Popayán y Timbío. La gente de éste pueblo obsequio mucho a las religiosas. Este diía y el siguiente nos detuvimos en esta población para arreglar todo.
El día primero de mayo continuaron las visitas. Como el Capellán en este día cumplía años, las Religiosas lo agasajaron cantando por la noche varias y lindas canciones. Esta circunstancia y el haber salido o escapado de la Babilonia Payanés nos tenían de buen humor y alegres porque respirábamos ya un aire libre.
2 de Mayo, Lunes- Bajo la protección del Patrocinio de San José salimos todos, las diez y seis Religiosas; el Capellán, Manuel Muñoz y yo a las 10 y media de la mañana con un hermoso día de verano. Mucha gente de Timbío nos acompañó hasta el punto Las Cruces. Durante el trayecto todas las personas que veían pasar a las Religiosas manifestaban con lágrimas su sentimiento y pesar. El día estuvo muy caluroso y llegamos a las 4 de la tarde a la parroquia de Dolores y ´posamos en las cosas de los Córdobas, hijas del General Córdoba. Aquí permanecimos hasta el 5 de éste, jueves, porque faltaban bestias y hubo necesidad de buscarlas y controlarlas. En estos días visitaron, obsequiaron a las Religiosas las principales gentes de este pueblo y aquellas se veían molestadas por la estrechez de la casa y la demasiada concurrencia de gente. En estos dos días de permanencia oímos la misa del Capellán y las Religiosas recibieron el sacramento de la Eucaristía. No hubo más novedad sino la de la Madre Sebastiana de San Elías que se cayó por la noche de una puerta y sufrió un golpe.
5 de Mayo, Jueves –San Elías- Salimos a las 10 de la mañana de Dolores acompañados de mucha gente que vino a dejarnos hasta la mitad de la jornada, en donde se despidieron después de habernos dado un refresco. Llegamos a los Arboles a las 4 y media de tarde con un buen día y bastante cansados y allí posamos en la casa de una Sra. Cruz Figueroa. No tuvimos novedad ni en el camino, ni en la posada.
6 Viernes –San Eliseo- rezaron las Religiosas el itinerario y salimos a las 9 y media de la mañana, con hermoso día de verano, pero muy caluroso. En media jornada tuvimos una desgracia de que cayera al suelo el Capellán por haberse asustado el macho en que cabalgaba. A las 4 y media estuvimos en Piedrarrica muy cansados por lo duro del camino y el sofocante calor. Fuimos recibidos por la Sra. Pantaleona Daza, cuya casa estrecha no presentaba comodidad alguna, y a esto se agrega, que estábamos atormentados por un calor insoportable juntamente con una sed devoradora. Permanecimos en esta posada el día 7 porque se volvieron unas bestias a su dehesa y fue necesario buscarlas y traerlas. En esta posada no tuvimos otra novedad que el calor y un aguacero que cayó durante la noche.
8, Domingo –San Juan de la Cruz- Rezado el itinerario por las Religiosas, salimos de esta pascana a las 10 de la mañana, pasamos por el pueblo de “El Bordo” a las 11 y a las 2 de la tarde el del “Patía” cuyos habitantes negros en su totalidad, se mostraron hospitalarios y caritativos e instaban para la Comunidad se quedase allí. Pero el deseo de salir de ese fogón y de adelantar cuanto más se pudiese la marcha, hizo que la Madre Priora y el Capellán determinaran siguiésemos hasta el punto de la Herradura o Manguita donde se improvisó una tolda para la Comunidad. A esta pascana llegamos a las 4 de la tarde, muy cansados y fatigados por el excesivo calor, no obstante de habernos hecho un día sereno. Estábamos contentos porque la tolda nos quedó de perlas y confiados en el buen tiempo, las Religiosas prefirieron la tolda antes que la pequeña casa sucia y un extremo estrecha. Rezamos la Comunidad, compañeros y peones el Rosario por no haber podido oír misa. A las 9 y media vimos con gran pena que cambiaba la estación y las Religiosas se pusieron a rezar, pero a pesar de sus fervorosas oraciones no pudieron contener el recio aguacero que se descargó con furia. Entonces no hubo más remedio que levantar el campo, merced a las petacas, cobijas y encerados que se le puso para que no le pasara el aguacero; los demás compañeros se resignaron a aguantar el aguacero sentados en el campo a excepción de los peones, que desde temprano se apoderaron del pequeño corredor.
9 Lunes – San Alberto- Rezaron las Religiosas el itinerario y salimos de la falta posada, sin haber pegado los párpados en la noche anterior, a las 9 de la mañana con el día muy toldado, el camino doble y se aumentó la dificultad por el paso del río Guachicono, que lo pasaron por vado (el río tiene allí unos 60 metro de ancho) y no necesitaron las Religiosas de la decantada canoa del negro Gabriel Velasco, que decía tener orden del Presidente Payán, para pasarlas; el tal negro se manejó muy mal insultando a uno de los compañero y y de propósito no fue al paso, para que la Comunidad tuviera dificultad en él, y había dicho a otros que pretendía imperdibles el paso quitándoles la canoa; pero el Dios de la misericordia que vela sobre sus criaturas hizo que lo pasaran por vado sin el más pequeño mareo, para que viera el negro Velasco que Él protege a la virtud perseguida. Ya que estuvimos todos al otro lado, el negro pasó inmediatamente y se mostró ya cambiado. Varias de las Religiosas tomaron aquí un refresco y seguimos hasta la planada de Adorotes, a donde llegó toda la Comunidad sin novedad alguna, excepto la M. Rosalía, que por el cansancio y debilidad de la noche pasada producidos por la lluvia y fragosidad del camino, se desmayó en la cuesta de Mojarras y los peones tuvieron que traerla, uno tirando del cabestro de la acémila, otros teniéndola por la espalda y otros por delante, y llego a la posada desmayada y hecha un cadáver. La R. M. Priora y toda la Comunidad sentían en su corazón y pusieron todo su costo en curarla y volverla en sí. Pasaron todas las Religiosas una mala noche en esa casita, unas en la diminuta sala y otras en el corredor, y todas molestadas por el desaseo, pues estaba cundida de cucarachas, ratones, sapos, chinches y otros animalejos. El Capellán durmió como en Pie rarrica y los Árboles en hamaca y los demás en el campo.
10, Martes –Santa María Magdalena de Pazis- La enferma amaneció en estado de montar, pues su curación fue milagrosa. Rezaron las Religiosas el itinerario y salimos a las 9 de la mañana, con la enferma que fue en su sillón hasta Sombrerillos, donde posamos. Levábamos a la enferma poco a poco y la alimentábamos con caldo a horas determinadas. Pasamos por Mercaderes dista una legua de esta y allí se proveyó los cuchubos. Llegamos a Sombrerillos a las 4 y cuarto con toda la Comunidad, excepto la M. Priora, la M. Rosalía y otra que se mojaron un poco, porque así que llegaron las primeras cayó un violento aguacero. Se acomodaron las Religiosas en una casa estrecha, en donde durmieron también sentadas, el Capellán en su hamaca y los otros en el campo. Llovió esa tarde con ligera interrupción y desde las 11 de la noche continuó el aguacero hasta el otro día. No hubo novedad, y al día siguiente, aunque habían pasado una mala noche, amanecieron como si nada hubieran experimentado, porque nuestras Peregrinas están acostumbradas a la penitencia, vigilias e incomodidades. 11, Miércoles –San Simón Stok- Rezaron las Religiosas el itinerario y arreglado todo salimos de este punto a las 8 y tres cuartos de la mañana, con un día enteramente toldado que no podíamos distinguir a un cuarto de cuadra, pues estábamos envueltos por una densa nube. En sombrerillos se le hizo provisionalmente una chacana a la M. Rosalía, y en ella fue conducida hasta Pasto. A las 10 de la mañana estábamos saliendo de la jurisdicción del Sr. Torres, y costó triunfo salir de ella, lo mismo que había costado salir de la capital. En el paso del Salto del Mayo se desmontaron las Religiosas, excepto la M. Supriora que pasó en puente a bestia y seguimos a la aldea de la Venta quemada ( hoy llamada La Unión)- Nos hizo un día bello, como a pocos y entramos a este pueblo a las 5 de la tarde y allí nos acomodamos en la casa del Sr. José María González, buen sujeto el cual presto todos los servicios a la Comunidad. La gente de este pueblo, siendo contraria se manifestó muy compadecida, excepto el Cura N. Torres, que no tuvo comedimiento de mandar un saludo ni al Capellán, ni a la Comunidad; mejor ejemplo le dieron los seculares, y entre ellos el expresado Sr. González en cuya casa se acomodaron con holgura por ser capaz y aquí repusimos todas las vigilias que habíamos pasado.
12, Jueves –San Hilario, Sn. Abad- Almorzamos, rezaron el itinerario las Religiosas y emprendimos la marcha a las 10 del día. A poca distancia empezamos a atravesar la fatal montaña de Berruecos, famosa por los dos grandes hombres que en ella fueron sacrificados. Muchas Religiosas se apearon y caminaron a pie a consecuencia de que había pasos malos, muy pendientes y resbalosos por los frecuentes páramos que habían caído. Conocimos aquí las sepulturas de los héroes General Antonio José de Sucre y del célebre literario y militar payanés Julio Arboleda, cuya muerte era reciente. Muy temprano comenzó a llover torrencialmente de tal modo que el camino parecía un río y lo estrecho y profundo de aquel, contribuyo a dañarlo más y fatigar enormemente a las bestias, que apenas podían dar paso. En este trayecto tuvimos la gran pena de que cayera muy mal la M. Priora dos veces, con peligro de que la matara la bestia en una angostura, ero por permisión de Dios, un peón pastuso bien esforzado que se encontró allí, la saco con un brazo y con el otro levantó al caballo. También cayeron la M Ana María de San Agustín, la M Felisa de Jesús, y la M. María Manuela de la Sma. Trinidad, y hubo otras novedades que yo no presencié.
Después de estos percances llegamos al pueblo de Berruecos que está ya fuera de la montaña. El Cura de esta población se empeñó en que nos quedáramos, ofreció su casa y todos sus servicios, pero el término de la jornada era Olaya y las viajeras resolvieron ir a ella. Llegaron a Olaya a las 5 y tres cuartos de la tarde la R. M. Priora, tres Religiosas, el Capellán y otro individuo, las demás quedaron atrasadas con el Caporal Manuel Muñoz, que siendo inteligente en los caminos las sacó sin novedad mayor; todas llegaron empapadas en agua, cansadas y asustadas y en fin rendidas de tan infernal camino, y para colmo de nuestra desgracia no había ni una gota de aguardiente lavarnos intus etaforis. La posada era aseada pero muy pequeña, de modo que hizo par con el camino. Me parece que a más de mojadas y cansadas las Religiosas durmieron sentadas, y por eso creíamos que todas estarían enfermas al día siguiente, pero por milagro de Dios, no hubo mayor novedad.
13, Viernes –Santa Teresa de Jesús Fundadora- Almorzamos y arreglado todo salimos después de haber rezado las Religiosas el itinerario a las 9 y media de la mañana con camino mejor que el de la jornada anterior. Todas y en particular unas temían la tarabita por la cual debíamos pasar el Juanambú, a la que llagaos a las 12 y media sin novedad. Comenzaron a pasarla de dos en dos hasta que se completó el número de las religiosas, con la desgracia solamente de que la M. Gregoria recibiera un golpe en uno de los postes, golpe del que sanó por fortuna prontamente. Una vez las Religiosas al otro lado del río, se recrearon viendo pasar a los compañeros, cargas y demás gente y les pareció la tarabita un objeto de recreo. Acabado de pasar todo el tren, muy tarde tuvimos que quedarnos allí en un pequeño tambo a la orilla del río sin más descanso que en la jornada anterior. Para las Religiosas equivalía este rancho improvisado a un palacio y los percances del viaje a un paseo delicioso. Para el Capellán se levantó una tolda en la que pernoctó con los compañeros de viaje. Algo más de las 6 de la noche cayó un aguacero bastante fuerte.
14, Sábado – Almorzamos, y después de rezar las Religiosas el itinerario dejamos la tarabita del río Juanambú a las 9 de la mañana y con un buen día subimos la cuesta muy pendiente de este nombre, pero con la mayor desgracia la de haberse caído otra vez la M. Priora, la que pedía a Dios que se caiga ella y no sus hijas, deseo que parece, que Dios quería que se cumpla en la peticionaria. En Ortega encontró a las Religiosas el Sr. Antonio Valencia hermano de la M. Juana María de San Rafael. Llegamos a casa de la Sra. Domitila Trochez a las 5 y media de la tarde, después de haber soportado una pequeña llovizna y el consiguiente cansancio. Hicimos esta jornada bajo la protección de las Almas del Purgatorio. Descansamos y dormidos algo por ser la casa muy grande y cómoda, El Capellán durmió en un cuarto con sus compañeros, el Sr. Valencia y el Sr. González que vino desde la Venta acompañándonos.
15, Domingo – Domínica de Pentecostés y a la protección de San Joaquín y Santa Ana- Almorzamos y rezando el itinerario por las Religiosas dejamos Meneses a las 9 y media de la mañana con un día bueno a pesar de que nos lloviznó. Al llegar al Alto de Aranda nos detuvimos para contemplar el lindo panorama de la ciudad de Pasto; el contraste que hacían los campos sembrados unos; para segar otros; los más en su mayor o menor verdura, y alrededor de la ciudad, innumerables pueblecitos que le forman una corona de adorno. Seguimos a la ciudad y nadie salió a encontrarnos y, al llegar a los dos puentes nos siguió una procesión de gente que impedía el paso por la calle pero sin demostración alguna. A las 2 de la tarde demostramos en la casa de Sr. Blas Bucheli, donde vivían las Sras. Catalina y Dominga Valencia, las que generosamente habían desocupado la casa acomodándose en otra. Una vez en ella las Sras. les dieron fraternales abrazos y acomodaron a las Religiosas en las principales salas. Para no estar lejos el Capellán, se quedó en una pieza baja con sus dos compañeros para auxiliar a la Comunidad en todo momento.
En esta ciudad resolvieron el Capellán y la R. M. Priora demorarse quince días por lo menos para que las enfermeras convalecieran y todas descansaran de tan penosos caminos y arreglar también mejor el viaje a Quito, buscando nuevas caballerías, peones y víveres, y además para que se aclimataran un poco y no les hiciera impresión el frío de la Provincia de Túquerres.
Desde el 15, día domingo en que llegaron a pasto fueron visitadas a las Religiosas por las principales familias y otras personas que las favorecieron con su cariño y regalos.
El R. P. Gabriel Rojas fue el que mejor se manejó y se interesó en proporcionar todo lo que la Comunidad necesitaba: ornamentos para el Oratorio que se hizo en la casa; caballerías para el viaje, y no contento con haber conseguido la casa donde estaban alojadas, hizo las veces padres visitándolas diariamente y viendo lo que podían necesitar tanto en lo espiritual y temporal. El Sr. Gobernador Manuel Guzmán dispensó también michos servicios a las Religiosas, ofreciéndoles su persona y sus bienes y dando gratis sus porteros para las bestias. El R. P. Rojas además de los solícitos cuidados que dispensó a las Religiosas, les dio una regular limosnas que Dios sabrá recompensarle en la Gloria.
A pocos días de la permanencia en Pasto en caporal Manuel Muñoz sujeto que les prestó buenos servicios en el camino, pues era el eje del viaje y a propósito para conducir viajeros se regresó, y aprovechando esta circunstancia, con él escribieron las Religiosas a Popayán dando aviso de su llegada a Pasto. En esta ciudad recibieron carta de la R. M. Clara de San José, Priora del Carmen Bajo de Quito, y también El Capellán una del Sr. Arzobispo dándole facultades extraordinarias. Así mismo recibieron cartas las Religiosas y el Capellán, dirigidas de Popayán, en las que manifestaban a buena acogida de la Protesta y Despedida que habían sido repartidas a muchas personas, las que admiraban la entereza y lo bien escrita la Protesta por las evidentes verdades que ella contiene, como también la ternura y delicadeza de los versos que están al pie.
En los quince días de residencia en Pasto la Comunidad descansó y se preparó para la otra mitad del viaje. Durante estos días no podemos menos que agradecer profundamente la gentileza y desinterés del famoso Médico Dr. Tomás Rubio el cual con esmerado afán curó a las enfermas, franqueando su botica y sin exigir un solo centavo por sus servicios profesionales.
La R. M. Priora Carmen de Santa Ana no descansaba un instante ni en el camino, ni en las posadas, pues siempre solicita, procuraba el alivio a sus hijas, cuidándolas, disponiendo todo para su servicio, para el Capellán y sus dos sobrinos, como también para todos los demás que formábamos la caravana. Lo hacía de tal manera que no sentíamos el cansancio de las jornadas y olvidábamos toda idea amarga con tan dulce y esmerado cuidado. En la casa de Pasto tampoco descansaba y siempre caminaba bastante ya viendo lo que necesitábamos, o recibiendo las muchas e importunas visitas que le hacían. Las Religiosas hicieron vida ordinaria desde el segundo día que llegamos a Pasto hasta el día anterior a la marcha. El Capellán les daba misa en el Oratorio y administraba los Sacramentos.
Para conducir a la M. Rosalía con más comodidad. Dn Pedro Ortiz se empeñó muchísimo en hacerle un catre bien forrado con limosnas que recogió de las buenas gentes. Para el día 30 se dispuso todo para salir al día siguiente bien temprano y evitar de este modo a novedad de la gente, y por esta razón se despachó dos criadas con dos cargas de víveres para preparar el almuerzo al otro día en una quinta de un Sr. Santacruz.
31 de Mayo-Martes. Salimos a las cinco de la mañana después de no haber dormido en toda la noche, ya por el deseo de salir pronto de Pasto, ya también por el ruido que hacían las bestias en el patio, pues hubo que hacerlas amanecer allí, por evitar el robo de ellas por los soldados que iban también a Popayán. Se pusieron las religiosas bajo la protección de San Joaquín y Santa Ana. Abogados que con felicidad las condujeron a Pasto.
A las 6 de la mañana llegamos a dicha quinta y allí almorzamos. Luego que las religiosas rezaron el itinerario continuamos la marcha a las 8 y media. Hasta la quinta nos acompañaron el Sr. Vicario y otro sacerdote, los Sres. Pedro Ortiz y Antonio Santacruz; los dos primeros se regresaron a los últimos siguieron nuestra compañía presentándonos bueno oficios hasta el Carchi, cerca de Tulcán. El Sr. Cura Rufino Santacruz y su Coadjutor había salido a encontrarnos y nos llevaron a la casa cural donde nos dieron alojamiento proporcionándonos una buena comida y todos los servicios que estuvieran a su alcance. Después de la comida que nos sirvió el Cura con tanta voluntad llevo a las Religiosas, descubrió el Smo. y en asocio del Coadjutor canto Vísperas, les dio la Bendición, quedando las Religiosas muy satisfechas de la generosidad sin límites del buen Cura.
1 de Junio de 1864.- Miércoles-San Andrés Corsino C.- Todas las Religiosas sentían gran complacencia al contemplar los campos pastusos, todos tan bien cultivados, que ofrecen a todo viajero un panorama esplendido y que a la vez manifiesta el trabajo, el esfuerzo del hombre para luchar por la vida y comer el pan con el sudor de su frente. Encantadas las Religiosas por tan hermosos cuadros que presentaban a su vista, viajaban alegres con la esperanza de llegar pronto al término de su jornada. A las 6 de la mañana, después de haber oído la misa de Sr. Cura, el cual nos había preparado un abundante almuerzo, y haber realizado las Religiosas el itinerario emprendimos la marcha acompañados del bondadoso Cura hasta el límite de su parroquia. Al salir de Yacuanquer viendo desfilar a las Religiosas perseguidas como si fueran criminales. Al despedirse el Párroco derramo abundantes lágrimas y nosotros sentimos hondamente la separación de este santo varón, sin haberle recompensado en nada tanta generosidad y benevolencia. El Sr. José M. Gonzales que nos había acompañado desde la Unión, antes, de tres jornadas de Pasto, se despidió con gran sentimiento en el puente de Guaitara. Con las impresiones producidas por la belleza de los campos y llevando en nuestro corazón la gratitud para las almas buenas, llegamos a las 2 y media dela tarde, cansados y sofocados por el sol, a Santa Rosa, hacienda de un Sr. Benalcazar el cual nos dio hospedaje en su gran casa de alto. No hubo novedad ni en la marcha, ni en la posada, solamente nos molestaron algunos chinches y el aguacero que duro toda la noche.
2, Jueves-san Dionisio, Obispo-Almorzamos y realizando el itinerario por las Religiosas salimos a las 9 y tres cuartos de la mañana con un camino bastante malo. El día anterior el Dr. Antonio José Chaves mando por medio del Cura de Tuquerres, Dr. Benavides una carga de víveres. Este Sr. Arreglo con el Capellán las jornadas, y el en persona iba a cada lugar a preparar la posada, casa, víveres y recomendar la Comunidad, y los viajeros pasaron hasta Sapuyes por ser jornada señalada por él. Al pasar por en frente de Tuquerres, una legua antes de llegar a Sapuyes, los vecinos de aquella ciudad salieron a encontrar a la Comunidad y le hicieron unos pequeños regalos y les incitaban para que fueran a esa, pero no fueron por el motivo demostrado y porque el Cura de Sapuyes las esperaba. Entre toda la gente que salió, el joven Francisco Sarmiento Maestro de Escuela estaba con todos sus niños y dio una pequeña limosna en numerario. El Cura de Sapuyes, Ángel Jurado y su Coadjutor salieron a recibir a las Religiosas, a las que hospedo en su casa y les sirvió una magnifica comida. La casa era estrecha y las Religiosas estaban molestas por la multitud de gente que se agrupaba en las puertas. En este punto la Providencia se manifestó cuidadosa de sus peregrinas pues mientras llovía en los alrededores de la población no caía ni una sola gota de agua en el corto trayecto que faltaba para que las Religiosas lleguen al área del pueblo, pero luego que llegaron a la casa cural, se desmontaron y acomodaron todos los aparejos se generalizo el aguacero invadiendo toda la población.
3, Viernes,-San Cirilo de Alejandría, Obispo- Para conducir a la hermana Rosalía, el Capellán consiguió en Sapuyes una silla de manos y dos buenos cargueros y regalo el catre en el que la traían de Pasto, al Cura de dicha población. Después de haber oído la misa que celebró el Sr. Cura, y haber las Religiosas rezado el itinerario, almorzamos y salimos a las 10 y media de una mañana muy fría y en medio de una llovizna que había dañado el camino tanto que en la montaña dos campesinos ayudaron a componer dos pasos malos a fin de que pase la Comunidad sin peligro alguno. Pensamos quedarnos en Pupiales, pero por haber llegado muy temprano a este pueblo y estar cerca Ipiales y no trastornar nuestro programa de viaje, resolvimos ir a esta última ciudad en la que entramos a las 5 y media de la tarde y nos hospedamos en la casa conventual del Pbro. Burbano. En esta posada no fueron molestadas las Religiosas por la novelería de la gente por ser la casa muy grande y está rodeada de altas paredes. No fueron más que unas cuatro mujeres del pueblo. El Cura había preparado la comida, las acomodo en las piezas de la casa donde descansaron de tantas fatigas y durmieron las Religiosas más tranquilas que en la anteriores posadas. Aquí del Rosario de Las Lajas, como habían prometido hacerlo desde que salieron de Popayán. 4, Sábado San Angelo, C.- Rezaron las Religiosas el itinerario, almorzamos y salimos de Ipiales a las 10 de un día muy hermoso y propio para tan santa obra. Llegamos a el Alto de Las Lajas, nos acomodamos en las pequeñas casas que hay en él y sirven para toda clase de peregrinos. Mientras se preparaba la comida, toda la Comunidad y el Capellán fueron a conocer la famosa “iglesia y saludar a la singular Virgen”, entonando varias Religiosas las Letanias en el coro. Se detuvieron largo rato en la capilla, y luego se emplearon en ver y conocer la iglesia por dentro y por fuera. Los compañeros de viaje en unión de las Religiosas subimos al artesonado, bajamos a las habitaciones y arquerías, pareciéndonos todo maravilloso, pero lo que más llamo nuestra atención, es la posición del edificio, que queda una peña y a la orilla de un profundo rio rodeado de peñascos. El edificio se destaca de la peña y encima de la media naranja hay una enorme piedra que parece va a precipitarse sobre él. En el interior de la capilla hay un sencillo altar en cuyo centro está la hermosa Virgen acompañada de los Patriarcas Santo Domingo y San Francisco. La imagen está pintada en la piedra seguramente por un gran artista y gran devoto de María; a los lados se ven todavía las puntas de la peña que no han podido pulir, y en sus ángulos y caras se leen máxima edificativa y consoladora. A los lados del altar de la Virgen están los Arcángeles San Miguel y San Gabriel; al lado izquierdo un pequeño altar dedicado al Niño Dios, y a la derecha una capillita dedicada a San Joaquin y Santa Ana. Tiene un coro pequeño con su armonio y una sacristía de arquería como la iglesia, ambas edificadas sobre sólidas bases tres pisos construidos de cal y canto. El edificio no puede ser visto sino cuando el curioso llega a él porque está situado ene le centro de la peña, y desde la pequeña plataforma, o plazuela de cal y piedra se contempla el impetuoso rio y la agreste belleza de abismos y precipicios. El frente de la iglesia tiene así mismo dos torrecillas muy agraciadas que semejan palomares en aquel inmenso precipicio. La consistencia del edificio que ha desafiado los siglos, singularmente la belleza incomparable de la Virgen, todo obliga al peregrino a alabar al Criador y admirar más cada día las obras de sus manos. Todas las religiosas y sus compañeros estábamos tan complacidos observando esas maravillas que las largas horas que habíamos permanecido en aquel Nido de Amores nos parecieron instantes. Después de haber recibido estas gratas impresiones subimos a las casitas que distan medio de cuatro de hora para comer y luego regresara la Capilla y recorrer de nuevo el edificio. Pasamos por el puente al otro lado del río para admirar el hermoso espectáculo que ofrece el edificio blanco en medio de peñascos y malezas. Emocionado el Capellán ante aquel grandioso espectáculo ofreció a las Religiosas decir algo en el púlpito al día siguiente. Después de haber admirado tanta belleza y sublimidad subimos a las casitas para prepararnos a recibir los Stos. Sacramentos de la Penitencia y la Comunión para despedirnos de Madre Bondadosa que ha elegido aquel salvaje lugar para atraer a las almas con sus gracias. Al otro día nos levantamos muy temprano para confesarnos y comulgar en la misa del Capellán que celebró a las siete de la mañana, misa a la que concurrió mucha gente. La misa fue solemne, y diaconada y terminada la cual, el capellán subió al pulpito e improvisó un sencillo, consolador y patético discurso, ofreciendo a la Sma. Virgen de las Lajas y poniendo bajo su protección a la Vble. Comunidad, perseguida, desterrada por sus virtudes, puesta así a toda prueba en estos desgraciados tiempos y martirizada de tantos modos. Todos los trabajos, persecuciones, desgracias y privaciones de la Comunidad de su amable país lo ofreció como único presente que las afligidas Religiosas podían dar a la Reina celestial junto con su corazón y buena voluntad. La plática pronunciada en este lugar santo y estando presente una comunidad tan respetable, la primera y única que visitaba estos lugares, conmovió los corazones de los circunstantes los cuales manifestaros su sentimiento derramando muchas lágrimas. Al fin concluyó el orador pidiendo a la Virgen mejoraran de condición las afligidas Comunidades, que se compadeciera de ellas y principalmente de nuestra desgracia patria, que cual otra Jerusalén gime en la desolación, en las guerras, pestes, y torbellinos de pasiones infernales, desposeída del precioso bien, la Religión del Crucificado, ataca conjuntamente con sus Ministros, injuriada y ultrajada, de mil maneras por los imitadores de Mahoma, Calvino, Lutero, Enrique VIII y sus secuaces. También le ofreció a Dios la Comunidad para que retire su mano justiciera de nosotros y de estos bellos países, que prevalezca la Religión para que podamos vivir tranquilos y observar sus santos Mandamientos y coronar la grande obra de nuestra peregrinación sobre la tierra. La Comunidad y demás asistentes quedaron tan satisfechos de todo lo que había visto y oído, que parecía que Dios había derramado sobre sus almas dulces esperanzas y que habíamos asegurado en algún modo nuestra predestinación.
Terminado todo, la Comunidad, el Capellán acompañado de otros sacerdotes del lugar fueron a desayunarse. Para en este mismo día seguir hasta Tulcán. Salimos a las 10 y media bajo la protección de Sn. Serapión que nos había de sacar de nuestra desgraciada patria hacia la Republica ecuatoriana que nos dispensaría los auxilios y servicios, en vez de la nuestra, como mas piadosa y hospitalaria. El Cura de Ipiales nos había preparado un refresco, pero no nos había anticipado anticipado, y cuando no los ofreció ya estábamos acabando de pasar la cuidad para continuar el camino. Varios señores y uh sacerdote acompañaron a las Religiosas hasta Tulcán. A las 3 de la tarde, hora en que murió Jesucristo llegamos al Carchi, hora en que abandonamos nuestra patria, hora de graves y crueles consideraciones, hora de meditación y dolorosos recuerdos, principalmente para las heroicas Religiosas, que tal vez, no volverán a ver sus sagrados recintos, padre y tierra natal por observar mejor sus votos en una tierra que las favorece y al lado de sus hermanas religiosas que las aguantaban. El Capellán, las Religiosas y todos generalmente los compañeros de viaje admiramos el puente natural sobre el río Carchi, y una fuente de agua termal de la que sacamos un poco de agua. Al pisar tierras ecuatorianas o de promisión, la Comunidad entonó el <Te Deum> en acción de gracias a su Divina Majestad por haberlas sacado de la nueva Babilonia y haberlas conservado con felicidad en todo el camino que habían recorrido.
Entramos a Tulcán a las 4 de la tarde, en medio de arcos, banderas, cortinas, repiques de campana, música, danzantes e innumerable gentío en cuyos rostros se notaba el júbilo y placer de recibir a tan singulares huéspedes. Llenos de entusiasmo los moradores de esta población vivaron a la Religión, a la justicia perseguida y se felicitaban por recibir en tierra ecuatoriana, una reliquia granadina. Las Religiosas rodeadas de numeroso gentío que les hacía demostraciones de aprecio y veneración atravesaron la población y fueron hospedarse en la hacienda del Sr. Manuel Dávila, hacienda que queda a dos cuartos de legua del pueblo. Nos acomodamos en la casa que es muy grande y el Sr. Dávila nos presto todos sus buenos oficios, sirviéndonos refrescos, una magnífica comida, acomodando a las Religiosas y demás personas que las acompañábamos. Con tan excelente cuidado pasamos una buena noche y descansamos tranquilamente y sin ninguna zozobra. A insinuación del capellán el Sr. Dávila consiguió todas las caballerías a fin de regresar a Pasto las que hasta aquí habíamos traído. Al día siguiente el Sr. Dávila no contento con habernos prestado tan importantes servicios nos ofreció un buen almuerzo, terminando el cual emprendimos la marcha. En esta posada se despidieron por medio de un recado los Sres. Pedro Ortiz y Antonio Santa cruz por no permitirlo de otra manera su demasiada sensibilidad, y todos sentimos hondamente la separación de tan buenos sujetos.
6 de Junio, Lunes – Dando las debidas gracias nos despedimos del Sr. Dávila y después de haber rezado las Religiosas el itinerario salimos de la hacienda a las 11 con un día algo sospechoso y bajo la protección de San Espiridión Abad y avanzamos a Huaca a las 5 de la tarde. La gente de este pueblo había querido arreglar su callecita para recibirnos, pero no supieron, ni el día, ni la hora en que habíamos de llegar, y solamente alcanzaron a levantar unos cuatro arcos. Fuimos recibidos con toda benevolencia por el Cura N. Bustamante, en su casa aunque estrecha. Nos prestó todas las consideraciones y nos proporcionó potrero para las bestias. Las Religiosas pasaron la noche incómodas por la estrechez de la casa.
7, Martes, San Francisco de Sena, C. Almorzamos en la casa cural y rezado por las Religiosas el itinerario, salimos de huaca a las 9 y tres cuartos de la mañana y pasamos por el pueblo de Tusa a la 1 de la tarde y llegamos a la hacienda de Cuesaca, cuyo dueño o residente allí era un Sr. Modesto Larrea, quien, para no darles posada se encerró en una pieza, pero un peón de los nuestros advirtió esto, y le golpeó la puerta hasta que Salió muy enojado y preguntó ¿qué querían? Y él peón le dijo que el Capellán y la Comunidad de Carmelitas de Popayán le suplicaban les diera posada por esa noche; a lo que contestó: < Que si querían que se desmontasen, o si no que se fuera al pueblo >. El peón al instante dio el recado a l Capellán y la M. Priora, quienes resolvieron salir de tal hacienda. Cuando ya marchaban el tal Larrea les ofreció la casa después de haberla negado, pero de un modo tan desabrido que se le conocía la mala voluntad de darles posada. Por lo que todos salieron de aquella hacienda. Dispuestos de acuerdo con el Capellán y las Religiosas, al no encontrar otra posada, plantar toldas en frente de la hacienda, para que viera el tal fulano que no les faltaba donde acomodarse, aunque mal. Pero advirtieron que el pueblo del Puntal estaba cerca y siguieron hacia él, encontrándose que a la Reina del cielo y de la tierra tampoco le dieron posada. Con esta consideración y otros episodios del viaje suavizaban la tribulación pues todas iban muy cansadas especialmente las enfermas y débiles.
Seguimos contentos hasta el Puntal y llegamos a la casa de la Sra. Mercedes Grijalva que nos recibió con cariño y amabilidad proporcionándonos una pieza y cocina de las pocas que tenia la casa situada a un lado del Puntal. Desmontamos en esta casa a las 5 y media de la tarde y merendamos a las 7 de la noche. La Sra. se manifestó muy amable con las Religiosas, y, además de atendernos ,ordeno a un sirviente que pusiera todas las bestias en el potrero de propiedad suya.
En esta posada durmieron muy estrechas las Religiosas y fueron molestadas por los chinches. Desde este pueblo despacho el Capellán dos postas, uno a San Vicente pidiendo al Administrador de esa hacienda, les mandara a avisar si les daría posada y si había facilidad de pasto para las bestias, y otro a la ciudad de Ibarra, para el Sr. Gómez de la Torre a quien escribía, les prepara una casa fuera de la ciudad.
8 miércoles- Almorzamos y rezamos el itinerario por las Religiosas, salimos a las 10y media, muy confiados en los postas. Llegamos al Troje a las 3 de la tarde para esperar al posta a quien se le había dicho volviera con la respuesta de San Vicente y nos aguardara allí pero no fue así, tuvimos que esperar una hora y en vista de la tardanza, unos peones apoyaban que siguiéramos hasta San Vicente, otros que nos quedáramos allí , porque en ese punto no había pasto para las bestias; por esta razón el Capellán, por no sufrir un chasco, como el de Cuesaca, resolvió ranchar en el mismo punto de El Troje. Las Religiosas despachándose temprano de la comida , se acomodaron en un salón muy sucio de la casa en el cual durmieron holgadamente, y , al Capellán se le acomodo en su hamaca, y todos los compañeros se acomodaron en el corredor y la tolda. A las 10 de la noche llegaron dos postas, el mencionado antes y que hizo mal su papel , y el otro mandado por la R. M. Abadesa del Monasterio de Conceptas de la Villa de Ibarra, trayendo unos víveres y una carta, mediante la cual se les convidaba llegar a su convento para que descansara unos días. Como no apareció mas el otro posta que se le hizo al Sr . Gómez, el Capellán y la M. Priora resolvieron decirle a la M. Abadesa que se hospedarían allí. Esta jornada se puso bajo la protección de San Ubertino C.
9, Jueves Santa Eufrosina Madrugamos bastante para ir a almorzar en San Vicente, según aseguro el mal posta, que todo estaba preparado allí. Pero a consecuencia de haberse perdido dos bestias salimos de El Troje a las 7 de la mañana y llegamos a San Vicente a las 8 y media y quedamos chasqueados con el prometido almuerzo lo mismo que con los postas que mando el Capellán, pues el Sr. Manuel Yepez que manejaba esta hacienda no había prometido tal cosa porque el posta no le había dado bien el recado . Acto continuo nuestras buenas cocineras, que eran las negritas sirvientas internas del Monasterio de Popayán , que por amor a las Religiosas, se vinieron con ellas, desplegaron toda su agilidad, prepararon pronto la comida , nos sirvieron inmediatamente porque deseábamos salir lo mas pronto posible del valle del Chota.
Precisa consignar aquí que de Popayán vinieron con las Religiosas el sacristán , su mujer y dos hijas, negras y también las negritas sirvientas. Todos a excepción del sacristán y su mujer han permanecido con la Comunidad en el Carmen Bajo, y cuando la Comunidad vino a Ibarra, vinieron también el sacristán, su familia y las negritas. Después del terremoto de Ibarra, regreso la comunidad a Quito , al Carmen Bajo, y a los dos anos de este acontecimiento fatal, las Religiosas volvieron a Ibarra, pero los negritos no quisieron acompañarles por temor del terremoto, y se quedaron sirviendo a la Comunidad del Carmen Bajo El sacristán y su familia pasaron a servir de porteros en el Carmen Alto Solamente la negrita Clemencia vino a este Monasterio y murió en Ibarra , muy ancianita. El Sacristán se llamaba Ángel , la esposa, Rosa y sus hijas , Alberta y Joaquina, Las negritas sirvientas , Clemencia Escolástica y María Rosa.
Siguiendo nuestra narración del viaje , mientras las cocineras preparaban la comida las Religiosas se entretuvieron conociendo el trapiche de agua que estaba moliendo cana para preparar la miel y luego fabricar las panelas. Por el atraso anterior tuvimos que emprender la marcha de San Vicente hacia Ibarra a las 10 del día con un sol abrasados que aumentaba nuestra fatiga por la falta de vegetación. Al llegar al puente del Chota , unas desmontaron para pasarlo a pie por amenazar peligro, y cuatro lo pasaron a bestia . El calor excesivo, el polvo, la sed nos fatigaban grandemente y ansiábamos escalar cuanto antes la altura para respirar un aire fresco que conforte nuestros pulmones. Al fin sofocados por el calor llegamos al alto de Aloburo desde donde contemplamos la belleza del hermoso y encantador valle de la Provincia de Imbabura, la laguna de Yahuarcocha, que en lengua indígena significa Lago de sangre, nombre histórica pues Huainacapac, Rey de Quito hizo degollar en este punto cuarenta mil indios, cuya sangre tino de rojo la laguna, por haberse sublevado el Gobernador de los indígenas de Ibarra.
En Aloburo habían estado esperando a las Religiosas varios Eclesiásticos, entre ellos el Sr. Vicario, el Capellán de las Conceptas, el Prior de Santo Domingo y el Cura, los cuales acompañaron a las Religiosas hasta la Villa de Ibarra. A las 6 y tres cuartos llegamos a esta hospitalaria ciudad rodeados de inmenso gentío que invadió el patio exterior del Monasterio de las Conceptas impidiéndonos el paso , En todos los templos de la ciudad dieron repiques de campanas señales evidentes del regocijo que tenia de recibirnos y darnos caritativo albergue. Las Religiosas Conceptas había adornado el claustro con colgaduras y banderas ,y al entrar nuestras peregrinas les dieron el abrazo fraterno alegrándose de recibirlas en su convento y considerándose muy honradas con la compañía de tan buenas religiosas, que habían preferido el destierro antes que ser infieles a su Dios.
El Capellán y sus compañeros se acomodaron en una buena pieza junto al locutorio y al cuarto del Sr. Capellán de la Concepción que vive allí, y nos prestó importantísimos servicios. Muchas distinguidas personas visitaron a la Comunidad, y el Sr. Gobernador Peñaherrera se distinguió por su cultura, por los finos servicios que presto a las Religiosas ayudándoles en todo hasta conseguir caballerías para continuar su viaje a Quito. De Quito había venido el Sr. Manuel .
Subía comisionado por la R.M . Priora del Carmen Alto.para que pusiera en manos de la R.M.Carmen los recursos que necesitare La R.M .Carmen de acuerdo con el Capellán recibió cien pesos de dicho Sr.,dinero que sirvió de mucho a nuestras peregrinas.Al dia siguiente de haber llegado nosotros a Ibarra llegaron de Quito , el Sr. Administrador de El Carmen bajo , Jorge García y un Sr.Villacis, el primero trajo cartas de la R.M .Clara,Priora del Carmen Bajo, en las que invitaba a nuestras religiosas a que fueran a hospedarse en su Monasterio y mando también para el viaje diez caballerías .De viva voz el Sr. García manifestó a nuestras Religiosas, el ardiente deseo que tenían la Priora y la Comunidad de albergarlas en su Monasterio.En este punto no hay palabras para expresar el vivo anhelo de la
R.M. Clara de San Jose y su Comunidad para recibirlas.El Administrador de El Carmen Bajo, arreglo el viaje a Quito, consiguió las caballerías que faltaban y no omitio medio alguno para conducir a las Religiosas con toda la comodidad,pues desde Quito había traido cargas de viveres.No obstante los deseos de la R.M.Clara, el viaje demoro hasta el lunes,para que se repusieran las emfermas en los tres días de permanencia en Ibarra. Las RR.MM. Conceptas estaban tancontentas con las Religiosas Carmelitas que procuraban divertirías de todos modos , paseándolas por el claustro de Convento que es muy espacioso y presintiendo el dia que la marcha, se empeñaban en que demoraran en el viaje, pero no fue asi porque el domingo ya habían preparado todo para el viaje.
13 de Junio, lunes.Bajo a protección de San Gerardo, Adad.-En si todas las bestias fueron introducidas al patio del Monasterioa fin de que allí montaran las religiosas, las que ,habiendo rezado e en su itinerario salieron a las diez y media de la mañana acompañadas de los Sres. Garcia y Villacis. Pasamos por el pueblo de San Antonio y llegamos a Peguche y nos hospedamos en la hermosa casa del Sr. Jijon. Como el dia era esplendido las Religiosas recorrieron los hermosos campos que rodean la hacienda, conocieron el muy bonito oratorio,las manufacturas de bayetas , bayetillas .paño este, pasando de este modo entretenidas hasta que estuvo preparada la merienda. Los Sres. Recomendados de dicha hacienda, prestaron a las religiosas todos los servicios que pudieron, ya asegurando las bestias en los potreros ,ya arreglando las camas para las religiosas, el Capellán y demás compañeros de modo que todos tuvieran la suficiente comodidad.
14 de Junio,Martes- El Capellán celebro la misa en el oratorio de la hacienda y dio la comunión a las hermanas Marie Jesús de los Dolores, Carlota del Espíritu Santo y Ascencion de San Luis Gonzaga.Almorzamos y después de rezar el itinerario las religiosas, que para esta jornada se pusieron bajo la protección de San Eliseo Profeta y de San Bertildo C..,nos despedimos de los Sres. Que tanto nos habían agasajado y emprendimos la marcha a las 9 y 45 de la mañana. Después de una legua de camino tuvimos la satisfacción de contemplar la hermosa y pintoresca laguna de San Pablo llamada así por el pueblo de este mismo nombre que esta situado con sus inmediaciones. Coronamos el alto de Cajas y aquí nos demoramos un momento para contemplar el hermoso panorama que se ofrecia a nuestra vista :los terrenos cultivados junto a la orilla de la laguna ,la multitud de casitas al contorno de ella, los hermosos cerros, el Imbabura , el Cotacachi y también admiramos el volcán Cayambe cuya altura y blanca nieve formaba el más peregrino contrate con las tierras cultivadas y el verdor de los campos. Después de haber admirado estas maravillas de Dios continuamos el viaje y llegamos a Tabacundo,pequeña población,en donde el Cura Excusador Genaro Gómez, a petición del Sr. García nos hospedamos en su pequeña y estrecha casa y proporciono potrero para las caballerías.
15, Miercoles .Santa Eufrasia V.-Oímos la misa del cura en la capilla del pueblo, y después de desayunar, y haber rezado las religiosas , el itinerario, salimos de este lugar a las 9 y 30.En la jornada anterior la hermana Sebastiana de San Elias se debilito mucho a consecuencia del camino y se atraso con algunos peones que la conducían y para no retardar el viaje, le enviamos uno de los cargueros de la M. Rosalia, a fin de que viniera con mas comodidad.
Llegando a la quebrada de la chorrera volvió a caer la R.M .Priora y se golpeó un pie desgracia que lamentamos muchísimo.Todos sufrimos en esta jornada por ser el camino muy fragoso.Ademas de que nos molestó el sol y el viento.La M. Subpriora y otras religiosas se extraviaron del camino por que los conductores no lo habían conocido. Después de sufrir tanto en este trayecto llegamos al puente del rio Pisque ,en donde se quedó el Capellán con el fin de cambiar el caballo a la R.M.Priora que venía muy incómoda y molestada por el dolor de pie.
Sufridas con toda paciencia y resignación todas estas peripecias llegaron al pueblo de Guallabamba, que está al principio del valle de este mismo nombre,a las 4 y 30 de la tarde. Como veníamos muy sofocados por el calor y angustiados por la sed compramos algunas frutas para calmar tanta fatiga. En este pueblo no entramos protección alguna como en las anteriores posadas, tuvimos que comprar todo y acomodarnos en una pequeña casa en donde pasamos la noche sumamente incómodos.
16 de Junio de 1864, Jueves – La veinte y seis y última jornada desde Popayán a Quinto; día señalado por la Providencia Divina para coronar la obra que habían emprendido las Religiosas: último día de trabajos, de penas: último de su dolorosa peregrinación y víspera de su deseado descanso. Salimos de esta pascana a las 6 de la mañana para no ser molestados por el sol en travesía del valle Guaillabamba. No tomamos nada al emprender el viaje porque el Sr. García nos aseguró que en Carapungo nos esperaban el almuerzo los Granadinos residentes en Quito. A las 9 y media llegamos a Carapungo, alto del valle, y con pena vimos que nada estaba preparado ni habían venido todavía los Sres. Granadinos, pero nuestras cocineras en un momento nos despacharon de la comida, porque traíamos lo necesario. El Sr. García se avergonzó mucho, pero la M. Priora y el Capellán, le hicieron ver que en lugar de ser un chasco, había hecho una buena acción, porque pasaron el valle con una mañana fresca y que si hubiera almorzado en Guaillabamba, hubiera salido tarde y el sol los hubiese derretido en la subida que es muy larga, y se convenció ante estas razones. En Guaillabamba además de los percances del viaje, apareció un ladrón que trató de robarle la ropa a uno de los peones, y no pudiendo lograr su intento se robó un bonito perro negro, que se vino con nosotros del pueblo de Yacuanquer y de propiedad del buen Cura que tanto nos sirvió.
A las 11 de la mañana salimos de Carapungo y a poco de haber caminado tuvimos la grata sorpresa de encontrarnos con el R. Capellán del Carmen Bajo. Éste saludó a las Religiosas, en nombre de la Comunidad a quien representaba y les manifestó el deseo vehemente que tenía sus hermanas de verlas y
estrecharlas. Seguimos el viaje con tan buenos compañeros a pocos pasos de haber andado nos encontramos con un Hno. Cristiano, los Sres. Camilo Arboleda, Santurnino Ordónez, Francisco Urrutia, Pablo Velasco, Manuel Enríquez y otros señores payaneses, con las Sras. Serrano, Margarita Diez y hermana, Natalia Pombo y otras señoras del país que habían venido a recibirnos. Dichos señores nos condujeron a la Quita, << La Carolina>> propiedad de la Sra. Virginia Klenger, la que nos obsequió un delicioso refresco. A esta Quinta vinieron además de las citadas, otras señoras granadinas y del país a saludar a la Religiosas, congratulándose de estar con amable y distinguida compañía, pero nuestras peregrinas, aunque muy agradecidas, pasaron la tarde algo contrariadas por la multitud de gente que había en la casa y las múltiples atenciones que les dispensaban.
A las 5 y media la Sra. Lingue insinuó al Capellán Pbro. Felipe Santiago López a que ocuparan el coche que estaba listo y subieron a él las Madres, Subpriora, María Rosa de San Joaquín, Ana María de la Encarnación y Mercedes de San Juan de la Cruz, la Sra. Klinger la cual tuvo la amabilidad de conducirlas hasta la portería del Carmen Bajo. Entre tanto el Capellán y las demás Religiosas resolvieron entrar a Quito en sus caballerías y pocos instantes de haberse movilizado, encontraron de regreso el coche, y la Sra. Klinger insistió nuevamente a que lo ocuparan, y en efecto subieron a él la Madre Priora y la M. Sebastiana de San Elías; las diez religiosas restantes, el capellán, los demás compañeros de viaje entramos a Quito a las 6 y tres cuartos de la noche, hora en que las Religiosas entraron en su anhelado retiro, quedando nosotros privados de su virtuosa y santa compañía y con el pesar de no haberlas servido como merecían, pero con la santificación de haber hecho lo que estaba a nuestro alcance con ilimitada buena voluntad y placer.
La R. Madre Clara, Priora del Monasterio del Carmen Bajo de Quito, contribuyó de un modo decisivo, para que nuestras Religiosas emprendieran tan largo y penoso viaje, pues así que supo la exclaustración de sus hermanas, les escribió invitándolas para que se vinieran cuanto antes. Al llegar no omitió medio alguno para darles toda comodidad a las Religiosas dignas de toda compasión. A más de colmarlas de toda clase de beneficios atiende también con exquisita bondad a nuestro Capellán Felipe Santiago López y a los sobrinos que le acompañan.
No encontramos palabras para expresar nuestro reconocimiento, nuestra gratitud a tan bondadosa Madre, y nos contentamos con elevar por ella nuestras débiles oraciones al Dios de las Misericordias, para que la conserve largos años, viva en medio de su numerosa Comunidad y después la coroné de gloria en la bienaventuranza eterna.
Quito, 8 de Julio de 1864.
A la R. M. Clara de San José y Comunidad
(sic) Su atento S. y amigo en Ntro. Sr.
UVENCESLAO LOPEZ. – Firmado.
Suplico a las RR. Madres y a toda la Comunidad, hagan el favor de dispensarme por presentarle tan mal escrito este memorial del viaje. Movido solamente por el deseo de que la R.M. Clara y su santa Comunidad sepan las aventuras de sus hermanas en religión me obligó a borronear y narrar los episodios desde que la Comunidad salió de Popayán hasta llegar a este sagrado asilo.
UVENCESLAO
NOTA. – Esta relación es exacta, y, ya que, sin haberlo pensado se nos proporciona como satisfacer la piadosa curiosidad de algunas personas que deseaban saber los acontecimientos de nuestra larga y peligrosa peregrinación, añadiremos lo siguiente para honra y gloria de Dios. Señor que tan manifiestamente nos ha protegido:
En el paso del Patía, llamado de los dos ríos, las religiosas enfermas la vadearon acompañadas de peones inteligentes y expertos, y viendo las demás religiosas que en el primer brazo que llevaba más caudal de agua no tuvieron novedad las primeras, se resolvieron pasarlo todas a la vez confiadas en la protección divina e implorando el socorro de la Santísima Virgen y todas salieron felizmente al otro lado.
Advirtiendo que en algunas posadas habíamos cogido algunos chinches y otros animalejos cuyas mordeduras nos habían hinchado los brazos y los pies, resolvimos pasar las noches y en la mayor parte de camino, acostadas en cueros o esteritas sin más ropa que la de camino excepto en algunas posadas que nos proporcionaban camas aseadas que dejábamos siempre para las religiosas ancianas.
En la montaña de Berruecos tan áspera y quebradas, como la comitiva era tan numerosa y no era posible ir todas reunidas, se compartieron el Sr. Capellán, sus dos sobrinos el Sr. Gonzales y otros peones para cuidarnos de las Religiosas. Y esto no obstante, en algunos puntos muy malos, o porque algunas Religiosas se cayeron del caballo, o por evitar la caída demostraban, anduvieron a pies entre el agua y el lodo un gran trecho casi sin aliento, por ser cuesta arriba, descalzas o con el calzado y la ropa enteramente mojados.
De pasto no salieron a encontramos porque habían creído que llegaríamos de noche, pero por venir muy cansadas y mojadas a consecuencia de la llovizna que nos acompañó toda la mañana de Meneses determinamos entrar cuanto antes a la ciudad y allí fuimos recibidas por l Sr. Vicario y otro Eclesiástico en la puerta de la casa donde nos habían preparado alojamiento. El Sr. Vicario que nos felicitó por nuestro arribo y nos dispenso las mayores atenciones e impidió que entrara a la casa juntamente con nosotras el inmenso gentío que nos seguía; por lo cual quedamos sumamente agradecidas, porque deseábamos el reposo y la tranquilidad, Sea esta la ocasión de agradecer profundamente a todas las personas conocidas y extrañas, que en los caminos, en las posadas en las ciudades, en los pueblos nos han favorecido; nuestros corazones rebozan de gratitudes para con todos nuestros bienhechores en la dura y pesada jornada de nuestro destierro.
La Madre Carmen del Corazón de Jesús, Ex priora quedo en Popayán en la casa de la familia Uzuriaga familia muy católica, pues no fue posible traerla porque estaba postrada. Desde allí enviaba a su Comunidad perseguida, todo lo que en Popayán le daban de limosna.
No tenemos labras para rendir debidamente nuestra inmensa gratitud a nuestro ilustre Capellán que abandono su patria, su familia, los destinos que tenía Popayán, sufro ultrajes y la cárcel solamente por acompañarnos , asistirnos y consolarnos, ya en el convento, ya en la casa donde estuvimos y mese exclaustradas. No descanso hasta que consiguió sacarnos de Egipto, consagrándose totalmente a cuidar día y noche en los caminos, en las posadas, de su débil y perseguido rebaño. Olvidado de sí mismo, de su quietud y aun de su salud, todo lo sacrificaba para atender a nuestro descanso y nuestra comodidad, a la reparación de las enfermas, a distraer nuestro ánimo afligido como amante y solicito padre. Empleaba todos los medios que le sugería su caridad para asistirnos en todas nuestras necesidades tanto espirituales como temporales. A todos comunicaba alimento y valor y endulzaba nuestra aflictiva situación. A pesar de las penalidades contratiempos del viaje nunca le vimos alterado por que la bondad y la dulzura eran las prendas de su magnánimo corazón. Como en el mundo no hay como pagar tantas finezas, apelamos al inagotable tesoro de las Divinas misericordias, implorando por nuestro Capellán, por todos nuestros benefactores, por la R.M. Priora Clara de San José y nuestra hospitalarias hermanitas, que nos satisfechas con lo que han hecho hasta tenernos en su compañía, no se cansan de prodigarnos sus finesas y obsequios. Nuestra voz de gratitud imperecedera va también para la R. M. Carmen de San José, Priora del Carmen Alto, que ya que nos consiguió recibirnos en su Convento como deseaba, nos envió recursos en dinero para el camino, y aquí no deja de mandarnos ropa proporcionada a nuestros usos y necesidades. En general a todas las innumerables personas de esta católica ciudad que nos socorren nuestra eterna gratitud.
CARMEN DE SANTA ANA,
Priora de Carmelitas Descalzas de Popayán.
Carmen Bajo de Quito, 17 de Julio de 1864.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

INTRODUCCIÓN
FUNDACIÓN DEL MONASTERIO DE LAS MM. CARMELITAS DESCALZAS EN IBARRA
Las Madres Carmelitas fueron exclaustradas del Convento de Popayán el año de 1863 y se alojaron en la casa de la Sra. Vicenta Hurtado Mosquera, hermana del Presidente Mosquera y allí permanecieron nueve meses. Viendo que era imposible recuperar su Monasterio resolvieron trasladarse al Ecuador y en el año 1864 abandonaron su patria y en amarga y dolorosa peregrinación se dirigieron a Quito, en donde fueron recibidas por sus hermanas en el Carmen moderno (Carmen bajo). Dos años vivieron con sus buenas hermanas y en el año 1863 vinieron a Ibarra a hacer la primera fundación del Monasterio (Carmen antiguo). Para la construcción del monasterio vendieron con permiso de la Santa sede, algunos vasos sagrados y muchas alhajas preciosas que había traído de Popayán.
Solicitud dirigida al Romano Pontífice por medio del Sr. Delgado Apostólico.-Bmo. Padre: Las Religiosas Carmelitas de Popayán, que perseguidas por el Gobierno Gradino, nos refugiamos en el Monasterio de el Carmen Moderno de Quito, postradas y besando humildemente vuestros pies, imploramos, y, con el precio de ellos adquirir un lugar, o fundo, o censo productivo, a, a fin de vivir con tranquilidad e independencia de la otra Comunidad con la que actualmente vivimos.
(f) Carmen de Santa Ana, Priora.
Quito, 28 de Diciembre de 1865
CONTESTACIÓN A LA SOLICITUD ANTERIOR
R.M. Priora de las Carmelitas de Popayán en Quito: Puse en conocimiento de la Santa Sede de la solicitud que me dirigió esa Vble. Comunidad en 28 de Diciembre de 1865 pidiendo la facultad de enajenar unos vasos sagrados, para con el precio de éstos adquirir un principal y poder vivir tranquila e independientemente. Su Santidad se dignó acceder a dicha solitud me ha remitido el Rescripto que acompaño en copia auténtica. Por consiguiente queda V. Rcia. Autorizada para proceder sobre dicha venta y demás diligencias según los términos y cláusulas del Rescripto Pontificio mencionado. Dios guarde a V. Rcia.
Quito, Mayo 30 de 1866
Muy atento y obsecuente Capellán.
RESCRIPTO DE SU SANTIDAD PIO IX
En Audiencia de 14 de Marzo de 1866, Ntro. Smo. P. Pío, por la Divina Providencia, Papa IX, yo, el infrascrito Secretario de la S. Congregación de Negocios Eclesiásticos Extraordinarios, refiriéndome a la petición dicha, manifiesto que la atendió benignamente, dejando a! arbitrio y a la conciencia del Emo. S. Delgado Apostólico de la República del Ecuador y dándole las facultades necesarias y oportunas, cómo en tales casos acostumbra hacerlo en el Señor, a fin de que pueda y permita la enajenación arriba mencionada, por la cantidad que para dicho uso fuere necesaria: Contrariis quibuscumque minime obfuturis.
Dado en Roma en la Secretaría de la misma Congregación, día, mes y año predichos.
ALEJANDRO. Arzobispo de Tesalónica, secretario.
Concuerda con el original
Con el permiso de la Santa Sede como consta por el anterior Rescripto del Romano Pontífice, las Madres Carmelitas compraron unas casas y un solar para establecer su Monasterio, según la siguiente escritura: En la ciudad de Ibarra a 14 de julio de 1866 ante mí, el Escribano del Número y Hacienda y testigos que abajo suscribirán sus nombres, pareció presente el Sr. Amadeo Páez, de este vecindario, a quien doy fe, conozco y me entregó un certificado conferido por el Sr. Tesorero, el que, a más de ir agregado a este respecto, copiado a la letra es como sigue: «Matías Mariano Garzón. Tesorero accidental de la Provincia de Imbabura, testifica: Que el Sr. Dr. Dn. Benigno Cevallos satisfizo ciento cincuenta y dos pesos en billetes por la alcabala doble de mil novecientos pesos, en que vende el Sr. Amadeo Páez una casa situada en el barrio de San Blas, de esta ciudad, a la R.M. Priora del Monasterio de Carmelitas descalzas de Popayán, Sor Carmen Rojas de Santa Ana, consta de partida tercera de fojas veinte y nueve del libro diario del corriente año.- Tesorería de Hacienda de la Provincia de Imbabura.
Ibarra, Julio trece de mil ochocientos sesenta y seis – Matías Mariano Garzón.
Va fielmente copiado a que me remito, en cuya conformidad dice: Que tiene y posee en propiedad unas casas grandes cubiertas de teja a dos aguas con su retacillo de huerta, situadas en el barrio de San Blas de esta ciudad, que se componen de cuatro ángulos con sus respectivos corredores, piezas de servicio patio y saguán. todas con sus puertas respectivas, que las hubo y adquirió por compra hecha al Sr Víctor Gómez Jurado, de este vecindario, por instrumento extrajudicial que lo otorgó ; su favor, y como- aún todavía no le ha celebrado la correspondiente escritura pública, concurre confesando ser efectiva la venta hecha de sus casas al Sr. Páez, y suscribiendo en Su virtud este instrumento; que mediante este título justo de adquisición se ha mantenido en quieta y pacífica posesión de las referidas cas;;s hasta el presente, en que como dueño legítimo ha deliberado venderlas, y a su efecto tiene celebrado y ajustado contrato de compra – venta con el Sr. Dr. José Benigno Cevallos, Abogado de los Tribunales de Justicia de la República, como apoderado do la R. M. Priora de! Monasterio de Carmelitas descalzas del Monasterio de Popayán, según resulta del poder que le ha conferido, el que copiado a la letra es cel tenor siguiente:
«En Quito a diez de julio de mil ochocientos sesenta y seis, ante el presente Escribano Público y testigos que suscriben, compareció en el locutorio del Monasterio de nueva fundación de Carmelitas, la R. M. Carmen Rojas de Santa Ana, a» quien la conozco, doy fe, otorga: Que por el presente confiere todo su poder amplio y general y bastante, tal como en derecho se requiere y es necesario para valer, al Sr. Dr. D. José Benigno Cevallos, vecino del Cantón de Ibarra, para que en nombre y -representación de la persona, derechos y acciones de la R. M. poderdante, y previa la licencia que se adjunta, del Sr. Gobernador de esta Arquidió-cesis, pueda comparecer ante las Justicias de esta ciudad, u otras partes, mostrándose parte formal y hacer ante ellas las diligencias que crea convenientes, al efecto le confiere las facultades siguientes: La de poder recusara los Ministros de ambas Cortes, Jueces inferiores y demás funcionarios judiciales, alzándoles las. recusas y conviniéndose o no con las excusas que se propongan, y aún prorrogándolas jurisdicción, o negando1 es, para que en los períodos probatorios, presente toda clase de pruebas y tache las del contrario ; para que pueda otorgar una escritura de compra de una casa en ¡a ciudad de Ibarra y otras diligencia concernientes a este respecto según las instrucciones que a este objeto le conferirá a su debido tiempo; pudiendo hacer como la R. M. poderdante lo haría de presente; pudiendo además sustituir el presente en una o más personas y las veces que necesario fuere, y relevándolo de Bostas en forma legal, !o firman los testigos presentes que lo fueron los Sres. Bernabé Loza, José Moreno y José Antonio Manosalvas, de que doy fe – Carmen de Santa Ana Rojas, sigue una cruz. Testigo, Bernabé Loza – íes-» ligo, José Moreno – Testigo, José Antonio Manosalvas.- Ante mí, Nicolás García, Escribano público.

LICENCIA PARA OTORGAR EL PODER

A solicitud de Ia, M. R. M; Priora, Carmen Rojas de Santa Ana de la Corno nielad de-Carmelitas de Poparán, concedemos licencia para que pueda otorgar un poder a! Sr. Dr. José Benigno Cevallos, a fin1 de que, con él pueda practicar algunos negocios relativos a la Comunidad – Quito, Judo a diez de mil ochocientos sesenta y seis – El Gobernador del Arzobispado.
Así consta de la Matriz a cuyo otorgamiento estuve presente, y en fe de ello lo sello y firmo -Hay un signo- Nicolás García, Escribano- Público – Queda literalmente copiado, y a su consecuencia se le devolvió al interesado el citado poder.
Bajo de este concepto y hallándose legitimada la personería del Sr. Dr. Cevallos y ajustado el citado contrato, le ha pedido, que para la seguridad de’ la R. M. Priora y ele su «Vble. Comunidad, !e otorgue la correspondiente escritura pública y por ser justo ha venido en ello, y poniéndolo en ejecución en a que la vía y forma que más firme sea en derecho, otorga: Que por sí y en nombre de sus herederos y sucesores presentes y futuros venda para siempre al personero de la R. M. Prior» de Carmelitas, para olla y su Comunidad, las enunciadas casasen la forma en que quedan ya referidas; bajo de has linderos, que lo son: por la calle, entrada pública en medio con huerta, de las casas del Sr. José Vinueza, por abajo, parte con casa y huerta del Sr. Santiago González, y parte con huerta del Sr. Chamorro, por un lado con casa y huerta del mismo Chamorro Manuel, y por el otro, con casa y huerta del Sr. Juan José Chaves, calle pública en medio. Declarando el otorgante no tener vendidas, enagenadas y empeñadas dichas casas y huerta, y que están libres de tributo, memoria, capellanía, vínculo, patronato y cualquiera otra especie de gravamen, y que como tales se las vende con todas sus entradas y salidas, servidumbres y demás cosas que anexas tiene y le pertenecen conforme a derecho, en el valor de mil novecientos pesos de contado, de éstos, confiesa el vendedor tener recibidos mil pesos a su contento y satisfacción y por no parecer de presente su entrega y recibo, renuncia la ley novena del título primero, partida quinta, con lo que a este respecto dispone el Código Civil, y los novecientos pesos de resto a satisfacerle dentro del término de seis meses, contados desde esta fecha en adelante sin ningún interés y con hipoteca de las mismas casas para su seguridad ; debiéndose advertir que es de la cuenta de la compradora el derecho de alcabala y el costo de esta escritura.
Así mismo confiesa el vendedor que el justo precio y verdadero valor de dichas casas es el de los referidos mil novecientos peS03 pagaderos en la forma que queda expresada, y que no valen más, ni ha hallado, quien le dé tanto por ellas, si más valen o pueden valer, hace del exceso en poca o mucha suma, a favor de la compradora y de su Comunidad, gracia y donación perfecta e irrevocable, con todas las seguridades legales, renunciando la ley primera, título once, libro quinto de la recopilación y lo que dispone el citado Código, sobre el engaño y los cuatro años que proviene para pedir recisión, o el suplemento a su justo valor, y se quita, desiste y aparta del derecho de propiedad y posesión que tenía a dichas casas, y todo lo cede y renuncia y traspasa en la Compradora y su Comunidad, para que las posean, enajenen y dispongan de ellas a su arbitrio como de cosa suya, habida y adquirida con justo y legítimo título; le confiere al representante de la R.M. Priora la competente facultad, para que de su autoridad o judicialmente entre en la posesión y propiedad de dichas casas. Y se obliga a que nadie la inquietará, ni moverá pleito sobre la propiedad de ellas, y a que no aparecerá ningún gravamen, y si se le inquietare, moviere pleito y apareciere gravamen, luego que el otorgante, sus herederos y sucesores sean requeridos conforme a derecho, saldrán a su defensa y seguirán el pleito a sus expensas en todas instancias y tribunales hasta ejecutarlo y dejar a la compradora en su libre uso y pacífica posesión, y no pudiéndolo conseguir le darán otras iguales en valor y comodidades, y en su defecto le restituirán la cantidad que ha desembolsado, la mayor que adquiera con el tiempo y todas las costas, gasto y menoscabos que le siguieren en sus intereses, por todo lo cual se les ha dado poder ejecutar solo en virtud de esta escritura y juramento del que posea o le represente, en que difiere su importe, relevándose de otra prueba. A cuyo cumplimiento obliga su persona, todos y cualesquiera sus bienes, muebles, raíces, derecho y acciones habidas y por haber, hipotecando especialmente la compradora las citadas casas como queda dicho, para la satisfacción de los novecientos. Con poder y sumisión a las justicias y jueces de la República, de esta ciudad y otras partes, ante quienes el traslado de esta escritura se representare y pidiere su cumplimiento, a cuyo fuero y jurisdicción se somete y renuncia el suyo propio domicilio y vecindad con todas las leyes del caso que hacen a su favor, y la general que las prohíbe, para que a lo dicho le condenen, compelan y apremien por todo rigor de derecho y vía ejecutiva, como por sentencia de juez competente pasada en autoridad de cosa juzgada, consentida y no apelada. Y hallándose presentes al otorgamiento de esta escritura, el relacionado Sr. Dr. José Benigno Cevallos de este vecindario a quien así mismo doy fe, conozco, habiendo oído en temor y forma de esta escritura dijo: Que usando de la facultad que se le confiere por la R.M. Priora de Carmelitas en el poder que se halla inserto, la aceptaba y aceptó, por ser otorgada en favor de su representada, para que la use como viere mejor le convenga; Yo el Escribano advertí al interesado, saque copia de esta escritura y la haga pasar por la Oficina de Anotación y Registro, dentro del segundo día, como lo previene la Ley para los efectos convenientes en cuyo testimonio así lo dicen, otorgan y firman, siendo testigos los Sres. José Roberto Gallegos, Mariano Villalba, y Emigdio Flores de este vecindario presentes, de que voy fe.- Amadeo Páez – José Benigno Cevallos – Víctor Gómez Jurado – testigo, José Roberto Gallegos – Testigo, Mariano Villalba – Testigo, Emigdio Flores. Ante mí, Zoilo José de Lara, Escribano del Número y de Hacienda. Me hallé presente a su otorgamiento y en tanto conforme con el registro, lo signo y firmo en Ibarra en dicho día, mes y año – Derechos 4 reales la primera página y a dos, las siguientes.
ZOILO JOSE DE LARA Escribano del Número y Hacienda
Queda tomada razón de esta escritura a fojas 7, vuelta al libro de Registros y a su vuelta, el de anotaciones del corriente año.
Ibarra, a 14 de Julio de 1866.
El Secretario JOSE DE LARA
Hecha la compra de las casas, la R.M. Priora hizo al Rmo. Sr. Dr. Arsenio Andrade, Administrador Apostólico, la solicitud para fundar canónicamente del monasterio.
‹‹Señor Administrador Apostólico: Carmen de Santa Ana, Priora de la Comunidad de Carmelitas Descalzas del extinguido Monasterio de esta orden en la ciudad de Popayán de la República, hace dos años cuatro meses, ante V. Sía. Con la humildad y el respeto debidos, expone: Que, po0r el Rescripto Pontificio y la adjunta Nota del Excmo. Sr. Delegado Apostólico, que acompaño a V. Sía., verá contenida claramente la voluntad y el permiso de Ntro. Smo. Padre, el Papa reinante, Pío IX, para que mi Comunidad que ha estado dos años caritativamente asilada en el Carmen de nueva Fundación en Quito, se establezca independientemente; esto es en otro Monasterio, por no permitir nuestra Regla y Constitución vivir en un mismo convento dos comunidades. En esta virtud y de acuerdo con el Exima. Sr. Delegado Apostólico, Francisco Tavani, con el Hmo. Sr. Obispo Auxiliar del Arzobispado de Quito. Dr. Fray José María Yerovi, con el Hmo. Sr. Dr. José Ignacio Checa, Obispo electo para esta Diócesis, y con el parecer de varios de nuestros Directores espirituales, resolví trasladarme a esta ciudad, en cumplimiento de la altísima voluntad de Dios Ntro. Sr. Que tan claramente se nos ha manifestado, para establecer el nuevo Monasterio con la Mayor parte de mi Comunidad, compuesta de trece religiosas presentes, dos ausentes en Popayán por enfermas, habiéndose desmembrado otras dos que quedaron incorporadas en los dos Monasterios de Ntra.
Orden en Quito.
Las que componen hoy mi Comunidad son: Carmen de Santa Ana. Priora (Rojas) –Rosa de San Joaquín, Subpriora (Gutiérrez) – Gregoria del Smo. Sacramento, Secretaria y Clavaria (Valenzuela) –Ana María de San Agustín, Clavaria (Valencia) – Carmen de San Eliseo (Grueso) – Sebastiana de San Elías (Gutiérrez) – Rosa de san José (Rivas) – María Manuela de la Sma. Trinidad (Beltrán) – Mercedes de San Juan de la Cruz (Puente) – María Jesús de los Dolores (Valencia) – Feliza de Jesús y María (Velasco) –Juana María de San Rafael (Valencia) – Ascensión de San Luis Gonzaga, de velo blanco (Torres). Las dos ausentes son: Carmen del Corazón de Jesús (Sarmiento) –María Josefa de la Concepción (Rodríguez). Hay cinco criadas y dos muchachas, de las cuales, una vive afuera con su marido para el servicio del convento.
Y por cuanto el Supremo Poder ejecutivo de esta República ha dado su aprobación y ofrecido su apoyo a nuestra fundación, como consta en el Oficio en respuesta a la comunicación enviada por el Sr. Administrador Apostólico. Oficio cuya copia auténtica le adjunto: A V. Sía. Humilde y piadosamente suplica, se digne en virtud de las facultades apostólicas de que se halla investido, expedir al correspondiente Decreto de erección y fundación del Monasterio de nuestra Orden de Carmelitas Descalzas bajo el título del patriarca San José, Esposo de María Sma. Protector de Ntra. Orden a cuyo patrocinio hemos consagrado esta fundación santa, y consiguientemente declarar establecida en nuestro Monasterio y Capilla, la Cofradía de Ntra. Sra. del Carmen.
Ibarra, 9 de Octubre de 1866.
OFICIO DEL GOBIERNO AL SR. ADMINISTRADOR APOSTÓLICO.
República del Ecuador. Ministerio de Estado en el despacho del Interior:
Quito a 2 de Octubre de 1866.
Señor Administrador Apostólico de la Diócesis de Ibarra: Sometida al despacho de Su Excia. , el Presidente de la República (en ese entonces Dn. Jerónimo Carrión y Ministro de Interior Dr. Manuel Bustamante) la estimable comunicación de Vuestra Sría. Fecha 29 de Septiembre último, ha tenido a bien aprobar en todas sus partes, el proyecto de las RR. MM. Carmelitas expatriadas de la ciudad de Popayán. Por consiguiente coopere V. Sía del modo más eficaz al establecimiento de la casa monástica, que por su parte el Poder Ejecutivo no omitirá medio ninguno que conduzca a este santo objeto.
Dios Guarde a V. Sía.
MANUEL BUSTAMANTE
En el mes de Septiembre consta así mismo en el archivo de las MM. Carmelitas una Nota del Gobernador de Imbabura contestando a una comunicación remitida por la R. M. Priora que a la letra dice así: “República del Ecuador. –Gobernación de la República de Imbabura.
Ibarra, a 27 de Septiembre de 1866.
A la M. R. M. Priora del Monasterio de Ntra. Sra. del Carmen: Con la más profunda satisfacción ha recibido el que suscribe la muy atenta y estimable comunicación de V. Rcia. , fecha 27 del que cursa, en la cual se sirve poner en noticia de esta Gobernación, la llegada de la Comunidad de Religiosas profrsas de la Orden de Ntra. Sra. del Carmen, de las Descalzas reformadas por Santa Teresa de Jesús y la intención consiguiente de fundar en esta ciudad un Monasterio de su Orden, según la divina voluntad de Dios Nuestro Señor y de su Sma. Madre.
Grato y consolatorio sobremanera es la verdad. Para un pueblo eminentemente cristiano como éste, a cuya cabeza tengo a honra hallarme colocado, el establecimiento de una Congregación de vírgenes cuyo fin primordial es el ejercicio de las virtudes católicas, y cuyas plegarias por el bien y prosperidad de la nación que tiene la fortuna de abrigaras en su seno, serán infaliblemente oídas por el Supremo Director de las cosas humanas. Así el infrascrito se congratula por la fundación del Monasterio que V. Rcia. preside felicita a la Comunidad por su arribo a este lugar y se honra de ofrecerle sus servicios particulares y públicos y sus consideraciones y respetos, suplicando a V. Rcia. , se digne expresarlos a todas y a cada una de las Madres de quienes y muy especialmente de su digna Priora desea llamarse muy atento servidor.- Firmado.- B. GRIJALVA.
Teniendo ya la aprobación de la Santa Sede, del Gobierno Eclesiástico y Civil del Ecuador, el Sr. Administrador Apostólico contestó a la petición de la R. M. Priora, en los términos siguientes:
Ibarra, a 21 de Noviembre de 1866.
Rda. Priora de Carmelitas Descalzas: Dando gracias a la Divina Providencia y perpetrados del más vivo reconocimiento hemos aceptado la solicitud de la R. M. Priora y de su Vble. Comunidad por la que nos hacen saber, que estando expatriadas (de la ciudad de Popayán, despojadas de sus temporalidades Y peregrinando hace dos años cuatro meses en esta República del Ecuador, desean establecerse en esta Diócesis de Ibarra, fundando un nuevo Monasterio de la Orden de Carmelitas Descalzas a que ellas pertenecen.
Para conseguir este fin acreditan que previamente suplicaron al Santo Padre, les facultara para vender unas alhajas y vivir con su producto con tranquilidad e independencia, cuya solicitud fue despachada favorablemente, como consta por la copia dada por el Excmo. Monseñor Delegado Apostólico del Rescripto del 14 de Marzo del presente año, expedido por Ntro. Smo. Padre Pío IX. Mediante esta autorización realizaron las mencionadas alhajas y compraron en esta ciudad de Ibarra una casa adecuada para la fundación del Monasterio y piden que se declare la erección y fundación nueva del convento Carmelitano Ibarrense, Nos, satisfaciendo nuestros propios deseos y los de las religiosas peticionarias, dando gracias a Ntro. Smo. Padre y haciendo uso de las facultades Pontificias que gozamos, aceptamos y recibimos por súbditas nuestras de nuestros sucesores, a las hijas predilectas, Carmen de Santa Ana, Priora; Rosa de San Joaquín, Subpriora y Clavaria; Gregoria del Smo. Sacramento, Secretaria y Clavaria; Ana María de San Agustín, Clavaria; Carmen de San Eliseo, Sebastiana de San Elías, Rosa de San José, María Manuela de la Sma. Trinidad, María Jesús de los Dolores, Feliza de Jesús y María, Juana María de San Rafael, de velo negro, Carmen del Corazón de Jesús, María Josefa de la Concepción, también de velo negro que están ausentes por causa de enfermedad y Ascensión de San Luis Gonzaga, de velo blanco. A todas las que las declaramos fundadoras y de acuerdo con su Excia. , el Presidente de la República (Nota 2 de Octubre del presente año) erigimos el nuevo Monasterio de la orden de Carmelitas Descalzas y lo fundamos bajo la advocación y patrocinio del Patriarca San José, Esposo de María Sma. Quedando de esta manera establecido perpetuamente en la casa en que actualmente en la casa en que actualmente habilitan, con todas las gracias preeminencias y prerrogativas concedidas al Instituto Carmelitano por las Bulas, Decretos, Breves y Rescriptos Pontificios.
Por tanto autorizamos a la R. M. Priora para que pueda establecer el Noviciado y aceptar a las jóvenes vírgenes que quieran consagrarse al servicio del Señor y exigir la dote en proporción a las circunstancias de escases en las que se encuentran. Así mismo le facultamos para la construcción de un templo público pudiendo exigir limosna para este objeto por medio de personas piadosas y honradas. Más, entretanto se consiga la realización de esta gran obra, se les permite tener una capilla privada, recomendándoseles, que en cuanto sea posible traten de hacerla pública abriendo puertas a la calle, con el objeto de que los fieles gocen de las gracias e indulgencias concedidas a los Cofrades de Ntra. Sra. del Carmen. A este fin el Vble. Capellán de este Monasterio Dr. Felipe Santiago López establecerá dicha Cofradía, en virtud de la autorización que le da el Exmo. Sr. Delegado Apostólico en su nota oficial de 6 de Noviembre del presente año.
Exhortamos y mandamos que todas las Autoridades así eclesiásticas como civiles reconozcan al Carmen de nueva fundación como tal y le presten cristiana y caritativamente los servicios y consideraciones a que son acreedoras las RR. Madres que lo componen, procurando su adelantamiento espiritual y su bienestar temporal. Para dar el lleno a esta piadosa fundación y para que el cielo bendiga a esta santa Comunidad, prestarán a Nos y a nuestros sucesores la obediencia que las dignas es posas de Jesucristo deben a sus legítimos Prelados , ofreciendo guardar con esmero y estrictez las Reglas y Constituciones de su Orden. Hágase saber a la Vdle. Comunidad y sáquese copia de este decreto, para que archivado en nuestra Secretaria y el Original con los Documentos adjuntos, entréguese a la R. M. Priora para su constancia en lo fututo.- Firmado – ARSENIO ANDRADE.
Proveyó y firmo su Sria. El Sr. Administrador Apostólico, Dr. Arsenio Andrade, el Decreto que antecede, por ante mí, el infrascrito Secretario, de que certifico, en Ibarra a veinte y cinco de Noviembre de mil ochocientos sesenta y seis. Miguel Andrade Marín, Secretario.
Acto continuo, yo, el infrascrito Secretario hice saber el Decreto superior que antecede a la R: M. Priora, Carmen de Santa Ana, de que certifico.- Andrade Marín- Carmen de Santa Ana, Priora.
En veinte y tres de Noviembre de mil ochocientos sesenta y seis, hice otra notificación al Sr. Dr. Felipe Santiago López, Capellán del Monasterio de Carmelitas, con el objeto de hacer le saber la facultad que el Excmo. Sr. Delgado Apostólico, le concede para establecer la Cofradía de Ntra. Sra. Del Carmen, de que certifico.- Andrade Marín- Felipe Santiago López.
PROMESA DE OBEDIENCIA DE LAS RR. MM. CARMELITAS AL SEÑOR ADMINISTRADOR APOSTOLICO.
En la ciudad de Ibarra a los dos días del mes de Diciembre del año del Señor de mil ochocientos sesenta y seis, se trasladó el Sr. Administrador Apostólico de este Obispado, Pbro. Dr. Arsenio Andrade, al Monasterio de Religiosas Carmelitas descalzas, que se está fundando, Asociado del Capellán de ellas Pbro. Felipe Santiago López y del infrascrito Secretario; y habiéndose reunido toda la Comunidad en el Oratorio del Convento, se dio principio por el canto de la antífona, preces y oraciones prescritas para estos casos por el Ritual de la Orden. En seguida se leyó el Decreto de Fundación del nuevo Monasterio y Capilla de Ntra. Sra. Del Carmen en esta ciudad, bajo la protección del Patriarca San José, expedido por el Sr. Administrador Apostólico de esta Diócesis, quien después de haberle hecho a la Comunidad una exhortación patética relativa a esta santa y piadosa fundación, le exigió la solemne promesa de obedecimiento a los Prelados de este Obispado, bajo esta fórmula: “¿Prometéis R. M. Priora y Comunidad de MM. Carmelitas, que os halláis aquí presentes, es nombre de Dios Todopoderoso y de la bienaventurada Virgen María, Ntra. Sra. Del monasterio Carmelo, obedecer a Nos y a nuestros legítimos Sucesores, conforme a las disposiciones de vuestra Regla y Constituciones, y todo los más que mande y ordene Ntra. Santísima Madre Iglesia Católica, por medio de nuestra Autoridad?” – Y todas respondieron unánimemente: “Si prometemos obedeceros” A los cual repuso el Prelado: “Pues si así lo cumplís, Dios os premie, y si no, os lo demandara”.
Luego se terminó este acto cantando el “Te Deum”, con las preces y oraciones prescritas por el expresado Ritual y firman esta Acta para perpetua memoria la R. M. Priora y todas las Religiosas Fundadoras, que estuvieron presentes, con el S. Administrador Apostólico, el Capellán y Secretario, de que doy fe.
Ibarra, a 2 de Diciembre de 1866.
Arsenio Andrade, Administrador Apostólico. Carmen de Santa Ana, Priora. Por la Hna. Sebastián de San Elías y la Hna. Ana Rosa de San José, que, por defecto de la visita, no pueden hacerlo, firma la Hna. Gregoria del Smo. Sacramento, Carmen de San Eliseo, María Manuela de la Sma. Trinidad, Mercedes de San Juan de la Cruz. Ana María de San Agustín, Clavaria, Felisa de Jesús, María Jesús de los Dolores, Juana María de San Rafael, Ascensión de San Luis Gonzaga, Gregoria del Smo. Sacramento, Secretaria y Clavaria, Felipe Santiago López, Capellán.
MIGUEL ANDRADE MARIN
SECRETARIO
Llenadas todas las formalidades canónicas para la fundación, las religiosas continuaron el trabajo del Monasterio en el que vivieron muy poco tiempo, pues en él años de 1866, en que lo ocuparon, sin haberlo terminado aún, fue destruido por el terremoto del año 1868, terremoto que causo cuatro víctimas de las Religiosas Fundadoras, a saber: la Priora, Carmen de Santa Ana, Ana de San Agustín, Juana María de San Rafael, y Mercedes de San Juan de la Cruz. Las Religiosas restantes amargadas con tanta tribulación regresaron a Quito y se refugiaron en el mismo Convento del Carmen Bajo. Por la muerte de M. Priora, Carmen de Santa Ana, fue elegida para remplazarla, la R. M. Gregoria del Santísimo Sacramento (Valenzuela) la que, con el mismo tino y prudencia de su predecesora gobernó la tan atribulada Comunidad. Durante los cuatro años que permaneció la comunidad de Carmelitas de Popayán en Quito en el Carmen Bajo, Ambas Comunidades formaban una sola, para los actos de la observancia regular, pero conservaban su independencia, obedeciendo cada Comunidad a su respectiva Superiora.
En el año 1871 regresaron de Quito a Ibarra las Religiosas para fundar su segundo Monasterio en esta ciudad. Inmensa fue la pena que tuvieron al despedirse de sus hermanas que con tanto cariño les habían dado hospedaje por dos veces, y unas y otras conservaron el recuerdo de los buenos ejemplos que mutuamente se habían dado mientras vivieron bajo el mismo techo.
Luego llegaron a Ibarra, que a consecuencia de un terremoto era un montón de ruinas, por orden de la Autoridad Eclesiástica se trasladaron a Caranqui, en donde fueron recibidas en la casa del Sr. Joaquín Jaramillo, y allí establecieron su pequeño Monasterio, sujetas a mil privaciones e incomodidades. Pero, Dios que vela por las personas que le aman, les envió un consuelo, en medio de tantas tribulaciones; y fue la vocación religiosa de la primera Ibarreña a la vida Carmelita, la joven Mariana Piñeiro, de origen Colombiano, porque su familia emigro también al Ecuador por los disturbios de Colombia. Dicha joven que, en la Religión llevo el nombre de Mariana del Corazón de Jesús, fue hija de la Sra. Martina Piñeiro (su padre natural, un señor Ponce de Quito), presto grandes e importantes servicios a las Religiosas Colombianas que declinaban ya, víctimas de enfermedades, de los años y de los múltiples sufrimientos con que las había probado Dios N. Sr.; pero supieron corresponder a la joven religiosa con inmenso cariño y gratitud.
Estando las Religiosas en Caranqui, recibieron del Ilmo. Sr. Obispo un oficio cuyo tenor es el siguiente:
La Esperanza, a 29 de Abril de 1871.
A la R. M. Gregoria del Smo. Sacramento: Como es necesario dar principio a la obra del convento del Carmen de esta Diócesis, ordeno a su Rcia. Que de acuerdo con las demás Religiosas que tienen voto, eroguen la cantidad que se necesita para la compra del sitio donde se debe edificar, advirtiéndoles que cuentan aquí con cuatrocientos pesos que les toco de las limosnas. Mas luego haremos los arreglos correspondientes para que se facilite la construcción, teniendo cuidado de poner al acuerdo de las hermanas del Carmen.
Deben también instituir un apoderado para que firme la escritura de compra y venta, – Dios guarde a su Rcia.- ANTONIO TOMAS ITURRALDE, BISPO DE Ibarra.
En vista del anterior oficio se trasladaron de Caranqui a Ibarra y se asilaron en la casa de ejercicios de San Francisco ( hoy Casa Parroquial y Orfelinato Pérez, ambos edificios de construcción moderna) para dar los pasos pendientes a la construcción del segundo Monasterio, y enseguida hicieron la solicitud canónica al Ilmo. Sr. Obispo en los siguientes términos:

“Ilmo. Y Rvdmo. Monseñor D. D. Antonio Tomas Iturralde,
Obispo Diocesano de Ibarra.
Muy respetado Monseñor:
Las que suscribimos a nombre de la comunidad, a V. S. Ilma, Suplicamos rendidamente se digne concedernos su superior licencia para gastar en la compra de la cuadra y construcción de nuestro convento de Ibarra, lo que sea necesario del pequeño capital a 8.000 pesos sencillos que de la pensión mensual que nos pasa el Gobierno Colombiano, hemos reunido, y correspondía a las ocho religiosas que estamos aquí. El valor del terreno puede ser 800.00 pesos.
Nuestra constitución en el Capítulo séptimo, numero sexto, prohíbe expresamente que se consuma en poca, ni en mucha cantidad, las rentas o dotes de las religiosas, sino en grave y urgente casi de necesidad, dando el Convento su consentimiento, y el Prelado, la licencia por escrito: Puestas el presente, en este caso, todas unánimemente y con espontánea voluntad consentimos en que se invierta el dicho capital, en parteo en todo, si fuere necesario, en comprar el terreno y construir el convento, porque es la mayor y urgente necesidad que tenemos; también pedimos a V. S. Hma. Se digne designar y hacernos saber por escrito, las personas que deben correr como agentes de esta obra, en todo lo cual recibirá esta comunidad, merecida gracia.
Gregoria del Smo. Sacramento, Priora –Por María Rosa de San Joaquín, Clavaria firma Feliza de Jesús, Subpriora¬ – Carmen de San Eliseo, Clavaria – María Jesús de los Dolores, Clavaria.- Caranqui. Monasterio de Carmelitas, Abril 26 de 1803. >>
Contestación al pie, de la presente.
Gobierno Eclesiástico.
Ibarra 30 de Abril de 1873.
A la Priora. Concedemos a las religiosas del Monasterio del Carmen, la facultad de consumir hasta la cantidad de ochocientos y aún mil pesos sencillos en comprar el terreno que fuere necesario para edificar el convento y la Iglesia para la fundación. Firmando
-El Obispo. >>
Después de haberles concedido a las Religiosas la licencia para invertir el dinero necesario en la fundación, el Hmo. Sr. Obispo les comunica que ha designado al Rvdmo. S. D. D. Mariano Acosta, para que se ponga al frente de todos los trabajos, con la siguiente nota:
<<Gobierno Eclesiástico de la Diócesis.
Ibarra, a 13 de Mayo de 1873.
A la M. R. M. Priora del Monasterio del Carmen: Comunicamos a su Rcia. que, a fin de facilitar la compra del terreno para la construcción del Monasterio que debe ocupar esa Vble. Comunidad, hemos comisionado al Sr. Canónigo Dr. Mariano Acosta, quien se entenderá, no solo en este asunto, sino aún en la edificación del referido Monasterio. Su Rcia. poniéndose en acuerdo con el Sr. Acosta, hará a este respecto los arreglos que convengan.
Dios guarde a V. Rcia. – Antonio Tomás Iturralde, Obispo de Ibarra. >>
Hechas todas estas diligencias previas para la fundación del Monasterio en Ibarra, las Religiosas tenían enormes dificultades para establecerse definitivamente, y resolvieron aún estando en Caranqui regresar a su país natal a Pasto o a Popayán, ciudades de donde habían recibidos repetidas invitaciones; más antes de hacerlo consultaron a Excmo. Sr. Delegado Apostólico, quién les contesto en los términos siguientes:
<< A La R. M. Priora y demás Religiosas recientas en Caranqui.
Quito, Noviembre 18 de1873.
M. Rvdas. Madres:
El Excmo. Sr. Delegado Apostólico ha recibido la estimable carta de Vs. Rcias., fecha a 6 de Septiembre último, y ha quedado profundamente conmovido por las repetidas pruebas, a que han sido sujetadas por la Divina Providencia, hace algún tiempo. Por esta razón ruega a Dios N. Señor para que se digne comunicarles más y más su virtud, y no desmayen jamás en medio de las tribulaciones.
Respecto al consejo que V. Rcias. piden a su Excia. Hma. En la expresada carta, a saber si deben aceptar, o no la invitación de regresar a su tierra natal; por mi conducto su Excia. pone en conocimiento de Vs. Rcias., que cuantas veces, en esta Diócesis de Ibarra, no tienen garantías suficientes para fundar un buen convento, y mucha más, si no tienen esperanza fundada, de que dicho convento pueda prosperar en el tiempo venidero, ya sea por la falta de recursos, ya sea por cualquier otro motivo; en este caso su Excia. es de parecer que más bien acepten las invitaciones que le hacen, y se establezcan o en la ciudad de Pasto, o en la ciudad de Popayán. Sin embargo advierte el Excmo. Sr. Delgado Apostólico, que en esto les dice en la suposición de que las ventajas de que se prometen en una u otra de dichas ciudades, sean reales y verdaderas, pues de lo contrario, no quieren que Vs. Rcias. vayan a exponerse a nuevos disgustos, privaciones y persecuciones.
Por el motivo expresado el Excmo. Sr. Delgado Apostólico, no les manda por ahora la licencia que le piden, ad cautelam; pues desea que reflexionen sobre el asunto, y si se resolvieran para salir de esta Diócesis, no tienen sino que renovar la solicitud para que reciban inmediatamente el despacho favorable.
Me olvidaba advertir a Vs. Rcias. que la mencionada carta fue recibida en esta Delegación Apostólica, tan sólo en la noche del dominado próximo pasado, esto es a 16 del presente; y este ha sido el motivo, por el cual no se ha contestado antes.
Aprovecho la oportunidad para ofrecer a Vs. Rcias. los sentimientos de mi distinguida consideración y aprecio, con que me suscribo su atento S. S. y Capellán – ANTONIO FRANCESCHINI, Secretario de la Delegación Apostólica. >>
En vista a la respuesta anterior y ante el prudente consejo del Excmo. Sr. Delegado Apostólico, reaccionaron las Religiosas, conocieron que la voluntad de Dios acrisolarse en el sufrimiento y emprendieron en la construcción del actual Monasterio. Mientras duro el trabajo, permanecieron en la Casa de Ejercicios hasta el año 1876 en que se terminó la construcción del convento y la capilla. La compra del solar y la construcción del edificio costó en aquel tiempo $ 15.000, dinero que cedieron las religiosas, parte de sus rentas y lo demás con el producto de la venta de alhajas pertenecientes al culto divino con licencia obtenida de la Santa Sede.

ESCRITURA DE COMPRA Y VENTA DEL TERRENO
El Sr. Manuel Muñoz a favor de la Reverenda Madre Priora y las tres Clavarias del Monasterio del Carmen, en mil pesos.
<< En Ibarra a diez y seis de julio de mil ochocientos setenta y tres, ante el presente Escribano Público y testigos que suscribirán, compareció el Sr. Manuel Muñoz de este vecindario, mayor de edad, a quien conozco, doy fe, y me entregó un certificado conferido por el señor Tesorero de Hacienda; el cual va al fin de este Registro y copiado literalmente es como sigue: <<Rafael Egas, Tesoro de Hacienda Nacional de la Provincia de Imbabura, etcétera. – Certifico: Que el Sr. Prebendado Mariano Acosta satisfizo veinte pesos en dinero al dos por ciento y setenta billetes al seis por ciento en la cantidad de mil pesos de contado, en que compran las Monjas Carmelitas de este lugar al Sr. Manuel Muñoz, un pedazo de terreno situado en el barrio de San Francisco de esta ciudad. El billete es de procedencia ecuatoriana, numero ochenta y cuatro.
Consta de Partidas primera y segunda del folio doscientos treinta y ocho del Libro Diario del corriente año. – Ibarra, veinte y siete de Junio de mil ochocientos setenta y tres.- RAFAEL EGAS. >>
Va finalmente copiado, y en consecuencia, el Sr. Muñoz dijo: << Que en su propia voluntad vende a las Monjas Carmelitas, madre Priora y las tres Clavarias, residentes en este lugar, una casa y terreno que posee en esta ciudad, bajo los linderos siguientes: por el Oriente, parte calle pública que conduce de San Francisco a San Juan Calle, y parte casas de los Sres. Antonio Tamayo y Dolores Madera: por el Norte, Occidente y Sur tres calles públicas que conducen los dos de la Concepción y del antiguo convento de San Felipe, al río Tahuando, y la otra, del mismo San Felipe al antiguo Carmen, aclarando que en este último lado hay el piso incompleto de dos tiendas pertenecientes a la Sra. Bárbara Manzano. Bajo estos linderos expresó el vendedor que se han hallado en posesión y propiedad de los referidos casa y terreno, y que los adquirió por herencia de su padre el Sr. Fermín Muñoz: Que reconoce el principal (sic) acensuado de doscientos pesos cuyos créditos se pagan al Colegio Seminario de San Diego de esta ciudad. Se obligó al vendedor a levantar inmediatamente la hipoteca de cuatrocientos pesos con que está gravada la casa a favor del Sr. José Antonio Jácome y su esposa Ángela Cárdenas: Que fuera de los gravámenes ya referidos, no los tiene a los mencionados cas y terreno, vendidos y enajenados, de ninguna otra manera, y que como tales los vende con todas sus entradas, salidas, usos, costumbres, derechos, servidumbres y con todas las demás cosas que tiene anexas y le pertenecen conforme a derecho, en el precio de mil pesos, pagaderos de la manera siguiente: trescientos pesos de pronto contado, que confesó haberlos recibido y los setecientos pesos restantes, después de aprobada la hijuela divisoria de los Sres. Muñoces. Advirtió también el Sr. Muñoz que se excluye de la venta la piedra que está aglomerada y las puertas que existen de las piezas. Por haber confesado el Sr. Muñoz que ha recibido los trescientos pesos ya relacionados, le hice presente, que esta confesión no admite prueba en contrario, como lo dispone el Código civil: Se sujetó a las obligaciones impuestas por dicho Código, especialmente a la evicción por saneamiento. La R. M. Priora y las tres Clavarias, instruirlas del tenor de esta escritura, la aceptaron y se sujetaron a las obligaciones impuestas por la Ley a los compradores. Yo, el Escribano advertí al interesado que hiciera registrar e inscribir la copia de esta escritura, para lo cual quedó comisionado el Sr. Manuel Muñoz. En testimonio de cuanto se ha expresado y después de leída esta escritura, firmaron los contratantes con los testigos instrumentales presentes, de este vecindario, mayores de edad y hábiles por derecho, con los Sres. Que se mencionarán. En este estado el señor Dr. Mariano Acosta me presentó la licencia conferida por el Sr. Vicario General de esta Diócesis, a la R. M. Priora del Monasterio del Carmen, para dicha compra, la referida licencia copiada literalmente es como sigue: “Nos, Doctor Francisco Pigati, Proto Notario Apostólico ad instar Participatium, Arcediano de la Catedral y Vicario General de la Diócesis de Ibarra: Vista la Solicitud que la Reverenda Madre Priora del Monasterio del Carmen ha dirigido a nombre de la Comunidad que preside, pidiendo licencia para gastar la suma de mil doscientos pesos en la compra del terreno y casas del Monasterio, y para hacer el pago de alcabala y escrituras, por haberse obligado así en la contrata; Nos, en virtud de las facultades, de que nos hallamos investidos y atendiendo a la utilidad que de ello reporta a la Comunidad, tenemos a bien conceder las licencias solicitadas. Además autorizamos a la Reverenda Priora para que haga todos los gastos necesarios en la construcción de las casas y templo, llevando o mandando que se lleve la cuenta respectiva, para presentarla a Nos.- Ibarra, a diez y siete de Julio de mil ochocientos setenta y tres.- Firmado – Francisco Pigati.- – En este estado se advierte que las Reverendas Madres mencionadas se hicieron presentes en el locutorio de su Monasterio de Caranqui, en donde firmaron la presente con los testigos, que son los Sres. Miguel Lara, José Játiva y Carlos Eduardo Monge; de que doy fe Firmado – Manuel Muñoz – Gregoria del Smo. Sacramento, Priora (Aquí una cruz) Por estar impedida María Rosa de San Joaquín, Clavaria, firma Felisa de Jesús (Aquí una cruz) Carmen de San Eliseo, Clavaria-. (Aquí una cruz)- María Jesús de los Dolores, Clavaria (Aquí una cruz) Testigo, Miguel Lara Testigo, José Játiva – Testigo, Carlos E. Monge- – Ante mí, Moisés Jaramillo, Ecribano Público.
Es fiel copia de la escritura anterior, cuyo original existe en el Registro de mayor cuantía del Archivo que está bajo mi custodia. Para los fines legales, doy la presente, a petición verbal de la Reverenda Madre Priora del Convento de Carmelitas de esta ciudad, signada y firmada en Ibarra, a cinco de Junio de mil novecientos cuarenta y cinco.
El Notario.- GABRIEL GAVIÑO.
Razón – Al margen de la escritura original, consta: Que el Sr. Manuel David Muñoz ha cancelado la cantidad que quedó debiendo el Monasterio de Carmelitas de esta ciudad, por concepto del precio de la casa y terreno que relaciona esta escritura. La cancelación se ha verificado con fecha veinte y seis de septiembre de mil ochocientos setenta y tres.- Ibarra, a 5 de Junio de 1945.
El Notario Segundo Cantonal – GABRIEL GAVIÑO.
Hecha la compra anterior del terreno compraron nuevamente otro lote adyacente para cuadrar la manzana, habiendo vendido otras alhajas con el permiso del Sr. Delegado Apostólico, tanto para la subsistencia como para comprar el terreno según consta por el Oficio Nº 3.532, en contestación a la solicitud elevada por las Madres Carmelitas.
Nos, Dr. Mario Moncinni, por la gracia de Dios, y de la Santa Sede Apostólica, Arzobispo de Heliópolis, Delegado Apostólico y Legado Extraordinario etc. Teniendo en cuenta lo expuesto por las Monjas del Monte Carmelo, de la ciudad de Ibarra en la República del Ecuador, y atento el voto y la información del Llmo y Rvdmo. Sr. Ordinario, dados el 24 de abril de este año; damos <<servatis de jure servandis>> a las mismas Monjas la potestad de vender, a salvo en lo futuro el reclamo del Ordinario de Popayán, algunas alhajas preciosas, pero, con la condición de que el precio de la venta sirva al uso manifestado en la petición, y en esto gravamos la conciencia de las Monjas; no obstante cualquiera otra disposición en contrario.
Dado en Lima en el Palacio de la Delegación Apostólica, el día diez de Mayo, año de Ntro. Señor de 1880.
MARIO, Arzobispo Heliopolitano, Delegado Apostólico.
MANUEL ADRIANO FELICI, Secretario de la Legación Apostólica.
Por tasa – 23 pesos fuertes.
ESCRITURA DE LA COMPRA DEL TERRENO
En la ciudad de Ibarra a veinte y tres de Noviembre de mil ochocientos ochenta, ante mí, el infrascrito Escribana y testigos que suscribirán, compareció el Sr. Rafael Vacas de este vecindario, mayor de edad y hábil por derecho, a quien de conocerlo, doy fe y me entregó el certificado de alcabala, el que, a más de ir agregado a este registro irá copiado en la primera compulsa que se dé de esta escritura, y en su virtud otorga: que por herencia de su finada madre Rita Freire , tiene y posee de su propiedad quince varas de tierras en el barrio denominado <El Hospital> de esta ciudad, las mismas que tiene a bien darlas en venta y enajenación perpetua a la R. M. Carmelita Gregoria del Smo. Sacramento, quien hace la compra para el convento que corre a su cargo como Priora de dicho convento, por el precio y cuantía de quince pesos en dinero, que confiesa tenerlos recibidos a su satisfacción en moneda usual y corriente, por lo que le advertí, que su confesión no admite prueba en contrario como los dispone la Ley.
La enajenación con sus respectivas entradas y salidas, usos, costumbres, servidumbres, y las demás cosas a él anexas, para que por este título disponga como más convenga.
Se obliga a la evicción y saneamiento y a cumplir con todas las obligaciones que el Código Civil dispone a los vendedores.
Los linderos del terreno vendido son los siguientes: Por el Oriente una calle pública, frente al hospital de esta ciudad: por el Occidente, Norte y Sur con terrenos del mismo Convento de Carmelitas. Bajo esta demarcación hace la venta por la suma expresada. Presente la compradora R. M. Gregoria del Smo. Sacramento, a quien de oírla, doy fe, aceptó esta escritura en todas sus partes, siendo vecina de este lugar, por ser en favor de los derechos, que adquiere el Monasterio de su cargo, y en virtud de la licencia concedida por el Llmo. Y Rvdmo. Sr. Dr. Pedro Rafael Gonzáles Calixto, Dgmo. Obispo de esta Diócesis……..
Después de leída y comisionado para la inscripción al Sr. Joaquín Jaramillo, firman con los testigos instrumentales presentes de este vecindario, mayores de edad y hábiles por derecho, que son los Sres. Mario Severo Lara, José Rueda Hurtado y José Roberto Meneses, de todo lo que fe, así como de que no me han manifestado la carta de pago del uno por mil por ser urbano el predio vendido – Firman – Rafael Vacas – Gregoria de Smo. Sacramento, Priora – Testigo, Mario Severo Lara – Testigo, José Rueda Hurtado – Testigo, José Roberto Meneses- El Escribano, JOAQUIN PAEZ.
Rafael Rivadeneira Viteri, Tesorero de Hacienda Nacional de Imbabura etc. Certifica: que el Sr. Miguel Proaño pagó treinta y un centavos por alcabala de quince pesos en que vende igual número de varas de terreno de este lugar, Rafael Vacas, a la R. M. Gregoria del Smo. Sacramento – – Consta de partida tercera del folio sesenta y cuatro del diario auxiliar de alcabalas del corriente año de Ibarra, Noviembre 23 de mil ochocientos ochenta. El interventor Joaquín Morán Borrado a su satisfacción.- No vale.
Presencié su otorgamiento y en fe de ello signo y firmo esta primera crónica en el día de su fecha.- Joaquín Páez, Escribano Publico.- Derechos 3 reales
Así mismo las Madres Carmelitas para utilizar en el algo el terreno que se fundó el primer Monasterio pidieron licencia para venderlo, al Sr. Delegado Apostólico, solicitud cuyo temor es el siguiente:”- Excmo. y Rvdmo. Sr. Dr. D. Benjamín Cabichani, Dgmo. Arzobispo de Amida, y Delegado Apostólico cerca de la República del Ecuador: Gregoria del Smo. Sacramento. Priora del convento de Ibarra, ante V. S. Rvdma. Con el más profundo respeto expone, que teniendo necesidad de enajenar un solar de propiedad de Propiedad de nuestro Convento, ubicado en esta ciudad, donde fue el primer convento que fundamos y que arruino el terremoto del año 1868, que nada produce y que solo ocasiona gastos en su conservación, por estar lleno de escombros y de ruinas, solicito de V. Excia. Rvdma. Debida licencia conforme a lo dispuesto por el Concordato de esta Republica con la Santa Sede, y previo el informe de N. Ilmo. Prelado, que adjunto, presento a V. Excia. Rvdma.
Espero que en méritos de justicia, se digne V. Excia. Rvdma. Decretar como solicito.
Ibarra, Julio 28 de 1884.
De V. Excia. Rvdma. Indigna sierva, GREGORIA DEL SMO. SACRAMENTO, Priora.

CONTESTACIÓN AL PIE DE LA SOLICITUD
El infrascrito Delegado Apostólico, en vista de la relación del Obispo de Ibarra, y, atentas las especiales circunstancias, usando de la autoridad concedida a Nos por el Sumo Pontífice, dio facultad al mismo Obispo, que tenga en cuenta, que fijándose en la utilidad de la petición, se venda el fundo en el mayor precio posible, y en consecuencia permite enajenarlo, siempre que el precio que de él se recibe, se invierta del modo más útil en favor del Monasterio.
Dado en Quito, en el Palacio de la Delegación Apostólica a 5 de Agosto de 1884. BENJAMIN, Arzobispo de Amida.- Delegado Apostólico.
El Ilmo. Sr. Obispo de Ibarra, informó a la R. M. Priora sobre la concesión de la licencia con el Oficio siguiente:
Diócesis de Ibarra.
Gobierno Eclesiástico.
Ibarra, 13 de Agosto de 1884.
R. M. Gregoria del Smo.: Sacramento, Priora del Monasterio del Carmen: Original remito a V. Rvcia, la facultad que, con fecha 5 del presente, me ha concedido el Excmo. Sr. Delegado Apostólico para que pueda permitir la venta del terreno que posee ese Monasterio en esta ciudad. En esta virtud, autorizo a V. Rvcia., para que observando las formalidades legales proceda a vender el enunciado terreno.

Dios guarde a V. Rvcia.
Una cruz- PEDRO RAFAEL, Obispo de Ibarra Transcritos los documentos relativos a la segunda fundación del Monasterio de las RR. Madres Carmelitas, preciso decir si quiera ligeramente algo relativo al desarrollo de tan benemérita Comunidad fraguada en el crisol del sufrimiento.
Como hemos dicho la construcción de todo el edificio se terminó en el año 1876, y en este mismo año lo inauguraron las Religiosas, continuando con el gobierno de la Comunidad la R. M. Gregoria, la cual abrió las puertas del Monasterio para buscar vocaciones, las que no tardaron en presentarse; pues en el año 1879 ingresaron dos jóvenes que en la Comunidad llevaron respectivamente los nombres de Amelia del Corazón de María (Viteri Peñaherrera) y Dolores de San Juan de la Cruz (Páez Jijón). La profesión de estas dos jóvenes causó inmenso gozo a la Comunidad que estaba a punto de extinguirse por falta de personal, pues apenas se instalaron en el Monasterio, murieron dos de las Religiosas Fundadoras; la M. Carmen de San Eliseo y la M. Rosa de San Joaquín.
Entre pruebas y tribulaciones continuaba manteniéndose la pequeña Comunidad, fijos sus ojos en el cielo, y con la esperanza en Dios que les había trazado el camino del dolor para que se purifiquen y aumenten sus méritos. Y cuando pensaba tener una tregua en sus sufrimientos, enfermó gravemente la R. M. Priora, Gregoria del Smo. Sacramento (1883), la que con resignación inalterable se sujetó a una dolorosa operación de un cáncer en el seno. Al parecer la operación resultó favorable, pero le sobrevino un fuerte reumatismo que le redujo a una absoluta postración incapacitándola para el gobierno de la Comunidad. En vista de tan difícil situación, las Religiosas eligieron otra Priora, elección que recayó en la R. M. Feliza de Jesús (Velasco) quien dirigió los destinos de la Comunidad con verdadero acierto durante varios trienios.
Durante tan dolorosas enfermedades la M. Pineiro asistió con verdadera caridad y solicitud a la M. Gregoria, la que a los dos años (1885) de haber soportado resignada la cruz de Dios le había enviado, murió. Al momento de espirar, despidiéndose de sus hermanas religiosas, les prometió, que en el cielo pediría a Dios, que les envié buenas vocaciones; a los diez meses de muerta tocaban la portería de Convento las Srtas. Mercedes y Carmen Gómez Jurado solicitando ser admitidas a la Comunidad. Fueron recibidas con júbilo estas dos jóvenes que en la religión llevaron respectivamente los nombres de M. Mercedes del Smo. Sacramento y M. Carmen de Santa Ana; y en el año 1887 ingresaron otras cuatro jóvenes, y de tal modo se aumentaban las vocaciones que hasta el año 1890, la Comunidad se componía ya de religiosas Ibarreñas. La promesa de la M. Gregoria se había cumplido y fue desde entonces una bendición del cielo porque los claustros carmelitanos han estado habitados por religiosas buenas y de ilustre linaje.
En el año 1898 murieron las dos últimas fundadoras colombianas, Feliza de Jesús (Velasco) y Carlota del Espíritu Santo (Velasco) eran hermanas. Cuál no sería la pena de la joven comunidad al perder a esas dos veneradas religiosas, que eran su sostén y su consuelo. Pero como las obras de Dios no perecen, y Él dirige todas sus cosas para su gloria y para el bien de sus criaturas, cuatro años antes de la muerte de la última Priora colombiana, la R. M. Feliza, había sido elegida ya Priora la R.M. Carmen de Santa Ana (Gomes Jurado) a los 30 años de edad, y al trienio siguiente fue elegida la R. M. Amelia del Corazón de María (Viteri Peñaherrera). Ambas religiosas heredaron el espíritu de las Madres Fundadoras, el don de gobierno, de prudencia y fortaleza y protegidas visiblemente por la Providencia Divina gobernaron la nueva Comunidad conservando el espíritu de disciplina y estricta observancia de la Regla y la Constitución, anhelando siempre todo el bien para sus Religiosas, especialmente su satisfacción. Estas do religiosas escogidas por Dios, durante varios años gobernaron alternativamente la Comunidad.
A los diez años de terminado el convento, tuvieron las Religiosas que hacer varias reparaciones en el techo y en el año 1906 se impuso su completa reedificación porque amenazaba ruina. Para emprender esta obra tan larga y tan costosa, las Religiosas se consideraron no solo incompetentes sino también desfallecieron, pero las RR. MM. Amelia del Corazón de María y Carmen de Santa Ana las atentaban a confiar en Dios. Y en efecto, si en las dos primeras fundaciones no había tenido apoyo ninguno, todos los ibarreños se dieron cita para levantar de nuevo el actual monasterio. Conocedor el Excmo. Sr. Gonzales Suárez de las pésimas condiciones del edificio, tomó por su cuenta hacer las gestiones para su inmediata reparación organizando un Comité, el cual debía encargarse de que la construcción sea sólida y duradera. Ordenó que se levanten más los muros del edificio, que se hagan los corredores de los claustros de arquería de cal y ladrillo, de tal modo que en el convento quede cómodo y decente. A fin de dar facilidades para el rápido trabajo de la reconstrucción y evitar que la Comunidad interrumpa a cada instante de los actos de la observancia regular por la presencia de los trabajadores creyó conveniente el Excmo. Sr. Gonzales Suárez que las Religiosas salieran del Convento a una casa particular. Sabedores de esta disposición el Sr. Obispo, Dr. Víctor Gómez Jurado y su digna familia, cedieron gentilmente su casa de habitación para Monasterio interno de la Comunidad Carmelitana. Y para que la casa prestara los servicios necesarios a la Comunidad, permitió el Excmo. Sr. Obispo que las Rvdas. MM. Amelia del Corazón de María y Carmen de Santa Ana fueran un mes antes de trasladarse, a adaptarla del mejor modo posible de acuerdo también con el P. Pedro Sosa O.P. comisionado para el efecto por el mismo Sr. Obispo.
Adaptada la casa para el servicio de la Comunidad , el día 23 de junio de 1906, a las doce de la noche, salieron del Monasterio de las Religiosas acompañadas por el Rvdmo. Sr. Dr. Alejandro Pasquel, Vicario General, por los Rvdmos. Sr. Dr. D. Cerbelión Gómez Jurado, Sr. Dr. D. Espiridión Rosero, la familia Pasquel y la familia Ayala, con dirección a la causa de la familia Gómez Jurado, la cual recibió a la comitiva en el salón en cuyo centro, en un pequeño altar se ostentaba la imagen de N. Sra. del Carmen, la misma que fue traída de Popayán y que se venera en la capilla. En presencia de la imagen de la Sma. Virgen del Carmen, el Dr. Víctor Gómez Jurado, profundamente emocionado entregó su casa a las Religiosas Carmelitas con la siguiente y tierna alocución: “Rvda. Madre Priora Amelia del Corazón de María y Vble. Comunidad Carmelitana: Antes de hablar, quisiera arrancarlo de mi pecho el corazón, y entregároslo, para que notéis en él las variadas emociones que lo dominan.
Veo todo lo que estoy viendo ahora, y todo lo encuentro tan misterioso, tan solemne que me parece que he venido recién a la existencia.
¡Ah! Es que en mi casa veo un nuevo establo de Belén….. y aquí están nuestro Dios y la Sma. Virgen del Carmen y Santa Teresa de Jesús y estas humildes Carmelitas, ángeles que rodean al Smo., en este otro pesebre que se ha dignado escoger para su morada.
Aquí está la hija de mi alma, ofrendada como primicias de amor a la Reina de los Cielos…Aquí están los pedazos de mi corazón, mis hermanas, a buscar otra vez su cuna junto a la mía, cuna que ya no es ellas y que ya no es mía, porque se ha convertido en pobrísimo Asilo de nuestro Dios…¿Nadie más? Nó; aquí hay otros personajes si el corazón no me engaña….aquí, aquí….a los pies de la Sma. Virgen, están las almas dichosas de mi padre y de mi madre…. Almas querida, os evoco…. Y decid a María Sma. Del Carmen lo que no aciertan a decir hoy mis labios…. Vosotros que ya sabéis el leguaje de los cielos, hablad, hablad por nosotros…. Y yo, mi esposa, mis hijas, mis hijos y mi familia toda, nos pondremos de rodillas y diremos; ¡Madre querida del Carmen, ya que habéis buscado Asilo en nuestra pobre casa santificadla y santificadnos….
Bendecidnos con toda la ternura de vuestro corazón amoroso; que no decaiga jamás nuestra fe; y que al morir perdonadas nuestras faltas, os hallemos en el camino de la eternidad, brindándonos también vuestro Asilo, el esplendente Asilo de los Cielos!….
Si todo esto hay; si este humilde hospedaje es garantía segura de santificación y salvación, y si por otra parte, la pureza de nuestros afectos nos ha hecho como familia de esta venerable Comunidad Carmelitana, os ruego con lágrimas, que aceptéis RR.MM. esta hospitalidad, y que os quedéis a vivir aquí como en vuestra propia casa. Vuestras oraciones, vuestra presencia misma, la convertirán en Templo; y si entre esas oraciones, pronuncias una sola palabra en nuestro favor, Dios nos mirará con misericordia.
En seguida tomó la palabra el Rvdmo. Sr. Pasquel y con la facilidad y unción que le eran propias agradeció en nombre de la Comunidad a la familia Gómez Jurado por la generosa hospitalidad que le habían dado, y dirigiéndose a las Religiosas, les dijo que compartía con ellas esa como emigración, y que en las alegrías y tristezas las acompañaría siempre como Capellán y Confesor. Luego de terminar la alocución El mismo puso la clausura en aquella casa afortunada que abrigaba bajo su techo a aquellas almas bellas consagradas al servicio de Dios, y de la Sma. Virgen del Carmen.
Instaladas las Religiosas en su improvisado Monasterio continuaron normalmente los actos de la vida regular durante un año cuatro meses que permanecieron en la casa de la Familia Gómez Jurado. Terminado el trienio de Priora de la R. M. Amelia, en esta misma casa se hizo la elección de la Priora que debía sucederle y fué elegida, por segunda vez la R. M. Carmen de Santa Ana. Por manera que estas dos beneméritas Religiosas, Amelia del Corazón de María y Carmen de Santa Ana fueron las que se entendieron en el trabajo de la reconstrucción del convento y de la capilla de acuerdo siempre con el Excmo. Sr. Obispo, con el Arquitecto y Director de la obra Sr. Albuja, con la familia Gómez Jurado, con el Sr. Heriberto Ayala y con el Sr. Joaquín Carrascal quien prestó sus servicios de sobrestante desinteresadamente a la Comunidad. La obra adelantaba asombrosamente, tanto que al año cuatro meses estaba terminado el claustro principal. Pero como se trataba de dar toda comodidad al edificio, las RR. MM. Amelia y Carmen resolvieron edificar un nuevo claustro para las Hnas. De velo blanco, con todas las dependencias necesarias para el servicio de la Comunidad; por esta razón el trabajo duró más de lo que se había calculado. Pero Dios bendecía a estas dos abnegadas Religiosas Amelia y Carmen, que no omitían sacrificio alguno, para dar a su Comunidad las comodidades más indispensables para la vida, porque tanto los habitantes de la Provincia de Imbabura y la del Carchi ayudaban decididamente con sus limosnas para la terminación del edificio.
Para allegar fondos y continuar con mayor rapidez el trabajo los dirigentes invitaron para el 15 de octubre de 1907 a los habitantes e Ibarra para la bendición de una estatua de piedra de Santa Teresa de Jesús levantada sobre una columna en medio del claustro principal, obsequio del Sr. Heliodoro Ayala y (obra del insigne escultor Sr. Daniel Reyes). La bendición revistió toda la solemnidad posible porque fue oficiada por el Exemo. Sr. Pérez Quiñones y por la numerosa concurrencia. Por este motivo habían concurrido algunos Oficiales Militares, quienes viendo desocupado el Monasterio, manifestaron cierto interés de apoderarse de él, porque en este tiempo imperaba la fuerza bruta, mediante la cual se cometía toda clase de abusos sin responsabilidad ninguna. Llegó esto a oídos del Exemo. Sr. Pérez Quiñones, e inmediatamente ordenó que esa misma noche y en silencio se traslade la Comunidad de la casa de la familia Gómez Jurado, al Monasterio. Ante esta orden terminante y perentoria las Religiosas arreglaron lo más indispensable, dejando todo lo demás de sus cosas en la casa de la familia Gómez Jurado a fin de que les vayan mandando después. A las 3 de la mañana vino el Rvdmo. Sr. Pasquel celebró la Santa Misa, consumió las Hostias Consagradas, y a las cuatro, se trasladó la Comunidad a su propio Monasterio acompañada del mismo Rvdmo. Sr Pasquel. Para las Religiosas fué una sorpresa grata y penosa, grata porque regresaban a su casa solariega; penosa, porque tenían los inconvenientes de de seguir la reconstrucción con inevitables irregularidades y molestias, pues el trabajo no se terminó hasta después de siete años y para terminarlo, vendieron con la debida autorización, las al alhajas de la Sma. Virgen del Carmen, porque no era posible ya, hacerlo solamente con las limosnas.
A los tres años de estar la Comunidad en su reconstruido Monasterio, el Comité Carmelitano informó al Excmo. Sr. Obispo sobre el curso del trabajo, en los siguientes términos:
“Ibarra, enero 1° de 1909.
Ilmo. Y Rvdmo. Sr. Dr. Dn. Ulpiano Pérez Quiñones.
Dignísimo Obispo de la Diócesis.
En la ciudad.
Ilmo. Y Rvdmo. Señor:
Terminadas ya las reparaciones del Convento de las RR. MM. Carmelitas Descalzas, en todas las secciones de la casa, más necesarias al servicio de la Comunidad, cumple a este Comité informar a V. Sía. Ilma., siquiera sea brevemente, del modo como se ha llevado a cabo esta obra tan importante como costosa.
La primera construcción del Convento se hizo después de la catástrofe del 68. La Comunidad compuesta de Religiosas colombianas, que de la vecina República, vinieron a lal nuestra por el año de 1864, y dos años después se establecieron aquí, emigró como reliquias de la población a raíz del horroroso cataclismo. Cuando trató de volver a esta ciudad que se levantaba de nuevo de entre las ruinas y escombros, adquirió con dinero suyo el sitio que ocupa el Monasterio, y así mismo con dinero suyo, construyó todo el edificio y el templo.
Desde 1876 las RR. MM. Carmelitas ocuparon su nueva morada. De entonces acá el personal de la Comunidad ha ido renovándose con jóvenes de lo más distinguido de las familias ibarreñas. Al cabo de treinta años, el edificio comenzó a resentirse y a pesar de reparaciones parciales, llegó al fin a ofrecer verdadero peligro de ruina. Urgía una casi reconstrucción total; más las RR. Madres vacilaban en acometer toda la obra; las circunstancias de la Comunidad en cuanto a recursos no eran las de antes; no contaban ya con fondos para un gasto considerable: si la primera construcción se pudo hacer y se hizo con dinero de la Comunidad, ahora no podían contar sino con las erogaciones de los fieles, las cuales, juzgado humanamente, parecían apoyo poco a propósito para echar abajo y levantar de nuevo una casa en la que se invertirían algunos miles de sucres.
Pero el estado ruinoso del edificio, por una parte, y, por otra, el catolicismo de estas poblaciones y la fe en el apoyo que el cielo daría a una obra consagrada sólo a la gloria de Dios, decidieron, sin duda, al Ilmo, Sr. Dr D Federico Gonzáles Suárez Obispo, a la sazón de esta Diócesis, a ordenar la reconstrucción, Así es que por decreto suyo, las RR. Madres Carmelitas salieron su querido Asilo, puesta la esperanza en el Señor, a cuyo servicio habían dedicado los días de su existencia lejos del bullicio del mundo, y se establecieron precariamente en una casa particular, mientras se reconstruyese el Monasterio.
El Ilmo. Sr. Gonzáles Suárez organizó este Comité y le encomendó la ejecución de la obra. Confió al Ilmo. Sr. Arzobispo en que el cielo movería a los fieles en favor de una Comunidad generalmente venerada y querida y de una obra propia para encender el entusiasmo de los católicos, y no resultó fallida su confianza; iniciáronse los trabajos y a la vez que la recolección de limosnas; convenía acelerar la obra lo más que los fondos permitieran, y tal fue la cooperación de los fieles, que se pudo aumentar el número de operarios hasta conseguir lo que al principio nadie figuró, a saber las RR. Madres tornasen al Monasterio al cabo sólo de año tres meses.
El plan de las reparaciones no era pequeño: debían quitarse y ponerse todas las cubiertas; sustituir en los claustros a los pilares y soleras de madera, pilares y arquería de cal y ladrillo, los pisos de piezas y corredores, los patios, las puertas y ventanas, todo lo que se encontraba deteriorado, había de ser renovado o compuesto, era como llevamos dicho, más que una reparación, una casi total reconstrucción del Monasterio. Y todo esto se ha realizado y no sólo esto, sino algunas modificaciones ventajosas que han dado a la espaciosa casa condiciones superiores a las que antes tenía para vivienda de las santas Religiosas; y todo sin más fondos que los suministradores por las limosnas de los fieles de varias poblaciones de la Diócesis, en especial de esta ciudad. B. Sría. Ilma. Alcanzó a ser testigo del entusiasmo con que se cooperaba: quienes contribuían con dinero; quienes, con materiales; a la caja de la obra iba desde la erogación no escasa del acomodado hasta el centavo del pobre; y jornaleros y artesanos hubieron, que suspendiendo el trabajo con que se e ganaban el sustento diario, ya que dinero no tenían, prestaron por varios días el apoyo de su brazo infatigable.
El Ilmo. Sr. Gonzales Suárez, aunque se trasladó a Quito como Arzobispo de la Arquidiócesis, continuó mirando por la obra con sumo interés y proporcionó en más de una ocasión recursos pecuniarios para que se llevase a término
A 700000 sucre ascendían las erogaciones en dinero; el valor de los materiales regalados a 3.000,00. De manera que el total de las contribuciones representa la cantidad no insignificante de 10.000,00 y eso sin contar el precio de la obra de manos de los jornaleros y artesanos que trabajaron gratuitamente, entre los cuales debemos hacer mención especial de los carpinteros de Ibarra y Caranqui, quienes armaron sin cobrar un centavo, todas las cubiertas de la casa. El Monasterio reconstruido es por lo tanto, en rigor de justicia, un testimonio del grandísimo aprecio que nuestros pueblos profesan a la Comunidad Carmelina. Sabedores de que el Asilo de la Santa Comunidad se venía al suelo, y las siervas faltas de recursos para reedificarlo, se verían en la necesidad de salir de la Diócesis, acaso para siempre, no pudieron menos de tomar por su cuenta la reparación cueste lo que costare.
El deseo de los moradores de esta ciudad y las otras poblaciones de la Diócesis ha resultado plenamente satisfecho; las refacciones han dejado al Monasterio en estado de servir cómodamente para su objeto, y las tan veneradas y queridas religiosas pueden seguir permaneciendo entre nosotros y dando culto a la Virgen del Carmen y acarreándonos bendiciones de lo Alto con la santidad de su vida.
Por su parte el Comité agradece al Señor, el que le haya concedido la satisfacción de realizar la comisión para la cual fue fundado, y se complace sobremanera en aprovechar la oportunidad de la presentación de este informe le proporciona, para ofrecer una vez más a V. Sia, Ilma. Sus distinguidas consideraciones y respeto y su apoyo en todo aquello que pueda secundar el afán paternal y constante de V Sía. Ilma. Por el bien de la Diócesis.
El presidente. NICOLAS TOBAR; el Vicepresidente. VICTOR GOMEZ JURADO; el Vocal, HELIODORO AYALA; el Vocal. GUMERCINDO DAVILA; el Secretario, JOSE DOMINGO ALBUJA.
Desde el año 1913 en que se terminó definitivamente la reconstrucción del Monasterio han transcurrido 32 hasta el presente de 1945, y las religiosas se han sucedido unas a otras, cumpliendo el destino ineludible de pasar del tiempo a la eternidad. Las vocaciones no han faltado porque de las dos Provincias de Imbabura y Carchi, de la vecina República de Colombia y de Panamá han venido jóvenes a refugiarse en el claustro carmelitano para vivir olvidadas del mundo y buscar su perfección en silencio y autoridad de la vida religiosa. Herederas las Religiosas Carmelitas del espíritu de su Santa Fundadora, y de sus ilustres predecesoras han conservado siempre la estricta observancia de su Regla, que es la que modela y ha modelado en sus almas, la perfección, el amor a Dios, el desprecio del mundo y de sí mismas. Por esto esta santa Comunidad subsiste, atrayendo con el encanto de sus virtudes a todos los que muy cerca las conocen. Esta Comunidad es para Ibarra su mejor gloria porque ibarreñas fueron las que reemplazaron a las ilustres proscritas de Colombia, que por guardar fidelidad a su Dios y a su Instituto, dejaron su patria para morir lejos de ella y lejos de los suyos.
Termino aquí está mal zurcida Crónica pidiendo una vez más, disculpa a los lectores por no haber podido presentarles un trabajo completo; presento al público los datos más principales tomados del Archivo de las MM. Carmelitas a fin de que una pluma mejor que la mía, se valga de ellos, y buscando otras fuentes, escriba una Crónica mejor documentada, digna de la culta ciudad de Ibarra y de la benemérita Comunidad Carmelitana.

APENDICE

Lo que transcribo literalmente son las impresiones de una religiosa al ocupar nuevamente el Monasterio, y su manifestación de gratitud a todos los que contribuyeron a la reconstrucción de él.
No es para decir las impresiones del alma, cuando nos vimos otra vez, en nuestros Monasterio completamente transformado, hermosa arquería y esbeltas pilastras de cal y ladrillo, sustituían a las soleras y pilares de madera carcomidos por la polilla; el techo levantado para que hay más luz y aire; alto el terraplén para evitar la humedad; trazados los jardines para no más de plantarlos; en el centro, una hermosa columna que ostenta una estatua de N Santa Madre teresa de Jesús, labrada en piedra, obsequio del Sr. Heliodoro Ayala, estatua cuya mirada elevada hacia el cielo, nos convida a pensar en lo divino; en suma el claustro principal estaba terminado y ofrecía a nuestra vista un espectáculo hermosísimo. En ese día pasamos entre emociones de alegría y de lágrimas, bendiciendo a la Divida providencia por habernos dado una habitación cómoda, y rebosando e gratitud nuestro corazón para con todos nuestros insignes bienhechores, cuyos nombres consignamos en esta página de inolvidables recuerdos.
nuestra gratitud imperecedera para el Excmo. Sr. Gonzáles Suarez. Quien inicio la obra de la reconstrucción en vista de que nosotras estábamos incapacitadas para llevarla a cabo. Al ser trasladado a Quito le sucedió el Excdo. Sr. Pérez Quiñones, el cual, con el mismo interés de su ilustre predecesor, secundó los trabajos hasta que se terminaron. Además de esta deuda de gratitud a los beneméritos Prelados, la debemos a los Sres. que constituían el Comité, al Sr. D. Elías Monje que nos obsequió gran parte de madera de su hacienda << Quitumbita>>; a todos los ibarreños, cuyos nombres sería largo enumerar; y, en general a todos los habitantes de Imbabura y Carchi que nos ayudaron unos con sus limosnas, y otros con el trabajo de sus manos. Para todos elevamos una plegaria al cielo y de corazón les agradecemos con las palabras del pobre y del cristiano: Que dios les pague en el tiempo y la eternidad.
Para mejor conocimiento de lo que acabo de decir, transcribo una carta del Sr Ayala a su hija M Ana maría, nuestra inolvidable hermana.
CARTA DEL SR HELIODORO AYALA
A mi querida e inolvidable hija Mariana de Jesús Ayala guerrero, Carmelita.
Querida hija:
Tu hermano José Miguel me comunicó los deseos que tú tenías. Te diré que tú y cualesquiera de mis hijos tienen derecho a pedirme lo que deseen, y yo la obligación de concederles o negarles, de acuerdo con los dictados de mi conciencia. Por lo expuesto puedes decirme por escrito, que quieres, cuando y como quieras, Por ahora te expongo con toda veracidad el punto siguiente:
Primero.- Hago constar que desde que vinieron las Monjas Carmelitas de Caranqui a Ibarra, tuve la felicidad de hacerme amigo de las RR. Madres Carlota y Feliza, originarias de Popayán (Colombia) que fueron desterradas de su Patria por el general Tomás Cipriano Mosquera. Por las buenas relaciones que cultivé con las referidas Religiosas, fui adquiriendo inmenso cariño a todo lo que se relacionaba con el Carmen. A esto he de agregar, tu entrada en esa santa casa, tu largo Noviciado, pues fuiste la primera en cumplir esa nueva disposición de tres años de Noviciado, pero, mediante la divina gracia, la intercesión de la Virgen del Carmen y las oraciones y bendiciones desde el cielo, te prodigaba tu santa madre, Margarita Guerrero, llegaste a coronar tus deseos, que con tanto interés los habías perseguido, y, por lo mismo llegaste a ser esposa de Jesucristo. Y en verdad, este es el mejor beneficio que dios me ha dispensado entre mis hijos, el ser tú, Religiosa Carmelita. Esto aumentó mi cariño a las religiosas carmelitas.
Segundo.- Tu profesión fue solemne por la asistencia de muchos sacerdotes y distinguidos caballeros y por la presencia del Ilmo. y Rvdmo. Sr. Federico González Suarez, el cual te hizo el honor de tomar la palabra, cuyo eco impresionó hondamente a los concurrentes. La dote para ingresar era mil sucres, pero por ti se dio dos mil, de los cuales, yo di mil y los mil restantes los diste tú del haber materno que te pertenecía, según la hijuela divisoria que se practicó después del fallecimiento de tu santa madre.
Tercero.- Por el inmenso amor que mi esposa Delfina Leoro, y todos los míos teníamos a las Religiosas Carmelitas, resolvimos ayudar a la reconstrucción de la iglesia y convento de una manera incondicional sin omitir gasto alguno, porque creí mejor darte en vida, lo que podías recibir después de mis días, teniendo en cuenta, que de este modo utilizabas tú de tu futura herencia, y hacíamos a la vez un bien positivo a la Comunidad. Principiada la reconstrucción, desplegué todas mis energías y seguí preparando ladrillo diferentes marcas, de manera que de esta hacienda de Santo Domingo se llevó al Carmen, algo más de 33 000 mil piezas, fuera de la teja que es difícil calcular. Así mismo contribuí con peones todos los días que duró el trabajo hasta que concluyó.
Cuarto.- En cuanto a la madera para la reconstrucción, me propuse traerla de Cotacachi; del cerro en donde hay el “Guachi” que no se apolilla fácilmente. Para este fin preparé las provisiones necesarias para treinta peones, con los cuales permanecí en la montaña una semana completa. Cuando todo estuvo listo, se me presentó un caso sumamente grave; la enfermedad de mi hijo Enrique, que de un momento a otro se puso en estado agónico, a consecuencia de una disentería fulminante. En esta dura alternativa, las Madres Carmelitas se comprometieron curarlo, y convenido así y confiado en la protección de la Sma. Virgen del Carmen emprendí el viaje con mis peones y sirvientes. En la montaña levantamos un rancho para vivienda provisional; nos levantábamos a las cinco de la mañana y regresábamos del corte a las seis de la tarde, las más de las veces mojados, siéndonos necesario secar la ropa en el fuego. A pesar de estos contratiempos todos estábamos alegres, tanto que, después de merendar, los trabajadores formaban su orquesta de flautas y de rondadores para divertirse un poco y pasar el rato. En los seis días que permanecimos en la montaña, se cortaron mil doscientos palos, y todos quedaron almacenados hasta traerlos.
Para el transporte de esta manera se convocó a todos los peones y partidarios de las haciendas, “Santo Domingo”, “Chorlavicito” y el “Milagro”. de mi pertenencia; de la hacienda “Chorlaví”, propiedad del Sr. Nicolás Tobar; de la hacienda del Sr. Alejandro Andrade, y todos, con una buena voluntad emprendimos la marcha para trasladar la madera a Ibarra.
En cuanto a mi hijo Enrique, cuando regresé del corte de la madera, lo encontré sano y de convalecencia, sin otra medicina y alimentos que los que venían del Carmen. No escatimé nada de lo que hubiera podido hacer o gastar en esta obra de tanta trascendencia, para cuya ejecución me alentaba el Ilmo. Sr. González Suarez, el cual me dio una prueba de aprecio y de confianza: “Le faculto, me dijo un día, a ud, para que haga entrar al Carmen a todas las personas que sean necesarias para el trabajo y no ocurra a pedir licencia; descargo en ud. mi conciencia. Esto lo hizo por el grande cariño que profesaba a las Madres Carmelitas y por el vivo deseo que tenía que de pronto se termine el trabajo. El formó el Comité Carmelitano, convocando a los padres que teníamos nuestras hijas en el Carmen, para encargarnos que trabajemos de un modo eficaz en la reconstrucción del Monasterio. Tanto interés tenía Ilmo. Sr. González Suárez por esta obra, que cuando fue a Quito a tomar posesión del Arzobispado, tuve la honra de acompañarlo, y al despedirme me dijo: “En cuanto a la obra del Carmen siga con el mismo entusiasmo, y cuando no haya dinero, pídame; por lo demás en Ibarra, un saludo general a todas hasta a las piedritas de Ibarra.” Y puso en práctica la oferta, pues repetidas veces mando algunas sumas de dinero para el trabajo, y la última vez que me dio fue, cuando por un asunto particular viajé a Quito y fui a saludarlo y la primera pregunta que me hizo fue: ¿Cómo va el trabajo del Carmen?; yo le respondí que estaba al terminarse, pero se suspendería porque en caja no había sino $50,00. Me replicó: “Haga un telegrama diciendo que no suspendan el trabajo, pues un caballero me quiere dar un dinero con la condición única, que lo había de emplear en mi persona”. Al despedirse me dijo: “Me ha contestado el señor del obsequio, que yo disponga como bien tenga, allí está pues ese paquete cerrado que no lo he abierto, y con eso acabe la obra de las Carmelitas.” Tomé el paquete, y al abrirlo encontré que contenía cuatrocientos sucres, los mismos que fueron entregados a la R.M. Priora del Carmen, porque allí se hacían los pagos.
Así mismo el Ilmo. Sr. Pérez Quiñones apreciaba en gran manera a las Madres Carmelitas, y tomó en cuenta el arma del techo con teja vana, idea que ha sido aceptada generalmente y con buenos resultados. Al Ilmo. Sr. Pérez Quiñones debo la distinción de haberme declarado protector insigne del Convento del Carmen, y haberme dado en la iglesia de las Carmelitas, un depósito para los restos de todos los míos.
En fin termino esta larga y pesada relación, mediante lo cual me he propuesto manifestarte mi aprecio de padre y el deseo que he tenido de darte en vida tu haber paterno para que lo disfrutes en compañía de tus hermanas Religiosas. Dándote mis bendiciones, me suscribo tu amante padre que desea tu santificación. HELIODORO AYALA
Antes de despedirme quiero hacer justicia al mérito de la familia Gómez Jurado, a la que he estado ligado siempre con el irrompible vínculo de la amistad:
“Al referir mis pequeños servicios presentados en la reconstrucción del Convento e Iglesia del Carmen, debo en justicia mencionar las valiosísimas actuaciones en el trabajo, por parte del Dr. Víctor Gómez Jurado, su Sra. y toda su familia en general.
La familia Jurado hizo un acto grande y generoso al ceder su cómoda casa para habitación de las Monjas, mientras se reconstruía el Monasterio. El Dr. Gómez Jurado, con su familia se trasladó a una casa pequeña, propiedad de las MM. Carmelitas, casa que no prestaba comodidad alguna a su numerosa familia, ni mucho menos decente para su posición social. Este procedimiento noble en favor de las MM. Carmelitas, inmortaliza la memoria de la familia Gómez Jurado, y, su recuerdo servirá de estímulo a las generaciones venideras, y fue un grande apoyo para trabajar con entera libertad en las reconstrucción del Convento de las Religiosas. En esta obra, competía el Dr. Jurado con su Sra. esposa, Mariana Espinosa, a quien yo vi fiscalizando a los que no cumplían con sus compromisos, cuidando del orden y de que no pierdan tiempo los operarios. Como amigo y admirador de la familia Gómez Jurado, hago constar mi gratitud por las manifestaciones de aprecio que me han dispensado, yo sobre todo por la decisiva intervención en el trabajo de la reconstrucción del Convento Carmelitano.
Querida hija: Solamente por la confianza de padre, te envío estos borrones, a fin de que se conserve siempre entre tus hermanas Religiosas vivo el recuerdo de tan digna familia y eleven por ella al cielo, fervorosas oraciones en señal eterna de gratitud.
Santo Domingo, Mayo 19 de 1930.
AYALA

 

 

 

 

 

 

 
NECROLOGIA
DE LAS RELIGIOSAS EXCLAUSTRADAS DE POPAYÁN
En la ciudad de Popayán, el 1ero de enero de 1864, murió en la casa de la Sra. Vicenta Hurtado Mosquera, a los 89 años de edad, la hermana María Josefa de Santa Teresa, natural de la Cruz, habiendo recibido todos los auxilios espirituales de Ntra. Santa Teresa religión con singular piedad y devoción. Fue Religiosa de velo blanco; muy observante y amante de su Instituto. Su cadáver, con licencia del Gobierno, fue sepultado en el cementerio de nuestro Monasterio del Carmen.
En la ciudad de Quito, el día 25 de Noviembre de 1864, murió en el Monasterio del Carmen Bajo a los 71 años de edad, la R.M Rosalía del Corazón de María, natural de Cali, habiendo recibido todos los auxilios espirituales de nuestra Santa Religión. Fue religiosa de velo negro, muy humilde y exacto en el cumplimiento de la santa obediencia. Su cadáver fue sepultado en una bóveda del panteón de dicho Monasterio.
En la ciudad de Ibarra, el día 30 de abril de 1867 murió en este nuestro Monasterio a los 73 años de edad, la R.M. Sebastiana de San Elías, natural de la ciudad de La Plata, habiendo recibido todos los auxilios espirituales de nuestra Santa Religión. Su cadáver sepultado en el cementerio de las MM. Conceptas, con la licencia respectiva del Prelado. Fue Religiosa de velo negro; se distinguió por su paciencia y austeridad de vida.
En la ciudad de Ibarra, el día 15 de agosto de 1868, murió a consecuencia del terremoto, a los 57 años de edad, la R.M. Carmen de Sana Ana, natural de Buga. Estando de Priora. Fue Religiosa de velo negro; gobernó la Comunidad 5 trienios: Dios le había dado el don, un alma grande, pues con espíritu de fortaleza superó todas las dificultades de la exclaustración, el penoso viaje de Popayán a Quito, y de aquí a esta ciudad, a fundar el primer monasterio que destruyó el terremoto. Su cadáver fue sepultado en el cementerio de la Matriz.
En la ciudad de Ibarra, el día 15 de agosto de 1868, murió víctima del terremoto la R.R. Mercedes de San Juan de la Cruz, a los 55 años de edad, natural de la ciudad de Cali. Fue Religiosa de velo negro; muy humilde y muy amante de la observancia regular. Sus restos mortales reposan juntamente con los de las hermanas, Ana María de San Agustín y Juana María de San Rafael, en una de las bóvedas del cementerio del Carmen Bajo de Quito.
En la ciudad de Ibarra, el día 15 de agosto de 1868, murió víctima del terremoto, la R.M. Ana María de San Agustín, a los 58 años de edad, natural de la ciudad de Popayán. Fue Religiosa de velo; muy recogida y sumisa a la voluntad de Dios y muy capacitada para todo.
En la ciudad de Ibarra, el día 15 de agosto de 1868, murió víctima del terremoto la R.M. Juana María de San Rafael, a los 32 años de edad, natural de la ciudad de Popayán. Fue Religiosa de velo negro; muy mortificada, de una carácter angelical, tanto que fue el semblante revelaba la pureza de su grande alma.
En la ciudad de Quito, en el Monasterio del Carmen Bajo el día 8 de enero de 1869, murió la R.M. María Manuela de la Sma. Trinidad, a los 67 años de edad, natural de la ciudad de Popayán, habiendo recibido todos los auxilios espirituales de nuestra Santa Religión. Fue religiosa de velo negro; se distinguió por su humildad y caridad. Sus restos reposan en una de las bóvedas del Carmen Bajo de Quito.
En la ciudad de Ibarra el día 30 de noviembre de 1876, murió en nuestro Monasterio R.M. Carmen de San Eliseo a los 74 años de edad, habiendo recibido todos los auxilios de nuestra Santa Religión. Fue Religiosa de velo negro; de austeras costumbres y muy abnegada. Su cadáver fue el primero que fue sepultado en las bóvedas de nuestro Monasterio.
En la ciudad de Ibarra el día 16 de diciembre de 1877, murió la R.M. Rosa de San Joaquín, a los 85 años de edad, habiendo recibido todos los auxilios espirituales de nuestra Santa Religión. Fue religiosa de velo negro; muy obediente y respetuosa con las preladas. Desempeño con singular tino y prudencia, durante varios trienios, los cargos de Subpriora y Maestra de Novicias. Durante los 10 últimos años de su vida perdió la vista y su ocupación favorita fue pasar todo el día a Jesús Sacramentado. Su cadáver fue sepultado en nuestro cementerio.

En la ciudad de Popayán el día 23 de julio de 1880, murió la R.M. Carmen del Corazón de Jesús a los 84 años de edad. Fue religiosa de velo negro; muy observante, dio altos ejemplos de virtudes, distinguiéndose por la devoción a la Sma. Virgen. Desempeñó todos los oficios de la comunidad, de la que fue priora el espacio de tres trienios. Su cadáver reposa en el cementerio del Carmen en Popayán, porque el delicado estado de su salud no le permitió venirse con las demás religiosas al Ecuador.
En la ciudad de Ibarra, el día 03 de noviembre de 1885, murió la R.M. Gregoria del Smo. Sacramento, a los 70 años de edad, natural de la ciudad de Buga, habiendo recibido todos los auxilios espirituales de nuestra santa religión. Religiosa de velo negro, de relevantes prendas y virtudes, gobernó la comunidad con acierto y prudencia durante cuatro trienios seguidos, la que fundó el actual Monasterio. Sus restos descansan en nuestro cementerio.
En la ciudad de Ibarra, el día 18 de abril de 1887 murió la M. Ana Rosa de San José a los 85 años de edad, natural de la ciudad de Cali, habiendo recibido todos los auxilios espirituales de nuestra Santa Religión. Religiosa de velo negro, caritativa, observante y muy desprendida del mundo. Sus restos mortales reposan en nuestro cementerio.
En la ciudad de Ibarra, el día 29 de septiembre de 1891, murió la M. María Josefa de la concepción a los 73 años de edad, natural de la ciudad de Cartago habiendo recibido todos los auxilios espirituales de nuestra Santa Religión. Religiosa de velo negro, se distinguió por su ardiente amor a Jesús Sacramentado. Su cadáver está sepultado en nuestro cementerio.
En la Ciudad de Ibarra, el día 11 de septiembre de 1895, murió la Hna. Ana María de la Encarnación a los 81 años de edad natural de la ciudad de Buga, confortada con todos los auxilios de nuestra Santa Religión. Religiosa muy humilde, y caritativa. Su cadáver está sepultado en nuestro cementerio.
En la ciudad de Ibarra, el día 29 de septiembre de 1895, murió la Hna. María Jesús de los Dolores a los 74 años de edad, natural de la ciudad de Medellín. Religiosa fervorosa y muy amante de su comunidad, su cadáver está sepultado en nuestro cementerio. Recibió todos los auxilios de nuestra Santa Religión.
En la ciudad de Ibarra, el día 30 de enero de 1898, murió la E.M. Carlota del Espíritu Santo, a los 64 años de edad, natural de la ciudad de Popayán, habiendo recibido todos los auxilios espirituales de nuestra Santa Religión. Religiosa de velos negro, modelo de todas las virtudes, especialmente de su continua religión. Fue priora durante un trienio y por muchos años desempeñó el cargo de subpriora y maestra de novicias. Su cadáver reposa en nuestro cementerio.
En la ciudad de Ibarra, el día 8 de octubre de 1898, murió la R.M. Feliza de Jesús, a los 65 años de edad, natural de Popayán, habiendo recibido todos los auxilios espirituales de nuestra Santa Religión. Religiosa de velo negro, de muchas prendas y virtudes. Gobernó la comunidad el espacio de tres trienios con singular acierto. Su cadáver está sepultado en nuestro cementerio.
En la ciudad de Ibarra el día 27 de mayo de 1910, murió la Hna. Ascencio de San Luis Gonzaga a los 82 años de edad, natural de Popayán, habiendo recibido todos los auxilios espirituales de nuestra Santa Religión. Religiosa de velo blanco, la última de las exclaustradas de Popayán. Se distinguió por su espíritu de observancia y sumisión.

 

Profesaba algún religioso o religiosa, y no le faltaba esa voz de aliento para proseguir en el camino de la virtud.
Pero ¿a dónde me voy señores, si no acabaría jamás, si todo lo que a ligeros rasgos os he dicho, no es ni la milésima parte de todo lo que él hizo y todo lo que él fue; si, finalmente, la bellísima historia del Sr. Dr. Mariano Acosta está escrita con caracteres indelebles en el corazón de los imbabureños, y no sólo de los imbabureños, sino de los ecuatorianos?. . . . .
Y qué más, cuando está escrita en el corazón de nuestro Pastor y Padre, el eminente González Suárez, el Sabio Historiador de fama continental?
¿No recordáis que ayer no más nos dijo: “Quiero honrar la memoria del Señor Dr. Dn. Mariano Acosta, con quién estuve ligado con vínculos de mutua estimación y una amistad y muy sincera ?».
Una memoria, honrada por el Señor González Suárez ¿no es una memoria la, más envidiable y más excelsa? ¿Y la, estimación mutua y tina amistad antigua de tan ilustre personaje no es una página sobre manera gloriosa Y que constituye por si misma una epopeya?
Y ¿cómo y con qué timbre de gloria, y de que modo especialísimo quiere el Sr. González Suárez honrar esa memoria?
El mismo lo indica. Cuando dice:
Dispongo que se exhume el cadáver del Dr. Acosta…… y, se lo, guarde en el Carmen, donde deseo que repose en la paz del Señor .Esperando el día de la resurrección general, en la que, creemos con fe firme los católicos».
Ya veis cómo el lugar de honor para estos restos tan queridos, Y. cómo el santuario. Para honrar esa memoria ha sido el Carmen ?….
¡Oh decretos tan insondables, y al mismo tiempo tan amoroso, los que Dios ha dictado Por medio de nuestro ilustre Obispo.
El Sr. Dr. Acosta edificó el Monasterio del Carmen de esta ciudad; su acción vigilante, incansable estuvo allí. El fue él director de esa obra, donde él mismo, después de 30 años debía ser honrado cuando muerto. Y vuelve allá, al Monasterio del Carmen, ya, de muerto. Señores, ya `de muerto y -para ser honrado- pero cuando el Monasterio del Carmen está para destruirse !
Aquí está lo misterioso de los decretos de Dios: Lo manda al Dr. Acosta al Carmen cuando es necesario que el Dr. Acosta lo reedifique por medio de nosotros los imbabureños! ……
Y ved así cómo Dios nos ha tendido un lazo:
Sabe Dios que la Santísima Virgen del Carmen es todo para nosotros. Sabe Dios que nosotros veneramos la memoria del Dr. Acosta. y dispone que honremos esa memoria en el Carmen. Y como no podemos honrarla sobre ruinas, quiere que reedifiquemos el Carmen.
Pensad y meditad, entonces, cómo Dios y la Reina, del Carmen han hecho salir del sepulcro y pasear por nuestras calles al Dr. Acosta para la reedificación de ese Monasterio y de ese templo donde él debe ser honrado.
Sí esto no lo hiciéramos, seriamos ingratos, y toda la solemnidad de la exhumación, capillas ardientes, oraciones fúnebres. Discursos y peroratas, sería una farsa ridícula.
Él Dr. Acosta quiere lo práctico lo durable, lo efectivo: quiere ver cómo nosotros reedificamos el lugar donde debe esperar su resurrección, según el decir del Sr. González Suárez
Y así se estrecha más el lazo: Es el Sr. González Suárez, nuestro Obispo, nuestro Pastor y Padre, el que, en vísperas de separarse de nosotros, separación, para nosotros deplorable bajó todo aspecto, nos pide, nos suplica, nos ruega, nos insinúa, y hasta nos manda, que honremos, pero en el Carmen, esa memoria. Cuando en el auto de exhumación nos dice: «Corno la memoria del Sr. Dr. Acosta no puede ser indiferente para los ibarreños, espero que esta sea mi disposición se podrá llevar a cabo sin tropiezo alguno».
¿Despreciaremos la voz del Prelado, la última voz con que se despide de, nosotros, pidiéndonos no algo para él, sino que honremos al mejor de los imbabureños, pero que le honremos dignamente, porque la honra del Dr. Acosta es honra nuestra, honra de Imbabura?
¡Oh Ilustre Acosta! Vamos pues al último asilo que como tumba se os ha deparado! Vamos al Carmen! Vamos al Santuario de la Virtud! Vamos al hogar más santo de Ibarra! Allí reposaréis en la paz del Señor; allí no os faltarán oraciones- y, por último, allí oiréis la trompeta de los Cielos en el gran día de la resurrección universal! ……

Ibarra, 28 de. Julio de 1906.

 
I N D I C E

Fundación del Monasterio de Carmelita en Popayán……………… 7
Exclaustración y emigración de Colombia al Ecuador…………….. 68
Fundación del Monasterio de Ibarra…………………………………….. 111
Apéndice………………………………………………………………… 164
Discurso del Dr. Víctor Gómez Jurado, en la traslación de los restos del Dr. Mariano Acosta a la Capilla de El Carmen ……………………………………… 176

 

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FUNDACION DEL CONVENTO DE IBARRA

 

 
PROLOGO

La presente publicación tiene su razón de ser: poner de relieve la coincidencia de la fundación de la Comunidad con los acontecimientos acaecidos en derredor de ella, durante este siglo, acontecimientos religiosos, cívicos, de orden natural y del recorrer del tiempo. La actitud y correspondencia al plan de Dios que han tenido en su trayectoria nuestras fundadoras, para que su ejemplo nos sirva de estímulo, con su vida de heroico sacrificio, como para escalar las cimas del amor y del dolor hacia la perfección. Ellas, fundamentadas en la doctrina de los Santos Padres, Teresa de Jesús y Juan de la Cruz, como hijas fieles de la iglesia, han vivido obedientes a su palabra y direcciones.

¡Qué hermoso dar a conocer la procedencia de nuestra Comunidad a las jóvenes que llegan a su recinto santo! Esta Orden del Carmen, tan grande, tan santa, como nos muestran nuestros Santos Padres, con su doctrina, en las reglas, constituciones y declaraciones.

Pero la cuna donde nace nuestra joven que se entrega a Dios, en el Carmelo, es nuestra Comunidad, con su historia interna. Este Carmelo del Corazón de Jesús que en esta hora narra y describe las misericordias del Señor.

Hemos de dividir en tres partes o capítulos, por así decirlo, la narración histórica: el primero, la fundación de la Comunidad en Colombia, en Bogotá en 1806, el 10 de agosto. En Popayán el 14 de octubre de 1729. El segundo capítulo se referirá al exilio de Popayán al Ecuador en 1864, y el tercero, sobre la fundación en Ibarra en 1866, hasta el 15 de agosto, de 1868, fecha del terremoto de la ciudad, y luego, la construcción del convento al mismo tiempo que la reconstrucción de Ibarra, (lo que se llama «el retorno», en 28 de abril de 1873).

En 1876 se terminó la construcción del convento, y en 1877, la capilla «expiatoria», cuyo centenario lo celebramos en 1977. En 1906 hubo necesidad de la reconstrucción del convento debido a un deterioro prematuro impuesto por el clima.

Estos recuerdos quieren servir de homenaje filial a nuestra Santa Madre Teresa de Jesús, en el Cuarto Centenario de su gloriosa muerte, para que, en todo tiempo, nuestras hermanas vean en la Comunidad la viña que la Santa ha plantado en el Carmelo de Ibarra. Aquí, igual que en su querida patria, España, hay un palomar, como lo dice en un poema de su «Sonetario Teresiano», el poeta, señor Jorge I. Egas M., hermano de una de nuestras religiosas:
“PALOMARCITOS DE LA VIRGEN”

Cada estación de su andariega planta
es nuevo hogar florido de Carmelo;
un palomar, con cantos y revuelos,
donde ella es la paloma que más canta.

La chirriante carreta se agiganta,
creando al paso de polvoso vuelo
enjambres que se agitan rumbo al cielo,
que este «fíat» lo dijo otra voz santa.

Los almendros emergen florecidos
de primaveral beso iridiscente,
y las aves fabrican nuevos nidos.

Teresa, así, de ubicuidad potente,
palomares doquier deja prendidos,
como luceras prende el sol poniente.
PRESENTACION

Una feliz coincidencia, el cuarto centenario de la gloriosa muerte de nuestra santa Madre Teresa de Jesús, acaecida en Alba de Tornes, el 4 de octubre de 1582, y el centenario celebrado en este siglo, en 1966, de la erección canónica del monasterio del Carmen de Ibarra, con el titular de San José, nos obliga a rendir un homenaje recordatorio con la relación histórica de los acontecimientos de nuestra comunidad. Debido a la corrección gregoriana del calendario, al día siguiente de la muerte de nuestra Santa, sería día 15, fecha en que ha quedado fijada su fiesta.

Estas líneas, más que una expresión literaria, son una demostración de amor a nuestra santa Madre, a quien debemos conocerla con verdadero interés y afán de seguir sus sabias enseñanzas. Por esto juzgamos necesario dar una semblanza, aunque somera, de la Santa, y esto, más para nuestras hermanas que entran a la comunidad, obedientes al llamado de Dios en la vocación carmelitana.

Teresa de Jesús Cepeda y Ahumada nació en Ávila el 28 de marzo de 1515 y entró carmelita en el Convento de la Encarnación de dicha ciudad el 2 de noviembre de 1536, teniendo21 años, 7 meses y 6 días. En 24 de agosto dejó 1562 dejó sus ilustres apellidos que tanto le han ennoblecido, por los de Teresa de Jesús. Su vida y su obra, dones del Espíritu santo, han sido calificados por grandes pensadores y sobre todo por las Pontífices de la Iglesia. Así, el Papa San Gregorio: «Dios para llevar tan grande obra, colmó a Teresa abundantemente del espíritu de sabiduría e inteligencia, y de los tesoros de la gracia y su esplendor brilla como estrella.
Terminados los trámites de la, fundación, la marquesa Dionisia Pérez Manrique, que había enviudado, por muerte de su esposo, Don Baltazar Carlos de Vivero, el 6 de Octubre de 1728. Envió a Santa Fe de Bogotá a los comisionados para traer a Popayán a las fundadoras que salieron el 9 de septiembre de 1729; y llegaron a Popayán el 14 de octubre del mismo año. Para esto, la madre Rosa de San José, Priora del monasterio de Santa Fe, reunió a la comunidad, para saber cuáles de las religiosas se ofrecían para la fundación de Popayán, y les dijo, “¿Quiénes de nuestras hermanas tienen espíritu para la fundación de Popayán, para salir del claustro y marchar a esa ciudad y verificar la fundación del nuevo convento de Carmelitas Descalzas, que conforme a nuestra regla se solicita?”. AI momento la madre Bárbara Tomasa de la Santísima Trinidad (que fue la primera priora), la madre Feliciana de san Diego, la madre Brígida Gertrudis de Jesús María y José, la madre Tomasa de San Rafael y la hermana Rosa de San Joaquín, novicia, contestaron: «Que con el auxilio divino ellas se sentían animadas del espíritu de su Santa Madre Teresa de Jesús y que estaban prontas a marchar para realizar la nueva fundación de esa ciudad… “

La Marquesa recibió a las fundadoras y les dio en posesión una casa situada en la plaza mayor, que después la abandonaron por no poder disfrutar allí del retiro y la soledad, para su vida conventual. Entonces hizo la donación de otra casa y terreno, donde las monjas edificaron su convento e iglesia, y allí permanecieron hasta el día de la exclamación, el 28 de Julio de 1863.
LAS PRIMERAS RELIGIOSAS

Las primeras religiosas que entraron a este convento fueron dos señoras Velasco; siguió la madre María Manuela de la Encarnación Carvajal y Lasprilla (descendiente del duque de San Carlos en España). Fue quien hizo de su herencia donaciones cuantiosas e invirtió en bien de la comunidad y del culto cuanto estuvo a su disposición. Entre otras cosas se le debe el magnífico trono de Santa Teresa con chapas de muy buena plata. Fue superiora de 1745 a 1748; después priora por seis trienios, y murió el 16 de septiembre de 1798, de 85 años de edad y 66 de religiosa.

Siguieron entrando al Carmen las principales señoritas de la ciudad, atraídas por la perfecta observancia de la regla de Santa Teresa, y por ser el convento, desde su fundación, un emporio de virtudes evangélicas, y así llegaron al número de 21. La que ocupaba dicha plaza, de 21, se llamaba «preciosa», porque de esta se exigían varias cualidades que no se requerían para recibir a las demás. Así fue que desde la fundación en 1729 hasta que fueron exclaustradas, no hubo más que tres monjas «preciosas» en el Carmen: la madre Antonia de San José (Lemos), la madre María Teresa del Espíritu Santo (Carvajal), y la madre Juana María de San Rafael (Valencia y Quijano). Esta última vino a Ibarra en el exilio y murió en el terremoto de 1868.

 

EXCLAUSTRACION.

El 23 de abril de 1863 el gobierno colombiano dictó una ley por la cual se disolvían las comunidades religiosas, siendo presidente el payanés Gral. Tomás Cipriano de Mosquera. El 28 de julio de este mismo año de 1863 las 18 Carmelitas y su Priora, Carmen de Santa Ana (Rojas) fueron exclaustradas y se alojaron, durante 9 meses, en la casa de la señora Vicenta Hurtado Mosquera, parienta cercana del presidente. En esta casa murió la religiosa, lega, María Josefa de Santa Teresa (Alvear) de Almaguer, el 1o. de enero de 1864, a los 89 años de edad.

Se dijo que el 14 de octubre de 1729 llegaron a Popayán las fundadoras del convento de esta ciudad, y por el lapso de 15 años su benefactora y amiga, la marquesa Dionisia Pérez Manrique, las acompañó con su constante asistencia hasta su muerte acaecida el 31 de marzo de 1744. Ella, la verdadera fundadora de la Comunidad Carmelitana en Popayán, según se ha visto, ha de seguir, aún después de su muerte, derrochando sus beneficios religiosos y sociales, pues dejó de albacea y heredero al P. Lucas Bruno Sata.
Rector del Colegio de la compañía de Jesús, quien desempeño su encargo con pureza y prontitud en cumplimiento de la voluntad de la testadora.
PROTESTA.-
Las Madres Carmelitas al ser exclaustradas de su convento de Popayán se despidieron de su patria y de su amado retiro con la siguiente protesta:
“Al dejar el país natal, la patria nuestra y el convento en que hemos vivido tantos años de vida religiosa y tranquila y la iglesia en la cual hicimos los votos que nos ligaron a Dios y a la cual íbamos diariamente a derramar nuestras almas en la presencia del señor natural es creer que nos han decidido a hacerlo motivos bien graves superiores a los motivos humanos porque las tímidas esposas del señor que bienes temporales pueden ir a buscar a país extranjero en las casas de nuestras hermanas en las que seremos admitidas por caridad.
Que hay en el mundo que pudiera darnos valor para emprender un viaje largo, penoso, lleno de peligros a nosotras, ancianas muchas y todas sin la experiencia del mundo y solamente acostumbradas a la vida de retiro y soledad.
Solamente a quien no conoce el corazón humano por dar atribuirnos otro motivo, que el de conservar ileso el voto que hicimos cuando dejamos el hogar y la familia, para vivir como monjas del monasterio de nuestra señora del Carmen”
“La ley de 23 de abril sobre policía en materia cultos disolvió las comunidades religiosas y en su cumplimiento fuimos exclaustradas arrojadas de nuestra propia casa privadas aun de muchas cosas necesarias y obligadas a vivir en una casa en la que no podíamos encontrar las disposición material tan necesaria para vivir conforme a nuestra regla y aun en esta misma casa podemos tener seguridad de que otra ley no nos sacara de ella y nos separara las unas de las otras y acabara la Orden religiosa para nosotras. Que hombre del mundo no busca y quiere tranquilidad para los últimos días de su vida.
Nosotras creemos y así lo confesamos y Dios mediante así lo cumpliremos que los votos que ya hicimos, ningún Gobierno ninguna ley ´puede relajarlos, ni anularlos y que donde quiera que estemos somos Monjas obligadas a cumplirlos. Aceptar pues la exclaustración, vivir sin poder cumplir las prescripciones de nuestra religión, convenir en no tener Novaciano cuando tan graves males podemos evitarlos dejando la patria como ya fuimos obligadas a dejar el convento ese asilo querido más tiernos religiosos afectos seria apostatar y ser infieles a dios nuestro señor y olvidar la vida eterna preferible a toda razón humana. Por esto debimos adiós a nuestra morada de tantos años a nuestra iglesia en la que tantos consuelos nos concedió el señor el señor, alabamos y ensalzábamos su santo nombre y el de su sma. Madre bajo la invocación de Ntra. Será del Carmen y a nuestra patria en la que quedan nuestros padres, nuestros hermanos, nuestras familias, nuestros compatriotas y a nuestro llmo. Prelado el sr Dr. Pedro Antonio torres que en todos tiempos y en particular en estos de aflicción y prueba nos ha hecho tanto dadosas y caritativas que han mitigado la amargura de nuestra aflicción. Si, en presencia de dios declaramos que hemos vivido alejados de todo negocio humano que no hemos tenido participación en ninguno que hemos sido extrañas a todas las cuestiones que han divido el país y que en nuestro viaje solo buscamos lo que ya no se nos concede ni permite en nuestra patria, la libertad de vivir y morir cumpliendo con los votos que hicimos libre y espontánea voluntad”
“Antes de darse la ley mencionada la de manos muertas declaro que todos nuestros bienes provenientes de las dotes que llevamos al convento cuando profesamos y los que adquirimos por donaciones o legados que nos fueron hechos válidamente, pertenecían al Gobierno y que seriamos indemnizadas con una pensión vitalicia pegadera del tesoro público y cuando este desde muchos años atrás viene en notable déficit cuando los empleados públicos no reciben sus sueldos ¿podemos confiar en que a nosotros tenidas como seres inútiles por los hombres del mundo se nos hubiera pagado inútiles por los hombres del mundo se nos hubiera pagado esa renta. Pero bien pudiera haberse hecho el pago puntual.
Nuestro Smo. Padre el papa pio lX y el llmo Sr metropolitana han declarado que no debemos recibir esa renta viajera y nosotras como cristianas sumisas a la voz del Vicario de nuestro señor Jesucristo solo nos toca obedecer no de nuestro señor Jesucristo solo nos toca obedecer no de nuestro señor Jesucristo solo nos toca obedecer no de nuestro señor Jesucristo solo nos toca obedecer no podíamos hacer otra cosa que someternos a esa decisión.
A los que se crean superiores a este motivo podemos decirles también aceptarla seria convertir en el despojo de nuestra legitima propiedad inviolable garantizada por la constitución de la república y es de notarse que cuando se dio el decreto sobre desamortización la iglesia estaba independiente del estado y ante la ley nosotras solamente éramos granadinas del estado y ante la ley nosotras solamente éramos granadinas del estado y ante la ley nosotras solamente éramos granadinas tan legitimas propietarias como cualquier otro granadino. Fue pues un despojo que se hizo que nuestros bienes y este despojo se han apresurado a repararlo los gobiernos que lo han hecho en días calamitosos tan luego como la sociedad ha vuelto a su estado normal y la justicia al consejo de los que gobiernan.
La misma reparación se nos hará y no podemos nosotros la misma reparación se nos hará y no podemos nosotras debilitar este derecho perfecto admitiendo una pensión real o imaginaria reprobada por la iglesia y que repuja a nuestra conciencia
“De las consideraciones que anteceden se desprenden dos consecuencias lógicas: La ley de 23 de Abril solo nos dejó una alternativa apostatar, faltar a nuestros votos y perder nuestras almas o dejar este país para buscar la libertad de conciencia bien superno de que se nos quiere privar. La ley sobre conciencia bien superna de que se nos quiere privar. La ley sobre conciencia bien superna de que se nos quiere privar. La leu sobre desamortización nos ha dejado sin rentas, ni bienes y en la alternativa de morir de miseria o de buscar la caridad de nuestras hermanas en un país más feliz que el nuestro. Hasta hoy para vivir hemos necesitado vender las alhajas de que podríamos disponer. Esta doble alternativa la resolvemos dejando esta patria en ella quedan los huesos de nuestras hermanas como un monumento de lo que fue la piedad de nuestros padres y la dureza de los tiempos hemos alcanzado A él le pedimos fortaleza en los trabajos y del esperamos poder cantar sus alabanzas en su santo templo si vivimos o verle en la gloria sin morimos
“Y para dar a esta protesta la autenticidad legal firmamos dos ejemplares las Preladas Clavel arias y demás religiosas ante nuestra secretaria y entregamos el uno al Sr. Notario público de esta ciudad y el otro Sr. Notario eclesiástico de este obispado para que lo archiven en sus respectivas oficinas y conste en todo tiempo suplicándoles que así lo certifiquen en seguida. Popayán 1º. De Abril de 1864.- La priora Carmen de santa Ana la sub-priora y clavaria, María Rosa de san Joaquín, Ana maría de san Agustín, clavaria, Carmen del corazón de Jesús, Rosalía del corazón de maría, religiosas Carmen de san Eliseo, maría manuela de la Sma. Trinidad, sebastiano de san alias, Ana rosa de san José, Ana maría de la encarnación, mercedes de san juan de la cruz, maría de Jesús de los dolores, carlota del espíritu santo, Juana maría de san Rafael, feliz de Jesús y san miguel, maría ascensión de san Luis Gonzaga, Gregoria del Smo. Sacramento, clavaria y secretaria”
Dos de las religiosas exiliadas escribieron un delicado poema, donde palpita un sentimiento de dolor, muy elocuente como la sincera expresión de nostalgia de la patria con todos sus amores santos. Un comentarista dice “No serán (estos versos) de gran mérito literario, pero tienen la virtud más pura asociada a la inteligencia” y se titula:
DESPEDIDA
No pensamos jamás el separarnos
Ni un momento de este suelo
Mas, partir es preciso que así el cielo
En sus altos designios lo ordeno
Henchido el corazón está de pena
Nuestra frente agobiada de amargura
Mas, Dios nos da valor en la segura
Senda de la verdad que el señalo
Adiós patria querida ya marchamos
Por este estrecho pero fiel camino
No es el rudo capricho del destino
Que hoy de tu seno nos arranca atroz
Adiós padres y hermano bien queridos
Adiós amigos, tiernos bienhechores
Jamás olvidaremos los favores
Con que colmasteis nuestra vida Adiós
¡Oh! No es el nombre, es dios quien determina
Los destinos humanos en el mundo
Cuyo brazo potente sin segundo
A la iglesia sus fueros volverán
Conformes a sus órdenes estamos
Y cumpliendo los votos de obediencia
Que juramos seguimos la sentencia
Que en su trono dictáramos jehová
Adiós, oh patria en cuyo suelo quedan
Padres queridos, hermanos y parientes
Bien hechores y amigos indulgentes
Todos oíd nuestro eternal adiós
Dios el señor de quien criatura somos
Y a quien con tierno amor nos ofrecimos
Hoy en la fe de ciegas prometimos
Una espléndida prueba quiere ver
Y nosotras que humildes y postradas
Sus divinos decretos adoramos
A cumplirlos resueltas nos hallamos
Con ciego afecto y firme voluntad
No lloréis pues y en vez de vuestro llanto
Elevad al señor tierna alabanza
Pidiéndole sostenga la confianza
Que el débil siempre en su poder hallo
Pedidle si pedidle que no abandone
A sus pobres y débiles criaturas
En la senda tortuosa de amargura
Que su sabio querer les señalo
¡Adiós, adiós! En el alma os llevaremos
Sin olvidar la caridad ardiente
Con que enjugar supisteis diligentes
Nuestro llanto da pena ¡adiós! ¡Adiós!

VIAJE DE LAS RELIGIOSAS DE POPAYAN A QUITO
Salieron de Popayán la noche del 27 de abril del 1864 y lo tuvieron que hacer furtivamente evitando así que la gente se percatara. Para ésta peregrinación se pusieron bajo la protección de la Virgen del Carmen, del corazón de Jesús y el de María, de San Rafael arcángel, de San Miguel y de San José, y en cada jornada se escogió un Santo de la Orden.
Las primeras en salir fueron las siguientes seis religiosas: Sebastiana de San Elías, Carmen de San Eliseo, Ana Rosa de San José, Ana María de San Agustín, Felisa de Jesús, y San Miguel, y Juana María de San Rafael .En la primera jornada llegaron a la hacienda llamada “El Troje de Timbío”. Al día siguiente, es decir, el 28 de abril la Madre Superiora salió también de Popayán con las hermanas: Ana María de la Encarnación, Mercedes de San Juan de la Cruz, Carlota del Espíritu Santo, María Manuela de la Sma. Trinidad y Ascensión de San Luis Gonzaga, juntamente con la Madre Rosalía. Todas fueron a encontrarse en la hacienda del troje con las primeras. El 29, por fin, salieron las últimas religiosas: la Madre Priora Carmen de Santa Ana, la Secretaria Gregoria Del Smo Sacramento, María Jesús de los Dolores y la hermana Rosalía del corazón de María, las acompañaba el capellán Felipe Santiago López, cual Moisés que le sacara del nuevo Egipto hacia la Tierra Prometida. El 2 de mayo salieron del Timbío hacia Las Cruces. En el trayecto todas las personas que les veían pasar les manifestaban sus sentimientos de dolor hasta las lágrimas. Llegaron por la tarde a la parroquia de Dolores y se hospedaron en las casas de “Las Córdovas” hijas del famoso General Córdova. Las jornadas terminaban con gran fatiga y agotamiento, como era natural, pero siempre encontraron su recompensa en la generosa posada brindar en las parroquias “Los Arboles “,”Piedrarrica “,” El Bordo” y el ardiente “Patía”, cuyos habitantes, en su mayor numero negritos instaban a que se quedara la comunidad allí, al llegar a las herradura o Manguita hubo necesidad de improvisar una tolda que sirvió a medias para guarecerse de un torrencial aguacero. El paso del río Guachicono, de unos 60 metros de ancho. Resultó difícil y peligroso, pasaron por Mercaderes y Sombrerillos, el 12 de mayo entraban en la montaña trágica de Berruecos el lugar del vil asesinato del Mariscal Antonio José Del Sucre, y también del célebre general y literato payanes, Julio Arboleda. Conocieron las sepulturas de los grandes personajes de la historia. Había tema para meditar en las palabras en la “Imitación de Cristo “, “Sic transit gloria mundi “. –Así pasa la gloria del mundo -. Apenas un año y medio guardaba en su seno la tierra los restos de su Gral. Arboleda según la loza en que se leía la fecha fatal: 12 de noviembre de 1862.
Siguiendo el camino casi infernal, peligroso y malo, debido principalmente a las lluvias torrenciales, cayeron al suelo arrojadas por las bestias cuatro religiosas, entre ellas la Madre Priora; pero al fin llegaron a Olaya. El 13 de mayo les toco pasar por la tarabita del Juanambú; luego, por la hacienda de Meneses y Ortega, y desde el Alto de Aranda divisaron, por fin, como la Tierra de Promisión a Pasto, con su hermoso panorama, y el 15 llegaban a esta ciudad, hospedándose en casa del Sr. Blas Bucheli. Demoraron en Pasto 15 días para reponerse del cansancio y las enfermas para medicinarse. El Sr. Manuel Guzmán ,Gobernador, las dispensó muchos e importantes servicios, lo mismo que las gentes de Pasto con sus atenciones y obsequios, el padre Gabriel Rojas les dio sus limosnas, y el Dr. Tomás Rubio, medico distinguido del lugar, les atendió con esmero y gratuitamente. En esos días recibieron cartas de la Madre Clara de San José, Priora del Carmen Bajo de Quito.
SALIDA DE PASTO
El 31 de mayo de 1864 salieron la religiosas de Pasto, y llegaron a Yacuanquer, donde fueron atendidas con suma amabilidad por el Sr. Cura Rufino Santacruz ,el 1° de junio continuaron el viaje, no sin antes despedirse de los pobladores que lloraban presenciando la triste peregrinación de religiosas perseguidas y expulsadas como si fueran criminales, como ellos decían. La contemplación de campos tan hermosas y fecundos, bien cultivados, desbordando su polícroma y exuberante vegetación, suavizó el cansancio y el dolor de la partida .Llegaron a Santa Rosa, Hacienda del Sr. Benlcazar quien les brindo atento hospedaje. Allí recibieron departe del Dr. Chaves y por intermedio del Sr. Cura del Túquerres, Dr. Benavides, una carga de víveres .llegaron a Sapuyes donde pernoctaron cómodamente, gracias a la atención del Dr. Ángel Jurado, cura de esa población. El día 3 continuaron la marcha hacia Ipiales, pasando por Pupilaes y fueron hospedadas por el Pbro. Urbano en su casa conventual, muy grande y cómoda. No podía faltar la visita al famoso Santuario de las Lajas. Al día siguiente, allí pueden admirar al fino del arrobamiento la iglesia de las Breñas y Peñascos, de los precipicios y abismos, el “Nido de Oropéndola”, como lo llamo algún piadoso e inspirado poeta. A sus plantas depositaron todos sus trabajos, desgracias y privaciones a que estaban sometidas, presentes estos entrelazados con las flores casi silvestres que brotan estos abruptos peñascos.
PASO DE LA FRONTERA
El 5 de junio pasaban la frontera Colombo –Ecuatoriana con el explicable desgarrón del pecho al dejar los lares queridos, su tierra natal. Al pisar tierra ecuatoriana entonaron el “Te Deum” al llegar a lo que llamaron Tierra de Promisión, desde la nueva Babilonia. A las 4 p.m. entraron a Tulcán por entre arcos, banderas, música y repiques de campanas. un rio de gente había salido al encuentro , con un jubilo desbordante a decir de la felicidad que constituía recibir en tierra ecuatoriana una reliquia granadina .El 6 llegaron a Huaca , y el 7 pasaron a Tusa ( Hoy San Gabriel ),y pidieron hospedaje en la hacienda “ Cuesaca ” el Sr. Modesto Larrea , pero les fue negado ,siguieron entonces al pueblo de Puntal (hoy Bolívar), donde les recibió la Sra. Mercedes Grijalva , cariñosamente, aunque los chinches se encargaron de hacerles pasar una mala noche .El 8 , en el punto el Troje , tuvieron que acomodarse en un salón reñido con la higiene pero Dios que era su grata compañía les dio el consuelo de recibir, esa noche , carta de Madre Abadesa del Monasterio de Conseptas de Ibarra quien había despachado un posta con gran oportunidad. Con dicha carta invitaba a las viajeras a que llegaran a su convento. Siguiendo la marcha llegaron al Chota ardiente y el mismo calor excesivo el polvo y la sed impulsaron un ascenso casi desesperado hacia la altura , con ansias de un aire puro y fresco .así culminaron a lo alto de Aloburo , desde donde podían admirar ya el hermoso valle de la Provincia de Imbabura y luego la bota inmensa de agua verdosa que se llama Yahuarcoca .A Aloburo habían salido al encuentro de varios eclesiásticos , como el Sr. Vicario , el Capellán de las Conceptas , el Padre Prior de Santo Domingo y el Sr. Cura . A poco hicieron la entrada a la ciudad de Ibarra, donde las campanas de todos los templos repicaban alegres, y el convento de las Conceptas estaba adornado con banderas y colgaduras. Allí fue el abrazo de las religiosas de una y otra comunidad, en que se fundieron, con lágrimas de dolor y alegría, aun tiempo, la fraterna unión y la gratitud.
Diez días habían hecho de Pasto a Ibarra y luego de tres de descaso, o sea el 13 de junio fue la fecha de salida hacia Quito .Pasando por San Antonio llegaron a Peguche y se hospedaron en la hermosa cas del Sr. Jijón .bordeando el lago San Pablo, coronaron el alto de Cajas, desde donde se puede divisar, en toda su magnificencia y majestad, al Imbabura, al Cotacachi y al plateado Cayambe. Al llegar al Tabacundo se hospedaron en la casa cura del Dr. Genaro Gomes. Era el ya 15 de junio y había que seguir adelante, aunque con algunas incidencias, como la caída de M. Priora en la quebrada de la Chorrera, habiéndose golpeado fuertemente el pie. Al fin, arribaron por la noche a Guayabeaba donde pernoctaron aunque incómodamente.
LLEGADA A QUITO
El 16 de junio hacia la vigésima sexta jornada y también la última de Popayán a Quito a las 11 de la mañana salieron de Carapúngo y a poco se encontraron algunas personas colombianas que habían salido a recibir a las religiosas, sus paisanas.
Entre estas personas se hallaban el Sr. Camilo Arboleda, el Sr. Francisco Urrutia, el Sr. Pablo Velasco, el Sr. Manuel Enríquez y otros, y las Sras. Margarita Diez y hermana, Natalia Pombo y otras, así acompañadas llegaron a la hacienda La Carolina de la Sra. Virginia klinger .allí estaban presentes los capellanes del Carmen Alto y del Carmen Bajo .Se les ofreció el coche de las Sra. Klinger, que fue ocupado por M. Superiora y tres religiosas más, hasta el Carmen Bajo. Cuando se disponían a entra a Quito las demás en sus cabalgaduras, estaba de vuelta el coche que sirvió para otros viajes. Cerca delas 7 p.m. estaban todas en el monasterio indicado. La M. Priora del Carmen Bajo, al recibirlas sintió llenarse el corazón de dicha al ver realizado su anhelo expresado cuando las invitó a su monasterio.
La relación del viaje de las religiosas desde Popayán a Quito, en la frontera descrita, está basada en la del Sr. Venceslao López, sobrino del Dr. Felipe Santiago López, Capellán de las MM. Carmelitas. La carta de Don. Venceslao, dirigida a M. Clara de San José el 8 de julio de 1864 dice lo siguiente: “Suplico a las RR. Madres y a toda la Comunidad, hagan el favor de dispensarme por presentarles tan mal escrito este memorial del viaje .Movido solamente por el deseo de que la R.M. Clara y su santa Comunidad sepan las aventuras de sus hermanas en religión, me obligo a borronear y narrar los episodios desde que la Comunidad salió de Popayán hasta llegar a este sagrado asilo”.
Hemos de aclarar, además, que la narración del viaje aquí referida en un resumen bastante apretado del relato del Sr. Venceslao López, y éste resumen y algunas oportunas acotaciones y comentarios se deben a la pluma del Sr. Jorge Egas, anteriormente mencionado como hermano de una de nuestras religiosas, a quien las MM. Del Carmen de Ibarra encargaron hacer este trabajo con ocasión del centenario de su convento, para la publicación en el diario “La Verdad”. Trabajo y cooperación no menos importantes han sido las de una religiosa de esta Comunidad, quien ha tenido el encargo y la gran tarea, paciente y tesonera, de recoger datos y seleccionarlos para esta obra que quisiera ser recuerdo perdurable de esta Casa Carmelitana. Para no empañar la humildad de dicha religiosa no se nos ha permitido decir su nombre, y para estar de acuerdo con las palabras de un sabio Obispo Carmelita, al hacer el elogio de Santa Teresa: “…El claustro no es tan sólo silencio y retiro: es pobreza que reduce la vida a la humildad de un rincón de amor…”. Y nosotros quisiéramos añadir que desde ese rincón despega hacia el cielo la oración, y centellea (como las estrellas de fuego de un yunque) el trabajo, como se demuestra luego en páginas venideras.
LA VIA DOLOROSA.
Habíamos anotado la fecha de salida de Popayán el 27 de abril de 1864 y la llegada a Quito el 16 de junio del mismo año, es decir 50 días de duro peregrinaje. Si comparamos hoy. Que el mundo ha cambiado y progresado tanto en cien años, con lo que fueron nuestros caminos y son ahora las carreteras y medios de locomoción, podemos considerar mejor cuánto sufrimiento de las religiosas desterradas de Colombia. Hicieron 50 días con los indispensables y escasos descansos; pero qué jornadas las de esa vía dolorosa. Las hemos visto, a través de esta narración, y M.Carmen de Santa Ana (Rojas), Priora de las carmelitas de Popayán, completa con algunas escenas rayanas en el heroísmo, como aquel paso por la montaña de Berruecos, tan áspera y quebrada, donde algunas religiosas cayeron del caballo, anduvieron a pie, entre el agua y el lodo, casi sin aliento, descalzas en gran parte y con la ropa enteramente mojada. Solamente con una mirada en lo alto, en contemplación mística de los tormentos del Calvario, podríanse soportar estos trabajos y dolores, a imitación del Mártir por excelencia, porque El mismo sentenció que “el discípulo no puede ser mayor, ni mejor considerado que el Maestro”.
FUNDACION DEL MONASTERIO EN IBARRA.
Dos años vivieron las religiosas hospedadas en el Carmen Bajo de Quito, haciendo vida común en todo, pero cada comunidad observaba la obediencia a su Prelada. Mutuamente se edificaban con su conducta religiosa y actos de virtud, compartiendo los trabajos y pesares, que son naturales, pero también gozando de paz y tranquilidad que proporcionan la caridad y fraternidad conventual. El 25 de noviembre de 1864 murió R.M. Rosalía del Corazón de María, natural de Cali, a los 71 años. Fue sepultada en una bóveda del panteón de este convento.
En 1866 vinieron a Ibarra para la primera fundación del llamado Carmen Antiguo. Para ello vendieron, con permiso de la Santa Sede (en ese entonces reinaba el Sumo Pontífice Pío IX), algunos vasos sagrados y alhajas preciosas que trajeron de Popayán. Con esa venta compraron unas casas y un solar en 1.900 pesos, y pagaron por alcabala 152. Se trataba de una casa situada en el barrio de San Blas, de propiedad del Dr. Víctor Gómez Jurado (abuelo de las MM. citadas). Realizada la compra antedicha, M. Priora hizo la solicitud, para la fundación canónica del monasterio, al Rvmo. Sr. Dr. Arsenio Andrade, Administrador Apostólico. Luego viene el acuerdo del Imo. Sr. Dr. José María Yerovi, Obispo Auxiliar del Arzobispado de Quito, y el Imo. Dor. José Ignacio Checa, Obispo electo para la Diócesis de Ibarra. En el histórico acontecimiento se hallaban 13 religiosas presentes; una ausente por enfermedad en Popayán, M. Carmen del Corazón de Jesús, de quien se debe recordar que acompañó hasta su muerte, en espíritu, a su comunidad, y no dejó de enviar sus limosnas. Dos religiosas se quedaron en Quito, una de ellas, Madre Carlota del E. S. que pasó al Carmen Alton en cuanto llegaron a Popayán. Entonces, las componentes de la comunidad son: Carmen de Santa Ana, Priora, Rosa de San Joaquín, Superiora, Gregoria del Santísimo Sacramento, Secretaria y Clavaria, Ana María de Sán Agustín, Carmen de San Eliseo, Sebastiana de San Elías, Rosa de San José, María Manuela de la Santísima Trinidad, María Jesús de los Dolores, Feliza de Jesús y María, Juana María de San Rafael (de velo negro), Carmen del Corazón de Jesús, María Josefa de la Concepción, (también de velo negro), y Ascensión de San Luis Gonzaga (de velo blanco). Todas ellas fueron declaradas fundadoras, de acuerdo con su Excia. El Presidente de la República, Don Jerónimo Carrión, según oficio de 2 de octubre de 1866. Acompañaban a la comunidad 5 criadas y 2 muchachas. Fue su Capellán el P. Felipe Santiago López que no las abandonó hasta su muerte.
ESCRITURA DE LAS CASAS
La escritura de la compra de las casas y solar mencionados se halla en estos términos: “En la ciudad de Ibarra a 14 de julio de 1866 ante mí, el Escribano del Número y Hacienda y testigos que abajo suscribirán sus nombres, pareció presente el Sr. Amadeo Paéz, de este vecindario, a quien doy fe, conozco y me entregó un certificado conferido por el Sr. Tesorero, el que a más de ir agregado a este respecto, copiado a la letra es como sigue: ”Matías Mariano Garzón, Tesorero accidental de la Provincia de Imbabura, testifica: Que el Sr. Dr. Dn. Beningno Cevallos satisfizo ciento cincuenta y dos pesos en billetes por la alcabala doble de mil novecientos pesos, en que vende el Sr. Amadeo Páez una casa situada en el barrio de San Blas, de esta ciudad, a la R.M. Priora del Monasterio de Carmelitas descalzas de Popayán, Sor Carmen Rojas de Santa Ana , costa de partida tercera de fojas veinte y nueve del libro diario del corriente año.- Tesorería de Hacienda de la Provincia de Imbabura .- Ibarra, julio trece de mil ochocientos sesenta y seis.- Matías Mariano Garzón.- Va fielmente copiado a que me remito, en cuya conformidad dice: Que tiene y posee en propiedad unas casas grandes cubiertas de teja a dos aguas con un retasillo de huerta, situadas en el barrio de San Blas de esta ciudad, que se componen de cuatro ángulos con sus respectivos corredores, piezas de servicio, patio y saguán, todas con sus puertas respectivas, que las hubo y adquirió por compra hecha al Sr. Víctor Gómez Jurado de este vecindario, por instrumento extrajudicial que lo otorgó a su favor, y como aún todavía no le ha celebrado la correspondiente escritura pública, concurre confesado ser efectiva la venta hecha de sus casas al Sr. Páez, y suscribiendo en su virtud este instrumento; que mediante este título justo de adquisición se ha mantenido en quieta y pacífica posesión de las referidas casas hasta el presente, en que como dueño legítimo ha deliberado venderlas, y a su efecto tiene celebrado y ajustado contrato de compra-venta con el Sr. Dr. José Benigno Cevallos, Abogado de los Tribunales del Monasterio de Carmelitas descalzas del Monasterio de Popayán, según resulta del poder que le he conferido, el que copiado a la letra es del tenor siguiente:
“En Quito a diez de julio de mil ochocientos sesenta y seis, ante el presente Escribano Público y testigos que suscriben, compareció en el locutorio del Monasterio de nueva fundación de Carmelitas, la R.M. Carmen Rojas de Santa Ana, a quien la conozco, doy fe, otorga: Que por el presente confiere todo su poder amplio y general y bastante, tal como en derecho se requiere y es necesario para valer, al Sr. Dr. D. José Benigno Cevallos, vecino del Cantón de Ibarra, para que en nombre y representación de la persona, derechos y acciones de la R.M. poderdante, y previa la licencia que se adjunta, del Sr. Gobernador de esta Arquidiócesis, pueda comparecer ante las Justicias de esta ciudad, u otras partes, mostrándose parte formal y hacer ante ellas las diligencias que crea convenientes , al efecto le confiere las facultades siguientes: La de poder recusar a los Ministros de ambas Cortes, Jueces inferiores y demás funcionarios judiciales, alzándoles las recusas y conviniéndose o no con las excusas que se propongan, y aún prorrogándoles jurisdicción o negándoles, para que en los períodos probatorios, presente toda clase de pruebas y tache las del contrario; para que pueda otorgar una escritura de compra de una casa en la ciudad de Ibarra y otras diligencias concernientes a este respecto según las instrucciones que a este objeto le conferirá a su debido tiempo; pudiendo hacer como la R.M. poderante lo haría de presente; pudiendo además sustituir el presente en una o más personas y las veces que necesario fuera, y relevándole de costas en forma legal, lo firman los testigos presentes que lo fueron los Sres. Bernabé Loza, José Moreno y José Antonio Manosalvas, de que doy fe – Carmen de Santa Ana Rojas, sigue una cruz. Testigo, Bernabé Loza- Testigo, José Moreno – Testigo, José Antonio Manosalvas – Ante mí. Nicolás García, Escribano público”.
LICENCIA PARA OTORGAR EL PODER
“AA solicitud de la M.R.M. Priora, Carmen Rojas de Santa Ana de la Comunidad de Carmelitas de Popayán, concedemos licencia para que pueda otorgar un poder al Sr. Dr. José Benigno Cevallos, a fin de que, con él pueda participar algunos negocios relativos a la Comunidad – Quito, Julio a diez de mil ochocientos sesenta y seis – El Gobernador del Arzobispado.”
“Así consta de la Matriz a cuya otorgamiento estuve presente y en fe de ello lo sello y firmo – Hay un signo – Nicolás García, Escribano Público – Queda literalmente copiado, y a su consecuencia se le devolvió al interesado el citado poder”.
“Bajo de este concepto y hallándose legitimada la personería del Sr. Dr. Cevallos y ajustado el citado contrato, le ha pedido, que para la seguridad de la R.M. Priora y de su Vble, Comunidad, le otorgue la correspondiente escritura pública y por ser justo ha venido en ello, y poniéndolo en ejecución en aquella vía y forma que más firme sea en derecho, otorga: Que por sí y en nombre de sus herederos y sucesores presentes y futuros venda para siempre el personero de la R.M. Priora de Carmelitas, para ella y su Comunidad, las enunciadas casas en la forma en que quedan ya referidas; bajo de los linderos, que son: por la calle, entrada pública en medio con huerta de las casas del Sr. José Vinueza, por abajo, parte con casa y huerte del Sr. Santigo Gonzáles y parte con huerta del Sr. Chamorro, por un lado con casa y huerta del mismo Chamorro Manuel, y por el otro, con casa y huerta del Sr. Juan José Chaves, calle pública en medio . Declarando el otorgante no tener vendidas, enajenadas empeñadas dichas casa y huerta, y que están libres de tributo, memoria, capellanía, vínculo, patronato y cualquiera otra especia de gravamen, y que como tales se las vende con todas sus entradas y salidas, servidumbres y demás cosas que anexas tiene y le pertenecen conforme a derecho, en el valor de mil novecientos pesos de contado, de éstos, confiesa el vendedor tener recibidos mil pesos a su contento y satisfacción y por no parecer de presente su entrega y recibo, renuncia la ley novena del título primero, partida quinta, con lo que a este respecto dispone el Código Civil, y los novecientos pesos de resto a satisfacerle dentro del término de seis meses, contados desde esta fecha en adelante sin ningún interés y con hipoteca de las mismas casas para su seguridad; debiéndose advertir que es de la cuenta de la compradora el derecho de alcabala y el costo de esta escritura”.
El Sr. Gobernador de Imbabura, Dr. Benigno Grijalva, en nota dirigida a Madre Priora , dice, en términos muy comedidos de un católico convencido, de lo grato y consolador que es esta fundación, y que se “honra en ofrecerles sus servicios particulares y públicos”.
mencionado como hermano de una de nuestras religiosas, a quien las MM. Del Carmen de Ibarra encargaron hacer este trabajo con ocasión del centenario de su convento, para la publicación en el diario “La Verdad”. Trabajo y cooperación no menos importantes han sido las de una religiosa de esta Comunidad, quien ha tenido el encargo y la gran tarea, paciente y tesonera, de recoger datos y seleccionarlos para esta obra que quisiera ser recuerdo perdurable de esta Casa Carmelitana. Para no empañar la humildad de dicha religiosa no se nos ha permitido decir su nombre, y para estar de acuerdo con las palabras de un sabio Obispo Carmelita, al hacer el elogio de Santa Teresa: “…El claustro no es tan sólo silencio y retiro: es pobreza que reduce la vida a la humildad de un rincón de amor…”. Y nosotros quisiéramos añadir que desde ese rincón despega hacia el cielo la oración, y centellea (como las estrellas de fuego de un yunque) el trabajo, como se demuestra luego en páginas venideras.
LA VIA DOLOROSA.
Habíamos anotado la fecha de salida de Popayán el 27 de abril de 1864 y la llegada a Quito el 16 de junio del mismo año, es decir 50 días de duro peregrinaje. Si comparamos hoy. Que el mundo ha cambiado y progresado tanto en cien años, con lo que fueron nuestros caminos y son ahora las carreteras y medios de locomoción, podemos considerar mejor cuánto sufrimiento de las religiosas desterradas de Colombia. Hicieron 50 días con los indispensables y escasos descansos; pero qué jornadas las de esa vía dolorosa. Las hemos visto, a través de esta narración, y M.Carmen de Santa Ana (Rojas), Priora de las carmelitas de Popayán, completa con algunas escenas rayanas en el heroísmo, como aquel paso por la montaña de Berruecos, tan áspera y quebrada, donde algunas religiosas cayeron del caballo, anduvieron a pie, entre el agua y el lodo, casi sin aliento, descalzas en gran parte y con la ropa enteramente mojada. Solamente con una mirada en lo alto, en contemplación mística de los tormentos del Calvario, podríanse soportar estos trabajos y dolores, a imitación del Mártir por excelencia, porque El mismo sentenció que “el discípulo no puede ser mayor, ni mejor considerado que el Maestro”.
FUNDACION DEL MONASTERIO EN IBARRA.
Dos años vivieron las religiosas hospedadas en el Carmen Bajo de Quito, haciendo vida común en todo, pero cada comunidad observaba la obediencia a su Prelada. Mutuamente se edificaban con su conducta religiosa y actos de virtud, compartiendo los trabajos y pesares, que son naturales, pero también gozando de paz y tranquilidad que proporcionan la caridad y fraternidad conventual. El 25 de noviembre de 1864 murió R.M. Rosalía del Corazón de María, natural de Cali, a los 71 años. Fue sepultada en una bóveda del panteón de este convento.
En 1866 vinieron a Ibarra para la primera fundación del llamado Carmen Antiguo. Para ello vendieron, con permiso de la Santa Sede (en ese entonces reinaba el Sumo Pontífice Pío IX), algunos vasos sagrados y alhajas preciosas que trajeron de Popayán. Con esa venta compraron unas casas y un solar en 1.900 pesos, y pagaron por alcabala 152. Se trataba de una casa situada en el barrio de San Blas, de propiedad del Dr. Víctor Gómez Jurado (abuelo de las MM. citadas). Realizada la compra antedicha, M. Priora hizo la solicitud, para la fundación canónica del monasterio, al Rvmo. Sr. Dr. Arsenio Andrade, Administrador Apostólico. Luego viene el acuerdo del Imo. Sr. Dr. José María Yerovi, Obispo Auxiliar del Arzobispado de Quito, y el Imo. Dor. José Ignacio Checa, Obispo electo para la Diócesis de Ibarra. En el histórico acontecimiento se hallaban 13 religiosas presentes; una ausente por enfermedad en Popayán, M. Carmen del Corazón de Jesús, de quien se debe recordar que acompañó hasta su muerte, en espíritu, a su comunidad, y no dejó de enviar sus limosnas. Dos religiosas se quedaron en Quito, una de ellas, Madre Carlota del E. S. que pasó al Carmen Alton en cuanto llegaron a Popayán. Entonces, las componentes de la comunidad son: Carmen de Santa Ana, Priora, Rosa de San Joaquín, Superiora, Gregoria del Santísimo Sacramento, Secretaria y Clavaria, Ana María de Sán Agustín, Carmen de San Eliseo, Sebastiana de San Elías, Rosa de San José, María Manuela de la Santísima Trinidad, María Jesús de los Dolores, Feliza de Jesús y María, Juana María de San Rafael (de velo negro), Carmen del Corazón de Jesús, María Josefa de la Concepción, (también de velo negro), y Ascensión de San Luis Gonzaga (de velo blanco). Todas ellas fueron declaradas fundadoras, de acuerdo con su Excia. El Presidente de la República, Don Jerónimo Carrión, según oficio de 2 de octubre de 1866. Acompañaban a la comunidad 5 criadas y 2 muchachas. Fue su Capellán el P. Felipe Santiago López que no las abandonó hasta su muerte.
ESCRITURA DE LAS CASAS
La escritura de la compra de las casas y solar mencionados se halla en estos términos: “En la ciudad de Ibarra a 14 de julio de 1866 ante mí, el Escribano del Número y Hacienda y testigos que abajo suscribirán sus nombres, pareció presente el Sr. Amadeo Paéz, de este vecindario, a quien doy fe, conozco y me entregó un certificado conferido por el Sr. Tesorero, el que a más de ir agregado a este respecto, copiado a la letra es como sigue: ”Matías Mariano Garzón, Tesorero accidental de la Provincia de Imbabura, testifica: Que el Sr. Dr. Dn. Beningno Cevallos satisfizo ciento cincuenta y dos pesos en billetes por la alcabala doble de mil novecientos pesos, en que vende el Sr. Amadeo Páez una casa situada en el barrio de San Blas, de esta ciudad, a la R.M. Priora del Monasterio de Carmelitas descalzas de Popayán, Sor Carmen Rojas de Santa Ana , costa de partida tercera de fojas veinte y nueve del libro diario del corriente año.- Tesorería de Hacienda de la Provincia de Imbabura .- Ibarra, julio trece de mil ochocientos sesenta y seis.- Matías Mariano Garzón.- Va fielmente copiado a que me remito, en cuya conformidad dice: Que tiene y posee en propiedad unas casas grandes cubiertas de teja a dos aguas con un retasillo de huerta, situadas en el barrio de San Blas de esta ciudad, que se componen de cuatro ángulos con sus respectivos corredores, piezas de servicio, patio y saguán, todas con sus puertas respectivas, que las hubo y adquirió por compra hecha al Sr. Víctor Gómez Jurado de este vecindario, por instrumento extrajudicial que lo otorgó a su favor, y como aún todavía no le ha celebrado la correspondiente escritura pública, concurre confesado ser efectiva la venta hecha de sus casas al Sr. Páez, y suscribiendo en su virtud este instrumento; que mediante este título justo de adquisición se ha mantenido en quieta y pacífica posesión de las referidas casas hasta el presente, en que como dueño legítimo ha deliberado venderlas, y a su efecto tiene celebrado y ajustado contrato de compra-venta con el Sr. Dr. José Benigno Cevallos, Abogado de los Tribunales del Monasterio de Carmelitas descalzas del Monasterio de Popayán, según resulta del poder que le he conferido, el que copiado a la letra es del tenor siguiente:
“En Quito a diez de julio de mil ochocientos sesenta y seis, ante el presente Escribano Público y testigos que suscriben, compareció en el locutorio del Monasterio de nueva fundación de Carmelitas, la R.M. Carmen Rojas de Santa Ana, a quien la conozco, doy fe, otorga: Que por el presente confiere todo su poder amplio y general y bastante, tal como en derecho se requiere y es necesario para valer, al Sr. Dr. D. José Benigno Cevallos, vecino del Cantón de Ibarra, para que en nombre y representación de la persona, derechos y acciones de la R.M. poderdante, y previa la licencia que se adjunta, del Sr. Gobernador de esta Arquidiócesis, pueda comparecer ante las Justicias de esta ciudad, u otras partes, mostrándose parte formal y hacer ante ellas las diligencias que crea convenientes , al efecto le confiere las facultades siguientes: La de poder recusar a los Ministros de ambas Cortes, Jueces inferiores y demás funcionarios judiciales, alzándoles las recusas y conviniéndose o no con las excusas que se propongan, y aún prorrogándoles jurisdicción o negándoles, para que en los períodos probatorios, presente toda clase de pruebas y tache las del contrario; para que pueda otorgar una escritura de compra de una casa en la ciudad de Ibarra y otras diligencias concernientes a este respecto según las instrucciones que a este objeto le conferirá a su debido tiempo; pudiendo hacer como la R.M. poderante lo haría de presente; pudiendo además sustituir el presente en una o más personas y las veces que necesario fuera, y relevándole de costas en forma legal, lo firman los testigos presentes que lo fueron los Sres. Bernabé Loza, José Moreno y José Antonio Manosalvas, de que doy fe – Carmen de Santa Ana Rojas, sigue una cruz. Testigo, Bernabé Loza- Testigo, José Moreno – Testigo, José Antonio Manosalvas – Ante mí. Nicolás García, Escribano público”.
LICENCIA PARA OTORGAR EL PODER
“AA solicitud de la M.R.M. Priora, Carmen Rojas de Santa Ana de la Comunidad de Carmelitas de Popayán, concedemos licencia para que pueda otorgar un poder al Sr. Dr. José Benigno Cevallos, a fin de que, con él pueda participar algunos negocios relativos a la Comunidad – Quito, Julio a diez de mil ochocientos sesenta y seis – El Gobernador del Arzobispado.”
“Así consta de la Matriz a cuya otorgamiento estuve presente y en fe de ello lo sello y firmo – Hay un signo – Nicolás García, Escribano Público – Queda literalmente copiado, y a su consecuencia se le devolvió al interesado el citado poder”.
“Bajo de este concepto y hallándose legitimada la personería del Sr. Dr. Cevallos y ajustado el citado contrato, le ha pedido, que para la seguridad de la R.M. Priora y de su Vble, Comunidad, le otorgue la correspondiente escritura pública y por ser justo ha venido en ello, y poniéndolo en ejecución en aquella vía y forma que más firme sea en derecho, otorga: Que por sí y en nombre de sus herederos y sucesores presentes y futuros venda para siempre el personero de la R.M. Priora de Carmelitas, para ella y su Comunidad, las enunciadas casas en la forma en que quedan ya referidas; bajo de los linderos, que son: por la calle, entrada pública en medio con huerta de las casas del Sr. José Vinueza, por abajo, parte con casa y huerte del Sr. Santigo Gonzáles y parte con huerta del Sr. Chamorro, por un lado con casa y huerta del mismo Chamorro Manuel, y por el otro, con casa y huerta del Sr. Juan José Chaves, calle pública en medio . Declarando el otorgante no tener vendidas, enajenadas empeñadas dichas casa y huerta, y que están libres de tributo, memoria, capellanía, vínculo, patronato y cualquiera otra especia de gravamen, y que como tales se las vende con todas sus entradas y salidas, servidumbres y demás cosas que anexas tiene y le pertenecen conforme a derecho, en el valor de mil novecientos pesos de contado, de éstos, confiesa el vendedor tener recibidos mil pesos a su contento y satisfacción y por no parecer de presente su entrega y recibo, renuncia la ley novena del título primero, partida quinta, con lo que a este respecto dispone el Código Civil, y los novecientos pesos de resto a satisfacerle dentro del término de seis meses, contados desde esta fecha en adelante sin ningún interés y con hipoteca de las mismas casas para su seguridad; debiéndose advertir que es de la cuenta de la compradora el derecho de alcabala y el costo de esta escritura”.
El Sr. Gobernador de Imbabura, Dr. Benigno Grijalva, en nota dirigida a Madre Priora , dice, en términos muy comedidos de un católico convencido, de lo grato y consolador que es esta fundación, y que se “honra en ofrecerles sus servicios particulares y públicos”.
mencionado como hermano de una de nuestras religiosas, a quien las MM. Del Carmen de Ibarra encargaron hacer este trabajo con ocasión del centenario de su convento, para la publicación en el diario “La Verdad”. Trabajo y cooperación no menos importantes han sido las de una religiosa de esta Comunidad, quien ha tenido el encargo y la gran tarea, paciente y tesonera, de recoger datos y seleccionarlos para esta obra que quisiera ser recuerdo perdurable de esta Casa Carmelitana. Para no empañar la humildad de dicha religiosa no se nos ha permitido decir su nombre, y para estar de acuerdo con las palabras de un sabio Obispo Carmelita, al hacer el elogio de Santa Teresa: “…El claustro no es tan sólo silencio y retiro: es pobreza que reduce la vida a la humildad de un rincón de amor…”. Y nosotros quisiéramos añadir que desde ese rincón despega hacia el cielo la oración, y centellea (como las estrellas de fuego de un yunque) el trabajo, como se demuestra luego en páginas venideras.
LA VIA DOLOROSA.
Habíamos anotado la fecha de salida de Popayán el 27 de abril de 1864 y la llegada a Quito el 16 de junio del mismo año, es decir 50 días de duro peregrinaje. Si comparamos hoy. Que el mundo ha cambiado y progresado tanto en cien años, con lo que fueron nuestros caminos y son ahora las carreteras y medios de locomoción, podemos considerar mejor cuánto sufrimiento de las religiosas desterradas de Colombia. Hicieron 50 días con los indispensables y escasos descansos; pero qué jornadas las de esa vía dolorosa. Las hemos visto, a través de esta narración, y M.Carmen de Santa Ana (Rojas), Priora de las carmelitas de Popayán, completa con algunas escenas rayanas en el heroísmo, como aquel paso por la montaña de Berruecos, tan áspera y quebrada, donde algunas religiosas cayeron del caballo, anduvieron a pie, entre el agua y el lodo, casi sin aliento, descalzas en gran parte y con la ropa enteramente mojada. Solamente con una mirada en lo alto, en contemplación mística de los tormentos del Calvario, podríanse soportar estos trabajos y dolores, a imitación del Mártir por excelencia, porque El mismo sentenció que “el discípulo no puede ser mayor, ni mejor considerado que el Maestro”.
FUNDACION DEL MONASTERIO EN IBARRA.
Dos años vivieron las religiosas hospedadas en el Carmen Bajo de Quito, haciendo vida común en todo, pero cada comunidad observaba la obediencia a su Prelada. Mutuamente se edificaban con su conducta religiosa y actos de virtud, compartiendo los trabajos y pesares, que son naturales, pero también gozando de paz y tranquilidad que proporcionan la caridad y fraternidad conventual. El 25 de noviembre de 1864 murió R.M. Rosalía del Corazón de María, natural de Cali, a los 71 años. Fue sepultada en una bóveda del panteón de este convento.
En 1866 vinieron a Ibarra para la primera fundación del llamado Carmen Antiguo. Para ello vendieron, con permiso de la Santa Sede (en ese entonces reinaba el Sumo Pontífice Pío IX), algunos vasos sagrados y alhajas preciosas que trajeron de Popayán. Con esa venta compraron unas casas y un solar en 1.900 pesos, y pagaron por alcabala 152. Se trataba de una casa situada en el barrio de San Blas, de propiedad del Dr. Víctor Gómez Jurado (abuelo de las MM. citadas). Realizada la compra antedicha, M. Priora hizo la solicitud, para la fundación canónica del monasterio, al Rvmo. Sr. Dr. Arsenio Andrade, Administrador Apostólico. Luego viene el acuerdo del Imo. Sr. Dr. José María Yerovi, Obispo Auxiliar del Arzobispado de Quito, y el Imo. Dor. José Ignacio Checa, Obispo electo para la Diócesis de Ibarra. En el histórico acontecimiento se hallaban 13 religiosas presentes; una ausente por enfermedad en Popayán, M. Carmen del Corazón de Jesús, de quien se debe recordar que acompañó hasta su muerte, en espíritu, a su comunidad, y no dejó de enviar sus limosnas. Dos religiosas se quedaron en Quito, una de ellas, Madre Carlota del E. S. que pasó al Carmen Alton en cuanto llegaron a Popayán. Entonces, las componentes de la comunidad son: Carmen de Santa Ana, Priora, Rosa de San Joaquín, Superiora, Gregoria del Santísimo Sacramento, Secretaria y Clavaria, Ana María de Sán Agustín, Carmen de San Eliseo, Sebastiana de San Elías, Rosa de San José, María Manuela de la Santísima Trinidad, María Jesús de los Dolores, Feliza de Jesús y María, Juana María de San Rafael (de velo negro), Carmen del Corazón de Jesús, María Josefa de la Concepción, (también de velo negro), y Ascensión de San Luis Gonzaga (de velo blanco). Todas ellas fueron declaradas fundadoras, de acuerdo con su Excia. El Presidente de la República, Don Jerónimo Carrión, según oficio de 2 de octubre de 1866. Acompañaban a la comunidad 5 criadas y 2 muchachas. Fue su Capellán el P. Felipe Santiago López que no las abandonó hasta su muerte.
ESCRITURA DE LAS CASAS
La escritura de la compra de las casas y solar mencionados se halla en estos términos: “En la ciudad de Ibarra a 14 de julio de 1866 ante mí, el Escribano del Número y Hacienda y testigos que abajo suscribirán sus nombres, pareció presente el Sr. Amadeo Paéz, de este vecindario, a quien doy fe, conozco y me entregó un certificado conferido por el Sr. Tesorero, el que a más de ir agregado a este respecto, copiado a la letra es como sigue: ”Matías Mariano Garzón, Tesorero accidental de la Provincia de Imbabura, testifica: Que el Sr. Dr. Dn. Beningno Cevallos satisfizo ciento cincuenta y dos pesos en billetes por la alcabala doble de mil novecientos pesos, en que vende el Sr. Amadeo Páez una casa situada en el barrio de San Blas, de esta ciudad, a la R.M. Priora del Monasterio de Carmelitas descalzas de Popayán, Sor Carmen Rojas de Santa Ana , costa de partida tercera de fojas veinte y nueve del libro diario del corriente año.- Tesorería de Hacienda de la Provincia de Imbabura .- Ibarra, julio trece de mil ochocientos sesenta y seis.- Matías Mariano Garzón.- Va fielmente copiado a que me remito, en cuya conformidad dice: Que tiene y posee en propiedad unas casas grandes cubiertas de teja a dos aguas con un retasillo de huerta, situadas en el barrio de San Blas de esta ciudad, que se componen de cuatro ángulos con sus respectivos corredores, piezas de servicio, patio y saguán, todas con sus puertas respectivas, que las hubo y adquirió por compra hecha al Sr. Víctor Gómez Jurado de este vecindario, por instrumento extrajudicial que lo otorgó a su favor, y como aún todavía no le ha celebrado la correspondiente escritura pública, concurre confesado ser efectiva la venta hecha de sus casas al Sr. Páez, y suscribiendo en su virtud este instrumento; que mediante este título justo de adquisición se ha mantenido en quieta y pacífica posesión de las referidas casas hasta el presente, en que como dueño legítimo ha deliberado venderlas, y a su efecto tiene celebrado y ajustado contrato de compra-venta con el Sr. Dr. José Benigno Cevallos, Abogado de los Tribunales del Monasterio de Carmelitas descalzas del Monasterio de Popayán, según resulta del poder que le he conferido, el que copiado a la letra es del tenor siguiente:
“En Quito a diez de julio de mil ochocientos sesenta y seis, ante el presente Escribano Público y testigos que suscriben, compareció en el locutorio del Monasterio de nueva fundación de Carmelitas, la R.M. Carmen Rojas de Santa Ana, a quien la conozco, doy fe, otorga: Que por el presente confiere todo su poder amplio y general y bastante, tal como en derecho se requiere y es necesario para valer, al Sr. Dr. D. José Benigno Cevallos, vecino del Cantón de Ibarra, para que en nombre y representación de la persona, derechos y acciones de la R.M. poderdante, y previa la licencia que se adjunta, del Sr. Gobernador de esta Arquidiócesis, pueda comparecer ante las Justicias de esta ciudad, u otras partes, mostrándose parte formal y hacer ante ellas las diligencias que crea convenientes , al efecto le confiere las facultades siguientes: La de poder recusar a los Ministros de ambas Cortes, Jueces inferiores y demás funcionarios judiciales, alzándoles las recusas y conviniéndose o no con las excusas que se propongan, y aún prorrogándoles jurisdicción o negándoles, para que en los períodos probatorios, presente toda clase de pruebas y tache las del contrario; para que pueda otorgar una escritura de compra de una casa en la ciudad de Ibarra y otras diligencias concernientes a este respecto según las instrucciones que a este objeto le conferirá a su debido tiempo; pudiendo hacer como la R.M. poderante lo haría de presente; pudiendo además sustituir el presente en una o más personas y las veces que necesario fuera, y relevándole de costas en forma legal, lo firman los testigos presentes que lo fueron los Sres. Bernabé Loza, José Moreno y José Antonio Manosalvas, de que doy fe – Carmen de Santa Ana Rojas, sigue una cruz. Testigo, Bernabé Loza- Testigo, José Moreno – Testigo, José Antonio Manosalvas – Ante mí. Nicolás García, Escribano público”.
LICENCIA PARA OTORGAR EL PODER
“AA solicitud de la M.R.M. Priora, Carmen Rojas de Santa Ana de la Comunidad de Carmelitas de Popayán, concedemos licencia para que pueda otorgar un poder al Sr. Dr. José Benigno Cevallos, a fin de que, con él pueda participar algunos negocios relativos a la Comunidad – Quito, Julio a diez de mil ochocientos sesenta y seis – El Gobernador del Arzobispado.”
“Así consta de la Matriz a cuya otorgamiento estuve presente y en fe de ello lo sello y firmo – Hay un signo – Nicolás García, Escribano Público – Queda literalmente copiado, y a su consecuencia se le devolvió al interesado el citado poder”.
“Bajo de este concepto y hallándose legitimada la personería del Sr. Dr. Cevallos y ajustado el citado contrato, le ha pedido, que para la seguridad de la R.M. Priora y de su Vble, Comunidad, le otorgue la correspondiente escritura pública y por ser justo ha venido en ello, y poniéndolo en ejecución en aquella vía y forma que más firme sea en derecho, otorga: Que por sí y en nombre de sus herederos y sucesores presentes y futuros venda para siempre el personero de la R.M. Priora de Carmelitas, para ella y su Comunidad, las enunciadas casas en la forma en que quedan ya referidas; bajo de los linderos, que son: por la calle, entrada pública en medio con huerta de las casas del Sr. José Vinueza, por abajo, parte con casa y huerte del Sr. Santigo Gonzáles y parte con huerta del Sr. Chamorro, por un lado con casa y huerta del mismo Chamorro Manuel, y por el otro, con casa y huerta del Sr. Juan José Chaves, calle pública en medio . Declarando el otorgante no tener vendidas, enajenadas empeñadas dichas casa y huerta, y que están libres de tributo, memoria, capellanía, vínculo, patronato y cualquiera otra especia de gravamen, y que como tales se las vende con todas sus entradas y salidas, servidumbres y demás cosas que anexas tiene y le pertenecen conforme a derecho, en el valor de mil novecientos pesos de contado, de éstos, confiesa el vendedor tener recibidos mil pesos a su contento y satisfacción y por no parecer de presente su entrega y recibo, renuncia la ley novena del título primero, partida quinta, con lo que a este respecto dispone el Código Civil, y los novecientos pesos de resto a satisfacerle dentro del término de seis meses, contados desde esta fecha en adelante sin ningún interés y con hipoteca de las mismas casas para su seguridad; debiéndose advertir que es de la cuenta de la compradora el derecho de alcabala y el costo de esta escritura”.
El Sr. Gobernador de Imbabura, Dr. Benigno Grijalva, en nota dirigida a Madre Priora , dice, en términos muy comedidos de un católico convencido, de lo grato y consolador que es esta fundación, y que se “honra en ofrecerles sus servicios particulares y públicos”.
mencionado como hermano de una de nuestras religiosas, a quien las MM. Del Carmen de Ibarra encargaron hacer este trabajo con ocasión del centenario de su convento, para la publicación en el diario “La Verdad”. Trabajo y cooperación no menos importantes han sido las de una religiosa de esta Comunidad, quien ha tenido el encargo y la gran tarea, paciente y tesonera, de recoger datos y seleccionarlos para esta obra que quisiera ser recuerdo perdurable de esta Casa Carmelitana. Para no empañar la humildad de dicha religiosa no se nos ha permitido decir su nombre, y para estar de acuerdo con las palabras de un sabio Obispo Carmelita, al hacer el elogio de Santa Teresa: “…El claustro no es tan sólo silencio y retiro: es pobreza que reduce la vida a la humildad de un rincón de amor…”. Y nosotros quisiéramos añadir que desde ese rincón despega hacia el cielo la oración, y centellea (como las estrellas de fuego de un yunque) el trabajo, como se demuestra luego en páginas venideras.
LA VIA DOLOROSA.
Habíamos anotado la fecha de salida de Popayán el 27 de abril de 1864 y la llegada a Quito el 16 de junio del mismo año, es decir 50 días de duro peregrinaje. Si comparamos hoy. Que el mundo ha cambiado y progresado tanto en cien años, con lo que fueron nuestros caminos y son ahora las carreteras y medios de locomoción, podemos considerar mejor cuánto sufrimiento de las religiosas desterradas de Colombia. Hicieron 50 días con los indispensables y escasos descansos; pero qué jornadas las de esa vía dolorosa. Las hemos visto, a través de esta narración, y M.Carmen de Santa Ana (Rojas), Priora de las carmelitas de Popayán, completa con algunas escenas rayanas en el heroísmo, como aquel paso por la montaña de Berruecos, tan áspera y quebrada, donde algunas religiosas cayeron del caballo, anduvieron a pie, entre el agua y el lodo, casi sin aliento, descalzas en gran parte y con la ropa enteramente mojada. Solamente con una mirada en lo alto, en contemplación mística de los tormentos del Calvario, podríanse soportar estos trabajos y dolores, a imitación del Mártir por excelencia, porque El mismo sentenció que “el discípulo no puede ser mayor, ni mejor considerado que el Maestro”.
FUNDACION DEL MONASTERIO EN IBARRA.
Dos años vivieron las religiosas hospedadas en el Carmen Bajo de Quito, haciendo vida común en todo, pero cada comunidad observaba la obediencia a su Prelada. Mutuamente se edificaban con su conducta religiosa y actos de virtud, compartiendo los trabajos y pesares, que son naturales, pero también gozando de paz y tranquilidad que proporcionan la caridad y fraternidad conventual. El 25 de noviembre de 1864 murió R.M. Rosalía del Corazón de María, natural de Cali, a los 71 años. Fue sepultada en una bóveda del panteón de este convento.
En 1866 vinieron a Ibarra para la primera fundación del llamado Carmen Antiguo. Para ello vendieron, con permiso de la Santa Sede (en ese entonces reinaba el Sumo Pontífice Pío IX), algunos vasos sagrados y alhajas preciosas que trajeron de Popayán. Con esa venta compraron unas casas y un solar en 1.900 pesos, y pagaron por alcabala 152. Se trataba de una casa situada en el barrio de San Blas, de propiedad del Dr. Víctor Gómez Jurado (abuelo de las MM. citadas). Realizada la compra antedicha, M. Priora hizo la solicitud, para la fundación canónica del monasterio, al Rvmo. Sr. Dr. Arsenio Andrade, Administrador Apostólico. Luego viene el acuerdo del Imo. Sr. Dr. José María Yerovi, Obispo Auxiliar del Arzobispado de Quito, y el Imo. Dor. José Ignacio Checa, Obispo electo para la Diócesis de Ibarra. En el histórico acontecimiento se hallaban 13 religiosas presentes; una ausente por enfermedad en Popayán, M. Carmen del Corazón de Jesús, de quien se debe recordar que acompañó hasta su muerte, en espíritu, a su comunidad, y no dejó de enviar sus limosnas. Dos religiosas se quedaron en Quito, una de ellas, Madre Carlota del E. S. que pasó al Carmen Alton en cuanto llegaron a Popayán. Entonces, las componentes de la comunidad son: Carmen de Santa Ana, Priora, Rosa de San Joaquín, Superiora, Gregoria del Santísimo Sacramento, Secretaria y Clavaria, Ana María de Sán Agustín, Carmen de San Eliseo, Sebastiana de San Elías, Rosa de San José, María Manuela de la Santísima Trinidad, María Jesús de los Dolores, Feliza de Jesús y María, Juana María de San Rafael (de velo negro), Carmen del Corazón de Jesús, María Josefa de la Concepción, (también de velo negro), y Ascensión de San Luis Gonzaga (de velo blanco). Todas ellas fueron declaradas fundadoras, de acuerdo con su Excia. El Presidente de la República, Don Jerónimo Carrión, según oficio de 2 de octubre de 1866. Acompañaban a la comunidad 5 criadas y 2 muchachas. Fue su Capellán el P. Felipe Santiago López que no las abandonó hasta su muerte.
ESCRITURA DE LAS CASAS
La escritura de la compra de las casas y solar mencionados se halla en estos términos: “En la ciudad de Ibarra a 14 de julio de 1866 ante mí, el Escribano del Número y Hacienda y testigos que abajo suscribirán sus nombres, pareció presente el Sr. Amadeo Paéz, de este vecindario, a quien doy fe, conozco y me entregó un certificado conferido por el Sr. Tesorero, el que a más de ir agregado a este respecto, copiado a la letra es como sigue: ”Matías Mariano Garzón, Tesorero accidental de la Provincia de Imbabura, testifica: Que el Sr. Dr. Dn. Beningno Cevallos satisfizo ciento cincuenta y dos pesos en billetes por la alcabala doble de mil novecientos pesos, en que vende el Sr. Amadeo Páez una casa situada en el barrio de San Blas, de esta ciudad, a la R.M. Priora del Monasterio de Carmelitas descalzas de Popayán, Sor Carmen Rojas de Santa Ana , costa de partida tercera de fojas veinte y nueve del libro diario del corriente año.- Tesorería de Hacienda de la Provincia de Imbabura .- Ibarra, julio trece de mil ochocientos sesenta y seis.- Matías Mariano Garzón.- Va fielmente copiado a que me remito, en cuya conformidad dice: Que tiene y posee en propiedad unas casas grandes cubiertas de teja a dos aguas con un retasillo de huerta, situadas en el barrio de San Blas de esta ciudad, que se componen de cuatro ángulos con sus respectivos corredores, piezas de servicio, patio y saguán, todas con sus puertas respectivas, que las hubo y adquirió por compra hecha al Sr. Víctor Gómez Jurado de este vecindario, por instrumento extrajudicial que lo otorgó a su favor, y como aún todavía no le ha celebrado la correspondiente escritura pública, concurre confesado ser efectiva la venta hecha de sus casas al Sr. Páez, y suscribiendo en su virtud este instrumento; que mediante este título justo de adquisición se ha mantenido en quieta y pacífica posesión de las referidas casas hasta el presente, en que como dueño legítimo ha deliberado venderlas, y a su efecto tiene celebrado y ajustado contrato de compra-venta con el Sr. Dr. José Benigno Cevallos, Abogado de los Tribunales del Monasterio de Carmelitas descalzas del Monasterio de Popayán, según resulta del poder que le he conferido, el que copiado a la letra es del tenor siguiente:
“En Quito a diez de julio de mil ochocientos sesenta y seis, ante el presente Escribano Público y testigos que suscriben, compareció en el locutorio del Monasterio de nueva fundación de Carmelitas, la R.M. Carmen Rojas de Santa Ana, a quien la conozco, doy fe, otorga: Que por el presente confiere todo su poder amplio y general y bastante, tal como en derecho se requiere y es necesario para valer, al Sr. Dr. D. José Benigno Cevallos, vecino del Cantón de Ibarra, para que en nombre y representación de la persona, derechos y acciones de la R.M. poderdante, y previa la licencia que se adjunta, del Sr. Gobernador de esta Arquidiócesis, pueda comparecer ante las Justicias de esta ciudad, u otras partes, mostrándose parte formal y hacer ante ellas las diligencias que crea convenientes , al efecto le confiere las facultades siguientes: La de poder recusar a los Ministros de ambas Cortes, Jueces inferiores y demás funcionarios judiciales, alzándoles las recusas y conviniéndose o no con las excusas que se propongan, y aún prorrogándoles jurisdicción o negándoles, para que en los períodos probatorios, presente toda clase de pruebas y tache las del contrario; para que pueda otorgar una escritura de compra de una casa en la ciudad de Ibarra y otras diligencias concernientes a este respecto según las instrucciones que a este objeto le conferirá a su debido tiempo; pudiendo hacer como la R.M. poderante lo haría de presente; pudiendo además sustituir el presente en una o más personas y las veces que necesario fuera, y relevándole de costas en forma legal, lo firman los testigos presentes que lo fueron los Sres. Bernabé Loza, José Moreno y José Antonio Manosalvas, de que doy fe – Carmen de Santa Ana Rojas, sigue una cruz. Testigo, Bernabé Loza- Testigo, José Moreno – Testigo, José Antonio Manosalvas – Ante mí. Nicolás García, Escribano público”.
LICENCIA PARA OTORGAR EL PODER
“AA solicitud de la M.R.M. Priora, Carmen Rojas de Santa Ana de la Comunidad de Carmelitas de Popayán, concedemos licencia para que pueda otorgar un poder al Sr. Dr. José Benigno Cevallos, a fin de que, con él pueda participar algunos negocios relativos a la Comunidad – Quito, Julio a diez de mil ochocientos sesenta y seis – El Gobernador del Arzobispado.”
“Así consta de la Matriz a cuya otorgamiento estuve presente y en fe de ello lo sello y firmo – Hay un signo – Nicolás García, Escribano Público – Queda literalmente copiado, y a su consecuencia se le devolvió al interesado el citado poder”.
“Bajo de este concepto y hallándose legitimada la personería del Sr. Dr. Cevallos y ajustado el citado contrato, le ha pedido, que para la seguridad de la R.M. Priora y de su Vble, Comunidad, le otorgue la correspondiente escritura pública y por ser justo ha venido en ello, y poniéndolo en ejecución en aquella vía y forma que más firme sea en derecho, otorga: Que por sí y en nombre de sus herederos y sucesores presentes y futuros venda para siempre el personero de la R.M. Priora de Carmelitas, para ella y su Comunidad, las enunciadas casas en la forma en que quedan ya referidas; bajo de los linderos, que son: por la calle, entrada pública en medio con huerta de las casas del Sr. José Vinueza, por abajo, parte con casa y huerte del Sr. Santigo Gonzáles y parte con huerta del Sr. Chamorro, por un lado con casa y huerta del mismo Chamorro Manuel, y por el otro, con casa y huerta del Sr. Juan José Chaves, calle pública en medio . Declarando el otorgante no tener vendidas, enajenadas empeñadas dichas casa y huerta, y que están libres de tributo, memoria, capellanía, vínculo, patronato y cualquiera otra especia de gravamen, y que como tales se las vende con todas sus entradas y salidas, servidumbres y demás cosas que anexas tiene y le pertenecen conforme a derecho, en el valor de mil novecientos pesos de contado, de éstos, confiesa el vendedor tener recibidos mil pesos a su contento y satisfacción y por no parecer de presente su entrega y recibo, renuncia la ley novena del título primero, partida quinta, con lo que a este respecto dispone el Código Civil, y los novecientos pesos de resto a satisfacerle dentro del término de seis meses, contados desde esta fecha en adelante sin ningún interés y con hipoteca de las mismas casas para su seguridad; debiéndose advertir que es de la cuenta de la compradora el derecho de alcabala y el costo de esta escritura”.
El Sr. Gobernador de Imbabura, Dr. Benigno Grijalva, en nota dirigida a Madre Priora , dice, en términos muy comedidos de un católico convencido, de lo grato y consolador que es esta fundación, y que se “honra en ofrecerles sus servicios particulares y públicos”.
Pies de la Sta. Virgen, están las almas dichosas de mi padre y de mi madre… Almas queridas. Os evoco,…y decid a María Sma. Del Carmen lo que no aciertan a decir mis labios… Vosotras que ya sabéis el lenguaje de los cielos, hablad, por nosotros… y yo, mi esposa, mis hijas, mis hijos y mi familia toda nos podemos de rodillas y diremos: Madre querida del Carmen, ya que habéis buscado asilo en nuestra pobre casa santificada y santificados… “Bendecidnos con toda la ternura de vuestro corazón amoroso; que no decaiga jamás nuestra fe, y que al morir perdonadas nuestras faltas, os hallemos en el camino de la eternidad, brindándonos también vuestro Asilo, el esplendente Asilo de los Cielos!… Si todo esto hay; si este humilde hospedaje es garantía segura de santificación y salvación, y si por otra parte, la pureza de nuestros afectos nos ha hecho como familia de esta venerable Comunidad Carmelitana, os ruego con lagrimas, que aceptéis, Rdas. RR.MM. esta hospitalidad, y que os quedéis a vivir aquí como en vuestra propia casa. Vuestras oraciones, vuestra presencia misma, la convertirán en templo; y si entre esas oraciones, pronunciáis una sola palabra en nuestro favor, Dios nos mirara con misericordia “.
El Rvmo. Dr. Pasquel Monge contesta con sentidas palabras en nombre de la comunidad y se ofrece a prestar sus servicios espirituales, y pone la clausura en la afortunada casa.

RECONSTRUCCION DEL CONVENTO
Instaladas las religiosas en su improvisado monasterio, continuaron normalmente los actos de la vida regular durante un año cuatro meses. En esa casa se efectuó la elección de prora, siendo elegida). Las dos religiosas: M. Amelis del Corazón de María y Carmen de Santa Ana fueron las que se entendieron en el trabajo de la reconstrucción del convento y de la capilla de acuerdo siempre con el Exmo. Sr. Obispo, con el arquitecto y director de la obra, Sr Domingo Albuja, con la familia Gómez Jurado, con el Sr, Heliodoro Ayala y con el Sr. Joaquín Carrascal, quien prestó sus servicios de sobrestante desinteresadamente. Al año, cuatro meses, estuvo terminado el claustro principal, juntamente con la estatua de Santa Teresa de Jesús, obra maestra del insigne escultor, Sr. Daniel Reyes y obsequio del Sr. Heliodoro Ayala. El 15 de octubre de 1907 bendijo solemnemente dicha estatua el Exmo. Sr. Pérez Quiñones, con numerosa concurrencia de los habitantes de Ibarra, entre quienes asistieron algunos militares, quienes viendo desocupado el monasterio manifestaron cierto interés por él. Lo que hacía temer porque en ese tiempo reinaba un ambiente de abusos e irresponsabilidades. Llegó esto a oídos del Exmo. Sr. Pérez Quiñones, e inmediatamente ordeno que la comunidad se trasladase al monasterio. Así se hizo, a las 3 de la mañana del 16 de octubre de 1907 el Capellán. Rmo. Sr. Pasquel, celebró la santa Misa, consumió las hostias consagradas, y a las 4 de la mañana se trasladó la comunidad a su propio monasterio,

Indescriptible fue la emoción de las religiosas cuando entraron a su convento y tuvieron como primera visión la hermosa estatua de su Santa Madre, Teresa de Jesús.

AGRADECIMIENTO

Una religiosa manifiesta de la siguiente manera sus emociones: “No es para decir las impresiones del alma, cuando nos vimos otra vez en nuestro monasterio completamente transformado. Hermosa arquería y esbeltas pilastras de cal y ladrillo, sustituían a las soleras y pilares de madera carcomidos por la polilla; el techo levantado para que haya más luz y aire; alto terraplén para evitar la humedad; trazados los jardines para plantarlos; en el centro; la hermosa columna que ostenta una estatua de Nuestra Santa Madre Teresa de Jesús, labrada en piedra, obsequio del Sr. Heliodoro Ayala; estatua cuya mirada elevada hacia el cielo. Nos convida a pensar en lo divino; en suma, el claustro principal estaba terminado y ofrecía a nuestra vista un espectáculo hermosísimo. En ese día pasamos entre emociones de alegría y de lágrimas, bendiciendo a la Divina Providencia por habernos dado una habitación cómoda, y rebosando de gratitud nuestro corazón para con todos nuestros insignes bienhechores, cuyos nombres consignamos en esta página de inolvidables recuerdos”

 

 

 

 
“Nuestra gratitud imperecedera para el Exmo. Sr. González Suarez, quien inició la obra de la reconstrucción, en vista de que nosotras estábamos incapacitadas para llevarla a cabo. Al ser trasladado a Quito, le sucedió el Exmo. Sr. Pérez Quiñones, el cual con el mismo interés de su ilustre predecesor, secundó los trabajos hasta que se terminaron. Además de esta deuda de gratitud a los beneméritos Prelados, la debemos a los señores que construían el Comité; al Sr. Dn. Elías Monge que nos obsequió gran parte de madera de su hacienda “Quitumbita”; a todos los ibarreños, cuyos nombres sería largo enumerar; y, en general a todos los habitantes de Imbabura y Carchi, que nos ayudaron, unos con sus limosnas y otros con el trabajo de sus manos. Para todos elevamos una plegaria al cielo, y de corazón les agradecemos con las palabras del pobre y del cristiano: Que Dios le pague en el tiempo y la eternidad”.
Luego, tuvieron que padecer los inconvenientes de la construcción que seguía adelante, con irregularidades y molestias, porque dicho trabajo no se terminó hasta después de 7 años, y para ello vendieron, con la debida autorización, las alhajas de la Sta. Virgen del Carmen, porque no era posible hacerlo solamente con las limosnas.

INFORME DEL COMITÉ CARMELITANO

A los tres años de estar la comunidad en su reconstruido monasterio, el Comité Carmelitano informó al Exmo. Sr. Obispo sobre el curso del trabajo, en el que, con fecha del 1ero de enero de 1909, se le dice, entre otras cosas que las erogaciones ascendieron a siete mil sucres en dinero, el valor de los materiales regalados, a tres mil; de manera que el total llega a 10.000 sucres, y eso sin contar la mano de obra de los jornaleros y artesanos que trabajaron gratuitamente, entre los cuales se hace mención especial de los carpinteros de Ibarra y Caranqui, quienes armaron son cobrar un centavo todas la cubiertas de la casa. El monasterio reconstruido es por lo tanto, en rigor de justicia, un testimonio del grandísimo aprecio que nuestros pueblos profesan a la Comunidad Carmelitana. El Comité termina manifestando su agradecimiento al Señor que le haya concedido la satisfacción de realizar la comisión para la cual fue fundado y se complace sobre manera en aprovechar la oportunidad que la presentación del informe le proporciona, para ofrecer una vez más las distinguidas consideraciones y respetos a V. Sia. Ilma. Y el apoyo en todo aquello en que pueda secundar en afán paternal, por el bien de la diócesis, y afirman: El Presidente, Nicolás Tobar, El Vicepresidente Víctor Gómez Jurado; el vocal Heliodoro Ayala, el Vocal Gumersindo Dávila, el Secretario Arq. José Domingo Albuja.
HERMOSA Y SENTIDA CARTA DEL SEÑOR
HELIODOR AYALA A SI HIJA CARMELITA.

Al terminarse el trabajo de la reconstrucción; el Sr. Heliodoro Ayala, se dirige a su hija, M. Ana de Jesús, en los términos siguientes:
“A mi querida e inolvidable hija. Mariana de Jesús Ayala Guerrero, Carmelita.- Querida hija: Tu hermano José Miguel me comunicó los deseos que tú tenías. Te diré que tú y cualesquiera de mis hijos tienen derecho a pedirme lo que desees, y yo la obligación de concederles o negarles, de acuerdo con los dictados de mi conciencia. Por lo expuesto, puedes decirme por escrito lo que quieres, cuando y como quieras. Por ahora te expongo con toda veracidad el punto siguiente:
Primero.- Hago constar que desde que vinieron las monjas carmelitas de Caranqui a Ibarra, tuve la felicidad de hacerme amigo de las R.R Madres Carlota y Feliza, originarias de Popayán (Colombia) que fueron desterradas de su patria por el Gral. Tomás Cipriano Mosquera. Por las buenas relaciones que cultivé con las referidas religiosas, fui adquiriendo inmenso cariño a todo lo que se relacionaba con el Carmen. A esto he de agregar, tu entrada a esa santa casa; tu largo noviciado, pero mediante la divina gracia, la intercesión de la Virgen del Carmen, y las oraciones y bendiciones que desde el cielo, te prodigaba tu santa madre, Margarita Guerrero, llegaste a coronar tus deseos, que con tanto interés los habías perseguido, y, por lo mismo llegaste a ser esposa de Jesucristo. Y en verdad este es el mejor beneficio que Dios me ha dispensado entre todos mis hijos, el ser tú religiosa Carmelita. Esto aumentó mi cariño a las religiosas Carmelitas.
Segundo.- Tu profesión fue solemne por la asistencia de muchos sacerdotes y distinguidos caballeros y por la presencia del Ilmo. y Rvdmo. Sr. Federico González Suarez, el cual te hizo el honor de tomar palabra, cuyo eco impresionó hondamente a los concurrentes. La dote para ingresas era de mil sucres, pero por ti se dio dos mil, de los cuales yo di mil y los mil restantes los diste tú del haber materno que pertenecía, según la hijuela divisoria que se practicó después del fallecimiento de tu santa madre.
Tercero.-Por el inmenso amor que mi esposa Delfina Leoro y todos los míos teníamos a las religiosas Carmelitas, resolvimos ayudar a la reconstrucción de la Iglesia y convento de una manera incondicional, son omitir gasto alguno, porque creí mejor darte en vida, lo que podías recibir después de mis días, teniendo en cuenta, que de ese modo utilizabas tú de tu fortuna herencia y hacíamos a la vez un bien positivo a la comunidad. Principiando la reconstrucción, desplegué todas mis energías y seguí preparando ladrillo de diferentes marcas, de manera que de esta hacienda de Santo Domingo se llevó al Carmen, algo más de 33.000 piezas, fuera de la teja que es difícil calcular. Así mismo contribuí con peones todos los días que duró el trabajo hasta que se concluyó.
Cuarto.- En cuanto a la madera para la reconstrucción, me propuse traerla de Cotacachi, del cerro en donde hay el “Guachi” que no se apolilla fácilmente. Para este fin preparé las provisiones necesarias para treinta peones, con los cuales permanecí en la montaña una semana completa. Cuándo todo estuvo listo, se me presentó un caso sumamente grave; la enfermedad de mi hijo Enrique, que de un momento a otro se puso en estado agónico, a consecuencia de una disentería fulminante. En esta dura alternativa, las Madres Carmelitas se comprometieron curarle, y convenido así, y confiando en la protección de la Stma. Virgen del Carmen, emprendí el viaje con mis peones y sirvientes. En la montaña levantamos un rancho para vivienda provisional; nos levantábamos a las 5 de la mañana y regresábamos del corte a las 6 de la tarde, las más de las veces mojados, siéndonos necesario secar la ropa en el fuego. A
Pesar de estos contratiempos todos estábamos alegres, tanto que, después de merendar, los trabajadores formaban una orquesta de flautas y de rondadores para divertirse un poco y pasar el rato. En los 6 días que permanecimos en la montaña, se cortaron mil doscientos palos, y todos quedaron almacenados hasta ir a traerlos. Para el trasporte de esta madrea se convocó a todos los peones y partidarios de las haciendas: “Santo domingo”,”chorlavisito” y “el milagro” de mi pertenencia la hacienda “chorvali” propiedad del Sr. Nicolás tobar; de la haciendo del Sr. Alejandro Andrade y a todos con buena voluntad, emprendimos la marcha para trasladar la madera a Ibarra.
En cuanto a mi hijo Enrique, cuando regrese del corte de la madera, lo encontré sano y de covalencia, sin otra medicina y alimentos que los que venían del Carmen.
No escatimé nada de lo que hubiera podido hacer o gastar en esta obra de tanta trascendencia, para cuya ejecución me alentaba el llmo .Sr .González Suarez, el cual me dio una prueba de aprecio y de confianza: “Le faculto. Me dijo un día, a Ud. Para que haga entrar al Carmen a todas las personas que sean necesarias para el trabajo y no ocurran a pedir licencia; descargo en Ud. Mi conciencia. Esto lo hizo por el grande cariño que profesaba a las Madres Carmelitas, y por el vivo deseo que tenia de que pronto se termine el trabajo. El formo el comité Carmelitano, convocado a los padres que teníamos a nuestras hijas en el Carmen, para encargarnos que trabajemos de un modo eficaz en la reconstrucción del monasterio. Tanto interés tenía el llmo .Sr. Gonzales Suarez por esta obra, que cuando fue a Quito a tomar posesión del Arzobispado, tuve la honra de acompañarlo, y al despedirme me dijo: “En cuanto a la obra del Carmen, siga con el mismo entusiasmo, y cuando no haya dinero, pídeme; por lo demás en Ibarra, un saludo general a todos hasta a las piedritas en Ibarra”. Y puso en práctica l oferta, pues repetidas veces mando alguna suma de dinero para el trabajo, y la última vez que me dio fue cuando por un asunto particular viaje a Quito y fui a saludarlo, y la primera pregunta que me hizo fue: “¿Cómo va el trabajo del Carmen?”; yo le respondí que estaba al terminarse, pero se suspendería porque en caja no había sino 50 sucres. Me replico: “Haga un telegrama diciendo que no suspendan el trabajo, pues un caballero me quiere dar un dinero con la condición única, que lo había de emplear en mi persona.” Al despedirse me dijo: “Me ha contestado el Sr. Del obsequio que yo disponga como a bien tenga, allí esta pues ese paquete cerrado que no lo he abierto, y con eso acabe la obra de las Carmelitas” Tome el paquete y al abrirlo encontré que contenía 400 sucres, los mismos que fueron entregados a la R.R Priora del Carmen, porque allí hacían los pagos.
Así mismo el llmo. Sr. Pérez quiñones apreciaba en gran manera a las madres carmelitas, y tomo a su cuenta el arma del techo con teja vana, idea que ha sido aceptada generalmente y con buenos resultados. Al llmo. Sr. Pérez Quiñones debo la distinción de haberme dado en la iglesia de las Carmelitas, un depósito para los restos de todos los míos
En fin, termino esta larga y pesada relación, mediante la cual me he propuesto manifestarte mi aprecio de padre y el deseo que he tenido de darte en vida tu haber paterno para que lo disfrutes en compañía de tu hermanas Religiosas”

Dándote mis bendiciones, me suscribo tu amante padre que te desea tu satisfacción.- Heliodoro Ayala”.
“Antes de despedirme quiero hacer justicia al mérito de la familia Gómez Jurado, a la que he estado ligado siempre con el irrompible vinculo de la amistad: “Al referir mis pequeños servicios prestados en la reconstrucción del convento e iglesia del Carmen, debo en justicia mencionar las valiosísimas actuaciones n el trabajo, por parte del Dr. Víctor Gómez jurado, su señora, y toda su familia en general”.
“la familia jurado hizo un acto grande y generoso al ceder su cómoda casa para la habitación de las monjas, mientras se reconstruían el monasterio. El Dr. Gómez jurado, con su familia se trasladó a una casa pequeña, propiedad de las MM. Carmelitas, casa que no prestaba comodidad alguna a su numerosa familia, ni mucho menos decente para su posición social.” Este procedimiento noble en favor de las MM. Carmelitas, inmortaliza la memoria de la familia Gómez Jurado, y, su recuerdo servirá de estímulo a las generaciones venideras, y fue un grande apoyo para trabajar con entera libertad en la reconstrucción del convento de las religiosas. En esta obra competía el Dr. Jurado con su señora esposa, Mariana Espinosa, a quien yo vi fiscalizando a los que no cumplían con sus compromisos, cuidando del orden y de que no pierdan el tiempo los operarios. Como amigo y admirador de la familia Gómez Jurado, hago constar mi gratitud por las manifestaciones de aprecio que han dispensado, y sobre toda por la decisiva intervención en el trabajo de la reconstrucción del Convento Carmelitano.”
“Querida hija: Solamente por la confianza de padre te envió estos borrones, a fin que se converse siempre entre tus hermanas religiosas vivo el recuerdo de tan digna familia y eleven por ella al cielo fervorosas oraciones en señal de gratitud eterna.”
Santo Domingo, mayo 19 de 1930. AYALA.”
La carta transcrita, tiene fecha del 19 de mayo de 1930 y hace referencia, como se ha visto, a sucesos de la reconstrucción del convento en 1906 que se terminó en 1913, año al que volvemos en nuestra narración.
UNA VIDA EN CAMINO
En 1913 la Prelada, R.M. Amelia del Corazón de María, afrontó con valor las dificultades y contradicciones inherentes a la ruptura de una vieja costumbre, enraizada por esos años en muchos claustros; al nuestro había venido juntamente con las fundadoras desde Popayán. La mencionada costumbre, era la de mantener en la clausura, seglares destinadas al servicio de la comunidad, contra lo determinado en nuestras constituciones; para sustituir a estas personas y por bondadosa concesión de las Santa Sede se elevó a seis el número de hermanas conversas o de velo blanco. Pronto Dios suscitó vocaciones, y así, el 18 de octubre de ese mismo año (1913) ingresaron dos jóvenes, resueltas a consagrar sus vidas al Señor sirviendo a la comunidad; ellas fueron Rosa Elena Marcillo y Rosa

 

 

 

 

 

Patio del refectorio
Amada Carrera, quienes al profesar, cambiaron sus nombres por los de: Joaquina y Josefa respectivamente.
PRIMERA RELIGIOSA SEPULTADA
El 24 de agosto de 1928 falleció la Hermana Leonor María del Espíritu Santo, a la temprana edad de 31 años; su despojos mortal fueron los primeros que se sepultaron en el cementerio del monasterio construido en 1919.
LLEGADA DE LOS PP.CARMELITAS AL ECUADOR
Este mismo año (1928) el Señor regaló a la comunidad, con una perspectiva consoladora, cual fue, la esperanza de que, nuestros Padres Carmelitas vinieran a establecerse en el Ecuador. Efectivamente, el P. Hieroteo de Valbuena inicio arriesgadas gestiones; decimos arriesgadas porque el anticlericalismo, que por entonces imperaba en las leyes y en los gobernantes de este país, prohibía el ingreso, y aún, la permanecía de sacerdotes extranjeros. El P. Hieroteo, con sagacidad, fervor y constancia incomparables, venció obstáculos extremadamente grandes y obtuvo del gobierno permiso para que él y sus misioneros se instalen en el “Pun”, o sea al Norte del Oriente Ecuatoriano. Este equipo pionero de los carmelitas en el Ecuador, estuvo integrado por los P.P.: Brocardo de San José, Eulalio del Niño Jesús, Hieroteo de la Virgen del Carmen, y Benedicto del Niño Jesús. La Iglesia puso el sello de su aprobación mediante el decreto del Señor Obispo de Ibarra, por el cual, encargaba la prefectura de Sucumbíos a los Carmelitas Descalzos de la Provincia de Burgos.
Es preciso subrayar, que la delegación de Carmelitas de nuestro país, que cuesta hoy, con seis florecientes casas, debe su existencia a los sacrificios de los misioneros, y queremos destacar la alegría profunda, que nos invade, al recordar la contribución de nuestra comunidad al advenimiento de los Padres Carmelitas; contribución patenten más de un centenar de cartas, que conservan en su archivo los conventuales de Santa Teresita, y esperamos, que el Señor habrá recibido la otra contribución la que se concretó en una campaña de oraciones, rogativas y sacrificios.
La emoción no se circunscribió dentro de los muros del claustro. Tanto el Exmo. Sr. Obispo como su Vicario General Mons. Luis Alejandro Pasquel Monge gozaron de antemano, previendo la ayuda espiritual que nos daría nuestros Padres Carmelitas.
Son dos fechas memorables: el 20 de octubre de 1928, la llegada de los P.P Carmelitas y el 25 de octubre de 1928, entrega de la Prefectura de Sucumbíos, mediante decreto del Exmo. Sr. Obispo Mns. Alberto María Ordóñez Crespo a los PP. Carmelitas.
La institución de los Prelados Diocesanos, relativa a la ayuda espiritual, de los que PP. Carmelitas dirían a nuestra comunidad, tuvo cabal cumplimiento. EL P. Hieroteo indago celosamente el cumplimiento que daba nuestra comunidad a la regla y constituciones de la Orden y la forma con que se las interpretaba, dándonos palabras de alimento, mediante su complacencia y asentimiento a cuanto habíamos venido realizándolo. A demás, no puso en contacto epistolar, con los superiores de la Orden, y así, el P. General nos escribió la carta que a continuación transmitimos:
“Me alegro de que el Hmo. Sr. Obispo haya recibido tan halagüeñas impresiones de mi visita a esta casa y espero que ello ha de contribuir favoreciendo a V.R e interesándose para el progreso de las recientes fundaciones que los P.P de la Provincia de Burgos han llevado acabo últimamente en esa República.
Por mi paste no dejaré de prestarles todo el apoyo que me sea posible. Confió que poco a poco se van asentando y que Dios Nuestro Señor escuchará los ardientes desear de V.R ya que el trato de los Padres tanto bien puede acarrear a sus almas.
Pidan con mucha insistencia a Nuestra Madre Santa Teresa que no las prive de esta gracia y la extienda a todas las comunidades de Carmelitas Descalzas.
Aquí le incluyo la facultad de bendecir las Rosas de Santa Teresita. Va extendida para el Capellán. Ha de entender que esta autorización sirve para cualquier sacerdote que ejerza el cargo de Capellán, aunque no sea de manera permanente sino para algún tiempo. Tal es mi intención al conceder esta facultad, y conviene que la sepa V.R para su aplicación.
Del contenido de su carta deduzco el buen espíritu que reina en esa comunidad Que Dios Nuestro Señor la conserve siempre en el mismo estado de fervor. Lo que importa es que V.R. se esfuerce continuamente en ser cada vez más observantes. En la obser vancia de las Santas Leyes está su fortaleza. Cumpliéndolas con toda exactitud están seguras de que agradan a Dios Nuestro Señor, y a medida que se van perfeccionando en la observancia se harán merecedoras de nuevas gracias de parte de Dios.
Mientras sean generosas con Dios Nuestro Señor no tienen que temer. No es posible que nadie venza a Él en generosidad.
Enviando una especial bendición a V.R. y a todas sus hijas, me encomiendo en sus oraciones y me reitero su afmo. en Cristo.”
(f) Fray Guillermo de San Alberto

 

 

 

 

 

 

 

 

 
NUESTRA HISTORIA
CONTEMPLACIÓN Y ACCIÓN

Pío XII definió la vida contemplativa como una profesión publica de vida religiosa que eta ordenada a la contemplación interior, de tal modo que toda la vida religiosa que está ordenada a la contemplación interior, de tal modo que toda la vida y toda la actividad puedan fácilmente y deban eficazmente estar penetradas en este intento. Ente las prescripciones de la disciplina religiosa, como son la clausura, los ejercicios de piedad, de oración, de mortificación y los trabajos manuales, los enumero como medios al servicio de una realidad esencial: la contemplación interior.
Lo que exige en primer lugar es que por estos medios, la religiosa se una a Dios y que todos sus pensamientos y acciones estén penetrados de su presencia y ordenados a su servicio. Si esto faltare, el alma de la vida contemplativa seria imperfecta y ninguna prescripción canónica podría suplir… Y prosigue. “En las labores de mano, para poder sostener su propio trabajo, que haya formación adecuada compaginando el trabajo con la oración contemplativa…”
Ya antes de esta doctrina nuestra comunidad había observado las prescripciones relativas a trabajos manuales. Así en 1951 recibimos una maquina “cadeneta”, obsequio de la Madres Carmelitas de la Mansión Medellín. Maquina excelente para la confección de ornamentos sagrados y toda clase de bordados, que luego fueron apreciados y solicitados en todo el país. La máquina fue adquirida mediante la intervención de la Srta. Gabriela Arbeláez Quijano, colombiana, íntima amiga de las Madres de Medellín, a quien debemos una grata recordación. Pasados algunos años, el trabajo de la maquina requirió de un lugar adecuado, con los requisitos de silencio, recogimiento, luz y demás comodidades, al cual se lo llamo Nazaret, a imitación de la casita de la Sagrada Familia, por la soledad, amor, caridad y unión en el trabajo, todo de acuerdo con nuestras leyes.

 

 

 

 

 

 

 

 
Una parte de la huerta
El plantel avícola, otro medio providencial para el sostenimiento de la comunidad, fue patrocinado por la Sra. Jesús Carrera de Landázuri, tía de una religiosa, quien dio las facilidades del caso, por medio de sus sobrinos, técnicos en la materia, para la instalación de dicha industria. La comunidad tiene para con la Sra. de Landázuri y familia una deuda de gratitud que sabe pagarla con sus oraciones.

Los escapularios representan un trabajo específico de la comunidad desde su fundación y contribuyen al fomento de la devoción al Escapulario y por ende al amor a la Sma. Virgen. La elaboración de hostias da a las encargadas del trabajo la oportunidad de acrecentar su fervor eucarístico. Por otra parte, la confección de mortajas brinda un consuelo a las familias en los momentos dolorosos de la muerte de un ser querido.

RESTAURACION O FUNDACION DE CARMELITAS EN POPAYAN
LAS MISIONERAS CARMELITAS

En 1963 comenzó para la comunidad la hora de la fecundidad, y la fecundidad sobre la tierra, es siempre misterio de gozo y de dolor. Efectivamente, el 27 de julio salieron de este convento las religiosas fundadoras: M. María Isabel de la Santísima Trinidad, Hermanas: Marianita de Jesús Ortiz, Juana María de San José (Carrera), Bernardita de María Inmaculada, Isabel del Sm. Sacramento, ésta última se les unió viniendo del Carmen Alto de Quito. También fueron a la fundación cuatro señoritas de esta ciudad. En atención a la brevedad omitimos muchos detalles emocionantes de la creación de este «Palomarcito de la Virgen». Apenas sí vamos a reseñar aquellos que tienen relevante interés.

Refiriéndose ante todo a la fundación en Popayán, a nadie extrañarán los sentimientos que nos embargaron al despedir al grupo privilegiado que, con los pedazos de nuestras almas, llevaba la misión de devolver a Popayán lo que de esa ciudad habíamos recibido. Esta fundación estuvo rodeada de coincidencias tan extraordinarias que no las podemos omitir por demostrarse muy clara, a través de ellas, la mano del Omnipotente: Justamente un siglo antes el presidente Mosquera las desterró, y llegaron a nuestros lares en la dramática forma que ya hemos reseñado. Las religiosas que vinieron fueron sacadas con saña y crueldad por un presidente payanés, y otro presidente payanés, El Dr. Guillermo León Valencia, las recibió con muestras de extraordinario afecto y costeó el avión para ellas y su comitiva, integrada por Mons. Wesceslao Gómez, C.D., Prefecto Apostólico de Sucumbíos, el P. Eduardo Rendueles C.D., el Sr. Capellán de la comunidad, Rmo. Sr. Dr. Arsenio Torres, y varios familiares de las religiosas. Es de notar que cien años antes efectuaron el éxodo el 27 y 28 de julio, y que precisamente el 27 de julio de 1963 salieron de Ibarra llegando a Popayán el 28 del mismo mes. Una leyenda afirma que, cuando pasaron por Pasto las religiosas exclaustradas, entre el llanto de los pobladores, un sacerdote del lugar gritó: «Déjenlas partir, que volverán”.

Con ocasión de la catástrofe que amarga a Popayán en estos mismos días en que se termina este libro, el pueblo y la prensa colombianos han recordado y comentado la expulsión de los jesuitas, en fecha memoriosa, y alguna premonitoria tradición.

Pudiera creerse que ese acontecimiento, Retorno a Popayán; ha originado la conocida canción o juego inocente e infantil llamado ‘El Florón», en que se menciona «que las monjitas carmelitas se fueron a Popayán a buscar lo que han perdido debajo del arrayán…”. Lucubrando poéticamente, se diría, en este caso, que el florón simbólico lo tuvo el mencionado presidente católico Guillermo León Valencia, quien lo entregó a las religiosas, a los cien años.

Una década más tarde tres religiosas de nuestro convento salieron con intención de constituirse en un instituto de vida mixta. Hoy se denominan «Misioneras Carmelitas”.

EL ACONTECIMIENTO DEL CONCILIO VATICANO II Y NUESTRA FIDELIDAD AL CARISMA TERESIANO – SANJUANISTA

El 2 de julio de 1962, Su Santidad el Papa Juan XXIII dirigió a las religiosas del mundo entero una exhortación pidiendo oraciones para el éxito del vaticano II, que iba a inaugurase el 11 de octubre de ese mismo año. Fieles a las palabras del Pontífice, la comunidad quiso darlas el más exacto cumplimiento, para lo cual invitó al P. Ignacio Michelena con el objeto de recibir de él datos concretos sobre el Concilio, ya que dicho sacerdote había realizado importantes estudios al respecto. De inmediato la comunidad se lanzó a una ferviente cruzada de oraciones y sacrificios por las intenciones del Pontífice.

Sobra añadir que a la plegaria siguieron la expectativa ansiosa y el deseo de ponernos a tono con todas las exigencias de la renovación conciliar, una de las cuales demanda nuestra unión íntima con el venerable Definitorio General de la orden Carmelitana, encargado oficialmente de transmitirnos las decisiones conciliares que tienen que ver con nuestra renovación, no sólo interna sino también la de nuestras leyes y constituciones. Transcribimos algunos trozos de la Carta que su Santidad Paulo VI dirigió en 1965 a nuestro P. General:

«A nuestro amado Hijo Anastasio del Smo. Rosario, prepósito General de la Orden de Descalzos de la Bienaventurada Virgen María del Monasterio del carmelo: «Estando para trasladarte con los superiores Provinciales de tu Orden al promontorio florido del carmelo que, cara al mar azulado, perpetúa el nombre y las gestas gloriosas de vuestro padre Elías, para allí donde, como quiere la venerable tradición, tuvo sus comienzos vuestra Familia religiosa, tratar juntamente del estado actual de la misma, de sus planes, de su expansión, es para Nos de sumo agrado dirigiros con ánimo paterno las presentes, acompañando vuestra asamblea con los mejores votos y auspicios para que sea fecundísima en frutos espirituales.

Con alegría y grande satisfacción vuela nuestra mente hasta vosotros que dignamente representáis a todos los carmelitas descalzos, pacífico ejército consagrado a la virgen Madre de Dios con un culto especial, mientras coordináis vuestros esfuerzos para que esta orden nobilísima y antiquísima resplandezca de continuo con nuevas virtudes y glorias, responda plenamente a las nuevas necesidades y siempre fiel a su carácter peculiar que consiste en la contemplación de las realidades celestes y en fervor apostólico sepa adaptarse eficazmente a los tiempos que corren.

A quien lee las obras escritas con sabiduría poco menos que divinas con que Santa Teresa y san Juan de la Cruz renovaron profundamente los cimientos de vuestra orden, le resulta claro que no tuvieron otro intento, al restaurar la antigua disciplina, sino el de ofrecer a quienes buscan únicamente a Dios la posibilidad de vacar exclusivamente a El por medio de una altísima oración; de la renuncia a sí mismo y de la voluntaria mortificación corporal, y de este modo ayudar a los hombres
especialmente a los pecadores y a los privados de la luz de la verdad.
De hecho, como dice Santa Teresa “Acá sola estas dos cosas que nos pide el Señor: amor de Su Majestad y del prójimo es en los que hemos de trabajar”. Mientras fueran mejores los miembros del Carmelo más agradables serán sus alabanzas al Señor y más aprovechará su oración a los prójimos”. (Castillo interior, Moradas x,5,c.3,n.7; Moradas 7,c,4,n.15). Este programa de vida religiosa propuesto por los santos doctores del Carmelo, a los religiosos y religiosas de la descalcez concuerda exactamente con las consignas que el Concilio Ecuménico Vaticano II, ha dado a todos los religiosos con estas palabras: “Como los consejos evangélicos tienen la virtud de unir con la iglesia y con su misterio de una manera especial a quienes los practican por caridad…, la vida espiritual de éstos es menester que se consagre al bien de toda la iglesia. De ahí nace el deber de trabajar según las fuerzas y según la forma de la propia vocación, sea con la oración, sea con la actividad laboriosa por implantar o robustecer en las almas el reino de Cristo, y dilatarlo por el ancho mundo” (Cons. De Ecletia, VI, 44).
Y para que lleve a término también en vuestra Orden la deseada renovación de la vida religiosa que responda más y más a estos postulados han de ser observados con fiel y sincero empeño las normas acerca de la contemplación y del apostolado enseñadas por Santa Teresa y San Juan de la Cruz, pues la Santa Iglesia pide que a los miembros de vuestra orden que sean ante los hombres de nuestros tiempos demasiado inclinados a los deseos de las cosas terrenas, y excesivamente entregados a los negocios y a los cuidados de esta vida, voceros de los bienes verdaderos que nunca se pierden con una intensa vida de oración que les lleve cuando a Dios plugiere a la cima de la contemplación, con la abnegación de sí mismos, con el ejemplo de una obediencia pronta y con la guarda de una castidad esplendorosa. Imiten a Cristo que no reputó codiciable tesoro mantenerse igual a Dios, antes se anonadó tomando la forma de siervo (Fíl. 2,-6,-7); imiten a Cristo que empleaba las noches orando a Dios (Luc. 6,12,) que pasó haciendo el bien y curando a todos (Hc.10-38) que evangelizaba a las turbas, que se inmoló a Dios por la vida del mundo; sigan especialmente la pobreza de Aquel “que siendo rico se hizo pobre por nuestro amor” (II-Cor. 8-9), pues hoy ha de ser esta virtud el principal testimonio de la vida evangélica ; nos referimos a la pobreza que no ha de ser como una norma jurídica impuesta por la fuerza, sino como verdadera austeridad de costumbres que resplandece por la virtud de la penitencia y que esquiva cualquier soplo seductor de este siglo y las comodidades de la vida fácil, sea por lo que se refiere a los religiosos en particular, sea por lo que concierne a la construcción y administración común de los conventos”.
“Tenemos también como interés que los Carmelitas Descalzos se entreguen en cuerpo y alma a ilustrar de un modo auténticamente científico los fundamentos de la doctrina espiritual, los preceptos y temas capitales de la teología ascética y mística, en especial lo que se refiere a ordenar la vida de oración y de contemplación; deseamos a sí mismo que atendáis con amor fraterno a las carmelitas descalzas para que lleguen a la cumbre de su vocación, siguiendo el camino que en correr de los siglos ha sido admirablemente ilustrado por tantos y fúlgidos ejemplos”.

DEL PADRE GENERAL DE LA ÓRDEN
También el P. Felipe Sáinz de Baranda, que hoy es General de la Orden, nos escribió, entre otras cosas lo siguiente:
“De Roma les llegan y les llegarán normas de renovación externa, una legislación más simplificada y acomodada al criterio actual de la iglesia. Dios a través de nuestros Superiores mayores y de la Congregación de religiosos le irán marcando una adaptación que dejará siempre a salvo su vocación enteramente contemplativa…”.
Nada extraño que inflamadas con tan baldiosas amonestaciones hayamos puesto en marcha lo siguiente:
Supresión de categorías en la comunidad, adaptación de la iglesia y de su altar a la renovación litúrgica; estricta aplicación de las nuevas rúbricas; participación activa en la celebración eucarística, y oración revitalizada merced al nuevo tono impreso por el mismo Vaticano II en la Liturgia de las Horas.
En conformidad con todo lo dicho, deducimos que para nosotros el Vaticano II nos ha exigido con el lenguaje de fuego de Pentecostés, fidelidad siempre creciente al carisma teresiano-sanjuanista. Las experiencias vividas estos años en los que se han puesto en marcha las directrices conciliares han enriquecido nuestra vida eclesial y contemplativa. En lugar de producir en nuestros espíritus distracciones o inquietudes nos han trasladado con la tranquila violencia de “La suave brisa del Espíritu Santo” a los siglos de vida eremítica y solitaria de la regla primitiva que la conservaron actualizándola para su época, nuestros santos fundadores, y que recientemente compendio la esencia de nuestra vocación orante y contemplativa, con los requerimientos de la época actual que nos da la hermosa oportunidad de ensanchar nuestros corazones con las dimensiones del mundo, ya que unidas a todo el pueblo de Dios, nuestra oración por ser eclesial, participa del sacerdocio real y santo de Cristo, participación con que fuimos ungidas en nuestro bautismo.
CELEBRACIONES RELIGIOSAS IMPORTANTES.
BODAS DE ORO.
DIVERSOS CENTENARIOS.
CUARTO CENTENARIO TERESIANO.
ALGUNAS NECROLOGIAS.

La devoción al Milagroso Niño Jesús de Praga, devoción de origen Carmelitano tuvo en esta ciudad un incremento extraordinario mediante el establecimiento de la Archicofradía. Muchísimas personas pertenecen a ella; caravanas de niños acuden a sus pies en el triduo que anualmente se celebra, el mismo que concluye con la consagración de los infantes y la solemne procesión que saliendo de nuestra iglesia recorre por algunas calles. Esta devoción, y también la de nuestra Madre, la Virgen Sma. Del Carmen, celebraciones
propias de la Orden, jamás han decaído y se desarrollan siempre con inusitado fervor.
Han contribuido a mantener vivo en nuestras almas el amor a nuestras tradiciones y a las gloriosas de nuestra orden la celebración de diversos centenarios, tales como: En 1951 Séptimo Centenario Del Escapulario; en 1962 Cuarto Centenario De La Reforma (22 de agosto); en 1966 Centenario de la erección de nuestro primer convento en Ajaví, y en 1973 Centenario del nacimiento de Santa Teresita.
Inefables recuerdos están grabados en nuestras almas con la celebración de las bodas de oro de profesión religiosa de tantas de nuestras hermanas, cuyas vidas se han consumido ante el Señor como granos de incienso, y que, como confiadamente esperamos, Dios habrá inscrito en el libro de la vida los nombres de esas queridas monjitas.
TRIPTICO
Los muros de este claustro, sus construcciones y sobre todo el espíritu saturado de humilde alegría, se sustentan sobre un tríptico espiritual y santo que Dios suscitó en este convento, construido por las RR. Madres: Carmen de Santa Anna, Amelia del Corazón de María y Josefina de Jesús María, a quienes rendimos nuestro homenaje de devoción filial.
OFRENDA DESDE EL SILENCIO
Refiriéndose a las obras de San Juan y Santa Teresa dice Paulo VI que han sido escritas “con sabiduría poco menos que divina”. Nosotras herederas de este tesoro hemos querido explotarlo de un modo especialísimo con ocasión del centenario teresiano mediante el estudio diario de los escritos de nuestra Santa Madre; “El Camino de perfección” es hoy el manual de formación de las novicias. El recuerdo de la celebración centenaria quedará así impreso en la memoria de nuestro corazón. Este estudio sería un homenaje incompleto de no0 haber puesto en boca de nuestra Santa Madre las palabras del Apóstol: “Sed imitadores míos como yo lo soy de Cristo y proceded de acuerdo con el modelo nuestro que tenéis”.
Por eso rogamos constantemente al Señor nos ayude a imitar en lo posible las virtudes de nuestra Santa Madre y a servirnos de su camino orante para perdernos en el seno de Dios por Jesucristo. Ciertamente a alguien puede parecer extraña esta forma íntima, casi secreta de celebrar el centenario teresiano, pero es necesario aclarar que no perdemos de vista nuestra vocación eclesial que nos demanda ser “signo escatológico” ante el mundo de hoy.

 

Florón
Poético – místico

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 
¿QUIÉN SE LA LLEVARÁ?

Rompiendo de esa vida los lazos terrenales, cual flecha disparada un alma se lanzó; abriéndose del cielo las puertas eternales, y envuelta en aúreas nubes, cual místicos sendales, en medio de la gloria radiante apareció.
Enamórese al punto aquella “turba ingente”, al verla tan graciosa surgiendo de un erial, dulcísimo reclamo la atrae suavemente; hasta el excelso trono se acerca reverente, y el Hijo la presenta al Padre celestial.
La Trinidad divina con gozo inexplicable, le ciñe tres coronas, presea de su amor, medida fue colmada, regalo perdurable que todo un Dios le hacía, premiando así insaciable, sus méritos de virgen, de mártir y doctor.
Al ver su excelsa gloria preguntan quién es ella, y en dónde está su trono, en dónde su escabel; si bien al contemplarla tan cándida y tan bella a todos les ocurre que para tal estrella Dios creará en el cielo, un solio junto a Él.
Acercase a la virgen un serafín hermoso, tal vez el que rasgara su amante corazón, y a una orden recibida del celestial Esposo, presenta aquel ejército compacto y numeroso, la egregia capitana de una bélico escuadrón.

 

 

 
¿QUIÉN SE LA LLEVARÁ? (2)
Al pronunciar su nombre con júbilo la aclaman, y cada uno pretende que sea para sí: los ángeles la piden, los santos la reclaman, y al ver que todos ellos la quieren y la llaman, como Señor y Jefe les dijo Dios así:
Cada uno de los coros que nombre un delegado, y venga ante mi trono su causa a defender, y aquel cuyo argumento hallase más fundado, les llevará a los suyos, el premio codiciado, regalo de una virgen que yo les quiero hacer.
Lanzóse a la palestra el coro de doctores, el Águila de Hipona, el ínclito Agustín, y luego de entre todos los santos fundadores, apareció en el campo con bélicos ardores Ignacio de Loyola, resuelto paladín.
Un confesor y un mártir salieron presurosos queriendo sus derechos humildes exponer: Fernando y San Lorenzo, atletas vigorosos, y de los nueve coros de espíritus dichosos, voló un representante su causa a defender.
Allí estaba San Pablo, de apóstoles modelo; del coro de las vírgenes allí estaba Sn. Juan; del coro de profetas David tendió su vuelo, y en pie, desde su solio, con indecible anhelo los animaba a todos Domingo de Guzmán.
Postrándose a las plantas del Dios tres veces santo, le piden reverentes su eterna bendición; María les sonríe con amoroso encanto ampáralos; a todos bajo su regio manto y empieza así Agustino su honrosa pretensión:

¿QUIÉN SE LA LLEVARÁ? (3)
Señor, de los doctores la petición fundada a mí, su delegado, me toca defender: Teresa fue en la mística doctora consumada, sus libros lo acreditan, su pluma bien cortada descubre unos arcanos que nadie llegó a ver.
De hermosa inteligencia, de inteligencia penetrante, propagase su fama de uno a otro confín; doctora ha de aclamarle la iglesia militante, y cuantos la conocen, con ansia delirante de sexo de mujeres la llaman Agustín.
Pues yo dice el Apóstol con abrasado celo, que a Cristo tantas almas llegará a conquistar; por ese don de gentes y maternal desvelo, yo creo que su trono de gloria acá en el cielo en medio de nosotros habréis de colocar.
No tal exclama al punto Ignacio de Loyola, no cedo mis derechos ante vosotros dos; yo militar y padre de una orden española, ella de fundadora ostenta la aureola y es general en jefe de escuadrón de Dios.
Y el don de profesía que tuvo en alto grado, dijo David al punto, donde la llevará?… y el ansia de martirio a su pesar frustrado? interrumpió Lorenzo, brioso y denonado, en medio de los mártires no la colocará?
Es virgen y la pido, dijo con suave acento sin argüir más pruebas Bautista el precursor… También yo la reclamo, interrumpió al momento, Fernando de Castilla: Teresa en su convento no fue por sus virtudes eximio confesor?
¿QUIEN SE LA LLEVARA? (4)
Entonces los espíritus que oían silenciosos,
se lanzan al combate con brío sin igual,
todos se muestran de ellos contentos y celosos,
diciendo a voz en grito que no tiene rival.
Los ángeles, arcángeles, virtudes, querubines,
dispútanse aquel alma sin muestras de ceder;
percíbense sus voces del cielo en los confines;
mas, entran sobre todo los altos serafines
en lucha porfiada queriéndoles vencer.
De amores dice uno, vivió como viviera
un serafín que el mundo tuviera por mansión,
un serafín del cielo que desterrado fuera;
y yo para que al ímpetu de amores no muriera
con este arpón de fuego rasgué su corazón.
Entonces en su trono se yergue reposado,
y a Cristo dulcemente le arguye así José:
a nadie mis derechos le cedo de buen grado,
y pido con justicia que esté siempre a mi lado
aquella que en el mundo mi secretaria fue.
Muy bien, dice el Esposo, jamás una porfía
como ésta aquí en el cielo se pudo suscitar,
son todas las razones de peso y de valía,
pues, dime tú, en qué trono, amada esposa mía,
mis glorias infinitas deseas ensalzar?
Oh amor de mis amores y vida verdadera,
mi libertad es tuya, pues toda te la di,
no quieras que revoque mi voluntad primera,
y déjame que cante ya libre o prisionera:
“el vuestra soy, Dios mío!, y para Vos nací”.
¿QUIEN SE LA LLEVARA? (5)
Entonces Jesucristo, el todo poderoso,
prendado de una esposa que no tiene rival,
dirígese a sus hijos benigno y amoroso,
y en medio del silencio, en el edén dichoso,
falló, como juez único del propio tribunal:
La Esposa es del Esposo y el fallo aquí se cierra,
un clavo de mis manos en arras yo le di;
cual arma de combate con él hizo la guerra,
y puesto que con ella me desposé en la tierra,
Teresa no es de nadie, Teresa es para mí!
…………………………
Autor anónimo
(Presumible de una Religiosa Carmelita de Ibarra)
RELOJ ESPIRITUAL
LA UNA
Ello es infalible y cierto,
sin que me pueda evadir,
que en una hora eh de morir;
en cuál y cómo es incierto;
peligro en todas advierto,
mas, sé que, sin duda alguna,
no viviendo cual ninguna,
será preciso que acierte,
y que logre con la muerte
mi eterna vida en la UNA.
LAS DOS
Un recuerdo muy del caso
la campana fiel me advierte,
y es la hora de la muerte
que tan en olvido paso:
!Oh¡ que terrible fracaso
morir y dar cuenta a Dios,
pues alma, acordémonos
que la vida es aire leve,
y puede pasarse en breve
antes de tocar las DOS.
LAS TRES
Considera bien y advierte
alma, que en mi cuerpo moras,
que ya tenemos dos horas
andabas hacia la muerte:
mira bien el trance fuerte
del morir; despierta, pues;
gloria o pena el sitio es
en donde irás a parar,
y puede ser el marchar
antes de tocar las TRES.

 
LAS CUATRO
Oigo que la lengua dura
del metal me está diciendo
que en hora, en hora muriendo
camino a la sepultura;
no malogre mi locura
la ocasión que muy barato
me da Dios en este rato
de vida sin merecerla,
que puede ser el perderla
antes de tocar las CUATRO.
LAS CINCO
Ay de mí!, que a toda prisa
el reloj con su volante,
sin detenerse un instante,
que viene la muerte avisa:
tras de mi vida remisa,
ella va con tal ahínco,
que puede ser que en un brinco,
sin yo advertirlo, me alcance,
y logre su fatal lance
antes de tocar las CINCO.
LAS SEIS
Oh que loca y necia soy!,
pues que las horas cantando
sin saber cómo ni cuándo
malográndolas estoy:
muy dormidos, hasta hoy,
alma, los ojos tenéis,
ya es tiempo que despertéis
para empezar a llorar,
porque se os pueden cerrar
antes de tocar las SEIS.

 

 

LAS SIETE
Con cada acento distinto
el reloj me está diciendo
que a golpes le va rompiendo
el hilo a mi ser sucinto,
y que en el corto recinto
de una caja o vil retrete
el anciano o mozalbete,
chico y pobre han caber,
y que puede suceder
antes de tocar las SIETE.
LAS OCHO
Alma mía, el buen bien vivir
en la vida larga o corta
es lo que más nos importa,
pues es forzoso el morir:
tu cuerpo le ha de servir
de sucio pasto a los dientes
de gusanos y serpientes,
y de esta final tragedia
puede empezar la comedia
antes que las OCHO cuentes.
LAS NUEVE
Corriendo mi vida va
pues del uno al otro toque,
cada hora es un rudo choque
que el tiempo a mi vida da:
presto la derribará,
que es casa de barro leve
donde día y noche llueve
el tiempo con su gotera,
y bien caerse pudiera
antes de tocar las NUEVE.

 

 

LAS DIEZ
Deja, pues, deja, alma mía,
tantos vanos pensamientos,
pues ya veis que por momentos
se nos va acercando el día;
corriendo van a porfía
la juventud y vejez,
que en funesta palidez
me dan avisos bastantes
de que puedo morir antes
que llegue a tocar las DIEZ.
LAS ONCE
Oigo que al tocar la hora
el metal dice al oído:
¡oh alma!, levántate y llora
lo que en pecado has vivido.
Confieso, mi Dios, que eh sido
a tu ley inobediente,
obstinada e insolente,
y no muero al acordarme
de que podéis condenarme
antes que las ONCE cuente.
LAS DOCE
¡Oh qué voces tan fatales
a todas las horas escucho!;
pues dicen me acerco mucho
de la muerte a los umbrales;
todas son señas mortales,
que, aunque de salud rebose,
mi ser caduco conoce
que hacia su fin ya camina,
y puede ser la ruina
antes de tocar las DOCE.

 

 

Autor anónimo
(Presumible de una Religiosa Carmelita de Ibarra)
TERESA DE JESUS
Teresa, la gitana y andariega;
No quijotesca, por manchegos llanos:
Por senderos de luz, que ojos mundanos
No pueden ver porque la luz los ciega.
Y la insania? – Tampoco fue manchega,
Su insania es de la Cruz, de hondos arcanos,
Que crucifica en Dios los pies y manos,
Y conjuga el amor: dolor y entrega.
Selló esa unión “Jesús de su Teresa”,
Con dotes que una flama ardiente inspira:
Ella le ofrece el corazón de lira,
Y El, munífico en dones de largueza,
Le da su pecho en brasas convertido,
Y abierto en forma de anchuroso nido.

J.I.E.M

 
(Tomado de la revista “ARCO” de Bogotá)

Prólogo
La presente publicación tiene su razón de ser: poner de relieve la coincidencia de la fundación de la Comunidad con los acontecimientos acaecidos en derredor de ella, durante este siglo, acontecimientos religiosos, cívicos, de orden natural y del recorrer del tiempo. La actitud y correspondencia al plan de Dios que han tenido en su trayectoria nuestras fundadoras, para que su ejemplo nos sirva de estímulo, con su vida de heroico sacrificio, como para escalar las cimas del amor y del dolor hacia la perfección. Ellas, fundamentadas en la doctrina de los Santos Padres, Teresa de Jesús y Juan de la Cruz, como hijas fieles de la iglesia, han vivido obedientes a su palabra y direcciones.
¡Qué hermoso dar a conocer la procedencia de nuestra comunidad a los jóvenes que llegan a su recinto santo! Esta Orden del Carmen, tan grande, tan santa, como nos muestran nuestros Santos Padres, con su doctrina, en las reglas, constituciones y declaraciones.
Pero la cuna donde nace nuestra joven que se entrega a Dios en, en el Carmelo, es nuestra Comunidad, con su historia interna. Este Carmelo del Corazón de Jesús que en esta hora narra y describe las misericordias del Señor.
Hemos de dividir en tres partes o capítulos, por así decirlo, la narración histórica: el primero, la fundación de la Comunidad en Colombia, en Bogotá en 1606, el 10 de agosto. En Popayán el 14 de octubre de 1729. El segundo capítulo se referirá al exilio de Popayán al Ecuador en 1864, y el tercero, sobre la fundación en Ibarra en 1866, hasta el 15 de agosto de 1868, fecha del terremoto de la ciudad, y luego, la construcción del convento al mismo tiempo que la reconstrucción de Ibarra, (lo que se llama “el retorno”, el 28 de abril de 1873).
En 1876 se terminó la construcción del convento, y en 1877, la capilla “expiatoria”, cuyo centenario lo celebramos en 1977. En 1906 hubo necesidad de la reconstrucción se terminó la construcción del convento, y en 1877, la capilla “expiatoria”, cuyo centenario lo celebramos en 1977. En 1906 hubo necesidad de la reconstrucción del convento debido a un deterioro prematuro impuesto por el clima.
Estos recuerdos quieren servir de homenaje filial a nuestra señora Santa Madre Teresa de Jesús, en el Cuarto Centenario de su gloriosa muerte, para que, en todo tiempo, nuestras hermanas vean la Comunidad la viña que la Santa ha plantado en el Carmelo de Ibarra. Aquí, igual que en su querida patria, España, hay un palomar, como lo dice un poema de su “Sonetario Teresiano”, el poeta, señor Jorge I. Egas M., hermano de una de nuestras religiosas:
“PALOMARCITOS DE LA VIRGEN”
Cada estación en su andariega planta
es nuevo hogar florido de Carmelo;
un palomar con cantos y revuelos,
donde ella es la paloma que más canta.
La chirriante carreta se agiganta,
creando al paso de polvoso velo
enjambres que se agitan rumbo al cielo,
que este “fiat” lo dijo otra voz santa.
Los almendros emergen florecidos
de primavera al beso iridiscente,
y las aves fabrican nuevos nidos.
Teresa, así, de ubicuidad potente,
palomares doquier deja prendidos,
como luceros prende el sol poniente.
Presentación
Una feliz coincidencia, el Cuarto Centenario de la gloriosa muerte de nuestra Santa Madre Teresa de Jesús, acaecida en Alba de Tornes, el 4 de octubre de 1582, y el centenario celebrado en este siglo, en 1966, de la erección canónica del monasterio del Carmen de Ibarra, con el titular de San José, nos obliga a rendir un homenaje recordatorio con la relación histórica de los acontecimientos de nuestra Comunidad. Debido a la corrección gregoriana del calendario, al día siguiente de la muerte de nuestra Santa sería día 15, fecha en que se ha quedado fijada su fiesta.
Estas líneas, más que una expresión literaria, son una demostración de amor nuestra Santa Madre, a quien debemos conocerla con verdadero interés afán de seguir sus sabias enseñanzas. Por esto juzgamos necesario dar una semblanza, aunque somera, de la Santa, y esto, más para nuestras hermanas que entran a la Comunidad, obedientes al llamado de Dios en la vocación melitana.
Teresa de Jesús de Cepeda y Ahumada nació en Ávila el 28 de marzo de 1515 y entró carmelita en el Convento de la Encarnación de dicha ciudad el 2 de noviembre de 1536, teniendo 21 años, 7 meses y 6 días. En 24 de agosto de 1562 dejó sus ilustres apellidos que tanto le han ennoblecido, por los de Teresa de Jesús. Su vida y su obra, dones del Espíritu Santo, han sido calificados por grandes pensadores y sobre todo por los Pontífices de la Iglesia. Así, el Papa San Gregorio: “Dios para llevar tan grande obra, colmó a Teresa abundantemente del espíritu de sabiduría e inteligencia, y de los tesoros de la gracia, y su esplendor brilla como estrella en el firmamento en la casa de Dios por toda la eternidad”. Y León XIII: “En los libros de Teresa hay una cierta fuerza más propia de los ángeles que de los hombres, admirable rectificadora de vida, de manera que se leen con fruto de todos…”. Juan XXIII: “Teresa lumbrera singular de la Iglesia que, junto con San Juan de la Cruz, es como portaestandarte y maestra de aquel movimiento espiritual, de aquel reavivarse de ideales y de fervores de vida contemplativa…”.
Casi no hay pontífice que no hable de la Santa. Pero oigamos a San Pablo VI, al concederle el título doctora: “La doctrina de Santa Teresa de Avila resplandece con los carismas de la verdad, de conformidad con la fe católica, de la utilidad para la erudición de las almas… de la sabiduría, etc.”. Y Juan Pablo II, dirigiéndose a unos Obispos de España por el IV centenario: “Sabiendo que de esa cepa espiritual se alimentaron de la fe y el amor encendido de san Juan de la Cruz y de Santa teresa de Jesús, dos Santos que, si me es permitido decirlo, han sido confidentes míos desde los años de mi juventud..”. Pero antes, juan Pablo I, sin desconocer los altísimos méritos y dones de maestra y guía, con sus sabias doctrinas y lucubraciones místicas, se detiene a exaltar su vida práctica, la asequible a los humildes, y dice: “La Teresa que más me agrada es la que está cerca de nosotros, tal como aparece en la autobiografía y en las cartas. Es la Teresa de la vida práctica; la que experimenta las mismas dificultades que nosotros y sabe superarlas con habilidad, etc…”.
Estos ditirámbicos conceptos de parte de cimeras mentes de la Iglesia, justiprecian el hecho de ser Teresa de Jesús la primera mujer declarada Doctora de la Iglesia Universal el 27 de septiembre de 1970. Y sus obras, entre ellas: Libro de la Vida, Camino de perfección, Las Fundaciones, Castillo interior o las Moradas, etc., magnificadas por ascetas y teólogos, son el caudaloso río que va a desembocar en el mar infinito de la Suprema sabiduría, luego de haberse originado en esa misma fuente del Espíritu de Dios.
HISTORIA CONVENTUAL DE LAS CARMELITAS DE IBARRA ANTECEDENTES REMOTOS

EN BOGOTÁ
Allá, por los años de 1606, el 10 de agosto, un grupo selecto de personas piadosas, impulsadas por el deseo de servir sus hijas, ensayaban una vida religiosa practicando las enseñanzas de Santa Teresa de Jesús, la que en España había realizado la reforma carmelita, en Avila, su ciudad natal, el 24 de agosto de 1562, bajo el patronato de San José. Aquí también, en Bogotá, las señoras se pusieron bajo el mismo amparo y protección, para emprender, muy alegres y decididas, la observación regular de nuestra Santa Madre.
Poco a Poco llegó ese grupo a ser una gran comunidad, difundiéndose con el tiempo por todos los ámbitos del país colombiano. Hay una crónica de esta comunidad, descrita por P. Germán María, OCD, verdaderamente hermosa.
Pasan los años, algo más de un siglo, y de 1606 a 1729, es decir 123 años, y las hijas de Teresa, igual que su Madre “andariega”, se difunden por diversas latitudes de Colombia, y llegan a Popayán en el año de 1729

FUNDACION DE POPAYÁN
Dos años después de la canonización de San Juan de la Cruz tuvo lugar la fundación del monasterio de Carmelitas Descalzas en Popayán, el 14 de octubre de 1729.
Son fundadoras de la comunidad don Baltazar Carlos de Vivero y doña Dionisia Pérez Manrique y Cambreros, marqueses de San Miguel de la Vega, quienes tramitan, de común acuerdo, la fundación de la comunidad. Vale la pena reconocer, aunque ligeros rasgos biográficos, a los fundadores marqueses mencionados: A don Baltazar Carlos de Vivero le había condecorado con el título de Castilla y la Gobernación de Popayán, el rey Felipe, para remunerar los servicios que tanto él como su padre le habían prestado a su causa. Era el marqués oriundo de Granada, de una distinguida familia de los 24 de esa ciudad y se estima como inestimable beneficio del cielo que tal hombre viniese a encargarse de la Gobernación. De carácter benévolo, religioso sin fanatismo, amante sincero del bien público, era, en suma, un dechado de virtudes. A la muerte de su amigo Velasco, casó con la viuda doña Dionisia Pérez Manrique, natural de Santa Fe de Bogotá, hija de don Dionisio Pérez Manrique, marqués de Santiago, Presidente que había sido del Nuevo Reino y enlazado con los duques de Béjar. Los dos marqueses poseyeron una inmensa fortuna, y, como no tuvieron sucesión, la dejaron a su muerte para obras de beneficencia, de piedad y religiosas, para escuelas, estudios y conventos, sin olvidar a la pobreza indígena con la donación de tierras.
Los siguientes datos resultan interesantes, como anteriores a la fundación del monasterio de Popayán: los cabildos seculares de Buga y Cali habían rogado también se les conceda la licencia para la fundación de Popayán. En la real cédula de su Majestad Felipe de Castilla y Aragón, expedida en Aranjuez el 13 de junio de 1724, entre otras cosas se lee: “…Sobresalen los conventos de Carmelitas Descalzas de Santa Fe, Cartagena y Quito… y se hallan muchas doncellas nobles en la ciudad de Popayán y en a de Pasto, Cali, Buga, Ancerma, Toro, Cartago, la Plata y Neiva, con el desconsuelo de no poder conseguir el retiro religioso de las Carmelitas Descalzas… Concluyendo que se funde el que pretenden dichos Marqueses (de San Miguel de la Vega). Por tanto mando al Virrey del Perú, al presidente y oidores de la Real Audiencia de Quito… al gobernador de Popayán y al Rudo. Obispo de Popayán que cada uno en la parte que le tocare, guarde y cumpla lo expresado…”. Esta es la copia auténtica de la Real Cédula.
“El Rey.- Presidente y oydores de la Real Audiencia de la ciudad de San Francisco en la Provincia de Quito. Con carta de 20 de noviembre del año 1720, remitió el Reverendo Obispo de Popayán un testimonio de AUTHOS, por donde parece haber ocurrido ante él, Don Baltazar Carlos Pérez de Vivero y doña Dionisia Manrique su Mujer, haciendo relación de tener todo resuelto erigir y fundar un Monasterio de Religiosas CARMELITAS DESCALZAS, en las casas propias de su morada, en aquella ciudad, a edificar iglesia, imponer renta al Capellán, hacer ornamentos, y todo lo demás necesario, señalando a este fin diferentes fincas, y pidiendo me informase de ello, para que se concediese la LICENCIA que se requiere; y habiendo dado noticia de esta Fundación al Cabildo Eclesiástico y Religiones de aquella ciudad, aunque algunas de ellas respondieron no hallar envarazo, otras propusieron algunos perjuicios , expresando dicho Reverendo Obispo, que no obstante ellos, se podría conceder dicha LICENCIA; y visto en mi Consejo de las indias, con lo que dijo mi Fiscal de él, y teniéndose presento lo que por la Ley primera, libro primero, título tercero, está prevenido que daba proceder de conceder semejantes Licencias para fundaciones de Monasterios, he resuelto que (como os lo mando) me informéis con toda la individualidad, y arreglándose a la citada Ley, lo que sobre este punto se os ofreciera, para que, con vista de todo pueda tomar la resolución que tuviera por conveniente”

Buen Retiro, a 18 de Marzo de 1720
Yo el Rey.*

*Nota: Se ha tratado de conservar la ortografía original

Terminados los trámites de la fundación, la marquesa Dionisia Pérez Manrique, que había enviudado, por muerte de su esposo Don Baltazar Carlos de Vivero, el 6 de octubre de 1728, envió a Santa Fe de Bogotá a los comisionados para traer a Popayán a las fundadoras que salieron el 9 de septiembre de 1729 y llegaron a Popayán el 14 de octubre del mismo año. Para esto, la madre Rosa de San José, Priora del monasterio de Santa Fe, reunió a la comunidad, para saber cuáles de las religiosas se ofrecían para la fundación de Popayán, y les dijo: “¿Quiénes de nuestras hermanas tienen espíritu para la fundación de Popayán, para salir del claustro y marchar a esa ciudad y verificar la fundación del nuevo convento de Carmelitas Descalzas, que conforme a nuestra regla se solicita?”. Al momento la madre Bárbara Tomasa de la Santísima Trinidad (que fue la primera Priora), la madre Feliciana de San Diego, la madre Brígida Gertrudis de Jesús María y José, la madre Tomasa de San Rafael y la hermana Rosa de San Joaquín, novicia, contestaron: “Que con el auxilio divino ellas, se sentían animadas del espíritu de Santa madre teresa de Jesús y que estaban prontas a marchar para realizar la nueva fundación de esa cuidad…”.
La marquesa recibió a las fundadoras y les dio en posesión una casa situada en la plaza mayor, que después la abandonaron por no poder disfrutas allí del retiro y la soledad, para su vida conventual. Entonces hizo la donación de otra casa y terreno, donde las monjas edificaron su convento e iglesia, y allí permanecieron hasta el día de la exclaustración, el 28 de julio de 1863.
LAS PRIMERAS RELIGIOSAS.
Las primeras religiosas que entraron a este convento fueron dos señoras Velasco; siguió la Madre María manuela de la Encarnación Carvajal y Lasprilla (descendiente del duque de Carlos en España). Fue quien hizo de su herencia donaciones cuantiosas e invirtió en bien de la comunidad y del culto cuanto estuvo a su disposición. Entre otras cosas se le debe al magnífico trono de santa Teresa con chapas de muy buena plata. Fue Priora de 1745 a 1748; después priora por seis trienios, y murió el 16 de septiembre de 1798, de 85 años de edad y 66 de religiosa.
Siguieron entrando al Carmen las Principales señoras de la ciudad, atraídas por la perfecta observancia de la regla de Santa Teresa, y por ser el convento, desde su fundación, un emporio de virtudes evangélicas, y así llegaron al número de 21. La que ocupaba dicha plaza, de 21, se llamaba “preciosa”, porque de esta se exigían varias cualidades que no se requerían para recibir a las demás. Así fue desde la fundación en 1729 hasta que fueron exclaustradas, no hubo más que tres monjas “preciosas” en el Carmen: la madre Antonia de San José (Lemos), la madre María Teresa del Espíritu Santo (Carvajal), y la madre Juana María de San Rafael (Valencia y Quijano). Esta última vino a Ibarra en el exilio y murió en el terremoto de 1868.
EXCLAUSTRACIÓN.
El 23 de abril de 1863 el gobierno colombiano dictó una ley por la cual se disolvían las comunidades religiosas, siendo presidente el payanés Gral. Tomás Cipriano de Mosquera. El 28 de julio de este mismo año de 1863 las 18 Carmelitas y su Priora, Carmen Santa Ana (Rojas) fueron exclaustradas y se alojaron, durante 9 meses, en la casa de la señora Vicenta Hurtado Mosquera, parienta cercana del presidente. En esta casa murió la religiosa, lega, María Josefa de Santa Teresa (Alvear) de Almaguer, el 1° de enero de 1864, a los 89 años de edad.
Se dijo que el 14 de octubre de 1729 llegaron a Popayán las fundadoras del convento de la ciudad, y por el lapso de 15 años su benefactora y amiga, la marquesa Dionisia Pérez Manrique, las acompañó con su constante asistencia hasta la muerte acaecida el 31 de marzo de 1744. Ella, la verdadera fundadora de la Comunidad Carmelitana en Popayán, según se ha visto, ha de seguir, aún después de su muerte, derrochando sus beneficios religiosos y sociales, pues dejó de albacea y heredero al P. Lucas Bruno Sata, rector del Colegio de la Compañía de Jesús, quien desempeño su encargo con pureza y prontitud en cumplimiento de la voluntad de la testadora.
PROTESTA.-
Las Madres Carmelitas al ser exclaustradas de su convento de Popayán se despidieron de su patria y de su amado retiro con las siguientes protestas:
“ Al dejar el país natal, la patria nuestra y el convento en el que hemos vivido tantos años de vida religiosa y tranquila, la iglesia en la cual hicimos los votos que nos ligaron a Dios, y a la cual íbamos diariamente a derramar nuestras almas en la presencia del Señor, natural es creer que nos han decidido a hacerlo, motivos bien graves, superiores a los motivos humanos, porque las tímidas Esposas del Señor, que bienes temporales pueden ir a buscar a país extranjero, en la casas de nuestras hermanas en las que seremos admitidas por caridad .¿Qué hay en el mundo que pudiera darnos valor para emprender un viaje largo, penoso, lleno de peligros, a nosotras, ancianas muchas, y todas sin la experiencia del mundo, y solamente acostumbradas a la vida del retiro y soledad?. Solamente quien no conoce el corazón humano podrá atribuirnos otro motivo, que el de conservar ileso el voto que hicimos, cuando dejamos hogares y familias para vivir como Monjas del Monasterio de Nuestra Señora del Carmen” ´’ La ley del 23 de Abril sobre policía en materia de cultos, disolvió las comunidades religiosas, y en su cumplimiento fuimos exclaustradas, arrojadas de nuestra propia casa, priva aun de muchas cosas necesarias y obligadas a vivir en una casa en la que no podíamos encontrar la disposición material, tan necesaria para vivir conforme a nuestra Regla, y aun en esta misma casa podemos tener seguridad de que otra ley no nos sacara de ella, y nos separara las unas de las otras, y acabara la Orden Religiosa para nosotras. ¿Qué hombre del mundo no busca y quiere tranquilidad para los últimos días de su vida? Nosotras creemos y así lo confesamos, y Dios mediante así lo cumpliremos, que los votos que hicimos ningún Gobierno, ninguna ley puede relajarlos, ni anularlos, y que donde quiera que estemos somos Monjas obligadas a cumpliros. Aceptar pues la exclaustración, las prescripciones de nuestra Religión, convenir en no tener Noviciado, cuando tan graves males podemos evitarlos, dejando la patria como ya fuimos obligadas a dejar el convento, ese asilo querido de nuestros más tiernos y religiosos afectos, seria apostar y ser infieles a Dios Nuestro Señor, y olvidar la vida eterna preferible de toda razón humana. Por esto decimos adiós a nuestra morada de tantos años; a nuestra iglesia en la que tantos consuelos nos concedió el Señor, alabábamos y ensalzábamos su santo nombre, y el de su Sma. Madre, bajo la invocación de Ntra. Sra. del Carmen; y en nuestra patria y en la que quedan nuestros padres, nuestros hermanos, nuestras familias, nuestros compatriotas, y nuestro Hmo. Prelado, el Sr. Dr. Pedro Antonio Torres, que en todos tiempos y en particular en estos de aflicción y prueba nos ha hecho tanto bien; y a todo el clero de la Ciudad, y a tantas personas bondadosas y caritativas que han mitigado la amargura de nuestra aflicción. Sí, en presencia de Dios declaramos: que hemos vivido alejadas de tanto negocio humano; que no hemos tenido participación en ninguno, que hemos sido extrañadas a todas las cuestiones que ha dividido el país; y que en nuestros viajes solo buscamos lo que ya no se nos concede, ni permitir en nuestra patria; la libertad de vivir y morir cumpliendo con los votos que hicimos por nuestra libre y espontánea voluntad´´ ´´Antes de darse la ley mencionada, la de manos muertas, declaro que todos nuestros bienes provenientes de las dotes que llevamos al convento cuando profesamos y lo que adquirimos por donaciones o legados que nos fueron hechos válidamente, pertenecían al Gobierno y que seriamos indemnizadas con una pensión vitalicia, pagadera del Tesoro Público; y cuando este desde muchos años atrás viene en notable déficit; cuando los empleados públicos no reciben sus sueldos; ¿podemos confiar en que a nosotras tenidas como a seres inútiles por los hombres del mundo, se nos hubiera pagado esa renta?. Pero bien pudiera haberse hecho el pago puntual. Nuestro Smo. Padre, el Papa Pío IX y el Hmo. Sr. Metropolitano a declarado que no debemos recibir esa renta viajera, y nosotras, que como cristianas sumisas a la voz del Vicario de nuestro Señor Jesucristo, solo nos toca obedecer, no podíamos hacer otra cosa que someternos a esa decisión. A los que se crean superiores a este motivo, podemos decirles también, aceptarla, seria convenir en el despojo de nuestra legitima propiedad inviolable garantizada por la constitución de la Republica; y es de notarse que, cuando se dio el decreto sobre desamortización, la Iglesia estaba independiente del Estado, y ante la ley, nosotras solamente éramos granadinas, tan legitimas propietarias, como cualquier otro granadino. Fue, pues, un despojo que se hizo de nuestros bienes, y este despojo se han apresurado a repararlo los gobiernos que lo han hecho en días calamitosos; tan luego como la sociedad ha vuelto a su estado normal y la justicia al consejo de los que gobiernan. La misma separación se nos hará y no podemos nosotras debilitar este derecho perfecto, admitiendo una pensión real o imaginaria reprobada por la Iglesia y que repugna a nuestra conciencia. Muy al contrario protestamos contra el despojo de nuestras propiedades, y reservamos el derecho a reclamarlas cuando podamos hacernos oír en justicia¨ ´´De las consideraciones que anteceden se desprenden dos consecuencias lógicas: La ley de 23 de Abril solo nos dejó una alternativa: apostar, perder nuestros votos y perder nuestras almas, o dejar este país para buscar la libertad de conciencia, bien supremo de que se nos quiere privar. La ley sobre demostración nos a dejado sin rentas, ni bienes y en la alternativa de morir de miseria o de buscar la claridad de nuestras hermanas en un país más feliz que el nuestro. Hasta hoy para vivir hemos necesitado vender las alhajas de que podíamos disponer. Esta doble alternativa la resolvemos dejando esta patria; en ella quedan los huesos de nuestras hermanas como un monumento de lo que fue la piedra de nuestros padres y la dureza de los tiempos que hemos alcanzado. Nosotros llevamos la esperanza de reunirnos a ellas en el dia de la resurrección general. Nuestra confianza esta en Dios. A él le pedimos fortaleza en los trabajos, y de El esperamos poder cantar sus alabanzas en su santo templo, si vivimos, o verle en la gloria si morimos.´´
´´ Y para dar esta Protesta la autenticidad legal, firmamos dos ejemplares las Preladas Clavarias y demás religiosas ante nuestra secretaria y entregamos el uno al Sr. Notario Público de esta ciudad, y el otro al Sr. Notario Eclesiástico de este Obispado, para que lo archiven en sus respectivas oficinas y conste en todo tiempo, suplicándoles que así lo certifiquen en seguida. Popayán, 1o. de Abril de 1864.- La Priora, Carmen de Santa Ana, la Sub-Priora y Clavaria, María Rosa de San Joaquín, Ana María de San Agustín, Clavaria, Carmen del Corazón de Jesús, Rosalía del Corazón de María.- Religiosa Carmen de San Eliseo, María Manuela de la Sma. Trinidad, Sebastián de San Elías, Ana Rosa de San José, Ana María de la Encarnación, Mercedes de San Juan de la Cruz, María Jesús de los Dolores, Carlota del Espíritu Santo, Juana María de San Rafael, Feliza de Jesús y San Miguel, María Ascensión de San Luis Gonzaga, Gregoria del Smo. Sacramento, Clavaria y Secretaria.´´
Dos de las religiosas exiliadas escribieron un delicado poema, donde palpita un sentimiento de dolor, muy elocuente, como la sincera expresión de nostalgia de la patria con todos sus amores santos. Un comentarista dice: ´´Nos serán (estos versos) de gran mérito literario, pero tiene la virtud más pura asociada a la inteligencia…´´ .Se titula
DESPEDIDA

No pensamos jamás el separarnos
ni un momento de este suelo,
mas, partir es preciso que así el cielo
en sus altos designios ordenó.

Henchido el corazón está de pena,
nuestra frente agobiada de amargura,
mas, Dios nos da valor en la segura
senda de la verdad que Él señaló.

Adiós Patria querida, ya marchamos
por este estrecho, pero fiel camino;
no es el rudo capricho del destino
que hoy de tu seno nos arranca atroz.

Adiós padres y hermanos bien queridos,
adiós amigos , tiernos bienhechores,
jamás olvidaremos los favores
con que colmasteis nuestra vida. ¡Adiós!

¡Oh ¡ no es el hombre, es Dios quien determina
los destinos humanos en el mundo,
cuyo brazo potente sin segundo
a la Iglesia, sus fueros volverá

Conformes a sus órdenes estamos,
y cumpliendo los votos de obediencia
que juramos, seguimos la sentencia
que en su trono dictáranos Jehová.

Adiós, oh patria en cuyo suelo quedan
padres queridos, hermanos y parientes,
bienhechores y amigos indulgentes,
todos oid nuestro eternal adiós.

Dios, el Señor de quien criatura somos,
y a quien con tierno amor nos ofrecimos,
hoy de la fe que ciegas prometimos
una espléndida prueba quiere ver.

Y nosotras que humildes y postradas
sus divinos decretos adoramos,
a cumplirlos resueltas nos hallamos
con ciego afecto y firme voluntad.

No lloréis, pues, y en vez de vuestro llanto
elevad al Señor tierna alabanza,
pidiéndole sostenga la confianza
que el débil siempre en su poder halló.

Pedidle, si, pedidle no abandone
a sus pobres y débiles criaturas,
en la senda tortuosa de amargura
que su sabio querer les señaló.

¡Adiós, adiós! En el alma os llevaremos,
sin olvidar la caridad ardiente
con que enjugar supisteis diligentes
nuestro llanto de pena, ¡adiós!, ¡adiós!.
VIAJE DE LAS RELIGIOSAS DE POPAYÁN
A QUITO

Salieron de Popayán la noche del 27 de abril de 1864 y lo tuvieron que hacer furtivamente evitando así que la gente se percatara. Para esta peregrinación se pusieron bajo la protección de la Virgen del Carmen, del Corazón de Jesús y el de María, de San Rafael Arcángel, de San Miguel y San José, y en cada jornada se escogió a un Santo de la Orden.
Las primera en salir fueron las siguientes seis religiosas: Sebastiana de San Elías, Carmen de San Eliseo, Ana Rosa de San José, Ana María de San Agustín, Felisa de Jesús y San Miguel, y Juana María de San Rafael. En la primera jornada llegaron a la hacienda llamada “El Troje de Timbío”. Al día siguiente, es decir el 28 de abril, la Madre Superiora salió también de Popayán con las hermanas: Ana María de la Encarnación, Mercedes de San Juan de la Cruz, Carlota del Espíritu Santo, María Manuela de la Santa Trinidad y Ascención de San Luis Gonzaga, juntamente con la Madre Rosalía. Todas fueron a encontrarse en la hacienda del Troje con las primeras. El 29, por fin, salieron las últimas religiosas: la Madre Priora Carmen de Santa Ana, la Secretaria Gregoria del Santo Sacramento, María Jesús de los Dolores y la hermana Rosalía del Corazón de María. Las acompañaba el capellán Felipe Santiago López, cual Moisés que las sacara del nuevo Egipto hacia la Tierra Prometida. El 2 de mayo salieron de Timbío hacia Las Cruces. En el trayecto todas las personas que les veían pasar les manifestaban su sentimiento de dolor hasta las lágrimas. Llegaron por la tarde a la parroquia de Dolores y se hospedaron en las casas de “Las Córdovas”, hijas del famoso General Córdova. Las jornadas terminaban con gran fatiga y agotamiento, como era natural, pero siempre encontraron su recompensa en la generosa posada brindada en las parroquias “Los Arboles”. “Piedrarrica”, “El Bordo” y el ardiente “Patía”, cuyos habitantes, en su mayor número negritos, instaban a que se quedara la comunidad allí. Al llegar a Herradura o Manguita hubo necesidad de improvisar una tolda que sirvió a medias para guarecerse de un torrencial aguacero. El paso del río Guachicono, de unos 60 metros de ancho, resultó difícil y peligroso. Pasaron por Mercaderes y Sombrerillos, y el 12 de mayo entraban en la montaña trágica de Berruecos, el lugar del vil asesinato del Mariscal Antonio José de Sucre, y también del célebre general y literato payanés, Julio Arboleda. Conocieron las sepulturas de los dos personajes grandes de la historia. Había tema para meditar en las palabras de la “Imaginación de Cristo”: “Sic transit gloria mundi”. – Así para la gloria del mundo–. Apenas de un año y medio guardaba en su seno la tierra los restos del Gral. Arboleda según la losa en que se leía la fecha fatal: 12 de noviembre de 1862. Siguiendo el camino casi infernal, peligroso y malo, debido principalmente a las lluvias torrenciales, cayeron al suelo arrojadas por las bestias cuatro religiosas, entre ellas la Madre Priora; pero al fin llegaron a Olaya. El 13 de mayo les tocó pasar por la tarabita del Juanambú; luego, por la hacienda de Meneses y Ortega, y desde el Alto de Aranda divisaron, por fin, como la Tierra de Promisión, a Pasto, con is hermoso panorama, y el 15 llegaban a esta ciudad, hospedándose en casa del Sr. Blas Bucheli.

Demoraron en Pasto 15 días para reponerse del cansancio y las enfermeras para medicinarse. El Sr. Manuel Guzmán, Gobernador, las dispensó muchos e importantes servicios, lo mismo que las gentes de Pasto con sus atenciones y obsequios. El Padre Gabriel Rojas les dio sus limosnas, y el Dr. Tomás Rubio, médico distinguido del lugar, las atendió con esmero y gratuitamente. En esos días recibieron carta de la Madre Clara de San José, Priora del Carmen Bajo de Quito.

SALIDA DE PASTO
El 31 de mayo de 1864 salieron las religiosas de Pasto, y llegaron a Yacuanquer, donde fueron atendidas con suma amabilidad por el Sr. Cura Rufino Santacruz. El 10 de junio continuaron el viaje, no sin antes despedirse de los pobladores que lloraban presenciando la triste peregrinación de las religiosas perseguidas y expulsadas como si fueran criminales, como ellos decían. La contemplación de campos tan hermosos y fecundos, bien cultivados, desbordando su polícroma y exuberante vegetación, suavizó el cansancio y el dolor de la partida. Llegaron a Santa Rosa, hacienda del Sr. Benalcázar, quien les brindó atento hospedaje. Allí recibieron de parte del Dr. Angel Jurado, cura de esa población. El día 3 continuaron la marcha hacia Ipiales, pasando por Pupiales, y fueron hospedadas por el Pbro. Burbano en su casa conventual, muy grande y cómoda. No podía faltar la visita al famoso santuario de las Lajas, al día siguiente. Allí pudieron admirar al filo del arrobamiento la iglesia de las breñas y peñascos, de los precipicios y abismos, el “nido de oropéndola”, como lo llamó algún piadoso e inspirado poeta. A sus plantas depositaron todos sus trabajos, desgracias privaciones a que estaban sometidas, presentes éstos entrelazados con las flores, casi silvestres, que brotan esos abruptos peñascos.

PASO DE LA FRONTERA
El 5 de junio pasaban la frontera Colombo-Ecuatoriana, con el explicable desgarrón de pecho al dejar los lares queridos, su tierra natal. Al pisar tierra ecuatoriana entonaron el “ Teu Deum”, al llegar a lo que llamaron Tierra de Promisión, desde la nueva Babilonia. A las 4 p.m. entraron a Tulcán por entre arcos, banderas, música y repiques de campanas. Un río de gente había salido al encuentro, con un júbilo desbordante, al decir de la felicidad que constituía recibir en tierra ecuatoriana a una reliquia granadina. El 6 llegaron a Huaca, y el 7 pasaron por Tusa (hoy San Gabriel), y pidieron hospedaje en la hacienda “Cuesaca”, del Sr. Modesto Larrea, pero les fue negado. Siguieron entonces al pueblo de Puntal (hoy Bolívar), donde las recibió la Sra. Mercedes Grijalva, caroñosamente, aunque los chinches se encargaron de hacerles pasar una mala noche. El 8, en el punto del Troje, tuvieron que acomodarse en un salón reñido con la higiene, pero Dios que era su grata compañía les dio el consuelo de recibir, esa noche, carta de Madre Abadesa del Monasterio de Conceptas de Ibarra, quien había despachado un posta con gran oportunidad. Con dicha carta invitaba a las viajeras a que llegaran a su convento. Siguiendo la marcha, llegaron al Chota ardiente, y el mismo calor excesivo, el polvo y la sed impulsaron a un ascenso casi desesperado hacia la altura, con ansias de un aire puro y fresco. Así culminaron a lo alto de Aloburo, desde donde podían admirar ya el hermoso valle de la Provincia de Imbabura y luego la bota inmensa de agua verdosa que se llama Yaguarcocha. A Aloburo habían salido al encuentro varios eclesiásticos, como el Sr. Vicario, el Capellán de las Conceptas, el Padre Prior de Santo Domingo y el Sr. Cura. A poco hicieron la entrada a la ciudad de Ibarra, donde las campanas de todos los tempos repicaban alegres, y el convento de las Conceptas estaba adornado con banderas y colgaduras. Allí fue el abrazo de las religiosas de una y otra comunidad, en que se fundieron, con lágrimas de dolor y alegría, a un tiempo, la fraterna unión y la gratitud.

Diez días habían hecho de Pasto a Ibarra, y luego de tres de descanso, o sea el 13 de junio fue la fecha de salida hacia Quito. Pasando por San Antonio llegaron a Peguche y se hospedaron en la hermosa casa del Sr. J. Jijón. Bordeando el lago San Pablo, coronaron el alto de Cajas, desde donde se puede divisar, en toda su magnificencia y majestad, al Imbabura, al Coracachi y al plateado Cayambe. Al llegar a Tabacundo, se hospedaron en la casa cural del Dr. Genaro Gómez. Era ya el 15 de junio y había que seguir adelante, aunque algunas incidencias, como la caída de M. Priora en la quebrada de la Chorrera, habiéndose golpeado fuertemente el pie. Al fin, arribaron por la noche a Guayllabamba donde pernoctaron aunque incómodamente.

LLEGADA A QUITO
El 16 de junio hacían la vigésima sexta jornada y también la última de Popayán a Quito. A las 1 de la mañana salieron de Carapungo y a poco se encontraron con algunas personas colombianas que habían salido a recibir a las religiosas, sus paisanas. Entre estas personas se hallaban el Sr. Camilo Arboleda, el Sr. Francisco Urrutia, el Sr. Pablo Velasco, e Sr. Manuel Enríquez y otros, y las Sras. Margarita Diez y hermana, Natalia Pombo y otras. Así acompañadas llegaron a la hacienda La Carolina de la Sra. Virginia Klinger. Allí estaban presentes los capellanes del Carmen Alto y del Carmen Bajo. Se les ofreció el coche de la Sra. Klinger, que fue ocupado por M. superiora y tres religiosas más, hasta el Carmen Bajo. Cuando se disponían a entrar a Quito las demás en sus cabalgaduras, estaba de vuelta el coche que sirvió para otros viajes. Cerca de las 7 p.m. estaban todas en el monasterio indicado. La M. Priora del Carmen Bajo, al recibirlas sintió llenarse el corazón de dicha al ver realizado su anhelo expresado cuando las invitó a su monasterio.

La relación del viaje de las religiosas desde Popayán a Quito, en la forma descrita, está basada en la del Sr. Venceslao López, sobrino del Dr. Felipe Santiago López, Capellán de las MM. Carmelitas. La carta de Dn. Venceslao, dirigida a M. Clara de San José el 8 de junio de 1864, dice lo siguiente: “Suplico a las RR. Madres y a toda la Comunidad, hagan el favor de dispensarme por presentarles tan mal escrito este memorial del viaje. Movido solamente por el deseo de que la R.M. Clara u si santa Comunidad sepan las aventuras de sis hermanasen la religión me obligó a borronear y narrar los episodios desde que la Comunidad salió de Popayán hasta llegar a este sagrado asilo”.

Hemos de aclarar, además, que la narración del viaje aquí referida es un resumen bastante apretado del relato del Sr, Venceslao López, y este resumen y algunas oportunas acotaciones y comentarios se deben a la pluma del Sr. Jorge Egas, anteriormente Mencionado como hermano de una de nuestras religiosas a quien las MM. Del Carmen de Ibarra encargaron hacer este trabajo con ocasión del centenario de su convento, para la publicación en el diario “La Verdad”. Trabajo y cooperación no menos importantes han sido las de una religiosa de esta Comunidad, quien ha tenido el encargo y la gran tarea, paciente y tesonera, de recoger datos y seleccionarlos para esta obra que quisiera ser recuerdo perdurable de esta Casa Carmelitana. Para no empeñar la humildad de dicha religiosa no se nos ha permitido decir su nombre, y para estar de acuerdo con las palabras, de un sabio Obispo Carmelita, al hacer el elogio de Santa Teresa: “El claustro no es tan sólo silencio y retiro: el pobreza que reduce la vida a la humildad de un rincón de amor…”. Y nosotros quisiéramos añadir que desde ese rincón despega hacia el cielo la oración y centellea (como las estrellas del fuego de un yunque) el trabajo, como se demuestra luego en las páginas venideras.
LA VIDA DOLOROSA
Habíamos añorado la fecha de salida de Popayán el 27 de abril de 1864 y la llegada a Quito el 16 de junio del mismo año, es decir 50 días de duro peregrinaje. Si comparamos hoy, que el mundo ha cambiado y progresado tanto en cien años, con lo que fueron nuestros caminos y son ahora las carreteras y medios de locomoción, podemos considerar mejor cuanto sufrimiento de las religiosas desterradas de Colombia. Hicieron 50 días con los indispensables y escasos descansos; pero qué jornadas las de esa vía dolorosa. Las hemos visto, a través de ésta narración, y M. Carmen de Santa Ana (Rojas), Priora de las carmelitas de Popayán, completa con algunas escenas rayanas en el heroísmo, como aquel paso por la montaña de Berruecos, tan áspera y quebrada, donde algunas religiosas cayeron del caballo, anduvieron a pie, entre el agua y el lodo, casi sin aliento, descalzas en gran parte y con la ropa enteramente mojada. Solamente con una mirada en lo alto, en contemplación mística de los tormentos del Calvario, podríanse soportar estos trabajos y dolores, a imitación del Mártir por excelencia, porque El mismo sentenció que “el discípulo no puede ser mayor ni mejor considerado que el Maestro”.
FUNDACION DEL MONASTERIO EN IBARRA.
Dos años vivieron las religiosas hospedadas en el Carmen Bajo de Quito, haciendo vida común en todo, pero casa comunidad observaba las obediencia a su Prelada. Mutuamente se edificaban con su conducta religiosa y actos de virtud, compartiendo los trabajos y pesares, que son naturales, pero también gozando de la paz y tranquilidad que proporcionan la caridad y fraternidad conventual. El 25 de noviembre de 1864 murió la R.M. Rosalía del Corazón de María, natural de Cali, a los 71 años. Fue sepultada en una bóveda del panteón de este convento.
EN 1866 vinieron a Ibarra para la primera fundación del llamado Carmen Antiguo. Para ello vendieron, con permiso de la Santa Sede (en ese entonces reinaba el Sumo Pontífice Pío IX), algunos vasos sagrados y alhajas preciosas que trajeron de Popayán. Con esa venta compraron unas casas y un solar en 1.900 pesos, y pagaron por alcabala 152. Se trataba de una casa situada en el barrio de San Blas, de propiedad del Dr. Víctor Gómez Jurado (abuelo de las MM. Josefina y Teresa, padre de las MM. Carmen y Mercedes, tías de las MM. Citadas). Realizada la compra antedicha, M. Priora hizo la solicitud, para la fundación canónica del monasterio, al Rvdmo. Sr. Dr. Arsenio Andrade, Administrador Apostólico. Luego viene el acuerdo del Imo. Sr. Dr. José María Yerovi, Obispo Auxiliar del Arzobispado de Quito, y el Imo. Dr. José Ignacio Checa, obispo electo para la diócesis de Ibarra. En el histórico acontecimiento se hallaban 13 religiosas presentes; una ausente por enfermedad en Popayán, M. Carmen del Corazón de Jesús, de quien se debe recordar que acompañó hasta su muerte, en espíritu, a su comunidad, y no dejó de enviar sus limosnas. Dos religiosas que quedaron en Quito, una de ellas, Madre Carlota del E.S. que pasó al Carmen Alto en cuanto llegaron de Popayán. Entonces, las componentes de la comunidad son: Carmen de Santa Ana, Priora, Rosa de San Joaquín, Superiora, Gregoria del Santísimo Sacramento, Secretaria y Clavaria, Ana María de San Agustín, Carmen de San Eliseo, Sebastiana de San Elías, Rosa de San José, María Manuela de la Santísima Trinidad, María Jesús de los Dolores, Felisa de Jesús y María, Juana María de San Rafael (de velo negro), Carmen del Corazón de Jesús, María Josefa de la Concepción, (también de velo negro), y Ascensión de San Luis Gonzaga (de velo blanco). Todas ellas fueron declaradas fundadoras, de acuerdo con su Excia. El presidente de la República, Don Jerónimo Carrión, según oficio de 2 de octubre de 1866. Acompañaban a la comunidad 5 criadas y 2 muchachas. Fue su Capellán el P. Felipe Santiago López que no las abandonó hasta su muerte.
ESCRITURA DE LAS CASAS
La escritura de la compra de las casas y solar mencionados se halla en estos términos: “En la ciudad de Ibarra a 14 de julio de 1866 entre mí, el Escribano del Número y Hacienda y testigos que abajo suscribirán sus nombre, pareció presente el Sr. Amadeo Páez, de este vecindario, a quien doy fe, conozco y me entregó un certificado conferido por el Sr. Tesorero, el que a más de ir agregado a este respecto, copiado a la letra es como sigue: “Matías Mariano Garzón, Tesorero accidental de la Provincia de Imbabura, testifica: Que el Sr. Dr. Dn. Benigno Cevallos satisfizo ciento cincuenta y dos pesos en billetes por la alcabala doble de mil novecientos pesos, en que vende el Sr. Amadeo Páez una casa situada en el barrio de San Blas, de esta ciudad, a la R.M. Priora de Monasterio de Carmelitas descalzas de Popayán, Sor Carmen Rojas de Santa Ana, consta de partida tercera de fojas veinte y nueve del libro diario del corriente año.- Tesorería de Hacienda de la Provincia de Imbabura.- Ibarra julio trece de mil ochocientos sesenta y seis.- Matías Mariano Garzón.- Va fielmente copiado a que me remito, en cuya conformidad dice: Que tiene y posee en propiedad unas casas grandes cubiertas de teja a dos aguas con un retacillo de huerta, situadas en el barrio de San Blas de esta ciudad, que se componen de cuatro ángulos con sus respectivos corredores, piezas de servicio, patio y zaguán, todas con puertas respectivas, que las hubo y adquirió por compra hecha al Sr. Víctor Gómez Jurado de este vecindario, por instrumento extrajudicial que lo otorgó su favor, y como aún todavía no le ha celebrado la correspondiente escritura pública, concurre confesando ser efectiva la venta hecha de sus casas al Sr. Páez, y suscribiendo en su virtud este instrumento; que mediante este título justo de adquisición se ha mantenido en quieta y pacífica posesión de las referidas casas hasta el presente, en que como dueño legitimo ha deliberado venderlas, y a su efecto tiene celebrado y ajustado contrato de compra-venta con el Sr. Dr. José Benigno Cevallos, Abogado de los Tribunales de la Justicia de la República, como apoderado de la R.M. Priora del Monasterio de Carmelitas descalzas del Monasterio de Popayán, según resulta del poder que le he conferido, el que copiado a la letra es del tenor siguiente:
“En Quito a diez de julio de mil ochocientos sesenta y seis, ante el presente Escribano Público y testigos que suscriben, compareció en el locutorio del Monasterio de nueva fundación de Carmelitas, la R.M. Carmen Rojas de Santa Ana, a quien la conozco, doy fe, otorga: Que por el presente confiere todo su poder amplio y general y bastante, tal como en derecho se requiere y es necesario para valer, al Sr. Dr. Dn. José Benigno Cevallos vecino del Cantón de Ibarra, para que en nombre y representación de la persona, derechos y acciones de la R.M. poderdante, y previa la licencia que se adjunta, del Sr. Gobernador de esta Arquidiócesis, pueda comparecer ante las justicias de esta ciudad, u otras partes, mostrándose parte formal y hacer ante ellas las diligencias que crea convenientes, al efecto le confiere las facultades siguientes: La de poder recusar a los Ministros de ambas Cortes, Jueces, inferiores y demás funcionarios judiciales, alzándoles las recusas y conviniéndose o no con las excusas que se propongan, y aun prorrogándoles jurisdicción o negándoles, para que en los periodos probatorios, presente toda clase de pruebas y tache las del contrario; para que pueda otorgar una escritura de compra de una casa en la ciudad de Ibarra y otras diligencias concer nientes a este respecto según las instrucciones que a este objeto le conferirá a su debido tiempo; pudiendo hacer como la R.M. poderdante lo haría de presente; pudiendo además sustituir el presente en una o más personas y las veces que necesario fuere, y relevándole de costos en forma legal, lo firman los testigos presentes que lo fueron los Sres. Bernabé Loza, José Moreno y José Antonio Manosalvas, de que doy fe – Carmen de Santa Ana Rojas, sigue una cruz. Testigo, Bernabé Loza – Testigo, José Moreno – Testigo, José Antonio Manosalvas – Ante mí, Nicolás García, Escribano público».
LICENCIA PARA. OTORGAR EL PODER

“A solicitud de la M.R.M. Priora, Carmen Rojas de Santa Ana de la Comunidad de Carmelitas de Popayán, concedemos licencia para que pueda otorgar un poder al Sr. Dr. José Benigno Cevallos, a fin de que, con él pueda practicar algunos negocios relativos a la Comunidad – Quito, Julio a diez de mil ochocientos sesenta y seis – El Gobernador del Arzobispado”

“Así consta de la Matriz a cuyo otorgamiento estuve presente y en fe de ello lo sello y firmo – Hay un signo – Nicolás García, Escribano Público – Queda literalmente copiado, y a su consecuencia se le devolvió al interesado el citado poder».

“Bajo de este concepto y hallándose legitimada la personería del Sr. Dr. Cevallos y ajustado el citado contrato, le ha pedido, que para la seguridad de la R. M. Priora y de su Vble Comunidad, le otorgue le correspondiente escritura pública y por ser justo ha venido en ello, y poniéndolo en ejecución en aquella vía y forma que más firme sea en derecho, otorga: Que por sí y en nombre de sus herederos y sucesores presentes y futuros venda para siempre al personero de la R.M. Priora de Carmelitas, para ella y su Comunidad, las enunciadas casas en la forma en que quedan ya referidas; bajo de los linderos, que son: por la calle, entrada pública en medio con huerta de las casas del Sr. Josué Vinueza, por abajo, parte con casa y huerta del Sr. Santiago González, y parte con huerta del Sr. Chamorro, por un lado con casa y huerta del mismo Chamorro Manuel, y por el otro, con casa y huerta del Sr. Juan José Chaves, calle pública en medio. Declarando el otorgante no tener vendidas, enajenadas y empeñadas dichas casas y huerta, y que están libres de tributo, memoria, capellanía, vínculo, patronato y cualquiera otra especie de gravamen, y que como tales se las vende con todas sus entradas y salidas, servidumbres y demás cosas que anexas tiene y le pertenecen conforme a derecho, en el valor de mil novecientos pesos de contado, de éstos, confiesa el vendedor tener recibidos mil pesos a su contento y satisfacción y por no parecer de presente su entrega y recibo, renuncia la ley novena del título primero, partida quinta, con lo que a este respecto dispone el Código Civil, y los novecientos pesos de resto a satisfacerle dentro del término de seis meses, contados desde esta fecha en adelante sin ningún interés y con hipoteca de las mismas casas para su seguridad; debiéndose advertir que es de la cuenta de la compradora el derecho de alcabala y el costo de esta escritura».

El Sr. Gobernador de Imbabura, Dr. Benigno Grijalva, en nota dirigida a Madre Priora, dice, en términos muy comedidos de un católico convencido, de lo grato y consolador que es esta fundación, y que se “honra en ofrecerles sus servicios particulares y públicos».

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 
PROMESA DE OBEDIENCIA DE LAS RR.MM.
CARMELITAS DESCALZAS AL SR.
ADMINISTRADOR APOSTOLICO

“En la ciudad de Ibarra, a los dos días del mes de diciembre del año del Señor de mil ochocientos sesenta y seis, se trasladó el señor Administrador Apostólico de este Obispado, Pbro. Dr. Arsenio Andrade, al monasterio de Religiosas Carmelitas Descalzas, que se está fundando, asociado del Capellán de ellas, Pbro. Felipe Santiago López y del infrascrito Secretario; y habiéndose reunido toda la comunidad en el oratorio del convento, se dio principio con el canto de la antífona, preces y oraciones prescritas para estos casos por el ritual de la Orden. En seguida se leyó el decreto de fundación del nuevo Monasterio y Capilla de Ntra. Señora del Carmen en esta ciudad, bajo la protección del Patriarca San José, expedido por el Sr. Administrador Apostólico de esta Diócesis, quien, después de haberle hecho a la Comunidad una exhortación patética relativa a esta santa y piadosa fundación, le exigió la solemne promesa de obediencia a los Prelados de este Obispado, bajo esta fórmula: “¿Prometéis R.M. Priora y Comunidad de Madres Carmelitas, que os halláis aquí presentes, en nombre de Dios Todopoderoso y de la Bienaventurada Virgen Mario Nuestra Señora del Monte Carmelo, obedecer a Nos y a nuestros legítimos sucesores, conforme a las disposiciones de vuestras reglas y constituciones, y todo lo más que mande y ordene nuestra Santa Madre iglesia Católica, por medio de nuestra autoridad?- Y todas respondieron unánimemente: “Si prometemos obedeceros.»- A lo cual repuso el Prelado: “Pues si así lo cumplís, Dios os premie, y si no, os lo demandará».

“Luego se terminó este acto cantando el Te Deum con las preces y oraciones prescritas por el expresado ritual, y firman esta acta para perpetua memoria, la R.M. Priora y todas las religiosas fundadoras, y las que estuvieron presentes, y el Sr. Administrador Apostólico, el Capellán y Secretario, del que doy fe.

 

Ibarra 2 de Diciembre de 1866.

Arsenio Andrade, Administrador Apostólico, Carmen de Santa Ana, Priora, por la Hna. Sebastiana de San Elías y la Hna. Rosa de San José, que por defecto de la vista, no pueden hacerlo, firman la Hna. Gregoria del Smo. Sacramento, Carmen de San Eliseo, María Manuela de la Sma. Trinidad, Mercedes de San Juan de la Cruz, Ana María de San Agustín, Clavaria, Felisa de Jesús, María Jesús de los Dolores, Juana María de San Rafael, Ascensión de San Luís Gonzaga, Gregoria del Smo. Sacramento, Secretaria y Clavaria, Felipe Santiago López, Capellán. Miguel Andrade Marín, Secretario”.

Es importante señalar que apenas se efectuó la erección del convento, nuestras Madres lograron el establecimiento de la Cofradía de la Sma. Virgen del Carmen. Para ello, delegó Mons. Arsenio Andrade, Administrador Apostólico, al P. Felipe Santiago López, capellán del convento, con todas las facultades de la ley.
EL TERREMOTO DE 1868

Llenadas todas las formalidades canónicas para la fundación, las religiosas siguieron el trabajo del monasterio. En éste vivieron poco tiempo porque el terremoto de 1868 lo destruyó cuando todavía no había estado concluido, ni el arreglo terminado.

Este terremoto causó cuatro víctimas en el convento: M. Priora, Carmen de Santa Ana, Ana de San Agustín, Juana María de San Rafael y Mercedes de San Juan de la Cruz. Las restantes, ante tan amarga tragedia, regresaron a Quito, y se hospedaron nuevamente en el convento del Carmen Bajo. Sucedió a M. Priora muerta, la R. M. Gregoria del Smo. Sacramento (Valenzuela), la que con el mismo tino y prudencia de su predecesora gobernó la tan atribulada comunidad durante los cuatro años que permanecieron allí.

En el año de 1871 regresaron a Ibarra para reconstruir el monasterio. Nada pudieron hacer sobre los escombros de su propiedad y, por orden del Prelado, tuvieron que alojarse en casa del Sr.

Joaquín Jaramillo, en Caranqui. Aquí recibieron el consuelo de una buena vocación, la de la joven Mariana Pineiro de origen colombiano. En la religión llevó el nombre de Mariana del Corazón de Jesús.
EL CONVENTO ACTUAL
El 13 de mayo de 1873 el Gobierno Eclesiástico de la Diócesis, Ilmo. Sr. Antonio Tomás Iturralde, Obispo de Ibarra, comisionó al Sr. Canónigo, Dn. Mariano Acosta, con poderes generales, la compra de un terreno y la edificación de monasterio actual. Mientras duro esta obra permanecieron las religiosas en la Casa de Ejercicios de San Francisco, hasta 1876 en que se terminó la construcción de convento y la capilla. Esta se concluyó totalmente en 1877 con el nombre de “Capilla Expiatoria del 68”. La compra del solar y de la edificación de la obra, costaron 15.000 pesos (dinero de entonces), suma alcanzada mediante las dotes de las religiosas y venta de vasos sagrados del culto divino, con licencia de la Santa Sede.
ESCRITURA DE COMPRA VENTA DEL TERRENO
“El Sr. Manuel Muñoz a favor de la R. M. Priora y tres clavarias del Monasterio del Carmen, en mil pesos.”
“En Ibarra a diez y seis de junio de mil ochocientos setenta y tres, ante el presente Escribano Publico y testigos que suscribirán, compareció el Sr. Manuel Muñoz de este vecindario, mayor de edad, a quien conozco, doy fe, y me entrego un certificado conferido por el señor Tesorero de Hacienda Nacional de la Provincia de Imbabura, etcétera, – Certifico: Que el Sr. Prebendado Mariano Acosta satisfizo veinte pesos en dinero a dos por ciento y sesenta billetes al seis por ciento en la cantidad de mil pesos de contado, en que compran las Monjas Carmelitas de este lugar al Sr. Manuel Muñoz, un pedazo de terreno situado en el barrio de San Francisco de esta ciudad EL Billete es de procedencia ecuatoriana, numero ochenta y cuatro.”
“consta de Partidas primera y segunda del folio doscientos treinta y ocho del Libro Diario del corriente año.-Ibarra, veinte y siete de Junio de mil ochocientos setenta y tres,- RAFAEL EGAS.”
“Va fielmente copiado, y en consecuencia, el Sr. Muñoz dijo:
“Que de su propia voluntad vende a las Monjas Carmelitas, Madre Priora y a las tres clavaria, residente en este lugar una casa y terreno que posee en esta ciudad, bajo los linderos siguientes:
Por el Oriente, parte calle pública que conduce de San Francisco, San Juan Calle, y parte, casa de los Sres. Antonio Tamayo y Dolores Madera; por el Norte, Occidente y Sur tres calles públicas que conducen las dos de la Concepción y del antiguo convento de San Felipe, al río Tahuando, y la otra, del mismo San Felipe al antiguo Carmen, aclarando que en este último lado hay el piso incompleto de dos tiendas pertenecientes a la Sra. Bárbara Manzano. Bajo estos linderos expreso el vendedor que se ha hallado en posesión y propiedad de los referidos casa y terreno, y que los adquirió por herencia a su padre el Sr. Fermín Muñoz: Que reconoce el principal (sic) acensuado de doscientos pesos cuyos réditos se pagan al Colegio Seminario de San Diego de esta ciudad. Se obligó el vendedor a levantar inmediatamente la hipoteca de cuatrocientos pesos con que está gravada la casa a favor de Sr. José Antonio Jácome y su esposa Ángela Cárdenas: Que fuera de los gravámenes ye referidos, no los tiene a los mencionadas casa y terreno, vendidos y enajenados, de ninguna otra manera, y como tales los vende con todas las demás cosas que tiene anexas y le pertenecen conforme a derecho, en el precio de mil pesos, pagaderos de la manera siguiente: trescientos pesos, de pronto contado , que confeso haberlos recibido y los setecientos pesos restantes, después de a probada la hijuela divisoria de los Sres. Muñoces. Advirtió también el Sr. Muñoz que ha recibido los trescientos pesos ya relacionados, le hice presente, que esta confesión no admite prueba en contrario, como lo dispone el Código civil: se sujetó a las obligaciones impuestas por dicho Código, especialmente a la edición por saneamiento. La R. M. Priora y las tres Clavarias, instruidas del tenor de esta escritura, la aceptaron y se sujetaron a las obligaciones impuestas por la ley a los compradores. Yo, el Escribano advertí al interesado que hiciera registrar e inscribir la copia de esta escritura, para lo cual quedo comisionado el Sr. Manuel Muñoz. En testimonio de cuanto se ha expresado y después de leída esta escritura, firmaron los contratantes con los testigos instrumentales presentes, de este vecindario, mayores de edad y hábiles por derecho, que son los Sres. Que se mencionaran. En este estado el señor Dr. Mariano Acosta me presento la licencia conferida por el Sr. Vicario General de esta Diócesis, a la R. M. Priora del Monasterio del Carmen , para dicha compra, la referida licencia copiada literalmente es como sigue: “Nos, Doctor Francisco Pigati, Proto Notario Apostólico ad instar Participatium, Arcediano de la Catedral y Vicario General de la Diócesis de Ibarra: Vista la Solicitud Que la Reverenda Madre Priora del Monasterio del Carmen ha dirigido a nombre de la Comunidad que preside, Pidiendo licencia para gastar la suma de mil doscientos pesos en la compra del terreno sobre el cual debe levantar el templo y casas del
Monasterio, y para hacer el pago de alcabala y escrituras, por haberse obligado así en la contrata; Nos, en virtud de las facultades, de que nos hallamos envestidos, y atendiendo a la utilidad que de ello reporte a la Comunidad, tenemos a bien conceder las licencias solicitadas. Además autorizamos a la Reverenda Priora para que haga todos los gastos necesarios en la construcción de las casas y templo, llevando o mandando que se lleve la cuenta respectiva, para presentarla a Nos.- Ibarra, diez y siete de Julio de mil ochocientos setenta y tres- Firmado- Francisco Pigati.- En este estado se advierte que las Reverendas Madres mencionadas se hicieron presentes en el locutorio de su Monasterio de Caranqui, en donde firmaron la presente con los testigos, que son los Sres. Miguel Lara, José Játiva y Carlos Estuardo Monge; de que doy fe.- Firmado – Manuel Muñoz- Gregoria del Smo. Sacramento, Priora (Aquí una cruz). Por estar impedida María Rosa de San Joaquín, Clavaria.- firma Feliza de Jesús (aquí una cruz) Carmen de San Eliseo, Clavaria (aquí una cruz) María Jesús de los Dolores, Clavaria (aquí una cruz) Testigo Miguel Lara – Testigo, José Játiva – , Carlos E. Monge – Ante mí, Moisés Jaramillo, Escribano Publico.”
“Es fiel copia de la escritura anterior, cuyo original existe en el Registro de mayor cuantía del Archivo que está bajo mi custodia. Para los fines legales, doy la presente, a petición verbal de la Reverenda Madre Priora del Convento de Carmelitas de esta ciudad, signada y firmada en Ibarra, a cinco de Junio de mil novecientos cuarenta y cinco”.-
El Notario GABRIEL GAVIÑO”.
“RAZÓN.- Al margen de la escritura original, consta: Que el Sr. Manuel David Muñoz Ha cancelado la cantidad que quedo debiendo el Monasterio de Carmelitas de esta ciudad, por concepto del precio de la casa y terreno que relaciona esta escritura. La cancelación se ha verificado con fecha veinte y seis de septiembre de mil ochocientos setenta y tres.- Ibarra, a 5 de Junio de 1945”.- El Notario Segundo Cantonal.- GABRIEL GAVIÑO”.
Hecha la compra anterior del terreno, adquirieron otro lote, el adyacente para cuadrar la manzana, habiendo vendido otras alhajas con el permiso del Sr. Delegado Apostólico, tanto para la subsistencia como para comprar el terreno, según consta por el Oficio No. 3.532, en contestación a la solicitud elevada por las Madres Carmelitas.
ESCRITURA DE LA COMPRA DEL TERRENO
PARA COMPLETAR LA MANZANA
“En la ciudad de Ibarra a veinte y tres de Noviembre de mil ochocientos ochenta, ante mí, el infrascrito Escribano y testigos que suscribirán, compareció el Sr. Rafael Vacas de este vecindario, mayor de edad y hábil por derecho, a quien de conocerlo, doy fe y me entrego el certificado de alcabala, el que, a más de ir agregado a este registro ira copiado en la primera compulsa que se de en esta escritura, y en su virtud otorga: Que por herencia de su finada Madre Rita Freire, tiene y posee de su propiedad quince caras de tierras en el barrio denominado “El Hospital” de esta ciudad, las mismas que tienen a bien darlas en venta y enajenación perpetua a la R.M. Carmelita Gregoria de Smo. Sacramento, quien hace la compra para el convento que corre a su cargo como Priora de dicho convento, por el precio y cuantía de quince pesos en dinero, que confiesa tenerlos recibidos a su satisfacción en modelo usual y corriente, por lo que le advertí, que su confesión no admite prueba en contrario como lo dispone la Ley. La enajenación con sus respectivas entradas y salidas, usos, costumbres, servidumbres y las demás cosas a él anexas, para que por este título disponga como más le convenga.”
Se obliga a la evicción y saneamiento y a cumplir con todas las obligaciones que el Código Civil dispone a los vendedores.
“Los linderos del terreno vendido son los siguientes: Por el Oriente una calle pública, frente al hospital de esta ciudad; por el Occidente, Norte y Sur con terrenos del mismo Convento de Carmelitas. Bajo esta demarcación hace la venta por la suma expresada. Presente la compradora R.M. Gregoria del Smo. Sacramento, a quien de oírla, doy fe, aceptó esta escritura en todas sus partes, siendo vecina de esta lugar, por ser hecha a favor de los derechos que adquiere el Monasterio de su cargo, y en virtud de la licencia concedida por el Hno. Y Rvdmo. Sr. Dr. Pedro Rafael González Calisto, Dgmo. Obispo de esta Diócesis… ”
“Después de leída y comisionado para la inscripción al Sr. Joaquín Jaramillo, firman con los testigos instrumentales presentes de este vecindario, mayores de edad y hábiles por derecho, que son los Sres. Mario Severo Lara, José Rueda Hurtado y José Roberto Meneses, de todo lo que doy fe, así como de que no me han manifestado la carta de pago del uno por mil, por ser urbano el predio vendido.- Firman Rafael Vacas –Gregoria del Smo. Sacramento, Priora –Testigo, Mario Severo Lara –Testigo, José Rueda Hurtado –Testigo, José Roberto Meneses –El Escribano, JOAQUÍN PÁEZ.”
El año de 1876 es de grata recordación, como la culminacióny cima de ua gran obra, en la que son protagonitas y actores, la Divina Providencia primero, y luego la voluntad humana, dócil a las inspiraciones de la Primera, como en este caso: la obra material (aparte de la espiritualidad preeminente en una comundad religiosa), como es la edificación del monasterio, encomendada al Dr. Mariano Acosta, quien al entregar a las religiosas pone un hito que ha servido para que Ibarra sea testigo, en cien años, de la fructífera vida de la comunidad, como dijo, en ocasión propicia, el gobernador, Sr. Benigno Grijalva: “El establecimiento de una Congragación de Vírgenes cuyo fin primordial es el ejercicio de las virtudes católica y cuyas plegarias por el bien y prosperidad de la ciudad (y de la nación toda) serán infaliblemente oídas por el Supremo Director de las cosas humanas…es motivo de felicidad y congratulación…”.
Y, pasado el tiempo, en el discurso del Dr. Víctor Gómez Jurado, con motivo del trasladado de los restos del Dr. Mariano Acosta al Carmen, se hace un condigno elogio y reconocimiento de las virtudes él y también de la Comunidad, con estas elocuentes y sabias expresiones: “…Oh ilustre Acosta! . Vamos al Carmen. Vamos al Carmen. Vamos al santuario de la virtud! . Vamos al hogar más santo de Ibarra! . Allí reposarás en la paz del Señor; allí no os faltarán oraciones, y, por último, allí oiréis la trompeta de los cielos en el gran día de la resurrección universal…”
INAUGURACIÓN DEL NUEVO CONVENTO
De las escrituras transcritas anteriormente se deduce que en 1880 se completó la compra del terreno del nuevo convento, y que el adquirido en 1873 sirvió para la construcción terminada en 1876. En cuanto a lo que quedó en escombros del anterior convento, se vendió, con los debidos permisos de la autoridad eclesiástica, para el sostenimiento de la comunidad, en 1884. En ese año de 1876 se inaugura el convento con las religiosas payanesas y como Priora la R.M. Gregoria del Smo. Sacramento, quien abra las puertas del Noviciado para el ingreso de nuevas vocaciones al monasterio. Así en 1879 ingresaron dos jóvenes quienes en la comunidad llevaron respectivamente los nombres de Amelia del Corazón de María (Viteri Peñaherrera) y Dolores de San Juan de la Cruz (Páez Jijón). La profesión de ellas causó inmenso gozo a la comunidad que estaba a punto de extinguirse por falta de personal, pues

 

 

 

 
apenas se instalaron en el monasterio murieron des de las religiosas fundadoras: M. Carmen de San Eliseo y M. Rosa de San Joaquín. Cuando las religiosas pensaban tener una tregua en sus sufrimientos, enfermó gravemente M. Priora, Gregoria del Smo. Sacramento en 1883 hasta 1885 en que murió. Durante la enfermedad de M. Gregoria, la asistió con toda solicitud M. Marianita del Corazón de Jesús, su primera novicia recibida en Caranqui. Como M. Gregoria, por su enfermedad, quedó inútil para la conducción de la comunidad, le sucedió M. Feliza de Jesús (Velasco), quien dirigió sus destinos con acierto varios trienios. Al momento de expirar M Gregoria, despidiéndose de sus hermanas religiosas, les prometió que en el cielo pediría a Dios por el envío de buenas vocaciones; y a los 10 meses de muerta golpeaban la portería del convento las Srtas. Mercedes y Carmen Gómez Jurado, solicitando ser admitidas en la comunidad. Esto sucedió en 1886. Fueron recibidas con júbilo esta dos jóvenes que en la religión levaron los nombres de M. Mercedes del Smo. Sacramento y M. Carmen de Santa Ana; y en el año de 1887 ingresaron otras cuatro jóvenes, y de tal modo se aumentaban las vocaciones que en 1890 la comunidad estaba ya compuesta de Religiosas Ibarreñas. La promesa de M. Gregoria se había cumplido. En 1898 murieron las dos últimas fundadoras colombianas, M. Feliza de Jesús Velasco y Carlota del Espíritu Santo Velasco, hermanas. Cuatro años antes de la muerte de M. Feliza, fue elegida Priora M. Carmen de Santa Ana (Gómez Jurado), a los 30 años de edad, y al trienio siguiente fue elegida M. Amelia del Corazón de María (Viteri Peñaherrera). Ambas religiosas heredaron el espíritu de las M. M. Fundadoras, el don de gobierno, de prudencia y fortaleza, y gobernaron por varios años conservando la disciplina y estricta observancia de las reglas y constituciones.
A los 10 años de inaugurado el convento tuvieron las religiosas que hacer varias reparaciones en el techo, y en 1906 se impuso su completa reedificación porque amenazaba inmediata ruina.

 

 

 
LA VIDA DE LA COMUNIDAD DESDE 1906
EL SR. OBISPO FEDERICO GONZALES SUAREZ
En este año de 1906, el Ilmo. Obispo diocesano, del edificio, tomo por su cuenta hacer todas las gestiones para su inmediata reparación, organizando un comité, el cual debía encargarse de que la construcción sea sólida y duradera. El Ilmo. Prelado, con su palabra autorizada y elocuencia ya reconocida, hizo un llamamiento a las dos provincias de Imbabura y Carchi (en ese entonces formaban una sola diócesis), para su cooperación en esta obra.
De una circular del mencionado Sr. Obispo extractamos estas líneas: “…Miraremos con indiferencia que esa santa casa, derrumbándose poco a poco, no tarde en llegar reducida a escombros?… La voz de la oración cesara, el canto de las alabanzas divinas callara; el apacible sonido de la campana, que, en medio del silencio de la noche, solía resonar, convocando a las vírgenes del Señor de la bendita labor de la oración en común, de la plegaria nocturna, quedara para siempre muda?…las monjas se verán obligadas a salir del monasterio arruinado y a emigrar a otras partes, buscando a donde volver a esconderse otra vez?… “Ibarreños, las dejaréis irse?… Las veréis indiferentes de salir de vuestra ciudad, para andar peregrinando lejos en busca de un asilo, donde terminar su vida consagrada toda a Dios?. “Ese monasterio es de veras pobre, que no puede reconstruirlo con recursos propios…”.- Termina nombrando un comité de caballeros distinguidos, honorables, dignos de toda confianza, encargados de recoger las limosnas, y cuyos nombres son: Rvmo. Sr. Canónigo Alejandro Pasquel Monge, Sr. Dn. Nicolás Tobar, Sr. Dr. Dn. Víctor Gómez Jurado, Sr. Dn. José Domingo Albuja (arquitecto); Sr. Dn. Gumercindo Dávila, el Sr. Dn. Heliodoro Avala (que hace de Tesorero General). Los señores Nicolás Tobar, Gumercindo Dávila, Víctor Gómez Jurado y Heliodoro Ayala, son padres de religiosas de la comunidad. Los hijos de los señores Dávila y Tobar, Hermógenes y Carlos, representaron a sus padres los trabajos de reconstrucción, en forma personal y eficientemente entusiasta. El Dr. Víctor Gómez Jurado cedió su casa cómoda para convento provisional, y las religiosas se trasladaron el 23 de junio de 1906, a las 12 de la noche, acompañadas del Rvmo. Sr. Dr. Alejandro Pasquel, Vicario General, del Rmvo. Sr. Cervelión Gómez Jurado, del Sr. Dr. Espiridión Rosero, de la familia Pasquel y de la familia Ayala.
LA FAMILIA GOMEZ JURADO
Recibió a la comitiva en el salón en cuyo centro, en un pequeño altar, se ostentaba la imagen de Ntra. Sra. del Carmen, la misma que fue traída de Popayán. En presencia de esta imagen, el Dr. Víctor Gómez Jurado, profundamente emocionado, entregó su casa a las religiosas carmelitas con la siguiente tierna alocución: “Rvda. M. Priora Amelia del Corazón de María y Venerable Comunidad Carmelitana: Antes de hablar, quisiera arrancarlo de mi pecho el corazón y entregároslo, para que notéis en el las variadas emociones que lo dominan.”
“Veo todo lo que estoy viendo ahora, y todo lo que encuentro ten misterioso, tan solemne que me parece que he venido recién a la existencia.”
“Ah!, es que en mi casa veo un nuevo establo de Belén… y aquí están nuestro Dios y la Sma. Virgen del Carmen y Santa Teresa de Jesús y estas humildes Carmelitas, ángeles que rodean al Santísimo, en este otro pesebre que se ha dignado escoger para su morada.”
“Aquí está la hija de mi alma, ofrendada como primicia de amor a la Reina de los Cielos… Aquí están los pedazos de mi corazón, mis hermanas, a buscar otra vez su cuna junto a la mía, cuna que ya no es de ellas y que ya no es mía, porque se ha convertido en pobrísimo asilo de nuestro Dios…Nadie más?, No; aquí has otros personajes, si el corazón no me engaña…aquí… a los pies de la Sma. Virgen, están las almas dichosas de mi padre y de mi madre… Almas queridas, os evoco,… y decid a María Sma. Del Carmen lo que no aciertan a decir de mis labios… Vosotras que ya sabéis el lenguaje de los cielos, hablad, hablad, por nosotros… y yo, mi esposa, mis hijas mis hijos y mi familia toda nos pondremos de rodillas y diremos: Madre querida del Carmen, ya que habéis buscado asilo en nuestra pobre casa santificadla y santificadnos… “Bendecidnos con toda la ternura de vuestro corazón amoroso; que no decaiga jamás nuestra fe, y que al morir perdonadas nuestras faltas, os hallemos en el camino de la eternidad, brindándonos también nuestro Asilo, el esplendente Asilo de los Cielos! Si todo esto hay; si este humilde hospedaje es garantía segura de santificación y salvación, y si por otra parte, la pureza de nuestros afectos nos ha hecho como familia de esta venerable Comunidad Carmelitana, os ruego con lágrimas, que aceptéis, Rdas. RR.MM. esta hospitalidad, y que os quedéis a vivir aquí como en vuestra propia casa. Vuestras oraciones, vuestra presencia misma, la convertirán en templo; y si entre esas oraciones, pronunciáis una sola palabra en nuestro favor, Dios nos mirara con misericordia”.
El Rvmo. Dr. Pasquel Monge contesta con sentidas palabras en nombre de la comunidad y se ofrece a prestar sus servicios espirituales, y pone la clausura en la afortunada casa.
RECONSTRUCCION DEL CONVENTO
Instaladas las religiosas en su improvisado monasterio, continuaron normalmente los actos de la vida regular durante un año cuatro meses. En esa casa se efectuó la elección de priora, siendo elegida por segunda vez la R. M. Carmen de Santa Ana (Gómez Jurado). Las dos religiosas: M. Amelia del corazón de María y Carmen de Santa Ana fueron las que se entendieron en el trabajo de la reconstrucción del convento y de la capilla de acuerdo siempre con el Exmo. Sr. Obispo, con el arquitecto y directora de la obra, Sr. Domingo Albuja, con la familia Gómez Jurado, con el Sr. Heliodoro Ayala y con el Sr. Joaquín Carrascal, quien prestó sus servicios de sobrestante desinteresadamente. Al año, cuatro meses, estuvo terminado el claustro principal, juntamente con la estatua de Santa Teresa de Jesús, obra maestra del insigne escultor, Sr. Daniel Reyes y obsequio del Sr. Heliodoro Ayala. El 15 de octubre de 1907 bendijo solemnemente dicha estatua el Exmo. Sr. Pérez Quiñones, con numerosa concurrencia de los habitantes de Ibarra, entre quienes asistieron algunos militares, quienes viendo desocupado el monasterio manifestaron cierto interés por él, lo que hacía temer porque en ese tiempo reinaba un ambiente de abusos e irresponsabilidades. Llego esto a los oídos del Exmo. Sr. Pérez Quiñones, e inmediatamente ordeno que la comunidad se trasladase al monasterio. Así se hizo, a las 3 de la mañana del 16 de octubre de 1907 el Capellán, Rmo. Sr. Pasquel, celebro la santa Misa, consumió las hostias consagradas, y a las 4 de la mañana se trasladó la comunidad a su propio monasterio.
Indescriptible fue a emoción de las religiosas cuando entraron a su convento y tuvieron como primera visión la hermosa estatua de su Santa Madre, Teresa de Jesús.
AGRADECIMIENTO
Una religiosa manifiesta de la siguiente manera sus emociones: “No es para decir las impresiones del alma, cuando nos vimos otra vez en nuestro monasterio completamente transformado. Hermosa arquería y esbeltas pilastras de cal y ladrillo, sustituían a las soleras y pilares de madera carcomidos por la polilla; el techo levantado para que haya más luz y aire; alto el terraplén para evitar la humedad; trazados los jardines para plantarlos; en el centro, la hermosa columna que ostenta de Nuestra Santa Madre Teresa de Jesús, labrada en piedra, obsequio del Sr. Heliodoro Ayala; estatua cuya mirada elevada hacia el cielo, nos convida a pensar en lo divino; en suma, el claustro principal estaba terminado y ofrecía a nuestra vista un espectáculo hermosísimo. En ese día pasamos entre emociones de alegría y de lágrimas, bendiciendo a la Divina Providencia por habernos dado una habitaPatio central con la estatua de Santa Teresa de Jesús.

ción cómoda, y rebosando de gratitud nuestro corazón para con todos nuestros insignes bienhechores cuyos nombres consignamos en esta página de inolvidables recuerdos.”
“Nuestra gratitud imperecedera para el Exmo. Sr. Gonzáles Suárez, quien inició la obra de reconstrucción, en vista de que nosotras estábamos incapacitadas para llevarla a cabo. Al ser trasladado a Quito, le sucedió el Exmo. Sr. Pérez Quiñones, el cual con el mismo interés de su ilustre predecesor, secundó los trabajos hasta que se terminaron. Además de esta deuda de gratitud a los beneméritos Prelados, la debemos a los señores que construían el Comité; al Sr. Dn. Elías Monge que nos obsequió gran parte de madera de su hacienda “Quitumbita”; a todos los ibarreños, cuyos nombres sería largo enumerar; y, en general a todos los habitantes de Imbabura y Carchi, que nos ayudaron, unos con sus limosnas y otros con el trabajo de sus manos. Para todos elevamos una plegaria al cielo, y de corazón les agradecemos con las palabras del pobre y del cristiano: Que Dios les pague en el tiempo y la eternidad”.
Luego, tuvieron que padecer los inconvenientes de la construcción que seguía adelante, con irregularidades y molestias, porque dicho trabajo no se terminó hasta después de 7 años, y para ello vendieron, con la debida autorización, las alhajas de la Sma. Virgen del Carmen, porque no era posible hacerlo solamente con las limosnas.
INFORME DEL COMITÉ CARMELITANO.
A los tres años de estar la comunidad en su reconstruido monasterio, el Comité Carmelitano informó al Exmo. Sr. Obispo sobre el curso del trabajo, en el que , con fecha de 1º. De enero de 1.909, se le dice, entre otras cosas que las erogaciones ascendieron a siete mil sucres en dinero, el valor de los materiales regalados, a tres mil; de esta manera que el total llega a 10.000 sucres, y eso sin contar la mano de obra de los jornaleros y artesanos que trabajaron gratuitamente, entre los cuales se hace mención especial de los carpinteros de Ibarra y Caranqui, quienes armaron sin cobrar un centavo todas las cubiertas de la casa. El monasterio reconstruido es por lo tanto, en rigor de la justicia, un testimonio del grandísimo aprecio que nuestros pueblos profesan a la Comunidad Carmelitana. El Comité termina manifestando su agradecimiento al señor que le haya concedido la satisfacción de realizar la comisión para la cual fue fundado y se complace sobre manera en aprovechar la oportunidad que la presentación del informr le proporciona, para ofrecer una vez más las distinguidas consideraciones y respetos a V. Sía. Ilma. y el apoyo en todo aquello en que pueda secundar el afán paternal, por el bien de la diócesis, y firman: El Presidente, Nicolás Tobar; el Vicepresidente Víctor Gómez Jurado; el vocal Heliodoro Ayala, el Vocal Gumercindo Dávila, El Secretario Arq. José Domingo Albuja.
HERMOSA Y SENTIDA CARTA DEL SEÑOR HELIODORO AYALA A SU HIJA CARMELITA.
Al terminarse el trabajo de la reconstrucción; el Sr. Heliodoro Ayala, se dirige a su hija, M. Ana María de Jesús, en los términos siguientes:
“A mi querida e inolvidable hija, Mariana de Jesús Ayala Guerrero, Carmelita.- Querida hija: Tu hermano José Miguel me comunicó los deseos que tú tenías. Te diré que tú y cualesquiera de mis hijos tienen derecho a pedirme lo que deseen, y yo la obligación de concederles o negarles, de acuerdo con los dictados de mi coincidencia. Por lo expuesto puedes decirme por escrito lo que quieres, cuando y como quieras. Por ahora te expongo con toda veracidad el punto siguiente:
Primero.- Hago constar que vinieron las monjas carmelitas de Caranqui a Ibarra, tuve la felicidad de hacerme amigo de las R.R. Madres Carlota y Feliza, originarias de Popayán (Colombia) que fueron desterradas de su patria por el Gral. Tomás Cipriano Mosquera. Por las buenas relaciones que cultivé con las referidas religiosas, fui adquiriendo inmenso cariño a todo lo que se relacionaba con el Carmen. A esto he de agregar, tu entrada a esa santa casa; tu largo noviciado, pues fuiste la primera un cumplir esa nueva disposición de tres años de noviciado, pues fuiste la primera en cumplir esa nueva disposición de tres años de noviciado, pero mediante la divina gracia, la intercesión de la virgen del Carmen, y las oraciones y bendiciones que desde el cielo, te prodigaba tu santa madre, Margarita Guerrero, llegaste a coronar tus deseos, que con tanto interés los habías perseguido, y, por lo mismo llegaste a ser esposa de Jesucristo. Y en verdad este es el mejor beneficio que Dios me ha dispensado entre todos mis hijos, al ser tú religiosa Carmelita. Esto aumentó mi cariño a las religiosas Carmelitas.
Segundo.- Tu profesión fue solemne por la asistencia de muchos sacerdotes y distinguidos cabaleros y por la presencia del Ilmo. Y Rvmo. Sr. Federico González Suárez, el cual te hizo el honor de tomar la palabra, cuyo eco impresionó hondamente a los concurrentes. La dote para ingresar era de mil sucres, pero por ti se dio dos mil, de los cuales yo di mil y los mil restantes los diste tú de haber materno que te pertenecía, según la hijuela divisoria que se practicó después del fallecimiento de tu madre.
Tercero.- Por el inmenso amor que mi esposa Delfina Leoro y todos los míos teníamos a las religiosas Carmelitas, resolvimos ayudar a la reconstrucción de la iglesia y convento de una manera incondicional, sin omitir gasto alguno, porque creí mejor darte en vida, lo que podías recibir después de mis días, teniendo en cuenta, que de este modo utilizabas tú de tu futura herencia y hacíamos a la vez un bien positivo a la comunidad. Principiando la reconstrucción, desplegué todas mis energías y seguí preparando ladrillo de diferentes marcas, de manera que esta hacienda de Santo Domingo se llevó al Carmen, algo más de 33.000 piezas, fuera de la teja que es difícil calcular. Así mismo contribuí con peones todos los días que duró el trabajo que se concluyó
Cuarto.- En cuanto a la madera para la reconstrucción, me propuse a traerla de Cotacachi, del cerro en donde hay el “Guachi” que no se apolilla fácilmente. Para este fin preparé las provisiones necesarias para treinta peones, con los cuales permanecí en la montaña una semana completa. Cuando todo estuvo listo, se me presentó un caso sumamente grave; la enfermedad de mi hijo Enrique, que de un momento a otro se puso en estado antagónico, a consecuencia de una disentería fulminante. En esta dura alternativa, las Madres Carmelitas se comprometieron en curarle y convenido así, y confiando en la protección de la Sma. Virgen del Carmen, emprendí el viaje con mis peones y sirvientes. En la montaña levantamos un rancho para vivienda provisional; nos levantábamos a las 5 de la mañana y regresábamos del corte a las 6 de la tarde, las más de las veces mojados, siéndonos necesario secar la ropa en el fuego. A pesar de estos contratiempos todos estábamos alegres, tanto que, después de merendar, los trabajadores formaban una orquesta de flautas y de rondadores para divertirse un poco y pasar el rato. En los 6 días que permanecimos en la montaña, se cortaron mil doscientos palos, y todos quedaron almacenados hasta ir a traerlos. Para el trasporte de esta madrea se convocó a todos los peones y partidarios de las haciendas: “Santo domingo”,”chorlavisito” y “el milagro” de mi pertenencia la hacienda “chorvali” propiedad del Sr. Nicolás tobar; de la haciendo del Sr. Alejandro Andrade y a todos con buena voluntad, emprendimos la marcha para trasladar la madera a Ibarra.
En cuanto a mi hijo Enrique, cuando regrese del corte de la madera, lo encontré sano y de covalencia, sin otra medicina y alimentos que los que venían del Carmen.
No escatimé nada de lo que hubiera podido hacer o gastar en esta obra de tanta trascendencia, para cuya ejecución me alentaba el llmo .Sr .González Suarez, el cual me dio una prueba de aprecio y de confianza: “Le faculto. Me dijo un día, a Ud. Para que haga entrar al Carmen a todas las personas que sean necesarias para el trabajo y no ocurran a pedir licencia; descargo en Ud. Mi conciencia. Esto lo hizo por el grande cariño que profesaba a las Madres Carmelitas, y por el vivo deseo que tenia de que pronto se termine el trabajo. El formo el comité Carmelitano, convocado a los padres que teníamos a nuestras hijas en el Carmen, para encargarnos que trabajemos de un modo eficaz en la reconstrucción del monasterio. Tanto interés tenía el llmo .Sr. Gonzales Suarez por esta obra, que cuando fue a Quito a tomar posesión del Arzobispado, tuve la honra de acompañarlo, y al despedirme me dijo: “En cuanto a la obra del Carmen, siga con el mismo entusiasmo, y cuando no haya dinero, pídeme; por lo demás en Ibarra, un saludo general a todos hasta a las piedritas en Ibarra”. Y puso en práctica l oferta, pues repetidas veces mando alguna suma de dinero para el trabajo, y la última vez que me dio fue cuando por un asunto particular viaje a Quito y fui a saludarlo, y la primera pregunta que me hizo fue: “¿Cómo va el trabajo del Carmen?”; yo le respondí que estaba al terminarse, pero se suspendería porque en caja no había sino 50 sucres. Me replico: “Haga un telegrama diciendo que no suspendan el trabajo, pues un caballero me quiere dar un dinero con la condición única, que lo había de emplear en mi persona.” Al despedirse me dijo: “Me ha contestado el Sr. Del obsequio que yo disponga como a bien tenga, allí esta pues ese paquete cerrado que no lo he abierto, y con eso acabe la obra de las Carmelitas” Tome el paquete y al abrirlo encontré que contenía 400 sucres, los mismos que fueron entregados a la R.R Priora del Carmen, porque allí hacían los pagos.
Así mismo el llmo. Sr. Pérez quiñones apreciaba en gran manera a las madres carmelitas, y tomo a su cuenta el arma del techo con teja vana, idea que ha sido aceptada generalmente y con buenos resultados. Al llmo. Sr. Pérez Quiñones debo la distinción de haberme dado en la iglesia de las Carmelitas, un depósito para los restos de todos los míos
En fin, termino esta larga y pesada relación, mediante la cual me he propuesto manifestarte mi aprecio de padre y el deseo que he tenido de darte en vida tu haber paterno para que lo disfrutes en compañía de tu hermanas Religiosas”

Dándote mis bendiciones, me suscribo tu amante padre que te desea tu satisfacción.- Heliodoro Ayala”.
“Antes de despedirme quiero hacer justicia al mérito de la familia Gómez Jurado, a la que he estado ligado siempre con el irrompible vinculo de la amistad: “Al referir mis pequeños servicios prestados en la reconstrucción del convento e iglesia del Carmen, debo en justicia mencionar las valiosísimas actuaciones n el trabajo, por parte del Dr. Víctor Gómez jurado, su señora, y toda su familia en general”.
“la familia jurado hizo un acto grande y generoso al ceder su cómoda casa para la habitación de las monjas, mientras se reconstruían el monasterio. El Dr. Gómez jurado, con su familia se trasladó a una casa pequeña, propiedad de las MM. Carmelitas, casa que no prestaba comodidad alguna a su numerosa familia, ni mucho menos decente para su posición social.” Este procedimiento noble en favor de las MM. Carmelitas, inmortaliza la memoria de la familia Gómez Jurado, y, su recuerdo servirá de estímulo a las generaciones venideras, y fue un grande apoyo para trabajar con entera libertad en la reconstrucción del convento de las religiosas. En esta obra competía el Dr. Jurado con su señora esposa, Mariana Espinosa, a quien yo vi fiscalizando a los que no cumplían con sus compromisos, cuidando del orden y de que no pierdan el tiempo los operarios. Como amigo y admirador de la familia Gómez Jurado, hago constar mi gratitud por las manifestaciones de aprecio que han dispensado, y sobre toda por la decisiva intervención en el trabajo de la reconstrucción del Convento Carmelitano.”
“Querida hija: Solamente por la confianza de padre te envió estos borrones, a fin que se converse siempre entre tus hermanas religiosas vivo el recuerdo de tan digna familia y eleven por ella al cielo fervorosas oraciones en señal de gratitud eterna.”
Santo Domingo, mayo 19 de 1930. AYALA.”
La carta transcrita, tiene fecha del 19 de mayo de 1930 y hace referencia, como se ha visto, a sucesos de la reconstrucción del convento en 1906 que se terminó en 1913, año al que volvemos en nuestra narración.
UNA VIDA EN CAMINO
En 1913 la Prelada, R.M. Amelia del Corazón de María, afrontó con valor las dificultades y contradicciones inherentes a la ruptura de una vieja costumbre, enraizada por esos años en muchos claustros; al nuestro había venido juntamente con las fundadoras desde Popayán. La mencionada costumbre, era la de mantener en la clausura, seglares destinadas al servicio de la comunidad, contra lo determinado en nuestras constituciones; para sustituir a estas personas y por bondadosa concesión de las Santa Sede se elevó a seis el número de hermanas conversas o de velo blanco. Pronto Dios suscitó vocaciones, y así, el 18 de octubre de ese mismo año (1913)ingresaron dos jóvenes, resueltas a consagrar sus vidas al Señor sirviendo a la comunidad; ellas fueron Rosa Elena Marcillo y Rosa Amada Carrera, quienes al profesar, cambiaron sus nombres por los de: Joaquina y Josefa respectivamente.
PRIMERA RELIGIOSA SEPULTADA
El 24 de agosto de 1928 falleció la Hermana Leonor María del Espíritu Santo, a la temprana edad de 31 años; su despojos mortal fueron los primeros que se sepultaron en el cementerio del monasterio construido en 1919.
LLEGADA DE LOS PP.CARMELITAS AL ECUADOR
Este mismo año (1928) el Señor regaló a la comunidad, con una perspectiva consoladora, cual fue, la esperanza de que, nuestros Padres Carmelitas vinieran a establecerse en el Ecuador. Efectivamente, el P. Hieroteo de Valbuena inició arriesgadas gestiones, decimos arriesgadas porque anticlerialismo, que por entonces imperaba en las leyes y en los gobernantes de este país, prohibía el ingreso, y más aún, la permanencia de sacerdotes extranjeros. El P. Hieroteo, con sagacidad, fervor y constancia incomparables, venció obstáculos extremadamente grandes y obtuvo del gobierno permiso para que él y sus misioneros se instalasen en el “Pun”, o sea al Norte del Oriente Ecuatoriano. Este equipo pionero de los carmelitas en el Ecuador, estuvo integrado por los P.P. Brocardo de San José, Eulalio del Niño Jesús, Hieroteo de la Virgen del Carmen y Benedicto del Niño Jesús. La Iglesia puso el sello de su aprobación mediante el decreto del Señor Cbispo de Ibarra, por el cual, encargaba la prefectura de Sucumbíos a los Carmelitas Descalzos de la Provincia de Burgos.

Es preciso subrayar, que la delegación de Carmelitas de nuestro país, que cuenta hoy, con seis florecientes casas, debe a los sacrificios de los misioneros, y queremos destacar la alegría profunda, que nos invade, al recordar la contribución de nuestras comunidades al advenimiento de los Padres Carmelitas; contribución patente en más de un centenar de cartas, que conservan en su archivo los conventuales de Santa Teresita, y esperamos, que el Señor habrá recibido la otra contribución, la que se concretó en una campaña de oraciones, rogativas y sacrificios.

La emoción no se circunscribió dentro de los muros del claustro. Tanto el Exmo. R. Obispo como su Vicario General Mons. Luis Alejandro Pasquel Monge gozaron de antemano, previendo la ayuda espiritual que nos darían nuestros Padres Carmelitas.

Son dos fechas memorables: el 20 de octubre de 1928, la llegada de los P.P. Carmelitas y el 25 de octubre de 1928, entrega de la Prefectura de Sucumbíos, mediante decreto del Exmo. Sr. Obispo Mons. Alberto María Ordóñez Crespo a los PP. Carmelitas.

La intuición de los Prelados diocesanos, relativa a la ayuda espiritual, de que los PP. Carmelitas darían a nuestra comunidad, tuvo cabal cumplimiento. El P. Hieroteo indagó celosamente el cumplimiento que daba nuestra comunidad a la regla y constituciones de la Orden y a la forma con que se las interpretaba, dándoles palabras de aliento, mediante su complacencia y asentimiento a cuanto habíamos venido realizando. Además, nos puso en contacto epistolar, con los superiores de la Orden, y así el P. General nos escribió la carta que a continuación transcribimos:

“Me alegro de que el Ilmo. Sr. Obispo haya recibido tan halagüeñas impresiones de su visita a esta casa y espero que ello ha de contribuir favoreciendo a V.R. e interesándose para el progreso de las recientes fundaciones que los PP. De la Provincia de Burgos han llevado a cabo últimamente en esa República.

Por mi parte no dejaré de prestarles todo el apoyo que me sean posible. Confío que poco a poco se van asentando y que Dios Nuestro Señor escuchará los ardientes deseos de V.R: ya que el trato con los Padres tanto bien puede acarrear a sus almas.

Pidan con mucha insistencia a Nuestra Madre Santa Teresa que no las prive de esta gracia y que la extienda a todas las comunidades de Carmelitas Descalzas.

Aquí le incluyo la facultad de bendecir las Rosas de Santa Teresita. Va extendida para el Capellán. Ha de entender que esta autorización sirve para cualquier sacerdote que ejerza el cargo de Capellán, aunque no sea de manera permanente sino para algún tiempo. Tal es mi intención al conceder esta facultad, y conviene que la sepa V.R. para su aplicación.

Del contenido de su carta deduzco el buen espíritu que reina en esa Comunidad. Que dios Nuestro Señor la conserve siempre en el mismo estado de fervor. Lo que importa es que V.R. se esfuercen continuamente en ser cada vez más observantes. En la observancia de las Santas Leyes está su fortaleza. Cumpliéndolas con toda exactitud están seguras de que agradan a Dios Nuestro Señor, y a medida que se van perfeccionando en la observancia se harán merecedoras de nuevas gracias de parte de Dios.

Mientras sean generosas con Dios Nuestro Señor no tienen que temer. No es posible que nadie venza a El en generosidad.
Enviando una especial bendición a V.R. y a todas sus hijas, me encomiendo en sus oraciones a y me reitero su afmo. En Cristo”
(f) Gray Guillermo de San Alberto.

 

NUESTRA HISTORIA
CONTEMPLACIÓN Y ACCIÓN

Pío XII definió la vida contemplativa como una profesión pública de vida religiosa que está ordenada a la contemplación interior, de tal modo que toda la vida y toda la actividad puedan fácilmente y deban eficazmente estar penetradas en este intento. Entre las prescripciones de la disciplina religiosa, como son la clausura, los ejercicios de piedad, de oración, de mortificación y los trabajos manuales, los enumera como medios al servicio de una realidad esencial: la contemplación interior.

Lo que exige en primer lugar es que por estos medios la religiosa se una a Dios y que todos sus pensamientos y acciones estén penetrados de su presencia y ordenados a su servicio. Si esto faltare, el alma de la vida contemplativa sería imperfecta y ninguna prescripción canónica podría suplir… Y prosigue: “En las labores de mano, para poder sostener su propio trabajo, que haya formación adecuada compaginando el trabajo con la oración contemplativa…”

Ya antes de esta doctrina nuestra comunidad había observado las prescripciones relativas a trabajos manuales. Así, en 1951 recibimos una máquina “cadeneta”, obsequio de las Madres Carmelitas de la Mansión Medellín. Máquina excelente para la confección de ornamentos sagrados y toda clase de bordados, que luego fueron apreciados y solicitados en todo el país. La máquina fue adquirida mediante la intervención de la Srta. Gabriela Arbeláez Quijano, colombiana, íntima amiga de las Madres de Medellín, a quien debemos una grata recordación. Pasados algunos años, el trabajo de la máquina requirió de un lugar adecuado, con los requisitos de silencio, recogimiento, luz y demás comodidades, al cual se lo llamó Nazaret, a imitación de la casita de la Sagrada Familia, por la soledad, amor, caridad y unión en el trabajo, todo de acuerdo con nuestras leyes.

 

 

 

Una parte de la huerta

El plantel avícola, otro medio providencial para el sostenimiento de la comunidad, fue patrocinado por la Sra. Jesús Carreño de Landázuri, tía de la religiosa, quien dio las facilidades del caso, por medio de sus sobrinos, técnicos en la materia, para la instalación de dicha industria. La comunidad tiene para con la Sra. De Landázuri y familia una deuda de gratitud que sabe pagarla con sus oraciones.
Los escapularios representan un trabajo específico de la comunidad desde su fundación y contribuyen al fomento de la devoción al Escapulario y por ende al amor a la Sma. Virgen.la elaboración de hostias da a las encargadas del trabajo la oportunidad de acrecentar su fervor eucarístico. Por otra parte, la confección de mortajas brinda un consuelo a las familias en los momentos dolorosos de la muerte de un ser querido.
RETAURACION O FUNDACIÓN DE LAS CARMELITAS EN POPAYAN
LAS MISIONERAS CARMELITAS
En 1963 comenzó para la comunidad la hora de la fecundidad, y la fecundidad sobre la tierra, es siempre misterio de gozo y de dolor. Efectivamente, el 27 de julio salieron de este convento las religiosas fundadoras: M. maría Isabel de la Santísima Trinidad, Hermanas: Marianita de Jesús Ortiz, Juana maría de San José (Carrera), Bernardita de maría Inmaculada, Isabel del Smo. Sacramento, ésta última se les unió viniendo del Carmen Alto de Quito. También fueron a la fundación cuatro señoritas de esta ciudad. En atención a la brevedad omitimos muchos detalles emocionantes de la creación de este “Palomarcito de la Virgen”. Apenas sí vamos a reseñar aquellos que tienen relevante interés.
Refiriéndose ante toso a la fundación en Popayán, a nadie extrañarán los sentimientos que nos embargaron al despedir al grupo privilegiado que, con los pedazos de nuestras almas, llevaba la misión de devolver a Popayán lo que de esa ciudad habíamos recibido. Esta fundación estuvo rodeada de coincidencias tan extraordinarias que no las podemos omitir por demostrarse muy clara, a través de ellas, la mano Omnipotente: Justamente un siglo antes el presidente Mosquera las desterró, y llegaron a nuestros lares en la dramática forma que ya hemos reseñado. Las religiosas que vinieron fueron sacadas con saña y crueldad por un presidente payanés, y otro presidente payanés, El Dr. Guillermo León Valencia. Las recibió con muestras de extraordinario afecto y costeó el avión para ellas y su comitiva, integrada por Mons. Wesceslao Gómez, C.D., Prefecto Apostólico de Sucumbíos, el P. Eduardo Rendueles C.D., el Sr. Capellán de la comunidad, Rmo. Sr. Dr. Arsenio Torres, y varios familiares de las religiosas. Es de notar que cien años antes efectuaron el éxodo el 27 y 28 de julio, y que precisamente el 27 de julio de 1963 salieron de Ibarra llegando a Popayán el 28 del mismo mes. Una leyenda afirma que, cuando pasaron por Pasto las religiosas exclaustradas, entre el llanto de los pobladores, un sacerdote gritó: “Déjenlas partir que volverán”.
Con la ocasión de la catástrofe que amarga a Popayán en estos mismos días en que se termina este libro, el pueblo y la prensa colombianos han recordado y comentado la expulsión de los jesuitas, en fecha memoriosa, y alguna premonitoria tradición.
Pudiera creerse que ese acontecimiento, retorno a Popayán, ha originado la conocida canción o juego inocente e infantil llamado “El Florón”, en que se menciona “que las monjitas Carmelitas se fueron a Popayán a buscar lo que han perdido debajo del arrayán…”Lucubrando poéticamente, se diría, en este caso, que el florón simbólico lo tuvo el mencionado presidente católico Guillermo león valencia, quien lo entregó a las religiosas, a los cien años.
Una década más tarde tres religiosas de nuestro convento salieron con intención de constituirse en un instituto de vida mixta. Hoy se denominan “Misioneras Carmelitas”.
EL ACONTECIMIENTO DEL CONCILIIO DEL VATICANO II Y NUESTRA FIDELIDAD AL CARISMA TERESIANO- SANJUANISTA
El 2 de julio de 1962, Su Santidad el Papa Juan XIII dirigió a las religiosas del mundo entero una exhortación pidiendo oraciones para el éxito del Vaticano II, que iba a inaugurarse el 11 de octubre de ese mismo año. Fieles a las palabras del Pontífice, la comunidad quiso darlas el más exacto cumplimiento, para lo cual invitó al P. Ignacio Michelena con el objeto de recibir de él datos concretos sobre el Concilio, ya que dicho sacerdote había realizado importantes estudios al respecto. De inmediato la comunidad se lanzó a una ferviente cruzada de oraciones y sacrificios por las intenciones del Pontífice.
Sobra decir que a la plegaria siguieron la expectativa ansiosa y el deseo de ponernos a tono con todas las exigencias de la renovación conciliar, una de las cuales demanda nuestra unión íntima con el Venerable Definitorio General de la Orden Carmelitana, encargado oficialmente de transmitirnos las decisiones conciliares que tienen que ver con nuestra renovación, no solo interna sino también la de nuestras leyes y constituciones. Transcribimos algunos trozos de la carta que su Santidad Paulo VI dirigió en 1965 a nuestro P. General:
“A nuestro amado hijo Anastasio del Smo. Rosario, prepósito General de la Orden de Descalzos de la Bienaventurada Virgen María del Monasterio del Carmelo: “Estando para trasladarse con los Superiores Provinciales de tu Orden al promontorio florido del Carmelo que, cara al mar azulado, perpetúa el nombre y las gestas gloriosas de vuestro padre Elías, para allí donde, como quiere la venerable tradición, tuvo sus comienzos vuestra familia religiosa, tratar juntamente del estado actual de la misma, de sus planes, de su expansión, es para Nos de sumo agrado dirigiros con ánimo paterno las presentes, acompañando vuestra asamblea con los mejores votos y auspicios para que sea fecundísima en frutos espirituales.
Con alegría y grande satisfacción vuela nuestra mente hasta vosotros que dignamente representáis a todos los carmelitas descalzos, pacífico ejército consagrado a la Virgen madre de Dios con un culto especial, mientras coordináis vuestros esfuerzos para que esta orden nobilísima y antiquísima resplandezca de continuo con nuevas virtudes y glorias, responda plenamente a las nuevas necesidades y siempre fiel a su carácter peculiar que consiste en la contemplación de las realidades celestes y en fervor apostólico sepa adaptarse eficazmente a los tiempos que corren.
A quien lee las obras escritas con sabiduría poco menos que divinas con que Santa Teresa y San Juan de la Cruz renovaron profundamente los cimientos de vuestra orden, le resulta claro que no tuvieron otro intento, al restaurar la antigua disciplina, sino el de ofrecer a quienes buscan únicamente a Dios la posibilidad de vacar exclusivamente a Él por medio de una altísima oración, de la renuncia a sí mismo y de la voluntaria mortificación corporal, y de este modo ayudar a los hombresEspecialmente a los pecadores y a los privados de la luz de verdad.
De hecho Como dice santa Teresa “Acá sola estás vos cosas que nos pide el señor” amor de su majestad Y del prójimo es en lo hemos que trabajar mientras fueran mejores los miembros del Carmelo más agradables serán sus alabanzas al señor y más aprovechará su oración a los prójimos”.(Castillo interior, moradas x,5,c,3,n.7;Moradas 7,c,4,n.15)
Programa de vida religiosa propuesto por lobos Santos doctores del Carmelo, a los religiosos Y religiosos de la descalces concuerda
exactamente con las consignas que el concilio Ecuménico Vaticano II, A dado a todos los religiosos con estas palabras como los consejos evangélicos tienen la virtud de unir con la iglesia y con su misterio de una manera especial a quienes dos practican por la caridad…, la vida espiritual de estos es menester que se consagre al bien de toda la iglesia. De ahí nace el bebé de trabajar según las fuerzas Y según la forma de la propia vocación, sea con la oración, sea con la actividad laboriosa por implantar robustecer en las almas el reino de Cristo, Y dilatarlo por el ancho del mundo”(cons. de yecletia,VI,44).

Y para quien lleve A terminó también en vuestra orden la deseada renovación de la vida religiosa que responda más Y más a esto postulados han de ser observadas con piel Y sincero empeño las normas acerca de la contemplación Y del apostolado enseñadas por Santa Teresa Y por San Juan de la Cruz, pues la Santa Iglesia pide que a los miembros de vuestra orden que sea sin ante los hombres de nuestros tiempos demasiado inclinados A los deseos de las cosas terrenas, Y excesivamente entregados a los negocios Y a los cuidados de esta vida, voceros de los bienes verdaderos que nunca se pierden con una intensa vida de oración que les lleve cuando adiós pluguiere A la cima de la contemplación, con la abnegación de sí mismos, con el ejemplo de una obediencia pronta Y con la guarda de una castidad esplendorosa. Que Imiten A cristo que reputo codiciable Tesoro mantenerse igual a Dios, antes se anodado tomando la forma de siervo (fil. 1,-6,-7);imiten A cristo que empleaba las noches orando a Dios (luc. 6,12,) que pasó haciendo el bien y curando a todos(hc. 10-38) que evangelizaba A las turbas, que se inmoló A Dios por la vida del mundo; sigan especialmente la pobreza de aquel “que siendo rico se hizo pobre por nuestro amor”(II-cor. 8-9), pues hoy A de ser.

Esta virtud el principal testimonio de vida evangélica; nos referimos a la pobreza que no ha de ser considerada como una norma jurídica impuesta por la fuerza, sino Como verdadera austeridad de costumbres que resplandece por la virtud de la penitencia Y que esquiva cualquier
Soplo seductor de este siglo Y las comodidades de la vida fácil, sea por lo que se refiere a los religiosos en particular, sea por lo que concierne A la construcción y administración común de los conventos. ”

“tenemos también como interés de las Carmelitas descalzos se entrega en cuerpo y alma a ilustrarte un modo auténticamente científico los fundamentos de la doctrina espiritual, los preceptos y temas capitales de la teología ascética Y mística, en especial en lo que se refiere a ordenar la vida de oración Y de contemplación; deseamos así mismo que Atendáis con amor fraterno A las Carmelitas descalzas para que lleguen A la cumbre de su vocación, siguiendo el camino que lleguen correos de los siglos ha sido admirable ilustrado por tantos tan fulgidos ejemplos”.
DEL PADRE GENERAL DE LA ORDEN
También el P.Felipe Sainz de Baranda, que hoy es general de la orden , nos escribió, entre otras cosas lo siguiente:
“de Roma les llega Y les llegarán normas de renovación externa una legislación más simplificada Y acomodada al criterio actual de la iglesia. Dios A través de nuestros superiores mayores Y de la congregación de religiosos les irá marcando una adaptación que dejara siempre a salvo su vocación enteramente completativa…”

Nada extraño que inflamadas con tan valiosas amonestaciones hayamos puesto en marcha lo siguiente:

Supresión de categorías en la comunidad; adaptación de la iglesia Y de su altar A la renovación litúrgica; estricta aplicación pilas nuevas rúbricas; participación activa en la celebración eucarística
Y oración revitalizada Merced al nuevo tono impreso por el mismo Vaticano II en la liturgia de las horas.

En conformidad con todo lo dicho, deducimos que para nosotros el Vaticano II nos ha exigido con el lenguaje de fuego de Pentecostés, fidelidad siempre creciente al carisma teresiano- sanjuanista.
Las experiencias vividas estos años en los que se ha puesto en marcha las directivas conciliares han enriquecido nuestra vida eclesial Y contemplativa. En lugar de producir en nuestros espíritus distracciones o Y inquietudes nos han trasladado con la tranquila violencia de “la suave brisa del espíritu Santo” A los siglos de vida eremítica Y solitaria de la regla primitiva, que la conservaron, actualizándola para su época, nuestros santos fundadores, Y que recientemente nos han entregado el Vaticano II, integrando así en su sublime compendio la esencia de nuestra vocación por ante y contemplativa, con los requerimientos de la época actual que nos da la hermosa oportunidad de ensanchar nuestros corazones con las dimensiones del mundo, ya que unidas a todo el pueblo de Dios, nuestra oración, por ser eclesial, participa del sacerdocio real Y santo de Cristo, participación con que fuimos ungidas en nuestro bautizo.

CELEBRACIONES RELIGIOSAS IMPORTANTES
BODAS DE ORO
DIVERSOS CENTENARIOS
CUARTO CENTENARIO TERESIANO
ALGUNAS NECRLOGIAS

La devoción al milagroso niño Jesús de Praga, devolución de origen carmelitano, tuvo en esta ciudad un incremento extraordinario mediante el establecimiento de la Archicofradía. Muchísimas personas pertenecen a ella; caravanas de niños acuden A sus pies en el triduo que anualmente se celebra, El mismo que concluye con la consagración de los infantes Y la solemne procesión saliendo de nuestra Iglesia recorre por algunas casas. Esta devoción, Y también la de nuestra madre, la virgen Sma. Del Carmen, celebraciones

imagen que se venera en la capilla

Propias de la Orden, jamás han decaído y se desarrollan siempre con inusitado fervor.
Han contribuido a mantener vivo en nuestras almas el amor a nuestras tradiciones y a las glorias de nuestra orden la celebración de diversos centenarios, tales como: En 1951 Séptimo Centenario del Escapulario; en 1962 Cuarto centenario de la reforma (24 de agosto); en 1966 Centenario de la elección de nuestro primer convento en Ajaví, yn en 1973 centenario del nacimiento de Santa Teresita.
Inefables recuerdos están grabados en nuestras almas con la celebración de las bodas de oro de profesión religiosa de tantas de nuestras hermanas, cuyas vidas se han consumido ante el Señor como granos de incienso, y que, como confiadamente esperamos, Dios habrá inscrito en el libro de la vida los nombres de la vida los nombres de esas queridas monjitas.
TRÍPTICO
Lo muros de esta claustro, sus construcciones y sobre todo el espíritu saturado de humilde alegría, se sustentan sobre un tríptico espiritual y santo que Dios suscitó en este convento, construido por las RR. Madres: Carmen de Santa Ana, Amelia del Corazón de María y Josefina de Jesús María, a quienes rendimos nuestro homenaje de devoción filial.
OFRENDA DESDE EL SILENCIO
Refiriéndose a las obras de San Juan y Santa Teresa dice Paulo VI que han sido escritas “con sabiduría poco menos que divina”. Nosotras herederas de este tesoro hemos querido explotarlo de un modo especialísimo con ocasiones del centenario teresaino, mediante el estudio diario de los escritos de nuestra Santa Madres; “El camino de perfección” es hoy el manual de formación de las novicias. El recuerdo de la celebración centenaria quedará así impreso en la memoria de nuestro corazón. Este estudio sería un homenaje incompleto de no haber puesto en nuestra boca, Santa Madre las palabras del apóstol: “Sed imitadores míos como yo lo soy de Cristo y proceded de acuerdo con el modelo nuestro que tenéis”.
Por eso rogamos constantemente al señor nos ayude a imitar en lo posible las virtudes de Nuestra Santa Madre y a servirnos de su camino orante para perdernos en el seno de Dios por Jesucristo. Ciertamente a quien puede parecer extraña esta forma íntima, casi secreta de celebrar el centenario teresiano, pero es necesario aclarar que no perdemos de vista nuestra vocación eclesial que nos demanda ser “signo escatológico” ante el mundo de hoy.
A.M.D.G.

 

 

 

 

 

Florón
Poético-místico

 

 

 

 

 

 

 

 
¿QUIEN SE LA LLEVARA?
Rompiendo de esta vida los lazos terrenales,
cual flecha disparada un alma lanzó;
abriéndose del cielo las puertas eternales,
y envuelta en aúreas nubes, cual místicos sendales,
en medio de la gloria radiante apareció.

Enamorarse al punto aquella “turba ingente”
al verla tan graciosa surgiendo de un erial,
dulcísimo reclamo la atrae suavemente;
hasta el exceso trono se acerca reverente,
y el hijo de la presenta al Padres celestial.

La Trinidad divina con gozo inexplicable,
le ciñe tres coronas, preseas de sui amor,
mediada fue colmada, regalo perdurable
que todo un Dios le hacía, premiando así insaciable,
sus méritos de virgen, de mártir y doctor

Al ver su excelsa gloria, preguntaron quién es ella,
y en dónde está su trono, en donde su escabel;
si bien al contemplarla tan cándida y tan bella
a todos les ocurre que para tal estrella
Dios creará en el cielo, un solio junto a Él.

Acércale a la virgen un serafín hermoso,
Tal vez el que rasgara a su amante corazón,
Y a una orden recibida del celestial Esposo,
Presenta aquel ejército compacto y numeroso,
La egregia capitana de un bélico escuadrón.

¿QUIENES SE LA LLEVARA? (2)
Al pronunciar su nombre con júbilo la aclaman,
y cada uno pretende que sea para sí:
los ángeles la piden, los santos la reclaman,
y al ver que todos ellos la quieren y la llaman,
como Señor y Jefe les dijo Dios así:
Cada uno de los coros que nombre un delegado,
y venga ante mi trono su causa a defender,
y aquel cuyo argumento halláse más fundado,
les llevará a los suyos, el premio codiciado,
regalo de una virgen que yo les quiero hacer.
Lanzóse a la palestra el corto de doctores,
el Águila de Hipona, el ínclito Agustín,
y luego de entre todos los santos fundadores,
apareció en el campo con bélicos ardores
Ignacio de Loyola, resuelto paladín.
Un confesor y un mártir salieron presurosos
Queriendo sus derechos humildes exponer:
Fernando y San Lorenzo, a defender.
Allí estaba San Pablo, de apóstoles modelo;
del coro de las vírgenes allí estaba Sn. Juan;
del coro de profetas David tendió su vuelo,
y en pie, desde su solio, con indecible anhelo
los animaba a todos Domingo de Guzmán.
Postrándose a las plantas del Dios tres veces santo,
le piden reverentes su eterna bendición;
María les sonríe con amoroso encanto;
Ampáralos a todos bajo su regio manto
Y empieza así Agustino su honrosa pretensión:

 

¿QUIEN SE LA LLEVARA? (3)
Señor, de los doctores la petición fundada
a mí, su delegado, me toca defender:
Teresa fue en la mística doctora consumada,
sus libros lo acreditan, su pluma bien cortada
descubre unos arcanos que nadie llegó a ver.
De hermosa inteligencia, de ingenio penetrante,
propágase su fama de uno a otro confín;
doctora ha de aclamarle la iglesia militante,
y cuantos la conocen, con ansia delirante
de sexo de mujeres la llaman Agustín.
Pues yo dice el Apóstolcon abrasado celo,
que a cristo tantas almas llegara a conquistar;
por ese don de gentes y maternal desuelo,
yo creo que su trono de gloria acá en el cielo
en medio de nosotros abrís de colocar.
No tal exclama al punto Ignacio de Loyola,
no cedo ms derechos ante vosotros dos;
yo militar y padre de una orden española,
ella de fundadora ostenta la aureola
y es general en jefe del escuadrón de Dios.
Y el don de profecía que tuvo en alto grado,
dijo David al punto, donde la llevará?…
y el ansia de martirio a su pesar frustrado?
interrumpido Lorenzo, brioso y denonado,
en medio de los mártires no la colocará?
Es virgen y la pido, dijo con suave acento
sin argüir más pruebas Bautista al precursor….
También yo la reclamo, interrumpió al momento,
Fernando de Castilla: Teresa en su convento
no fue por sus virtudes eximio confesor?

¿QUIEN SE LA LLEVARA? (4)
Entonces los espiritus que oian silenciosos,
se lanzan al combate con brío sin igual,
todos se muestran de ellos contentos y celosos,
diciendo a voz en grito que no tiene rival.
Los ángeles, arcángeles, virtuales, querubines,
dispútanse aquel alma sin muestra de ceder;
percíbense sus voces del cielo en los confines;
mas, entran sobre todo los altos serafines
en lucha porfiada queriéndoles vencer.
De amores dice uno, vivió como viviera
un serafín que el mundo tuviera por mansión,
un serafín del cielo que desterrado fuera;
y yo para que al ímpetu de amores no muriera
con este arpón de fuego rasgué su corazón.
Entonces en su torno se yergue reposado,
y a Cristo dulcemente le arguye así José:
a nadie mis derechos le cedo de buen grado,
y pido con justicia que esté siempre a mi lado
aquella que en el mundo mi secretaria fue.
Muy bien, dice el Esposo, jamás una porfía
como ésta aquí en el cielo se pudo suscitar,
son todas las razones de peso y de valía,
pues, dime tú, en qué trono, amada esposa mía,
mis glorias infinitas deseas nsalzar?
Oh amor de mis amores vida verdadera,
mi libertad es tuya, pues toda te la di,
no quieras que revoque mi voluntad primera,
y déjame que cante ya libre o prisionera:
“el vuestra soy, Dios mío!, y para Vos nací”.
¿QUIEN SE LA LLEVARA? (5)

Entonces Jesucristo, el todo poderoso,
prendado de una esposa que no tiene rival,
diríjase a sus hijos benigno y amoroso,
y en medio del silencio, en el edén dichoso,
falló, como juez único del propio tribunal:
La Esposa es del Esposo y el fallo aquí se cierra,
Un clavo de mis manos en arras yo le di;
Cual arma de combate con él hizo la guerra,
Y puesto que con ella me desposé en la tierra,
Teresa no es de nadie, Teresa es para mí!

….……………………….

Autor anónimo
(Presumible de una Religiosa Carmelita de Ibarra)
RELOJ ESPIRITUAL

LA UNA
Ello es infalible y cierto,
sin que me pueda evadir,
que en una hora he de morir;
en cual y como es incierto;
peligro en todas advierto,
mas, se que, sin duda alguna,
no viviendo cual ninguna,
será preciso que acierte,
y que logre con la muerte
mi eterna vida en la UNA.

LAS DOS
Un recuerdo muy del caso
la campana fiel me advierte,
Y es la hora de la muerte
Que tan en olvido paso:
¡Oh! Que terrible fracaso
Morir y dar cuenta a Dios,
Pues alma, acordémonos
Que la vida es aire leve,
Y puede pasarse en breve
Antes de tocar las DOS.
LAS TRES
Considera bien y advierte
alma, que en mi cuerpo moras,
que ya tenemos dos horas
andadas hacia la muerte
mira bien el trance fuerte
del morir;despierta,pues;
gloria o pena el sitio es
en donde iras a parar
y puede ser el marchar
antes de tocas las TRES.

LAS CUATRO
Oigo que la lengua dura
del metal me esta diciendo
que en hora ,en hora muriendo
camino a la sepultura;
no malogre mi locura
la ocasión que muy barato
me da Dios en este rato
de vida sin merecerla,
que puede ser el perderla
antes de tocar las CUATRO.

 

LAS CINCO
Ay de mi!, que a toda prisa
El reloj con volante,
Sin detenerse un instante,
Que viene la muerte avisa:
Tras de mi vida remisa,
Ella va con tal ahinco,
Que puede ser que en un brinco
Sin yo advertirlo, me alcance,
Y logre su fatal lance
Antes de tocar las CINCO.

LAS SEIS
Oh que loca y necia soy!,
pues que las horas contando
sin saber como ni cuando
malográndolas estoy:
muy dormidos, hasta hoy,
alma, los ojos tenéis,
ya es tiempo que despertéis
para empezar a llorar,
porque se os pueden cerrar
antes de tocar las SEIS.
LAS SIETE
Con cada acento distinto
el reloj me esta diciendo
el hilo a mi ser sucinto,
y que en el corto recinto
de una caja o vil retrete
el anciano o mozalbete,
chico y pobre han de caber,
y que puede suceder
antes de tocar las SIETE.
que a golpes le va rompiendo

LAS OCHO
Alma mía ,el bien vivir
en la vida larga o corta
es lo que mas nos importa,
pues es forzoso el morir:
y cuerpo le ha de servir
de sucio pasta a los dientes
de gusanos y serpientes,
y de esta final tragedia
puede empezar la comedia
antes que las OCHO cuentes

LAS NUEVE
Corriendo mi vi9da va
pues del uno al otro toque,
cada hora es un rudo choque
que el tiempo a mi vida da:
presto la derribara,
que es casa de barro leve
donde día y noche llueve
el tiempo con su gotero
y bien caerse pudiera
antes de tocar las NUEVE.

LAS DIEZ
Deja, pues, deja, alma mía,
tantos vanos pensamientos,
pues ya veis que por momentos
se nos va acercando el día;
corriendo van a porfía
la juventud y vejez,
que en funesta palidez
me dan avisos bastantes
de que puedo morir antes
que llegue a tocas las DIEZ.

LAS ONCE
Oigo que al tocar la hora
el metal dice al oído:
¡oh alma!, levantándose y llora
lo que en pecado as vivido.
confieso, mi Dios, que he sido
a tu ley inobediente,
obstinada e insolente,
y no muero al acordarme
de que podéis condenarme
antes que las ONCE cuente.

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LOS PRIMEROS CIENTO CINCUENTA AÑOS

RELIGIOSAS FUNDADORAS VENIDAS DE BOGOYA A LA FUNDACION DE POPAYAN BAJO LA ADVOCACION DEL GLORIOSO SAN JOAQUIN PADRE DE LA SANTISIMA VIRGEN MARIA
AÑO 1729 Bárbara Tomasa de la Santísima Trinidad. . . .Priora Feliciana de San Diego. . . . Supriora y Clavararia Brigada Gretrudis de Jesús María. . . . Clavaria Tomasa de San Rafael. . . Clavaria. . . . Hna. Rosa de San Joaquín. . . (Novicia)
ORDEN DE LAS RELIGIOSAS QUE SE RECIBIERON 1729 Recibimos para monjas de velo negro a la señora Rosa de rivera y su hermana Nocolasa de Rivera. Hijas naturales de Marques de San Juan Vehernales de la ciudad de Santa Fe de Bogotá, se advierte que en adelante no queda por ejemplo para que no se reciba las que no fueron legitimas; solo en este caso se dispensa por haber motivos y circunstancias que obligan por ser la voluntad de los fundadores. Dioles el habito el Sr. Dr. Dn. Miguel Correa, comisario de la Santa Cruzada a primeros día de Noviembre de 1729.………………………………………………………………… La profesaron con el nombre de María rosa de San Joaquín y María Nicolasa de Santo Domingo. El 16 de Noviembre de 1730. Les dio el velo negro Dr. Manuel Correa. . . . . Firma Bárbara Tomasa de la Sma. Trinidad Priora.
“RELIGIOSA QUE SE RECIBIO AÑOS. . . . 1730. . . .a 1740 Hna. Catalina de la Concepción Bonilla Velado de Popayán. Hna. . . Velo Blanco. . .Teresa de Jesús. .Mejia, Cobo Hna. . . Velo Blanco. . .María de Santa Teresa. . . Valverde Correa Hna. . . . “ ” Francisca del Niños Jesús. . . Veracruz Salazar de la Ciudad de Buga Hna. . . . Trinidad de Teresa de San Alberto. . . . y su hermana M……… Mariana de San Ángelo. . . . Ruiz calzado y Piedreita . . de Cali. Hna. . . .Antonia Teresa de San José. . . Domínguez de San Ciprian y Pazos. . .Bua Hermanas . . . María Isabel de Jesús María y su hermana Mariola de San José . . . Sancha Barahona y Escobar de Hna. . .Manuela de Santa Ana. . .Ruiz Calzado y Piedraita. . .Ciudad de Cali Madre . . . Manuela de la Encarnación. . .Carnaval Vernaldo de Quiroz y Lastritrilla. . y Noboa. . .De Santa Fe de Bogotá. Hna. . . . María Teresa. . . Arango y Valdion y Valdez. . . de la Ciudad de Medellín Hna. . . .María Magdalena de Jesús. . .de Alegría y Caicedo de. .Popayán Hna. . .María Francisco de la Santísima Trinidad. . .Trujillo y Saravia y Es de notar que fue recibida en el lugar de las 21 que le llaman la Preciosa; hasta que ella muera no se recibe con ese titilo a la otra. Hna. . .Ana Joaquina de Nuestra Señora del Rosario. . . Arboleda y Salazar y Bergara de Popayán.
AÑOS DE 1740. . . . .AL 1760 Dos Hermanas. . . .Primera. . . .Juana Rosalía del Corazón de María y su Hermana María Teresa del Corazón de Jesús. . .Mosquera Arboleda de Popayán. Profesaron ambas hermanas el año 1752. Hna. . .Petrona de San Diego de Velo Blanco. . . .Muñoz Rojas de Cartago. Hna. . .Madre María Teresa del Espíritu Santo. . . Carnaval Bernaldo de Quiroz y de Ibarra. . .De Popayán. . .Es de advertir que esta religiosa entro en el número de las 21. Y es la segunda que entra en ese lugar que vaco por la muerte de la primera que fue la Madre Antonia del Espíritu Santo.
Hna. . .María Manuela de San Joaquín. . .Moaquera y Arboleda de Popayán. . . Hna. . .María Ignacia de San Elías. . .Rodasverde y Valencia. . .de Popayán.
Recibimos a Doña Tomasa Josefa de Rivera. Hija Legitima de los señores Marques de San Juan, Don Matías de Rivera y de Doña Antonia Tenorio de Popayan. En el año 1769. Tomo el Hábito con el nombre de Hna. . .Tomasa Josefa de San Rafael. . .Rivera y Tenorio.
AÑO DE 1770 . . .A 1780 Hna. . .María Francisca del Sacramento. . . .Valencia y de Ibarra. . . . Popayán Profeso el 8 de Mayo de 1772 Hna. . .María Antonia de San Gabriel. . . .Pacheco y Zea. . . Popayán. . .Velo Blan Hna. . .Tomasa de los sagrados Corazones de Jesús y María. . .Quiñones Cienfuegos y Cabezas. . .de la ciudad de Barbacoas. .1787
Hna. . .Josefa de San Agustín hija legitima de los Señores Marques Matías de Rivera y de la Sra. Marquesa Antonia Tenorio de Popayán. .1785 fue Hna. . .María Rosalía de la Madre de Dios. . . .Escobar y García. .de Cali 1787. Hna. . .María Agustina de San José. . .Fajardo y Urtado. . De Popayan 1788. Hna. . .Velo Blanco. . .Petronila del Niño Jesús. . .Calvo y Urosco. . . . . 1789. Hna. . .María Inés de San Juan de la Cruz. . .Martínez y Cabal de. . Buga 1789.
AÑO DE 1790. . . .1800. . . .1820. . Hna. . .Bárbara del Sacramento. . .Laurido y Caicedo. . .de Cali. . .1791 Hna. . .María Manuela. . .Caldas y tenorio de Popayan. . . .1793 Hna. . .María de la Concepción. . . .Caicedo Cuero. . . .Cali. . .1795 Hna. . .Juana Josefa de Ntra. Señora del Carmen. . .Castroy Liebano. .de la Plata. . . . 1796. .Velo Blanco Hna. . .Bárbara de la Santísima Trinidad. . .Lemos y Urtado. . . . .1796 Hna. . .Getrudis de la Presentación. . .Cuero y Caicedo. .de Cali. .1800 Hna. . . María Josega de San Alberto. . .Domingo y Crespo. .de Popayan. .1802 Hna. . . María Ignacia de San Eliseo. .Grueso de Agreda y Rodríguez. .Popayan Hna. . . María Josefa de San Miguel. .Borrero y Ponton . . De Popayan . .1804 Hna. . . María Rosa de San Joaquín. .Gutiérrez y Yllera . .de Popayan. .1818 vino al Ecuador.
1819 UNA CARTA DEL ILMO SR. DR. SALVADOR XIMENEZ PADILLA DIGNO OBISPO DE ESTA DIOCESIS
Al retirarse su Ilma. a la Ciudad de Pasto, hasta que pueda volver a esta y seguir su gobierno pastoral nos dejó, su señorita ilma, para el tiempo de su ausencia la Carta siguiente: Debiendo salir de este pueblo en el caso inesperado de padecer algún revés las tropas del Rey N.Sr. y deseando de preveerde pasto espiritual a nuestras religiosas, y además habitantes de nuestro Monasterio de Carmelitas de esta ciudad; hemos tenido a bien nombrar para Vicario de dicho Monasterio, en Primer lugar a Don Manuel Madrid Capellán viene . . .Capellán.
Primero de dicho Monasterio, y en segundo lugar a Dn. Andrés Pacheco, Segundo Capellanes quien delegamos todas nuestras facultades para cuando pueda ocurrir con exclusión de cualquier provisor o Jurisdicción Eclesiástica que tuviésemos a bien nombrar, durante nuestra ausencia y , mandamos a nuestras Religiosas del citado Monasterio, bajo pena de santa Obediencia que no reconozcan otro Superior alguno, ni obedezcan otros mandatos que los de los dos referidos. Dn. Manuel Madrid y Don. Andrés Pacheco como queda expresado, imponiendo pena de excomunión Mayor a la Religiosa, o secular que no lo reconozcan por sus únicos superiores. Nuestro Señor Guarde a V. Rcia. m.a. Popayán 22 de Septiembre de 1819.
El día 17 de Diciembre del año 1819 cumplió el año anterior del Ilmo. Sr. Dr. Salvado Jiménez padilla, Profeso el 26 de Diciembre el Dr. Andrés Pacheco, por hallarme enfermo y no poder asistir el Sr. Dr. Manuel Madrid, Ntro. Capellán Mayor y para que conste, firmamos:
Madre Rosalía de la Concepción Priora Tomasa Josefa de San Rafael Clavaria María Gertrudis de la Ascensión Clavaria Josefa de Jesús y san miguel Clavaria y Secretaria. Firma Hna. María Rosa de San Joaquín. .
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RELIGIOSAS QUE VINIERON DE POPAYAN AL ECUADOR AL CARMEN
BAJO EL ANO DE 1864 Io. . . . .Rosa de San Joaquín Hija Legitima de Joaquín Gutiérrez y Sra. María Josefa Yllera, de Popayán. Entro el 12 de Noviembre de 1818. . . . . .Tomo el Hábito el 17 de Diciembre de 1818. ….. .El 17 de Diciembre de 1819 cumplió el año del Noviciado, y en virtud de la carta anterior del Ilmo. Sr. Dr. Salvador Jiménez Padilla, profeso el 26 de Diciembre del año 1819 y al día siguiente le dio el velo negro nuestro Capellán segundo el Sr. Don. Andrés Pacheco, por hallarse enfermo y no poder asistir el Sr. Don. Manuel Madrid nuestro Capellán Mayor y para que conste. . . . Madre Rosalinda de la Concepción Priora Tomasa Josefa de San Rafael , Clavaria Gertrudis de la Ascensión, Clavaria. Madre Josefa de Jesús y san miguel clavaria t Secretaria.
SEGUNDA. . . . . Madre Rosalía del corazón de María. Hija legitima de Don Ignacio Lauracido y Sra. María Ignacia Caicedo, de Popayán. Entro el 6 de junio de 1823. . .Tomo el Habito el 8 de Septiembre le dio el habito el Ilmo. Salvador Jiménez de Enciso Cobo y de Pailla, Dignísimo Obispo de esta ciudad de Popayán. Profeso el 12 de julio de 1824
TERCERA. . . . Madre Carmen del Sagrado corazón de Jesús. Hija L. de Don José María Sarmiento y Sra. Catarina de izquierdo de Popayán…………………………………. …………………. Entro el 29 de Julio de 1827 . . . . .Tomo el Habito el 2 de Agosto de 1827. Le dio el hábito el Sr. Capellán Pedro Antonio Solís. . . .Profeso el 14 de Agosto de 1828. La Rda. Madre Carmen del Corazón de Jesús no pudo seguir a su comunidad; se quedó postrada en la Casa del Sr. Vicente Hurtado Mosquera. Fue una religiosa muy capaz y observante de la regla y constituciones, entre todas las virtudes de que dio ejemplo constante resplandeció la devoción a María Santísima. Fue Prelada tres Trienios y desempeño todos los oficios. Desde Popayan enviaba las limosnas que recibía para favorecer a su comunidad. Murió el 23 de julio de 1880 a la edad de 84 años. Sus restos están en las bóvedas del Carmen de Popayán. Paz en su tumba. . . .
CUARTA. . . . . María de Jesús de los Dolores. Hija L. de Don. Pedro Francisco Bucheli y de Sra. Ignacia Soberón. . . .De Popayán. . . Entro
el 8 de septiembre de 1827. . . . .Le dio el habito el Ilustrísimo. Sr. Obispo Salvador Jiménez el 24 de Septiembre. Profeso el 4 de Octubre de 1828.
QUINTA. . . . . . .
Madre Carmen Santa Ana Rojas, Hija L. del Sr. José María Rojas y la Sra. Maximiliana Delgado, de la ciudad de Pasto.
Entro el 2 de Septiembre de 1831. . . .Tomo el habito el 8 de ,le dio el Sr. Obispo Salvador Jiménez. . .Profeso el 15 de Septiembre de 1832.
Murió en el ano de 1868 en el terreno estando de Prelada. Después de haber gobernado cinco trienios, con el mayor celo de la observación, prudencia, y amor a sus hijas. Fue religiosa de grande espíritu tu; Dios Ntro. Sr. La doto de una rectitud y grandeza de alma, acompañada de una fortaleza singular , con las que pudo superar los grandes sufrimientos, trabajos y apuros en los que se vio en la exclaustración de la comunidad y en el penoso viaje de Popayán a Quito y después de Quito de Ibarra, para la nueva fundación en esta ciudad de Ibarra; en la que contaba un año once meses en que habían fundado el Monasterio, en la más grande observancia.
Viene…observancia
Murió a la edad de 57 años; su cadáver fue sepultado en el cementerio de la Matriz. No se pudo encontrar su cadáver bajo los escombros.
SEXTA…
María del Carmen de San Eliseo; hija I de don Felipe Grueso y doña Joaquina Tejada, de Popayán… Entró el 19 de noviembre de 1832 .Tomo el hábito el 10 de Diciembre de1832…salió por enfermedad, una vez recuperada entró el 30 de julio de1835. Tomó el hábito el7 de agosto de 1835 y profesó el 14 de agosto de 1836.
SÉPTIMA…
Sebastiana de San Elías, hija de Don Mariano Gutiérrez y señora María del Castillo, de la ciudad de la Plata… Entró el 20 de diciembre de 1832… Tomó el hábito el 23 de diciembre de 1832… Profesó el 30 de diciembre de 1833… Le dio el velo negro el señor Capellán don Pedro Antonio Solís.
OCTAVA…
Ana Rosa de San José, hija de don Felipe Rivas y señora Serafina Vernaza…de Cali…Entró el 10 de mayo de 1838…Tomó el hábito el 12 de mayo…Profesó el 25 de mayo de 1839.
NOVENA…
María Manuela de la Santísima Trinidad, hija de don Camilo Beltrán y señora Gertrudis Mosquera de Popayán… Entró el 19 de enero de 1839. Tomó el hábito el 26 de enero de 1839… Profesó el 24 de marzo de 1840.
DIEZ…
Mercedes de San Juan de la Cruz, hija de don Lorenzo Puente y señora María Manuela Romero…de Cali…Entró en febrero…Tomó el hábito el 24 de febrero de 1842…Profesó el 5 de marzo de 1843 a la edad de 28 años.
ONCE…
Madre Gregoria del Santísimo Sacramento, hija de don José Ignacio Valenzuela y señora Teresa Escobar, de la ciudad de Buga…Entró el 17de junio de 1843 de edad de 27 años…Tomó el hábito el 23 de julio del año de 1843 .le dio el habito el señor Provisor y Vicario General doctor Domingo Lemos…Profesó el 5 de agosto de 1844.Le dio el velo negro doctor Antonio Bueno…
DOCE…
Ana María de la Encarnación, hija de don Cayetano Escobar y señora Ana María Sánchez, de la ciudad de Buga.
Entró el mismo día 17 de julio de 1843 a la edad de 28 años. Tomó el habitó el 23 de julio del 43…Profesó con la madre Gregoria el mismo día.
TRECE…
María Josefa de la Concepción, hija I del señor Rodríguez Molinos de Popayán…Entró en noviembre…Tomó el hábito el 2 de noviembre de 1843…Profesó el 13 de abril de 1845.
CATORCE…
Juana María de San Agustín, hija I del Coronel Tomas Valencia y señora María Josefa Velasco de Popayán…Tomó el Habito el 28 de julio de 1847, Le dio el Presbítero Pedro Antonio Solís, nuestro Capellán…Profesó el 23 de septiembre de 1849.
QUINCE…
María Jesús de los Dolores, hija I del señor Francisco Antonio Valencia y señora Nicolasa Cox Villar de Popayán…Entró el 30de abril de 1848. Tomó el hábito el día 13 de mayo de 1848…Profesó el 3 de julio de 1849 a la edad de 28 años. El velo negro le dio el señor Obispo Francisco Fernando Cuero.
Viene Fernando Cuero.
María Carlota del Espíritu Santo, hija I del señor José María Velasco y señora Rafaela Dueñas de Popayán. Entró el mes de mayo de 1852. Le dio el hábito del doctor Fernando Racines Gobernador Interino del Obispado el 3 de junio de 1852. Profesó el 8 de junio de 1853…Le dio el velo negro el señor Presbítero Marco Antonio Basto, Provisor interno del Obispado.
EL NUMERO DIECISÉIS…
DIECIOCHO…
Madre Feliza de Jesús y San Miguel, hija I de don José María Velasco y señora Rafaela Dueñas. El día 24 de abril de 1854 con licencia por escrito del señor Manuel Antonio Bueno, Provisor, Gobernador del Obispado en esta Vacante; recibimos para monja de velo negro a la señora Feliza Velasco Dueñas de Popayán, en traje de seglar, por no haber obtenido de su padre, el consentimiento para tomar el hábito religioso. Ella misma se represento pidiendo el hábito el día 25 de abril de 1854. El día 25 se le dio la votación y salió aprobada con todos los votos y el día primero de mayo, por estar ausente el señor Presbítero, le dio el hábito el señor Juan Manuel Rodas Canónig de esta iglesia catedral.
El día primero de marzo de 1855 cumplidos los 23 años de edad hizo su profesión el 7 de mayo del mismo año 1855…Le di el velo negro el primero, Pelado Sr. Dr. Pedro Antonio Torres; dignísimo obispo de esta Diócesis. Firman…
Carmen de Santa Ana Priora…María Rosa de San Joaquín…Rosalía del corazón de María y Carmen del corazón de Jesús.
DIEZ Y NUEVE…
Juana María de San Rafael. Valencia Quijano de Popayán. Fue una religiosa de mucha capacidad y virtud; su carácter angelical se traslucía en su semblante; la pureza y rectitud de su gran alma; era muy observante y tenia, espíritu de verdadera penitencia. Fue la tercera religiosa que se llamaba la Preciosa, por haber llenado el numero de las veintiuna religiosas de la comunidad…Murió en el terremoto del año 1868 a la edad de 32 años.
ULTIMA RELIGIOSA
Hermana de velo blanco…María Ascensión de San Luis Gonzaga, hija I de don Juan Francisco Torres y doña Mercedes Prado de Popayán. Se le dio el hábito el 6 de noviembre de 1855 a la edad de 27 años. Profesó el 15 de agosto de 1857. Le dio el velo blanco el señor Dr. Andrés Arroyo, nuestro Capellán.

Firma…
Carmen del Corazón de Jesús Priora…
María Rosa de San Joaquín
Carmen de Santa Ana y
Mercedes de San Juan de la Cruz

Hermanan María Josefa de Santa Teresa natural del pueblo de la Cruz…Entró el 30 de noviembre de 1797. Profesó el 18 de enero de 1800. En la ciudad de Popayán, en la casa del señor Vicente Hurtado en donde por caridad nos alojaron cuando por orden del gobierno fuimos exclaustradas de nuestro monasterio; murió la hermana María Josefa religiosa de velo blanco; de singular virtud, muy observante, activa y constante en todos los oficios de su profesión. A la edad de 89 años conservó sus facultades y sentimientos, menos la vista hasta que con suma tranquilidad entregó su alma a su celestial esposo. En la casa en su oratorio se le hicieron las Exequias, y con licencia del gobierno, se llevó el cadáver a nuestro monasterio del Carmen. Se le dio en las bóvedas del coro bajo el primer enero de 1864…Paz en su tumba…
AQUÍ ESTA EL RELATO DE LAS RELIGIOSAS DESTERRADAS DE POPAYÁN EN EL AÑO 1864
EL ORDEN DE LAS RELIGIOSAS QUE FUERON DESIGNADAS COMO PRIORAS DESDE EL AÑO DE LA FUNDACION DEL MONASTERIO DEL CARMEN EN LOS CIENTO TREINTA Y CUATRO HASTA EL AÑO 1863
PRIMERO… Madre Bárbara Tomasa de la Santísima Trinidad 1738
DOS… Madre Feliciana de San Diego…1733 hasta el 1760
TRES…Madre Tomasa de san Rafael…..1736 hasta el 1752
CUARTA… Madre Magdalena de Jesús… presidenta… 1738
QUINTA… María Catalina de la Concepción… 1760…1768…1771
SEXTA… María Manuel de la Concepción… 1760…1769
SEPTIMA… Madre Isabel de Jesús María
OCTAVA…María Teresa de Jesús y San Miguel….1768….1875….1787
NOVENA…Juana Rosalía del Corazón de María…1790…1793
DECIMA….Agustina de San José….
ONCE…María Ignacia de San Elías…1780…1804…hasta el 1818
DOCE…María Inés de San Juan de la Cruz…1827
TRECE…María Teresa del Espíritu Santo…1804
CATORCE…Rosalía de la Concepción…1819…1830…1836
QUINCE….Gertrudis de la Presentación…1824…1834…hasta el 1843
DIECISEIS…María Josefa de Jesús y San Miguel…1827…1839
DIECISIETE…Carmen del Corazón de Jesús…1844…1848…1855…1857
DICIOCHO….Carmen de Santa Ana Roja…1852…1855
Madre. Carmen de la Santa Ana vino al Ecuador y la que tuvo al frente de todas las dificultades del destierro; hasta cuando fue el terremoto del año 1868, siendo una de las victimas escogidas por Dios nuestro señor
AÑO 1866 RELIGIOSAS QUE VINIERON DE QUITO DEL CARMEN BAJO PRIMERA FUNDACIÓN DE LA CIUDAD DE IBARRA BAJO EL TITULO DEL PATRIARCA SAN JOSÉ ESPOSO DE MARÍA SANTÍSIMA
1….Madre Carmen de Santa Ana Priora
2…Rosa de San Joaquín Supriora y Clavaria
3…Gregoria del Santísimo Sacramento…Clavaria y secretaria
4…Ana María de San Agustín….Clavaria
5…Sebastián de San Elías…murió el 30 de abril de 1867 murió en la primera fundación .su cadáver fue sepultado en el Monasterio de las madres Conceptas, aquí en Ibarra.
6…María Manuela de la Santísima Trinidad
7…Carmen de San Eliseo
8…Mercedes de San Juan de la Cruz
9…María Jesús de los Dolores
10…María Josefa de la Concepción
11…Felicia de Jesús y San Miguel
12…Juana María de San Rafael y Hna. Ascensión de San Luis Gonzaga velo blanco
AÑO 1876
RELIGIOSAS QUE TOMARON POSICIÓN DEL ACTUAL MONASTERIO CON EL NOMBRE Y TITULO DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
1…Gregoria del Santísimo Sacramento…Priora
2…Carmen de San Elías
3…Rosa de San Joaquín
4…Ana Rosa de San José
5…María Josefa de la Concepción
6…Ana María de la Encarnación
7…María Jesús de los Dolores
8…Carlota del Espíritu Santo
9…Feliza de Jesús y San Miguel
10…Ascensión de San Luis Gonzaga (velo blanco)
11…Mariana del Corazón de Jesús (primera ibarreña se la recibió en Caranqui)

AÑO 1906
RELIGIOSAS EXISTENTES EN LA RECONSTRUCCION DEL MONASTERIO 1906
1…Madre Amelia del Corazón de María… (Viteri Pañaherrera)
2…Madre Carmen de Santa Ana… (Gómez Jurado)
3… Dolores de San Juan de la Cruz… (Páez Jojón)
4…Emilia de la Virgen del Carmen… (Acosta)
5…Rosa de San Joaquín… (Gómez Jurado)
6…Virginia de San José… (Tobar Landázuri)
7…Hermelinda del Corazón de Jesús… (Dávila Jijón)
Mercedes del Santísimo Sacramento… (Gómez Jurado)
9…Juana María del Niño Jesús… (Meneses)
10… Mariana del Corazón de Jesús… (Pineiros)
11…Ana María de Jesús… (Ayala Guerrero)
12…Josefina de Jesús María… (Gómez Jurado)
13…Purificación de Jesús Sacramentado… (Chaus Colombiana)
14…Ascensión de San Luis Gonzaga… (Torres Colombiana hermana de velo blanco) murió en el año 1910.
El personal que integraba la comunidad; después de la muerte de las Madres Colombianas fundadoras, eran ibarreñas. Formadas bajo la dirección de la madre Carlota del Espíritu Santo, una religiosa de gran espíritu, oración y penitencia.

AÑO 1909
RELIGIOSAS QUE HAN ENTRADO A LA COMUNIDAD EN ESTOS AÑOS DE 1909 HASTA EL AÑO 1928
María de Santa Teresa… (Viteri Aimar…1909)
Beatriz de San José… (Grijalva Rosero…1909)
Teresa de la Eucaristía… (Gómez Jurado 1910)
Leonor María del Espíritu Santo… (Benalcázar Burba 1916)
Joaquina de la Santísima Trinidad… (Marcillo Montalvo 1913)
María Josefa de San Elías… (Salas Gallano 1913)
María Margarita de la Madre de Dios… (Ayala Burbano 1914)
María Francisca de las Llagas… (Morales 1915)
María Matilde de los Ángeles… (Angulo Tapia 1920)
María Rosario de Santo Domingo… (Maldonado Arias 1928)

POR LOS AÑOS DE 1930
Mercedes Teresa del Santísimo Sacramento…Páez Márquez…1931
Teresita del Niño Jesús…Chiri boga Rivadeneira…1931
Teresa Benigna del Espíritu Santo…Gavilanes Benavides…1932
Carmen Teresa de San Juan de la Cruz…Chiri boga Rivadeneira…1933
Teresa Josefina de Cristo Rey…Egas Montenegro…1933
Teresa Cecilia de Jesús y la Santa Paz…Fernández Guardia…1936
Teresa Inés de San Joaquín…Arias Martínez…1942
María Marta de la Sagrada Familia…Rojas Esparza…1941
María Teresa de Jesús…García Forero…1943 (colombiana)
María Isabel de la Santísima Trinidad…Quintero Betancur…1943(colombiana)
Marianita de Jesús…Ortiz Alarcón…1948
Juana María de San José… Carrera…1950
Bernardita de María Inmaculada… Peralta Cordero…1960
María Victoria de Jesús Crucificado…Rodriz Moscoso…1950
Ana Lucia del Corazón de María…Salazar Ríos…1950
Por los años de 1959… 1960…1967 la comunidad se integraba con el número completo de 21 religiosas. Su priora fue Madre Josefina de Jesús María

María del Sagrado Corazón… Moreira Delgado 1966
Ana María de San José…Garbay Montes de Oca…1967
Lucia de Jesús… Andrade Rimers.
Patricia Cecilia de la Virgen del Carmen… Lima Valencia
Carmen Isabel de la SANTISIMA Trinidad… Rosario de Santa Teresa…

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

MERECE NUESTRA ATENCION RELACIONAR ALGO DE LA VIDA DE MADRE CARMEN DEL CORAZON DE JESUS QUIEN NO PUDO VIAJAR AL ECUADOR
Madre Carmen del Corazón de Jesús (Sarmiento izquierdo), hija legítima de don José María Sarmiento y señora Catalina izquierda, de la ciudad de Cali.
Es digno de resaltar las virtudes de esta santa religiosa. Fue una religiosa ejemplar por sus virtudes, talento, a habilidad, de manos para bordar, para flores, y para la música. Fue priora por tres trienios gobernó con mucho acierto, tiene prudencia. Reedificó todo el convento dándole mas claridad y mejor forma, y comenzó a reedificar la iglesia, gastando mas de 15 mil pesos en toda la obra sin que faltara nada a la comunidad ni para la subsistencia, ni para el culto divino; la circunstancias empezó la obra no tenia en caja sino 500 pesos, y aun las entradas eran muy pocas; la divina providencia le proporcionaba diarios recursos.
Desde que estaba e su convento, antes de la exclaustración fue atacada de una afección nerviosa que progresaba con rapidez, se convirtió en parálisis casi completa de todo el cuerpo y sufría otros dolores físicos y morales, con heroica resignación; esperaba con entera confianza la corona de sus virtudes.
La Madre Carmen del Corazón de Jesús quedo en Popayán el casa de la familia Uzuriaga, familia muy católica.
En la ciudad de Popayán el 23 de julio de 1880 murió la madre Carmen del Corazón de Jesús a los 84 años. Dio alto ejemplo de virtudes, distinguiéndose por la devoción de la Santísima Virgen.
Desempeño todos los oficios de la comunidad.
A la Madre Carmen se la debe recordar con gran amor y gratitud.
Acompaño espiritualmente a su comunidad en el destierro; y no dejo de enviar sus limosnas que recibía de personas que le extendían la mano.
Su cadáver reposa en el cementerio del Carmen de Popayán.
Paz en su Tumba.
PABLO MARIANO CEFERINO ACOSTA YÉPEZ
Propinémonos rememorar algo de la vida de un Ilustre Ibarreño; diríamos, no trazando una biografía sino delineando rasgos personales de él, a favor de realidades auténticas.
La que pudiera llamase partida de nacimiento de la Villa; la ley de división Territorial de 1824 creó la Provincia de Imbabura, con algunos Cantones.
Por dos veces, con expresiones de honrosísimo estímulo, se le ha concedido a Ibarra el Título de Ciudad en 1811 y en 1829.
Pasados más de dos siglos de fundada la Villa, cuando esta presidía en la mayor extensión de la Provincia, Ibarra ve brotar en su suelo una plantita que se le adhiere confiada, y hunde ahincadamente las raíces, y fortifica su tallo delicado, y lo levanta, y abre al cielo sus flores, y fructifica.
LA AURORA—- SU NACIMIENTO
– Nace un niño en cierta “estancia” situada en el cercano extremo sur-occidental de la Matriz de Ibarra, y es llevado a la inmediata Iglesia parroquial de Caranqui.
“El treinta de Marzo de mil ochocientos cuarenta, bauticé solemnemente a un niño de un día antes nacido, y le puse por nombre Pablo Mariano Ceferino, hijo legítimo del Sr. Manuel Acosta y Antonia Yépez; fue su madrina la señora Susana Vásquez a quién advertí su obligación y parentesco que contrajo, de que doy fe._ Fr. Ventura Páez”. De la situación de las condiciones familiares del hogar Acosta Yépez nada cierto sabemos.
PRIMERA JORNADA
¿Qué orientación, que impuso, que rumbo podía esperar la formación de un niño desposeído de todo amparo?
Se dice que la madre “no podía mirar con indiferencia o desdén la educación de su hijo; antes la emprendió con ahínco digno de encomio, venciendo los porfiados obstáculos que le oponía la pobreza”; y del padre se dice que “el trabajo absorbía el mejor tiempo de ese hombre, y ponía en constante actividad sus fuerzas”.
Cierta vez, en que Mariano Ceferino visita una sección del Chota, la filial emoción estalla”…. Aquí padre mío, en estas estrechas playas, en estas obscuras selvas, bajo un sol abrasador, pasaste lo más florido de la vida, empeñado en ganar con penoso trabajo un sustento miserable. Cuánto te costó el escaso pan con que alimenté mi infancia I. Pobre choza fue tu habitación, frutas de cercado ajeno, de huerto arrendado, las que algunas reservadas para tu hijo, y desgarrada ropa la que te cubría. El sudor de tu sonrosado rostro regaba a menudo estos secos arenales, tus plantas desnudas los cruzaban todos los viernes, cuando pobre comerciante eras hospedado en un corredor, y dormías al descubierto, y caminabas sin pan, y vivías sin descanso, para llevar el sábado a Ibarra, arriando una tardía bestia cuya carga descendía con tus propios y, jadeante, la consignabas en el mercado público. Padre, padre mío, los sollozos me ahogan, los ojos se me anublan, siento que el corazón se me salta en pedazos; oh cuánto padeciste…” (Frases tomadas de un Álbum Íntimo de Mariano Acosta).
Luego de la instrucción primaria, el niño Acosta es alumno del colegio San Diego, en donde se revela y abre paso a la inclinación al Sacerdocio.
JORNADA DEFINITIVA
En la Visita Pastoral dispuesta por el señor Francisco Javier Garaicoz, segundo Arzobispo de Quito, su secretario, el 31 de Agosto de 1854, se dirige al párroco de la Matriz de Ibarra diciéndole: “De orden de S.S 1lma. Remito a U. al joven Mariano Acosta, para que le examine sobre los conocimientos necesarios para poder recibir la primera clerical tonsura y cuatro grados menores”. El Cura Vicario, detacadísimo valor Ibarreño, Doctor Pablo Guevara, en la misma fecha, informa: “Lo he encontrado bastantemente instruido en gramática, latina, y castellana y en doctrina cristiana y en el Tratado de Sacramentos en general” ( Archivo de la Curia Metropolitana).
El 13 de Mayo de ese año, 1854 había fallecido Antonia Yépez Vásquez, madre del joven aspirante.
Acosta obtiene ir a Quito al Seminario de San Luis. Más, ¿Qué medios, que auxilios podían permitirle al estudiante afrontar la formación emprendida y su dilatado proceso?
Quién sabe si en vía de apoyo personal se le confió al joven Acosta cierta injerencia en la marcha disciplinaria de dicho establecimiento. Uno de los alumnos d entonces, Abelardo Moncayo, en su estudio Biográfico, refiere que allá por los años de 1860 a 62, tal ves como nunca se mostró indómito al alumnado del Seminario de San Luis. En esa época, “Estudiábamos nosotros los primeros elementos de Filosofía. Varios maestros teólogos, imbabureños en la mayor parte, aún con los rectores y demás autoridades del establecimiento, se esforzaban…. En combatir aquella anarquía estudiantil… A una señal de su mano… al punto y en silencio se ponían en filas los anárquicos. Ese Levita, así tan respetado y simpático, fue el entonces maestro don Mariano Acosta”. Ello es que ahí terminó su formación: Mariano Acosta obtuvo el título de Doctor en Teología, el 22 de Octubre de 1862, previa la dispensa del grado de Bachiller.
Al respecto, place mencionar ciertos antecedentes.
El 2 de Mayo de ese año, 1862, el doctor Joaquín Villavicencio, por segunda vez, certifica “con el juramento de ley, que existen las mismas causales que expuso el año pasado, para la dispensa del Grado de Bachiller en Teología, del señor Mariano Acosta; por consiguiente, reproduce el mismo informe animada como se halla de los mejores sentimientos del bien, concederá al señor Acosta la dispensa para el grado de doctor, de cuyo favor recibirá gracia de la Iglesia y la sociedad ecuatoriana; porque premiara la virtud y la capacidad, y hará ver que la pobreza y la indigencia tienen su primer apoyo en los literatos y los sabios”. En el mismo año y fecha, el doctor José Nieto, Rector del Seminario, certifica con juramento que el alumno interno Mariano Acosta es de una conducta moral intachable, muy aplicado a sus estudios, y , según lo que ha podido experimentar, goza de un talento no vulgar. Tan bellas cualidades que adornan a esta joven, impulsan al que suscribe a recomendarlo a la ilustrada Junta de la Universidad a fin de que se sirva a oir con benignidad su súplica y despachar favorablemente su solicitud”. Y, al mismo propósito, el Vicerrector del Seminario de San Luis, señor Rafael Sánchez, certifica, “que el postulante es un joven sumamente recomendable, por su distinguida capacidad y por su infatigable aplicación al estudio, por su aprovechamiento superior y por su conducta moral que ha servido de norma y estímulo para los otros alumnos: por estas tan bellas y raras cualidades se a captado a voluntad de los superiores, la general estimulación de sus concolegas, y no dudo que inclinará en su favor al sentimiento humanitario de la tan ilustrada junta de la Universidad, la que siempre concede recompensas al mérito y a la virtud”.
Allanados los tropiezos y rendidas con buen éxito las pruebas necesarias, la petición final del interesado expresa: “Mariano Acosta, clérigo de menores órdenes, domiciliaro de esta Arzobispado (de Quito) y doctor en Sagrada Teología…. Primeramente y si fuere de su superior agrado, se digne allanar los obstáculos que me impiden: 1ero en no contar más que veinte y tres años cumplidos, y el 2do carecer de título de congrua sustentación”… El Arzobispo en 22 de Abril de 1863, decreta:”…. Le dispensamos el año de edad que le falta…”.
Mariano Acosta recibió. De manos del Ilmo. Señor José María Rio frío y Valdivieso, en su capilla arquidiocesana, la Orden de Presbítero, el día 3 de mayo de 1863.
EL SACERDOTE
El niño que descubrimos en cierta imperceptible familia de una sociedad todavía modesta, viéndose al término de una formación vocacional cultivada perseverante anhelo, álbum intimo y escribe: “Lo que tengo por cierto es la Providencia quiere y procura la felicidad del hombre y que éste la busca y quizás la consigue, según sus obras”.
La última petición reglamentaria del aspirante que había coronado con éxito sacrificios y aspiraciones, decía: “Habiendo iniciado mi carrera eclesiástica con el objeto de ascender al sacro Presbiterado y consagrarme al desempeño de las funciones del ministerio sacerdotal, deseo ahora ser promovido a mi fin”.
Elevado al Sacerdocio, el Neo-Presbítero celebró su primera misa, en Ibarra, en San Felipe, el 24 de mayo de 1863. Y quedó, definitivamente en dicha población, no saliendo sino a moverle algún asunto de la ciudad, de la provincia o de la patria.
Manuel Acosta Grijalva, aquel humilde y abnegado trabajador; aquel que mediante indecibles sacrificios se hubo “empeñado en ganar un sustento miserable”; aquel cuyo sudor “ a menudo regaba los secos arenales” del Chota; aquel a quien tanto “costó el escaso pan con que alimentó; la infancia” de su hijo: tuvo el máximo consuelo de ver los días iniciales del Ministerio de Pablo Mariano Ceferino, y… falleció el 30 de marzo de 1865, cuando su hijo sacerdote cumplía 25 años, la edad que le fue oportunamente dispensada!.
Desde el día primero de marzo de 1865 el doctor Acosta era Coadjutor de la Matriz de Ibarra. En tal calidad, le correspondió pronunciar la oración gratulatoria, cuando el 13 de agosto de ese año, ante el Ilmo. Señor Antonio Riaño, en la misa solemne celebrada por el Cura de la Matriz, doctor Francisco Javier Suárez, se leyó la Bula con la cual S.S pío IX elegía la diócesis de Ibarra.
Para ejercicios de funciones de la Catedral y su cabildo, el doctor Acosta fue nombrado Maestro de Ceremonias, el 17 de noviembre de 1865; Capellán de coro, el 30 de septiembre de 1868; Canónigo, el 27 de enero de 1869. Y fue Secretario de la Junta Conciliar y Examinador Sinodal.
Actuó en el primer Sínodo Diocesano de la Esperanza; y como Secretario, en el Sínodo Provincial Quitense, enero 7 de 1869.
En junio 1ero de 1866, fue nombrado Capellán del Monasterio de la Concepción; y visitador de la misma Comunidad, en septiembre 12 de 1868. Director de la congregación de hijas de María fue desde septiembre 20 de 1867.
A la secretaria de la Curia Diocesana fue llamado en 30 de septiembre de 1868. Más tarde, fue secretario del Ilmo. Señor González Calisto. La virtud sacerdotal del personaje, atrayendo unánime respeto y aprecio, resplandece, a través de laboriosidad inclinable, de sus directivas, de sus enseñanzas, de sus ejemplos.
En honor a la verdad histórica, valga una corta digresión. El señor Moncayo, en su estudio al cual nos es grato referirnos más de una vez, al recordar la Capellanía ejercida por el doctor Acosta en el Monasterio de la Concepción, dice: “No habían transcurrido tres años de reforma, y, bajo la dirección del doctor Acosta, -ese claustro-, fue semillero de toda virtud y cumplido modelo de toda observancia”.
Muchos años antes, en 1848, el doctor José María Yerovi, renunciando su curato propio de Pomasqui, aceptó la Capellanía del Monasterio de la Concepción en Ibarra. Mencionando ese tiempo de rehabilitación de la disciplina monástica en dicho convento, por la virtud y el ejemplo del P. Yerovi, hablan del doctor Escalante, en 1923, y el P. Leogh ir en 1935; y , después, el P. Luzuriaga Celi, Vice postulador de la causa de Beatificación del Ilmo. Yerovi.
El Yerovi volvió a Ibarra con Administrador Apostólico de la naciente diócesis; y , al dejarla, para ir al Arzobispado de Quito, confió dicha Capellanía al doctor Acosta, en junio de 1866: tiempo éste, en el cual, según documentos auténticos, florecía, por ejemplo, la señaladísima virtud de la M. Santa Clara, víctima escogida del Terremoto.
Así mismo, la construcción del Monasterio de Religiosas Carmelitas y su iglesia o capilla pública perteneció al doctor Acosta, desde la compra del terreno, según la autorización que le diere el Ilmo. Señor Iturralde, en 13 de mayo de 1873. Da testimonio de la obra una lápida que se ve sobre la puerta de entrada.

 

SE CONCLUYÓ EL MONASTERIO EL AÑO 1876 Y LA IGLESIA EL DE 1877 BAJO LA DIRECCIÓN DEL SEÑOR CANÓNIGO DOCTOR MARIANO ACOSTA
Como se sabe, al cabo de treinta años fue menester modernizar esas calidades, habiéndoselas bendecido solamente, el monasterio, el 15 de Octubre de 1907, y la “Capilla Expiatoria”, el 14 de octubre de 1911.
En octubre de 1889, el Director General de Obras Públicas, el inolvidable J.B. Menten, informaba al Ministerio acerca; de la desecación del suelo de Ibarra, obra de vital importancia urbana que se verificaría mediante el ahondamiento del cauce del Ajaví. A ese informe agrega el Gobernador de Imbabura el pedido de que “se mande al señor doctor Mariano Acosta el nombramiento de Director para esa obra”. (Diario Oficial, N 161).
EN SOLICITUD ÍNTIMA
Al inaugurarse la nueva Diócesis, el reciente Coadjutor de la Matriz de Ibarra, en agosto de 1865, tres meses antes de que el Congreso de dicho año cambiara la índole del Colegio San Diego, previó la necesidad de “el colegio Seminario, sin el cual –dijo- no puede fundarse Obispado alguno”; “tiene por objeto –añadió- formar a los jóvenes en la virtud y la ciencia… El seminario forma buenos ciudadanos porque en él tienen derecho a educarse todos, cualquiera que sea el fin que se propongan, y, lo que es más, da a la Iglesia sacerdotes dignos.
Ocho años más tarde, cuando el doctor Acosta, el 28 de abril de 1873, primer aniversario del Retorno, pronunció la oración Gratulatoria, tornó la visión a los días que fueron, y trazó este cuadro: La erección de templos, establecimientos de educación y beneficencia, quedó encargada a la piedad cristiana, pues no sabemos que el gobierno español haya construido con los fondos del real tesoro edificio alguno de utilidad pública… Nada había que notar en toda la extensión de la ciudad: por más de doscientos años permaneció desierta, casi como una aldea. Aún la plaza principal existió, hasta el año 35 de este siglo (xix), cercada por un lado solamente con una deforme cerca de piedras cubiertas de espinas. Parece que su adelanto principió con el establecimiento del Colegio de San Diego. Este fue fundado por los filantrópicos y nunca bien alabados compatriotas, los señores Martín Sánchez y Manuel Cifuentes, que llegaron para la educación religiosa de la juventud del país casi toda la fortuna que adquirieron. Por este hecho de ejemplar patriotismo, la provincia entera varió de condición y aspecto, y las artes y las ciencias tuvieron profesores, hombres públicos y llenos de patriotismo, que hacen el honor del país”.
ECOS
El 28 de junio de 1893 falleció el doctor Acosta.
En el último decenio, sus conterráneos habían le visto pasar diariamente por las calles, de su habitación a los diarios oficios de su Ministerio y los absorbentes anhelos de su colegio. A su presencia, descúbranse todos: cruzaba un sacerdote de semblante pálido y vivaz mirada, de aspecto amable y serio, con el manteo y los brazos sueltos, manera característica suya.
Prolongada y penosa enfermedad- cáncer al estómago, según diagnóstico de los facultativos- precedió a la muerte.
Seis meses antes del día final, quiso llegar, y llegó, a su colegio agotado, trémulo, vacilante, y apoyando al brazo de un familiar suyo, llegó al salón en donde profesores y alumnos reprimían su emoción. Uno de los jóvenes recoge estas últimas palabras: “Que hermosa juventud!.. Oh jóvenes queridos el porvenir es vuestro!..”
Prescindimos de las demostraciones de pesar e íntimo duelo. La sociedad ibarreña, con feliz oportunidad, había demostrado el aprecio y la gratitud a su benefactor, en marzo de 1890, celebrando a un tiempo el 50 aniversario del nacimiento y el 25 de la Ordenación Sacerdotal.
El magnífico retrato que vivifica el salón máximo del colegio Nacional fue colocado en julio de 1891. Otro colocado junto a la presidencia en la sala de Sesiones del Concejo Municipal, como el del colegio trabajando por el pincel de Troya, fue construido, en Diciembre de 1904, por alumnos de los Colegios Nacionales y Seminario.
Los restos del doctor Acosta reposan en la iglesia de las carmelitas, a donde fueron trasladados, del cementerio.

 

RECUERDO DE AMISTAD
VERSOS
DESAHOGOS EN LA SOLEDAD
Oh! Dios! Cuando el dolor enerva el alma
Y los labios marchitos enmudecen,
Tan solo espinas en el pecho crecen
Y desgarran el mustio corazón!

Así este gime en su dolor acerbo,
Así palpita en su mortal congoja,
Huyo la dicha, hoy se la despoja
Del caro bien que sonríele ayer…

Doliente corazón, como suspiras
Aquí en lo más recóndito del pecho,
Y en este oculto y tenebroso lecho,
Te siento cada día agonizar!

Esas lagrimas tiernas que en la cuna
El niño las derrama a cada instante,
Son el augurio de pesar constante
Que ha sufrir después en la aflicción!

Así esas van surcando mis mejillas,
Y son la fuerte a cuya orilla canto1
Son lágrimas de amor, que puro y santo,
Germino en mi alma, y lo bendijo Dios!..

Mas ay! Tan solo viviste en mi memoria
El funesto recuerdo del pasado:
Y en pobre corazón entrecortado,
Se mueve apenas entre vuelcos mil.

¿En dónde están de mi jardín las flores,
En donde los tesoros de mi vida/
Oh! Dios, en donde mi porción querida
Se halla, y no puedo ya tornarla ver?

Que es de mis padres, que de mis tres hijas,
Que mi esposo amable sin segundo?
¿Los sacasteis Señor, de aqueste mundo
Para hacerlos dicho junto a vos?

Dispusiste lo así en vuestro arcan
Y de cumplirse vuestra voz tenía:
¿Que importaba partir el alma mía
Para cumplir la voluntad de Dios?

Lo siento así, Señor, mas no se aparta,
Del corazón herido el sentimiento:
Vuestro amor calamara mi cruel tormento,
Será mi dicha y porvenir también!.

 

 
RECUERDOS DE AMISTAD

A LA MEMORIA DELSENOR CANONOGO DOCTOR DON

MARIANO ACOSTA

Sigo apurando el cáliz de mi vida
Y bebiendo la hiel que me devora;
Y lejos de agotarse, cada hora,
Renueva su amargura el corazón!..

El Dios de amor que mitigo en un tanto
El profundo pensar el ama mía,
Un nuevo amanecerme volviera a herir.

La amistad, el don sagrado
Con que Dios favorece a los mortales,
Me había quedado en medio de mis males,
Para tantos dolores aliviar:

¿Más que es de los consuelos de la vida
Cuando Dios quiere acrisolar una alma
Y la quiere exclusiva en dulce calma
Como la esposa de su noble ser?

Arranca de su torno cuanto tiene,
Se lleva sus afectos más que puros,
Y le prepara goces más seguros
Y un tesoro de dicha celestial!..

Pero están dulce reflexión no extingue
Ese noble y virtuosos sentimiento
Cuál es la gratitud, cual yo la siento,
Pues nutre el alma y llena el corazón!..
¡Ay cuanto debo a la amistad, Dios mío!
Permitidme, señor que agradecida,
Mi voto eleve a la mansión de vida,
A donde el ángel lleva la oración…

Allá dirijo mi plegaria humilde,
Allá donde vive mi ferviente amigo,
Él fue mi luz, por esto lo bendigo,
Luz que conduce a un elevado fin…

El me velo cual un amante padre,
El endulzo mis días de amargura,
Y templo mi dolor con su dulzura,
Uniendo a mis gemidos a su pesar1…

Y cuando yo feliz me complacía
Y de mi amor bendigo disfrutaba,
Con su afecto mi dicha secundaba
Y mi gloria tomaba a su placer.

Pero tan solo su amista sincera
He traído muy de paso a la memoria
Y no he tocado del honor y gloria
Que fueron el laurel de u virtud.

Constante fue su mérito preclaro
Y el bien que procuro en su corta vida:
Su anhelo fue su patria tan querida,
Que al jalarla déjale el provenir.

La tierna juventud, su hija adoptiva,
Que lleva el fruto de su clara mente,
Objeto fue de su cariño ardiente
Y es hoy de sus virtudes el blasón.

Suspendo aquí; mi pobre pensamiento
No puedo competir con plumas de oro
Que han reunido un espléndido tesoro
De dones y de gracias sin rival.

Y es poco lo que ha dicho el entusiasmo,
Muy poco lo vertido en nuestro suelo,
Para quien solo en la mansión del cielo
Se pueda su virtud reminenar!..
¡Perdona mi retardo mi doble amigo,
En dar esta hoja triste a tu memoria!..
¡Recíbela marchita allá en la gloria,
Como yo la he guardado en mi aflicción!..

Capulí, 31 de enero de 1894
Pastora Alomía de Guerrero

 

 

DISCURSO

PRONUNCIADO EN LA CATEDRAL DE IBARRA
CON MOTIVO DEL
QUINCUAGESIMO ANIVERSARIO
DEL TERREMOTO OCURRIDO EN ESTA CIUDAD
EN 1868
Ibarra, 16 de Agosto de 1918

Venerable. Cabildo eclesiástico: señores sacerdotes; Venerables comunidades Religiosas; señor gobernador de la Provincia; señor Presidente del I. Consejo Municipal, señoras, señores:
Al amanecer de un día como este, ahora cincuenta años, la hermosa y floreciente ciudad de Ibarra estaba ya reducida a escombros, a pavorosas ruinas!..
La aurora, ante semejante espectáculo, recogió sus planteados y lindos albores, plegó sus alas, temblorosa!, y gimió como gime la paloma herida!.. En la veda claridad de vuestros ojos estoy leyendo la profunda emoción de vuestros recuerdos…
Varios, muchos de vosotros, fuisteis testigos o victimas de ese tremendo drama de destrucción y muerte! La historia de ayer. Cincuenta años no han podido borrar de su memoria. Y aún os parece estar sintiendo las gigantescas convulsiones de la tierra, que se sacude en uno como delirio de furor ,al despertar de los volcanes que cual leones dormidos, luego se desesperaban, y agitaban sus airadas y fuertes melenas!!..Si la historia es de ayer: el pasado viene a confundirse con el presente. Y yo me encuentro, ahora, en este lugar, como el profeta Jeremías ante la cantidad luctuosa de los hijos de Israel o las ruinas desoladas dela infeliz Jerusalén- que , al fin y al cabo, esas dos desgracias se dan la mano en el eslabonamiento de sucesos que establece la mano de Jehová previsor y potente- Y exclamo como el augusto e inmortal Profeta del dolor: ¿quién dará agua a mi cabeza y una fuente de la grimas a mis ojos? Y llorare, día y noches, a los muertos de la hija de mi pueblo si señores, yo lloro, ahora como también lloráis vosotros. Y la piedad cristiana es la que ha venido a suministra a nuestros ojos una fuente inagotable.es que el corazón de la iglesia Católica y el corazón de la patria son océanos de amor, de ternura, de compasión! Si en estos solemnes instantes e duelo alguien no llorase, yo diría que le falta fe, o que carece de amor propio…Sí, corran del alma raudales de lágrimas!… porque el llanto de hoy es un HOMENAJE QUE BIEN LO MERECEN, Y LO EXIGEN NUESTROS MUERTOS DEL 16 DE AGOSTO DE 1868…
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Mirad que es un homenaje sagrado, que Nuestro señor Jesucristo lo aprueba y bendice. Y digo más: no solo lo aprueba, y lo bendice, sino que lo hace suyo: el Redentor, el tierno y compasivo Jesús sabe llorar…..No lo veis conmoverse ante la tumba de su amigo Lázaro, y arrasarlo en lágrimas sus divinos ojos, y correr el llanto por sus pálidas mejillas?…Nunca la amistas pudo estar mejor honrada nunca el sepulcro fue ungido por llanto más sublime! Esa losa sepulcral permanecerá humedecida hasta el fin de los tiempos; como sagrado monumento custodiado por el ángel del dolor, en cuyas alas de oro refulge la caridad…. Gime, llora Jesús; y los judíos exclaman sorprendidos: “”Ved cuanto lo amo”1.. Ah!, señores que cristalización tan preciosa, tan pura la del sentimiento divino de afectuosísima amistad: Jesús llora!! El llanto de Jesús, junto a una tumba, a la sombra de cipreses de Betania, es un poema de dolor, una elegía, cuyas notas siguen vibrando, gemebundas, al través de los siglos!..
El amor patrio abraza a los hermano de ayer, a los del presente y a los del porvenir. Los de ayer!.. Cincuenta años nos separan de ellos. Marie-
Ron: y aun los amamos. Y nunca podemos amarles más sentidamente, que en este templo, en la casa, en el hogar sagrado de Jesús; aquí nos hemos dado cita con ellos, aquí nos vemos, aquí los oímos…
Recordaré un episodio gracioso de la leyenda griega, relativa al origen de la pintura. En el príncipe de los historiadores, César Cantú, leo: “Despedíase tristemente una doncella de su amado que tenía que emprender, al día siguiente, largo viaje. Cuando notando la sombra que su persona proyectaba en el muro, y encantada con poder observar de esta manera cerca de si la imagen aquella a quien iba a llorar ausente, tomó un trozo de carbón, y dibujó su perfil”.
Nuestros compatriotas del 68, nuestros amados muertos partieron despidiéndose de los vivos para un viaje eterno… ¿Quedarán olvidados?.. He aquí que el ángel del recuerdo, en cuyas alas tornasoladas habrá caído una lágrima de Jesús, trazó en los muros de este templo los perfiles, las siluetas de ellos en torno de la sombra proyectada por la muerte…En El Templo Reviven los Muertos!!.
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Por eso, del homenaje de dolor cristiano, brota, sobrenaturalmente, otro homenaje: el de la Plegaria. Qué consolador, qué dulce es orar por los difuntos. Sí oremos, por ellos! Las diamantinas gotas de rocío con las que juega la luz del sol, después de ser un momento, espléndida diadema y ornato de la flor, tórnase en vitalidad lozana, en delicado perfume. Nuestras lágrimas, irisadas por ósculos de luz, de luz de la Fe Cristiana al deslizarse en el cáliz florido del corazón, en sus pétalos de amores nobles, de caridad evangélica, lo fecundizan y lozanean: y preciso es, entonces, que de su seno exhale y luego se difunda exquisito aroma.
¿Queréis saber cuál es el aroma de corazones que lloran? La Oración, la Plegaria! Tornare a decir: qué hermoso, qué dulce es orar por los que se fueron para no volver… Perfumémonos su memoria con fervientes plegarias, con oración cariñosa Ludas Macabeo, el héroe de los combates, en los que se luchaba, por intereses religiosos y por el honor nacional, ¿sabéis cómo corona la victoria? Honrando a los que sucumbieron el la lid gloriosa, a sus soldados muertos. Y pide oraciones y sacrificios en el templo. Hoy también celebramos una victoria. ¿Victoria a cual? La victoria tremenda, infausta, dolorosísima de la muerte sobre la vida en un furtivo asalto!!… No son héroes caídos, pero son víctimas!!.. tanto más desagraciadas cuanto que sorprendidas… Y para esas víctimas, para esos infortunados pido oraciones. ¿En esa gigantesca y majestuosa tumba no hemos de poner las flores las más inmarcesibles flores de la plegaria y el recuerdo cristiano? ¿y en medio de tan silenciosa soledad no hemos de brindarles, reverentes, con del alma, el himno solemne de la paz? ¿Y no hemos de brindarles, reverentes, con la placidez del descanso? Arrullemos su descanso con los lamentos de la Iglesia Católica, que como la amante e inconsolable Raquel Bíblica, que ha dado celebridad a los dolores maternales, llora a sus hijos…
¿Os será difícil orar?… Yo sé bien que varios de vosotros habéis asistido a las exequias en honor de los fallecidos, quizás únicamente por un compromiso social. Está bien. Una vez que os encontráis en el templo, sois ya otros hombres, recibís la suave unión de la fe y la caridad. Y si vuestros labios se resisten a la oración y a la plegaria, y callan; el corazón vuestro ora y clama.. Y, queráis o no queráis, de vuestro corazón noble, se elevan como de altas las perfumosas espirales del incienso esas palabras que un día brotaron de los labios de Jesucristo: “Padre Nuestro Que Estas en Los Cielos, Santificado Sea Tu Nombre” El Padre Nuestro una oración sublime: profundamente humana, y grandiosamente divina! En ella esta el corazón Humano todo entero! Según la frase hermosa de Ohateaubriand He ahí una verdadera síntesis de la fraternidad cristiana. Aquí en el templo todos somos hermanos: Y nunca me creo tan hermano vuestro como estos instantes: y nunca nos sentimos, como ahora, tan henchidos de felicidad con los que nos precedieron en la jornada, diciéndonos Adiós!… Mirad la cruz del altar; mirad la cruz de esa tumba. La primera cobija, con su sombra, a la Vida es su más alto concepto; la segunda cobija a la muerte en su aspecto más doloroso y conmovedor; Y ambas, la de la vida y la de la muerte, nos cubren con el regio manto de la fraternidad! Convocados nosotros por la muerte, para descansar en el regazo de una vida que está destinada a ser eterna, nos hallamos reunidos bajo la deliciosa y propicia fronda dl árbol de la fraternidad ¡Sí, somos hermanos! Y estamos honrados a nuestros difuntos del 68, sean quienes fueron, ora grandes ora pequeños, ricos o pobres de elevada alcurnia, o de cuna humilde.
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Hemos tributado a nuestros compatriotas arrebatados por el negro turbión de la horrosa catástrofe hacia las regiones de la eternidad, el homenaje del corazón por las lágrimas, el homenaje de la fe por las plegarias y oraciones. Aún nos queda otro. El Profeta de las lamentaciones pedía agua para su cabeza, una fuente diría yo en beba el pensamiento y la conciencia. Al llorar jeremías por los cautivos, el gemir por los muertos, busca una fuente para su cabeza.
En su llanto hay algo más que el corazón, algo más que el sentimiento, Si no me equivoco, el profeta, cuya figura se alza con la majestad de las tristezas, sobre el oscuro y angustioso fondo de cautiverio que marchita el alma, de ruinas que sepultan despojos de la muerte, tiene el pensamiento dolorido, y herido su espíritu nacional. Contempla la desolación del progreso de la prosperidad de su patria, y se estremece al ver desechas las glorias de la nación, rota la túnica de su grandeza y poderío. No sólo espectador sino atalaya que vela por el honor de la patria, y custodia siquiera los girones, que han quedado de la regia púrpura desgarrada! Y en sus trenos hay notas de aliento y de esperanzas!, de un porvenir que clareará un día… El tercer homenaje a la memoria de los que fenecieron en la pavorosa catástrofe que arruinó no solamente a Ibarra, sino también otras bellísimas e importantes comarcas de Imbabura, debe ser un homenaje de honor; sí, honremos su memoria, enaltezcamos los hechos de su vida. A cuantos hombres de valía desaparecieron! … Cuántos hubo que sacrificar por el bienestar y gloria de su patria!… Cuántos que dejaron huella de su luz para señalar el cambio a las generaciones venideras… Cuántos cuyo aliento debían ser, más tarde, soplo de vida religiosa y social. Glorifiquemos sus beneficios. Ciencia, virtudes, sacrificios patrióticos suyos, tesoro fueron que, al correr de los tiempos, habiánse de explorar en pro del bien común.
En este momento me asalta el recuero de dos hombres, y presiona mi espíritu. El señor Don Gabriel García Moreno; qué simpática y esclarecida se ostenta la figura de este personaje extraordinario, en medio de la desolación, espanto y orfandad de los míseros hijos de este suelo! García Moreno, un Ángel Tutelas: su acción benéfica y oportuna se desarrolla ampliamente con actividad asombrosa: tiene entonces pan los hambrientos, vestidos los desnudos, medicina los heridos y maltrechos, fortaleza los débiles, asilo caritativo los desvalidos, consuelo y seguridad todos; a la sombra protectora de él, todos, a pesar de sus quebrantos y zozobras, respiran tranquilos: bendita mil veces bendita la memoria de este eximio benefactor.!!.. cuya presencia física o moral se hace sentir doquiera ha sentado sus reales la desgracia!..
¿Veis por allí andando entre los escombros, con paso tembloroso, pero diligente, un sacerdote joven? Va de aquí para allá; palidez mortal cubre su rostro… su pecho alienta con agitación poderosa!… mas no es solo el estremecimiento del asombro, del pesar y de la angustia el que la produce, sino el impulso irresistible de la compasión. En el alma tan delicada de ese apóstol las desgracias ajenas se dibujan como en espelo de aumento… Gruesas y ardientes lágrimas quemando sus lívidas mejillas, van a mojar el vestido lleno de polvo, hecho girones… Ese sacerdote más que hombre, parece un numen o símbolo misterioso, la figura de un ser casi sobre humano, bañado en ambiente divinal; circunda la frente por una aureola de esplendor y de sombras, de esperanza y de temor…En una mano lleva las llaves del cielo para los que mueren; en la otra, el bálsamo de consuelo para los que aún viven. Sacan los muertos de entre los arruinados edificios, y los sepultan en un lugar santo, para que allí reposen en paz; procura conservarles el débil aliento y fortalecer a los que aún luchan contra la muerte!!.. A él se vuelven, suplicantes, las miradas de todos… El mismo conduce a Quito a nueve monjas conceptas que han quedado vivas; palomas que se van en busca de un nido más seguro y propicio..
¿No adivináis el nombre de este benemérito sacerdote?.. Mariano Acosta el mismo fue el compañero cariñoso y solícito, el Mentor de los ibarreños sobrevivientes así asilados en los llanos de “La Esperanza”, y después de cuatro años torna con ellos al patrio suelo. Oídle hablar: “Ibarra, cuna dos veces mía…Ibarra bella entre las bellas por ser la planicie en que brotó, y los elementos de vida que posee. Ibarra, en cuanto esté de mi parte, a de resucitar: y en los edificios ha de quedar escrito el nombre de los ibarreños que como hijos la amen. Bien está “ La Esperanza”, como la tienda del árabe en el desierto, como punto de reposo para una noche; pero más a la vista del hogar propio mayor el ansia de abrigarnos en su seno”, “ Y una vez en el valle de los muertos, desde la hermosa delineación de las nuevas calles, OBRA MÁS NOTABLE en la cual, directa o indirectamente, si como promotor, si como colaborador, no haya él puesto su infatigable mano, bendita sea su memoria, Pudiera ilustrar otros nombres ilustres pero basta, no dejaré de tributar, eso sí, un sincerísimo voto de gratitud a los Centros Nacionales, a las naciones extranjeras y a todos los que extendieron a Imbabura mano amiga, compasiva y protectora.
Y ahora ved, señores, cómo Ibarra, cual ave fénix; ha surgido de entre sus propias ruinas. Contemplad esta ciudad niña, sí niña.. Cincuenta años apenas son la infancia de una ciudad, ved la hermosa, galansa, primaveral, da señales de mucha lozanía y robustez.
Empieza ya la alborada de su juventud, empieza a brotar el amor con todos sus ilusiones, energías y encantos. Preciso es buscarle un esposo que le haga feliz y grande, uno que sea digno de ella; que se sienta con bríos para lo bello, lo noble, de ella que ya recibe el ósculo y las caricias del progreso, de la gloria, con su cortejo de virtud y de sacrificios. Lo veo ya, aunque en lejanía, al prometido, y alcanzó a oír notas fugitivas de su apasionado canto, ostenten su frente un penacho muy alto, corona de espirales que como incienso de oración grandiosa, sube al cielo, su pecho late con impulsos gigantescos de amor y vida; trae consigo ricos tesoros; y va viniendo con paso de ufanía y de victoria: es un titán!, un Monarca, un Vencedor! Nada resistirá a su paso!!… Su nombre lo sabéis… yo empiezo a descender al ocaso de mi vida. No muy tarde tal vez mi alma irá a unirse con las almas de nuestros difuntos queridos… tal vez no veré ese desposorio de gloria, de grandeza y propiedad. Cuando este se realice, para generaciones más dichosas mis huesos se me estrenarán de júbilo en el sepulcro. Mi alma, desde la eternidad, lo bendecirá y entonará himnos de gracia al Dios bueno, al Dios omnipotente y vosotros pediréis para mí, lo que hoy pedimos para los muertos del 68. Descansen en paz
REDACCION SOBRE LA CONSAGRACION DEL ECUADOR AL CORAZON DE JESUS
Un Sacerdote Jesuita Manuel José Proaño de 1871 a 1874 del Apostolado de la oración en la ciudad de Riobamba, con irradiación en toda la provincia del Chimborazo, recibe desde Bogotá una noticia para el de mucha significación Miguel Antonio Caro, exalumno suyo en el colegio de San Bartolomé por los años de 1859-1861,le informa sobre un resonante atropello consumado en Alemanis sobre los católicos con motivo de actos religiosos realizados en un templo en honor del Corazón de Jesús .
De esta noticia nace la iniciativa: solicitar de los poderes civil y eclesiástico los respectivos decretos de consagración de la Republica al Corazón de Jesús .
Esos ultrajes directos a la persona amable de N.S Jesucristo, esa cruel persecución de los católicos allá en esa ciudad remota, fue para nosotros el origen y el principio del acto más fecundo y transcendental de la vida religiosa del pueblo Ecuatoriano, esto es, de su consagración irrevocable al Deifico Corazón de Jesús y al Inmaculado de su Santa Madre porque así el Apostolado de la Oración en Riobamba tuvo noticia de lo ocurrido en Europa ,concibió la generosa idea de solicitar de los poderes civil y eclesiástico de nuestra Nación dos Decretos que, oficial y canónicamente consagrasen la Republica al Santísimo Corazón del Salvador del mundo, a fin de reparar de algún modo la ofensa de Dios y a la injuria a su iglesia, hizose esto por medio de confidenciales comunicaciones del Director del Apostolado con el Jefe de la Nación.
ESCRIBIO PROAÑO A GARCIA MORENO
Parece que ha llegado la hora en que V.E., como Magistrado Católico e hijo ferviente de la Iglesia debe, interpretando la fe casi unánime del pueblo ecuatoriano, estrechar los lazos de amor que han de unir a los ecuatorianos con Dios , por medio de un decreto que consagre oficialmente la Republica al Divino Corazón de Jesucristo. El mundo se pierde a causa del Naturalismo que hoy por hoy a valido, casi en todas partes.
El Ecuador, de quien en V.E es Jefe forma hoy una excepción singularísima; y en eso se debe, en gran parte, a la piedad sincera e intrepidez heroica de quien rige sus destinos. Mas V.E es hombre……. mañana dejara la tierra…..y entonces ¿Y cuál será la suerte del Ecuador……..?Dios no muere, Déjenos entregados a Dios verdadero, objeto constante de sus humildes adoraciones. Reconozca el Ecuador al Divino Corazón Jesucristo como a su eterno y Absoluto Soberano y Protector; y las salvas con que saludara la Republica la radiante de su fiesta Nacional bastaran para asordar el odio amedrentando de la impiedad y para rechazar lejos de los confines de la Patria las huertas osadas del averno
EL PRESIDENTE CONTESTO
«NO PUEDE CONCEVIRSE IDEA más plausible ni más conforme con los sentimientos que me animan de promover en todo sentido la prosperidad y ventura del país cuyo Gobierno me ha confiado La Divina Providencia , dándole por base la más alta perfección moral y religiosa a que nos llama la profesión practica del catolicismo. Reconozco la fe del pueblo ecuatoriano ; y esa fe me impone el deber sagrado de conservar intacto su deposito, aunque sea a costa de mi vida. No temo a los hombres, pero digo: ¿y el Ecuador una ofrenda digna del Corazón del Hombre de Dios? ….. Este Corazón es Santo, Inmaculado; y ¿y hemos logrado ya moralizar bastante a los pueblos…hemos santificado el hogar domestico….?reina la justicia en el oro de la paz en las familias, la concordia en los ciudadanos, el fervor en el templo…?El corazón de Jesús es el trono de la sabiduría y el pueblo ecuatoriano ¿acepta todas sus enseñanzas, es dócil y sumiso a este divino magisterio, recibe y acoge con amor sus inspiraciones, rechaza prácticamente todos los errores del siglo y se sobre pone a toda la perversión actual de las ideas……? No temo a los hombres, pero temo que este pueblo país no sea aun ofrenda digna del Corazón de Jesucristo. Pidamos con fervor plegarias al Señor que nos envié misioneros santos, apóstoles infatigables; vengan a algo menos cincuenta sacerdotes celosos y caritativos que recorran todo el territorio, visiten nuestros pueblos, sin dejar ningún rincón enseñen, y practiquen el Evangelio y conviertan, y entonces podremos presentar con manos puras a Dios de la pureza un pueblo purificado con la sangre divina; entonces alcanzaremos al Divino Corazón un nuevo templo…..”Estas consideraciones el Piadoso Jefe de la Republica no repuso ya otra cosa sino que, para asegurar el feliz éxito de la Consagración, consultaría con los pastores de la iglesia de Ecuador, y con y con las más ilustradas y piadosas con las inspiraciones de lo alto.; porque yo decía-soy hijo de la Iglesia y ella me impone el deber de reconocer en los Prelados la autoridad más sagrada y el más seguro magisterio. Soy hijo de la Iglesia, y respeto profundamente a las almas buenas, cuyo criterio es tanto más acertado, cuanto es más inmediata la comunicación que tienen con Dios en la oración.
Para el Padre Proaño, es claro que el personaje de la Consagración era García Moreno, al tratarse de un acto rigurosamente religioso, los personajes ejes eran otros; los Prelados y las almas escogidas.
LABOR EN EL EPISTOLADO Y EN EL CONGRESO NACIONAL
La feliz coincidencia de la próxima celebración del Tercer Concilio Provincial Quítense con la reunión del Congreso de 1873,permitioal Director del Apostolado de la Oración de entenderse de antemano con los mismos Arzobispos, Obispos, de las demás Diócesis y al mismo tiempo con varios H.H. Legislativo. de este modo nuestra Consagración al Divino Corazón de Jesús tendría doble carácter de un acto eminentemente católico y nacional.
DECRETO CANONICO DE CONSAGRACION —-CONTEXTO INTERNACIONAL Y NACIONAL DECISIVO
El historiador de la devoción al Corazón de Jesús en el Ecuador Padre José Félix Heredia, pondera en breve semblanza las dotes de Prelado del Arzobispo de Quifo, José Ignacio Checa y Barba, “uno de los Prelados mi dignos y más beneméritos del Orbe Católico.
Evidententemente la actitud e influjo del Arzobispo hubieron de ser decisivos para la expedición del decreto canónico de Consagración. Sin embargo no hay documento especial sobre intervenciones expresas del Arzobispo al respecto.
Respecto a la reforma de costumbres hay algo que hacer. El pueblo Ecuatoriano, merced a una especial protección de Dios, es el pueblo más religioso y moral a una especialidad protección de Dioses el pueblo más índole, la apacibilidad de sus hábitos maneras de vivirla clase de su educación que recibe, el celo y vigilancia de sus sacerdotes y magistrados, el pasto espiritual bien administrado, las leyes en armonía con los Cañones, religiosos y morales.
El culto que se atributa a Dios en Las Catedrales y otro templos principales de la Republica, es santuario, esplendente magnifico en las festividades solemnes créese uno transportados a las Basílicas de Roma. En las parroquias es necesario levantar nuevos templos.
este era el contexto para el texto del decreto concilia. Celebre sesión del 31 de Agosto de 1873.Antes de transcribir el acta memorable, debemos puntualizar dos cosas, Nótese, en primer lugar, que los Obispos reunidos en Concilio Provincial no Consagran al Corazón de Jesús sus respectivas diócesis sino la República del Ecuador, Adviértanse, luego, que, en la historia de estas consagraciones, la Ecuatoriana es la primera.
Era una mera coincidencia, pero aprobar este decreto, Don Francisco Pigati, Arcediano de la Catedral de Ibarra, y promotor del Concilio, da lectura al siguiente decreto, mitad resolución legislativa, mitad plegaria. Ha precedido la Misa del Espíritu Santo celebrada por el Obispo de Ibarra, Antonio Tomas Iturralde. Muchos Sacerdotes de los dos cleros son participantes del alborozo y testigos de la promulgación solemne.
DECRETAN
Art.I
El Tercer Concilio Provincial Quítense ofrece y consagra solemnemente la República del Ecuador al Sacratísimo Corazón de Jesús con la fe, humildad e instancia que le son posibles, le ruegan que sea, desde hoy para siempre, el Protector de ella, su guía y amparador, a fin de que nunca jamás de aparte de la Fe Católica Apostólica, Romana y de que sus moradores conformen sus costumbres con esta Fe, única que puede hacerlos dichos en el tiempo y en la eternidad.
En todas las Iglesia catedrales de la Provincia eclesiástica ecuatoriana se celebra, con la solemnidad posible, la fiesta del Sacratísimo Corazón de Jesús.
Los obispos procuraran que, en las Iglesias catedrales y parroquias se establezcan Cofradías del Sacratísimo Corazón de Jesús, a fin de que el mayor número de ecuatorianos le amen le honren con todo fervor.
Se dedica el mes de Junio al Sacratísimo Corazón de Jesús de todos los años. Durante el los fieles procuraran honrarle de todos modos y se consagraran a su servicio de una manera muy especial.
Treinta de Agosto de 1813
Leído el Decreto anterior, el Secretario del Concilio procedió a tomar la Votación nominal de los nobles. Padres del Concilio; y como todos y cada uno respondiesen con el Placet. Acostumbrado, el Llamó, Sr Arzobispo declaro que el proyecto de Decreto había merecido la aprobación de todos los Padres; el Concilio entonces respondió con el jubiloso y cristiano grito DE GRACIAS.
EL DECRETO DEL CONGRESO NACIONAL
3 de Septiembre de 1873
Comunicación del Arzobispo Checa al Ministerio del Interior Francisco Javier León, transmitiendo al Supremo Gobierno el Decreto conciliar con el fin de que lo secunde «ya sea apoyándolo ante la Santa Sede, en su calidad de Patrono Legitimo de la Iglesia ecuatoriana, ya también dándole todo el incremento oficial que tenga a bien.
Suplicándole humildemente, que por este acto en que él puede hoy en adelante el baluarte de sus instrucciones y la fuente de su prosperidad
2 de Octubre… Aprobadas por el Senado las modificaciones hechas por la Cámara de Diputados, pasa el texto del Decreto a la comisión de redacción presidida por el Senador Juan León Mera.
6 de Octubre….Es aprobado el texto definitivo del decreto de consagración y dos días despues, 8 de Octubre remitido al Ejecutivo.
18 de Octubre….. El presidente Gabriel García Moreno firma el EJECUTESE.
Palacio de Gobierno, en Quito, a 18 de Octubre de 1873 EJECUTESE G.GARCIA MORENO. El ministro del interior Francisco Javier León.
SOBRE EL CUADRO DE GABRIEL GARCIA MORENO
Gabriel García Moreno explico a grandes rasgos su pensamiento a un pintor ecuatoriano (probablemente el Sr. Rafael Salas,) a quien el mismo Presidente Mártir había enviado a perfeccionarse en Roma.
El Lienzo muy significativo, estaba listo para de marzo al iniciarse en la Catedral de Quito la solemne Novena.
El 25 de marzo de 1874 se realiza la ceremonia solemne.
En elevado sitial, puesto en el altar mayor de la Iglesia, lucia el primoroso CUADRO DE CRISTO REY que con el andar de los años y desarrollándose los acontecimientos, había de multiplicarse de modo sorprendente y correr por el mundo entero con el clásico nombre de CUADRO DE GARCIA MORENO….. Se dio comienzo a la santa misa, después del evangelio, ocupo la catedra sagrada el Reverendísimo Señor Gamonito Doctor Pedro Rafael Gonzales Calisto…. Terminadas las numerosas comuniones y concluido el santo sacrificio de la Misa, se expuso el Santísimo Sacramento, y de nuevo el gran amigo del Sagrado Corazón de Jesus, Rmo. Sr. Pedro Rafael González Calisto, subió al pulpito y leyó clara, pausada y distintamente el Acto de Consagración, compuesto para estas circunstancias por el ferroso Padre Manuel José Proaño. Como anteriormente se habían distribuido hojas impresas del mismo Acto de Consagración todos los concurrentes lo pronunciaron a voz en cuello.
No se puede omitir una reseña histórica la del Canónigo González Calisto obispo de Ibarra, y después Arzobispo de Quito .Evoca e interpreta el acto solemne del que fue testigo emocionado.
Así, pues, el 25 de Marzo de 1874 el pueblo del Ecuador congregado en la Iglesia Catedral de Quito, pronuncio el acto de su compromiso o consagración al Corazón de Cristo con la siguiente formula.
Este es, Señor, vuestro pueblo: siempre, Jesús mío os reconocerá por su Dios; no volverá sus ojos a otra estrella que a esa de amor y misericordia, que brilla en medio de vuestro pecho, santuario de la Divinidad, Arca de Vuestro Corazón. Mirad, Dios nuestra gente y naciones poderosas con muy agudos dardos el dulcísimo seno de vuestra misericordia; nuestro enemigos insultan nuestra fe y se burlan de nuestras esperanzas, porque las hemos puesto en Voz; y sin embargo ,este vuestro pueblo, su jefe sus Legislaciones, sus Pontífices, consuelan a vuestro Vicario, enjugan las lágrimas de la iglesia y, confundiendo la impiedad y la apostasía del mundo, corren a perderse en el océano de amor y caridad que les descubre vuestro Santísimo Corazón.
«Sea, pues, Dios nuestro ,sea vuestro Corazón el faro luminoso de nuestra fe, el ancora segura de nuestra esperanza ,emblema de nuestras banderas, el escudo impenetrable de nuestra flaqueza, la aurora hermosa de una paz imperturbable, el vínculo estrecho de una concordia santa ,la nube que fecunde nuestros campos, el sol que alumbre nuestros horizontes, la vena, en fin, riquísima de la prosperidad y abundancia que necesitamos para levantar templos y altares ,donde brille con eternas y pacíficos resplandores su santa y magnifica gloria. Y pues nos consagramos y entregamos sin reserva a vuestro Divino Corazón ,multiplicad los años de nuestra paz religiosa, desterrad de los confines de la patria la impiedad y corrección la calamidad y la misericordia, Dicte nuestras leyes vuestra fe; gobierne nuestros tribunales vuestra justicia; sostenga y dirija a nuestros Jefes vuestra clemencia y fortaleza perfeccionen a nuestros Sacerdotes, vuestra gracia y corónelos en la eternidad vuestra gloria, para que todos los pueblos y naciones de la tierra, contemplando con santa envidia la verdadera dicha y ventura del nuestro, se acojan a su vez a vuestro amante Corazón y duerman el sueño de la paz que ofrece al mundo es fuente pura y símbolo perfecto de amor y claridad Amen.»
DECRETO DE LA SANTA SEDE
Al dirigirse al Gobierno Arzobispo de Quito y remitirle el texto del decreto del Concilio Proveniencia lo hacía para la doble colaboración oficial: recomendación ante la Santa Sede y cualquier otro «incremento oficial» que tuviere a bien. El Arzobispo acudió inmediatamente a las Congregaciones Romanas y para diciembre de 1875 se Expedia la respuesta en el siguiente Decreto, llegando así a su culminación jurídica el acto de la religiosidad católica de la consagración nacional del Ecuador.
DECRETO…………
Es declarado Primer Patrono de la República del Ecuador el Sagrado Corazón de Jesús— De la arquidiócesis de Quito y diócesis sufragáneas—El Rvdo. Sr. D. José Ignacio Checa Arzobispo de Quito, conforme al segundo decreto del III Concilio Quítense, muy humildemente solicito a la Santa Sede, tanto a nombre suyo como de sus sufragáneos y de todos los fieles de la Republica del Ecuador ,que fuera decretado el Sacratísimo Corazón de Jesús Patrono Principal de la misma Republica. Las ante dichas preces fueron transmitidas por la Sagrada Congregación del Concilio, para que se resolviese lo conveniente, a esta congregación de los Sagrados Ritos, la cual tuvo por bien contestar: “Nada obsta a que se entienda deseo del Rmo. Arzobispo de Quito si así bugiere al Padre Santo. Habiendo, pues, el infrascrito hecho una fiel relación de lo anterior a nuestro Santísimo Padre Pio Tisú Santidad eligió por el Patrono Principal.
Viendo…
De la República del Ecuador al Corazón Santísimo de Jesús y mando que su fiesta se celebrara en adelante por ambos cleros, Secular y Regular, en toda aquella Republica, con rito doble de primera clase y octava: observadas en empero la rúbricas, y sin que este nada en contrario.
A 17 días del mes de diciembre de 1875
Constantino, Obispo de Ostia Veletri—Card—–Pratrizi Pref, de la G, de los sagrados ritos—PlacRalli, secretario de los S.R.

Padre Manuel José Proaño y Dr. Gabriel García Moreno fueron personajes importantes en este acontecimiento, de la consagración del Sacratísimo corazón de Jesús. El Ecuador es pueblo de Dios, predilecto suyo, pueblo de selección. A la luz de estas convicciones interpretaba Padre Proaño al Ecuador de entonces era un Ecuador en prosperidad, porque era un Ecuador en religiosidad. Esta religiosidad encarnada en doctrina, en leyes, en gobernantes, en clero y en pueblo, hacia Dios fuera, mediante una intervención muy especial, con las fuerzas vivientes de la patria, co-autor de su historia de prosperidad.
Por lo mismo, el acto de consagración nacional significaba una culminación y una consolidación, una fuente de ininterrumpida perfección en el camino de la humana fragilidad.
El Ecuador como nación estaba en culminación de religiosidad. Una Iglesia libre, purificada y en ascensión; un Estado cristiano en su Constitución y en sus Gobernantes. Pueblo de Dios, con Dios muy cerca de él, más cerca de él que de ningún otro pueblo.
Una culminación en religiosidad, y en prosperidad debía asegurarse. Y esto, desde dos frentes: el humano y el divino.
En esta época los miembros del Poder Civil y representantes de un pueblo creyente, fueron 14 SENADORES y 24 DIPUTADOS Cuyos nombres han pasado a la Historia del Ecuador. Y ante la consagración al Sacratísimo Corazón De Jesús, un lugar preferente en la Iglesia CATÓLICA, APOSTÓLICA Y ROMANA.
HISTORIA DEL CUADRO DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
La imagen del Sagrado Corazón de Jesús, después de la muerte de monseñor Checa y del Dr. Gabriel García Moreno, fue depositado en manos de un Padre de los Sagrados Corazones que lo llevo a Chile, en donde ha estado como 50 años, viene a visitarnos cuando más necesitados estamos del auxilio divino. Conservemos con veneración y amor a tan preciosa reliquia.
Se hizo el traslado solemne del CUADRO DE LA IMAGEN DEL SAGRADOCORAZÓN DE JESÚS Ante la cual se hizo la consagración solemne y su regreso casi a los 50 años.
Quito, junio 28 de 1942
Monseñor 6xmo y Rmo. Sr. Arzobispo Dr. Dn. José Ignacio Checa y Barba consagro solemnemente y oficialmente el Ecuador, al Sacratísimo Corazón de Jesús…1873…1874. El Excelentísimo Sr. Dr. Gabriel García Moreno, consagro oficialmente la Republica al Sacratísimo Corazón de Jesús. Como a su Dios y a su Rey 1873—1874 fueron escogidos por Dios para morir mártires. Mnsr. Checa Arzobispo de Quito. El viernes santo del 87 fue envenenado en el vino de la celebración eucarística… Y Gabriel García Moreno cayo destrozado por el machete des asesino y murió el primer viernes, 6 de Agosto de 1875.
LAS MARTIRES CARMELITAS DESCALZAS DE GUADALAJARA…ESPAÑA
AÑOS…1877—1909 —Y 1905
BEATA MARIA PILAR DE SAN FRANCISCO DE BORJA… Nació en Tarazona (Zaragoza) 30 de diciembre de 1877. Carmelita de San José de Guadalajara, martirizada el día 24 de julio de 1936, a los 58 años de edad y 38 de vida religiosa. Su cuerpo fue destrozado por las balas y en medio de los terribles dolores y angustias que sentía, exclamo, repetidas veces, antes de morir, como su divino esposo en la cruz: “DIOS mío, perdónales, porque no saben lo que hacen”…
BEATA MARIA DE SAN JOSE… Nació en Getafe (Madrid), 6 de marzo de 1905 Martirizada el día 24 de Julio de 1936, a los 31 años de edad y 7 de vida religiosa.
Desde novicia, suspiro ardientemente por el martirio. En un libro de su uso, fue hallado un papel con estas palabras escritas de su mano: “DIOS MIO, RECIBID MI VIDA ENTRE LOS DOLORES DEL MARTIRIO Y EN TESTIMONIO DE AMOR A VOS COMO RECIBISTE LA DE TANTAS ALMAS QUE OS AMARON Y POR VUESTRO AMOR MURIERON”.
Las tres Carmelitas Descalzas fueron beatificadas por su santidad JUAN PABLO II El 29 de Marzo de 1987.
LAS FLORES DE LA VIRGINIDAD Y DEL MARTIRIO
Haremos las guirnaldas en tu amor floridas y el cabello mío entretejidas.
Este versillo se entiende harto propiamente de la Iglesia y de Cristo, en el cual la Iglesia, esposa suya, habla con el diciendo: Haremos las guirnaldas; entendiendo por guirnaldas TODAS LAS ALMAS ENGENDRADAS POR CRISTO EN LA IGLESIA, que cada una de ellas es como guirnaldas de flores y de virtudes y dones, y todas ellas juntas son una guirnalda para la cabeza del esposo Cristo. Y también se puede entender por las hermosas guirnaldas, que por otro nombre se llaman laureles, hechas también el Cristo y la Iglesia, las cuales son de tres maneras.
La primera, de hermosas y blancas flores de todas las vírgenes, cada una con su laureola, de virginidad: y todas ellas juntas serán una laureola para poner en la cabeza de Cristo.
La segunda laureola, de las resplandecientes flores de Santos Doctores; y todos juntos serán una laureola para sobreponer en las de las vírgenes en la cabeza de Cristo.
La tercera, de los encargados claveles de los mártires, cada uno también con su laureola de mártir, y, todos ellos juntos serán una laureola para remate de la laureola del esposo de Cristo. Con la cual tres guirnaldas estará Cristo esposo tan hermoseado y gracioso de ver en el cielo.
Haremos, pues, dice, estas guirnaldas en tu amor. La flor que tiene las obras y virtudes de ella, es la gracia y virtud que del amor de Dios tienen, sin el cual no solamente no estarían floridas, pero todas ellas serian secas y sin valor delante de Dios, aunque humanamente fuesen perfectas. Pero, porque el da su gracia y amor, son las obras floridas de su amor, y un cabello mío entretejidas.
DEL “CANTICO ESPIRITUAL” DE SAN JUAN DE LA CRUZ O.C.D.
BEATIFICACION 29 DE MARZO DE 1936
ALBORES DE UNA VIDA
BEATA MARIA DEL SAGRARIO DE SAN LUIS GONZAGA (ELVIRA MORAGAS CANTARERO) 1881…1936
NACIMIENTO… el hogar de don Ricardo Moragas Ucelay e Isabel Cantarero Vargas, era una verdadera “Iglesia doméstica” donde se proclamaban las virtudes del reino de Dios
Aquel hogar recibió con inmensa alegría, en el nacimiento de su segunda hija, Elvira, a las 11 de la noche del día 8 de Enero de 1881.
BAUTISMO… Fue generada por la gracia bautismal en la parroquia de San Martin de Lilio “Toledo”. El 17 de enero. La niña queda marcada ya con la cruz, y desde ese mismo momento empieza a ser víctima con Cristo.
Traslado…
Cuando Elvira contaba 4 años su familia se trasladó a Madrid, siendo nombrado su padre proveedor real. Abre su farmacia en la calle Bravo Murillo.
EL SACRAMENTO DE LA CONFIRMACION… La pequeña iba creciendo, tenía 6 años cuando recibe el sacramento de la confirmación en la parroquia de Santa Teresa y Santa Isabel su alma se quedó marcada con una fuerza especial del Espíritu Santo.
FORMACION Y ESTUDIOS… Educada en lo espiritual y moral más que nada por su madre y en lo cultural por su padre. Frecuento el colegio de las Mercedarias de San Fernando. No pasaban desapercibidos los esfuerzos y la aplicación de Elvira, y sus padres le premiaron con la visita a Roma y a diversas ciudades. ¿Sería quizá en uno de estos viajes donde prendió la devoción a la Virgen de Lourdes de la que tantas muestras dio en su vida?
En una de estas fechas se acercaría por primera vez al sacramento de la penitencia, y después tiene el primer contacto eucarístico con Jesús, su primera comunión. Recibe por primera vez el cuerpo y la sangre de Cristo sacramentado; seguiría recibiendo frecuentemente, y, junto con la devoción a la Sma. Virgen María Fraguaría el corazón de su existencia.
BACHILLER… Elvira tiene 13 años. Es una criatura encantadora, con una inteligencia nada común. Sus padres le dan una educación completa en todos los aspectos, en septiembre de 1894 junto con su hermano Ricardo tan unido a ella, ingresan en el instituto de San Isidro. Aquí obtuvo Elvira el título de bachiller el 29 de junio de 1899 con la calificación de sobresaliente.
VACACIONES…Elvira tiene 18 años, es una joven, guapa, alegre, simpática, comunicativa. Una de sus amigas, declara lo siguiente: “Era agraciada, piadosa y apreciada de todas sus amigas, pero sin distinguirse por alguna característica o hecho que llamara la atención.
UNIVERSITARIA…Elvira, ya sabemos, en la universidad seguía la carrera de su padre. Se presentó en las aulas con todo su porte exterior, reflejo de este mundo interior que ella vivía con mayor naturalidad.
En 1899 Elvira inicia su curso preparatorio. Sus condiscípulos la recuerdan con veneración. En 1905 se licencio, después de efectuar el primer ejercicio el 4 de febrero y el 14 del mismo mes y año.
El título de licenciada en farmacia se le expidió el 16 de junio de 1905.
LA HORA DEL DOLOR… Pronto Dios iba a probar aquel hogar modelo. En el año 1909 muere su padre. Elvira debió ser el consuelo de su madre y hermano.
Elvira con su carácter varonil y su inteligencia privilegiada seria el alma del hogar.
Dos años más tarde muere la madre, Elvira durante su enfermedad no se separa de ella. Efectivamente el 22 de agosto entrega su alma a Dios. Han quedado solos los dos hermanos, y su unión que siempre se habían mantenido se intensifico.
LA LLAMADA DE DIOS
Dios tiene sus designios sobre las almas y les va trazando sus caminos, tan inexplicables algunas veces, para las pobres criaturas. Por estas sorpresas divinas, tuvo que pasar también Elvira como alma predestinada.
Cuando parecía que más necesitaba de su director espiritual, el sabio y santo sacerdote D. Lope Ballesteros, Dios lo llevo para SI. Estrategia del Señor que quería que Elvira tratara con aquel gran apóstol de Madrid “Padre José María Rubio y Peralta… BEATIFICADO el 6 de octubre de 1985 por su santidad Juan Pablo II. Hacia el dirigió sus pasos, al encontrarse sin director espiritual.
CAMINO DEL CARMELO
Llegado el día, Elvira, 21 de junio de 1915, después de despedirse de su hermano, quien no pudo acompañarla por impedírselo el trabajo de la farmacia. Se presenta tranquila serena, con un grupo de amigas, a las puertas del monasterio. Y cuando esta se abre Elvira la atraviesa, una nueva vida comienza para ella. Su nombre nuevo: María Sagrario de san Luis Gonzaga.
La hermana María Sagrario se adentra en la vida carmelitana con la mayor normalidad. Ella que abundaba en bienes materiales… voluntariamente vivió en escasez, la privación, la renuncia. Todo le gustaba: la oración, el silencio, el rezo en el coro, la alegría… todo para ella era un gozo inmenso. Su madre Maestra M. Juliana de San Juan de la Cruz nos dice de ella: “Tenía un carácter fuerte y enérgico, capaz de llevar a término los más grandes ideales de santidad.
NOVICIA
El día 21 de diciembre de 1915 con gran gozo visito el Santo Habito de la Virgen del Carmen. Empezó su noviciado con un fervor y entusiasmo que no desmentiría nunca.
Las religiosas que convivieron con ella nos la describen así: se distinguió sobre todo en el espíritu de sacrificio y mortificación.
Era humilde, fervorosa. Sencilla y de mucha caridad, de suerte que su maestra podía probarla en cualquier virtud, segura de que sus obras correspondían a sus grandes deseos de santidad.
Durante el año del noviciado Hna. María Sagrario asimila perfectamente la doctrina de los santos Padres del Carmelo Reformado y Doctores de la Iglesia: Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz.
PROFESION SIMPLE
Llega el día de su profesión religiosa el 24 de diciembre 1916.
Pasados los 3 años la Hna. María Sagrario queda definitivamente consagrada a Dios e incorporada a la familia Carmelitana, ofreciéndose en sacrificio con Jesús, mediante la profesión solemne, el 6 de enero de 1920 con los 3 votos- consejos evangélicos- de castidad pobreza y obediencia. Hasta la muerte.
PRIORA
El 18 de abril de 1927 día lunes de pascua de resurrección, tuvieron lugar las elecciones y salió electa la Hna. María Sagrario de San Luis Gonzaga. Ella que siempre había buscado el pasar desapercibida, ignorada, escondida… se abrazó con la cruz, y se convirtió en ese sacramento de la presencia de Dios, por las que se sacrificaba y atendía en todas las necesidades. Con su carrera de Farmacéutica, era de grandísima utilidad a la comunidad, evitándoles gastos no pequeños en medicinas que ella misma sabia preparar.
MAESTRA DE NOVICIAS
Terminado su priorato es elegida maestra de las novicias; pasa a ser formadora de las que luego constituirán la comunidad. Todo lo que les transmitía, estaba enraizado profundamente en ella. Vivía lo que enseñaba, y ponía todas sus cualidades al servicio de sus cuatro novicias…
El primero de junio de 1936 nuevamente es elegida Priora de la comunidad. Madre María Sagrario una vez más obedece, se da se entre misma suerte que él. Pronto consumara el martirio, que mucho antes había tenido fraguado en su corazón.
CREPITAR DE BALAS
El ambiente de nuestra Nación, es cada vez más tenso y hostil. La persecución religiosa se va acelerando.
El 18 de Julio: España está en guerra. Las religiosas que convivieron con ella, nos cuentan. “El mismo día 18 de Julio fueron apedreadas las ventanas de la Iglesia y del convento, y las religiosas se dieron cuenta de lo que sucedía y del peligro. Ese mismo día comenzó la comunidad su dolorosa odisea. Por la tarde, después de vísperas, estando todas reunidas nos dijo Nuestra Madre: “Está todo muy mal. Se han levantado los militares no se que será de nosotras. Yo les suplico y les aconsejo que la que desee irse con su familia lo diga con toda libertad. Está todo muy mal” Ninguna quiso salir, al ver la Madre no estaba dispuesta a abandonar a su Monasterio.
De continuo velábamos el Santísimo, Los seglares, alarmado al ver nuestra actitud en semejantes circunstancias, no cesaban de instarnos por todos los medios para que saliéramos pero ninguna quiso salir. Aunque, al fin, fue forzoso acceder. Tres grupos de religiosas se vieron en la precisión de separarse de sus hermanas quedamos nueve religiosas y nuestra Madre.
ASALTO AL CONVENTO
Durante todo el día 20 fue acribillado nuestro convento con balas de fusil. A las cinco de la tarde, la reducida comunidad, en previsión de lo que podía suceder, se fue al coro a rezar Maitines. Habían pasado quince minutos, una de las hermanas oyó grandes golpes griterío en la puerta reglar y trono. La turba se disponía a asaltar el convento, habían querido quemarlo, pero oponiéndose los vecinos por temor de que le fuego propagara a sus casas, decidieron romper las puertas de la clausura y el torno. Fueron momentos azarosos. Ntra. Madre seguida de otras hermanas fueron a la ermita y las demás religiosas subieron a consumir el Santísimo Sacramento. A los pocos minutos muestro claustro quedó invadido de toda clase de gentes. Unos con fusil otros con palos corrieron todo el convento, rompieron cristales, pisotearon cuadros con horribles blasfemas y estrellaron en el suelo cuantas imágenes y objetos de culto que encontraban, ayudando las mujeres a vaciar el convento en medio de la calle, donde hicieron una espantosa fogata con todo lo que sacaron. Él alboroto de la gente armada y sin armas, las presididas carreras junto con el estruendo que se hacían al hacerse pedazos imágenes, mesas, etc.; hacía la impresión de haberse introducido el infierno en nuestro convento. Nuestra Madre fue la primera en presentarse a los invasores y cuando le aseguraron de que no nos harían ningún mal, nos llamó y nos dispusimos a salir. Algunas de nosotras, protegidas y custodiadas por uno de ellos de mejores sentimientos, pudimos retirarnos para vestirnos la ropa seglar. Otras salieron con hábito, entre los insultos y vocerío del gentío que en gran masa ocupaban las calles contemplando el espectáculo. Allí nos pusieron en la fila junto a la pared. La Madre, pensando que eran para matarnos dijo: “Prepárense, que nos van a matar, y añadió : ¡Viva Cristo Rey¡. En seguida llegó un taxi para llevarnos en él. Nuestra Madre se resistió a entrar, no porque reusara la muerte, puesto que era su único deseo, temía exponer a sus hijas al peligro de alguna cosa peor; por eso dijo que era preferible que nos matase allí No se le concedió.
DETENIDAS
Al fin la patrulla dio orden de partida y el coche emprendió su marcha sin saber donde nos lleva. Pero teníamos nuestro corazón embargado de alegría viéndonos perseguidas por confesar nuestro título de esposas de Jesús, y comenzamos a rezar en coro.
En la Dirección de seguridad había gran movimiento. Todas nos abrazamos y nos despedimos… hasta que el Señor quiera. Nuestra Madre nos animó con palabras cariñosas y nos despedimos.” Poned los ojos en el Crucificado, y se os hará todo muy poco.
“Madre María Sagrado, con una religiosa, se fue a refugiar en la casa de los padres de está, donde permaneció hasta su prisión ocupándose de sus religiosas y fortaleciéndolas con sus cariñosos consejos”
Los días pasaban y la situación cada vez era más angustiosa. La Madre deseaba el matrimonio. Todo favorecía a sus deseos, no esperaba nada en la tierra. Los deseos se nuestra Madre estaban para cumplirse. La providencia se valió de la imprudencia de cierta persona, que, llevaba las viene llevaba las… señas de la Madre en el bolsillo y habiendo sido registrada para las milicianas la descubrió.
SU MARTIRIO
Ya quedan pocas horas, para que la vida de Madre Sagrario culmine en el holocausto.
El día 14 de Agosto de 1936, como todos los demás días hizo la oración y todos los rezos igual que si estuviera en el convento, y “hacia las cuatro de las tarde, después del Vía Crucis que rezó, Madre María Sagrario comenzó a rezar el Oficio de la Asunción de la Santísima Virgen. Pero… tuvo interrumpirlo porque a esa hora se presentaron en la casa donde estaba unos “milicianos” preguntando por Sor María Sagrario y dado muchas señas, como quienes estaban muy enterrados de la presa que buscaban. Cuando la Madre se enteró de lo que sucedía, se presentó enseguida, diciendo que era ella .Y en el acto la detuvieron y condujeron a una “checa” juntamente con la religiosa con quién vivía.
Allí se encontraron con otras tres religiosas de nuestra comunidad. Inmediatamente de llegar incomunicaron a nuestra Madre y no pudieron hablar sus hijas nada con ella. No obstante, pudieron observar su actitud de recogimiento y abstracción en varias ocasiones en que, pasándolas de una habitación a otra para tomarles la declaración, cruzaban por donde ella estaba sola, con el rosario en la mano y grandísima paz en el rostro, sin atender ni preocuparse de cuanto alrededor pasaba, como quién ya no pertenece a este mundo. No sabemos lo que padecería ni los malos tratos que tuvo que soportar durante las pocas horas de su prisión. Ya entrada la noche, una de las religiosas la vio conducir a una habitación próxima a la suya, y vio también que quería obligar a escribir a en un papel. La Madre se resistía. Al fin, se puso de rodillas, y después de unos instantes de oración de levantó decidida y se puso a escribir un momento.
¿Qué escribiría…? Nos inclinamos a creer de alguna confesión de fe, pues cuando acabó de escribir se llevaron entre insultos y blasfemias”.
En la madrugada del día 15 de agosto de 1936, fué fusilada en la Pradera de San Isidro por los enemigos de la Fe.
La virgen María nos dio un día a Jesús en Belén, hecho Capullo, hecho flor de primavera; nosotros… se lo devolvemos un viernes Santo…Roto…Muerto…
Madre María Sagrario, vuelve a las manos de su Creador y Redentor, y los brazos de la Madre y Reina del Carmelo…Así…Fusilada…Martirizada…
Su boca ya no habla, pero su cuerpo inerte está proclamando las mismas palabras de San Pablo: “Llevo en mi cuerpo el morir de Jesús, para que también la vida de Jesús de manifieste en nuestro cuerpo.”(2.Corintios 4.10)
LOS LEVANTES DE LA AURORA DIA 15 DE AGOSTO
1936 Y LA RESURRECCIÓN
Cuando a las dos de la madrugada llegaron a la “checa” de la calle Marqués de Riscal, los que habían fusilado a Madre María Sagrario, dijeron a las religiosas: “La Madre María Sagrario ya está camino de Burgos. Se la ha mandado con sus familiares”. Era como decir que la habían fusilado, Una “miliciana”, fingiendo compasión, dijo también: “¡Pobrecitas… ya no tienen Madre!”.
El mismo día 15, apareció el cadáver de la Madre en el depósito. Su rostro aparecía con paz y sosiego, como de quién duerme dulce y tranquilo.
A los tres días 18 de Agosto, recibió sepultura.
Su vida fue un continuo de caminar hacía el encuentro con el Señor, construyendo cada día el Reino de Dios y siendo ese “trigo molido”, triturado, estrujado, en la humillación, en el olvido, en la soledad…
La Asunción de María al Cielo es el último SI de Nuestra Señora. Y como eco de este SI, oímos él de Madre María Sagrario, con sabor de Cruz y Martirio, pero mensaje de que seamos siempre Luz, y Sal y fermento de Dios en el mundo, por medio de la inserción cada vez más profunda de la Oración y la Cruz.
BEATIFICACIÓNDE MADRE MARIA SAGRADO DE SAN LUIS
GONZAGA
El 10 de Mayo de 1998 SOLEMNE BEATIFICACION DE LA Venerable MADRE MARIA SAGRARIO DE SAN LUIS GONZAGA (Elvira Moragas Cantarera) en la Plaza de San Pedro de Roma por S.S.JUAN PABLO II
De hoy en adelante puede ser llama Beata y se puede celebrar su fiesta el día 16 de agosto, fecha de su nacimiento para el cielo.
¡Beata María Sagrario de San Luis Gonzaga, VIRGEN Y MARTIR Desde hoy te venera la Iglesia en el GLORIOSO CORO DE LOS MARTIRES AMEN.ALELUYA!
Gloria y Honor para Ti Santísima Trinidad para su gloria.
Gloria y alabanza para la Iglesia Universal
Gloria y Alabanza para Nuestra querida Orden de la Virgen del Carmen.
AVE MARTIR
Fue el día de la Asunción de María
Estaba la ruta abierta
que dejó la Señora
florida en rosas de aurora
sobre la tierra desierta.

Sobre un crepitar de balas
abriste las blancas alas
del corazón martirial,
y no te fuiste tras de Ella,
poniendo en su blanca huella
tu roja huella triunfal.

 

 

Huellas blancas. Huellas rojas…
De la tierra te despojas
por el cielo del Amor.
¡Abre, María Sagrario
tu corazón incensario
ante el trono del Señor.
Padre Juan Alberto de los Cármenes.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 
SANTA TERESA BENEDICTA DE LA CRUS (Edith Stein)
MARTIR DE NUESTRA ORDEN DEL MONTE CARMELO
Años 1891 ——1924
Edith Stein vió la luz el 12 de Octubre de 1891, en el seno de una familia Judía, última hija de once hermanos. 12 de Octubre fecha coincide con la Fiesta de la Expiación.
Su padre se llamó Sigfrido Stein y su madre Agusta Courant
Los padres de Edith formaban parte de este colectivo y eran comerciantes.
Se instalan aquí hacia 1899 desarrollan su negocio hasta que poco después del nacimiento de Edith, muere su padre, víctima, de una insolación, sufrida en mitad de un bosque durante uno de sus viajes profesionales.
Mama Agusta no se lo piensa dos veces y piensa dos veces y decide sacar adelante, no solo a una, sino a las dos empresas. Lejos de amilanarse o solicitar ayudas externas, pecha con la educación de sus hijos y con la empresa familiar. Sus éxitos como madre, son innegables, pese a que no lograse trasvasar a sus hijos las verdaderas esencias de la fe judía. Y respeto de su gestión empresarial, bastante decir que transformó la suya de una firma decadente, a otra consolidada. De los once hijos de este matrimonio, cuatro murieron prematuramente. Y de los siete restantes, Edith es la preferida de mamá y la mimada del resto de sus hermanos.
“Cuando yo vine al mundo, hacia ya un año y medio que vivían mis padres en Bresalau “Mi padre murió en Julio de 1893, durante un viaje de negocios… yo estaba en brazos de mi madre cuando mi padre se despidió de nosotros para emprender aquel viaje del que no habría de volver con vida.
Aún en el último momento de llamo, cuando se volvía a mirarnos al marcharse.
Por este detalle mi madre me consideraba como el último legado de mi padre para ella”
“Entre los grandes acontecimientos de la vida del hogar están, junto a las fiestas familiares, las grandes fiestas judías. Sobre todo la Pascua que casi coincidía con la cristiana. También la fiesta de Año Nuevo y el día de Reconciliación… El día de preparación anterior a la fiesta (de pascua) toda la casa estaba patas arriba… La misma vajilla la llevábamos al desván y la cambiábamos por otra que estaba todo el año guardada. Nosotros los niños disfrutábamos… A mí me correspondía un papel especial La liturgia de la tarde pascual asigna al más pequeño de los participantes un correspondido que me correspondía y que consiste en hacer una de preguntas para informarse de lo que se realiza…”
“Mi madre por la mañana iba a la sinagoga. Lo hacía a pie porque en los días de fiesta no se utilizaba ningún vehículo ya que está prohibido todo trabajo… Como éramos niños no la acompañábamos…, pero si íbamos a recogerla a medio día… Los pequeños íbamos a la sinagoga para la celebración de los difuntos. Para mi madre esto era sagrado pues debíamos recordad a nuestro padre…”
“A los tres años de mi vida era como un azogue, viva, siempre en movimiento, de genio chispeante, ocurrente, atrevida y entrometida… Pero en mi interior había además un mundo escondido. Todo lo que veía y oía durante el día lo meditaba luego en mi interior”…
La escuela Victoria será el ámbito de la formación intelectual de Edith. Se trata de una escuela protestante liberal, situada en el centro de la ciudad y muy cercana a la Universidad. Comienza a asistir el 12 de Octubre de 1905, día de su sexto cumpleaños. Y aquí realiza sus estudios primarios y de bachiller, hasta el 1911. Interrumpe estos entre 1906 y 1908 debido a una crisis personal que llega a perder la fe.
Edith, todavía adolecente, se veía llamada a hacer grandes cosas. Soñaba con castillos en la altura. Y lo bueno será que un buen día sus sueños se convertirán en realidad.
LA JOVEN EDITH……AÑOS….1906….1911
Es una etapa decisiva de Edith. La adolescencia para ella será una etapa de profundas crisis en todos los sentidos, que la llevarán a abandonar la escuela y la religión materna. Superada en parte esa crisis, se convence de que tiene que reiniciar sus estudios, que se convertirán en un medio para conquistar una meta todavía oscura, y será el camino para ir llenando esos vacíos existenciales que ella ha descubierto. Su juventud se desarrolla como la de cualquier joven de su época: ama el deporte, la música, las excursiones, el divertirse con sus amistades.
“Yo he contado como perdí mi fe infantil. Tenía catorce años y medio. Comenzaba a preocuparme de cuestiones, especialmente relativas a la manera de ver el mundo. Echaba de ver sobre todo una iniciación con respecto al desarrollo físico que para mí ya estaba a la puerta.”
Mi madre no puso la menor resistencia a mi decidida voluntad. No te forzare, decía, deje entrar a la escuela cuando tu quisiste, puedes dejarla ahora si tú la quieres. Así deje la escuela y fui Hamburgo una semana después…. Cuando recuerdo ahora la temporada de Hamburgo, me parece que fue como una etapa de juego de muñecas. Mi circulo era muy reducido y vivía todavía más aislada de mi mundo interior que en mi casa…Aquí tuve conciencia completa de la oración y la abandone por una decisión libre. No pensaba en mi porvenir, pero seguía viviendo con la convicción de que me había asignado algo grande.”
Físicamente me desarrollaba con rapidez y vigor. Aquella criatura débil se hizo casi del todo una mujer. Además los cabellos rubios se oscurecieron mucho. Cuando volví a Breslau apenas me conociera. En aquella época pensaba de vez en cuando para mis adentro: sería más sensato que yo fuera al Instituto y no me conformase con estudiar algo ocasionalmente. Así comencé de nuevo mi vida de estudiante.
Volvimos a practicar la música, jugábamos al tenis remábamos. Ahora yo no era una niña ingenua, sino que cuando lograba lo que quería, como una mirada me sentía feliz… jugaba con toda el alma y les desesperaba que yo hiciera la estatua ante una pelota que según mis cálculos, no podía alcanzar.”
La Universidad era realmente mi “Alma mater”… Durante cuatro semanas estudie en la Universidad de Breslau (filosofía, Psicología historia y Alemán) Participe en la vida de esa “Alma mater” como pocos estudiantes lo hacen, y me parecía que había sido injertada en ella de tal modo que no podría separarme voluntariamente de ella”.
En las horas libres me gustaba sentarme en un aula vacía, en el ampliamiento de ventanas que proporcionaba el grosor de los muros, y allí trabajaba. Desde esta atalaya podía contemplar el rio y el puente de la Universidad, tan bullicioso siempre, y me sentía la joven de un castillo.”
POR EL CAMINO QUE CONDUCE A LA VERDAD…. (1.913…1.922)
Estos años que median entre I.9I3 y I.922 ocupan el periodo más interesante de la vida de Edith. En ellos se plasma en ella el auténtico del inconformista, de quien se empeña a fondo y sinceramente en la búsqueda de la verdad.
Ella quiere solidarizarse con sus compañeros y su patria. Así decide alistarse como enfermera de la Cruz Roja. Cuando acaba con esta actividad retoma su trabajo de doctorado. Edith Estein se tendrá que trasladarse también y defender en Friburgo su tesis doctoral.
Por otro lado, aquí caerán rápidamente sus prejuicios contra la religión y podemos afirmar que pasa de una actitud atea a una postura agnóstica. El tema de la religión ya no será algo que la deje totalmente indiferente. En resumen, el periodo pasado de Gotinga será uno de los más hermosos de su juventud; aquí tratara con los mejores y más grandes pensadores pertenecientes a la escuela de Gontinga.
“Querida ciudad de Gonttingen”… Creo que solamente quien haya estudiado allí entre los anos I.905 y I.914 en el corto tiempo de esplendor de la escuela fenomenológica, puede comprender lo que nos hace vibrar este nombre. Tenía veintiún anos y toda yo era expectación ante lo que debía producirse”.
Tanto para mí como para otros muchos la influencia de viene…. Influencia de Scheller fue algo que rebasaba los límites del campo estricto de la filosofía… Era la época en que se hallaba saturado de ideas católicas y hacia propaganda de ellas con toda brillantez de espíritu y la fuerza de su palabra. Este fue mi primer contacto en este mundo hasta entonces desconocido para mi completamente. No me conduje toda vía a la fe. Pero me abrió una esfera de fenómenos ante los cuales ya nunca podía pasar ciega”.
El estallido de la guerra mundial no fe indiferente para Edith. Ella se sentía plenamente alemana, y quería hacer algo por su patria. Se alista como voluntaria de la cruz Roja. Esta experiencia a la que se entregó con todas sus fuerzas, servirá para sensibilizar aún más su espíritu ante la realidad del hombre y de la muerte.
SERVICIO EN LA CRUZ ROJA
El estallido de la guerra mundial no fue indiferente para Edith. Yo ingresaría en la Cruz Roja… A continuación me dirigí rápidamente a mi casa. Empaqué lo más precioso… La estación y el tren estaban, naturalmente, llenos de viajeros… No sabíamos con seguridad en el que habíamos subido era el de Breslau… Llegamos a Breslau a última hora de la tarde del 31 de Julio…” Asistía a clases sobre cirugía y epidemias de guerra y aprendía a hacer vendajes y poner inyecciones… Los voluntarios podían encontrar en tales lugares de dolor permanente un amplio campo para ejercer el amor al prójimo.” Una señora de la Cruz roja me dijo en Alemania no había demanda de enfermeras, pero que en Austria la necesidad era grande. Si quería ir debía estar preparada para partir hacia Mahrisch Weisskirchen, allí había una gran Academia Militar que se había convertido en un hospital para contagiosos.
EDITH EN UNIFORME DE ENFERMERA EN PLENA GUERRA MUNDIAL 1.915
Se me asignó el pabellón de enfermos detifus… A las dos semanas de estar en este pabellón, me toco la primera noche, para atender a un moribundo… Yo avisé rápidamente al médico que estaba al lado también de guardia y entre tanto le puse una inyección… Era la primera vez que veía morir a alguien… Cuando ordené las pocas cosas que tenía el muerto reparé una notita que había en si agenda. Era una oración para pedir se le conservase la vida… Comprendí justo entonces lo que humanamente significaba aquella muerte.”
En Octubre me dieron la noticia de que el hospital había sido cerrado… De este modo quedé libre… y sin pérdida de tiempo, me dediqué al trabajo de doctorado.
Edith se va a convertir en una de las primeras doctoras en filosofía en Alemania. El tema de su estudio, ya señala claramente el profundo interés por las relaciones humanas y por la concepción de la persona humana como un ser espiritual.
El 3 de agosto de 1.916 defiende su tesis doctoral en la universidad de Friburgo. Le conceden la nota máxima “smma cum laude”. “Por fin llegó el gran día el 3 de agosto de 1916… El decano había elegido como lugar de examen la sala de reuniones de la Facultad de Economía Política. Por qué era la más fresca… Husserl estaba radiante de alegría. El mismo decano había propuesto “smma cum laude”. Por la mañana telegrafié a casa para anunciar el resultado.

CAMINO DE LA CONVERSIÓN AÑOS 1920 A 1922
Pese a las actividades externas, interiormente se va sintiendo cada vez más atrapada por Cristo al que ya siente como persona cercana y viva en ella. Edith ha pasado el año 1920 junto a su madre en Breslau y dando clases en la Escuela Popular superior. Las batallas que en diferentes frentes libra en su interior, le “hacen perder suelo”. No tiene apoyos y su duda principal radica en como orientar su vida en si convertirse a Dios o no.
Corre el mes de marzo de 1921 y sus amigos filósofos, los Conrad Mertius, le invitan a pasar una temporada en su casa de huéspedes de Bad-Bregzabern y es precisamente aquí, al comienzo del verano de este mismo año, cuando cae en sus manos un ejemplar de “Libro de la Vida” de Santa Teresa de Jesús escrito por ella misma. Comenzó su lectura y no pudo dejar de leerla hasta el final. Y la que llevaba tanto tiempo a la búsqueda del verdad, se sintió de pronto sorprendida por ella. Fue cuando exclamo: Esta es la verdad. En cuya casa tomo la decisión de hacerse católica, pese que sus amigos fuesen protestantes.
RECIBE EL BAUTISMO DEL DEAN EUGENIO BREITLING 1922
Edith fue bautizada el 1 de enero de 1922. En el libro de bautismo de la parroquia de San Martin de Bad Bergzabern se lee: “Dra. Edith Stein, 30 años de edad, doctora en filosofía. Bautizada aquí el 1 de enero de 1922. Nacida el 12 de octubre de 1891 en Breslau. Hija del difunto Siegfried Stein y Auguste Courant. Recibió como nombre de bautismo Teresa Hedwig”. El nombre de Hedwig lo tomo, sin duda, como homenaje a su entrañable amiga.
CONFIRMACIÓN
Bad-Bergzabern pertenece a la diócesis de Espira. Por ello Edith se traslada aquí; donde el 2 de febrero de 1922 recibe el Sacramento de la Confirmación en la Capilla del Palacio Episcopal de esta histórica ciudad que tan honda huella iba a dejar en Edith. Edith vuelve a Breslau, y ya en casa, tiene que comunicar la noticia a su madre: “Mamá, soy católica”. La madre sufre grandemente este paso dado por su hija menor. A partir de entonces, y siempre que vuelve a Breslau, Edith se levanta temprano, antes de que se despierten los demás, para asistir a la Eucaristía en la cercana Iglesia de San Miguel.

 

 

 

ITINERARIO DE UNA INTELECTUAL CATÓLICA 1922—1993
Edith Estein ya es católica. La conversión ha transformado su vida, y ante la grandeza del don recibido se siente al principio desorientada.
“Durante el tiempo que precedió a mi conversión e incluso un gran tiempo después, tenía la convicción de que llevar una vida religiosa significaba el abandono de todo lo terrestre para vivir solo en el pensamiento de las cosas divinas. Progresivamente aprendí a recoger que algo más se nos pide en este mundo y que incluso en la vida contemplativa, el legamenecon el mundo no se debe romper. Creo incluso, que cuanto más profunda es la atracción que nos conduce a Dios, mayor es el deber de “salir de si”, en este sentido también, es decir, en dirección al mundo para llevar allí la vida divina.
Al caer en manos de sabios directores espirituales, supo orientar su vida correctamente. Será un tiempo de intensa actividad en diversos campos: en el de la enseñanza, como escritora y traductora, como conferenciante como filósofa y pedagoga… Su investigación científica más personal es un descubrir el ser del hombre y de la mujer, para que esto alcance a Dios desde su condición respectiva. Es el denominador común de las diferentes actividades que marcan en estos años.
PROFESORA EN ESPIRA 1923–1931
Edith inicia su actividad en Espira de 1923 a 1931 será profesora de alemán e historia, tanto para las chicas que estudian el bachillerato como, para las que hacen el magisterio. Aquí vivirá en régimen de internado.
Edith recibió no pocos apoyos por parte del Obispo de Espira, Monseñor Dr. Ludwig Sebastián, que fue quién la confirmó, y, sobre todo, de su Vicario general, Dr. Josef Schwind. Este último, fue su confesor hasta 1928, año en que falleció. Fue, además quien le proporcionó el puesto como profesora de alemán e historia en Normal Católica de las Dominicas de Espira. Y más aún él fue también quien le aconsejó para que, por el momento, no entrase en una orden religiosa. Un sobrino de Padre Schwind nos dice: “Edith Estein se dejaba guiar en plena obediencia por su director espiritual… A si deseo de poder entrar en la vida religiosa, mi tío le dijo: “Con esto no se escapará de la Cruz, sino que la sentirá más que nunca.”
Edith se levanta muy de mañana para comenzar su jornada y asistía a la celebración de la Eucaristía. Sus discípulos decían: “era una buena profesora y comprendía la conducta humana. Al contrario de otras profesoras trataba a las alumnas personalmente. Conocía sus problemas y estaba muy atenta a la dignidad personal”. Ha demostrado un espíritu apostólico ayudando a sus alumnas y ayudándolas a resolver cualesquier asunto particular. Desde la semana santa de 1928 hasta su entrada en el Carmelo la gran Abadía de Beuron se convirtió, para Edith en lugar de residencia ves de su solemne Liturgia los grandes misterios de Cristo.
El Padre Walzer, pronto sería su Director espiritual, era el Abad de Beuron, abadia benedictina. El Padre Abad, Don Rafael, afirma de Edith era agradecida místicamente en el verdadero sentido de la palabra nunca presentó apariencias de afectada o de quien se considera superior. Era llana con los hombres sencillos.
El 30 de abril, domingo de Buen Pastor, se celebra en la Iglesia de San Ludgerio la fiesta de su santo patrono con trece horas de adoración. A última hora de la tarde me dirigí allí y me dije: No me iré de aquí hasta que no vea claramente si tengo que ir a al Carmelo”. Cuando se impartió la bendición tenía yo el “si” del Buen pastor.
EN EL CARMELO DE COLONIA 1933—1938
Desde el encuentro con la autobiografía de Santa Teresa de Jesús, Edith Estein se sintió llamada al Carmelo. No pudo realizar su deseo por dos razones fundamentales: Por el impacto que hubiese producido en su madre, y porque sus confesores pensaban que tenía mucho que ofrecer debido a su gran preparación intelectual. Ella sabía que el Carmelo es toda oración, y ella quería dedicar su vida por entero a Dios. Desde la oración podía interceder pos si pueblo, y en la oración podía inmolar a Dios su propia vida en favor de todos. Esa es la vocación de la carmelita y a vocación de Edith.
Después de las Primeras Vísperas de la Solemnidad de Santa Teresa de Jesús, el 14 de Octubre de 1933, se le abrieron a Edith las puertas de la clausura. Por fin se hacía realidad gran deseo de ser carmelita; “El despido (del Instituto de Pedagogía Científica”) fue para mí una señal del cielo de que yo podía seguir el camino que hasta hacía tiempo veía como el mío. Después… el pasado sábado, entré en el convento de Carmelitas, convirtiéndome en una hija de Santa Teresa. Ella fue la que me condujo a la conversión”. Los dos meses los pude pasar con familia en Breslau sufriendo mucho por la reacción negativa de mi madre.
Tras de sí dejaba toda una vida en la que había alcanzado nombre ahora todo eso no importaba, desaparecida de su mente para sumergirse solo en la contemplación de Dios. No dejaba a los suyos: su entrega era por ellos y para ellos. No se trataba de una huida. Ella se aliaba con el Todopoderoso para salir victoriosa ante los perseguidores. Este paso hacía la vida escondida en Dios adquiere para Edith un sentido profundo apostólico, de entrega total. Si estancia en el Carmelo de Colonia va a durar poco más de cinco años hasta el 31 de Diciembre de 1938.

POSTULANTADO
Este tipo de prueba va hacer para Edith un tiempo de profundización y radicación en los valores esenciales de la vida carmelitano-teresiana. Una confirmación de lo que en el mundo buscaba y vivía. Nunca se consideró en las cimas del camino. Aún había mucho que recorrer. Va a percibir, en estos primeros meses, la necesidad de lo pequeño, de lo que en otros ambientes no recibe mayor importancia y que, sin embargo, constituye un factor esencial en el crecimiento de la carmelita hacia la santidad.
EDITH NOVICIA
El inicio del noviciado se da con la toma de Hábito de la candidata. La fecha designada para Edith fue el 15 de abril de 1934, domingo del Buen Pastor. La fiesta de la Vastación se realiza en un marco de gran solemnidad, especialmente por la gran afluencia de invitados, personalidades y regalos. Entre los asistentes encontramos a Peter Wust.
Viene…al Provincial de las Carmelitas Descalzos, P. Theodor Hauch, y al Abad de Beuron, Don Ragael Waslze, que preside la ceremonia. Elk simbolismo y la riqueza interior que supuso para Edith este momento lo encontramos reflejado en su nombre religioso: Teresa Benedicta de la Cruz.
En nombre de Teresa ya lo había adoptado en el Bautismo, Benedicta en reconocimiento a San Benito y a sus hijos, el contacto con ellos y con su espiritualidad. Y el de la Cruz s el misterio bajo el cual el cual acoge y desarrolla. Una Cruz que la incitó en su búsqueda a plantearse el camino de la Fe. Una cruz que tuvo que cargar en el momento de su conversión al Enfrentarse con su madre. Una Cruz que el momento histórico de su entrada en el Carmelo le ofrecía y que ella acepto.
Con el motivo de su vestición el Padre Provincial, Theodore Rauch, hizo presente en el convento para iniciar la visita Pastoral. En esta visita estableció que la Hna. Benedicta podía seguir con el trabajo científico. Esto suponía una excepción importante.
“Se dispuso enseguida a ejecutar la orden del P. Provincial de retomar sus trabajos filosóficos. Esta la obligó a sacrificar la recreación. No fue fácil para ella. Como un niño esperaba con alegría a que llegase el domingo, día en que podía dedicarse plenamente a la oración y a la vida del convento.
SU PROFESION SIEMPLE
Terminado el año canónico del noviciado y después de la votación de la comunidad la Hna. Teresa Benedicta es admitida a la profesión simple de los votos por un periodo de 3 años. La fecha fijada para tal acontecimiento es el 21 de Abril de 1935. En el año 1937 se ofrece para desempeñar el oficio de enfermera. Desde septiembre hasta diciembre de 1937 está a disposición de Sor Clara, una hermana lega que tiene cáncer de hígado a partir de 1937 le encomiendan un nuevo servicio comunitario, el torno. La preocupación y el amor a sus hermanas no se manifiestan solamente en estos servicios. Buscaba también ayudar en el crecimiento cultural de las hermanas con la finalidad de enriquecer la vivencia espiritual, dejándoles clases de latín para que entendiesen mejor el rezo del Breviario.
Le quedaba poco tiempo para entrar a formar parte de la comunidad con voz activa y pasiva, a raíz de la profesión perpetua. Se fijó la fecha de tal celebración para el 21 de abril de 1938, e imposición del velo negro para el 1° de Mayo cuya fiesta fue solemnísima. Mi hermana Rosa estuvo aquí del 16 al 29 de diciembre de 1937, desde siempre ha seguido muy de cerca mi camino y, a consecuencia de ello ha sufrido muchos años por consideración a mi madre. Ahora, por fin, el día de noche buena ha recibido el santo Bautismo y ha hecho la Primera Comunión.
La Señora Agusta muere el 14 de septiembre de 1936, ante la noticia de la muerte de mama, piensa en ella y en su casa y escribe: “Hasta el final mi madre se ha mantenido fiel a su fe. Ahora bien, dado que su fe y la firme confianza en su Dios se ha mantenido en pie desde la más tierna infancia hasta sus 87 años y dado que fue la última cosa que siguió viva en ella en su dura lucha con la muerte, tengo la confianza de que habrá encontrado un juez benévolo y ahora es mi más fiel intercesora, para que también yo alcance la meta” (Carta del 4-X-1 1936).
Desde que los nazis llegaron al poder fueron promulgando leyes que favorecían las racias en contra de los judíos esta situación llego a su límite en la “Noche de los cristales rotos” (Noviembre de 1938), durante la que sinagogas y negocios judíos fueron destrozados e incendiados. Edith no fue ajena esta situación, que sufrió ella y sus familiares.
EN EL CARMELO DE ECHT… (1939-1942)
La famosa “Noche de los cristales rotos” (9-10 noviembre de 1938) fue la gota que colmó el vaso. Nadie deseaba que se marchase. Fue ella misma quien tomó la decisión: no temía por su vida sino por la de su comunidad. Rápidamente, con permiso de sus superiores inicio los trámites para el traslado al Carmelo de Holanda de Echt. Allí podía estar seguro y regresar en cuanto acabase esta situación. El 31 de Diciembre abandona Edith el convento de Colonia, donde va a seguir viviendo su vocación hacia la unión plena con Dios, cuan dolorosa fue la despedida de mi querida familia conventual, especialmente de las buenas Madres. “Estuve arriba, en el antiguo coro de modo que me hallé muy cerca de la Imagen Milagrosa de la Reina de la Paz y pedirles sus bendición; luego fui a la Cripta, donde están enterradas as antiguas Carmelitas.
EL CARMELO DE ECHT EN HOLANDA
La noche vieja de 1938 llegó Benedicta. Aquí tendrá su hogar hasta el 2 de agosto de 1942 es obligada por la Gestapo a salir del convento. La comunidad estaba compuesta de 13 hermanas corales y 4 hermanas legas. A excepción de 3 hermanas corales que eran holandesas todas eran de nacionalidad alemana. Las buenas hermanas de aquí me recibieron con un amor entrañable después de todo, aquí está el antiguo Carmelo de Colonia.
“Un billete le escribe a la Madre Priora de la comunidad de Echt el 26 de Marzo de 1939. Permítame vuestra recia. Ofrecerme al corazón de Jesús como víctima propiciatoria por la paz verdadera, que el poder, del Anticristo, se derrumbe en una nueva Guerra Mundial. Deseo hacerlo. Sé que soy nada pero Jesús lo quiere y seguramente en estos días llamara a muchas otras “.
Desde mediados de junio soy segunda Tornera y estoy encargada de otros oficios. Teresa Benedicta vive preparada para la cruz. Esta situación la vive como algo inherente a su vocación a la cruz.
EN EL MISTERIO DE LA CRUZ PREPARADA PARA EL MARTIRIO
Año 1942… del 2-9 de agosto
Las tropas de Hitler Invaden Holanda en 1942. Oración y fidelidad a su propia vocación: Esta era la disposición de Sor Teresa Benedicta frente a la posible deportación a la muerte. A medida que iba recibiendo noticias alarmantes de Alemania, iba tomando fuerzas poco a poco su intuición al martirio, hasta convertirse en ´reparación convencida. Ya desde el último año pasado en Colonia se había sentido en profunda armonía con la reina Ester del Antiguo Testamento, sea mujer fuerte, valerosa, dispuesta a ofrecer su propia vida para la salvación de su propio pueblo. Ahora puede decir “estoy segura que el Señor ha aceptado mi vida por todos. Yo soy una pequeña Ester pobre e impotente pero el Rey me ha escogido él es infinitamente grande y misericordioso y este es mi gran consuelo.
El 24 de julio de 1942 se leía en todas la iglesias católicas holandesas un comunicado de los obispos en contra de la deportación de los judíos católicos. Como venganza, la S.S. se propuso deportar a todos los judíos católicos presentes en todo el territorio Holandés. Teresa Benedicta y su hermana Rosa no serán la excepción.
El 2 de agosto de 1942 se presentaron dos agentes de la S.S. en el locutorio del Carmelo con la orden de que Hna. Teresa Benedicta y su hermana Rosa saliesen en cinco minutos de la clausura, so pena de graves perjuicios para la comunidad.
Sacadas inmediatamente del convento, sin casi tiempo para despedirse, el coche policial condujo a las dos hermanas detenidas al campo de concentración de Westerbork allí pasaron dos noches.
En la noche del 2 al 3 de agosto llegaba al campo de concentración y en la noche del 3 y 4 de agosto, los preses Hebreos con muchos otros fueron trasladados al campo de Westerbork, situado en una zona completamente deshabitada al note de Holanda.
“Desde ahora acepto con alegría y con perfecta sumisión a su santa voluntad, la muerte que Dios me ha reservado. Pido al Señor que se digne aceptar mi vida y mi muerte para su honor y su gloria. Por todas las intenciones del Sagrado Corazón de Jesús y de María y por la Santa Iglesia, de modo especial por el mantenimiento, santificación y perfección de nuestra Orden, particularmente los Carmelos de Colonia y Echt. En expiación por la incredulidad del pueblo judío y para que el Señor sea cogido por los suyos y venga su Reino en la Gloria. Por la salvación de Alemania y la paz en el mundo, por fin por mis familiares, vivos y difuntos, y por todos los que Dios me ha dado: que ninguno, de ellos se pierda” xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx
EL MARTIRIO 1942 el 9 de agosto
Los cinco días últimos que paso en el campo de concentración estuvo serena, y dedicada a atender sobre todo a los niños que las madres apoderadas de la desesperación dejaban solos.
El 9 de agosto de 1942, les esperaba la suerte de la cámara de gas. Bajaban del tren y eran separados en dos grupos: Los hábiles para trabajos pesados que eran liberados de la muerte inmediata, y todos los demás, fundamentalmente mujeres, niños y ancianos, marchaban camino a las cámaras.
Teresa Benedicta y su hermana Rosa caminan, con los seleccionados hacia las denominadas “cámaras de desinfección o duchas”. Se le da jabón y tenían que despojarse de toda la ropa y entrar desnudos a la gran habitación. Aquí, después de cerrarse las puertas y ser introducido el gas, morían todos asfixiados en menos de media hora. Los cuerpos eran después incinerados y sus cenizas lanzadas al fondo del pequeño lago existente en las cenizas de los hornos.
Teresa Benedicta tenía 51 años y Rosita 59.
¡Oh feliz Hermana Teresa Benedicta de la Cruz, el amor a la Cruz, te levo hasta el martirio para unirte y sumergirte en el Dios amor.
LA NOCHE DEL CRISTAL… (LA SHOAH)
Sí. La llamaron “Noche del Cristal”
Ay, triste ironía de nuestro lenguaje
Noche de muerte
Tensa de odio y de sangre
Aquella noche, negra y triste
Tuvo su comienzo, el “Holocausto”
En el cual tú pueblo hebreo,
Recibió,-si-, en su sangre un bautismo
El Eterno… ¿No borro su pasado?
Sí. El. Antes, con su sangre,
Albeó, blanqueando tu pecado.
Bendita de la Cruz,
Edith, pequeña Ester:
No rompiste con tu pueblo
En tu entrega al Dios hijo.
Descánsate en tu hombres su Cruz
I definiste tu ser con Cristo
Con El, por El y en Él
Te ofreciste
A morir
Dios aceptó tu vida
En el gran silencio de la Shoah
La “Liturgia” martirial
Asumió a su victima
Cantabas al ir a la muerte
Radiante de amor, con tus hermanos Hebreos,
Un salmo a tu Señor,
Zahorí que adivinabas ya tu cielo
Colonia
Abrió sus puertas a Edith
Regina Pacis,
María, te acogió en tu casa,
El Carmelo que nació en Judea,
La tierra ancestral de tus abuelos
Inmersa en tu “mundo oculto”
Teresa te entrego la Verdad que buscabas
Arribaste al puerto de la paz
Dios cercano, Dios amado y Dios vivido
En la Fe de la noche,
San Juanistas
Con Teresa y con Juan
Al arca del Carmelo llego
La blanca paloma. En
Zu Reo amoroso
Abatió sus níveas alas.
Moriste, Edith, por, y con tu pueblo
Anonimato de cuerpos humanos
Resurrección gloriosa os espera
Tiene Dios con sus hijos
Infinita misericordia
Reinad, reinad con el Dios de la historia.
Edith: tu vida, tu ciencia, tu amor
De forma radical, como judía
Israelita de corazón,
Te hizo entregarte del todo,
Hasta el todo y por todos.
Si: tu mensaje trasciende el Carmelo
Tienes mucho que decir al hombre de hoy,
Eres maestra de esperanza
Inicia tu vuelo. Alienta a la iglesia. Ya
Nace pujante el tercer Milenio
(Carmelitas Descalzas Tordesillas)
(España)
SU BEATIFICACION 1987
Hermana Teresa Benedicta de la Cruz (Edith Stein) fue beatificada en el año de 1987 en Colonia el 1° de mayo por su Santidad Juan Pablo ll.
Mujer de singular inteligencia y cultura, ha dejado numerosos escritos de elevada doctrina y de onda espiritualidad. Entre ellos sobresale AVE CROX ESPES UNICA.

Los primeros intentos para llevar a los altares la figura y el mensaje de Edith Stein comenzaron en Colonia.
El “Proceso Diocesano” ocupó la década comprendida entre 1962-1972, fueron años de una búsqueda paciente de cuantas personas hubiesen conocido a la Sierva de Dios. En 105 se escuchó a 109 testigos extendidos por diócesis alemanas, inglesas, belgas, holandesas, austriacas, suizas, y de Estados Unidos.
Ya en 1972, el Cardenal Hoffner, arzobispo de Colonia hacía llegar los volúmenes de este proceso diocesano a la congregación para las causas de los Santos en Roma. El 19 de septiembre de este mismo año, la congregación para la Doctrina de la Fe daba luz verde con un “nihil obstat” a la causa de la beatificación de Edith Stein. Hasta que finalmente, nuestra entrañable hermana Teresa Benedicta de la Cruz era beatificada en el gran estadio de Colonia, el 1° de mayo de 18987 por su santidad el Papa Juan Pablo ll con ocasión de una de sus visitas, viajes pastorales a Alemania.
1° de Mayo de 1987 su GLORIFICACION DE LA BEATIFICACION
DE TERESA BENEDICTA DE LA CRUZ O.C.D
2 DE OCTUBRE DE 1998
DIA DE LA GLORIA PARA TERESA BENEDICTA (Edith Stein) PARA LA
IGLESIA Y EL CARMELO
Muy dificultosa resulta la tramitación para el reconocimiento del milagro que la iglesia exigía.se trataba de la curación “rápida” “completa” y “duradera” de una gravísima afección hepática padecida por la niña Teresa Benedicta MC Carthy, de Boston (USA), hija de un matrimonio católico de rito melquita, cuando apenas tenía tres años.
Rechazado este milagro en una primera investigación, fue, son embargo aprobado por unanimidad por los peritos consultados el 16 de enero de 1997. El 25 de febrero y el 18 de marzo de este mismo año, lo refrendaban respectivamente los consultores Teólogos y la Sagrada Congregación Ordinaria de Cardenales y Obispos.
Dos meses más tarde el 22 de mayo, Juan pablo ll manifestaba públicamente su intensión de canonizar a Edith Stein en Roma para el próximo 2 de octubre de este año 1998.
PALABRAS DE SU SANTIDAD JUAN PABLO ll
Con vosotros me lleno de gozo, por la canonización de sor Teresa Benedicta de la Cruz. Recuerdo que en octubre de 1982, en este mismo lugar, canonicé a Maximiliano María Kolbe. He tenido siempre la convicción de que estos dos mártires de Aushwitz nos abren el camino del futuro…
“Como esposa puesta en la Cruz, sor Teresa Benedicta no escribió únicamente páginas sobre la ciencia de la Cruz”, sino que recorrió hasta el fondo su camino en la escuela de la Cruz. Muchos de nuestros contemporáneos querrían hacer callar a la Cruz, pero nada hay más elocuente que la Cruz sometida en silencio”.
Santa Teresa Benedicta nos dice a todos nosotros: no aceptéis como verdad nada que este vacío de amor. Y no aceptéis nada como amor, si está vacío de verdad. Lo uno sin lo otro se convierte en mentira destructora.
Rito esplendido y denso significado. El mismo Juan Pablo ll subrayo más de una vez que este acto solemne y eclesial, que clausura en
viene…
Clausura en cierto modo la singladura histórica de sor Teresa Benedicta de la Cruz ahora Santa Edith Stein, condensa a grandes trazos la historia de nuestro siglo XX.
Soy consciente, -decía el Papa- de que hoy, con este acto, se está clausurando un cierto ciclo histórico “La glorificación de Edith es a la vez evocación de los horrores de los campos de exterminio y una altísima proclamación de la reconciliación entre razas, ideologías y religiones, a que hoy aspiramos todos.
Al comenzar el tiro, desde la cátedra erigida ante el frontal externo de la Basílica Vaticana el inmenso gentío trepidante que llenaba la plaza, el Papa decía: “Contemplamos el testimonio dado por la vida y la muerte de Edith Stein, y con corazón agradecido – si bien velado de tristeza por el recuerdo de los horrores de destrucción y de muerte que sacrificaron a tantos hermanos nuestros, hombres y mujeres – proponemos el testimonio de esta Hija de Israel e Hija del Carmelo como ejemplo válido a la Iglesia Santa y Católica. Se ha hecho pedazos el arco de los fuertes, la vida es más fuerte que la muerte: de ella, de la vida, recabamos esperanza, consuelo y misericordia.”
La doble columnata semicircular abrazaba y unía a una muchedumbre abigarrada, de más de 60.000 asistentes venidos de los cinco continentes. Por número y colorido, destacaban los grupos alemanes, polaco, los de Estados Unidos, países Bajos y España.
En torno al altar, concelebran con el Papa los cardenales polacos de Cracovia y Wroclaw (la antigua Breslau), los cardenales alemanes de Colonia y de Múnich, los obispos presidentes de las conferencias episcopales de diversas naciones, obispos de Holanda (desde Holanda había salido Edith camino del martirio) El carmelita Pablo Dadah, obispo de Bagdad (Irák). Los superiores Generales de los Carmelitas, Padres Camilo, Maccise y P. Joseph Chalmers, más numerosos provinciales del Carmelo Teresiano.
Al rito introductorio, siguió el acto formal de la Canonización. El portugués Mons. José Saravia, en calidad de prefecto de la Congregación de las causas de los Santos, y el Carmelita español P. Simeón Tomás, Postulador de la causa de Edith, juntamente con Mons. Julio Dante, elevan la súplica al Papa de rúbrica solicitando formalmente la canonización de esta hija de la Iglesia y del Carmelo, sor Teresa Benedicta de la Cruz. Para motivarla leían, en voz alta ante la asamblea una breve biografía de la inminente Santa. Y tras una solemne plegaria titánica, exactamente a las 10.15 del II de Octubre de 1998, el Papa Juan Pablo II pronunciaba la clásica fórmula de canonización, que decía así:
“En honor de la Trinidad Santísima y para exaltación de la Fe Católica e incremento de la vida cristiana, con la autoridad de nuestro Señor Jesucristo, de los Santos apóstoles Pedro y Pablo, y nuestra, después de haber reflexionado largamente y haber invocado con insistencia la ayuda divina, y tras haber escuchado el parecer de muchos hermanos en el Episcopado………..
DECLARAMOS Y DEFINIMOS SANTA A LA BEATA TERESA BENEDICTA DE LA CRUZ Edith Stein, y la inscribimos en el albo de los Santos y establecemos que en toda la Iglesia sea devotamente venerada entre los Santos”.
Un sonoro y prolongado aplauso de los fieles presentes en la Plaza, acogió y refrendó las palabras del Papa, aplauso interrumpido por el maravilloso canto de la Capilla Sixtina:
“A ti, Señor, gloria y alabanza, en la morada de los Santos, coronada de gloria y honor, resplandece tu sierva Teresa Benedicta de la Cruz, e intercede por nosotros. Aleluya”.
Al coro de la Sixtina se sumaban las voces de las corales de Colonia y de Munster con sus respectivas orquestas.
Terminada la ceremonia, el Papa con ocasión del “Ángelus” dirigió unas palabras a los innumerables fieles congregados en la Plaza , asociando las dos figuras que hoy estuvieron fuertemente presentes en el ánimo del Pontífice, la Carmelita Edith y el franciscano P. Kolbe, los dos mártires de Auschwitz.
Su Santidad el Papa Juan Pablo II proclama como Santa a esta eminente Hija de Israel y fidelísima Hija de la Iglesia Católica.
II de Octubre de 1998.

BEATA ISABEL DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD 0.C.D.
Isabel Catez de la Trinidad nació el 18 de Julio de 1880 en el campo militar de Avor, diócesis de Bourges (Francia) En 1.901, ingresó en el Carmelo de Dijon, donde profesó, el 1.903 allí falleció el 9 de Noviembre de 1.906 para irse como dijo ella “a la luz, a la vida, al Amor”. Adoradora auténtica en espíritu y verdad, llevó una vida humilde, acrisolada por intensos sufrimientos físicos y morales, en alabanza de gloria de la Trinidad huésped del alma, hallando en este misterio el cielo en la Tierra y teniendo clara conciencia de que él constituía su carisma y su misión en la Iglesia.

ELEVACIÓN A LA SANTÍSIMA TRINIDAD DE LA BEATA ISABEL DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD.

TRINIDAD A QUIEN ADORO….. ¿Oh Dios mío, Trinidad a quién adoro ayúdame a olvidarme totalmente de mí, para establecerme en Ti, inmóvil y tranquila, como si mi alma estuviera ya en la eternidad, que nada pueda turbar mi paz, ni hacerme salir de Ti, oh mi Inmutable, sino que en cada momento me sumerja más íntimamente en la profundidad de tú misterio.
Pacifica mi alma, haz de ella tu cielo, tu morada predilecta, el lugar de tu descanso, que nunca te deje allí solo sino que permanezca totalmente contigo, vigilante de mi fe, en completa adoración y entrega absoluta a tu acción creadora.
¡Oh mi Cristo amado, crucificado por mi amor. Quisiera ser una esposa para tu corazón, quisiera cubrirte de gloria, quisiera amarte…, hasta morir de amor. Pero reconozco mi impotencia. Por eso te pido ser revestida de Ti mismo”, identificar mi alma con todos los sentimientos de tu alma, sumergirme en ti, ser invadida por Ti, ser sustituida por Ti para que mi vida sea solamente una irradiación de tu vida. Ven a mí como Adorador, como Reparador y como Salvador.
¡Oh Verbo eterno, palabra de mi Dios, quiero pasar mi vida escuchándote; quiero ser un alma atenta siempre a tus enseñanzas para aprenderlo todo de Ti, y luego, a través de todas las noches, de todos los vacíos, de todas las impotencias, quiero mantener mi mirada fija en Ti permanecer bajo tu luz infinita.
¡Oh mi Astro querido. Fascíname de tal modo que ya no pueda salir de tu irradiación divina.
¡Oh fuego abrazador, Espíritu de Amor. Ven a mí para que se realice en mi alma como una encarnación del Verbo. Quiero ser para él una humanidad suplementaria donde renueve todo su misterio.
Y Tú, oh Padre protege a tu pobre criatura, “cúbrela con tu sombra”, contempla solamente en ella al Amado en quién has puesto todas tus complacencias.
¡Oh mis Tres, mi Todo, mi Bienaventuranza, Soledad infinita, inmensidad donde me pierdo. Me entrego a Vos como víctima. Sumergíos en mí para que yo me sumerja en Vos hasta que vaya a contemplar en vuestra luz el abismo de vuestra grandeza…….

VENERABLE ISABEL DE LA TRINIDAD
12 DE JULIO 1.982
El 12 de julio de 1.982 Juan Pablo II aprobó la heroicidad de las virtudes de la Carmelita Sor Isabel de la Trinidad. Entre las figuras carmelitas en Proceso de Santidad Canónica, Isabel Catez de la Trinidad (1.880-1.906) despierta un interés particular, desbordando hasta límites lejanos las fronteras de la Orden. Los “Recuerdos” y las ediciones de las Obras Completas han propagado su imagen de artista y contemplativa. En una carta del 14 de septiembre 9 de 1.902 nos recuerda “la esencia de la vida carmelita”. “La oración es nuestra principal, debiera decir nuestra única ocupación.
Autora de la elevación “Oh Trinidad que adoro… Isabel de la Trinidad está considerada como el profeta de la interioridad cristiana Sacerdotes, y personas en busca de orientación contemplativa son los lectores más frecuentes de sus escritos. Su vida tiene la breve existencia de 26 años. Con Santa Teresita del niño Jesús y la Santa Faz comparte con ella la brevedad de una vida de inmolación, y de amor.
Con el Padre Rafael de San José (Kalinowski) con María de Jesús Crucificado (Árabe). Isabel de la Trinidad es la tercera “Venerable” del Carmelo en el Pontificado del Papa Juan Pablo II. El Decreto del 12 de Julio presenta un resumen de sus virtudes “Heroicas”, de su doctrina y de su mensaje para nosotros.

UNA BEATA PARA NUESTROS TIEMPOS ISABEL DE LA TRINIDAD

¿Qué puede decirnos Isabel de la Trinidad, que testimonio presenta hoy para el mundo, para la Iglesia, para el Carmelo?
Entre otras cosas explicatorias del testimonio de la Santidad de sus virtudes están en tres palabras, tres expresiones familiares con las que la pone o presentan al mundo, a la Iglesia y al Carmelo.
¿Qué dice a nuestro mundo? Aceptad
“EL DIOS TODO AMOR”
¿Qué dice a la Iglesia? “Permaneced siempre junto a la fuente de agua viva? quiere acercarse lo más posible a Cristo, dejarse introducir y permanecer en su intimidad: quiere apropiarse de la oración para enriquecerla y verterla sobre el Cuerpo. “Puesto que nuestro Señor mora en nuestras almas, su oración nos pertenece y quisiera estar en constante comunión con Él, permaneciendo a su lado como un pequeño vaso junto a la fuente de la vida para poderla comunicar inmediatamente a las almas. “UNIÓN AMOR” dos palabras que sintetizan la santidad y el apostolado.
¿QUÉ DICE AL CARMELO? FIJAD EN DIOS “UNA MIRADA CADA VEZ MÁS SIMPLE “MIRA” “ESCUCHA”
“Es tan sencillo, se trata de la oración, nos dirá: basta creer. El alma es templo de Dios. Las tres Divinas personas en todo momento, día y noche en sí obran como quién trata con un ser a quien se ama; amar es tan sencillo… es entregarse a los designios de su voluntad divina, como Él se entregó a la voluntad del Padre. Es permanecer en Él. Es sufrir por Él”. Hija auténtica de Santa Teresa de Jesús; ya no debe temer las influencias externas, ni las dificultades exteriores. Todo le permite arraigarse más profundamente en el amor. Sobre todo es Hija de la Virgen María nuestro modelo. SU vida fue tan sencilla.

LO QUE JUAN PABLO II HA DICHO SOBRE SOR ISABEL DE LA TRINIDAD
Seguir a Cristo es bien diferente de una simple admiración, por bien que conozcáis la Sagrada Escritura y la Teología. Seguir a Cristo es algo esencial, es querer imitarle hasta el punto de dejarse configurar con Él; de asimilarlo, hasta el punto de ser según las palabras de la Hna. Isabel de la Trinidad “Una humanidad suplementaria”.
El 21 de febrero de 1.984 la Secretaria de Estado comunicó al Padre Postulador General “…El Santo Padre ha decidido proceder a la Beatificación el 25 de Noviembre, solemnidad de Cristo Rey”…Era el gozoso anuncio que tanta gente, dentro y fuera de la orden, esperaban con interés.

25 de Noviembre de 1.984

BEATIFICACIONES Y CANONIZACIONES
Por los años…………………. 1.900 ……SANTA TERESA DE JESÚS DE LOS ANDES
Juanita Fernández Solar vino al mundo en Santiago de Chile el 13 de Julio de 1.900. Desde su adolescencia se sintió atraída irresistiblemente por Cristo. El 7 de Mayo de 1.919 ingresó en el monasterio de las Carmelitas Descalzas de “Los Andes” con el nombre de Teresa de Jesús. Entregó su alma a Dios el 12 de Abril del año siguiente después de hacer su profesión religiosa. Fue beatificada por Juan Pablo II en Santiago de Chile el3 de Abril de 1.987 y canonizada en Roma el 21 de Marzo de 1.993. Propuesta como modelo a los jóvenes, es la primera flor de santidad de la nación chilena y del Carmelo Teresiano de América Latina.
“21 de marzo de 1.993 la Iglesia, la Orden y América Latina está de fiesta y regocijo. Acción de gracias por la Canonización de Teresa de Jesús de “Los Andes” LA CHILENITA. Nuestro santísimo Padre Juan Pablo proclamó Santa a Teresa de Jesús de LOS ANDES. “La tercera mujer americana, después de Santa Rosa de Lima, y Santa Marianita de Jesús AZUCENA DE QUITO” Paredes y Flores. A Dios las gracias por todo lo que Él hace en sus obras…..Teresa de los Andes es llamada MODELO DE LA JUVENTUD, por cuanto se santificó en el mundo, en el Carmelo estuvo solo nueve meses, lugar donde culminó su santidad. Hoy la Iglesia la proclama SANTA TERESA DE JESÚS DE LOS ANDES.
Nuestra comunidad tuvo una misa hermosa presidida por Monseñor Bernardino Echeverría Arzobispo de Guayaquil y Administrador Apostólico en Ibarra. Con Padre Medardo Silva carmelita descalzo y otros sacerdotes más.
Para nuestro aprovecho espiritual ponemos unos pensamientos de los escritos de Santa Teresa de Jesús de “LOS ANDES”.

Solo Dios es hermoso.
Él puede sólo hacerme gozar. Lo llamo, lo lloro, lo busco dentro de mí alma. Quiero que Jesús me triture interiormente para ser hostia pura donde Él pueda descansar, quiero estar sedienta de amor para que otras almas posean ese amor. Que yo muera a las criaturas y a mí misma para que Él viva en mí.
¿Hay algo bueno, bello, verdadero que podamos concebir que en Jesús no esté? Sabiduría, para la cual no hay nada secreto; poder, para el cual nada existe imposible; justicia, que lo hace encarnarse para satisfacer por el pecado, providencia, que siempre vela y sostiene, misericordia, que jamás deja de perdonar; bondad, que olvida las ofensas de sus criaturas; amor, que reúne todas las ternuras de una madre, del hermano, del esposo y que, haciéndolo salir del abismo de su grandeza, lo liga estrechamente a sus criaturas, belleza del éxtasis… ¿Qué otra cosa imaginas que no esté en este hombre Dios?
Temes acaso que el abismo de la grandeza de Dios y de tu nada jamás podrán unirse? Existe en el amor; y esta pasión lo hizo encarnarse para que viendo un Hombre Dios, no temieras acercarse a Él. Esta pasión hízole convertirse en pan, para poder asimilar y hacer desaparecer nuestra nada en su ser infinito. Esta pasión le hizo dar su vida, muriendo muerte de cruz.
¿Temes acercarte a Él? Míralo rodeado por los niños. Los acaricia, los estrecha contra su corazón. Míralo en medio de su rebaño fiel, cargando sobre sus hombros a la oveja infiel. Míralo sobre la tumba de Lázaro y oye lo que dice a Magdalena; mucho se le ha perdonado porque amado mucho. ¿Qué descubres en estos rasgos del Evangelio, sino un corazón bueno, dulce, tierno, compasivo, un corazón, en fin, de un Dios?
El mi riqueza infinita, mi beatitud, mi cielo.

21 de Marzo de 1.993

 

 

 

 

LA DIÓCESIS DE IBARRA:
SU DEVENIR HISTÓRICO

Como era Ibarra al tiempo de la erección de la Diócesis.
Nuestra querida Ciudad Blanca es la única capital de provincia ecuatoriana elevada dos veces por la categoría de ciudad.
La Junta Soberana de Quito, motivada por el Dr. Calixto Miranda y Suárez, insigne patriota ibarreño, el 11 de noviembre de 1811, elevó a Villa a la ciudad, años más tarde, el Libertador Simón Bolívar, ratificó el título de ciudad para Ibarra, el 2 de noviembre de 1.829.
Empero, la flamante ciudad de Ibarra, que por decreto del Congreso de la Gran Colombia, del 25 de junio de 1.824, pasa a ser la capital de la Provincia de Imbabura.
Pero ¿Cómo era Ibarra al tiempo de la erección de la Diócesis? Entre la descripción de la Villa, plasmada por el P. Cicala, 1.771, y el terremoto de 1.868, habían transcurrido casi 100 años, a lo largo de los cuales la ciudad había afianzado sus características urbanísticas.
El gobierno eclesiástico del corregimiento de Ibarra, durante el régimen colonial, abarca casi las actuales provincias de Imbabura y Carchi, lo ejercía un Vicario Foráneo, sujeto al Obispo de Quito. La población de honda fe católica, fue creciendo en modo apreciable en los últimos años de la colonia y en las primeras décadas de la República. En cierta forma, hasta el año 1862, el de la erección del Obispado de Ibarra, se continuaba bajo el mismo gobierno eclesiástico tradicional de la Vicaría Foránea, pese desde que de 1824 ya era Ibarra capital de la Provincia de Imbabura, y varios de sus hijos habían brillado como religiosos y sacerdotes destacados, como Mons. Calixto Miranda, que fuera Obispo de Cuenca.
Y SS Pío IX expidió la Bula de creación del Obispado de Ibarra, con jurisdicción en las provincias de Imbabura y Carchi, el 29 de Diciembre de 1862 “El Decreto Pontificio acota el Prof. Abelardo Morán Muñoz.
No debió ser sino el llamamiento de un vacío: la religión se había propagado de un modo asombroso: yendo a sentar sus reales hasta en las apartadas regiones; el culto estaba servido con esmero gracias a la diligencia de los curas; la grey católica había aumentado considerablemente y era necesario una autoridad superior que la rija directamente y sobre la cual pesará la responsabilidad de los intereses eclesiásticos”. Por supuesto, la institución de la nueva Iglesia Episcopal como se encarece en la misma Bula de erección, fue un intenso y persistente, afán del esclarecido Magistrado Gabriel García Moreno, que lo cristalizará el egregio Pontífice Pío IX, que se preocupó por la suerte de sus pueblos del Ecuador.
SU SANTIDAD PIO IX PROCLAMÓ EL DOGMA DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN
SU VIDA
Nació en Senigallia (Italia) el 13 de mayo de 1.792. Sus padres fueron Gerolamo, de los condes Mastai Ferretti, y Catarina Solazzi, de la nobleza local. Fue bautizado el mismo día de su nacimiento con el nombre de Juan María Mastai Ferretti. Recibió el Sacramento de la Confirmación en 1.799 e hizo su primera Comunión en 1.803.
En 1.809 se trasladó a Roma para continuar sus estudios. Aún no se había orientado al sacerdocio, pero vivía de modo ejemplar, como lo demuestran algunos propósitos hechos en el año de 1.810, al concluir un retiro espiritual, luchar contra el pecado, huir de toda ocasión peligrosa, estudiar “no por afán de saber”, sino para el bien de los demás, abandono de sí mismo en las manos de Dios . Por enfermedad tuvo que interrumpir sus estudios en 1.812, y lo eximieron del servicio militar obligatorio.
En 1815 entró a formar parte de la guardia noble pontificia, pero tuvo que declarar por motivos de su salud. Fue entonces cuando San Vicente Pallotti le vaticinó el supremo pontificado. Se hace congregante mariano y se dirige en peregrinación a Nuestra Señora de Loreto y su terrible enfermedad desaparece.
En 1.816 participó como catequista, en una importante misión en Senigallia, e inmediatamente después optó por el estado eclesiástico, recibió las Órdenes Menores en 1.817. El Subdiaconado en 1.818 y el Diaconado en 1.819. Ese mismo año, por concesión especial, fue ordenado sacerdote. Celebró su primera misa en la Iglesia de Santa Ana de los Carpinteros del instituto Tata Giovanni, del cual fue nombrado rector, permaneciendo como tal hasta 1.823. Desde el inicio se manifestó como hombre de oración, consagrado a la palabra y del sacramento de la reconciliación, así como al servicio de los más humildes y necesitados. Unión admirablemente la vida activa y la contemplativa. A pesar de estar siempre atento a las necesidades pastorales y sociales, al mismo tiempo vivía con gran recogimiento una intensa devoción eucarística-mariana. Era muy fiel a su meditación diaria y al examen de conciencia.
En 1.823 el instituto para acompañar al Nuncio Apostólico Mons. Juan Muzi, delegado apostólico en aquella nación. Recorre Argentina, Chile, Bolivia, Perú, Colombia y Uruguay. Allí permaneció hasta el año 1.825.
Según palabras de Mons. Prieto Capraro, secretario de Propaganfa Fide “Pocos hubieran podido ser elegidos en su lugar, dotado como estaba de prudencia y sólida piedad, dulzura de carácter, prudencia y clarividencia… gran celo deseo de servir a Dios y de ser útil al prójimo.
En 1.825 fue elegido director del hospital de San Miguel. A esta tarea se dedicó con gran empeño, pero sin descuidar las obligaciones habituales de su ministerio.
A los 35 años de edad, fue nombrado Obispo y destinado a la archidiócesis de Espoleto. Aceptó por obediencia y fue un modelo de celo pastoral. En 1.831 la revolución, iniciada en Parma y Módena llegó a Espoleto. El Arzobispo profundamente dolorido, no quiso derramamiento de sangre y, en cuanto le fue posible reparó los efectos destructores de la violencia. Tras volver la calma se dedicó a obtener la paz y perdón para todos.
En 1.832 fue trasladado a otra Diócesis turbulenta, donde continuó con su estilo de predicador. Amante del Clero y de los jóvenes seminaristas, promotor de iniciativas en favor de la educación de la juventud, muy sensible a la importancia y a las exigencias de la vida contemplativa, inflamado de devoción al Sagrado Corazón de Jesús y a la Virgen, bondadoso con todos, pero firme en sus principios.
Tenía apenas cuarenta y ocho años cuando fue nombrado Cardenal, en el año 1.840.
Fallece Gregorio XVI en 1.846, cuando en la tarde del 16 de Junio de 1.846 del Cardenal Mastai Ferretti, que huía de los honores, fue elegido Papa por unanimidad. Acepta la tiara con el nombre de Pio IX y es coronado con toda solemnidad.
Dos años lleva en su pontificado y Roma se convierte en escenario del pillaje y la revolución. Pio IX es citado por el populacho, en el Quirinal, de donde logra escapar en la noche del 29 de Noviembre de 1.848 para refugiarse en Gaeta. Allí permanece por espacio de dos años, hasta que las potencias de Europa logran restablecer el orden y poner al Papa en la silla de Pedro.
En 1.857 hace una gira por todos sus estados en triunfo continuo, pero dos años más tarde tiene que ver con gran pena de su alma, la pérdida de los Estados Pontificados. Se respira en esta época una atmósfera antirreligiosa y liberal, que le mueve a publicar en 1.864 el Syllabus, catálogo de ochenta proposiciones erróneas en varios documentos pontificios.
Reúne por cuarta y última vez en medio de mil dificultades – al episcopado universal con objeto de celebrar el Concilio Vaticano I, cuya apertura tuvo lugar el 8 de diciembre de 1.869. En él se definió como artículo de fe la Infalibilidad pontificia. Un año después, la revolución se hacía dueña de Roma; Pio IX se verá otra vez cautivo en su propio palacio, de donde no podrá salir.
La actividad desplegada en su larga existencia por el Papa de la Inmaculada es asombrosa: desarrolló la doctrina eclesiástica, aprobó muchas Órdenes Religiosos, dio gran impulso a las misiones católicas, publicó numerosas encíclicas, pronunció numerosas alocuciones y canonizó a numerosos santos. Vivió ochenta y cinco años, pudiendo celebrar el XXV aniversario de su exaltación a la Cátedra de Pedro, logrando pasar los cinco proverbiales lustros de Príncipe de los Apóstoles y llegar a los 32 años.

Viene… a los 32 años.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

SU MÁXIMA GLORIA

No sólo encontramos espinas y amarguras en la vida de PIO IX; vivió también días de gloria. Hacía cerca de siglo y medio que la fiesta de la Inmaculada Concepción había sido extendida por Clemente XI a toda la Iglesia Universal. La doctrina de este privilegio mariano gozaba de certeza teológica. Faltaba la certeza infalible del Vicario de Cristo, pero esta máxima gloria estaba reservada a Pio IX.

Hallábase detenido en Gaeta, cuando en 1849 dirigió a todos los Obispos del orbe católico una encíclica, Ubi primun, rogándoles dieran su parecer a cerca de la definición. Recibió seiscientas respuestas de la cuales quinientas cuarenta y seis la pedían.

En 1854 llamaba a todos los obispos. Más de doscientos llegaban a Roma para asistir a la ceremonia. El 8 de Diciembre, día venturoso para la cristiandad, el Papa, revestido de pontifical, rodeado de los sucesores de Apóstoles, cuarenta y nueve cardenales y ciento cincuenta Obispos, con voz emocionada, pronunció, declaró y definió como maestro infalible esta irrevocable sentencia: “LA BIENAVENTURADA Y VIRGEN MARÍA EN EL PRIMER INSTANTE DE SU CONCEPCIÓN FUE PRESERVADA INMUNE DE TODA MANCHA DE PECADO ORIGINAL”.

Frenéticos aplausos de la multitud subrayaron el momento y un rayo de sol escapado de las vidrieras de San Pedro vino a iluminar la persona del Papa, radiante de felicidad. Se ha dicho que en aquel instante PIO IX necesitó una especial gracia para no morir de dulzura por la impresión de la belleza Inmaculada de María.

Completó la obra coronando solemne e inmediatamente después de la definición la imagen de la Inmaculada de la capilla del Coro de San Pedro. Tal solemne acto quedó inmortalizado, por el pincel de Francisco Podesti en los frescos del Vaticano, pintados por encargo del mismo Papa de la Inmaculada.

BEATIFICACIÓN DE SU SANTIDAD EL PAPA PIO IX

Pio IX el Papa que proclamó el dogma de la Inmaculada Concepción es beatificado el 3 de Septiembre del año 2000 por su Santidad Juan Pablo II.

Ahora es elevado a la gloria de los altares no por sus definiciones dogmáticas ni por sus grandes realizaciones como autoridad suprema de los Estados Pontificios, y ni siquiera por sus actividades pastorales, sino sobre todo por que llevó una vida santa, por su profunda espiritualidad, a su espíritu mariano, como joven seminarista, como Sacerdote, como Obispo y como Pastor supremo de la Iglesia universal, y porque practicó las virtudes teologales y cardinales en grado heroico.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

CANTO A PIO IX

En el álbum de homenaje que la ciudad de Sevilla dedicó al Papa de la Inmaculada, Pío IX, en 1867 figura un hermoso cántico de la Madre Teresa de la Presentación (1890), Carmelita descalza y priora del Monasterio de la ciudad hispalense. De este cántico entre sacamos las siguientes estrofas.

Pontífice el más grande, a quién fue dado
los arcanos rasgar del Poderoso
al definir el dogma revelado
de María el misterio más glorioso.

¿Qué pecho fiel, al saludar rendido
del amo del cielo la mayor belleza,
no bendice a Pío IX, conmovido
célebre exaltador de su pureza?

Tu nombre vencedor de las edades
claro será en el siglo más lejano.
Por tu virtud, proezas y bondades
que embalsaman al sacro Vaticano.
¡Oh Padre universal, yo enajenada
beso tu santo pie con dulce anhelo
Bendígame tu mano consagrada
Y al Teresiano Bético Carmelo.

Es digno de notarse que si una Carmelita Descalza dedicó un poema a PIO IX, otra Carmelita Descalza ha sido protagonista de su beatificación, porque el milagro que ha servido para elevarlo a los altares se verificó el 1910 en la persona de la Hermana María Teresa de San Pablo, Carmelita Descalza del Monasterio de Nantes (Francia). A mayor Gloria de Dios.

 

 

 

 

BULA DE ERECCIÓN DE LA DIÓCESIS

“Pío Obispo, siervo de los siervos de Dios, para perpetua memoria el hecho. Por ello, singular consejo de Dios, que todo lo gobierna a su arbitrio ha sucedido ciertamente que cuando nos estábamos en la flor de la edad, hayamos podido visitar algunas partes de la América Meridional; y que en aquel breve espacio de tiempo que permanecimos allí acompañando al Legado Apostólico, mirando la extensión de las regiones, la distancia de las ciudades y las dificultades de los caminos, clara y manifiesta conocimos que el número de los Obispos no es proporcionado para apacentar y mirar un Cristo por tantas almas. Más, luego que Nuestro Señor y Redentor Jesucristo se dignó exaltar nuestra humildad para regir toda su iglesia, volvimos los ojos a cada una de las regiones de América, y nunca dejamos de promover de todos modos al bien y utilidad de aquellos Cristianos. Y como en la última provisión de la Iglesia de Quito, en el Gobierno de la República del Ecuador, hemos reservado a Nos o a nuestros sucesores una nueva demarcación, que debe hacerse en cualquier tiempo, de aquella extensísima Diócesis, oportunamente ha sucedido que el amado hijo Gabriel García Moreno, esclarecido Presidente de aquella república, haya añadido también sus súplicas, por medio de amado hijo Ignacio Ordóñez, Arcediano de la Iglesia Catedral de Cuenca, Protonotario nuestro de la misma República del Ecuador, Ministro Plenipotenciario ante esta Santa silla, para que concluyésemos este negocio, cuanto antes fuera posible.

Recibiendo con mucho gusto las preces del mismo Presidente, de común acuerdo concluimos un Concordato en el mes de Mayo del año pasado, para mirar por los derechos de la Iglesia en aquel Gobierno Ecuatoriano; y habiendo sucedido todo próspera y felizmente, para el libre ejercicio de la Religión Católica y para mejor administración de aquellas Diócesis, extensión de la Iglesia de Quito, por la separación de aquellos lugares, y también por la multitud de cristianos, tenga lugar ahora la demarcación arriba mencionada, y que por lo tanto separadas algunas Parroquias de aquella Diócesis se haya de instituir una nueva Iglesia Episcopal, y haya de llamarse Ibarrense. Acerca de lo que, pesadas maduramente todas las cosas, y recibidas con ánimo benigno las frases arriba mencionadas del Presidente de la República del Ecuador y bien reflexionadas todas las circunstancias, que habían de tenerse en cuenta, deseando mirar por el bien, honor y utilidad de los Ciudadanos Ibarrenses, y supliendo con la plenitud de la potestad apostólica al consentimiento de aquellos que tienen interés en ello, o presuma tener de cualquier modo, en virtud de estas nuestras Letras Apostólicas.

Más como la ciudad llamada vulgarmente Ibarra, se muestra recomendada por las peculiares y más oportunas prerrogativas y siendo plenamente digna, por esto la erigimos y elevamos al honor y gloria de la ciudad Episcopal, que ha de gozar en delante de todos y cada uno de los honores, derechos, gracias, privilegios y de todas las demás cosas que por derecho común gozan y disfrutan todas las otras Ciudades Episcopales de la República del Ecuador.

Y teniendo Ibarra el templo dedicado al Arcángel San Miguel, que está adornado de todos los requisitos necesarios y oportunos para esto, por tanto, suprimida antes y extinguida del todo cualquier dignidad Canónica peculiar suya, al instante elevamos este mismo templo al título, honor y privilegio de tal Iglesia Catedral así erigida retenga y guarde con cuidado la antigua invocación, como también la parroquialidad y cuidado de las almas, como más abajo se indicará.

Eríjase y constitúyase perpetuamente allí la silla, Catedral y dignidad para un Prelado Ordinario de aquella, llamada Ibarrense, que presida a la misma Iglesia Episcopal a la ciudad, a la Diócesis, al Clero y al Pueblo en el Señor, y que cuide de la Religión Católica, con mucha diligencia y la promueva, con los mismos derechos, privilegios y prerrogativas, de que debe usar, por ordenación de Dios, de los Sagrados Cánones y particularmente de los del Concilio Tridentino, y por las razones de las constituciones Apostólicas; como también por los pactos firmados de común acuerdo con el concordato celebrado entre estas Santa Silla Apostólica y el Gobierno de la República del Ecuador mandando al ejecutor Apostólico de estas letras, que de común acuerdo con el Presidente de aquella República ponga mucho cuidado a fin de que se le proporcione por el Gobierno Ecuatoriano un Palacio, que sea bien cómodo, y, en cuanto fuera dable, cercano a la Catedral, decentemente adornado con el ajuar oportuno, y que se entregue en libre propiedad al Obispo Ibarrense pro tempore para su residencia, la del Vicario General y también para la Cancillería Episcopal.

También cuidará con mucho empeño al Delegado Apostólico, que punto se establezca y se atribuya una libre dotación anual, bastante congra en particular con arreglo a las otras Diócesis de la República, para el Obispo, su Vicario Diocesano, gastos de la Secretaría y reparación del Palacio, como también para la fábrica de la Iglesia Catedral, para el Cabildo que se ha de regir, para el Seminario Conciliar que se ha de establecer; para los párrocos de la Diócesis que se ha de establecer y demás personas adictas al servicio de la Iglesia. La cual dotación, luego que fuere establecida conforme a lo dispuesto en el Concordato, entréguese a la Iglesia en perpetua administración y propiedad; y el Gobierno Civil en adelante no podrá por ninguna causa o bajo ningún título exigir razón alguna de los administradores de la Iglesia.

A más de esto, y a fin de que el Prelado Ibarrense tenga su Senado, que desempeñe su cargo según previenen los Sagrados Cánones y principalmente los del Concilio Tridentino y las otras Constituciones Apostólicas, y se dediquen al servicio de la Iglesia, a fin de que se mire por la mayor honra de la casa de Dios. En la misma Iglesia Catedral de San Miguel de Ibarra constituimos el Cabildo, que constará de doce Canónigos, dos de los que gozarán de la Dignidad, el uno Deán y el otro Arcediano; de los mismos Canónigos serán el Penitenciario, Magistral, Teologal y Doctoral: se incluirán además seis Beneficiados o Prebendados de segundo orden, que se llamarán Racioneros, como también seis Capellanes, los cuales todos, serán Canónigos, Beneficiados, Racioneros o Capellanes, estarán obligados a desempeñar con mucho cuidado y religiosidad el Oficio del Coro por alternativa de semana, exceptuando los días que deben concurrir todos. Además conservamos su primitiva parroquialidad a la Iglesia de San Miguel, elevada así al honor de Catedral estableciendo que el cuidado habitual de las almas pertenezca al Cabildo; pero el cual se ha desempeñar por un Párroco nombrado de entre los Canónicos, como se ha establecido en el Concordato para el nombramiento de otros Párrocos que se han de constituir según rito, el cual Párroco debe ser ayudado por Eclesiásticos idóneos, aprobados y designados oportunamente por el Obispo.

A fin que todo lo que hemos establecido arriba, y que no dudamos se observará plena y fielmente por el Gobierno Ecuatoriano, se llevará próspera y felizmente a cabo, constituiremos y designamos para Ejecutor de Letras Apostólicas al amado hijo Francisco Tavani, Prelado Doméstico Nuestro, Legado de la Santa Silla ante el Gobierno de la República del Ecuador, con la facultad de subdelegar, para la conclusión de este negocio, a otra persona constituida en dignidad Eclesiástica, al cual Nuestro Ejecutor y su Delegado les será permitido, tan solo en el desempeño de este negocio, ordenar, establecer y declarar, como también definir, estatuir y decretar, teniendo siempre presente el Concordato, todo aquello que conviene para concluir el negocio en cualquier parte.

Antes ordenamos que todas y cada una de dichas cosas sean siempre y perpetuamente firmes, válidas y eficaces, y que obtengan su más plenos e íntegros efectos; y que no sean de ningún modo comprometidas bajo cualesquiera revocaciones, suspensiones, limitaciones, derogaciones de igual o desiguales gracias u otras contrarias disposiciones tan Consistoriales, sino que sean exceptuadas, y cuantas veces ellas emanaren, otras tantas sean restituidas, devueltas y plenísimamente reintegradas o nuevamente concedidas bajo cualquier fecha que se elija.

Es nuestra voluntad, que a los asuntos y copias de las presentes letras, aún sean impresos, siendo suscritos y por la mano de algún Notario Público y sellado de alguna persona constituida en dignidad Eclesiástica, se le dé enteramente la misma fe en juicio o fuera de él, que se daría, si se presentasen estas mismas Letras.

A ninguno pues, sea permitido infringir o con temerarias osadía contraria esta página de nuestra absolución, excepción, desmembración, creación, asignación, constitución, orden subjeción, decreto, derogación y voluntad. Y si alguno presumiere atentarlo, sepa que ha de incurrir en la indignación de Dios Omnipotente y de sus Bienaventurados Apóstoles Pedro y Pablo.

Dado en Roma, en 29 de Diciembre, a los 1862 años de la Natividad del Señor y 17 de Nuestro Pontificado.

Lugar del sello de plomo. De las cuales Letras yo el presente Notario Apostólico saqué la copia, estando presentes como testigos los señores Pedro Alessandro y Pedro Azzuri.

S. S. LE PAPE PIE IX

 

 

 

 

 

 

 

ADMINISTRADORES APOSTÓLICOS DE LA DIÓCESIS

1. Administrador Mons. Domingo Antonio Riaño

En el mismo aúreo documento de la Bula, SS Pío IX, expresa: “designamos para Ejecutor de estas letras Apostólicas al amado hijo Francisco Tavani, Prelado Doméstico nuestro, Legado de la Santa Silla ante el Gobierno de la República del Ecuador, con la facultad de subdelegar, a otra persona constituida en Dignidad Eclesiástica, ordenar, establecer, declarar, estatuir y decretar… todo aquello que conviniere para concluir este mandato…” Al parecer no había un eclesiástico digno de confiarle empresa tan grande como era la de organizar la nueva Diócesis de Ibarra; por eso, hubo de esperarse dos años cuatro meses, después de la expedición de la Bula, para que el Sr. Tavani nombre administrador Apostólico al Obispo colombiano Domingo Antonio Riaño, a la sazón, emigrado en Quito, desde 1861, como secuencia de la persecución sectaria desatada en el Cauca (de la Unión Granadina) por el prepotente caudillo Tomás Cipriano Mosquera. Mons. Riaño era un Prelado de experiencia, abnegado, recto, dinámico, que había dirigido con acierto la extensa y poblada Diócesis de Antioquía. Se explica, entonces, que haya transcurrido dos años cuatro meses desde la expedición de la Bula (1862) para que Mons. Riaño se dedicara de lleno a la estructuración de la Diócesis, con plausible celo pastoral. A ese anhelo de formar sacerdotes de vocación y cultos se debió el primer administrador Apostólico, transformará el colegio San Diego en Seminario Conciliar, que estuvo bajo la administración económica y el control de estudios del notable ibarreño Don Miguel Oviedo, personalidad de vasta cultura religiosa, de desbordante caridad (en el más amplio sentido) y virtudes heroicas, que con justicia lo llamaron sus contemporáneos “el Santo Ibarreño”. También el Sr. Oviedo fue nombrado Síndico de la Catedral, cargo de significación eclesial en esta época.

La primera Iglesia Parroquial de la Villa de San Miguel de Ibarra, o sea la de San Agustín o Iglesia Matriz, fue elevado a la Categoría de Iglesia Catedral. Al respecto, en la Bula se determina lo siguiente: “Y teniendo Ibarra el templo dedicado al Arcángel San Miguel, que está adornado de todos los requisitos necesarios y oportunos… elevemos este mismo templo al título, honor y privilegio de Iglesia Catedral, así erigido retenga y guarde con cuidado la antigua invocación, como, también la parroquialidad…”

Esa primera Catedral, la Matriz de San Agustín, fue pulverizada por el terremoto, y la única reliquia que se ha salvado es el sello grabado en una plancha de acero con el que ese oficializaba los documentos diocesanos. Por eso, su clisé lo ponemos a consideración de nuestros lectores.
11 Administrador Apostólico
Fray José María de Jesús Yerovi
Alto exponente del sacerdocio ecuatoriano. Dejó una estela imperecedera de virtudes, prudencia y sabiduría en las notables responsabilidades que le confió la Iglesia y la Patria.
Quiteño de nacimiento, con la reciedumbre espiritual de los hijos notables que ha dado Quito, “Corazón y cerebro” de la nacionalidad. Se graduó el 6 de Julio de 1844 con brillantez de Doctor en Derecho Civil y Canónimo.
Su primer cargo público fue el de defensor de pobres, a los que se acercó con entrega total de servicio. Empero, seguía en su lama manteniendo intensa tendencia hacia la vocación religiosa, sentimiento que se cristalizo en un sugestionante episodio acaecido en Cuicocha, crisol transparente de hermosura telúrica, “agua para pensar, cristal cerrado”, como canta el poeta de la imbabureñidad, Padre Carlos Suárez Veintimilla. El flamante abogado paseaba junto a alegres amigos sobre el agua de la “gran soledad tranquila y muda “, en frágil canoa, que se hundió, de pronto, en instantes del ocaso cuando el sol arrebolaba intensamente hasta las aguas profundas del lago, el Dr. Yerovi al sumergirse entre las olas creyó ver en “ellas las hogueras eternas” al decir de su gran biógrafo Tobar Donoso. Y, entonces, ya a salvo, con reciedumbre incontrastable hizo el propósito de aceptar el “llamamiento divino al sacerdocio”.
Ordenado en 1845, ejerció la cura de almas en Guano y Pomasqui, pero insatisfecho por no encontrar ambiente propicio a sus anhelos de consagrarse a plenitud y en completa paz a la meditación y la práctica de virtudes capitales, logra ser nombrado en 1848, Capellán del Monasterio de Conceptas de Ibarra, que consiguió guiar con mano firme y prudente; proyectando, al mismo tiempo, una eficaz labor espiritual en la colectividad ibarreña, aquí el padre Yerovi cultivó excelentes relaciones con autoridades civiles, militares y eclesiásticas, y sobre, todo anota el Dr. Tobar Donoso, con el más ilustre caballero y político que tenía la ciudad, el Coronel Teodoro Gómez de la Torre. Por eso, salió electo diputado por la provincia de Imbabura. Integra, en Diciembre de 1850, la Convención Nacional, en la cual brilló en los de debates y comisiones para estructurar una nueva organización constitucional en la República.
Terminada la asamblea (1851) regresa a la Capellanía de Conceptas, decepcionado de la política y seguro de no tener aptitudes para desempeñar el rol de dirigente de una bandería partidista. Entonces, (1852) es nombrado Subsecretario de la Arquidiócesis de Quito. Y se aleja de Ibarra con hondo pesar. A poco, en ese mismo año (1852) la jerarquía eclesiástica lo designa Vicario Apostólico de la Diócesis de Guayaquil, donde “el sistema regalista patronal”, imponía una obediencia servil a las conveniencias del régimen estatal, por lo cual el sapiente y celoso Vicario, defensor de los derechos de la Iglesia, “había llegado al íntimo convencimiento de que dentro de las fórmulas y marcos del patrono no cabía la restauración espiritual en que había soñado con todos los ardores de su temple juvenil”
Por ende, renuncia a la Vicaría, “Varón de acrisolada virtud, santificado más y más por el dolor, enfatiza su insigne biógrafo, no quería sacrificar de ningún modo los intereses sagrados por aspiraciones personales o designios transitorios. Era un precursor. No podía proceder como los demás: estaba llamado a preparar los caminos por los cuales un nuevo sistema, encarnado en hombre genial y audaz como ninguno, había de llevar a la Sociedad espiritual a íntegra y estupenda restauración.
Entonces el ambiente eglógico ibarreño, donde la paz del campo se adentraba por los cuatro costados, hizo oír su llamada en el corazón del discípulo del Proverelo de Asís. Y pensó volver a la villa silenciosa y blanca” para dar pábulo a su creciente misticismo, para propiciar la hondura de sus meditaciones, su duro silencio espiritual y la recia labor de la austeridad y penitencias en la quietud de un soñador Oratorio Filipense, que pensaba establecer. Pero faltaron auspicios. Y tuvo que ingresar a la Congregación de San Felipe Neri de Pasto (en diciembre de 1854), donde adquirió fama de santidad y sabiduría. Empero, la persecución del autócrata Mosquera continúa y fustiga al Oratorio de Pasto; por lo cual ingresa a la Orden Franciscana de Cali, en Octubre de 1863.
El Pontífice Pío IX nombre a Fray José María Yerovi, Administrador Apostólico de la Diócesis de Ibarra, el 13 de Octubre de 1865, en reemplazo de Mons. Riaño quien muere en Quito, al año siguiente. Empero, había que averiguar dónde laborada el seráfico religioso. Y se encontró que estaba en Lima. Desde esa Capital realizó una verdadera odisea de humildad y virtud. Legó a Guayaquil casi de incognito, y desde Babahoyo hasta Quito recorrió a pie los tremedales de caminos de ese tiempo. “Tan humilde era su talante anota el Dr. Tobar Donoso, que logró en ocasiones engañar respecto de su alta calidad y merecer en cambio, manifestaciones de desdén”.
Un historiador colombiano anota: “El 2 de Noviembre de 1865, a las 7 de la noche y lloviendo, llegó a pie a Ibarra el Sr. Obispo Fray José María Yerovi”. Empapado por la lluvia, con los pies sangrantes, se alojó en el Seminario, luego de agradecer a quienes le habían esperado por varias horas.
No duró un año su administración: pero dejó la pluma sabia y castiza de su mejor biógrafo “estela de la vivísima, perfume perenne y celestial, sabor divino. La diócesis necesitaba comenzar así: pobre en bienes materiales, rica en los del espíritu, poderosa en influencia de santidad”.
Y así como llegó el humilde Francisco, regresó de Ibarra a Quito, para ser consagrado Obispo de Sidonia y Coadjutor del Obispado de Quito, con derecho a sucesión, el 5 de agosto de 1866. Fue preconizado Arzobispo después de que falleciera, en olor de santidad, el 20 de julio de 1867. Está en proceso su causa de Beatificación. Hoy, es Siervo de Dios.
Poco después de la muerte del egregio Obispo, el testimonio más sincero y fervoroso de sus virtudes excelsas lo escribía don Juan Montalvo en las páginas de “El Cosmopolita”, con diamantina forma estilística, desbordante de fervor y admiración para el arquetipo del sacerdote excepcional que le había inspirado el bello relato “El cura de Santa engracia”

 

III

 

 

 

 

 

 
ADMINISTRADOR APOSTOLICO
Mons. ARSENIO ANDRADE LANDAZURI
Al alejarse de Ibarra el santo prelado encargó el gobierno de la Diócesis a su Secretario y Dean de la Catedral, Canónigo Arsenio Andrade Landázuri, varón de probadas virtudes y recia personalidad que al paso de los años seria Vicario Capitular de la Arquidiócesis de Quito y Obispo de Riobamba.
Continuó la eficaz labor pastoral de su ilustre antecesor, pero, en el corto lapso de un año, hasta cuando fue nombrado en 1867 Obispo Residente de la Diócesis, el Ilmo. Sr. José Ignacio Checa y Barba

 

 

 

 

 

 

 
LOS OBISPOS TITULARES O RESIDENTES
Primer Obispo de Ibarra
Mons. José Ignacio Checa y Barba
El primer Obispo titular de Ibarra es figura cimera del Martirologio ecuatoriano.
Varón de ancho corazón y afincadas virtudes cristianas, Mons. Checa y Barba (nació en 1829) constituye brote genuino de las familias quiteñas de patricios, que lucharon por la emancipación bajo el lema: “escribe con sangre y veras que la sangra es espíritu”, Doctor en ambos derechos (civil y canónico) se distinguió por sus excelentes dotes intelectuales. Se ordenó en 1855. En Roma amplio sus estudios en la Academia de Eclesiásticos. La convención de 1861 (de acuerdo con el Concordado vigente) lo presentó para Obispo auxiliar de Cuenca, con residencia en Loja. Su consagración episcopal la recibió en la ciudad Eterna. Preconizado Obispo de Ibarra, en 1866. Arriba a su Diócesis el 28 de Abril de 1867, con su secretario, el sacerdote italiano Francisco Pigatti, su inteligente y dinámico colaborador. Sólo rigió su grey hasta 1868, cuando fue constituido en la egregia jerarquía de Arzobispo de Quito, como lo había pronosticado Mons. Yerovi.
Su labor episcopal fue múltiple y fructífera. Con García Moreno consagro al Ecuador al Sagrado Corazón de Jesús, trajo de Europa a las hermanas de la caridad para casas de salud y beneficencia, y la comunidad de Lazaristas para que dirijan los seminarios. Amplia seria la enumeración de sus obras a beneficio del pueblo. Culmina su periodo de bondadoso pastor, envenenado en el cáliz consagrado, un infausto 30 de Marzo, viernes Santo, de 1877, tragedia de caracteres sacrílegos, aún no esclarecida.

 

 

 

 

 

 
SEGUNDO OBISPO
Mons. ANTONIO TOMAS ITURRALDE GRANDE

 
Al separarse de su Diócesis Mons. Checa deja como Vicario Capitular a Mons. Francisco Pigatti. Pero había llegado la hora fatal del terremoto en Imbabura, la catástrofe más terrible del Ecuador en los tiempos históricos, el 16 de agosto de 1868. Huelga ponderar los caracteres y las connotaciones de ese espantoso trepidar de la tierra imbabureña, sacudida por una gigantesca descarga eléctrica subterránea, como lo sugieren García Moreno y Montalvo, una explosión atómica, diríamos ahora. Los anonadados sobrevivientes de la hermosa Ibarra pulverizada se fueron a refugiar en los llanos de Santa María de la Esperanza. Los hermosos templos fueron aniquilados y todo es muerte, dolor y lágrimas. Pigatti, y su secretario, ese ángel de caridad, el Dr. Mariano Acosta, prodigan cuidados espirituales a la angustiada gente.
El Vicario Pigatti va a Quito, y lo reemplaza el canónigo Javier Suárez, que no quiere abandonar sus lares nativos, ante la desolación imperante. García Moreno nombrad jefe Civil y Militar de Imbabura, con dinamismo inclinable fomenta la reconstrucción anímica y material de los pueblos de soldados, sumergidos en la miseria.
Entonces para comienzos de 1870, es nombrado Obispo de la Diócesis el Dr. Antonio Tomás Iturralde Grande, ambateño, de notables cualidades intelectuales y honda vocación religiosa. Había hecho estudios en Quito y Popayán donde se ordenó sacerdote. De regreso al país desempeñó importantes dignidades eclesiásticas. Consagrado Obispo, viajó enseguida a Santa María de la Esperanza, improvisada capital de Imbabura, donde tomó posesión de su Diócesis.
Durante 4 años, hasta el 28 de abril de 1872, los sobrevivientes anhelaron retornar a los queridos lares abandonados: empeño fomentado por García Moreno y el bondadoso Pastor Mons. Iturralde. Así en el histórico acontecimiento del retorno desempeña un papel vital el Segundo Obispo de Ibarra, y comienza la tarea formidable de reencarnar el prodigio del Ave Fénix en Ibarra y en los 30 pueblos imbabureños eliminados por la incontrastable fuerza de la naturaleza. Todo estaba por hacerse. EL prelado se multiplica y busca la dádiva caritativa de Obispos del Perú, Chile, Colombia, Francia y de gente bondadosa del país. Reorganiza el Cabildo Eclesiástico comienza la construcción de la Catedral, de iglesias, de conventos, de capillas, escuelas y colegios, claro que colaboran con el prelado insignes ibarreños como Mariano Acosta, Teodoro Gómez de la Torre, Manuel España, José Domingo Albuja, José Nicolas Vacas y muchos otros ciudadanos que generosamente dan su aporte a la gigantesca labor reconstructora. Como afirma el profesor Abelardo Morán: “largo seria enumerar las obras del país que llevan grabado el nombre de Ilmo. Sr. Iturralde. Ibarra le debe mucho… Él la ayudo en el resurgimiento a una vida según las exigencias modernas: él la ayudó a dar los primeros pasos de convalecencia; él la hizo ver en su naturaleza, en el cristal de los arroyos, en la esbeltez de los cocoteros, la pesada carga de tantas preocupaciones, han deteriorado la salud del Prelado. Por eso, ahincadamente, solicita el Papa que le revelase de sus graves responsabilidades. Pío IX acepta la renuncia, el 12 de Marzo de 1875. Había logrado encausar su extensa Diócesis, durante un lustro de fecundas labores.

EL TERCER OBISPO DE LA DIÓCESIS DE IBARRA
MONSEÑOR PEDRO RAFAEL GONZALES CALIXTO
El tercer Obispo de la Diócesis, Ilmo. Pedro Rafael Gonzáles Calixto fue un quiteño de un placero abolengo y de una humildad y sencillez dignas de un sacerdote ejemplar.
Para afianzar su vocación, hizo estudios en el Colegio Pio Latinoamericano de Roma y recibió los títulos de Doctor en Teología por la Universidad Gregoriana, y también su ordenación sacerdotal, en Septiembre de 1862. Por sus brillantes estudios y su clara vocación, el Papa Pio IX le otorgó los títulos de Protonotario Apostólico y Asistente del Solio Pontificio. A su retorno a Quito desempeñó en la Arquidiócesis importantes funciones, hasta la de Vicario General del Arzobispado. Preconizado Obispo de la Diócesis de Ibarra, el 29 de septiembre de 1876, recibió la consagración el 27 de Diciembre. Pocos días después, el 10 de Febrero de 1877, toma posesión de la Diócesis en la pequeña Capilla del Convento de la Merced, que sirve provisionalmente, de Catedral.
Su grey lo recibe con fervor y esperanza, pues sabe que es un Prelado de entrega total a su misión espiritual, y que continuará la reconstrucción de Ibarra y la Provincia, tan eficazmente fomentada por su recordado antecesor. Y así, sucedió enumerar: Mons. Gonzáles Calixto completó y amplió la ardua tarea lograda por Mons. Iturralde, de carácter religioso y material. Así, se puede enumerar: el Palacio y la Capilla Episcopal, terminación de la Catedral, el Hospital, cuya dirección confía al ilustre Coronel Gómez de la Torre, edificio para las religiosas de la Providencia, instalación del Colegio de Betlemitas, del Seminario, y de la Escuela de los Hermanos Cristianos; auspició la construcción de Iglesias Parroquiales, y de su peculio adquirió el terreno que lo entregó para panteón popular. Por 17 años gobernó la Diócesis con su fervorosa elocuencia, su ingénita Mansedumbre, su desbordante bondad, su afabilidad y sencillez, para con todos.
En Octubre de 1893, fue preconizado Arzobispo de Quito. Tuvo que afrontar la agresividad sectaria del liberalismo triunfante. Fue “El Arzobispo del Corazón de Jesús”, como insigne promotor de la Consagración del Ecuador a esta advocación universal.

CUARTO
SOBRE LA PERSONALIDAD DEL OBISPO DE IBARRA
FEDERICO GONZALEZ SUAREZ
Federico González Suarez, fue efectivamente, un hombre superior.
Nació el 12 de Abril de 1844.
Este ecuatoriano singular, merece un lugar especial en la memoria del Ecuador de hoy, sobre todo en las actuales generaciones
SUS PRIMEROS AÑOS
Un día de primavera de 1844, el 13 de Abril, nació Federico, en el hogar de Manuel María González, natural de Colombia, y Doña María de las Mercedes Suárez, Quiteña.
Muy pronto, a los cinco años apenas comenzó su infortunio, Don Manuel María enfermó repentinamente. El pequeño González Suárez quedó huérfano, gracias a los empeños de su madre pudo avanzar.
Aros 7 años ingresó a la escuela de Santo Domingo donde aprendió sus primeras letras. Sobre las dificultades de estos primeros años escribió más tarde en “Memorias intimas” Los trabajos que entonces padecimos y la severa moralidad de nuestras costumbres, fueron parte para yo formar mi carácter”
VOCACIÓN RELIGIOSA
Después de meditar sobre su futuro y el de su madre, ingresó en el Seminario de San Luis de los Jesuitas, pero su incorporación a la Orden se vio obstaculizada al principio. En sus Memorias dice que ingresó a la Compañía para solucionar el conflicto de su angustiosa pobreza, ya que “sus estudios anteriores los había hecho a meced de la caridad”.
En la Compañía de Jesús estuvo diez años, “Mi paso por la Compañía fue decisiva” diría más tarde, porque allí adquirió los conocimientos de latín y el fervor de la investigación científica y literaria.
Según el propio González Suárez el único motivo para dejar la Compañía fue su madre. No podía dejar morir al ser más querido de su vida. Se entregó al Clero Secular.
En Cuenca recibió las Ordenes Sacerdotales. El doctor Esteves de Tora, Obispo de Cuenca, al conocer los méritos de González Suárez le nombró Secretario de la Curia y luego Canónigo de la Catedral.
ELEVADA CULTURA
La ciudad de Cuenca dio a González Suárez el ambiente apropiado para su desarrollo intelectual. Realizó estudios históricos, arqueológicos, literarios, sobre la organización y disciplina del Cerno, la doctrina y, sobre todo, actuó activamente en materia política: Fue senador, y diputado en varias ocasiones, consejero de Estado, profesor de Colegios, universidades y miembro de academias e institutos científicos e intelectuales en el Ecuador y del Exterior.
El 8 de Diciembre de 1895,en la Catedral de Quito, recibió la unción episcopal, el cuarto Obispo de la Diócesis de Ibarra, Mons. Federuco González Suárez, uno de los mayores líderes de la Iglesia Católica Ecuatoriana y el más notable y el más notable exponente de las ciencias y las letras del Ecuador en lo que basa este siglo. Su personalidad estaba ya signada con la aureola del Sacerdote de grandes virtudes, sabio historiales, orador sagrado insigne, funcionario de acrisolada honradez y servidor eficaz de los intereses del pueblo ecuatoriano. Entonces el júbilo de Imbabura fue desbordante en el recibimiento de su eminente prelado, el 12 de Diciembre. Rigió la Diócesis con mano firme, luminosa sapiencia y con claro sentido de servicio a la Iglesia y al Ecuador. A lo largo de una década de crisis política, económica, cultural (I895—1906) impuesta por el liberalismo y su caudillo Eloy Alfaro. Huelga decir que el Obispo de Ibarra centró en su autoridad y valía de contamos nacionales todos los primeros años de cambio doctrino de la estructura y las relaciones de la Iglesia y el Estado. Pero estos asuntos que han sido objeto de muchos ensayos y libros, siguen aún cuestionados y no han alcanzado un cabal esclarecimiento obviamente, en estas notas, tenemos que ofrecer una síntesis apretada de la enorme labor que desplegó. El egregio Pastor.
Ibarra iba creciendo, día a día, al impulso de sus hijos, del apoyo del empeño de sus hijos, del apoyo gubernamental y del exterior, de la entrega de sus prelados para recular la pérdida valía urbanística, y singularmente, su prestigio de ciudad de mayor espiritualidad y cultura del norte ecuatoriano. Se estaba cumpliendo, mediante esfuerzos indeclinables y sacrificios sin tasa,, lo que había sustentado sus probo y en el año 1872:”Destruida Imbabura y su capital, no mano de García Moreno no le hubiese ofrecido su apoyo “Y muchos hábiles e ingeniosos albañiles seguían elaborando el nuevo plano de la ciudad de sesenta y cuatro manzanas rectilíneas, trazado por el Ing. Arturo Reyes, y con la dirección de los aficionados en el arte de la Arquitectura, Sr. Don José Domingo Albuja, Dr.Mariano Acosta, a quien se debe la edificación de los notables edificios, con el tiempo, orgullo de Ibarra. Se trabajaba a ahincadamente, a lo largo y lo ancho de las amplias y bien delineadas vías, en el ahondamiento del Ajaví, en el drenaje de los húmedos suelos del área Citadina, en el empedrado de las anchas calles y plazas.
A esa tarea se unió el Ilustre Historiador, vitalizando con un amplio plan de formación espiritual cristiana de fondo en los estamentos sociales, Clero, niñez, juventud, congragaciones religiosas, agrupaciones artesanales, con apoyo de comerciantes, profesionales, terratenientes, acción fecunda y coherente en el contexto ambiental y emotivo, de una colectividad que se levantaba desde la postración más lamentable. Con su rica y cálida palabra capta la voluntad de todos: Y así despierta en la juventud vocaciones religiosas, cuya atención le obliga a crear un Seminario Mayor. “San Joaquín” que elabora en el Palacio Episcopal. También enseña en el San Diego, a cuyas aulas asisten alumnos de Imbabura y Carchi, algunos de los cuales, como Carlos Emilio Grijalva serán notables hombres de ciencia.
Y recorre los largos caminos de la Diócesis en visitas pastorales de fecundas consecuencias. Y sostiene polémicas de resonancia nacional ante la agresión del aforismo machetero. Disciplina al Clero y les traza las pautas de una conducta cristiana y patriótica; escribe libros luminosos de ciencia y estética literaria; forma un Arica y variada Biblioteca con las obras más admirables de la actualidad, (que la entrega a la Curia); pone valla a la vorágine política que se genera tras la frontera del norte; es director de mucha gente que busca la superación y la santidad, como Nicolasa Fierro Rosero, mujer de superiores virtudes, consejera y Maestra de Mercedes Molina.
El sabio historiador auspició la celebración del tercer centenario de la fundación de Ibarra, con eventos de notable valía.
El Obispo de Ibarra iza el estandarte de la doctrina de la Iglesia, ante el estado furor sectario, en su famosa carta a su Vicario, el benemérito canónigo a Alejandro Pasquel Monje, documento básico para todos los tiempos. Y como la crisis nacional reclamaba un gran lidere Papa Pio Eleva a monseñor González Suárez a la categoría de Arzobispo de Quito, ante cuya grandeza de merecimientos se inclina o enmudecen hasta sus más soberbios adversarios.
QUINTO OBISPO DE LA DIÓCESIS DE IBARRA
MONSEÑOR ULPIANO PÉREZ QUIÑONEZ
El V Obispo de la Diócesis fue un sobreviviente del terremoto de Ibarra, acontecimiento excepcional que siempre recordaba Mons. Pérez Quiñonez. En esa infausta fecha,16 de Agosto de 1868,el padre del Prelado, Sr. Luis Pérez Pareja, y su hijo Ulpiano, niño de 5 años, pernoctaban en Otavalo. Mientras el Sr. Pérez murió bajo los escombros producidos por el sismo, su hijo se salvó, providencialmente. Siendo aún escolar, el sensible huérfano, sintió la llamada a la vida religiosa; por eso, estudió sin bacilar plasmando su vocación, hasta que se ordena sacerdote en el Seminario Mayor de Quito, en Septiembre de 1887.A poco fue enviado a Roma para que enriqueciera sus conocimientos eclesiásticos en El Pio Latino Americano, donde se doctoró en Derecho Canónico. De regreso a Quito el Arzobispo González Suárez le confía delicadas misiones. Pero adquiere notable prestancia en el ambiente capitalino por su vasta cultura, su fervor religioso, su celo en la cura de almas y, sobre todo por su elocuencia sugestionaste al servicio del pueblo, agobiado por la prepotencia del régimen liberal. En Agosto de 1907 es designado Administrador Apostólico de la Diócesis de Ibarra; mas, poco, después es consagrado Obispo Residencial. Tarda unos meses en tomar posesión de su Diócesis. Empero, su primer acto Administrativo es el de confiar en la Vicaria General al distinguido Canónigo Alejandro Pasquel Monje, a quién confía “La posesión real y efectiva del Obispado”. Adviene su arribo a la Capital diocesano, en medio del alborozo hondo, y sincero de su grey. Enseguida se pone al tanto del ambiente y comienza a trabajar sin descanso; porque aún había mucho que hacer, que realizar proyectos de sus antecesores, que auspician la plasmación de la arquitectura citadina de Ibarra, que ya había tomado características que la iban unimismando al entorno telúrico, al primigenio ambiente del paisaje de su nicho ecológico, terrígeno, de típicas y singulares condiciones estéticas, afortunadamente, la colectividad al soportar el dantesco impacto del terremoto y afrontar las proyecciones del trauma consecuente, había conservado los lineamientos anímicos, genuinos de la Ibarreñidad. Tenacidad, tradición, unidad, orgullo colectivo peraltado hasta en lúcida autovaloración, con digna de la hermosura del medio constituían el hontanar fecundo de acción, surgido en la comunidad sociocultural de la nueva ciudad, después de su segunda fundación, a raíz del Retorno. Como con aguda visión enfatizara Ricardo Cornejo Rosales, al escribir su interpretación de la ibarreñidad;”Solamente así se explica como una ciudad borrada por las furias del terremoto pudo recobrarse, pudo resurgir, pudo rehacerse, pudo levantarse más hermosa, más clara, más linda, más ataviada para orgullo nuestro y ejemplo de generaciones. Es el milagro de la unidad, es la virtud secreta que tiene esa fuerza que se llama la tradición, y que se sirve no solamente para mantener a los pueblos, si no para rehacerlos, para conservarlos, poniéndose inclusive a los avatares del destino y a los designios de la naturaleza. “La cuidad es más que las casas, las calles, y las personas; la ciudad es un inmenso código que espera ser descifrado”, y en esa labor imponderable, la Iglesia ha sido moderadora de la Ibarreñidad descifradora del alma profunda, de nuestro pueblo.
Al Obispo, sobreviviente del terremoto le debemos: La terminación de ese Claustro de silencio y Oración, El Carmen, cuyas religiosas se instalan en su residencia terrestre, después de haber pasado bajo el techo patriarcal de la casa del Ilustre Ibarreño Dr. Víctor Gómez Jurado.
La Catequesis en las parcialidades aborígenes, que escuchan en su idioma nativo, la Doctrina del Evangelio; la edificación de Iglesias en Parroquias en Imbabura y Carchi con la planificación personal del Pastor, de amplios conocimientos arquitectónicos y artísticos, como se evidenció en el Altar Mayor y el Baldaquino que entregó a la Catedral como un presente de agradecimiento en la Divina Providencia, al cumplir las Bodas de Plata Sacerdotales en Septiembre de 1912.
Pero el mayor logro de su labor pastoral consistió en la entrega de San Diego a los educadores Lazaristas, cuya venida consiguió en París, el regreso de su Visita AD LIMINA en Roma. Con la alta y eficaz tarea docente de los hijos de Vicente de Paul (1915) se inicia una auténtica edad de oro delas Diócesis de Ibarra y Carchi, porque San Diego se transformó en el centro educativo vital del norte ecuatoriano; en cuyas aulas cuajarán la vocación de Obispos, Religiosos, artistas, escritores, prez de los pueblos dela Diócesis.
En Diciembre de 1916 fue trasladado a la Diócesis de Riobamba.
SEXTO OBISPO DE LA DIÓCESIS DE IBARRA
MONSEÑOR ALBERTO MARÍA ORDÓÑEZ CRESPO
El VI Obispo de la Diócesis de Ibarra, dinámico continuador de la múltiple labor de Mons. Pérez Quiñónez, fue el ilustre cuencano Mons. Alberto María Ordóñez Crespo. Su tío, el Arzobispo de Quito, José Ignacio Ordóñez, lo llevó a Roma, cuando apenas tenía 12 años, para que realizara los estudios secundarios y superiores en el colegio Pio Latino Americano, fundado por el Papa Pio IX,para la educación episcopal de jóvenes Hispanoamérica.
Ordenado Sacerdote en 1896, tadavía permaneció en Roma por 4 años estudiando y en espera de los acontecimientos que se producían en su Patria, bajo el dominio de la revolución alarista y la persecución de la Iglesia.
Graduado en la Teología y Derecho Canónico, el Joven sacerdote regresó al país en 1900.
Entonces la situación de la Iglesia era crítica ,pues arreciaba al aforismo machetero y sectario en ataques incalificables y en la expulsión de los Prelados que afrontaban las agresiones. No había Prelados el Guayaquil, Cuenca, Loja, Riobamba, Manabí e Ibarra. El egreso líder espiritual, Arzobispo de Quito, Mons. González Suárez, se encontraba solo, rodeado en su palacio de la fuerza prepotente de los fusiles. Pero la reciedumbre de su personalidad sacerdotal y de sabio y patriota no se doblegó a las mezquindades de los políticos que pretendían imponer (por el llamado Patronato) el nombramiento de sedes vacantes. El eximio Arzobispo historiador escogió a esclarecidos sacerdotes para cargas de tanta responsabilidad.
Así, fue preconizado en Roma, en Diciembre de 1916,Obispo de Ibarra, el Teólogo Alberto María Ordóñez Crespo, cuya consagración se realizó en la Catedral de Cuenca, en Octubre de 1917,Fue recibido en Ibarra, el 7 de Diciembre, en un ambiente de fervor y esperanza.
Catorce años de fecunda labor pastoral, hasta 1932 cuando es trasladado a Riobamba. Su gobierno de trabajo tenaz, eficaz, en múltiples campos de quehacer espiritual y material de la Diócesis, ha dejado recuerdos inmarcesibles: la amplia y funcional escuela de los Hermanos Cristianos Doña Rosalía de Fierro y el destacado caballero Don Darío Egas Grijalva, la ampliación y el segundo piso de Palacio diocesano, realizadas bajo la dirección del sabio maestro José Domingo Albuja, el establecimiento de los religiosos franciscanos para el culto de la Iglesia de El Jordán en Otavalo; las Misiones de los Padres Carmelitas en el Oriente del Carchi; sus cartas pastorales saturadas de unción religiosa, lucida doctrina y en estilo de la más armoniosa tesitura castiza.
La racha liberal se había amainado en los gobiernos de turno, después de la hoguera bárbara el Ejido, el año 12.Sensibles mandatarios habían limado asperezas con el Episcopado. Así se entiende el que el Obispo de Ibarra sea la figura descollantes en las mingas y en la inauguración del tal esperado ferrocarril
Quito-Ibarra, el 17 de Julio de 1929, bajo la presidencia del Dr. Isidro Ayora.
Los pueblos desbordan de dinamismo y hasta del orgullo por el progreso alcanzado (como decían) con la inauguración de la “Obra salvadora”.
En solemne misa campal ante enorme multitud, Mons. Ordóñez, con palabra vibrante realizó la virtud del patriotismo,fraterno de las virtudes cristianas.

SEPTIMO OBISPO DE LA DIÓCESIS DE IBARRA
MONSEÑOR ALEJANDRO PASPUEL MONJE
El preclaro y admirado sacerdote Alejandro Pasquel Monje, fue el VII Obispo de la Diócesis. Brote de una familia de fervorosa alma cristiana, entrañablemente arraigada en la sabia de virtudes de la Ibarreñidad, atesoró en su ancho corazón todas las calidades de su estamento social y su retranco nativo. En su hogar florecen la poesía, la cultura, el don de gentes y las sinceras vivencias religiosas, inspiradas de Jesucristo paradigma de bien, bondad y belleza, Había nacido en Santa María de la Esperanza-el 31 de Octubre de 1869,y recorrido el devenir ibarreño, desde los años del Retorno hasta que la Ibarra desaparecida recuperaba su imagen, como el prodigio del ave Felix, con la maduración espiritual de la primera generación, así al final del siglo XIX, plasmada en la Escuela y el Seminario San Diego. Estudia Tecnología en Quito, pero lo Ordena Sacerdote en Ibarra, el Obispo Ordóñez Calixto, en 1893.Declaró talento, natural donde gentes, carisma sacerdotal, desempeña con dinamismo cargos administrativos que le confían sus Prelados, Ejerció la docencia como profesor y Rector de San Diego y del Seminario Mayor San Joaquín, que fundara Mons. González Suárez. Y desempeño con eficaz brillantez la ardua función de Vicario General de las administraciones de los Obispos González Suárez y Pérez Quiñónez y Ordóñez Crespo.
Cuando el gobierno del egregio González Suárez, el nombre del Canónigo Pasquel Monge alcanzó prestancia nacional e internacional por la famosa carta del famoso del Obispo a si Vicario, documento de trascendental valía histórica, en el cual el eximio líder espiritual plantea tesis fundamentales sobre las relaciones de la Iglesias y el Estado, dirigido por regímenes de espiración liberal radical. El Vicario Papel en carta de contestación a su Obispo, acepta plenamente el criterio de separar al clero de las luchas políticas y a la Iglesia a la intervención del Estado, Esos preciosos testimonios(las dos cartas) se guardan en el Archivo de Oro del Colegio Nacional “Teodoro Gómez de la Torre”.
Pero el alto signo de sus ejecutorías de talentoso administrador de la Diócesis, se afianza en su caridad sacerdotal, su dinamismo pastoral, su sincera entrega a servir a los obreros, los necesitados, los sectores artesanales y el pueblo, orgulloso del sentimiento patriótico cuando lo requieren los mensajes del progreso. Por esos justos méritos que aureolaban la venerable personalidad del Sr. Vicario General, el 21 de Marzo de 1932,día de la toma de posesión canónica de la Diócesis, fue una genuina jornada de regocijo del alma Ibarreña, que ascendió al ser de la más sincera y cristiana satisfacción el 29 de Junio, por la consagración episcopal de la catedral de Ibarra, de manos del Sr. Arzobispo de Quito Mons. Manuel María Pólit Lazo con la asistencia de los Sres. Obispos de Guayaquil, Carlos María de la Torre y de Riobamba, Alberto María Ordóñez Crespo, a quien dignamente remplazaba el nuevo Prelado, Ibarreño por todos los costados.
El nuevo Obispo galvaniza el vasto quehacer religioso, cultural, cívico de la extensa Diócesis, cuyos pueblos anhelan intensamente el cumplimiento de esa relegada finalidad de la función de la Villa de Ibarra la salida al Océano y el acercamiento a Panamá. Por eso su palabra encendida de amor terrígeno hace vibrar a las multitudes de mingueros de todo norte-ecuatoriano, sin distingos de condiciones sociales. Y es el insigne patricio, el caudaloso orador, el conductor espiritual, quién derramó su efluvio de sentimientos que remecen la voluntad de los pueblos.
Ibarra fincaba en su Obispo, ciento por ciento cristalización de la ibarreñidad, mil esperanzas, Pero los inescrutables designios de la Divina Providencia pusieron implacable guadaña sobre la existencia del Ungido del Señor, que, a corto plazo de su labor Episcopal, fue agobiado por mortal colapso en su deteriorada salud.
Falleció el 18 de Septiembre de 1934.
OCTAVO OBISPO DE LA DIOCESIS DE IBARRA
MONSEÑOR CESAR ANTONIO MOSQUERA CORRAL

La figura del VII Obispo de la Diócesis, Mons. Cesar Antonio Mosquera, aún permanece en las pupilas y en el corazón de muchos de los Imbabureños y Carchenses; testigos del fructuoso, dinámico y vasto quehacer espiritual que desplegó a lo largo de 18 años. Dejando una estela inmarcesible de los caminos de las dos hermanas Provincias y de su personalidad multifacética de paternal líder. Su notable experiencia de párroco y Vicario General en la Diócesis de Bolívar, le concedía una enorme prestancia de Pastor.
Exactamente, a los dos años de la muerte de Mons. Pasquel, o sea el 18 de Septiembre de 1936, era preconizado por Pio XI como Obispo de Ibarra, Mons. Mosquera. Pero recién en enero en el año siguiente, 1937, toma posesión canónica de la Diócesis por medio de su apoderado, Sr. Deán, canónigo Elías Liborio Madera. El 24 de Enero, fue consagrado en la Colonial Catedral de Riobamba en pomposa ceremonia eclesial y en una serie de eventos en los cuales la sociedad mostró su honda admiración para el nuevo Prelado y sus preclaras virtudes y ejecutorias. El 30 de Enero, el esperado Pastor llegaba a Cajas, rodeado de numeroso, comitiva de gente Riobambeña e Imbabureña. Luego inicia su peregrinaje a lo largo de los pueblos del cantón Otavalo, en medio de un desbordante fervor religioso y de civismo. Enseguida pasó al cantón Cotacachi, y las parroquias del actual cantón Ante. Parar el primero de Febrero arriba, el esperado Astor, en honra de la tardea Ibarra en medio de aclamaciones del pueblo, de las instituciones sociales, culturales obreros, estudiantes…
Un nutrido programa de muchas manifestaciones de alegría por el fausto acontecimiento se desarrolla ante la presencia del Prelado, que todos admiran y quieren conocer. Ese primero de febrero fue de 1937 fue de pleno regocijo. Y en varios eventos Mons. Mosquera hizo escuchar su sencilla, elocuente, efusiva, empapada de amor paternal para su grey y reiteró su actitud de Pastor para el cual no había distinciones de clases, por ningún motivo.
Empero lo que tiene singular valía es la labor episcopal del egregio VIII Obispo de Ibarra. Fue el propulsor insigne de las misiones, la educación católica, el acercamiento al pueblo, al indio, a los marginados cuando recién se iniciaban los proyectos por la suerte de esos estamentos sociales. Más que las cartas pastorales, fomenta llevar el mensaje cristianos en misiones que organiza con dinámicos sacerdotes. Y muchas veces recorre hasta las zonas apartadas de las dos provincias que integran la Diócesis, derramando, no solo bendiciones, sino sus bondades sacerdotales, de intensa preocupación por la salud espiritual de los pueblos. Y se acerca al indio, por medio del quechua que domina, Su extraordinaria memoria le facilita tratar con todo tipo de personas, de las que no olvida el nombre. El Obispo misionero afianza sus plantas de apóstol en la desolación de los páramos, de los valles áridos, de los montes malsanos y lejanos.
Fue Mons. Mosquera el Obispo de la Educación. El, con la visión de futuro fundó el Colegio Sánchez y Cifuentes. A su dinamia se debe la apertura de escuelas católicas en varias ciudades y parroquias diocesanas.
Los 18 años de labor pastoral intensos y fecundos los impregno de su señero carisma sacerdotal, de su sencillez ingénita, de su humildad vivencial. “Su presencia llenaba el corazón de todos sus hijos espirituales”, decía un ciudadano cuando se lamentaba la separación del Obispo también auspició, con su visión objetiva y su tenacidad misionero proverbial, todos los proyectos y las obras de desarrollo comunitario. Ferrocarril al océano, vías de comunicación, provisión de agua potable, luz, servicios de salud. Ho hubo obra de importancia en la que estuviera la palabra de aliento de Mons. Sr Mosquera. A fines de Mayo de 1950, Mons., viajó a Roma para asistir a la Canonización de (8 de Julio)de nuestra compatriota.
Mariana de Jesús. Un grupo de Ibarreños estuvo presente en el acontecimiento. A propósito hay que recordar un valioso hecho histórico que los consigna el ilustre investigador Mons. Elías Liborio Madera: “Fueron de los primeros pobladores de Ibarra, los hermanos de Mariana de Jesús. Tomas de Paredes, María Flores de Paredes, Juan de Paredes, y aquí formaron sus familias. Parientes suyos se establecieron en Caranqui y Otavalo. Aquí estuvo, a lo menos, ocasionalmente su hermana Petronila. Su mismo cuñado Don Cosme de Caso y su esposa Doña Jimena, después de la muerte en su angelical prohijada, vendieron sus propiedades de Quito y se establecieron en la nueva Villa cuya hermosura atraía rápidamente nuevos colonos españoles.
En Agosto de 1954 fue nombrado Administrador Apostólico de Guayaquil. Y en 1956, Pio XII, elevó esta Diócesis a Arquidiócesis Metropolitana, y Sr. Mosquera es designado primer Arzobispo de esa importante zona de Ecuador. El alejamiento de Mons. Mosquera produjo un gran impacto en todos los pueblos, que lamentaros sinceramente del suceso. La despedida del Prelado fue un evento de duelo, pues, como decía Mons. Manuel Fernández Córdova, captado el afecto filial, la admiración, la adhesión inquebrantable, la gratitud y el reconocimiento de su clero y de sus diocesanos que los miraron siempre como Pastor y Padre, a quien la Divina Providencia eligió para el acertado gobierno espiritual de nuestros pueblos cristianos.
Cuando ya en el retiro soledoso de venerable ancianidad, un diario guayaquileño preguntó al emérito Arzobispo, sobre los más delicado, fervoroso y sincero que le había dicho al alejarse de las Diócesis que había administrado, afianzo con su idiosincrática sencillez: “Carta al Pastor que se aleja”; el 21 de noviembre de 1954, suscrita por Licenciado Vidriería (el mismo autor de esta reseña). Esa epístola dice así:” Y os habíais de quedar entre nosotros transustanciando en recuerdo luminoso, como el sol que navega trasponiendo las cimas de los Andes en la admosferdiáfana nos deja el fulgor irisado de sus lumbres y la visión de su imagen. “Y os habíais quedar a la manera del Padre que se aleja: en presencia inefable que conforta y se la siente por doquier se ponga el corazón cuajado de añoranzas…
“Y os habíais de quedar en nuestras crónicas, entre el coro de epónimos que elevan su hosanna inmortal a la ciudad querida…
“Y os habíais de quedar aquí, en espíritu, cual otro Nazareno, bajo el azul turquino de este fanal perenne, cerca muy cerca, de la fecunda terrenidad que os viera esconder las semillas, que a esta hora todas son florecidas…
“Y en adelante se dirá el nombre vuestro entre el de aquellos que blasonan del solar Ibarreño muy hidalgo y leal: entre los infatigables forjadores del progreso tangible, entre los, entre los nobles, suscitadores de cultura, entre los forzados misioneros con fe de taumaturgo que levanta montañas, entre los sabios pastores de exquisiteis jesucristina que unge el alma de todos, entre los vigilas animosos del rumbo espiritual de nuestras gentes: allí estará el nombre vuestro, está ya, lo esculpisteis con signos perdurables de blancura eucarística de virtudes y en rojez impoluta de bondades.
“Y mientras plantas peregrinas recorren por los cármenes floridos que manso lame el caudaloso Guayas”, llegará el pecho vuestro, siguiendo la estela del recuerdo, la ola rumorosa, y salobre de nuestra queja doliente.
“Y aquí, junto al panal dorado que vuestro corazón labró con miel de anhelo y sacrificio, cuidaremos la nívea tersura de vuestro claro nombre paternal…
“Y si el periplos trae, nostálgica gaviota que toma a su proficuo de mística unción, hallareis vuestro nombre por doquiera, flotando de corazón y de memoria”.

 

 

 

EL NOVENO OBISPO DE LA DIOCESIS DE IBARRA
MONSEÑOR SILVIO LUIS HARO ALVEAR
El IX Obispo de la diócesis nació en Penipe- Chimborazo – en 1904. De despejado talento y clara vocación religiosa, estudio en el colegio San Felipe de Riobamba y en el Seminario Mayor San José de Quito.
Fue ordenado sacerdote en junio de 1929. Ejerció el ministerio parroquial en poblados rurales, donde aprendió el quechua. También se dedicó a investigaciones históricas y arqueológicas del área aborigen de los puruhaes. Su notable afición científica lo llevo ha realizar estudios en la Universidad de Lión, en Francia. A su regreso, en Riobamba se dedica al cultivo de la historia, las letras y la arqueología. Por eso, a lo largo de su vida escribe libros de historia, arqueología, poesía, que le valen distinciones, condecoraciones y prestigio. Empero, mantiene una dinámica labor sacerdotal.
En 1950, el Papa Pio XII, le nombra Obispo Auxiliar de Guayaquil. Luego, para 1955, es Administrador Apostólico de El Oro. Y en Mayo, del mismo año, es nombrado Obispo Residencial de la diócesis de Ibarra, que la gobierna por 25años. En 1980, al cumplir 75 años edad, de acuerdo a disposiciones de la Santa Sede se retira de las labores pastorales, y se radica en Quito, donde muere en 1983.
Extensa, larga y ardua fue la obra lograda por Mons. Haro, singularmente en lo que atañe a educación. Influyó en el pueblo por intermedio del apostolado de comunidades religiosas y asistencia social, de enseñanza de artesanías, de apertura de actividades culturales de acuerdo con los postulados del Concilio Vaticano II, en el que tuvo intervención honrosa para la iglesia ecuatoriana.
La diócesis se benefició con la fundación del Instituto Campesino, y la instalación de las Religiosas Salesias (de Italia), cuya labor, favor de las áreas marginadas ha sido muy positiva. También consigue, para fines misioneros, instalar los Padres Agustinos y a los Salesianos, que se hicieron cargo del Colegio “Sánchez y Cifuentes”.
Dado el notable crecimiento poblacional del Carchi, la Santa Sede crea la diócesis de Tulcán, en 1965, siendo su primer Obispo Mons. Luis Clemente de la Vega.

DECIMO OBISPO DE LA DIOCESIS DE IBARRA
MONSEÑOR JUAN LARREA HOLGUIN

El X Obispo de Ibarra, Mons. Juan Larrea Holguín, es una personalidad de reciedumbre espiritualidad y acrisoladas virtudes que recibió como precioso legado de su Padre, el sabio historiador y eximio diplomático Don Carlos Manuel Larrea.
Nació en Buenos Aires, en agosto de 1927, cuando Don Carlos Manuel representaba con lucimiento a Ecuador ante la Argentina.
DE brillantes capacidades intelectuales, fue alumno fundador de la facultad de Jurisprudencia de la Universidad Católica del Ecuador. Graduado asciende a la docencia en Derecho civil en las mismas aulas universitarias. Durante una década ejerce la profesión con notable éxito. Empero obedece al llamamiento Divino y en Roma estudia Teología, Derecho Canónico y más disciplinas eclesiales. Es ordenado sacerdote en Roma en mayo de 1962. Por su eficacia de conocimientos y experiencia en el campo diplomático, presta valiosos servicios en la Junta Consultiva de Relaciones Exteriores y también enseña Derecho Internacional y derecho Civil en PUCE.
El 17 de mayo de 1969 es consagrado como Obispo Auxiliar del Arzobispado de Quito. Luego en 1975, es nombrado Obispo Auxiliar de Mons. Haro, con derecho a sucesión. En efecto, el 29 de junio de 1980 asume el gobierno de la diócesis de Ibarra. Mons. Larrea es autoridad acatada en derecho Civil, constitucional e Internacional. Ha escrito numerosos tratados, ensayos, conferencias, artículos, en esas materias. Miembro de academia: ha recibido altas distinciones honorificas como pocos juristas ecuatorianos. Es la cifra, acaso la más alta de la jurisprudencia en el Ecuador.
Empero, lo que más interesa en esta breve reseña es su labor pastoral.
Desde las publicaciones didácticas de catequesis en la prensa local, hasta el fomento eficaz de la educación, en un amplio programa de realizaciones le debe la diócesis a este ilustre Prelaso. Así, fundó el seminario Mayor “Nuestra Señora de la Esperanza”, en cuyas aulas se han fomentado excelentes vocaciones, que están llenando la carencia de sacerdotes no solo en Imbabura sino en todo el país. Su labor de difusión de las enseñanzas del Evangelio y del nuevo catecismo fue notable, a través de las páginas de “La Verdad”. Eficaz colaborador de Mons. Haro, continuó sus labores pastorales con celo indeclinable, ampliándolas y actualizándolas, como requiere el tiempo y el ambiente en estos últimos años de dura crisis espiritual.
Para, 1984, Mons. Larrea es nombrado por el Papa Juan Pablo ii Vicario Castrense del Ejercito del Ecuador, siendo el primer Obispo que ha desempeñado ese cargo tan arduo y de tanta responsabilidad, en merito a sus singulares cualidades de insigne jurista y destacado varón cuya vida la ha consagrado al servicio de los valores de la ecuatorianidad, como pocos en esta hora crucial, del devenir nacional.
A poco es proclamado Arzobispo de Guayaquil, donde está realizando una múltiple y fecunda tarea para fortalecer la fe en las aulas educativas, de todos los niveles, y en el quehacer social de los sectores suburbanos y marginados, tan amplios, del Puerto principal.
HAY UNA CARTA CIUCULAR DE MONSEÑOR LARREA EN EL AÑO 1982
CARTA CIUCULAR

Ibarra, 30 de septiembre de 1982.
Reverendísimos Señores Canónicos
Reverendísimos Señores Sacerdotes, Religiosos y Religiosas

El Santo Padre Pio XII realizo la consagración del mundo entero al sagrado corazón de María, que luego, S.S. Paulo VI renovó en Fátima, como la acaba de hacer, el 13 de mayo pasado, Juan Pablo II, en el mismo celebre santuario.
Por nuestra parte el Estado Ecuatoriano, en 1892 se consagro solemnemente al inmaculado corazón de María, y en varias circunstancias se ha dado nuevo relieve a este acto de filial devoción a la Madre de Dios.
Interpretándolas convicciones y sentimiento de los fieles de esta diócesis, me uní al Santo Padre en el acto consacratorio del 13 de mayo, poniendo bajo la especial protección de la Santísima Virgen, todos nuestros hogares, los sacerdotes, religiosos, y seminaristas, y fieles seglares, las obras apostólicas y de beneficencia y, en una palabra, la Iglesia en esta diócesis.
Pero una consagración debe ser, ante todo, un acto plenamente voluntario de ofrecerse, de servir y de ponerse bajo la protección de María Santísima. En este sentido, es de desear que cada fiel, haga plenamente suya esa consagración y trate de concretar la devoción de nuestra Madre de cielo, con propósitos muy preciosos de fidelidad a esa condición de hijos de la Virgen María.
En realidad Fue nuestro Señor Jesucristo quien nos encomendó al amoroso cuidado de su Madre, cuando nos la dejo por Madre nuestra, en el calvario.
Es preciso corresponder a su gran amor tratándola con delicadeza filial. Y ajustando nuestra conducta a las enseñanzas del evangelio:
Haciendo” Lo que él nos diga”.
Con esta finalidad, pido que en cada parroquia, en cada colegio, y obra católica, y de ser posible en cada hogar, se haga un acto de consagración personal al inmaculado corazón de María el 30 de octubre, último sábado de este mes, preparándose para ello con un triduo de predicación, meditación y plegarias, para obtener el mejor fruto espiritual.
Dios y la Virgen María protejan especialmente a cuantos cumplan piadosamente estas indicaciones.
Mons. Juan Larrea Holguín
Obispo de Ibarra.
Mons. Juan Larrea Holguín
UNIDECIMO OBISPO DE LA DIOCESIS DE IBARRA
MONSEÑOR LUIS OSWALDO PEREZ CALDERON
El XI Obispo de la Diócesis fue un segundo sacerdote de oriundez imbabureña: Luis Oswaldo Pérez Calderón, nació en San Roque, en Abril de 1926. Se forma en el Seminario San Diego, y luego en el Mayor de San José, ordenándose en junio de 1950
La cura de las Almas la inicia en la placida parroquia rural Mira, tierra donde han nacido egregios valores de la Iglesia Ecuatoriana, su Eminencia Pablo Muñoz Vega, quien consagrara al XI Obispo. Luego pasa a servir en el ambiente ibarreño, como Vicario de la Basílica de la Dolorosa del Colegio, centro apostólico de la extensa parroquia eclesiástica de San Francisco. Y funda un Hospedaje de Ancianos, que acoge a numerosos desprotegidos, que deambulaban en el medio citadino, exhibiendo sus miserias. Es Director del Instituto Campesino, en el galvaniza la promoción humana y religiosa. Organiza UCAN (unión de Cooperativas Agropecuarias del Norte). Y planifica dinamismo la reforma agraria privada y de propiedades de la Curia. Asiste a varios cursos internacionales de Pastoral. Es elegido Vicario General de la Diócesis. Y se preocupa intensamente de dinamizar la Acción Pastoral Juvenil. En 1982 lo nombraron secretario Adjunto de la Conferencia Episcopal y Titular del área Pastoral Social. Pero retorna a sus labores en la Casa Parroquial de la Dolorosa, hasta que es designado Obispo Residencial de la Diócesis de Ibarra, cuya toma de posesión canónica y la consecuente consagración episcopal, se verifican el 25 de Noviembre de 1984.
Ese día de general regocijo en “LA VERDAD” se exponen varias relevantes apreciaciones en torno al nuevo Pastor. Solo nos permitimos transcribir dos criterios fragmentarios: “Un día como este, 25 de Noviembre, nació en humilde aldea italiana, en 1881, uno de los Pontífices mas visionarios e innovadores de la historia de la Iglesia Universal: Juan XXIII. Este grato y coincidente suceso es como fiel augurio de lo que será para la Diócesis de Ibarra la dirigencia espiritual de Mons. Pérez Calderón en los distintos campos de la superación humana de su Grey, singularmente en la de la espiritualidad ”. Y el conocido escritor Carlos Rivadeneira Flores: “Dios lo ha escogido como a su celoso y dignísimo Pastor, por que Mons. Perez, fue dotado de un alma grande. Y es grande, por humilde, Grande, por bueno, Grande, por su caridad, Grande, por su sencillez, Grande por su celo apostólico, y su espíritu fraterno.”…
Por casi un lustro Mons. Pérez gobernó la Diócesis, cuando comenzó a experimentar un grave deterioro en su salud… Sin embargo, afronto con recia voluntad en mal inexorable que lo minaba, y comenzó a prepararse para el final de su periplo existencial. Con ese animo de acercarse a la eternidad, de escuchar el llamamiento de Dios, asiste a Mons. Leónidas Proaño en sus días postreros, en la casa de reposo, “Corazón de Jesús”, en el Valle de los Chillos. Allí escribe (a nuestra instancia)
“Queremos dar a conocer que Mons. Proaño goza de completa lucidez, de una gran serenidad de animo; su profunda fe es una lección mas de su vida de testimonio.”
Mons. Proaño entrega su alma al creador el último día de agosto de 1988. Casi al año justo el 22 de Septiembre de 1989 fallece el XI Obispo de Ibarra.

SU EMINENCIA BERNARDINO CARDENAL ECHEVERTIA RUIZ
ARZOBISPO EMERITO DE GUAYAQUIL Y ADMINISTRADOR
APOSTOLICO DE IBARRA
La Provincia Divina ha dotado a Imbabura de una suma de bienes singulares; de telúrica belleza; y a su gente, la ha infundido de virtudes de cristianismo carisma, que ha florecido con vitalidad que constituye prez inmarcesible de la Iglesia Ecuatoriana, Un caso paradigmático de esa floración espiritual constituye, la personalidad de su Eminencia Bernardino Cardenal Echeverría Ruiz, quien ha ascendido hasta el ápice mayor de prestancia en las divinidades eclesiales, como un testimonio de la predilección de Jesucristo para el pueblo imbabureño.
El 24 de Septiembre de 1989, la familia imbabureña con sentimiento de hondo pensar, rendía el postrer homenaje de eterna despedida, a Mons. Luis Oswaldo Pérez, cuyos restos mortales se inhumaron en el subsuelo de la Catedral. Y en esa misma fecha el Secretario Adjunto de la Conferencia Episcopal. Dr. Antonio Arregui Yarza, comunicaba al Vicario General Mons. Jorge Villacis, que el Administrador Apostólico de la diócesis, Mons. Bernandino Echevarría, estará en Ibarra el 26 de ese mes, para asumir su funciones, Y así sucedió… Pero enseguida viajo a Corea del Sur para asistir al XIIV Congreso Internacional Eucarístico, en representación de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana…
De regreso a su Diócesis, comienza una intensa labor de múltiple apostolado, secundado eficazmente por su Vicario General Mons. Víctor Honorato Cobo Cobo.
No pretendemos exponer, ni siquiera de paso, lo que su Eminencia ha logrado en seis años de dinámica diligencia de la Diócesis. Tampoco intentamos la fecunda obra que realizo como primer Obispo de Ambato (1949-1969) y como segundo Arzobispo de Guayaquil (1969-1989) Interesa a los imbabureños en esta hora histórica agradecer y realizar lo que el ilustre Prelado ha hecho por su pueblo, especialmente, para afrontar las consecuencias calamitosas del terremoto del 5 de marzo de 1987.
El Papa Juan Pablo dio a conocer al mundo que, el 20 de Octubre de 1994, había nombrado treinta nuevos purpurados de la iglesia, cinco de ellos latinoamericanos, correspondiéndole al Ecuador un Cardenal en la persona del Arzobispo Emérito de Guayaquil y Administrados Apostólico de la Diócesis de Ibarra. Los nuevos purpurados recibieron el Capelo, el 26 de Noviembre, en la Máxima Catedral de San Pedro…
Los actos de regocijo de los imbabureños fueron múltiples de euforia en un noble sentimiento de oriundez de insignes valores espirituales de la nacionalidad, que tienen sus raíces que tienen en esta hermosa parcela del suelo patrio. Por eso, es muy difícil decir en toda su significación la egregia valía de la personalidad del Prelado, que entrega su báculo de Pastor al XII Obispo Mons. Antonio Arregui Yarza, que hoy lo recibe la grey católica imbabureña con desbordante fe y renovada esperanza. Por eso, nos permitimos poner a consideración lo que en la columna editorial de “La Verdad” escribimos para relievar la exultación más nítida del sentimiento colectivo por la singular distinción que la Iglesia Universal otorgaba a uno de los mas preclaros imbabureños, su Eminencia Bernardino Cardenal Echeverría Ruiz. He aquí esa digresión.

“EXALTACION SEÑERA Y TRASCENDENTAL”
Si, eso significa la designación del Emérito Arzobispo de Guayaquil y Administrador Apostólico de la Diócesis de Ibarra. Exmo. Sr. Bernandino Echeverría Ruiz, como Cardenal del Ecuador. Exaltación única, sin par de las virtudes que ha plasmado y atesora la egregia personalidad de nuestro admirable Prelado.
No hay exageración al afirmar que ninguno de los hijos de esta bella parcela del Ecuador, personifica con mas vital eficacia las virtudes del alma de la imbabureñidad como Mons. Sr Echeverría, que ostenta en toda su vida, valía la señera dignidad de Cardenal, columna total de la Iglesia Ecuatoriana.
De precoz inteligencia y de clara vocación religiosa, el niño Carlos Honorato hizo la donación total de su alma privilegiada a Dios, abrazando con plena decisión las disciplinas de la pléyade franciscana. Y su brillante trayectoria en estudios y virtudes va desde la humilde situación de la descollante labor lograda en el Obispado de Ambato, en el Arzobispado de Guayaquil y en la Administración Apostólica de Ibarra
Empero, lo que en esta oportunidad pretendemos relievar lo antes insinuado: como el Cardenal Echeverría encarna en su pensamiento, su acción, sus virtudes los valores excepcionales de la imbabureñidad; como en su alma se ha cristalizado en forma diamantina las telúricas calidades de la tierra y el pueblo de Imbabura.
Pero Imbabura, tierra solar, saturada de belleza, también es ambiente para la meditación, la lucidez del pensamiento filosófico y la acción fecunda en beneficio de los pueblos que la habitan. Entonces, es como una secuencia ineludible, la palabra sapiente del ilustre Prelado, su vasto dominio en los campos de la luminosa visión, la Filosofía y la Teología. Y la enorme y perdurable labor que su Excia, ah realizado a lo largo de medio siglo de gestión como Prelado es, realmente imperdonable.
Cuando la bravía naturaleza sacudió la tierra y casi arruino Ibarra, fue su dinámico reconstructor Mons. Echeverría, que acudió afanoso a restaurar, de manera singular, los dos monumentos arquitectónicos orgullo de la ciudad, la Catedral y la Basílica de la Dolorosa.
Imposible, siquiera enumerar, la fascinante trayectoria del tercer Cardenal del Ecuador, excelentísimo Sr. Bernandino Echeverría Ruiz. Su valía refluye como un rico haz de virtualidades en el prestigio de la tierra Imbabureña

XII Obispo
Mons. ANTONIO ARREGUI YARZA
Bienvenido egregio Pastor!
El pueblo Imbabureño con desbordante fervor de Fe y de esperanza da la bienvenida a su XII Obispo de la Diócesis que llega con el reposado paso del caminante y el corazón henchido de celo pastoral para su rey que demora en la Provincia Azul y de los Lagos, tierra hermosa y fecunda en insignes servidores de la Iglesia ecuatoriana.
Y es que, afortunadamente, Mons. Antonio Arregui Yarza conoce bien la singular realidad de Imbabura y las características de sus hijos, en su absoluta mayoría católicos de hondas convicciones y clara conciencia del cumplimiento del mensaje del evangelio en estos tiempos de crisis y de imperativos, de cambios esenciales. Pero también este bondadoso, desde hace tiempo, conoce a su Pastor, sabe de su carisma de insigne líder espiritual, de su dinamia indeclinable de servicio al necesitado de fe, esperanza y caridad, de sus iniciativas y su labor descollante para difundir en los ambientes de todos los niveles culturales, en los testamentos mas desprotegidos, las enseñanzas de paz, justicia y hermandad de Jesucristo y su Iglesia.
Por la gracia de Dios y de la Santa Sede, la Diócesis de Ibarra ha sido gobernada por las figuras mas eminentes del Episcopado Ecuatoriano. Paradigmas de virtudes heroicas, como Mons. José María Yerovi, que será exaltado a la veneración de los altares, y a quien, Vos Señor, habéis evocado en vuestro primer peregrinaje por los caminos de Imbabura. Mártires del odio inhumano, como Mons. José Ignacio Checa. Sabios como Mons. Federico Gonzales Suarez, la mayor personalidad en este siglo por la reciedumbre de su voluntad y su talento. Ejemplares de bondad y civismo como Mons. Alejandro Pasquel Monge. Modelos de celo pastoral, de misioneros insignes, como Mons. Cesar Antonio Mosquera Corral. Arquetipos de multifacética valía y de dinamia creadora como su eminencia Bernandino Cardenal Echeverría Ruiz. Y su actual Obispo Mons. Antonio Arregui Yarza, condigno de la pléyade de la grey que les confiara el Sumo Pontífice.
Al saludarlos con todo el fervor de una de viviente y esperanza, “La verdad” haciéndose eco del sentimiento del pueblo imbabureño, enfatiza, egregio Pastor, que vos abriréis horizontales fecundos de un eficaz desarrollo espiritual en vuestra grey, que confía en los insignes dones con los cuales el Divino Creador os ha caracterizado.

Ese camino comenzó, el 13 de Junio de 1939, en el seno de una familia que guardaba, consciente y firmentes, las mejores tradiciones, humanas y espirituales, del país vasco. Su padre, de gran nobleza de alma, pequeño industrial en una de las zonas mas industrializadas de España, fue alcalde de Oñate, su ciudad. Su virtuosísima madre tuvo mucho que ver, con su discreta influencia, en el futuro espiritual de su hijo Antonio: ambos lo miran hoy complacidos desde el cielo. Sus hermanos- cuatro varones y dos mujeres –viven aun y están, desde lejos, espiritualmente a su lado es esta hora de acción de gracias y de esperanza para su hermano.
Su país natal es tierra de montañas y de llanuras verdes, cercana al mar, al puerto de Bilbao: países que invitan al pensamiento y a los anhelos anchos y abiertos. De su raza vascongada aprendió Antonio la firmeza de las convicciones, la lealtad, y la búsqueda aventurada de nuevos horizontes apostólicos: el país vasco ha sido tradicionalmente intensamente misionero: ha enviado muchos generosos misioneros a todas partes del mundo.
La llamada de Cristo a consagrarse a el fue muy temprano: al comenzar sus estudios superiores, en 1956, ingreso al Opus Dei. Estudio dos años de ingeniería, y después estudio leyes, hasta graduarse en 1963. Paralelamente al estudio de leyes siguió estudios eclesiásticos, graduándose, en 1961 en Derecho Canónico en Roma, en el Pontificio Ateneo “Angelicum”
Recibió la ordenación sacerdotal en Madrid el 19 de Marzo de 1964 a 1965 entrego las primicias de su sacerdocio en Bilbao y Pamplona, sobre todo en la Universidad de Navarra.
Y en 1965, lo invadió el espíritu misionero de su tierra, natal – la de la por otros horizontes. La elección cayo en la capital del Ecuador, en la que ha permanecido durante 30 años de labor extraordinariamente intensa y fecunda de pastoral: de la educación, de la familia juvenil, del mundo del trabajo. Cumplió por algún tiempo el delicado encargo del Vicario General del Opus Dei para el Ecuador. Fue un juez de los tribunales Eclesiásticos de la Conferencia Episcopal y de la Arquidiócesis de Quito. Y el coordinador de la visita del santo Padre Juan Pablo ii al Ecuador, en 1985. Consagrado Obispo el 22 de Febrero de 1990 en la Catedral de Quito.
El episcopado Ecuatoriano descubrió sus excepcionales dotes, y lo llamo a colaborar con el como secretario adjunto de la Conferencia Episcopal, cargo en el que, en 1985, reemplazo a Monseñor Luis Osvaldo Pérez, cuando este fue nombrado Obispo de Ibarra por 3 periodos hasta 1993, año en el que fue nombrado Secretario General de la Conferencia,
La Diócesis de Ibarra, después de muchas expectativas, recibió por fin, con mucha alegría la noticia de su nombramiento como el nuevo Pastor.
Alto, robusto, de cabellos entrecano, de mirada penetrante. Cordial y acogedor, saber escuchar. Muy firme y convencido en sus principios, y sincero y claro en sus exposiciones, es muy abierto a la comprensión del pensamiento ajeno que respeta aunque no lo comparta. En muchas ocasiones ha sido la voz autorizada de la Iglesia en problemas difíciles y conflictivos. En el complejo discernimiento de la verdad en aspectos indiscutibles de problemas importantes para la Iglesia, y en los cuales hay que armonizar la fidelidad al magisterio con la libertad de opinión, ha sabido encontrar el difícil equilibrio que no es cobardía ni timidez sino respeto a la verdad.
Todos sus antecedentes y su profunda formación espiritual le han dado un alto aprecio, muy de corazón, del valor del sacerdocio católico y de la fidelidad sin restricciones a sus exigencias.
Así llega a esta tierra que le recuerda su tierra natal por sus montañas y sus verdes llanuras.
Tiene en su escudo episcopal dos palabras- solo dos que dicen todo el sentido de su intima relación con la Virgen María como camino, estimulante y seguro, hacia Cristo el Señor: “I SA DUCE” = con Ella por guía. A ella le pedimos confiados que no deje de guiarlo a el, para que el pueda guiar siempre a este rebaño que el Señor le ha confiado y que lo recibe con afecto y esperanza.
EL ESCUDO EPISCOPAL
DEL XII Obispo de Ibarra
Recoge los elementos fijos de los escudos episcopales:— el sombrero, el cordón terminado en seis borlas y la cruz de fondo.
El tema principal del Escudo es, sobre fondo de plata, la Imagen de la Santísima Virgen María alada, creación original del artista Quiteño, Don Bernardo de Largada (Siglo XVIII), conocida como “VIRGEN DE QUITO”, “La virgen de Quito” representa a la Inmaculada Concepción. Como la Mujer “A la que se le dieron alas para volar” Apocalipsis -12-14 El Lema – “IPSA DUCE” Tomada de San Bernardo de Claraval, se traduce “ELLA POR GUIA”

ELENCO DE LOS PRELADOS DE LA DIOCESIS DE IBARRA
Mons. Domingo Antonio Riaño. Primer Administrador Apostólico 6 de Agosto de 1865—Mayo de 1865.
Monseñor Fr. José María Yerovi. SEGUNDO ADMINISTRADOR APOSTOLICO Noviembre de 1865—1866
Mons. Arsenio Andrade. TERCER ADMINISTRADOR APOSTOLICO DE 1866—Marzo de 1867
Mons. José Ignacio Checa y Barba. PRIMER OBISPO –TITULAR- Agosto de 1866—Marzo de 1868
Mons. Antonio Tomas Iturralde. SEGUNDO OBISPO TITULAR – Junio 25 de 1869 – Enero de 9 de 1875
Mons. Pedro Rafael Gonzales y Calisto. TERCER OBISPO TITULAR – Diciembre 27 de 1876—a 1892
Mons. Federico del Santísimo Sacramento Gonzales Suarez. CUARTO OBISPO TITULAR – Diciembre de 1895—Julio 5 de 1906
Mons. Ulpiano Pérez Quiñonez. QUINTO OBISPO TITULAR – Diciembre 1907—Julio 10 de 1917
Mons. Alberto María Ordoñez Crespo. SEXTO OBISPO TITULAR – Diciembre 7 de 1917—Febrero de 1931
Mons. Alejandro Pasquel Monje. SEPTIMO OBISPO TITULAR – Abril 10 de 1932 – Septiembre 18 de 1954
Mons. Cesar Antonio Mosquera. OCTAVO OBISPO TITULAR – 30 de Enero de 1937 – Octubre 2 de 1954
Mons. Silvio Luis Haro Alvear. NOVENO OBISPO TITULAR – Mayo 7 de 1955 – 20 de Junio de 1980
Mons. Juan Ignacio Larrea Holgum. DECIMO OBISPO TITULAR – Junio 29 de 1980 – Noviembre 23 de 1984
Mons. Luis Osvaldo Pérez Calderón. DECIMO PRIMER OBISPO – 25 de Noviembre de 1984—Septiembre 22 de 1989
SU EMINENCIA SEÑOR CARDENAL BERNARDINO ECHEVERRIA RUIZ ARZOBISPO EMERITO DE GUAYAQUIL CUARTO ADMINISTRADOR APOSTOLICO – Diciembre 12 de 1989 – Octubre 7 de 1995
Mons. Antonio Arregui Yarza. DECIMO SEGUNDO OBISPO TITULAR – Octubre 7 de 1995
RELIGIOSAS FUNDADORAS VENIDAS DE BOGOTÁ A LA FUNDACION DE POPAYAN BAJO LA ADVOCACIÓN DEL GLORIOSO SAN JOAQUÍN PADRE DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA.
AÑO 1.729
Bárbara Tomasa de la Santísima Trinidad…Priora
Feliciana de San Diego…Supriora y Clavaria
Brígida Gertrudis de Jesús María…Clavaria
Tomasa de San Rafael…Clavaria…
Hna. Rosa de San Joaquín… (Novicia)
ORDEN DE LAS RELIGIOSAS QUE RECIBIERON
Recibimos para las mojas de velo negro a la señora Rosa de Rivera y su hermana María Nicolasa de Rivera. Hijas naturales del Marqués de San Juan Vehernales de la ciudad de Santa Fe de Bogotá, se advierte que en adelante no queda por ejemplo para que se reciba las que no fueren legítimas, solo en este caso se dispensa por haber motivos y circunstancias que obligan por ser la voluntad de los fundadores.
Dioles el Hábito el Sr. Dr. Dn. Miguel Correa, comisario de la Santa Cruzada a primeros días del mes de Noviembre de 1.729.
Profesaron con el nombre de María Rosa de San Joaquín y María Nicolasa de Santo Domingo. El 16 de Diciembre de 1.730 les dio el velo negro el Dr. Manuel Correa… Firma Bárbara Tomasa de la Sma. Trinidad Priora.
RELIGIOSAS QUE SE RECIBIÓ AÑOS…1.730…a 1.740
Hna. Catalina de la Concepción Bonilla Velado de Popayán
Hna. Velo Blanco…Teresa de Jesús… Mejía Cobo
Hna. Velo Blanco… María de Santa Teresa…Valverde Correa
Hna.…” “Francisca del niño Jesús…Veracruz Salazar de la Ciudad de Buga.
Hna.…Trinidad de Teresa de San Alberto…y sus hermana Mariana de San Ángelo…
Ruiz Calzado y Piedraita…del Cali.
Hna.… Antonia Teresa de San José…Domínguez de San Ciprián y Pazos.
Hermanas…María Isabel de Jesús María y su hermana Mariola de San José…Sancha Barahona y Escobar de
Hna.…Manuela de Santa Ana…Ruiz Calzado y Piedraita…Ciudad del Cali.
Madre…Manuela de la Encarnación…Carvajal Vernaldo de Quiroz y Lastrilla…y Noboa…de Santa Fe de Bogotá.
Hna.…María Teresa…Arango y Valdión y Valdez…de la Ciudad de Medellín.
Hna.…María Magdalena de Jesús…De Alegría y Caicedo de…Popayán
Hna.…María Ignacia de la Madre de Dios…García de Lemos y de Ante…Popayán
Hna.…María Francisca de la Santísima Trinidad…Trujillo y Savaria y María Bonilla Delgado…de Popayán.
Madre…Antonia del Espíritu Santo…García de Lemos y Ante de Popayán.
Es de notar que fue recibida en el lugar de las 21 que llaman la Preciosa; hasta que ella muera no se recibe con ese título a otra.
Hna.…Ana Joaquín de nuestra Señora del Rosario…Arboleda y Salazar y Bergara de Popayán.
AÑOS DE 1.740…..AL 1.760

Dos Hermanas….Primera…Juana María Rosalía del Corazón de María y su Hermana María Teresa del Corazón de Jesús…Mosquera Arboleda de Popayán.
Profesaron ambas hermanas el año 1.752.
Hna.…Petrona de San Diego de Velo Blanco…Muñoz Rojas de Cartago.
Madre María Teresa del Espíritu Santo…Carvajal Bernaldo de Quiroz y de Ibarra….De Popayán…Es de advertir que esta religiosa entró en el número de las 21. Y es la segunda que entra en ese lugar que vacó la muerte de la primera que fue la Madre Antonia del Espíritu Santo.
Hna.…María Manuela de San Joaquín de Rivera. Hija legítima de los señores Marques de San Juan, Don Matías de Rivera y de Doña Antonia Tenorio de Popayán. En el año 1.769. Tomó el Hábito con el nombre de Hna.….Tomasa Josefa de San Rafael…Rivera y Tenorio.
AÑOS DE 1.770…..1.780
Hna.…María Francisca del Sacramento…Valencia y de Ibarra…Popayán
Profesó el 8 de Mayo de 1.772
Hna.…María Antonia de San Gabriel…..Pacheco y Zea…Popayán…Velo Blanco
Hna.…Tomasa de los Sagrados Corazones de Jesús y María…Quiñones Cienfuegos y Cabezas…de la ciudad de Barbacoas…1787
Hna.…Josefa de San Agustín hija legítima de los señores Marques Matías de Rivera y de la Sra. Marquesa Antonia Tenorio de Popayán…1.785 fue preferida por que muchas personas solicitaban.
Hna.…María Rosalía de la Madre de Dios…Escobar y García…de Cali….1.786
Hna.…María Agustina de San José…Fajardo y Hurtado…de Popayán 1.788
Hna.…Velo Blanco…Petronila del Niño Jesús…Calvo y Orosco…1.789
Hna.…María Inés de San Juan de la Cruz…Martínez y Cabal de…Buga 1.789
AÑOS 1.790….1.800…1.820
Hna.…Bárbara del Sacramento…Laurido y Caicedo…de Cali…1.791
Hna.…María Manuela…Caldas y Tenorio de Popayán…1.793
Hna.…María de la Concepción…Caicedo Cuero…Cali…1.795
Hna.…Juana Josefa de Ntra. Señora del Carmen…Castro y Liébano…de la Plata…1.796…Velo Blanco
Hna.…Bárbara de la Santísima Trinidad…Lemos y Hurtado…1.796
Hna.….María Gertrudis de la Ascensión…Camacho y Castro y Cevallos…Cali
Hna.…María Josefa de San Alberto….Domingo y Crespo…de Popayán…1.802
Hna.…María Ignacia de San Eliseo…Grueso de Agreda y Rodríguez…Popayán
Hna.…María Josefa de San Miguel…Borrero y Pontón…de Popayán…1.804
Hna.…María Rosa de San Joaquín…Gutiérrez e Yllera… de Popayán…1.818 vino al Ecuador

1.819 UNA CARTA DE ILMO. SR. DR. SALVADOR XIMENEZ
PADILLA DIGNO OBISPO DE ESTA DIÓCESIS
Al retirarse su Ilma. A la Ciudad de Pasto, hasta que pueda volver a está y seguir su gobierno Pastoral nos dejó, su Señorita Ilma. Para el tiempo de su ausencia la Carta siguiente:

Debiendo salir de este pueblo en el caso inesperado de padecer algún revés de las tropas del Rey N. Sr. y deseando de proveer de pasto espiritual a nuestras religiosas, y demás habitantes de nuestro monasterio de Carmelitas de esta ciudad; hemos tenido a bien nombrar para Vicario de dicho Monasterio, en primer lugar a Manuel Madrid Capellán viene…Capellán
Primero de dicho Monasterio, y en segundo lugar a Dn. Andrés Pacheco, segundo Capellán; en quién delegamos todas nuestras facultades para cuanto pueda ocurrir con exclusión de cualquier provisor o Jurisdicción Eclesiástica que tuviesen a bien nombrar, durante nuestra ausencia y, mandamos a nuestras Religiosas del situado Monasterio, bajo la santa Obediencia que no reconozcan otro Superior alguno, ni desobedezcan otros mandatos que los que los dos referidos Dn. Manuel Madrid y Dn. Manuel Andrés Pacheco como que expresado: imponiendo pena de excomunión Mayor a la Religiosa, o secular que no lo reconozcan por sus únicos Superiores.
Nuestro Señor Guarde a V. Rcia. ,m.a.
Popayán 22 de Septiembre de 1.819
El día 17 de Diciembre del 1.819 cumplió el año del Noviciado la Hna. María Rosa de San Joaquín, y en virtud de la carta del año 1.819 y al día siguiente le dio el Velo nuestro Capellán Segundo el Dr. Andrés Pacheco, por hallarse enfermo y no poder asistir el Sr. Dr. Manuel Madrid, Ntro. Capellán Mayor y para que conste, firmamos:
Madre Rosalía de la Concepción Priora
Tomasa Josefa de San Rafael Clavaria
María Jetrudis de la Ascensión Clavaria
Josefa de Jesús y San Miguel Clavaria y Secretaria.
Firma Hna. María Rosa de San Joaquín

 

 

RELIGIOSAS QUE VINIERON DE POPAYÁN AL ECUADOR

BAJO… EL AÑO DE 1.864
Yo… Rosa de San Joaquín Hija Legítima de Joaquín Gutiérrez y Sra. María Josefa Yllera de Popayán.
Entro el 12 Nbre. de 1.818…tomó el Hábito el 17 de Diciembre de 1.818…el 17 de Octubre fue la última aprobación y salió de todos los votos.
El día 17 de Dbre. De 1.819 cumplió el año del Noviciado y en virtud de la carta anterior del Ilmo. Sr. Dr. Salvador Ximénez Padilla, profesó del 26 de Dbre. Del año 1.819 y al día siguiente le dio el velo negro; nuestro Capellán Segundo el Sr. Dn. Andrés Pacheco, por hallarse enfermo y no poder asistir el Sr. Dn. Manuel Madrid nuestro Capellán Mayor y para que conste…
Madre Rosalía de la Concepción priora.
Tomasa Josefa de San Rafael, Clavaria.
Gertrudis de la Ascensión, Clavaria.
Madre Josefa de Jesús y San Miguel Clavaria, secretaria.
SEGUNDA…
Madre Rosalía del Corazón de María. Hija Legítima de Dn. Ignacio Laurido y Sra. María Ignacia Caicedo de Popayán.
Entró el 6 de Junio de 1.823…tomó el Hábito el 8 de Sbre. Le dio el Habito el Ilmo. Salvador Ximénez de Enciso Cobo y Padilla, dignísimo Obispo de esta ciudad de Popayán.
Profesó el 12 de Julio de 1.824.
TERCERA…
Madre Carmen del Sagrado del Corazón de Jesús. Hija L. de Dn José María Sarmiento y Sra. Catarina de Izquierdo de Popayán.
Entró el 29 de Julio de 1.827…tomó el Hábito el 2 de Agosto de 1.827. Le dio el Hábito Sr. Capellán Pedro Antonio Solís…profesó el 14 de Agosto de 1.828. La Madre Carmen del Corazón de Jesús no pudo seguir en la Comunidad; quedó postrada en la casa del Sr. Vicente Hurtado Mosquera. Fue una religiosa capaz y observante de la Regla y Constituciones, entre todas las virtudes de que dio el ejemplo constante, resplandeció la devoción a María Santísima. Fue prelada tres trienios y desempeño todos los oficios. Desde Popayán enviaba las limosnas que recibía para favorecer a su comunidad.
Murió el 23 de Julio de 1.880 a la edad de 84 años. Sus restos estaban en las bóvedas del Carmen de Popayán.
Paz en su tumba…
CUARTA…
María de Jesús de los Dolores Hija L. de Dn. Pedro Francisco Bucheli y la Sra. Ignacia Soberón…de Popayán.
Entró el 8 de Sbre. de 1.827…le dio el Hábito el Ilmo. Sr. Obispo.
Profesó el 4 de Octubre de 1.828.
QUINTA…
Madre Carmen Santa Ana Rojas. Hija L. del Sr. José María Rojas y la Sra. Maximiliana Delgado Polo de la ciudad de Pasto.
Entró el 2 de Sbre. de1.831….tomó el Hábito el 8 de, le dio el Hábito el Sr. Obispo Salvador Ximénez…Profesó el 15 de Sbre. de 1.832.
Murió el año de 1.868 en el terremoto estando de prelada. Después de haber gobernado cinco trienios, con el mayor celo de la observancia, prudencia y amor a sus hijas. Fue religiosa de grande espíritu; Dios Ntro. Sr. La dotó de una rectitud y grandeza de alma, acompañada de una fortaleza singular, con las que pudo superar los grandes sufrimientos, trabajos y apuros en los que se vio en la exclaustración de Quito a Ibarra, para la nueva Fundación en esta ciudad de Ibarra; en la que contaba un año once meses en que habían fundado, el Monasterio, en la más grande observación
Murió a la edad de los 57 años; su cadáver fue sepultado en el cementerio de la Matriz. No se pudo encontrar su cadáver bajo los escombros.
SEXTA…
María del Carmen de San Eliseo. Hija L. de Dn. Felipe Grueso y Dña. Joaquina Tejada de Popayán…entró el 19 de Nbre. de 1.832.
Tomó el Hábito el 10 de Diciembre de 1.832…salió por enfermedad una vez recuperada entró el 30 de Julio de 1.835…tomó el Habitó el 7 de Agosto de 1.835 y profesó el 14 de Agosto de 1.836.
SÉPTIMA…
Sebastiana de San Elías. Hija L. de Dn. Mariano Gutiérrez y Sra. María Castillo de la ciudad de la Plata…entró el 20 de Dbre. De 1.832…tomó el Hábito el 23 de Dbre. De 1.832…Profesó el 30 de Dbre. de 1.833…le dio el Velo Negro el Sr. Capellán Dn. Pedro Antonio Solís.
OCTAVA…
Ana Rosa de San José. Hija Legítima de Dn. Felipe Rivas y Sra. Serafina Vernaza… de Cali…entró e l10 de Mayo de 1.838…tomó el Hábito el 12 de Mayo…profesó el 25 de Mayo de 1.839
NOVENA…
María Manuela de la Santísima Trinidad. Hija L. de Dn. Camilo Beltrán y Sra. Gertrudis Mosquera…de Popayán…entró el 19 de Enero de 1.839. Tomó el Hábito el 26 de Enero de 1.839…profesó el 24 de 1.840
DIEZ…
Mercedes de San Juan de la Cruz. Hija L. de Dn. Lorenzo Puente y Sra. María Manuela Romero…de Cali…entró en Febrero…tomó el Hábito el 24 de Febrero de 1.842…profesó el 5 de Marzo de 1.843, a la edad de 28 años…
ONCE…
Madre Gregoria del Santísimo Sacramento. Hija L. de Dn José Ignacio Valenzuela y Sra. Teresa Escobar, de la ciudad de Buga…
Entró el 17 de Junio de 1.843 de edad de 27 años…tomó el Hábito el 23 de julio del año de 1.843.Le dio el Hábito el Sr. Deán Provisor y Vicario General Dr. Domingo Lemos…profesó el 5 Agosto de 1.844. Le dio el velo negro el Dr. Antonio Bueno…
DOCE…
Ana María de la Encarnación. Hija L. de Dn. Cayetano Escobar y Sra. Ana María Sánchez, de la ciudad de Buga.
Entró el mismo día 17 de Junio de 1.843 a la edad de 28 años.
Tomó el Hábito el 23 de Julio del 43…profesó con la Madre Gregoria el mismo día.
TRECE…
María Josefa de la Concepción. Hija L. del Sr. Rodríguez Molinos de Popayán…entró en Nbre….tomó el Hábito el 2 de Nbre. de 1.843.Profeso el 13 Abril de 1.845…
CATORCE…
Juana María de San Agustín. Hija L. del Coronel Tomas Valencia y Sra. María Josefa Velasco de Popayán…
Tomó el Hábito el 28 de Julio de 1.847. Le dio el presbítero Pedro Antonio Solís, nuestro Capellán…profesó el 23 de Sbre. de 1.848.
QUINCE…
María Jesús de los Dolores. Hija L. del Sr. Francisco Antonio Valencia y Sra. Nicolasa Cox Villar de Popayán…entró el 30 de Abril de 1.848.
Tomó el Hábito el día 13 de Mayo de 1.848…
Profesó el 3 de Julio de 1.849 a la edad de 28 años…el velo negro le dio el Sr. Obispo Francisco Fernando Cuero.

 

 

 

 

María Carlota del Espíritu Santo. Hija L. del Sr. José María Velasco y Sra. Rafaela. Dueñas…de Popayán…
Entró el mes de Mayo de 1.852. Le dio el Hábito el Dr. Fernando Racines Gobernador interno del Obispado el 3 de Junio de 1.852.
Profesó el 8 de Junio de 1.853…le dio el velo negro el Sr. Presbítero Marco Antonio Basto, provisor interno del Obispado.
EL NÚMERO DIECISÉIS…
DIECIOCHO…
Madre Felisa de Jesús y San Miguel. Hija L. de Dn. José María Velasco y Sra. Rafaela Dueñas.
El día 24 de Abril de 1.854 con licencia por escrito del Sr. Manuel Antonio Bueno provisor, gobernador del Obispado en esta vacante; recibimos para monja de velo negro a la Sra. Felisa Velasco Dueñas sentimiento para tomar el Hábito religioso. Ella misma se presentó pidiendo el Hábito el día 25 de Abril de 1.854. El día 28 se le dio la votación y salió aprobada con todos los votos el día primero de Mayo por estar ausente el Sr. Presbítero, le dio el Hábito el Sr. Juan Manuel Rodas Canóniga de esta Iglesia Catedral.
El día primero de Marzo de 1.855 cumplidos 23 años de edad hizo su profesión el 7 de Mayo del mismo año 1.855…le dio el velo negro el Ilmo. Prelado Sr. Dr. Pedro Antonio Torres; dignísimo Obispo de esta Diócesis. Firman…
Carmen de Santa Ana Priora…María Rosa de San Joaquín…Rosalía del Corazón de María y Carmen del Corazón de Jesús.
Diecinueve…
Juana María de San Rafael…Valencia Quijano… de Popayán.
Fue la religiosa de mucha capacidad y virtud: su carácter angelical muy observante y tenía espíritu de verdadera penitencia…
Fue la tercera religiosa que la llamaba la “Preciosa”, por haber llenado el número de las veintiuna religiosas de la Comunidad…
Murió en el terremoto del año 1.868 a la edad de los 32 años.
ÚLTIMA RELIGIOSA
Hermana de Velo Blanco…María Ascensión de San Luis Gonzaga. Hija L. de Dn. Juan Francisco Torres y Dña. Mercedes Prado… de Popayán…se le dio el Hábito el 6 de Nbre. de 1.855 a la edad de 27 años profesó el 15 de Agosto de 1.857…le dio el Velo Blanco el Andrés Arroyo Nuestro Capellán.
Firma…Carmen del Corazón de Jesús Priora…
María Rosa de San Joaquín
Carmen de Santa Ana y
Mercedes de San Juan de la Cruz
Hermana María Josefa de Santa Teresa Natura del Pueblo de la Cruz…entró el 30 de Nbre. de 1.797…profesó el 18 de Enero de 1.800
En la ciudad de Popayán, en la casa de Sr. Vicente Hurtado en donde por caridad nos alojaron cuando por el orden del Gobierno fuimos Exclaustradas de nuestro Monasterio; murió la hermana María Josefa religiosa de velo blanco; de singular virtud, muy observante, activa y constante en todos los oficios de su profesión. A la edad de 89 años conservé sus facultades y sentido, menos la vida hasta que con suma tranquilidad entregó el alama a su Celestial Esposo. En la casa en su oratorio se le hicieron las Exequias y con licencia del gobierno, se llevó el cadáver a nuestro Monasterio del Carmen. Se le dio sepultura en las bóvedas del Coro bajo el primero de Enero de 1.864…Paz en su tumba…
HASTA AQUÍ EL RELATO DE LAS RELIGIOSAS
DESTERRADAS DE POPAYÁN EN EL AÑO 1.864
El Orden De Las Religiosas Que Fueron Designadas Como Prioras Desde El Año De La Fundación De Monasterio Del Carmen En Los Ciento Treinta Y Cuatro Hasta El Año 1.863
PRIMERO….. Madre Bárbara Tomasa de la Santísima Trinidad ..1.732
DOS…. Madre Feliciana de San Diego…1733 hasta el 1.760
TRES…. Madre Tomasa de San Rafael …..1.736 hasta el año 1.752
CUARTA…. Madre Magdalena de Jesús…Presidenta…1.738
QUINTA….MARIA CATALINA de la concepción…1.760..1.768..1.771
SEXTA….MARIA Manuela de la Concepción…1.760….1793…
SEPTIMA…MADRE ISABEL DE JESUS MARIA.
OCTAVA….MARIA TERESA DE JESUS Y SAN MIGUEL…..1.768…1785..87
NOVENA… JUANA ROSALÍA DEL CORAZÓN DE MARÍA…1.790…1793
DECIMA… AGUSTINA DE SAN JOSE…
ONCE…. MARIA IGNACIA DE SAN ELIAS….1.780…1.804… hasta el 1.1718
DOCE…. MARIA INES DE SAN JUAN DE LA CRUZ…1.1936
TRECE….. MARIA TERESA DEL ESPIRITU SANTO…1.804
CATORCE… ROSALIA DE LA CONCEPCION…1.819…1.830..1.836
QUINCE…. GERTRUDIS DE LA PRESENTACION…1.824…1.834…hasta el 1.843
DIEZ Y SEIS… MARIA JOSEFA DE JESUS Y SAN MIGUEL…1.827…1.839
DIEZ Y SIETE…CARMEN DEL CORAZON DE JESUS..1.844…1.848…1.855…1.857
DIEZ Y OCHO… CARMEN DE SANTA ANA ROJAS…1.852…1.855
Madre Carmen de Santa Ana vino al Ecuador y la que estuvo al frente de todas las dificultades del destierro; hasta cunado fue el terremoto del año 1.868, siendo una de las víctimas escogidas por Dios Nuestro Sr.
AÑO 1.866 RELIGIOSAS QUE VINIERON DE QUITO DEL CARMEN BAJO PRIMERA FUNDACION EN LA CIUDAD DE IBARRA BAJO EL TITULO DEL PATRIARCA SAN JOSE ESPOSO DE MARIA SANTISIMA
1….Madre Carmen de Santa Ana Priora
2….Rosa de San Joaquín supriora y Clavaria
3….Gregoria del Santísimo Sacramento …Clavaria y Secretaria
4….Ana María de San Agustín….Clavaria
5….Sebastiana de San Elias….murió el 30 de abril de 1.867 murió de las madres Conceptas, aquí en Ibarra
6….María Manuela de la Santísima Trinidad
7….Carmen de San Eliseo
8….Mercedes de San Juán de la cruz
9….María Jesús de los Dolores
10…María Josefa de la Concepción
11…Felisa de Jesús y San Miguel
12…Juana María de San Rafael y Hna. Ascensión de San Luis Gonzaga velo blanco
AÑO 1.876
RELIGIOSAS QUE TOMARON POSICIÓN DEL ACTUAL MONASTERIO CON EL NOMBRE Y TÍTULO DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
1º…Gregoria del Santísimo Sacramento… Priora
2º….Carmen de San Elias
3º….Rosa de San Joaquín
4º….Ana rosa de San José
5º….María Josefa de la concepción
6º….Ana María de la Encarnación
7º….María Jesúsde los Dolores
8º….Carlota del Espiritu Santo
9º…Feliza de Jesus y San miguel
10º…Ascensión de San Luis Gonzaga (Velo Blanco)
11º…Mariana del Corazón de Jesús (Primera Ibarreña que se recibió en Carriquí).
AÑO 1.906
RELIGIOSAS EXISTENTES EN LA RECONSTRUCCIÓN DEL MONASTERIO 1.906
1º…Madre Amelia del Corazón de María…(Viteri Peñaherrera)
2º….Madre Carmen de Santa Ana ..(Gómez Jurado)
3º….Dolores de San Juán de la Cruz…(Páez Jijón)
4º….Emilia de la Virgen del Carmen…(Acosta)
5º…Rosa de San Joaquín…(Gómez Jurado)
6º….Virginia de San José (tobar Landázuri)
7º….Hermelinda del Corazón de Jesús..(Dávila Jijón)
8º….Mercedes del Santísimo Sacramento…(Gómez Jurado)
9º….Juana María del Niño Jesús…(Meneces)
10º…Mariana del Corazón de Jesús..(Pineiros)
11º…Ana María de Jesús…(Ayala Guerrero)
12º…Josefina de Jesús María…(Gómez Jurado)
13º…Purificación de Jesús Sacramentado…(Chaus Colombiana)
14º…Ascensión de San Luis Gonzaga…(Torres Colombiana Hna. de Velo Blanco Murió el año 1910
El personal que integraba la Comunidad; después de la muerte de las Madres Colombianas Fundadoras, eran Ibarreñas. Formadas bajo la dirección de la Madre Carlota del Espíritu Santo, una religiosa de gran espíritu, oración y penitencia.
AÑO 1.909
Religiosas que han entrado a la comunidad en estos años de1.909 hasta el año 1.928
María de Santa teresa…(Viteri Aimar…1909)
Beatriz de San José..(Grijalva Rosero 1.909)
Teresa de la Eucaristía…(Gómez Jurado 1.910)
Leonor María del Espíritu Santo…(Benalcazar Burba 1.916 )
Joaquina de la Santísima Trinidad..(Marcillo Montalvo 1.913)
María Josefa de San Elias… (salas Gallano 1.913)
María Margarita de la Madre de Dios…(Ayala Burbano 1.914)
María Francisca de las Llagas…(Morales 1.915)
María Matilde de los Ángeles…(Angulo Tapia 1.920)
María Rosario de Santo Domingo…Maldonado Arias 1.928
POR LOS AÑOS DE 1.931
Mercedes Teresa del Santísimo sacramento ..Páez Márquez….1.931
Teresita del Niño Jesús ..Chiriboga Rivadeneira…1.931
Teresa Benigna del Espíritu Santo…Gavilanes Benavides…1.952
Carmen Teresa de San Juán de la Cruz…Chiriboga Rivadineira..1.953
Teresa Josefina de Cristo Rey..Egas Montenegro…1.935
Teresa Cecilia de Jesús y la Santa Faz.. Fernández Guardia..1.936
Teresa Inés de San Joaquín…Irías Martínez…1.942
María Marta de la Sagrada Familia…Rojas Esparza…1.941
María teresa de Jesús…García Forero..1.943 (colombiana)
María Isabel de la Santísima Trinidad…quintero Vetancur..1.943 (colombiana)
Marianita de Jesús…Ortiz Alarcón…1.950
Bernardita de María Inmaculada…Perlata Cordero de 1.960
María Victoria de Jesús Crucificado….Rodriz Hoscoso 1.950
Hna. Lucia del Corazón de María…Salazar Ríos…..1.950
Por los año de 1950…1960…1967 la comunidad se integraba con el numero completo de 21 religiosas. Su priora fue Josefina de Jesús María.
María del Sagrado Corazón….Moreira Delgado 1.966
Ana María de San José.. Garbay Montesdeoca…1.967
Lucia de Jesús.. Andrade Rimers.
Patricia Cecilia de la Virgen del Carmen…Lima Valencia
Carmen Isabel de la santísima Trinidad…
Rosario de Santa teresa….. Merilla .

 
MERECE NUESTRA ATENCIÓN RELACIONAR ALGO DE LA VIDA DE MADRE CARMEN DEL CORAZÓN DE JESÚS QUIEN NO PUDO VIAJAR AL ECUADOR
Madre Carmen del corazón de Jesús Sarmiento Izquierdo hija legitima de Dn. José María Sarmiento y Sra. Catalina Izquierdo, de la ciudad de Cali.
Es digno de resaltar las virtudes de esta santa religiosa. Fue una religiosa ejemplar por sus virtudes, talento, habilidad de manos para bordar, para flores, y para la música. Fue Priora por tres trienios gobernó con mucho acierto, tino y prudencia. Redifico todo el convento dándole más claridad y mejor forma, comenzó a redificar la iglesia, gastando más de quince mil pesos en toda la obra, sin que faltara nada a la comunidad, ni para la subsistencia, ni para el culto divino; las circunstancias empezó la obra no tenia en caja sino quinientos pesos, y aun las entradas eran muy poca; la divina providencia le proporcionaba diarios recursos.
Desde que estaba en su convento, antes de la enclaustración fue atacada de una afección nerviosa que progresaba con rapidez se convirtió en parálisis casi completa de todo el cuerpo, y sufría otros dolores físicos y morales con heroica resignación; esperaba con entera confianza la corono de sus virtudes.
La Madre Carmen del Corazón de Jesús quedo en Popayán en casa de la familia Uzuriaga, familia muy católica.
En la ciudad de Popayán el 23 de julio de1.880 murió la Madre Carmen del Corazón de Jesús a los 84 años. Dio altos ejemplos de virtudes, distinguiéndose por la devoción a la Santísima Virgen.
Desempeño todos los oficios de la comunidad.
A Madre Carmen se debe recordar con grande amor y gratitud. Acompaño espiritualmente a su comunidad en el destierro; y no dejo de enviar sus limosnas que recibía de personas que le extendían la mano
Su cadáver reposa en el cementerio del Carmen en Popayán.
Paz en su tumba.

 

PABLO MARIANO CEFERINO ACOSTA YEPEZ
Proponemos rememorar algo de la vida de un ilustre Ibarreño; diríamos, no trazando una biografía sino delineando rasgos personales de él, a favor de realidades auténticas.
La que pudiera llamarse partida de nacimiento de la Villa; La ley de división Territorial de 1824 creo la Provincia de Imbabura, con algunos cantones.
Por dos veces, con expresiones de honrosísimo estimulo, se le ha concedido a Ibarra el Título de Ciudad en 1811 y en 1829.
Pasados más de dos siglos de fundada la Villa, cunado esta presidia en la mayor extensión de la Provincia, Ibarra ve brotar en su suelo una plantita que se le adhiere confiada, y hunde ahincadamente las raíces, y fortifica su tallo delicado, y lo levanta, y abre al cielo sus flores y fructifica
LA AURORA SU NACIMIENTO
-Nace un niño en cierta “estancia” situada en el cercano extremo sur-occidental de la matriz de Ibarra, y es llevado a la inmediata Iglesia parroquial de Caranqui.
“En treinta de Marzo de mil ochocientos cuarenta, bautice solemnemente a un niño de un día antes nacido, y le puse por nombre Pablo Mariano Ceferino, hijo legitimo del Sr. Manuel Acosta y Antonia Yépez; fue su madrina la señora Susana Vásquez a quien advertí su obligación y parentesco que contrajo, de que doy fe. Fr. Bentua Páez”
De la situación de las condiciones familiares del hogar Acosta Yépez nada cierto sabemos.
PRIMERA JORNADA
¿Qué orientación, que impuso, que rumbo podía esperar la formación de un niño desposeído de todo amparo?
Se dice que la madre “no podía mirar con indiferencia o desde la educación de su hijo; antes la emprendió con ahínco digno de encomio, venciendo los porfiados obstáculos que le oponía la pobreza”; y del padre se dice que “el trabajo absorbía el mejor tiempo de ese hombre, y ponía en constante actividad sus fuerzas”
Cierta vez, en que Mariano Ceferino visita una sección del Chota, la filial emoción estalla”…Aquí padre mío, en estas estrechas playas, en estas oscuras selvas, bajo un sol abrasador, pásate lo más florido de la vida, empeñado en ganar con penoso trabajo un sustento miserable, Cuánto te costó el escaso pan con que alimente mi infancia I . Pobre choza fue tu habitación, frutas de cercado ajeno, de huerto arrendado, las que alguna reservabas para tu hijo, y desgarrada ropa la que te cubría. El sudor de tu sonrosado rostro regaba a menudo estos secos arenales, tus plantas desnudas los cruzaban todos los viernes, cuando pobre comerciante eras hospedado en un corredor, y dormías al descubierto, y caminabas sin pan y vivías sin descanso, para llevar el sábado a Ibarra, arriando una tardía bestia cuya carga descendías con tus propios y, jadeante, la consignabas en el mercado público. Padre, padre mío, los sollozos me ahogan, los ojos se me anullan, siento que el corazón me salta en pedazo; oh cuanto padeciste ¡…”(Frases tomadas de un álbum Intimo de Mariano Acosta).”
Luego se la instrucción primaria, el niño Acosta es Alumno del Colegio San Diego, en donde se revela y abre paso la inclinación al sacerdocio.
JORNADA DEFINITIVA
En la Visita Pastoral dispuesta por el Ilmo. señor Francisco Javier Garaicoa, segundo arzobispo de Quito, su Secretario, el 31 de Agosto de 1854, se dirije al párroco de la Matriz de Ibarra, diciéndole: “De orden de S.S. Ilma. Remito a U. al joven Mariano Acosta, para que lo examine sobre los conocimientos necesarios para poder recibir la primera clerical tonsura y cuatro grados menores “El curva Vicario, destacadísimo valor Ibarreño, Doctor Pablo Guevara, en la misma fechas, informa:
“Lo he encontrado bastantemente instruido en gramática, Latina, y Castellana y en Doctrina Cristiana y en el tratado de Sacramentos en general” (Archivo de la Curia Metropolitana).
El 13 de mayo de ese año, 1.854 había fallecido Antonia Yépez Vásquez, madre del joven aspirante.
Acosta obtiene ir a Quito al Seminario de San Luis. Mas, ¿Qué medios, que auxilios podían permitirle al estudiante afrontar la formación emprendida y su dilatado proceso?.
Quién sabe si en vía de apoyo personal se le confió al joven Acosta cierta injerencia en la marcha disciplinaria de dicho establecimiento. Uno de los alumnos de entonces Abelardo Moncayo, en su Estudio biográfico, refiere que allá por los años de 1860 a62. Tal vez como nunca se mostró indómito el alumnado del Seminario de San Luis. En esa época estudiábamos nosotros –dice- los primeros elementos de Filosofía. Varios Maestros teólogos, imbabureños en la mayor parte, a una con los rectores y demás autoridades del establecimiento, se esforzaban…en combatir aquella anarquía estudiantil…A una señal de su mano….al punto y en silencio se ponían en filas los anárquicos. Ese Levita, así tan respetado y simpático, fue el entonces maestro Mariano Acosta.”
Ello es que allí termino su formación Mariano Acosta obtuvo el título de Doctor en Teología, el 22 de Octubre de 1.862, previa la dispensa del grado de Bachiller.

Al respecto, place mencionar ciertos antecedentes.
El 2 de mayo de ese año, 1862, el doctor Joaquín Villavicencio, por segunda vez, certifica “con el juramento de ley, que existen las mismas causales que expuso el año pasado, para la dispensa del Grado de Bachillerato en Teología, del señor Mariano acosta; de consiguiente, reproduce el mismo informe animada como se halla de los mejores sentimientos del bien, concederá al señor Acosta la dispensa para el grado de Doctor, de cuyo favor recibirá gracia de la Iglesia y la sociedad ecuatoriana; porque premiarla virtud y la capacidad, y hará ver que la pobreza y la indigencia tiene su primer apoyo en los literatos y los sabios”. En los mismos año y fecha, el doctor José Nieto, Rector del Seminario, certifica con juramento que el alumno interno Mariano Acosta es de una conducta moral intachable, muy aplicada a sus estudios, y, según lo que ha podido experimentar, goza de un talento no vulgar. Tan bellas cualidades que adoran a este joven, impulsan al que suscribe a recomendarlo a la ilustrada junta de la Universidad a fin de que se sirva a oír con benignidad su suplica y despachar favorablemente su solicitud”. Y, al mismo propósito, el Vicerrector del Seminario de san Luis, señor Rafael Sánchez, certificada, “que el postulante es un joven sumamente recomendable, por su distinguida capacidad y por su infatigable aplicación al estudio, por su aprovechamiento superior y por su conducta moral que ha servido de norma y estímulo para los otros alumnos: por estas tan bellas y raras cualidades se a captado, a voluntad de los superiores, la general estimulación de sus concolegas, y no dudo que inclinara en su favor el sentimiento humanitario de tan ilustrada junta de la Universidad, la que siempre concede recompensas al mérito y a la virtud”.
Allanados los tropiezos y rendidas con buen éxito las pruebas necesarias, la petición final del interesado expresa “Mariano Acosta, clérigo de menores ordenes, domiciliario de esta Arzobispado (de Quito) y doctor en Sagrada Teología…primeramente y si fuere de superior agrado, se digne allanar los obstáculos que me impiden: el 1º es no contar más que veinte y tres años-cumplidos, y el 2º carecer de título de congrua sustentación”… El arzobispo en 22 de Abril de 1863, decreta:”…Le dispensamos el año de edad que le falta…”
Mariano Acosta recibió de manos de Ilmo. Señor José María Riofrio y Valdivieso, en su capilla arquidiocesana, la orden de Presbítero, el día 3 de mayo de1863
EL SACERDOTE
El niño que descubrimos en cierta imperceptible familia de una saciedad todavía modesta, viéndose al término de una formación vocacional cultivada perseverante anhelo, abre su álbum íntimo y escribe: “lo que tengo por cierto es que la Providencia quiere y procura la felicidad del hombre y que éste la busca y quizás la consigue, según sus obras”.
La última petición reglamentaria del aspirante que había coronado con éxitos sacrificios y aspiraciones, decía: “Habiendo iniciado mi carrera eclesiástica con el objeto de ascender al sacro Presbiterado y consagrarme al desempeño de las funciones del ministerio sacerdotal, deseo ahora ser promovido a mi fin”.
Elevado al Sacerdocio, el Neo-Presbítero celebró su primera Misa, en Ibarra, en San Felipe, el 24 de Mayo de 1863. Y quedó, definitivamente en dicha población, no saliendo sino a moverle algún asunto de la ciudad, de la provincia o de la patria.
Manuel Acosta Grijalva, aquel humilde y abnegado trabajador; aquel que mediante indecibles sacrificios se hubo “empeñado a ganar un sustento miserable”; aquel cuto sudor “a menudo regaba los secos arenales es” del Chota; aquel a quien tanto “costó el escaso pan con que alimentó la infancia” de su hijo: tuvo el máximo consuelo de ver los días iniciales del Ministerio de Pablo Mariano Ceferino, y… falleció el 30 de marzo de 1865, cuando su hijo sacerdote cumplía 25 años, la edad que le fue oportunamente dispensada!
Desde el día primero de marzo de 1865 el doctor Acosta era Coadjutor de la Matriz de Ibarra. En tal calidad, le correspondió pronunciar la oración gratulatoría, cuando el 13 de agosto de ese año, ante el Ilmo. Señor Antonio Riaño, en la misa solemne celebrada por el Cura de la Matriz, doctor Francisco Javier Suárez, se leyó la Bula con la cual S. S. Pío IX erigía la Diócesis de Ibarra.
Para ejercicio de funciones de la Catedral y su cabildo, el doctor Acosta fue nombrado Maestro de Ceremonias, el 17 de noviembre de 1865; Capellán de coro, el 30 de septiembre de 1868; Canónigo, el 27 de enero de 1869. Y fue Secretario de la Junta Conciliar y Examinador Sinodal.
Actuó en el Primer Sínodo Diocesano de la Esperanza; y como Secretario, en el Sínodo Provincial Quítense, enero 7 de 1869.
En junio 1° de 1866, fue nombrado Capellán del Monasterio de la Concepción; y Visitador de la misma Comunidad, en septiembre 12 de 1868.
Director de la Congregación de hija de María fue desde septiembre 20 de 1867.
A la Secretaria de la Curia Diocesana fue llamado el 30 de septiembre de 1868. Más tarde, fue secretario del Ilmo. Señor Gonzáles Calisto.
La virtud sacerdotal del personaje, atrayendo unánime respeto y aprecio, resplandece, a través de la laboriosidad inclinable, de sus directivas, de sus enseñanzas, de sus ejemplos.
En honor a la verdad histórica, valga una corta digresión.
El Señor Moncayo, en su estudio al cual nos es grato referirnos más de una vez, al recordar la Capellanía ejercida por el doctor Acosta en el Monasterio de la Concepción, dice: “No habían transcurrido tres años de reforma, y, bajo la dirección del doctor Acosta, -ese claustro-, fue semillero de toda virtud y cumplido modelo de toda observancia”.
Muchos años antes, en 1848, el doctor José María Yeroví, renunciando su curato propio de Pomasqui, aceptó la capellanía del Monasterio de la Concepción en Ibarra. Mencionando ese tiempo de rehabilitación de la disciplina monástica en dicho convento, por la virtud y el ejemplo del P. Yeroví, hablan el doctor Escalante en 1923 y el P. Legoh ir en 1935; y, después, el P. Luzuriaga Celi, Vicepostulador de la Causa de Beatificación del Ilmo. Yerovi.
El Yerovi volvió a Ibarra como Administrador Apostólico de la naciente diócesis; y, al dejarla, para ir al Arzobispado de Quito, confió dicha Capellanía al doctor Acosta, en junio de 1866: tiempo éste, en el cual, según documentos auténticos, florecía, por ejemplo la señaladísima virtud de la M. Santa Clara, víctima escogida del Terremoto.
Asimismo, la construcción del Monasterio del Religiosas Carmelitas y su Iglesia o capilla pública perteneció al doctor Acosta, desde la compra del terreno, según autorización que le diere el Ilmo. Señor Iturralde, en 13 de mayo de 1873, da testimonio de la obra una lápida que se ve sobre la puerta de entrada.
SE CONCLUYÓ EL MONASTERIO EN EL AÑO 1867 Y LA IGLESIA 1877 BAJO LA DIRECCION DEL SEÑOR CANONIGO POR MARIANO ACOSTA.
Como se sabe el cabo de treinta años fue menester modernizar esas localidades habiéndoselas bendecido, solamente el ministerio el 15 de octubre de 1907, y la ¨capilla expiatoria¨ el 14 de octubre de 1911.
En octubre de 1889, el director general de obras públicas, el inolvidable J.B Menten, informaba al ministerio; de la desecación del sueño de Ibarra, obra de vital importancia urbana que verificaría mediante el ahondamiento del cauce Ajaví, a ese informe se le agrega al Gobernador de Imbabura el pedido de que ¨se mande al SEÑOR Doctor Mariano Acosta el nombramiento de director para esa obra¨ DIARIO OFICIAL,N 161
EN SOLICITUD INTIMA
Al inaugurarse la nueva Diócesis, el reciente Coadujtor de la Matriz de Ibarra, en Agosto de 1865, tras meses antes de que el Congreso de dicho año cambiara la índole del Colegio San Diego, previó la necesidad de “el Colegio Seminario, sin el cual –dijo- no puede fundarse Obispado alguno”; “tiene por objeto –añadió- formar a los jóvenes en la virtud y la ciencia… El Seminario forma buenos ciudadanos porque en (él) tienen derecho a educarse todos, cualquiera que sea el fin que se propongan, y, y lo que es más, da a la Iglesia sacerdotes dignos.
Ocho años más tarde, cuando el doctor Acosta, el 28 de Abril de 1873, primer aniversario del Retorno, pronunció la Oración Gratulatoria, tornó la visión a los días que fueron, y trazó este cuadro: La erección de templos, establecimientos de educación y beneficencia… quedó encargada a la piedad cristiana, pues no sabemos que el gobierno español haya construido con los fondos del real tesoro edificio alguno de utilidad pública… Nada había que notar en toda la extensión de la ciudad: por más de doscientos años permaneció desierta, casi como una aldea… Aún la plaza principal existió, hasta el año 35 de este siglo (XlX), cercada por un lado solamente con una deforme cerca de piedras cubiertas de espinas. Parece que su adelanto principió con el establecimiento del Colegio de San Diego. Este fue fundado por nuestros filántrópicos y nunca bien alabados compatriotas, los señores Martín Sánchez y Manuel Cifuentes, que legaron para la educación religiosa de la juventud del país casi toda la fortuna que adquirieron… Por este hecho de ejemplar patriotismo, la provincia entera varió de condición y aspecto, y las artes y las ciencias tuvieron profesores, hombres públicos y llenos de patriotismo, que hacen el honor del país”
ECOS
El 28 de Junio de 1893 falleció el Doctor Mariano Acosta
En el último decenio, sus conterráneos habían le visto pasar las calles de su habitación a los largos oficios de su ministerio y a los absorbentes anhelos de su colegio. A su presencia, descubríanse todos: cruzaba un sacerdote de semblante pálido y vivaz mirada, de aspecto amable y serio, con el manteo y los brazos sueltos, manera característica suya.
Prolongada y penosa enfermedad- cáncer al estómago, según diagnóstico de los facultativos-precedió a la muerte.
Seis meses antes del día final, quiso llegar, y llego, a su colegio Agotado, trémulo, vacilante, apoyado al brazo de un familiar suyo, llego al salón en donde profesores y alumnos reprimían su emoción…Uno de los jóvenes recoge estas últimas palabras: “que hermosa juventud!.. Oh jóvenes queridos: el porvenir es vuestro!..”
Prescindimos de las demostraciones de pesar el intimo duelo. La sociedad Ibarreña, con feliz oportunidad, había demostrado el aprecio y la gratitud a su benefactor, en Marzo de 1890, celebrando a un tiempo el 50º aniversario del nacimiento y el 25º aniversario de la Ordenación Sacerdotal.
El magnífico retrato que vivifica el salón máximo del colegio Nacional fue clocado en julio de 1891.
Otro colocado junto a la presidencia en la sala de Sesiones del Concejo Municipal, como el del Colegio Trabajado por el pincel de Troya, fue conducido, en Diciembre de 1904, por alumnos de los Colegios Nacional y Seminario. Los restos del Doctor Acosta reposan en la iglesia de las carmelitas, a donde fueron trasladados, del cementerio.
RECUERDO DE LA AMISTAD
VERSOS
DESAHOGOS EN LA SOLEDAD
Oh dios! Cuando el dolor enerva el alma
Y los labios marchitos enmudecen,
Tan solo espinas en el pecho crecen
Y desgarren el mestizo corazón!

Así este gime en su dolor acerbo,
Así palpita en su mortal congoja,
Huyo la dicha, hoy se le despoja
Del caro bien que sonrió el ayer!..

Doliente corazón, como suspiras
Aquí en lo más recóndito del pecho,
Y en este oculto y tenebroso lecho,
Te siento cada día agonizar!

Esas lágrimas tiernas que en la cuna
El niño las derrama a cada instante,
Son el augurio de pesar constante
Que ha de sufrir después en la aflicción!

Así esas van surcando mis mejillas,
Y son la fuente a cuya orilla canto!
Son lágrimas de amor, que puro y santo,
Germinó en mi alma, y lo bendijo Dios!..

Más ay! Tan solo vive en mi memoria
El funesto recuerdo del pasado;
Y en pobre corazón entrecortado,
Se mueve apenas entre vuelcos mil.

¿En dónde están de mi jardín las flores.
En dónde los tesoros de mi vida?
¿Oh Dios, en dónde mi porción querida
Se halla, y no puedo ya tornarla a ver?

¿Qué es de mis padres, qué de mis tres hijas,
Qué de mi esposo amable sin segundo?
¿Los sacasteis Señor, de aquel este mundo
Para hacerlos dichosos junto a Vos?

Dispusísteislo así en vuestro arcano,
Y de cumplirse vuestra voz tenía;
¿Qué importaba partir el alma mía
Para cumplir la voluntad de Dios?..

Lo siento así, Señor, mas no se aparta,
Del corazón herido el sentimiento;
Vuestro amor calmara mi cruel tormento,
Será mi dicha y porvenir también!.
RECUERDOS DE AMISTAD
A LA MEMORIA DEL SEÑOR CANONOGO DOCTOR DON MARIANON ACOSTA.

Sigo apurando el cáliz de mi vida
Y bebiendo la hiel que me devora:
Y lejos de agotarse, cada hora,
Renueva su amargura el corazón!..

El Dios de amor que mitigó en un tanto
El profundo pesar del alma mía.
Un nuevo dardo me volviera a herir.

La amistad, el don sagrado
Con que Dios favorece a los mortales.
Me había quedado en medio de mis males,
Para tantos dolores aliviar;

¿Más que es de los consuelos de la vida
Cuando Dios quiere acrisolar una alma
Y la quiere exclusiva en dulce calma
Como la esposa de su noble Ser?

Arranca de su torno cuanto tiene,
Se lleva sus afectos más que puros,
Y le prepara goces más seguros
Y un tesoro de dicha celestial!..

Pero esta dulce reflexión no extingue
Ese noble y virtuoso sentimiento
Cuál es la gratitud, cual yo la siento,
Pues nutre el alma y llena el corazón!..

¡Ay cuanto debo a la amistad, Dios mío!
Permitidme, Señor, que agradecida,
Mi voto eleve a la mansión de la vida,
Adonde el ángel lleva la oración…

Allá dirijo mi plegaria humilde,
Allá donde vive mi ferviente amigo,
Él fue mi luz, por esto lo bendigo,
Luz que conduce a un elevado fin…

El me veló cual un amante padre,
El endulzó mis días de amargura,
Y templó mi dolor con su dulzura,
Uniendo a mis gemidos su pesar!…

Y cuando yo feliz me complacía
Y de mi amor bendigo disfrutaba,
Con su efecto mi dicha secundaba
Y mi gloria tomaba a su placer.

Pero tan solo su amistad sincera
He traído muy de paso a la memoria
Y no he tocado del honor y gloria
Que fueron el laurel de su virtud.

Constante fue su mérito preclaro
Y el bien que procuró en su corta vida:
Su anhelo fue su patria tan querida,
Que al dejarla dejó el porvenir.

La tierna juventud, su hija adoptiva,
Que lleva al fruto de su clara mente,
Objeto fue de su cariño ardiente
Y es hoy de sus virtudes el blasón.

Suspendo aquí: mi pobre pensamiento
No pudo compartir con plumas de oro
Que han reunido un espléndido tesoro
De dones y de gracia sin rival.

Y es poco lo que ha dicho el entusiasmo,
Muy poco lo vertido en nuestro suelo,
Para quien solo en la mansión del cielo
Se pueda su virtud remunerar!…

¡Perdona mi retardo mi noble amigo,
En dar esta hoja triste a tu memoria!..
¡Recíbela marchita allá en la gloria,
Como yo la he guardado en mi aflicción!..
Capulí, 31 de enero de 1894
Pastora Alomía de Guerrero

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

DISCURSO

PRONUNCIADO EN LA CATEDRAL DE IBARRA
CON EL MOTIVO DEL
QUINCUAGESIMO ANIVERSARIO
DEL TERREMOTO OCURRIDO EN ESTA CIUDAD
EN 1868
Ibarra, 16 de Agosto de 1918
Noble, Cabildo Eclesiástico; señores Sacerdotes; Nobles Comunidades Religiosas; señor Gobernador de la Provincia; señor presidente del 1. Consejo Municipal, señoras, señores:

Al amanecer de un día como este, ahora cincuenta años, la hermosa y floreciente ciudad de Ibarra estaba ya reducida a escombros, a pavorosas ruinas!.. La aurora, ante semejante espectáculo, recogió sus plateados y lindos albores, plegó sus alas, temblorosa!, y gimió como gime la paloma herida!.. Todo era espanto, dolor y negra desolación!… La historia de ese acontecimiento infausto no hay para que repetirla: la encuentro escrita en vuestros corazones; cada uno de sus latidos es una página humedecida en lágrimas… En la velada claridad de vuestros ojos estoy leyendo la profunda emoción de vuestros recuerdos… Varios, muchos de vosotros, fuisteis testigos o victimas de ese tremendo drama de destrucción y muerte! La historia es de ayer. Cincuenta años no han podido borrar su memoria. Y aun os parece estar sintiendo las gigantescas convulsiones de la tierra, que se sacude en uno como delirio de furor, al despertar de los volcanes, que, cual leones dormidos, luego se desperezan, y agitan sus airadas y fuertes melenas!.. Si la historia es de ayer: el pasado viene a confundirse con el presente. Y yo me encuentro, ahora, en este lugar, como el profeta Jeremías ante la cautividad luctuosa de los hijos de Israel o las ruinas desoladas de la infeliz Jerusalén que, al fin y al cabo, esas dos desgracias se dan la mano en el eslabonamiento de sucesos que establece la mano de Jehová previsor y potente. Y exclamo como el augusto e inmortal Profeta del dolor: ¿Quién dará agua a mi cabeza y una fuente de lágrimas a mis ojos? Y lloraré, día y noche, a los muertos de la hija de mi pueblo! Si, señores, yo lloro, ahora, como también lloráis vosotros. Y la piedad cristiana es la que ha venido a suministrar a nuestros ojos una fuente inagotable. Es que el corazón de la iglesia Católica y el corazón de la Patria son océanos de amor, de ternura, de compasión! Si en estos solemnes instantes de duelo alguien no llorase, yo diría que le falta fe, o que el llanto de hoy es un HOMENAJE QUE BIEN LO MERECEN, Y LO EXIGEN NUESTROS MUERTOS DEL 16 DE AGOSTO DE 1868….
1
Mirad que es un homenaje sagrado, que no. Señor Jesucristo lo aprueba y bendice. Y digo más: no solo lo aprueba, y lo bendice, sino que lo hace suyo: el Redentor, el tierno y compasivo Jesús sabe llorar… ¡No lo veis conmoverse ante la tumba de su amigo Lázaro, y arrasarlo en lágrimas sus divinos ojos, y correr en el llanto por sus pálidas mejillas?… Nunca la amistad pudo estar mejor honrada nunca el sepulcro fue ungido por llanto más sublime! Esa losa sepulcral permanecerá humedecida hasta el fin de los tiempos; como sagrado monumento custodiado por el ángel del dolor, en cuyas alas de oro refulge la caridad… Gime, llora Jesús; y los judíos exclaman sorprendidos: “Ved cuanto lo amó”!.. Ah!, señores que cristalización tan preciosa, tan pura la del sentimiento divino de afectuosísima amistad: Jesús llora!! El llanto de Jesús, junto a una tumba, a la sombra de los cipreses de Betania, es un poema de dolor, una elegía, cuyas notas siguen vibrando, gemebundas, atreves de los siglos!..
El amor patrio abraza a los hermanos de ayer, a los del presente y a los del porvenir. Los de ayer!.. Cincuenta años nos separan de ellos. Murieron: y aun los amamos. Y nunca podemos amarles más sentidamente, que en este templo, en la casa, en el hogar sagrado de Jesús, aquí nos hemos dado cita con ellos, aquí nos vemos, aquí los oímos…
Recordare un episodio gracioso de la leyenda griega, relativa al origen de la pintura. En el príncipe de los historiadores, César Cantú, leo: “Despedías tristemente una doncella de su amado que tenía que emprender, al día siguiente, largo viaje. Cuando notando la sombra que su persona proyectaba en el muro, y encantada con poder observar de esta manera cerca de si la imagen de aquel a quien iba a llorar ausente, tomó un trozo de carbón, y dibujó su perfil”.
Nuestros compatriotas del 68, nuestros amados muertos partieron despidiéndose de los vivos para un viaje eterno… ¿Quedarán olvidados?.. He aquí que el ángel del recuerdo, en cuyas alas tornasoladas habrá caído una lágrima de Jesús, trazó en los muros de este templo los perfiles, las siluetas de ellos en torno de la sombra proyectada por la muerte… En el templo reviven los muertos!!.
II
Por eso, del homenaje del dolor cristiano, brota, sobrenaturalmente, otro homenaje: el de la Plegaria. Que consolador, que dulce es orar por los difuntos. Si oremos, por ellos! Las diamantinas gotas de rocía con las que juega flor, tornase en vitalidad lozana, en delicado perfume. Nuestras lágrimas, irisadas por ósculos de luz, luz de la fe Cristiana al deslizarse en el cáliz florido del corazón, en sus pétalos de amores nobles, de caridad evangélica, los fecundizan y lozanean; y preciso es, entonces que de su seno se exhale y que luego se difunda exquisito aroma.
¿Queréis saber cuál es el aroma de corazones que lloran? La Oración, la Plegaria! Tornare a decir: que hermoso, que dulce es orar por los que se fueron para no volver… Perfumemos su memoria con ferviente plegaria, con oración cariñosa Ludas Macabeo, el héroe de los combates, en los que se luchaba, por intereses religiosos y por el honor nacional, sabéis como corona la victoria? Honrado a los que sucumbieron en la lid gloriosa, a sus soldados muertos. Y pide oraciones y sacrificios en el templo. Hoy también celebramos una victoria. ¿Victoria? ¿Cuál? La victoria tremenda, infausta, dolorosísima de la muerte sobre la vida en un furtivo asalto!!… No son héroes los caídos, pero son víctimas!!.. Tanto más desgraciadas cuanto que sorprendidas… Y para esas víctimas, para esos infortunados pido oraciones. ¿En esa gigantesca y majestuosa tumba no hemos de poner las flores. Las más inmarcesibles flores de la plegaria y el recuerdo cristiano? ¿Y en medio de tan silenciosa soledad no hemos de entonar, con gemidos del alma, el himno solemne de la paz? Y no hemos de brindarles, reverentes, con la placidez del descanso? Arrullemos su descanso con los lamentos de la Iglesia Católica, que como la amante e inconsolable Raquel Bíblica, que ha dado celebridad a los dolores maternales, llora a sus hijos :..
¿Os será difícil orar?… Yo sé bien que varios de vosotros habéis asistido a las exequias en honor de los fallecidos, quizás únicamente por un compromiso social. Está bien. Una vez que os encontráis en el templo, sois ya otros hombres, recibís la suave unión de la fe y la caridad. Y si vuestros labios se resisten a la oración y la plegaria, y callan; el corazón vuestro ora y clama.. Y, queráis o no queráis, de vuestro corazón noble, se elevan como de altar las per fumosas espirales del incienso, esas palabras que un día brotaron de los labios de Jesucristo: “Padre Nuestro Que Estás en los Cielos, Santificado sea tu Nombre” El Padre Nuestro una oración sublime; profundamente humana, y grandiosamente divina! En ella está el corazón Humano todo entero! Según la frase hermosa de Chateaubriand. He ahí una verdadera síntesis de la fraternidad cristiana. Aquí en el templo todos somos hermanos! Y nunca me creo tan henchidos de felicidad con los que nos precedieron en la jornada, diciéndonos Adiós!… Mirad la cruz del altar; mirad la cruz de esa tumba. La primera cobija, con su sombra, a la Vida es su más alto concepto; la segunda cobija a la muerte en su aspecto más doloroso y conmovedor! Y ambas, la de la vida y la de la muerte, nos cubren con el regio manto de la fraternidad! Convocados nosotros por la muerte, para descansar el regazo de una vida que está destinada a ser eterna, nos hallamos reunidos bajo la deliciosa y propicia fronda del árbol de la fraternidad! Si, somos hermanos! Y estamos honrando a nuestros difuntos del 68, sean quienes fueron, ora grandes ora pequeñas, ricos o pobres de elevada alcurnia, o de cuna humilde.
III
Hemos tributado a nuestros compatriotas arrebatados por el negro y exterminador turbión de la horrorosa catástrofe hacia las regiones de la eternidad, el homenaje del corazón por las lágrimas, el homenaje de la fe por las plegarias y oraciones. Aún nos queda otro. El Profeta de las lamentaciones pedía agua para su cabeza, una fuente diría yo en que beba el pensamiento y la conciencia. Al llorar Jeremías por los cautivos, el gemir por los muertos, busca una fuente para su cabeza.
En su llanto hay algo más que el corazón, algo más que el sentimiento. Si no me equivoco, el Profeta, cuya figura se alza con la majestad de las tristezas, sobre el oscuro y angustioso fondo de cautiverio que marchita el alma, de ruinas que sepultan despojos de la muerte, tiene el pensamiento dolorido, y herido su espíritu nacional. Contempla la desolación del progreso de la prosperidad de su Patria, y se estremece al ver deshechas las glorias de la nación, rota la túnica de su grandeza y poderío. No solo es espectador sino atalaya que vela por el honor de la patria, y custodia siquiera los girones, que han quedado de la regia púrpura desgarrada! Y en sus trenos hay notas de aliento y de esperanzas!, de un porvenir que clareará un día… El tercer homenaje a la memoria de los que fenecieron en la pavorosa catástrofe que arruinó no solamente a Ibarra, sino también otras bellísimas e importantes comarcas de Imbabura, debe ser un homenaje de honor; si, honremos su memoria, enaltezcamos los hechos de su vida. Ah! cuantos hombres de valía desaparecieron!… Cuantos que dejaron huella de su luz para señalar el camino a las generaciones venideras… Cuantos cuyo aliento debían ser, más tarde, soplo de la vida religiosa y social. Glorifiquemos sus beneficios. Ciencia, virtudes, sacrificios patrióticos suyos, tesoro fueron que, al correr de los templos, habíase de explotar en pro del bien común.
En este momento me asalta el recuerdo de dos hombres, y presiona mi espíritu. El señor don Gabriel García Moreno: que simpática y esclarecida se ostenta la figura de este personaje extraordinario, en medio de la desolación, espanto y orfandad de los míseros hijos de este suelo! García Moreno, un Ángel Tutelas: su acción benéfica y oportuna se desarrolla ampliamente con actividad asombrosa: tienen entonces pan los hambrientos, vestidos los desnudos, medicina los heridos y maltrechos, fortaleza los débiles, asilo caritativo los desvalidos, consuelo y seguridad todos; a la sombra protectora de él, todos, a pesar de sus quebrantos y zozobras, respiran tranquilos: bendita mil veces bendita la memoria de este eximio benefactor!. Cuya presencia física o moral se hace sentir doquiera ha sentado sus reales la desgracia!..
¿Veis por allí andando entre los escombros, con paso tembloroso, pero diligente, un sacerdote joven? Va de aquí para allá; palidez mortal cubre su rostro… su pecho alienta con agitación poderosa!.. Más no es solo el estremecimiento del asombro, del pesar y de la angustia el que produce, sino el impulso irresistible de la compasión. En el alma tan delicada de ese apóstol las desgracias ajenas se dibujan como en expelo de aumento… Gruesas y ardientes lágrimas quemando sus lívidas mejillas, van a mojar al vestido lleno del polvo, hecho girones… Ese sacerdote más que hombre, parece un numen o símbolo misterioso, la figura de un ser casi sobre humano, bañado en ambiente divinal; circuida la frente por una aureola de esplendor y de sombras, de esperanza y de temor… En una mano lleva las llaves del cielo para los que mueren; en la otra, el bálsamo de consuelo para los que aún viven. Saca los muertos de entre los arruinados edificios, y los sepulta en lugar santo, para que allí reposen en paz; procura conservarles el débil aliento y fortalecer a los que aún luchan con la muerte!!.. A él se vuelven, suplicantes, las miradas de todos… El mismo conduce a Quito a nueve monjas conceptúas que han Quedando vivas; palomas que se van en busca de un nido más seguro y propicio ¿No adivináis el nombre de este benemérito sacerdote?.. Mariano Acosta- El mismo fue el compañero cariñoso y solícito, el Mentor de los ibarreños sobrevivientes así asilados en los llanos de La Esperanza, y después de cuatro años torna con ellos al patrio suelo. Oídle hablar: Ibarra, cuna dos veces mía… Ibarra bella entre las bellas por la planicie en la que brotó, y los elementos de vida que posee. Ibarra, en cuanto esté de mi parte ha de resucitar, y en los edificios ha de quedar escrito el nombre de los ibarreños que como hijos la amen. Bien está La esperanza, como la tienda del árabe en el desierto, como punto de reposo por una noche, pero más a la vista del hogar propio, mayor el ansia de abrigarnos en su seno, y una vez en el valle de los muertos, desde la hermosa delineación de las nuevas calles, obra notable en la cual directa o indirectamente, si como promotor, si como colaborador, no haya él puesto su infatigable mano, bendita sea su memoria, pudiera ilustrar otros nombres ilustres pero basta. No dejaré de tributar, eso, si, un sincerísimo voto de gratitud a los centros nacionales, a las naciones extranjeras y a todos los que extendieron a Imbabura mano amiga compasiva y protectora. Y ahora ved, señores, cómo Ibarra, cual ave fénix; ha surgido de entre sus propias ruinas. Contemplad esta ciudad niña, si niña: cincuenta años apenas son la infancia de una ciudad. Ved-la hermosa, primaveral, da señales de mucha lozanía y robustez. Empieza ya la alborada de su juventud, empieza a brotar el amor con todas sus ilusiones y energías y cantos. Preciso es buscarle un esposo que le haga feliz y grande, uno que sea digno de ella; que se sienta con bríos para lo bello, lo noble, de ella que ya recibe el ósculo y las caricias del progreso de gloria, con su cortejo de virtud y de sacrificios. Lo veo ya aunque en lejanía, al prometido, y alcanzo a oír notas fugitivas de su apasionado canto. Ostenta en su frente un penacho muy alto, corona de espirales, que como incienso de oración grandiosa, sube al cielo, su pecho late con impulsos gigantescos de amor y vida; trae consigo ricos tesoros; y va viniendo con pasos de ufanía y de victoria: ¡Es un titán!¡Un monarca!¡Un vencedor!¡Nadie resistirá a su paso! Su nombre, lo sabéis… yo empiezo a descender al ocaso de mi vida. No muy tarde tal vez mi alma irá a unirse con las almas de nuestros difuntos queridos… Tal vez no veré ese desposorio de gloria, de grandeza y prosperidad. Cuando este se realice, para generaciones más dichosas, mis huesos se me estremecerán de júbilo en el sepulcro. Mi alma, desde la eternidad, lo bendecirá, y entonará himnos de gracias al Dios bueno, al Dios omnipotente. Y vosotros pediréis para mí, lo que hoy pedimos para muertos del 68. Descansen en Paz.
REDACCIÓN SOBRE LA CONSAGRACIÓN DEL ECUADOR AL CORAZÓN DE JESÚS

Un sacerdote Jesuita, Manuel José Proaño de 1871 a 1874 del Apostolado de la Oración en la ciudad de Riobamba con irradiación en toda la Provincia del Chimborazo, recibe desde Bogotá una noticia para él de mucha significación Miguel Antonio Caro, ex alumno suyo en el colegio de San Bartolomé por los años de 1859-1861, le informa sobre un resonante atropello consumado en Alemania sobre los católicos con motivo de actos religiosos realizados en un templo en honor Del Corazón de Jesús.
De esta noticia nace la iniciativa: solicitar de los poderes civil y eclesiástico los respectivos decretos de consagración de la República al Corazón de Jesús.
Esos ultrajes directos a la persona amable de N.S. Jesucristo, esa cruel persecución de los católicos halla en esa ciudad remota, fue para nosotros el origen y principio del acto más fecundo y trascendental de la vida religiosa del pueblo ecuatoriano, esto es, de su consagración irrevocable al deífico Corazón de Jesús y al Inmaculado de Su Santa Madre ocurrió en Europa, concibió la generosa idea de solicitar de los poderes civil y eclesiástico de nuestra Nación dos Decretos que, oficial y canónicamente consagrasen la República al Santísimo Corazón del Salvador del mundo, a fin de reparar de algún modo la ofensa a Dios y a la injuria a su Iglesia. Se hizo esto por medio de confidenciales comunicaciones del Director del Apostolado con el Jefe de la Nación.
ESCRIBIÓ PROAÑO A GARCÍA MORENO
Parece que ha llegado la hora en que V.E., como Magistrado Católico e hijo ferviente de la Iglesia, debe, interpretando la fe casi unánime del pueblo ecuatoriano, estrechar los lazos de amor que han de unir a los ecuatorianos con Dios, por medio de un decreto que consagre oficialmente la República al Divino Corazón de Jesucristo. El mundo se pierde a causa del naturalismo que hoy por hoy ha invadido casi, en todas partes.
El Ecuador de quien V.E. es jefe forma hoy una excepción singularísima; y eso se debe, en gran parte, a la piedad sincera e intrépida, heroica de quien rige sus destinos. Mas V.E. es hombre… mañana dejara la tierra y entonces… ¿Y cuál será la suerte del Ecuador…? V.E. suele decir frecuentemente: no hay hombre necesario en el mundo… Dios no Muere. Déjenos entregados a ese Dios verdadero, objeto constante de sus humildes adoraciones. Reconozca el Ecuador al Divino Corazón de Jesucristo como a su eterno y Absoluto Soberano y Protector; y las salvas con las que saludará la República, la radiante de su fiesta Nacional bastarán para asordar el oído amedrentado de la impiedad y para rechazar lejos de los confines de la Patria las huestes osadas del averno.
EL PRESIDENTE CONTESTÓ
“No puede concebirse idea más plausible ni más conforme con los sentimientos que me animan de promover en todo sentido la prosperidad y ventura cuyo Gobierno me ha confiado La Divina Providencia, dándole por base la más alta perfección moral y religiosa a que nos llama la profesión práctica del Catolicismo. Reconozco la fe del pueblo ecuatoriano; y esa fe me imponen el deber sagrado de conservar intacto su depósito, aunque sea acosta de mi vida. No temo a los hombres, porque más alto esta Dios.
Se me odia, se me aborrece; pero yo, en el acatamiento de Nuestro Padre Jesús me reconozco de tamaña gloria. No temo a los hombres, pero digo: ¿Y el Ecuador una ofrenda digna del corazón del hombre Dios…? Éste Corazón es Santo, Inmaculado; y ¿Y hemos logrado ya moralizar bastantemente a los pueblos… hemos santificado el hogar doméstico…? Reina la justicia en el oro, la paz en las familias, la concordia en los ciudadanos, el fervor en el templo…El Corazón de Jesús es el trono de la Sabiduría y el pueblo ecuatoriano ¿acepta todas sus enseñanzas, es dócil y sumiso a ese divino magisterio, recibe y acoge con amor sus inspiraciones, rechaza prácticamente todos los errores del siglo y se sobrepone a toda la perversión actual de las ideas…? No temo a los hombres, pero temo que este pueblo, país no sea aún ofrenda digna del Corazón de Jesucristo. Pidamos con fervor ante plegarias al Señor que nos envié misioneros santos, apóstoles infatigables; vengan a lo menos cincuenta sacerdotes celosos y caritativos que recorran todo el territorio, visiten nuestros pueblos, sin dejar ningún rincón, enseñen y practiquen El Evangelio y conviertan, y entonces podremos presentar como manos puras al Dios de la pureza, un pueblo purificado con la sangre divina; entonces alcanzaremos al Divino Corazón un nuevo templo. Estas consideraciones, el piadoso Jefe de la República, no repuso ya otra cosa, sino que, para asegurar el feliz éxito de la Consagración, consultaría con los Pastores de la Iglesia del Ecuador y con las almas mas ilustrada y piadosas con las inspiraciones de lo alto; porque yo decía soy hijo de la Iglesia y ella me impone el deber de reconocer de los Prelados, la autoridad más sagrada y el más seguro magisterio. Soy hijo de la iglesia y respeto profundamente las almas buenas, cuyo criterio es tanto más aceptado cuanto es mas inmediata la comunicación que tiene con Dios en la oración; para el padre Proaño es claro que el personaje eje de la Consagración era García Moreno. Cosa interesante para García Moreno, al tratarse de un acto rigurosamente religioso, los personajes ejes eran otros; los prelados y las almas escogidas
LABOR EN EL EPISCOPADO Y EN EL CONGRESO NACIONAL
La feliz coincidencia de la próxima celebración del Tercer Concilio Provincial Quitense con la reunión del congreso de 1873, permitió al director del Apostolado de la oración de entenderse de antemano con el primer arzobispo, obispos, de las demás Diócesis y al mismo tiempo con varios H.H. legisladores, a fin de que tan luego como el Concilio expidiese por si parte el decreto eclesiástico de Consagración, las Cámaras, por la suya, secundasen también oficialmente lo dispuesto por el Concilio, con otro decreto legislativo de este modo nuestra Consagración al Divino Corazón de Jesús tendría doble carácter de un acto eminentemente católico y nacional
DECRETO CANÓNICO DE CONSAGRACIÓN CONTEXTO INTERNACIONAL Y NACIONAL DECISIVO
El historiador de la devoción al Corazón de Jesús en el Ecuador; Padre José Félix Heredia, pondera en breve semblanza las dotes de Prelado del arzobispo de Quito, José Ignacio Checa y Barba, “uno de los Prelados más dignos y mas beneméritos del Orbe Católico,
Evidentemente la actitud e influjo del Arzobispo pudieron ser decisivos para expedición del decreto canónico de Consagración. Sin embargo no hay documento inicial sobre intervenciones expresas del arzobispo al respecto. Respecto a la reforma de costumbres hay algo que hacer.
El pueblo Ecuatoriano, merced a una especial a una especial protección de Dios, es el pueblo más y moral del mundo. La docilidad de su carácter, dulzura, de su índole, la apacibilidad de sus hábitos y maneras de vivir, la clase de su educación que recibe, el celo y vigilancia de sus sacerdotes y magistrados, el pasto espiritual bien administrado, las leyes en armonía con los cánones, todo, todo ha contribuido a conservar y aumentar en él los sentimientos religiosos y morales.
El culto que se tributa a Dios en las catedrales y otros templos principales de la República, es santuario, esplendente, magnifico; en las festividades solemnes créese unos transportados a las Basílicas de Roma. En las parroquias es necesario levantar nuevos templos.
Célebre sesión del 31 de agosto de 1873. Antes de transcribir el acta memorable, debemos puntualizar dos cosas. Nótese, en primer lugar, que los Obispos reunidos en el Concilio Provincial no consagran al Corazón de Jesús sus respectivas diócesis sino la República del Ecuador. Adviértase, luego, que en la historia de estas consagraciones, la ecuatoriana es la primera-
Era una mera coincidencia, pero cualquiera diría que se había reunido la mini-asamblea para aprobar este decreto. Así Don Francisco Pigati, Arcediano de la Catedral de Ibarra, y promotor del Concilio, da lectura al siguiente decreto, mitad resolución legislativa, mitad plegaria. Ha precedido la Misa del Espíritu Santo celebrada por el Obispo de Ibarra, Antonio Tomás Iturralde. Muchos sacerdotes de los dos cleros son participantes del alborozo y testigos de promulgación solemne.
DECRETAN
Art. 1
El Tercer Concilio Provincial quitense ofrece y Consagra Solemnemente la República del Ecuador al Sacratísimo Corazón de Jesús; y con la fe, humildad e instancia que le son posibles, le ruegan que sea, desde hoy para siempre, el Protector de ella, su guía y amparador, a fin de que nuca jamás se aparte la Fe Católica, Apostólica, Romana y de que sus moradores conformen sus costumbres con esta Fe, única que puede hacerlos dichosos en el tiempo y en la eternidad…
En todas las Iglesias catedrales de la Provincia eclesiástica ecuatoriana se celebrará, con la solemnidad posible, la fiesta del Santísimo Corazón de Jesús.
Los Obispos procurarán que, en las Iglesias catedrales y parroquias se establezcan Cofradias del Sacratísimo Corazón de Jesús, a fin de que el mayor número de ecuatorianos le amen, le honoren con todo fervor.
Se dedica el mes de Junio al Santísimo Corazón de Jesús, de todos los años. Durante él los fueles procurarán honrarle de todos modos y que consagrarán a su servicio de una manera especial.
Treinta de Agosto de 1873
Leído el Decreto anterior, el Secretario del Concilio procedió a tomar la Votación nominal de los Venerables. Padres del Concilio; y como todos y cada uno respondiesen con el Placer, acostumbrado, el Ilustrísimo Sr. Arzobispo declaró que el proyecto de Decreto había merecido la aprobación de todos los Padres; el Concilio entonces respondió con el jubiloso y cristiano grito DEO GRACIAS.
EL DECRETO DEL CONGRESO NACIONAL
3 de Septiembre de 1873
Comunicación del Arzobispo checa al Ministro del Interior Francisco Javier León, transmitiendo el Supremo Gobierno el Decreto de conciliar con el fin de que lo secunde “ya sea apoyándolo ante la Santa Sede, en su calidad de Patrono Legítimo de la Iglesia ecuatoriana, ya también dándole todo el incremento oficial que tenga a bien.
Suplicándole humildemente, que por este acto en que el pueblo ecuatoriano hace honrosa ostentación de sus virtudes cristianas, sea de hoy en adelante el baluarte de sus instrucciones y la fuente de su prosperidad.
2 de octubre… Aprobadas por el Senado las modificaciones hechas por la Cámara de Diputados, pasa el texto del Decreto a la comisión de la redacción presidida por el Senador Juan León Mera.
6 de Octubre… Es aprobado el texto infinitivo del decreto de la consagración y dos días después, 8 de Octubre remitido al Ejecutivo.
18 de Octubre… El presidente Gabriel García Moreno firma el EJECUTESE.
Palacio de Gobierno, en Quito, a 18 de Octubre de 1873 EJECUTESE G. GARCÍA MORENO. El Ministro del Interior Francisco Javier León.
SOBRE EL CUADRO DE GABRIEL GARCÍA MORENO
Gabriel García Moreno explicó a grandes rasgos su pensamiento a un pintor ecuatoriano (probablemente el Sr. Rafael Salas) a quién el mismo Presidente Mártir había enviado a perfeccionarse en Roma-
El Lienzo muy significativo, estaba listo para de marzo a iniciarse en la Catedral de Quito la Solemne Novena.
El 25 de marzo de 1874se realiza la ceremonia solemne.
En elevado sitial, puesto en el altar mayor de la Iglesia, lucía el primoroso CUADRODE CRISTO REY que con el andar de los años ya desarrollándose los acontecimientos, había el multiplicarse de modo sorprendente y correr por el mundo entero con el clásico nombre de CUADRO DE GARCÍA MORENO… Se dio comienzo a la sana misa, después del evangelio, ocupó la cátedra sagrada el Reverendísimo Señor Amónigo Doctor Pedro Rafael González Calisto… Terminadas las numerosas comunidades y concluido el santo sacrificio de la Misa, se expuso el Santísimo Sacramento, y de nuevo el gran amigo del Sagrado Corazón de Jesús, Rmo. Sr. Rafael Gonzáles Calisto, subió al pulpito y leyó clara, pausada y distintamente el Acto de Consagración, compuesto para estas circunstancias por el fervoroso Padre Manuel José Proaño. Como anteriormente se habían distribuido hojas impresas del mismo Acto de Consagración todos los concurrentes lo pronunciaron a voz en cuello.
No se puede omitir una reseña histórica la del Canónigo González Calisto, solemne del que fue testigo emocionado.
Así, pues, el 25 de Marzo del 1874 el pueblo cdl Ecuador congregado en la Iglesia Catedral de Quito, pronunció el acto de su compromiso o consagración al Corazón de Cristo con la siguiente fórmula:
“Este es, Señor, vuestro pueblo: siempre, Jesús mio, os conocerá por su Dios; no volverá sus ojos a otra estrella que a esa de Divinidad, arca de vuestro Corazón. Mirad, Dios nuestro, Gentes y naciones poderosas con muy agudos dardos en el dulcísimo seno de vuestra misericordia; nuestros enemigos insultan nuestra fe y se burlan de nuestras esperanzas, porque las hemos puesto en Vos; y sin embargo, este vuestro pueblo, su Jefe, sus legisladores, sus Pontífices, consuelan a vuestro Vicario, enjuagan las lágrimas de la Iglesia y, confundiendo la impiedad y la apostasía del mundo, corren a perderse en el océano de amor y Caridad que les descubre vuestro Suavísimo Corazón”.
“Sea, pues, Dios nuestro, sea vuestro Corazón el faro luminoso de nuestra fe, el áncora segura de nuestra esperanza, el emblema de nuestras banderas, el escudo impenetrable de nuestra flaqueza, la aurora hermosa de una paz imperdurable, el vínculo estrecho de una concordia santa, la nube que fecunde nuestros campos, el sol que alumbre nuestros horizontes, la v-n, en fin, riquísima de la prosperidad y abundancia que necesitamos para levantar templos y altares, donde brille con eternos y pacíficos resplandores su santa y magnífica gloria. Y pues nos consagramos y entregamos sin reserva a vuestro Divino Corazón, multiplicad los años de nuestra paz religiosa, desterrad a los confines de la patria impiedad y corrupción, la calamidad y la miseria. Dicte nuestras leyes vuestra fe; gobierne nuestros tribunales vuestra justicia; sostenga y dirija a nuestros Jefes vuestra clemencia y fortaleza; perfeccionen a nuestros Sacerdotes , vuestra sabiduría, santidad y celo; convierta a todos los hijos del Ecuador vuestra gracia y corónelos en la eternidad vuestra gloria, para que todos los pueblos y naciones de la tierra, contemplando con santa envidia la verdadera ducha y ventura del nuestro, se acojan a su vez a nuestro amante Corazón y duerman el sueño tranquilo de la paz que ofrece al mundo a esa fuente pura y símbolo perfecto de amor y caridad. Amen.”
DECRETO DE LA SANTA SEDE
Al dirigirse al gobierno el Arzobispo de Quito y remitirle el texto del decreto del Concilio Provincia lo hacía para la doble colaboración oficial: recomendación ante la Santa Sede y cualquier otro “incremento oficial” que tuviere a bien. El Arzobispo acudió inmediatamente a las Congregaciones Romanas y para diciembre del 1875 se expendía la respuesta en el siguiente Decreto, llegando así a su culminación jurídica el acto de religiosidad católica de la consagración nacional del Ecuador.
DECRETO…………………
Es declarado Primer Patrono de la Republica del Ecuador el SAGRADO CORAZÓN DE JESUS— De la Arquidiócesis de Quito lo y diócesis sufraganías— El Rvdo. Sr. D. José Ignacio Checa, Arzobispo de Quito, conforme al segundo decreto del III Concilio Quítense, muy humilladamente solicitó a la Santa Sede, tanto a nombre suyo como sus sufraganios y de todos los fieles de la Republica del Ecuador, que fuera decretado el Sacratísimo Corazón Patrono Principal de la misma República . Las antedichas preces fueron transmitidas por la Sagrada Congregación del Concilio, para que se resolviese lo conveniente, a esta Congregación de los Sagrados Ritos, la cual tuvo por el bien contestar: “Nada obsta a que se atienda el deseo del Rvmo. Arzobispo de Quito si así pluguiere al Padre Santo. Habiendo, pues, el infrascrito hecho una fiel relación de lo anteriores a nuestro Santísimo Padre Pio XI, Su Santidad eligió por Patrono Principal viendo…
de la República del Ecuador al Corazón Santísimo de Jesús y mandó que su fiesta se celebrará en adelante por ambos cleros, Secular y Regular, en toda aquella República, con rito doble del primera clase y octava: observadas espero, las rúbricas, y sin que obste nada en contrario.
A 17 días del mes de Diciembre de 1875
Constantino, Obispo de Ostia Veletro—Card—– Patrizi Pred de la G, de los Sagrados Ritos—- Plac Ralli, Seceratio de los S. R.”

Padre Manuel José Proaño y Dr. Gabriel García Moreno fueron personajes importantes en este acontecimiento, de la Consagración al Sacratísimo Corazón de Jesús. El Ecuador es pueblo de Dios, Predilecto suyo, pueblo de selección. A la luz de estas convicciones interpretaba Padre Proaño al Ecuador de entonces era un Ecuador en prosperidad, porque era un Ecuador en religiosidad. Esta religiosidad encarnada en la doctrina, en leyes, en gobernantes, en clero y en pueblo hacia que Dios fuera, mediante una intervención muy especial, con las fuerzas vivientes de la patria, coautor de su historia de prosperidad.
Por lo mismo, el acto de Consagración Nacional significaba una culminación y una consolidación, una fuente de ininterrumpida perfecciona en el camino de la humana fragilidad.
El Ecuador como Nación estaba en culminación de religiosidad. Una iglesia libre, purificada y en ascensión; un Estado cristiano en su Constitución y en sus gobernantes. Pueblo de Dios, con Dios muy cerca de EL, mas cerca de EL que de ningún otro pueblo.
Una culminación en religiosidad y en prosperidad debía asegurarse. Y esto, desde dos frentes: el humano y el divino
En esa época los miembros del Poder Civil y representantes de un pueblo creyente, fueron 14 SENADORES Y 24 DIPUTADOS, CUYOS NOMBRES HAN PASADO A LA Historia del Ecuador. Y ante la Consagración al Sacratísimo Corazón de Jesús, un lugar referente en la Iglesia CATOLOCA, APOSTOLICA Y ROMANA.

HISTORIA DEL CUADRO DEL SAGRADO CORAZON DE JESUS
La imagen del Sagrado Corazón de Jesús, después de la muerte de Monseñor Checa y del Dr. Gabriel García Moreno, fue depositado en manos de un Padre de los Sagrados Corazones que llevó a Chile, en donde ha estado como cincuenta años, viene a visitarnos cuando mas necesitaos estamos del auxilio divino. Conservamos con veneración y amor tan preciosa reliquia.
Se hizo el traslado Solemne del CUADRI DE LA IMAGEN DEL SAGRADO CORAXON DE JESUS Ante la cual se hizo la consagración Solemne y su regreso casi a los cincuenta años.
Quito, Junio 28 de 1942
Monseñor Ilustrísimo. Y Rmo. Sr. Arzobispo José Ignacio Checa y Barba que Consagró Solemnemente y oficialmente el Ecuador, al Sacratísimo Corazón de Jesús 1873-1874. En Excelentísimo Sr. Dr. Gabriel García Moreno, consagró oficialmente la República al Sacratísimo Corazón de Jesús. Como a su Dios y a su Rey 1873-1874 Fueron escogidos por Dios para morir Mártires. Monseñor. Checa Arzobispo de Quito. El viernes Santo del 87 fue envenenado en el vino de la celebración Eucarística…. Y Gabriel García Moreno cayó destrozado por el machete asesino y murió en Primer Viernes, 6 de Agosto de 1875.
LAS MARTIRES CARMELITAS DESCALZAS DE GUADALAJARA- ESPAÑA
Años 1877- 1909 y 1905
BEATA MARIA PILAR DE SAN FRANCISCO DE BORJA… Nació en Tarazona (Zaragoza) 30 de Diciembre de 1877. Carmelita de San José de Guadalajara, martirizada en día 24 de Julio de 1936, a los 58 años de edad y 38 de vida religiosa. Su cuerpo fue destrozado por las balas y en medio de los terribles dolores y angustias que sentía, exclamo, repetidas veces, antes de morir, como su Divino Esposo en la Cruz: “Dios mío, perdónales, porque no saben lo que hacen”.
Beata Teresa del Niño Jesús 1909
Nació en Máchales (Guadalajara), 5 de Marzo de 1909. Martirizada el 24 de Julio de 1936 a los 27 años de edad y II de vida religiosa.
Sus deseos del matrimonio rayaban en locura y por eso, algunos años antes, escribía a una persona amiga: “viva Cristo Rey. Ojalá, pueda un día repetir este viva en la guillotina”. Dios le concedió lo que tanto anhelaba; antes de caer atravesada por las balas, exclamó, con los brazos en cruz: “VIVA CRISTO REY”.
Beata María de San José
Martirizada el día 24 de Julio de 1936, a los 31 años de edad y 7 de vida religiosa.
Desde novicia, suspiró ardientemente por el matrimonio. EN un libro de su uso, fue un papel con estas palabras escritas de su mano: “DIOS MIO, RECIBID MI VIDA ENTRE DOLORES DEL MARTIRIO Y EN RESTIMONIO DE AMOR A VOS COMO RESIBISTE A LA DE TANTAS ALMAS QUE OS AMARON Y POR VUESTRRO AMOR MURIERON”.
Las tres Carmelitas Descalzas fueron beatificadas por su Santidad Juan Pablo II el 29 de Marzo de 1987.
LAS FLORES DE LA VIRGINIDAD Y DEL MARTIRIO
Haremos las guirnaldas en tu amor floridas y en cabello mio entretejidas.
Este versillo se habla con entiende harto propiamente de la Iglesia y de Cristo, en el cual la Iglesia esposa suyo, diciendo:
Haremos las guirnaldas; entendiendo por guirnaldas TODASLAS ALMAS ENGENDRADAS POR CRITSO EN LA IGLESIA, que cada una de ellas es como guirnaldas de flores y de virtudes y dones, y todas ellas juntas son una guirnalda para la cabeza del Esposo Cristo, y también se puede entender por las hermosas guirnaldas que por otro nombre se llaman Laureles, hechas también en Cristo y la Iglesia, las cuales son de tres maneras.
La Primera, de hermosas y de blancas flores de todas las vírgenes, cada una con su lareola, de la cabeza del Esposo de Cristo.
La Segunda Laureola, de las resplandecientes flores de Santos Doctores; y todos juntos serán una Aureola para sobreponer en la de las vírgenes en la cabeza del Cristo.
La Tercera, de los encarnados claveles de los mártires, cada uno también con su laureola de mártir, todos ellos juntos serán una laureola para remate de la laureola del Esposo Cristo. Con la cual tres guirnaldas estará Cristo Esposo tan hermoseado y gracioso de ver en el cielo.
Haremos, pues, dice, estas guirnaldas en tu amor. LA flor que tiene las obras y virtudes de ella, es la gracia u virtud que del amor de Dios tienen, sin el cual solamente no estarían floreadas, pero todas ellas serian secas y sin valor delante de Dios, aun que humante fuesen perfectas. Pero, porque; él da su gracias de Dios, aun que obras floreadas de su amor, y un cabalero mio entretejidas.
DEL CANTO ESPIRITUAL DE SAN JUAN DE LA CRUZ O.C.D
Beatificación 2 de Marzo 1936
LABORES DE UNA VIDA
BEATA MARIA DEL SAGRARIO DEL SAN LUIS GONZAGA ( ELVIRA MORAGAS)
NACIMEINTO… El hogar de don Ricardo Moragas Ucelay e Isabel Cantarero Vargas, era una verdadera “Iglesia Doméstica” donde se proclamaban las virtudes del Reino de Dios.
Aquel hogar recibió con inmensa alegría, el nacimiento de su segunda hija, Elvira a las once de la noche del día 8 de enero de 1881.
BAUTISMO…
Cuando Elvira contaba con cuatro años su familia se trasladó a Madrid, siendo nombrado su padre proveedor real. Abre su Farmacia en la Calle Bravo Murillo.
EL SACRAMENTO DE LA CONFIRMACION… La pequeña iba creciendo, tenía seis años cuando recibió el sacramento de la Confirmación en la parroquia de Santa Teresa y Santa Isabel. Su alma quedó marcada con una fuerza especial de Espíritu Santo.
FORMACION Y ESTUDIOS… Educada en lo espiritual y moral más que nada por su madre en lo cultural por su padre. Frecuentó el colegio de las Mercedarias de San Fernando. No pasaban desapercibidos los esfuerzos y aplicación de Elvira, y sus padres le premiaron con la visita a Roma y a diversas ciudades. ¿Sería quizá en uno de estos viajes donde prendió la devoción a la Virgen de Lourdes de la que tantas muestras dio su vida?.
En una de estas fechas se acercaría por primera vez al sacramento de la penitencia, y después tiene el primer acto eucarístico con Jesús Sacramentado; seguiría recibiendo frecuentemente, y, junto con la devoción a la Sta. Virgen María Fraguaría el corazón de su existencia.
Elvira tiene 13 años. Es una criatura encantadora, con una inteligencia nada común. Sus padres le dan una educación completa en todos los aspectos los aspectos. En septiembre de 1899 junto con su hermano Ricardo tan unido a ella, ingresan en el Instituto de San Isidro. Aquí obtuvo Elvira el título de Bachiller el 29 de Junio de 1899 con calificación de Sobresaliente.
La revista “Bellas Artes” que se editaba en esta época, se hace eso de este alegre acontecimiento, con una reseña que dice textualmente: “La bella señorita Elvira Moragas y Cantarero ha obtenido en los dos ejercicios del grado bachiller las notas de sobresaliente.
VACACIONES….
Elvira tiene 18 años. Es una joven, guapa, alegre, simpática, comunicativa. Una de sus amigas, declara lo siguiente:” Era agradecida, Piadosa, y apreciada de todas sus amigas, pero son distinguirse por alguna característica o hecho que llamara la atención.
UNIVERSITARIA….
Elvira, ya sabemos, en la universidad seguía la carrera de su padre. Se presentó en una de las aulas con todo su aporte exterior, reflejó de ese modo interior que ella vivía con la mayor naturalidad.
En 1899 Elvira iniciando su curso preparatorio. Sus condiscípulos la recuerdan con veneración. En 1905 se licencio, después de efectuar el primer ejercicio el 4 de febrero y 14 del mismo mes y año.
El titulo de licenciada en Farmacia se le expidió el 16 de junio de 1905.
LA HORA DEL DOLOR….
Pronto Dios iba a probar aquel hogar modelo. En el año 1909 muere su padre. Elvira debió ser el consuelo de su madre y hermano. Elvira con su carácter varonil y su inteligencia privilegiada seria el alma del hogar.
Dos años más tarde muere la madre, Elvira durante su enfermedad no se separa de ella. Efectivamente el 22 de agosto entrega su alma a Dios. Han quedado solos los dos hermanos, y su unión que siempre habían mantenido se intensificó.
LA LLAMADA DE DIOS
Dios tiene sus designios sobre las almas y les va trazando sus caminos, tan inexplicables algunas veces, para las pobres criaturas. Por estas sorpresas divinas, tuvo que pasar también Elvira como alma predestinada.
Cuando parecía que mas necesitaba de si director espiritual, el sabio y santo sacerdote D. Lope Ballesteros. Dios lo llevó para sí. Estrategia del Señor, que quería que Elvira tratara con aquel gran apóstol de Madrid ”Padre José María Rubio y Perlata”… Beatificado el 6 de Octubre de 1985 por su Santidad Juan Pablo II. Hacia el dirigió sus pasos al encontrase sin director espiritual.
CAMINO DEL CARMELO
Llegado el día, Elvira, 21 de Junio de 1915, después de despedirse de su hermano, quien no pudo acompañarla por impedírselo el trabajo de la Farmacia, se presenta tranquila serena, con un grupo de amigas, a las puertas del Monasterio. Y cuando ésta se abre Elvira la atraviesa, una nueva vida empieza para ella. Su nombre nuevo: María Sagrario de San Luis Gonzaga.
La hermana María Sagrario se adentra en la vida carmelitana con la mayor normalidad. Ella que abunda en bienes materiales… Voluntariamente vivió la escases, la privación, la renuncia. Todo le gustaba: la oración, el silencio, el rezo en el coro, la alegría…; todo para ella era un gozo inmenso. Su Madre Maestra, M. Juliana de San Juan de la Cruz nos dice de ella: “Tenia una carácter fuerte y enérgico, capaz de llevar a termino los grandes ideales de santidad”.
NOVICIA
El día 21 de diciembre de 1915, con gran gozo vistió el Santo Habito de a Virgen del Carmen. Empezó su Noviciado con un fervor y entusiasmo que no desmedida nunca.
Las religiosas que convivieron con ella las describieron así: Se distinguió sobre todo en el espíritu de sacrificio y mortificación. Era humilde, fervorosa, sencilla y de mucha caridad, de suerte que su maestra podía probarla en cualquier virtud, segura de que siempre sus obras correspondían a sus grandes deseos de santidad.
Durante el año de Noviciado Hna. María Sagrario asimila perfectamente la doctrina de los Santos Padres del Carmelo Reformado y Doctores de la Iglesia: Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz.
PROFESION SIMPLE
Llega el día de su Profesión Religiosa (Profesión simple el 24 de Diciembre. 1916).
Pasados los tres años, Hna. María Sagrario queda definitivamente consagrada a Dios e incorporada a la Familia Carmelitana, ofreciéndose en sacrificio con Jesús, mediante la Profesión Solemne, el 6 de Enero de 1920 con los tres votos- consejos evangélicos- de Castidad- Pobreza y Obediencia, hasta la muerte.
PRIORA
El 18 de abril de 1927 día lunes de Pascua de Resurrección, tuvieron lugar las elecciones y salió electa Hna. María Sagrario de San Luis Gonzaga. Ella que había buscando siempre el pasar desparecida, ignorada, escondida… se abrazó con la cruz, y se convirtió en la madre solicita de todas sus hijas. Todas las religiosas eran para ella ese “Sacramento! De la presencia de Dios, por las que se sacarificaba y atendía en todas las necesidades. Con su carrera de farmacéutica, era de grandísima utilidad a la Comunidad, evitándoles gastos no pequeños en medicinas que mismo sabía preparar.
MAESTRA DE NOVICIAS
Terminado su Priorato es elegida Maestra de las novicias; pasa a ser formadora de las que luego constituirán la Comunidad. Todo lo que les transmitía, estaba enraizado profundamente en ella. Vivía lo que ensenaba. Y ponía todas sus cualidades al servicio de sus cuatro novicias.
El primero de julio de 1.936 nuevamente es elegida Priora de la Comunidad. Madre Maria Sagrario una vez mas obedece.. se da.. se entrega en servicio… Es esposa de un Dios Crucificado y quiere correr la misma suerte que El. Pronto consumara el martirio, que mucho antes había tenido fraguado su corazón.
CREPITAR DE BALAS
El ambiente de nuestra Nación, es cada vez mas tenso y hostil. La persecución religiosa se va acelerando.
El 18 de julio. España esta en guerra. Las religiosas que convivieron con ella, nos cuentan . El mismo dia 18 de julio fueron apedreadas las ventanas de la Iglesia y del Convento, y las religiosas se dieron cuenta de lo que sucedí y del peligro. Ese día comenzó la comunidad su dolorosa odisea. Por la tarde, después de vísperas, estando todas reunidas nos dijo Nuestra Madre: Esta todo muy mal. Se han levantado los militares no se que será de nosotras. Yo les suplico y les aconsejo que la que desee irse con su familia lo digan con toda libertad. Esta todo muy mal. Ninguna quiso salir, al ver que la Madre no estaba dispuesta a abandonar su Monasterio.
De continuo velábamos el Santísimo los Seglares, alarmado de ver nuestra actitud en semejantes circunstancias, no Cesaban de instarnos por todos los medios para que saliéramos. Pero ninguna quiso salir. Aun que, al fin, fue forzoso acceder. Tres grupos de religiosas se vieron en la precisión de separarse de sus hermanas. Quedamos nueve religiosas y nuestra madre.
ASALTO AL CONVENTO
Durante todo el dia 20 fue acribillado nuestro convento con balas de fusil. A las cinco de la tarde, la reducida comunidad, en previsión de lo que podía suceder, se fue al coro a rezar Maitines. Habrían pasado quince minutos, una de las hermanas oyo grandes golpes y griterío en la puerta reglar y torno. La turba se disponía a asaltar el convento. Habían querido quemarlo, pero oponiéndose los vecinos, por temor de que el fuego se propagara a sus casas, decidieron romper la puerta de la clausura y torno. Fueron momentos azarosos. Nuestra Madre seguida de otras hermanas, fueron a la ermita y las demás religiosas subieron a consumir el Santísimo Sacramento. A los pocos minutos nuestro claustro quedo invadido de toda clase de gentes. Unos con fusil; otros con palos corrieron todo el convento, rompieron cristales, pisotearon cuatros con horribles blasfemias y estrellaron en el suelo cuantas imágenes y objetos de culto encontraban, ayudando las mujeres a vaciar el convento en medio de la calle, donde hicieron una espantosa fogata con todo lo que sacaron. El alboroto de la gente armada y sin armas, las precipitadas carreras junto con el estruendo que se hacían al hacerse pedazos imágenes, mesas, etc. Hacia la impresión de haberse introducido el infierno en nuestro convento. Nuestra Madre fue la primera en presentarse a los invasores y cuando le aseguraron de que no nos harían ningún mal, nos llamo y nos dispusimos a salir. Algunas de nosotras, protegidas y custodiadas por uno de ellos de mejores sentimientos, pudimos retirarnos para vestirnos la ropa seglar. Otras salieron con hábito, entre los insultos y vocerío del gentío que en gran masa ocupaban las calles contemplando el espectáculo. Allí nos pusieron en fila junto a la pared. La madre, pensando que eran para matarnos dijo: Prepárense que nos van a matar, y añadió: Viva Cristo Rey: en seguida llego un taxi para llevarnos en el. Nuestra Madre se resistió a entrar, no por que reusar a la muerte, puesto que era su único deseo, temía exponer a sus hijas al peligro de alguna cosa peor; por eso dijo que era preferible que nos matase allí. No se le concedió.
DETENIDAS
Al fin la patrulla dio orden de partida y el coche emprendió su marcha sin saber donde nos lleva. Pero teníamos nuestro corazón embargado de alegría viéndonos perseguidas por confesar nuestro titulo de esposas de Jesús, y comenzamos a rezar en coro.
En la Dirección de Seguridad había gran movimiento. Todas nos abrazamos y nos despedimos… hasta que el señor quiera. Nuestra Madre nos animo con palabras cariñosas y nos despedimos. :Poned los ojos en el Crucificado, y se os hará todo muy poco.:
:Madre María Sagrado, con una religiosa, se fue a refugiar en la casa de los padres de esta, donde permaneció hasta su prisión, ocupándose de sus religiosas y fortaleciéndolas con us cariñosos consejos:.
Los días pasaban y la situación cada vez era mas angustiosa. La Madre deseaba el martirio. Todo favorecía a sus deseos, no esperaba nada en la tierra. Los deseos de nuestra Madre están para cumplirse. La Providencia se valió de la imprudencia de cierta persona, que, llevaba las señas de la Madre en el bolsillo y habiendo sido registrada por las milicianas de descubrió.
SU MARTIRIO
Ya quedan pocas horas, para que la vida de Madre Sagrario culmine en el holocausto.
El día 14 de agosto de 1.936, como todos los demás días hizo la oración y todos los rezos igual que si estuviera en el convento, y : hacia las cuatro de la tarde, después del Via Crucis que rezo, Madre Maria Sagrario comenzó a rezar el Oficio de la Asunción de la Santisima Viergen. Pero … tuvo que interrumpirlo porque a esa hora se presentaron en la casa donde estaba unos milicianos preguntando por Sor María Sagrario y dando muchas senas, como quienes estaban muy enterados de la presa que buscaban. Cuando la Madre se entero de lo que sucedia, se presento enseguida, diciendo que era ella y en el acto la detuvieron y condujeron a una checa juntamente con la religiosa con quien vivía.
Alli se encontraron con otras tres religiosas de nuestra comunidad. Inmediatamente de llegar incomunicaron a nuestra Madre y no pudieron hablar sus hijas nada con ella. No obstante, pudieron observar su actitud de recogimiento y abstracción en varias ocasiones en que, pasándolas de una habitación a otra para tomarles declaración, cruzaban por donde ella estaba sola, con el rosario en la mano y grandísima paz en el rostro, sin atender ni preocuparse de cuanto alrededor pasaba, como quien ya no pertenece a este mundo. No sabemos lo que padecería ni los malos tratos que tuvo que soportar durante las pocas horas de su prisión. Ya entrada la nocha, una de las religiosas la vio conducir a una habitación próxima a la suya, y vio también que la querían obligar a escribir en un papel. La Madre se resistia. Al fin, se puso de rodillas, y después de unos instantes de oración, se levanto decidida y se puso a escribir un momento.
¿Qué escribiría ? Nos inclinamos a creer que alguna confesión de fe, pues cuando acabo de escribir se la llevaron entre insultos y blasfemias.
En la madrugada del dia 15 de agosto de 1.936, fue fusilada en la Pradera de San Isidro por los enemigos de la Fe.
La Virgen María nos dio un dia a Jesús en Belén, hecho capullo hecho flor de Primavera; nosotros. Se lo devolvemos un viernes Santo ….Roto.. Muerto..
Madre Maria Sagrario, vuelve a las manos de su Creador y Redentor, y a los brazos de la Madre y Reina del Carmelo… Asi Fusilada… Martirizada….
Su boca ya no habla, pero su cuerpo inerte esta proclamando las mismas palabras de San Pablo. Llevo en mi cuerpo el morir de Jesus, para que también la vida de Jesus, para que también la vida de Jesus se manifieste en nuestro cuerpo (2. Corintios 4,10).
LOS LEVANES DE KA AURORA DEL DIA 15 DE AGOSTO
1.936 Y DE LA RESURRECCION
Cuando a las dos de la madrugada llegaron a la checa de la calle Marques de Riscal, los que habían fusilado a Madre María Sagrario, dijeron a ls religiosas: La Madre Maria Sagrario ya esta camino de Burgos . Se la ha mandado con sus familiares. Era como decir que le habían fusilado, Una Miliciana, fingiendo compasión, dijo también Pobrecitas…ya no tienen Madre.
El mismo día 15, aprecio el cadáver de la Madre en el Deposito. Su rostro aparecia con paz y sosiego, como de quien duerme un sueno dulce y tranquilo.
A los tres días 18 de agosto, recibió sepultura.
Su vida fue un continuo caminar hacia el encuentro con el señor, construyendo cada dia el Reino de Dios y siendo ese trigo molido, triturado, estrujado, en la humillación, en el olvido, en la soledad…
La Asunción de Maria al cielo es el ultimo Si de Nuestra Señora. Y como un eco de este SI, oímos el de Madre Maria Sagrario, con sabor de Cruz y Martirio, pero con mensaje de que seamos siempre Luz, y Sal y fermento de Dios en el mundo, por medio de la inserción cada vez mas profunda de la Oración y la Cruz.

BEATIFICACION DE MADRE MARIA DE SAGRARIO DE SAN LUIS GONZAGA
El 10 de Mayo de 1998 SOLEMNE BEATIFICACION de la Venerable MADRE MARIA SAGRARIO DE SAN LUIS GONZAGA (Elvira Moragas Cantero) en la Plaza se san pedro de Roma por S.S. JUAN PABLO II.
De hoy en adelante puede ser llamada Beata y se puede celebrar su fiesta el día 16 de Agosto, fecha de nacimiento para el cielo.
Beata María Sagrario de San Luis Gonzaga, VIRGEN Y MARTIR. Desde hoy te venera la iglesia en el GLORIOSO CORO DE LOS MARTIRES AMRN, ALELUYA.
Gloria y Honor a Ti Santísima Trinidad para su gloria
Gloria y alabanza para la Iglesia Universal
Gloria y alabanza para nuestra querida Orden de la Virgen del Carmen.
AVE MARTIR
Fue el día de la asunción de María Estaba la ruta abierta que le dejo la señora florida en rosas de aurora sobre la tierra desierta.
Sobre un crepitar de balas abriste las blancas alas del corazón martirial, y te fuiste tras de Ella, poniendo en su blanca huella tu roja huella triunfal.
Huellas Blancas, huellas rojas… De la tierra te despojas por el cielo del amor. Abre María Sagrario tu corazón incensario ante el trono del señor.
Padre Juan Alberto de los Cármenes
SANTA TERESA BENEDICTA DE LA CRUZ (Edith Stein,) MARTIR DE NUESTRA ORDEN DEL MONTE CARMELO
AÑOS 1891-1942 Edit Stein vio la luz el 12 de octubre de 1891, en el seno de una familia Judía, ultima hija d once hermanos, 12 de Octubre fecha coincidente con la Fiesta de la Expiación. Su Padre se llamó Sigfrido Etein y su madre Agusta Courant, los padres de Edit formaban parte de este colectivo y eran comerciantes. Se instalan aquí hacia 1899 desarrollan su negocio hasta que poco después del nacimiento de Edith, muere el padre, victima, de una insolación, sufrida en mitad de un bosque durante uno de sus viajes profesionales.
Mama Agusta no se lo piensa dos veces y decide sacar adelante, no solo la una, sino las dos empresas. Lejos de amilanarse o solicitar ayudas externas, pecha con la educación de sus hijos y con la empresa familiar. Sus éxitos como madre, son innegables, pese a que no lograse trasvasar a sus hijos las verdades esenciales de la fe Judía. Y respecto de su gestión empresarial, baste decir que transformo la suya de una firma decadente, a otra consolidada, de los once hijos de este matrimonio, cuatro murieron prematuramente. Y de los siete restantes, Edit es la preferida de Mama y la mimada del resto de sus hermanos.
“Cuando yo vine al mundo, hacía ya año y medio que vivían mis padres en Breslau” Mi padre murió en julio de 1893 durante un viaje de negocios… Yo estaba en brazos de mi madre cuando mi padre se despidió de nosotros para emprender aquel viaje del que no habría de volver con vida. Aún en el último momento le llame, cuando se volvía, a mirarnos al marcharse por ese detalle mi madre se consideraba como el último legado de mi padre para ella.
“Entre los grandes acontecimientos de la vida del hogar están, junto a las fiesta familiares, las grandes fiestas judías. Sobre todo la Pascua que casi coincidía con la cristiana. También la fiesta de año nuevo y el día de reconciliación… El día de la preparación anterior a la fiesta (de Pascua) toda la casa estaba patas arriba…. La misma vajilla la llevábamos al desván y la cambiábamos por otra que esta toda el año guardada… Nosotros los niños disfrutábamos…. A mí me correspondía un papel especial la Liturgia de la tarde pascual asigna al más pequeño de los participantes un cometido que me correspondía y que consiste en hacer una de las preguntas para informarse de lo que se realiza…”
“Mi madre por la mañana iba a la sinagoga. Lo hacía pie por que en los días de fiesta no se utilizaba ningún vehículo ya que está prohibido todo trabajo…. Como éramos niños no la acompañábamos…, pero si íbamos a recogerla medio día… Los pequeños íbamos a la Sinagoga para la celebración de los difuntos. Para mi madre esto era sagrado pues debíamos recordar a nuestro padre….”
“A los tres años de mi vida era como un azogue, viva, siempre en movimiento, de genio chispeante, ocurrente, atrevida y entrometida…. Pero en mi interior había además un mundo escogido. Todo lo que veía y oía durante el día lo meditaba luego en mi interior”… La escuela Victoria será el ámbito de la formación intelectual de Edith. Se trata de una escuela protestante liberal, situada en el centro de la ciudad y muy cercana a la Universidad. Comienza a asistir el 12 de octubre de 1905, día de su sexto cumpleaños. Y aquí realiza sus estudios primarios y de bachiller, hasta 1911. Interrumpe estos entre 1906 y 1908 debido a una crisis personal en que llega a perder la fe.
Edith, la todavía adolescente, se veía llamada hacer grandes cosas. Soñaba con castillos en la altura y lo bueno será que un buen día sus sueños se convertirán en realidad.

LA JOVEN EDITH……. AÑOS…1906…1911
Es una etapa decisiva de Edith. La adolescencia para ella será una etapa de profundas crisis en todos los sentidos, que la llevaran a abandonar la escuela y la religión materna. Superada en parte esa crisis, se convence de que tiene que reiniciar sus estudios, que se convertirán en un medio para conquistar una meta todavía oscura, y será el camino para ir llenando esos vacíos existenciales que ella a descubierto. Su juventud se desarrolla como la de cualquier joven de su época: ama el deporte, la música, las excursiones, el divertirse con sus amistades.
“Yo he contado como perdí mi fe infantil…. Tenía catorce años y medio… Comenzaba a preocuparme de cuestiones, especialmente relativas a la manera de ver el mundo…. Hachaba de ver sobre todo una iniciación con respecto al desarrollo físico que para mí ya estaba la puerta.”
Mi madre no puso la menor resistencia a mi decidida voluntad no te forzare, decía, te deje entrar en la escuela cuando tu quisiste, puedes dejarla ahora si tú lo quieres. Así deje la escuela y fui Hamburgo unas semanas después…. Cuando recuerdo ahora la temporada de Hamburgo, me parece que fue como una etapa de juego de muñecas. Mi círculo era muy reducido y vivía todavía más aislada en mi mundo interior que en mi casa…. Aquí tuve conciencia completa de la oración y la abandone por una decisión libre. No pensaba en mi porvenir, pero seguía viviendo con la convicción de que se me había asignado algo grande.
Físicamente se desarrollaba con rapidez y vigor. Aquella criatura débil se hizo casi del todo una mujer. Además los cabellos rubios se oscurecieron mucho. Cuando volví a Breslau apenas me conocieron. En aquella época pensaba de vez en cuando para mis adentro sería más sensato que yo fuera al instituto y no me conformase con estudiar algo ocasionalmente. Así comencé de nuevo mi vida de estudiante.
Volvimos a practicar la música, jugábamos al tenis y remábamos. Ahora ya no era una niña ingenua si no que cuando lograba lo que quería, como una mirada se sentía feliz….Jugaba con toda el alma y les desesperaba que yo hiciera la estatua ante una pelota que según mis cálculos no podía alcanzar.
La universidad era realmente mi “Alma mater”: Durante cuatro semanas estudie en la universidad de Breslau (Filosofa, Sicología, Historia y alemán) Participe en la vida de esa “Alma mater” como pocos estudiantes lo hacen, y me parecía que había sido injertada en ella de tal modo que no podría separarme voluntariamente de ella.
En las horas libres me gustaba sentarme en un aula vacía, en el amplio antepecho de ventana que proporcionaba el grosor de los muros, y allí trabajaba. Desde esta atalaya podía contemplar el rio y el puente de la Universidad, tan bullicioso siempre, y me sentía la joven de un castillo.

POR EL CAMINO QUE CONDUCE A LA VERDAD… (1913…1922)
Estos años que median entre 1923 y 1922ocupan el periodo más interesante de la vida de Edith. En ellos se plasma en ella el auténtico del inconformismo de quien se empeña a fondo y sinceramente en la búsqueda de la verdad. Ella quiere solidarizarse con sus compañeros y su patria. Así decide alistarse como enfermera de la cruz Roja cuando acaba con esta actividad retoma su trabajo de doctorado. Edith Estein se tendrá que trasladare también y defender en Friburgo su tesis doctoral. Por otro lado, aquí caerán rápidamente sus prejuicios contra la religión y podemos afirmar que pasa de una actitud Atea a una postura agnóstica. El tema de la religión ya no será algo que la deje totalmente indiferente. En resumen el periodo pasado en Gontinga será uno de los más hermosos de su juventud; Aquí tratara con los mejores y más grandes pensadores pertenecientes a la escuela Gontinga. “Querida ciudad de Gonttingen”… Creo es solamente quien haya estudiado allí entre los años 1905 y 1914 en el corto tiempo de esplendor de la escuela fenomenológica, puede comprender lo que nos hace vibrar este nombre. Tenía veinte y un años y toda yo era expectación ante lo que debía producirse. Tanto para mí como para otros muchos la influencia de viene….influencia de Scheler fue algo que rebasaba los límites del campo estricto de la filosofía…. Era la época en que se hallaba saturado de ideas católicos y hacían propaganda de ella con toda brillantes de espíritu y la fuerza de su palabra. Este fue mi primer contacto con este mundo hasta entonces desconocido para mí completamente. No me condujo todavía a la fe. Pero me abrió a una esfera de fenómenos ante los cuales ya nunca podía pasar ciega.
El estallido de la guerra mundial no fue indiferente para Edith. Ella se sentía plenamente alemana y quería hacer algo por su patria. Se alista como voluntaria de la Cruz Roja esta experiencia a la que se entregó con todas sus fuerzas, servirá para sensibilizar aún más su espíritu ante la realidad del hombre y de la muerte.

SERVICIO EN LA CRUZ ROJA
El estallido de la guerra mundial no fue indiferente para Edith. Yo ingresaría en la cruz Roja… A continuación me dirigí rápidamente a mi casa. Empaquete lo más preciso… La estación y el tren estaban naturalmente, llenos de viajeros…. No sabíamos con seguridad en el que habíamos subido era el de Breslau… Llegamos a Breslau a última hora de la tarde del 31 de Julio…”Asistía a clases sobre cirugía y epidemia de guerra y aprendía hacer vendajes y poner inyecciones…. Los voluntarios podrían encontrar en tales lugares de dolor permanente un amplio campo para ejercer el amor al prójimo.” Una señora de la Cruz roja me dijo que en Alemania no había demanda de enfermeras, pero que en Austria la necesidad era grande. Si quería ir debía estar preparada para partir hacia Mahrisch Weisskirchen, allí había una gran academia militar que se había convertido en un hospital para contagiosos.

EDITH EN UNIFORME DE ENFEMERA EN PLENA 1RA GUERRA MUNDIAL 1915.
Se me asigno el pabellón de enfermos de tifus…. A las dos semanas de estar en este pabellón, me toco servicio nocturno…La pequeño polaca me vino a buscar llena de miedo, en la primera noche, para atender a un moribundo … yo avise rápidamente al médico que estaba alado también de guardia y entre tanto le puse una inyección … Era la primera vez que veía morir a alguien… Cuando ordene las pocas cosas que tenía el muerto repare en una notita que había en su agenda. Era una oración para pedir se le conservase la vida…Comprendí justo entonces lo que humanamente significaba aquella muerte. En Octubre me dieron la Noticia de que el Hos pital había sido cerrado…De este modo quede libre… Y sin pérdida de tiempo me dedique al trabajo de doctorado. Edith se va a convertir en una de las primeras doctoras en filosofía en Alemania. El tema de su estudio, ya señala claramente el profundo interés por las relacionas humanas y por la concepción de la persona humana como un ser espiritual.
El 3 de agosto de 1916 defiende su tesis doctoral en la universidad Friburgo. Le conceden la nota máxima ”smma cum laude”.
“Por fin llego el gran día del 3 de agosto de 1916…El decano había elegido como lugar de examen la sala de reuniones de la Facultad de Economía Política, porque era la más fresca…Husserl estaba radiante de alegría. El mismo decano había propuesto ”smma cum laude”. Por la mañana telegrafié a casa para anunciar el resultado.
CAMINO DE LA CONVERSIÓN AÑOS…. 1920 a 1922
Pese a las actividades externas, interiormente se va sintiendo cada vez más atrapada por Cristo al que ya siente como persona y viva en ella. Edith ha pasado el año 1920 junto a su madre en Breslau y dando clases en la escuela popular superior. Las batallas que en diferentes frentes libra en su interior le “hacen perder suelo”. No tiene apoyos y su duda principal radica en como orientar su vida; En si con vértice a Dios o no.
Corre el mes de marzo de 1921 y sus amigos Filósofos, los Conrad Martius, la invitan.
Viene…. La invitan
La invitan a pasar una temporada en su casa de huéspedes de Bad-Bregzabern y es precisamente aquí, al comienzo del verano de este mismo año, cuando cae en sus manos un ejemplar del “Libro de la Vida” de Santa Teresa de Jesús escrito por ella misma. Comenzó su lectura y no pudo dejarla de leerla hasta el final. Y la que llevaba tanto tiempo a la bus queda de la verdad, se sintió de pronto sorprendida por ella. Fue cuando exclamó: ESTA ES LA VERDAD. En cuya casa tomó la decisión de hacerse católica, pese que sus amigos fuesen protestantes.
RECIBE EL BAUTISMO DEL DE AN EUGENIO BREITLNG
1922
Edith Estein fue bautizada el 1 de enero de 1922. En un libro de bautismos de la parroquia de San Martín de Bad Bergzabern se lee: “Dra. Edith Stein, 30 años de edad, doctora en filosofía. Bautizada aquí el 1 de Enero de 1922. Nacida el 12 de Octubre de 1891 en Breslau. Hija del difunto Siegfried Stein y Auguste Courant. Recibió como nombre de bautismo Teresa Hedwig”. El nombre de Hedwig lo tomó, sin duda, como homenaje a su entrañable amiga.
CONFIRMACION
Bad-Bergzabern pertenece a la diócesis de Espira. Por ello Edith se traslada aquí; donde el 2 de febrero de 1922 recibe el Sacramento de la Confirmación en la Capilla del Palacio Episcopal de esta histórica ciudad que ya honda huella iba a dejar en Edith. Edith vuelve a Breslau, y ya en casa, tiene que comunicar la noticia a su madre: “Mamá, soy católica”. La madre sufre grandemente este paso dado por si hija menor. A partir de entonces, y siempre que vuelve a Breslau, Edith se levanta temprano, antes de que se despierten los demás, para asistir a la Eucaristía en la cercana Iglesia de San Miguel.
INTINERARIO DE UNA INTELECTUAL CATOLICA
1922—1933
Edith Estein ya es católica… La conversión ha transformado su vida, y ante la grandeza del don recibido se siente al principio desorientada.
“Durante el tiempo que precedió a mi conversión e incluso un gran tiempo después, tenía la convicción de que llevar una vida religiosa significa el abandono de todo lo terrestre para vivir sólo en el pensamiento de las cosas divinas. Progresivamente aprendí a recoger que algo más se nos pide en este mundo u que incluso en la vida contemplativa, el legamen con el mundo no se debe romper. Creo incluso, que cuanto más profunda es la atracción que nos conduce a Dios, mayor es el deber de “salir de sí”, en este sentido también, es decir, en dirección al mundo para llevar allí la vida divina.
Al caer en manos de sabios directores espirituales, supo orientar su vida correctamente. Será un tiempo de intensa actividad en diversos campos: en el de la enseñanza, como escritora y traductora, como conferenciante, como filósofa y pedagoga…..
Si investigación científica más personal son un descubrir el ser del hombre y de la mujer, para que éstos alcances a Dios desde su condición respectiva. Es el denominador común de las diferentes actividades que marcan su camino en estos años.
PROFESORA EN ESPIRA….1923—-1931
Edith inicia su actividad en Espira de 1923 a 1931 será profesora de alemán e historia, tanto para las chicas que estudian el bachillerato como, para las que hacen el magisterio, Aquí vivirá en régimen de internado.
Edith recibió no pocos apoyos por parte del Obispo de Espira, Mons. Dr. Ludwig Sebastián, que fue quién la confirmó, y, sobre todo, de su Vicario General, Dr. Josef Schwind. Este último, fue su confesor hasta 1928 año en que falleció. Fue, además quien le proporcionó el puesto como profesora de alemán e historia en Normal Católica de las Dominicas de Espira. Y más aún él fue también quien le aconsejó para que, por el momento, no entrase en una orden religiosa, Un sobrino del Padre SCHWIND nos dice: “Edith Estein se dejaba guiar en plena obediencia por su director espiritual… A su deseo de poder entrar en la vida religiosa, mi tío le dijo:” Con esto no se escapará de la Cruz, sino que la sentirá más que nunca”.
Vine….. Sentirá más que nunca.
Edith se levanta muy de mañana para comenzar su jornada y asistía a la celebración de la Eucaristía.
Sus discípulas decían “era una buena profesora y comprendía la conducta humana. Al contrario de otras profesoras trataba a las alumnas personalmente. Conocía sus problemas y estaba muy atenta a la dignidad personal”. Ha demostrado un espíritu apostólico ayudando a sus alumnas y ayudándolas a resolver cualesquier asunto particular.
Desde la semana santa de 1928 hasta su entrada en el Carmelo la gran Abadía de Beuron se convirtió para Edith en lugar de residencia, durante estos días tan señalados. Aquí podría vivir en el silencio y a través de su solemne Liturgia los grandes misterios de Cristo.
El Padre Walzer, pronto sería su Director espiritual, era el Abad de Beuron, abadía denedictina. El Padre Abad, Don Rafael, afirma de Edith era agradecida místicamente en el verdadero sentido de la palabra nunca presentó apariencias de afectada o de quien se considera superior. Era llana con los hombres sencillos.
El 30 de abril, domingo del buen Pastor, de celebraba en la Iglesia de San Ludgerio la fiesta de su santo patrono con trece horas de adoración. A última hora de la tarde me dirigí allí y me dije: “No me iré de aquí hasta que no vea claramente si tengo que ir ya al Carmelo”. Cuando se impartió la bendición tenía yo el “Si” del Buen Pastor.
EN EL CARMELO DE COLONIA…..1933….1938
Desde el encuentro con la autobiografía de Santa Teresa de Jesús, Edith Estein se sintió llamada al Carmelo. No pudo realizar su deseo por dos razones fundamentales: Por el impacto que hubiere producido en su madre, y porque sus confesores pensaban que tenía mucho que ofrecer debido a su gran preparación intelectual.
Ella sabía que el Carmelo es toda oración, y ella quería dedicar su vida por entero a Dios. Desde la oración podía interceder por su pueblo, y en la oración podría inmolar a Dios su propia vida en favor de todos. Esa es la vocación de la carmelita y la vocación de Edith.
Después de las Primeras Vísperas de la Solemnidad de Santa Teresa de Jesús, el 14 de Octubre de 1933, se le abrieron a Edith las puertas de la clausura. Por fin se hacía realidad su gran deseo de ser carmelita;” El despido (del Instituto de Pedagogía Científica”) fue para mí una señal del Cielo de que yo podía seguir el camino que hacía tiempo veía como el mío. Después…. el pasado sábado, entré en el convento de Carmelitas, convirtiéndome en una hija de Santa Teresa. Ella fue la que me condijo a la conversión”. Los dos meses los pude pasar con familia en Breslau sufriendo mucho por la reacción negativa de mi madre.
Tras de sí dejaba toda una vida en la que había alcanzado nombre ahora todo eso no importa, desaparecía de su mente para sumergirse sólo en la contemplación de Dios. No dejaba a los suyos: su entrega era por ellos y para ellos. No se trataba de una huida. Ella se aliaba con el Todopoderoso para salir victoriosa ante los perseguidores. Este paso hacía la vida escondida en Dios adquiere para Edith un sentido profundo apostólico, de entrega total. Su estancia en el Carmelo de Colonia va a durar paco más de cinco años hasta el 31 de Diciembre de 1938.
POSTULANTADO
Este tiempo de prueba ya hacer para Edith un tiempo de profundización y radicación en los valores esenciales de la visa carmelitano—teresiana. Una confirmación de lo que en el mundo buscaba y vivía. Nunca se consideró en las cimas del camino. Aún había mucho que recorrer. Va a percibir, en estos primeros meses, la necesidad de lo pequeño, de lo que en otros ambientes no recibe mayor importancia y que, sin embargo, constituye un factor esencial en el crecimiento de la carmelita hacia la santidad.
EDITH NOVICIA
El inicio del noviciado se da con la toma de Hábito de la candidata. La fecha designada para Edith fue el 15 de abril de 1934, domingo del Buen Pastor. La fiesta de la Vestición se realiza en un marco de gran solemnidad, especialmente por la gran afluencia de invitados, personalidades y regalos, entre los asistentes encontramos a Peter Wust, al viene al provincial –
al Provincial de los Carmelitas Descalzos, P. Theodor Rauch,y al Abad de Beuron, Don Ragael Waslse ,que preside la. ceremonia. El simbolismo y ri¬queza interior que supuso para Edith este momento lo encontramos refle¬jado en su nombre religioso:Teresa Benedicta de la Cruz.
En nombre de Teresa ya lo habia adoptado en el bautismo,Benedic¬ta en reconocimiento a San Benito y a sus hijos,El contacto con ellos y con su espiritualidad.! el de la Cruz es el misterio «bajo el cual acoge y desarrolla su vocación.Una Cruz que la incitó en su búsqueda a plantearse el camino de la fe.una Cruz que tuvo que cargar en el momento de su con¬versión al enfrentarse con su madre.una Cruz que el momento histórico de su entrada en el Carmelo le ofrecia y que ella aceptó
Con el motivo de su vestición el padre Provincial,Theodor Rauch, hizo presente en el convento para iniciar la visita Pastoral.En esta vi¬sita estableció que la Hna. Benedicta podía seguir dedicándose al trabajo científico.Esto suponía una excepción importante.
» se dispuso enseguida a ejecutar la orden del P.provincial de reto
mar sus trabajos filosóficos.Esta la obligó a sacrificar la recreación.
No fué fácil para ella.Como un niño esperaba con alegría a que llegase el
domingo,día en que podía dedicarse plenamente a la oración y a la vida
del convento».
• SU PROFESIÓN SIMPLE
Terminado el año canónico del novi¬ciado y después de la votación de la comunidad, la Hna Teresa Benedicta es admitida a la profesión simple de los votos por un período de tres años. La fecha fijada para tal acontecimiento es el 21 de Abril de 1,935»
En. el año 1.937 se ofrece para desempeñar el oficio de enfermera. Desde septiembre hasta diciembre de 1.937 está a disposición de Sor Clara, una hermana lega que tiene cáncer de hígado. A partir de 1.937 le encomien¬dan un nuevo servicio comunitario, el torno.La preocupación y el amor a sus hermanas no se manifiesta solamente en estos servicios. Buacaba también ayudar en el crecimiento cultural de las hermanas con la finalidad de enriquecer la vivencia espiritual,dándoles clases de latín para que entendiesen mejor el rezo del Breviario.
Le quedaba poco tiempo para entrar a formar parte de la comunidad con voz activa y pasiva, a raíz de la profesión perpetua.Se fijó la fecha de tal celebración para el 21 de abril de I.938,y la impoposicíón del velo negro para el 1 de mayo cuya fiesta fué solemnísima.
Mí hermana Rosa estuvo aquí el 16 de al 29 de Diciembre. de 1.937).des¬de siempre»ha seguido muy de cerca mi camina y,a consecuencia de ello,ha sufrido muchos .años,por consideración a mi madre.Ahora,por fin,el día de nochebuena ha recibido el santo bautismo y ha hecho la primera Comunión.
La Señora Agusta muere el 14 de septiembre de 1.936 Ante la noticia de la muerte de mamá,piensa en. ella y en su easa,y escribe: » Hasta el final, mi madre se ha mantenido fiel a su fe.Ahora ¡ bien,dado que su fe y la firme confianza en su Dios se han mantenido en pie desde la más tierna infancia hasta sus 87 años y dado que fué la ultima cosa que siguió viva en ella en su dura lucha con la muerte>tengo la confianza de que habrá encontrado un Juez benévolo y de ahora es mi más fiel intercesora,para que también yo alcance la meta» (Carta del 4-X-I-.93&
Desde que los nazis llegaron -al poder fueron promulgando leyes que favorecían las racias en contra de los judíos.Esta situación llegó a su límite en la»noche de los cristales rotos»(noviembre de 1.938-,durante la que sinagogas y negocios judíos fueron destrozados e incendiados .Edith no fue a esta situación que sufrió ella y sus .familiares:

EN EL CARMELO DE ECHT…( 1.939 -1.942 )
La famosa «noche de los cristales eotos» (9-10 noviembre de 1938) fué la gota que colmó el vaso.Nadie deseaba que marchase. Fué ella mismo quién tomó la decisión :no temía por su vida sino por la de la comunidad.Rápidamente,con permiso de sus superiores inició los trámites para el traslado al Carmelo de Holanda de Echt.Allí podía estar al seguro y regresar en cuanto acabase esta situación.El 31 de Diciembre abandona Edith el convento de colonia,donde va a seguir viviendo su vocación hacia la unión plena con Dios. Cuan -dolorosa fué la despedida , de mi querida familia conventual,especialmente de las buenas Madres.
viene buenas-Madres.
«Estuve arriba,en el antiguo coro de modo que me hallé muy cer¬ca de la imagen Milagrosa de la Reina de la paz» y pedirle su bendición; luego fui a la cripta,donde están enterradas las antiguas Carmelitas.
EL CARMELO DE ECHT EN HOLANDA
La Nochevieja de 1.938 llegó Benedicta.Aquí tendrá su hogar hasta el 2 de agosto de 1.942 es obligada por la gestapo a salir del convento. La comunidad estaba compuesta de 13 hermanas cora¬les y 4 hermanas legas.A ecepción de 3 hermanas corales que eran holandesas todas eran de nacionalidad alemana. Las buenas hermanas de aquí, me recibieron con un amor extrañable.Después de todo,aquí está el antiguo Car melo de colonia…»
» Un billete le escribe a la Madre priora de la comunidad de ECHT,el 26 de Marzo de 1.939.Permítame Vtra. Rcia.ofrecerme al Corazón de Jesús como víctima propiciatoria por la paz verdadera,que el poder,del Anticristo ,se derrumbe en una nueva guerra munidial. Deseo hacerlo .sé» que soy nada,pero Jesús lo quiere,y seguramente-en estos días llamará a otras muchos para esto».
Desde mediados de junio soy segunda tornera y estoy encargada de otros oficios.
Teresa Benedita vive preparada para la Cruz .Esta situación la vive como algo inherente a su vocación a la Cruz.
EN EL MISTERIO DE LA CRUZ.PREPARADA PARA EL MARTIRIO
Año 1.942…2-9 de Agosto
Las tropas de Hitler invaden Ho¬landa en 1.940.Oración y fidelidad a su propia vocación:esta era las dis¬posiciones de Sor Teresa Benedicta frente a la posible deportación, a la muerte.A medida que iba recibiendo noticias alarmantes de Alemania,iba tomando fuerzas poco a poco su intuición al martirio,hasta convertirse en pre¬paración convencida.y a desde el último año»pasado en Colonia se había sentida en profunda armonía con la reina Ester del Antiguo Terstamanto,sea.mujer fuerte,valerosa,dispuesta a ofrecer su propia vida por la salvacion de su propio pueblo.Ahora pueden decir «Estoy segura que el Señor ha acep¬tado mi vida por todos.yo soy una pequeña Ester pobre e impotente,pero el Rey que me ah escogido es infinitamente grande y misericordioso.! este es gran consuelo.
El 24 de julio de 1.942 se leía en todas las iglesias católicas holandesas un comunidado x de los obispos encontra de la deportación de los judíos católicos.Como vengansa,la S.S.se propuso deportar a todos los judíos catolicos presentes en el territorio Holandés.Teresa Benedicta y su hermana Rosa no serán la excepción.
El dos de agosto de 1,942 se presentaron dos agentes de la S. S.en el locutorio del Carmelo con la orden de que la fina. Teresa Benedicta y su nena Rosa saliesen en cinco minutos de la Clausura,so pena de graves perjuicios para la comunidad…
Sacadas inmediatamente del convento ,sin casi tiempo para despedirse;el coche policial condujo a las dos hermanas detenidas al cam¬po de consentración de westerbork allí pasaron dos noches..
En la noche del 2 al 3 de agosto llegaba al campo de consentración y en la noche del 3 al 4 de agosto,los presos hebreos con muchos otros fueron trasladados al campo de WESTERBOR, situado en una zona com¬pletamente deshabitada al norte de Holanda
«Desde ahora acepto con alegrfa y con perfecta sumisión a su santa
voluntad,la muerte que Dios me ha reservado.pido al Señor que se digne
aceptar mi vida y mi muerte para su honor y su gloría.por todas las inten¬
ciones del Sagrado corazón de Jesús y de María y por la Santa Iglesia,de
modo especial por el mantenimiento,santificación, y perfección de nuestra
Orden,particularmente los carmel de colonia y Echt. En expiación por
la incredulidad del pueblo judio y para que el Señor sea acogido por los
suyos y venga su Reino en la gloría.por ía salvación de Alemania-y la paz
en el mundo,por fin por mis familiares,vivos y difuntos,y por todos los
que Dios me ha dado¡ninguno de ellos se pierda»
que
viene.. . .se pierda.
EL MARTIRIO 1.942 el 9 de Agosto
Los cinco días últimos que pasó en el campo de concentración estuvo serena, y dedicada a atender sol-re todo a los niños que las madres apoderadas de la desesperación, de jaban solos.
El 9 de agosto de 1.942,les esperaba la suerte de la Cámara de gas. Bajaban del tren y eran separados en dos grupos: los hábiles para trabajos pesados, que eran liberados de la muerte inmediata, y todos los demás, fundamentalmente mujeres, niños y ancianos, marchaban camino de las cámaras.
Teresa Benedicta y su hermana Rosa caminan, con los seleccionados hacia las denominadas «cámaras de desinfección o duchas». Se les dá jabón y tenían que despojarse de toda la ropa y entrar desnudos en la gran habitación. Aquí, después de cerrarse la puertas, y ser introducido el gas, morían todos asfixiados en menos de media hora. Los cuerpos eran después incinerados y sus cenizas lanzadas al fondo del pequeño lago existente en las cenizas de los hornos.
Teresa Benedicta tenía 51 años y Rosita 59.
¡ Oh feliz Hermana Teresa Bededicta de la Cruz, el amor a la Cruz te llevó hasta el martirio para unirse y sumergirte en el Dios amor.

LA NOCHE DEL CRISTAL. . .(LA SHOH) . .

Sí.La llamaron «Noche del cristal» ay, triste ironía de nuestro lenguaje!
DIOS cercano, Dios amado,y Dios
vivido E N LA FE DÉ LAS noche, S ANJUANISTAS, CON Teresa y con Juan, A L arca del Carmelo,llegó L A blanca paloma .En Z UREO amoroso A batió sus níveas alas.
Noche de muerte,
Tensa de odio y de sangre
A quella noche,negra y triste
T uvo su comienzo, el «Holocausto” E n el cual,tu pueblo Hebreo,
R ecibió,-si-,en su sangre un bautismo
E l. Eterno.. .¿no borró su pasado?
S i.El,antes, con su sangre,
A Ibeó, blanqueando tu pecado.
C OLONIA
A brió sus puertas a Edith
R egina Pacis,
M ARIA, te acogió en su casa,
E L Carmelo,que nació en Judea,
L A tierra ancentral de tus abuelos.
I nmersa en tu «mundo oculto »
T ERESA te entregó la VERDAD que buscabas
A RRIBASTE! al puerto de la Paz
E
B endita de la Cruz, dith, pequeña Ester:
N O rompiste con tu pueblo
E n tu entrega al Dios Hijo.
Descansaste en tus hombros su Cruz;
I definiste tu ser con Cristo ;
C on El, por El y en EL
T E ofreciste
A morir
D ios aceptó tu vida
E n el gran silencio de la shoah
L A «Liturgia», martirial A sumió a su víctima.
Cantabas,al ir a la muerte, R adiante de amor, con tus
hermanos Hebreos, U n salmo a tu señor, Z ahori, que adivinabas ya tu ciel?

M ORISTE Edith ,por ,y con tu pueblo A nominato de cuerpos humanes. R ESURRECCIÓN gloriosa os espera. T IENE- DIOS con sus hijos I FINITA Misericordia, R EINAD,reinad con el Dios de la
Historia. !
E DITH:tu vida,tu ciencia,tu amor D E forma radical,como judía I SRAELITA de corazón, T E hizo entregarte del todo, H ASTA el todo,y por todos
S I: tu mensaje transciende el
Carmelo’ T IENES mucho que decir al hombre
de hoy, E RES Maestra de Esperanza. I NICIA tu vuelo. Alienta a la
Iglesia. Ya N ACE, pujante, el tercer Milenio.
(Carmelitas Descalzas Tortesillas)
(España).
SU BEATIFICACIÓN 1.987
Hermana Teresa Bededicta de la Cruz,. (Edith Estein)- fue «beati-ficada ea el año de 1987 en Colonia el I de Mayo por su Santidad Juan Pablo II .
Mujer de singular inteligencia y culturales dejado numerosos -escritos de elevada doctrina y de honda espiritualidad .Entre ellos sobre sale AVE CRIX SPES UNICA .
Los primeros intensos para llevar a los altares la figura y el mensaje de Edith Estein comenzó en colonia.
El”proceso diocesano»oeupó la década comprendida entre 1.962—l.972, Fueron años de una búsqueda paciente de cuantas personas hubiesen conocido a la Sieva de Dios.En 105 se escuchó a 109 testigos ex¬tendidos por diócesis alemanas , inglesas «belgas ,holandesas ,austriacas ,sui¬zas y de estados unidos.
Ya en 1.972,el cardenal Hoffner,arzobispo de colonia, hacía llegar los volúmenes de este proceso diocesano a la Congregación para las Causas de los Santos,en Roma. El 19 de septiembre de este mismo año,la Congregación para la Doctrina de la fé daba luz verde con un «nihil obstat” a la causa de la beatificación de Edith Estein.Hasta que linalmente ,nuestra entrañable hermana Teresa Benedicta de la Cruz era beatificada en .el gran estadio de Colonia,el 1 de Mayo de 1.987 por su Santidad el papa Juan pablo II,con ocación de una de sus visitas,víajes pastorales a Alemanis.
I de MAYO DE 1.987 su GLORIFICACIÓN DE LA BEATIFICACIÓN
DE TERESA BENEDICTA DE LA CEUZ.O.C.D.
II DE OCTUBRE: DE 1.998
DIÁ DE GLORIA PARA TERESA BENEDICTA (Edith Esteih) PARA LA IGLESIA
Y EL CARMELO
Muy dificultosa resulta la tramitación para el reconocimiento del milagro que la Iglesia exigia.setrataba de la curación «rápida» «completa» y «duradera “ de una gravísima afección hepática padecida por la niña Teresa Benedicta MC Carthy, de Bostón (USA)»hija de un matrimonio católico de rito melquita,cuando apenas tenía tres años.
Rechazado este milagro en una primera investigación, fué, sin embargo,aprobado por unanimidad por los peritos consultados el 16 de Enero -de 1.997. El 25 de febrero y el 18 de marzo de este mismo año,lo refrendaban respectivamente los Consultores Teólogos y la Sagrada Congregación Ordinaria de Cardenales y obispos.
Dos meses más tarde, el 22 de mayo, Juan pablo II Manifestaba pú-blicamente su intención de canonizar a Edith Stein en Roma para el pró¬ximo II de Octubre de este mismo año 1.998
PALABRAS DE SU SANTIDAD EL PAPA JUAN PABLO II
Con vosotros me lleno de gozo, por la canonización de sor Teresa Benedicata de la Cruz .Recuerdo que en Octubre de 1.982,en este mismo lugar, canonicé a Maximiliano María Kolbe. He tenido siempre la convicción de que estos dos mártires de Auschwitz nos abren el camino del futuro…»
» Como esposa puesta . en la Cruz, sor Teresa Benedicta de la Cruz ; no escribió únicamente páginas sobre “la cien¬cia de la Cruz»,sino que recorrió hasta el fondo su camino en la escuela de la Cruz. Muchos de nuestros contemporáneos querrían hacer callar a la Cruz pero nada hay más elocuente que la Cruz sometida a silencio,»
Santa Teresa Benedicta de la Cruz nos dice a todos nosotros: No aceptéis como verdad nada»que esté vacio de amor. Y no aceptéis nada como amor, si está vacío de verdad. Lo uno sin lo otro se convierte en mentira destructora».
Rito espléndido y denso significado . El mismo Juan Pablo II subrayó más de una vez que este acto solemne y eclesial, que clausura en Viene…. Clausura en cierto modo la singladura histórica de sor Teresa Benedicta de la crúa ahora santa Edith Stein, condesa a grandes trezos la historia de nuestro siglo XX.
Soy consiente-decía el Papa- de que hoy con este acto, se está clausurando un cierto ciclo histórico. La glorificación de Edith es a la vez una evocación de los horrores de los campos de exterminio y una altísima proclamación de la reconciliación entre razas, ideologías y religiones, a que hoy aspiramos todos.
Al comienzo del rito, desde la cátedra elegida ante el frontal externo de la Basílica Vaticana, frente el inmenso gentío trepidante que llenaba la plaza, el Papa decía: “Contemplamos el testimonio dado por la vida y la muerte de Edith Stein, y con corazón agradecido- si bien velado de tristeza por el recuerdo de los horrores de destrucción y de muerte que sacrificaron a tantos hermanos nuestros, hombres y mujeres, proponemos el testimonio de esta Hija de Israel e hija del Carmelo por ejemplo claro de la iglesia Santa y católica. Se ha hecho pedazos el arco de los fuertes, la vida es más fuerte que la muerte: de ella, de la vida recabamos esperanza, consuelo y misericordia”.
La doble columnata semicircular abrazaba y unía una muchedumbre abigarrada, de más de 60.000 asistentes venidos de los cinco continentes. Por número y colorido, destacaban los grupos alemán, polaco los de Estados Unidos, Países bajos y España.
En torno al altar, concelebraban con el Papa los cardenales polacos de Cracovia y Wroclaw (la antigua Berslau), los cardenales alemanes de colonia y de Múnich, los obispos presidentes de las conferencias episcopales de diversas naciones, obispos de Holanda (desde Holanda había salido Edith camino del martirio. El carmelita Pablo Dadah, obispo de Bagdad (Irak). Los superiores generales de los carmelitas, padres Camilo Maccise y P. Joseph Chalmers, más numerosos provinciales de Carmelo Teresiano.
Al rito introductorio, siguió el acto formal de la canonización. El portugués Mons. José Saravia, en calidad de prefecto de la congregación de las causas de Edith, juntamente con Mons. Julio Dante, elevaban la súplica al Papa de rubrica solicitando formalmente la canonización de esta hija de la Iglesia y del Carmelo, sor Teresa Benedicta de la cruz. Para motivarla leían, en voz alta ante la asamblea una breve biografía de la inminente Santa. Y tras una solemne plegaria litanica, exactamente a las 10:15 del II de Octubre de 1998, el Papa Juan Pablo II pronunciaba la clásica formula de canonización, que decía así:
“En honor de la trinidad Santísima y para exaltación de la Fe católica e incremento de la vida cristiana, con la autoridad de nuestro Señor Jesucristo, de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo, y nuestra, después de haber reflexionado largamente y haber invocado con insistencia la ayuda divina, y tras haber escuchado el parecer de muchos hermanos en el episcopado:….
DECLARAMOS Y DEFINIMOS SANTA A LA BEATA TERESA BENEDICTA DE LA CRUZ Edith Stein, y la inscribimos en el albo de los santos y establecemos que en toda la iglesia sea devotamente venerada entre los santos”
“A ti, Señor, gloria y alabanza: en la morada de los Santos, coronada de gloria y honor, resplandece tu sierva Teresa Benedicta de la Cruz, e intercede por nosotros, Aleluya”.
Al coro de la Sixtina se suman las voces de las corales de colonia u de Munster con sus respectivas orquestas.
Terminada la ceremonia, el Papa con ocasión del “Ángelus” dirigió unas palabras a los innumerables fieles congregados en la plaza, asociando las dos figuras que hoy estuvieron fuertemente presentes en el ánimo del pontífice, la Carmelita Edith y el franciscano P. Kolbe, los dos martices de Auschwitz.
Su santidad el papa Juan Pablo II proclama como Santa a esta eminente Hija de Israel y fidelísima Hija de la Iglesia católica.
II de OCTUBRE DE 1998.

BEATA ISABEL DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD
Isabel Catez de la Trinidad nació el 18 de julio de 1880 en el campo militar de Avor, Diócesis de Fourges (Francia) en 1901, ingreso en el Carmelo de Dijon, donde profeso el 1903alli falleció el 9 de noviembre de 1906 para irse como dijo ella a la luz, a la vida, al amor. Adoradora autentica en espíritu y verdad, llevo una vida humilde, acrisolada por intensos sufrimientos ficticios y morales, en alabanza de gloria de la Trinidad huésped del alma, hallando en este misterio el cielo en la tierra y teniendo clara conciencia de que el constituía su carisma y su misión en la Iglesia.

ELEVACION A LA SANTISIMA TRINIDADDE LA BEATA ISABEL DE LA SANTISIMA TRINIDAD

TRINIDAD A QUIEN ADORO…. ¡ Oh Dios mío, Trinidad a quien adoro ayúdame a olvidarme totalmente de mi para establecerme en ti inmóvil y tranquila, como si mi alma ya estuviera en la eternidad, Que nada pudiera turbar mi paz, ni hacerme salir de ti, oh Dios inmutable, sino que en cada momento me sumerja, mas íntimamente en la profundidad de tu misterio.
Pacifica mi alma, has de ella tu cielo, tu morada predilecta, el lugar de tu descanso. Que nunca te deje ahí solo sino que permanezca totalmente contigo, vigilante de mi Fe, en completa adoración y entrega absoluta a tu acción creadora.
¡Oh mi cristo amado, crucificado por mi amor, quisiera sr hasta una esposa para tu corazón, quisiera cubrirte de gloria; quisiera amarte…
Hasta morir de amor. Pero conozco mi impotencia. Por eso te pido ser revestida en ti mismo, identificar mi alma con todos los sentidos de tu alma, sumergirme en ti, ser invadida por ti, ser sustituida por ti para que mi vida sea solamente una irradiación de tu vida. Ven a mí como adorador, como Reparador y como Salvador.
¡Oh verbo eterna, palabra de mi dios, quiero pasar mi vida escuchándote; quiero ser un alma atenta siempre a tus enseñanzas para aprenderlo todo de ti. Y luego a través de todas las noches, de todos los vacíos, de todas las impotencias, quiero mantener mi mirada fija en ti para permanecer bajo tu luz infinita.
¡Oh mi astro querido, fascínamele tal modo que ya no pueda salir de ti irradiación divina.
¡Oh fuego abrasador, espíritu de amor, ven a mí para que se realice en mi alma como una encarnación del verbo, quiero ser para él una humanidad suplementaria donde renueve todo su misterio.
Y tú, Oh Padre protege a tu pobre criatura, “Cúbrela con tu sombra”, contempla solamente en ella al amado en quien has puesto todas tus complacencias.
¡Oh mis tres, mi todo, mi Bienaventuranza, soledad infinita, inmensidad donde me pierdo. Me entrego a voz como víctima. Sumergíos en mi para que yo me sumerja en voz hasta que vaya a contemplar en vuestra el abismo de vuestras grandezas…

ISABEL DE LA TRINIDAD
12 de JULIO 1982
El 12 de JULIO 1982
Juan Pablo II aprobó la heroicidad de las virtudes de la Carmelita sor Isabel de la Trinidad, Entre las figuras carmelitanas en Proceso de Santidad Canónica, Isabel Catez de la Trinidad (1880-1906) despierta un interés particular, desbardando hasta límites lejanos las fronteras de la Orden. Los “recuerdos” y las ediciones de las pobras completas han propagado su imagen de artista y completiva. En una carta del 14 de sobre, 9 de 1902nos recuerda “la esencia de la vida carmelitana”. “La oración es nuestra principal, deliera decir nuestra única ocupación”
Autora de la levacion “Oh trinidad que adoro… Isabel de Sacerdotes, y personas en busca de orientación contemplativa son los lectores más frecuentes de sus escritos. Su vida tiene la breve existencia de 26 años. Con Santa Teresita del Niño Jesús y la Santa Faz comparte con ella la brevedad de una vida de inmolación, y de amor.
Con el padre Rafael de San José (kaninowki), con María de Jesús Crucificado (árabe). Israel de la Trinidad de la tercera “Venerable” del Carmelo en el pontificado del papa Juan Pablo II. El decreto del 12 de julio presenta un resumen de sus virtudes “heroicas” de su doctrina y de su mensaje para nosotros.
UNA BEATAPOARA NUESTROS TIEMPOS ISABELDE LA TRINIDAD

¿Que pueda decirnos Isabel de la Trinidad, que testimonio presenta hoy para el mundo, a la iglesia o al Carmelo?
Entre otras cosas implicatorias del testamento de la santidad de las virtudes están en 3 palabras, tres expresiones familiares con las que la ponen o representan al mundo, a la iglesia y al Carmelo.
¿Qué dice a nuestro mundo aceptad?
“EL DIOS TODO AMOR”
¿Qué dice la iglesia? “Permaneced siempre junto a la fuente de aguas vivas” quiere acercarse lo más posible a cristo, dejarse introducir y permanecer en su intimidad; quiere apropiarse de la oración enriquecerla y verterla sobre el cuerpo. “puesto a que nuestro señor mora en nuestras almas, su oración nos pertenece y quisiera estar en constante comunión con él, permaneciendo a su lado como un pequeño vaso junto a la fuente de la vida para poderla comunicar inmediatamente a las almas. UNION AMOR “dos palabras que sintetizan la comunión y le apostolado.
¿Qué DICE EL CARMELO? “FIJAD EN DIOS” CADA VEZ UNA MIRADA MAS SIMPLE “MIRA” “ESCUCHA”
Es tan sencillo si se trata de la oración, nos dirá: hasta crecer… El alma es templo de Dio. Las tres divinas personas en todo momento día y noche en si obran como quien trata como un ser a quien se ama; amar es tan sencillo… es entregarse a los designos de su voluntad divina, como él se entregó a la voluntad del padre. Es permanecer en el. Hija autentica de Santa Teresa de Jesús; ya no debe temer las influencias externas, ni las dificultades exteriores. Todo le permite arraigarse más profundamente en el amor, sobre todo es hija de la virgen María nuestra modelo. Su vida fue tan sencilla.
LO QUE JUAN PANLO II A DICHO SOBRE SOP. ISABEÑL DE LA TRINIDAD

Seguir a cristo es muy diferente de una simple admiración, por bien que conozcáis la sagrada escritura y la teología, seguir a cristo es algo esencial, hasta el punto de quererle imitarle hasta el punto de dejarse configurar con él; de asimilarlo, hasta el punto de ser las palabras dela Hna. Isabel de la trinidad una humanidad suplementaria.
El 21 de febrero de 1988 la secretaria de Restado comunico al Padre Postulador General… El santo padre ha decidido proceder a la Beatificación del 25 de noviembre, solemnidad de cristo rey… Era el gozoso anuncio que tanta gente, dentro y fuera de la orden esperaban con interés.
25 de Noviembre de 1984
Por los años 1900… SANTA TERESA DE JESUS DE LOS ANDES
Juanita Fernández Solar vino al mundo en Santiago de chile el 13 de julio de 1900. Desde su adolescencia se sintió atraída irresistiblemente por cristo, el 7 de mayo de 1919 ingreso en el monasterio de las carmelitas descalzas de los andes “con el nombre de Teresas de Jesús. Entrego su alma a Dios el 18 de abril del años siguiente te después de haber hecho su profesión religiosa. Fue Beatificada por Juan Pablo II en Santiago de Chile el 3 de abril de1987 y canonizada en roma el 21 de marzo de 1992. Propuesta como modelo a los jóvenes, es la primera flor de santidad de la nación Chilena del Carmelo teresiastico de América latina.
El 21 de marzo de 1993la iglesia, la orden y América latina está de fiesta y regocijo. Acción de gracias por la canonización de Teresa de Jesús de “Los Andes”. LA CHILE. Nuestro Santísimo Padre Juan Pablo II proclamo Santa a Teresa de Jesús. La tercera mujer americana después de Santa Rosa de Lima, y Santa Marianita de Jesús “AZUSENA DE QUITO” Paredes y Flores. A Dios las gracias por todo lo que le hace por las obras… Te5resa de los andes es llamada MODELO DE LA JUVENTUD, por cuanto se santifico en el mundo, en el Carmelo estuvo solo nueve meses; lugar donde culmino su santidad, hoy la iglesia la proclama: SANTA TERESA DE JESUS DE LOS ANDES.
Nuestra comunidad tuvo una misa hermosa precedida por el Mons. Fernandino Echeverría arzobispo de Guayaquil y administrador apostólico en Ibarra. Con el padre Medardo Silva Carmelita descalzo y otros sacerdotes más.
¿Hay algo buen, bello y verdadero que podamos concebir que el cual nada existe imposible; injusticia, que lo hace encarnarse para satisfacer por el pecado, providencia, que siempre vela y sostiene, misericordia que jamás deja de perdonar; bondad que olvida las ofensas de sus criaturas; amor que reúne todas las ternuras de una madre, del hermano, del esposo, y que haciéndolo salir del abismo de su grandeza, o liga estrechamente a sus criaturas de belleza de estancia?
¿Temes acercarte a el? Míralo rodéalo por los niños. , los acaricia, los estrecha contra su corazón. Míralo sobre la tumba de lázaro, y oye lo que le dice a Magdalena, mucho se le ha perdonado porque ha amado mucho. ¿Qué descubres en estos rasgos del Evangelio, sino un corazón bueno, dulce, tierno, compasivo, bueno un corazón, en fin de un Dios?
El mi riqueza infinito, mi beatitud mi oielo.
21 de marzo de 1993
LA DIOCESIS DE IBARRA:
SU DEVENIR HISTORICO

Como era Ibarra al tiempo de la erección de la Diócesis.

Nuestra querida Ciudad Blanca es la única capital de provincia ecuatoriana elevada dos veces por la categoría de ciudad.
La Junta Soberana de Quito, motivada por el Dr. Calixto Miranda y Suárez, insigne patriota ibarreño, el 11 de noviembre de 1811, elevó a Villa a la Ciudad. Años más tarde, el Libertador Simón Bolívar, ratifica el título de ciudad para Ibarra, el 2 de noviembre de 1829.
Empero, la flamante ciudad de Ibarra, que por decreto del Congreso de la Gran Colombia, del 25 de junio de 1824, pasa a ser la Capital de la Provincia de Imbabura.
Pero ¿Cómo era Ibarra al tiempo de la erección de la Diócesis? Entre la descripción de la Villa, plasmada por el P. Cicala, 1771, y el terremoto de 1868, habían transcurrido casi 100 años, a lo largo de los cuales la ciudad había afianzado sus características urbanísticas.
El gobierno eclesiástico del corregimiento de Ibarra, durante el régimen colonial, abarca casi las actuales provincias de Imbabura y Carchi, lo ejercía un Vicario Foráneo, un sujeto al Obispo de Quito. La población de honda Fe católica, fue creciendo en modo apreciable en los últimos años de la colonia y en las primeras décadas de la República. En cierta forma, hasta el año 1862, el de la erección del Obispo de Ibarra, se continuaba bajo el mismo gobierno eclesiástico tradicional de la Vicaría foránea, pese desde que de 1824 ya era Ibarra capital de la Provincia de Imbabura, y varios de sus hijos habían brillado como religiosos y sacerdotes destacados, como Mons. Calixto Miranda, que fuera Obispo de Cuenca.
Y SS Pío IX expidió la Bula de creación del Obispado de Ibarra, con jurisdicción en las provincias de Imbabura y Carchi, el 28 de Diciembre de 1862. “El Decreto Pontificio acota el Prof. Abelardo Morán Muñoz”.
No debió ser sino el llamamiento de un vacío: la religión se había propagado de un modo asombroso; yendo a sentar sus reales hasta en las apartadas regiones; el culto estaba servido con esmero gracia a la diligencia de los curas; la grey católica había aumentado considerablemente y era necesario una autoridad superior que la rija directamente y sobre la cual pesara le responsabilidad de los intereses eclesiásticos. “Por supuesto, la institución de la nueva Iglesia Episcopal como se encarece en la misma Bula de erección, fue un intenso y persistente afán del esclarecido Magistrado Gabriel García Moreno, que lo cristalizara el egregio Pontífice Pío IX, que se preocupó por la suerte de sus pueblos del Ecuador”.
SU SANTIDAD PIO IX PROCLAMÓ EL DOGMA DE LA INMACULADA CONCEPCION
SU VIDA
Nació en Senigalla (Italia)el 13 de mayo de 1792. Sus padres fueron Gerolamo, de los condes Mastral Ferretti, y Catarina Solaszi, de la nobleza local. Fué bautizado el mismo día de su nacimiento con el nombre de Juan María Mastai Ferretti. Recibió el Sacramento de la Confirmación en 1799 e hizo su primera comunión en 1803.
En 1809 se trasladó a Roma para continuar con sus estudios. Aún no se había orientado al sacerdocio, pero vivía de modo ejemplar, como lo demuestran algunos propósitos hechos en el año de 1810, al concluir un retiro espiritual, luchar contra el pecado, huir de toda ocasión peligrosa, estudiar “No por afán de saber”, si no para el bien de los demás, abandono de sí mismo en las manos de Dios. Por enfermedad tuvo que interrumpir sus estudios en 1812 y lo eximieron del servicio militar obligatorio.
En 1815 entró a formar parte de la guardia noble pontificia pero tuvo que dejarla por motivos de su salud. Fue entonces cuando San Vicente Pallotti le vaticinó el supremo pontificado. Se hace congregante mariano y se dirige en peregrinación a nuestra señora del Loreto y su terrible enfermedad desaparece.
En 1816 participó, como catequista, en una importante misión en Senigalla, e inmediatamente después optó por el estado eclesiástico.
Recibió las Ordenes Menores en 1817. El subdiaconado en 1818 y el Diaconado en 1819. Ese mismo año, por concesión especial, fue ordenado sacerdote. Celebró su primera misa en la Iglesia de Santa Ana de los Carpinteros del instituto Tata Giovanni, del cual fué nombrado rector, permaneciendo consagrado a la palabra y del sacramento de la reconciliación, así como al servicio de los más humildes y necesitados. Unió admirablemente la vida activa y la contemplativa. A pesar de estar, siempre atento a las necesidades pastorales y sociales, al mismo tiempo vivía con gran recogimiento una intensa devoción eucarística-mariana. Era muy fiel y su meditación diaria y al examen de conciencia.
En 1823 deja el instituto para acompañar al Nuncio Apostólico Mons. Juan Muzi, delegado apostólico en aquella nación. Recorre Argentina, Chile, Bolivia, Perú, Colombia y Uruguay. Allí permaneció hasta el año 1825.
Según palabras de Mons. Prieto Capraro, secretario de Propaganda Fide “Pocos hubieran podido ser elegidos en su lugar, dotado como estaba de prudencia y sólida piedad, dulzura de carácter, prudencia y clarividencia… gran celo deseo de servir a Dios y de ser útil al prójimo”.
En 1825 fue elegido director del hospital de San Miguel. A esta tarea se dedicó con gran empeño, pero sin descuidar las obligaciones habituales de su ministerio.
A los 35 años de edad, fue nombrado obispo y destinado a la archidiócesis de Espoleto. Aceptó por obediencia y fue un modelo de celo pastoral. En 1831 la revolución, iniciada en Parma y Módena llegó a Espoleto. El Arzobispo profundamente dolorido, no quiso derramamiento de sangre y, en cuanto le fue posible reparó los efectos destructores de la violencia. Tras volver la calma se dedicó a obtener la paz y perdón para todos.
En 1832 fue trasladado a otra Diócesis turbulenta, donde continuo con su estilo de predicador. Amante del Clero y de los jóvenes seminaristas, promotor de iniciativas a favor de la educación de la juventud, muy sensible a la importancia y a las exigencias de la vida contemplativa, inflamado de devoción al Sagrado Corazón de Jesús y ala Virgen, bondadoso con todos pero firme en sus principios.
Tenía apenas 48 años cuando fue nombrado Cardenal, en el año 1840.
Fallece Gregorio XVI en 1846. Cuando en la tarde del 16 de Junio de 1846 el Cardenal Mastai Ferretti, que huía de los honores, fue elegido Papa por unanimidad. Acepta la tiara con el nombre de Pío IX y es coronado con toda solemnidad.
Dos años lleva en su pontificado y Roma se convierte en escenario del pillaje y la revolución. Pío IX es sitiado por el populacho en el Quirinal, de donde logra escapar en la noche del 29 de noviembre de 1848 para refugiarse en Gaeta. Allí permanece por espacio de dos años, hasta que la potencias de Europa logran restablecer el orden y poner al Papa en la silla de Pedro
En 1857 hace una gira por todos sus estados en triunfo continuo, pero dos años más tarde tiene que ver, con gran pena de su alma, la perdida de los Estados Pontificios. Se respira en esta época una atmósfera antirreligiosa y liberal, que le mueve a publicar en 1864 el Sillabus, catálogo de ochenta proposiciones erróneas en varios documentos pontificios.
La actividad desplegada en su larga existencia por el Papa de la Inmaculada es asombrosa: desarrollo la doctrina eclesiástica, aprobó muchas Órdenes Religiosas, dio gran impulso a las misiones católicas, publicó numerosas enciclopedias, pronunció numerosas alocuciones y canonizó a numerosos santos. Vivió ochenta y cinco años, pudiendo celebrar el XXV aniversario de su exaltación a la Catedra de Pedro, logrando pasar los cinco proverbiales lustros de Príncipe de los Apóstoles y llegar a los 32 años.

SU MÁXIMA GLORIA
No solo encontramos espinas y amarguras en la vida de PIO IX; vivió también días de gloria. Hacía cerca de siglo y medio de la fiesta de la Inmaculada Concepción había sido extendida por Clemente XI a toda la Iglesia universal. La doctrina de este privilegio mariano gozaba de certeza teológica. Faltaba la certeza infalible del Vicario de Cristo pero esta máxima gloria estaba reservada a Pío IX.
Hallábase detenido en Gaeta, cuando en 1849 dirigió a todos los Obispos del orbe católico una encíclica, Ubi Primum, rogándoles dieran su parecer acerca de la definición. Recibió seiscientas respuestas, de las cuales quinientas cuarenta y seis la pedían.
En 1854 llamaba a todos los Obispos. Más de doscientos llegaban a Roma para asistir a la ceremonia. El 8 de Diciembre, día venturoso para la cristiandad, el Papa revestido de pontifical, rodeado de los sucesores de Apóstoles cuarenta y nueve Cardenales y ciento cincuenta Obispos, con vos emocionada, pronunció, declaró y definió como maestro infalible esta irrevocable sentencia: “LA BIENAVENTURADA VIRGEN MARIA EN EL PRIMER INSTANTE DE SU CONCEPCION FUE PRESERVADA INMUNE DE TODA MANCHA DE PECADO ORIGINAL”.
Frenéticos aplausos de la multitud subrayaron el momento y un rayo de sol escapado de las vidrieras de San Pedro vino a iluminar la persona del Papa, radiante de felicidad. Se ha dicho que en aquel instante Pío IX necesitó una especial gracia para no morir de dulzura por la impresión de la belleza Inmaculada de María.
Completó la obra coronando solemne e inmediatamente después de la definición la imagen de la Inmaculada de la capilla del Coro de San Pedro. Tan solemne acto quedó inmortalizado, por el pincel de Francisco Podesti en los frescos de Vaticano, pintados por encargo del mismo Papa de la Inmaculada.

BEATIFIACION DE SU SANTIDAD EL PAPA PIO IX
Pío IX el Papa que proclamó el dogma de la Inmaculada Concepción es beatificado el 3 de Septiembre del año 2000 por su Santidad Juan Pablo II.
Ahora es elevado a la gloria de los altares no por sus definiciones dogmáticas ni por sus grandes realizaciones como autoridad suprema de los Estados Pontificios, y ni si quiera por sus actividades pastorales, sino sobre todo porque llevó una vida santa, por su profunda espiritualidad; a su espíritu mariano; como joven seminarista, como Sacerdote, como Obispo, y como Pastor supremo de la Iglesia universal, y porque practicó la virtudes teologales y cardinales en grado heroico.

CANTO A PIO IX
En el álbum de homenaje que la ciudad de Sevilla dedicó al Papa de la Inmaculada, Pío IX, en 1867, figura un hermoso cántico de la Madre Teresa de la Presentación (1890), Carmelita Descalza y Priora del Monasterio de la ciudad hispalense. De este cántico entre sacamos las siguientes estrofas.

Pontífice el más grande, a quién fue dado
Los arcanos rasgar del Poderoso
Al definir el dogma revelado
De María el misterio más glorioso.

¿Qué pecho fiel, al saludar rendido
Del amo del cielo la mayor belleza,
No bendice a Pío IX, conmovido
Célebre exaltador de su pureza?

Tu nombre vencedor de las edades
Claro será en el siglo más lejano.
Por tu virtud, proezas y bondades
Que embalsaman al sacro Vaticano

¡Oh Padre universal, yo enajenada
Beso tu santo pie con dulce anhelo
Bendígame tu mano consagrada
Y al Teresiano Bético Carmelo.

Es digno de notarse que si una Carmelita Descalza dedicó un poema a PIO IX, otra Carmelita Descalza ha sido protagonista de su beatificación, porque el milagro que ha servido para elevarlo a los altares se verificó en 1910 en persona de la Hermana María Teresa de San Pablo, Carmelita Descalza del Monasterio de Nantes (Francia). A mayor Gloria de Dios.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 
BULA DE ERECCION DE LA DIOCESIS

“Pío Obispo, siervo de los siervos de Dios, para perpetua memoria el hecho. Por ello, singular consejo de Dios, que todo lo gobierna a su arbitrio ha sucedido ciertamente que cuando nos estamos en la flor de la edad, hayamos podido visitar algunas partes de la América Meridional; y que en aquel breve espacio de tiempo que permanecimos allí acompañando al Legado Apostólico, m9irando la extensión de las regiones, la distancia de las ciudades y las dificultades de los caminos, clara y manifiesta conocimos que el número de los Obispos no es proporcionado para apacentar y mirar un Cristo por tantas almas. Más, luego que Nuestro Señor y Redentor Jesucristo se digno exaltar nuestra humildad para regir toda su iglesia, volvimos los ojos a cada una de las regiones de América, y nunca dejamos de promover de todos modos al bien y utilidad de aquellos cristianos.
Y como en la última provisión de la Iglesia de Quito, en el Gobierno de la República del Ecuador, hemos reservado a Nos o a nuestros sucesores una nueva demarcación, que debe hacerse en cualquier tiempo, de aquella extensísima Diócesis, oportunamente ha sucedido que el amado hijo Gabriel García Moreno, esclarecido Presidente de aquella República, haya añadido también sus súplicas, por medio del amado hijo Ignacio Ordoñez, Arcediano de la Iglesia Catedral de Cuenca, Protonotario nuestro de la misma República del Ecuador, Ministro Plenipotenciario ante esta Santa silla, para que concluyésemos este negocio, cuanto antes fuera posible.
Recibiendo con mucho gusto las preces del mismo Presidente, de común acuerdo concluimos un Concordato en el mes de Mayo del año pasado, para mirar por los derechos de la Iglesia en aquel Gobierno Ecuatoriano; y habiendo sucedido todo próspera y felizmente, para el libre ejercicio de la Religión Católica y para mejor administración de aquellas Diócesis, extensión de la iglesia de Quito, por la separación de aquellos lugares, y también por la multitud de cristianos, tenga lugar ahora la demarcación arriba mencionada, y que por tanto separadas algunas Parroquias de aquella Diócesis se haya de instituir una nueva Iglesia Epistoral, y haya de llamarse Ibarrense. Acerca de lo que, pesadas maduramente todas las cosas, y recibidas con ánimo benigno las frases arriba mencionadas del Presidente de la República del Ecuador y bien reflexionadas todas las circunstancias, que habían de tenerse en cuenta, deseando mirar por el bien, honor y utilidad de los Ciudadanos Ibarrenses, y supliendo con la plenitud de la potestad Apostólica al consentimiento de aquellos que tienen interés en ellos, o presumen tener de cualquier modo, en virtud de estas nuestras Letras Apostólicas.
Más como la ciudad llamada vulgarmente Ibarra, se muestra recomendada por las peculiares y más oportunas prerrogativas y siendo plenamente digna, por esto la erigimos y elevamos al honor y gloria de la ciudad Episcopal, que ha de gozar en delante de todos y cada uno de los honores, derechos, gracias, privilegios y de todas las demás cosas que por derecho común gozan y disfrutan todas las otras Ciudades Episcopales de la República del Ecuador.
Y teniendo Ibarra el templo dedicado al Arcángel San Miguel, que está adornado de todos los requisitos necesarios y oportunos para esto, por tanto, suprimida antes y extinguida del todo cualquier dignidad Canónica peculiar suya, al instante elevamos este mismo templo al título, honor y privilegio de tal Iglesia Catedral así erigida retenga y guarde con cuidado la antigua invocación, como también la parroquialidad y cuidado de las almas, como más abajo se indicará
Eríjase y constitúyase perpetuamente allí la silla, Catedral y dignidad para un Prelado Ordinario de aquella, llamada Ibarrense, que presida a la misma Iglesia Episcopal a la ciudad, a la Diócesis, al Clero y al Pueblo en el Señor, y que cuide de la Religión Católica, con muchas diligencia y la promueva, con los mismos derechos, privilegios y prerrogativas, de que debe usar, por ordenación de Dios, de los Sagrados Cánones y particularmente de los del Concilio Tridentino, y por las normas de las constituciones Apostólicas; como también por los pactos firmados de común acurdo con el concordato celebrado entre estas Santa Silla Apostólica y el Gobierno de la República del Ecuador mandando al ejecutor Apostólico de estas letras, que de común acuerdo con el Presidente de aquella República ponga mucho cuidado a fin de que se le proporcione por el Gobierno Ecuatoriano un Palacio, que sea bien cómodo, y, en cuanto fuere dable, cercano a la Catedral, decentemente adornado con el ajuar oportuno, y que se entregue en libre propiedad al Obispo Ibarrense pro tempore para su residencia, la del Vicario General y también para la Cancillería Episcopal.
También cuidará con mucho empeño al Delegado Apostólico, que a punto se establezca y se atribuya una libre dotación anual, bastante moderada en particular con arreglo a las otras Diócesis de la República, para el Obispo, su Vicario Diocesano, gastos de la secretaria y reparación del Palacio, como también para la fábrica de la Iglesia Catedral, para el Cabildo que se ha de regir, para el Seminario Conciliar que se han de establecer; para los párrocos, de la Diócesis que se han establecer y demás personas adictas al servicio de la Iglesia. La cual dotación, luego que fuere establecida conforme a los dispuesto en el Concordato, entréguese a la Iglesia en perpetua administración y propiedad; y el Gobierno Civil en adelante no podrá por ninguna causa o bajo ningún título exigir razón alguna de los administradores de la Iglesia.
A más de esto, y a fin de que el Prelado Ibarrense tenga su Senado, que desempeñe su cargo según previenen los Sagrados Cánones y principalmente los del Concilio Tridentino y las otras Constituciones Apostólicas, y se dediquen al servicio de la Iglesia, a fin de que se mire por la mayor honra de la casa de Dios. En la misma Iglesia Catedral de San Miguel de Ibarra constituimos el Cabildo, que contará de doce Canónigos, dos de los que gozarán de la Dignidad, el uno Deán y el otro Arcediano; de los mismo Canónigos serán el Penitenciario, Magistral, Teologal y Doctoral: se incluirán además seis Beneficiados o Prebendados de segundo orden, que se llamarán Racioneros, como también seis Capellanes, los cuales todos, serán Canónigos, Beneficiados, Racioneros o Capellanes, estarán obligados a desempeñar con mucho cuidado y religiosidad el Oficio del Coro por alternativa de semana, exceptuando los días que deben concurrir todos. Además conservamos su primitiva parroquialidad a la Iglesia de San Miguel, elevada así al honor de Catedral estableciendo que el cuidado habitual de las almas pertenezca al Cabildo; pero el cual se ha desempeñar por un Párroco nombrado de entres los Canónigos, como se ha establecido en el Concordato para el nombramiento de otros Párrocos que se han de constituir según rito, el cual Párroco debe ser ayudado por Eclesiásticos idóneos, aprobados y designados oportunamente por el Obispo.
A fin que todo lo que hemos establecido arriba, y que no dudamos se observará plena y fielmente por el Gobierno Ecuatoriano, se llevará prospera y felizmente a cabo, constituiremos y designamos para ejecutor de Letras Apostólicas al amado Hijo Francisco Tavani, Prelado Doméstico Nuestro, Legado de la Santa Silla ante el Gobierno de la República del Ecuador, con la facultad de subdelegar, para la conclusión de este negocio, a otra persona constituida en dignidad Eclesiástica, al cual Nuestro Ejecutor y su Delegado les será permitido, tan solo en el desempeño de este negocio, ordenar, establecer y declara, como también definir, estatuir y decretar, teniendo siempre presente el Concordato, todo aquello que conviene para concluir el negocio en cualquier parte.
Antes ordenamos que todas y cada una de dichas cosas sean siempre y perpetuamente firmes, válidas y eficaces, y que obtengan su más pleno e íntegros efectos; y que no sean de ningún modo comprometidas bajo cualesquiera revocaciones, suspensiones, limitaciones, derogaciones de igual o desiguales gracias u otras contrarias disposiciones tan Consistoriales, sino que sean exceptuadas, y cuantas veces ella emanaren, otras tantas sean restituidas, devueltas y plenísimamente reintegradas o nuevamente concedidas bajo cualquier fecha que se elija.
Es nuestra voluntad, que a los asuntos y copias de las presentes Letras, aun sean impresos, siendo suscritos y por la mano de algún Notario Público y sellado de alguna persona constituida en dignidad Eclesiástica, se le dé enteramente la misma fe en juicio o fuera de él, que se daría si se presentasen estas mismas Letras.
A ninguno pues, sea permitido infringir o con temeraria osadía contraria esta página de nuestra absolución, excepción, desmembración, creación, asignación, constitución, orden subjeción, decreto, derrogación y voluntad.
Y si alguno presumiere atentarlo, sepa que ha de incurrir en la indignación de Dios Omnipotente y sus Bienaventurados Apóstoles Pedro y Pablo.

 

Dado en Roma, en 29 de Diciembre, a los 1862 años de la Natividad del Señor, y 17 de Nuestro Pontificado.
Lugar del sello de plomo. De las cuales Letras yo el presente Notario Apostólico saqué la copia, estando presentes como testigos los señores Pedro Alessandro y Pedro Azzuri

 

 

 

 

 

 

ADMINISTRADORES APOSTOLICOS DE LA DIOCESIS
1. Administrador Mons. Domingo Antonio Riaño
En el mismo áureo documento de la Bula, SS Pío IX expresa: “designamos para Ejecutor de estas Letras Apostólicas al amado hijo Francisco Tavani, Prelado Doméstico nuestro, legado de la Santa Silla ante el Gobierno de la República del Ecuador, con la facultad de subdelegar, a otra persona constituida en Dignidad Eclesiástica, ordenar, establecer, declarar, estatuir y decretar… todo aquello que conviniere para concluir este mandato…”. Al parecer no había un eclesiástico digno de confiarle empresa tan grande como era la de organizar la nueva Diócesis de Ibarra; por eso, hubo de esperarse dos años cuatro meses, después de la expedición de la Bula, para que el Sr. Tavani nombre administrador Apostólico al Obispo colombiano Domingo Antonio Riaño, a la sazón emigrado en Quito desde 1861, como consecuencia de la persecución sectaria desatada en el Cauca (de la Unión Granadia) por el prepotente caudillo Tomás Cipriano Mosquera.
Mons. Riaño era un Prelado de experiencia, abnegado, recto, dinámico, que había dirigido con acierto la extensa y poblada Diócesis de Antioquia. Se explica, Entonces, que haya transcurrido dos años cuatro meses desde la expedición de la Bula (1862) para que Mons. Riaño se dedicara de lleno a la estructuración de la Diócesis, con plausible celo pastoral. A ese anhelo de formar sacerdotes de vocación y cultos de debió el primer administrador Apostólico, transformara el colegio San Diego en Seminario Conciliar, que estuvo bajo la administración económica y el control de estudios del notable Ibarreño Don Miguel Oviedo, personalidad de vasta cultura religiosa, de desbordante calidad (en el más amplio sentido) y virtudes heroicas, que con justicia lo llamaron sus contemporáneos, “El Santo Ibarreño”.
También el Sr. Oviedo fue nombrado Síndico de la Catedral, cargo de significación eclesial en esta época.

La primera Iglesia Parroquia de la Villa de San Miguel de Ibarra, o sea la de San Agustín o Iglesia Matriz, fue elevado a la Categoría de Iglesia Catedral. Al respecto en la Bula se determina lo siguiente: “ Y teniendo Ibarra el templo dedicado al Arcángel San Miguel, que está adornado de todos los requisitos necesarios y oportunos.. elevamos este mismo templo al título, honor y privilegio de la Iglesia Catedral, así erigido retenga y guarde con cuidado la antigua invocación, como, también la parroquialidad..”
Esa primera Catedral, la Matriz de San Agustín fue pulverizada por el terremoto, y la única reliquia que se ha salvado es el sello grabado en una plancha de acero con el que se oficializaba los documentos Diocesanos. Por eso, su clisé lo ponemos a consideración de nuestros lectores.

 
II Administrador Apostólico
Fray José María de Jesús Yerovi
Alto exponente del sacerdocio ecuatoriano. Dejó una estela imperecedera de virtudes, prudencia y sabiduría en las notables responsabilidades que le confió la Iglesia y la Patria.
Quiteño de nacimiento, con la reciedumbre espiritual de los hijos notables que ha dado Quito, “Corazón y cerebro” de la nacionalidad. Se graduó el 6 de julio de 1884 con brillantez de Doctor en Derecho Civil y Canónico.
Su primer cargo público fue el de defensor de pobres, a los que se acercó con entrega total al servicio. Empero, seguía en su alma manteniendo intensa tendencia hacia la vocación religiosa, sentimiento que se cristalizó en sugestionante episodio acaecido en Cuicocha, crisol transparente de hermosura telúrica, “agua para pensar, cristal cerrado”, como canta el poeta de la imbabureñidad, Padre Carlos Suárez Veintimilla. El flamante abogado paseaba junto a alegres amigos sobre el agua de la “gran soledad, tranquila y muda”, en frágil canoa, que se hundió, de pronto, en instantes del ocaso cuando el sol arrebolaba intensamente hasta las aguas profundas del lago. El Dr. Yerovi al sumergirse entre las olas creyó ver en “ellas las hogueras eternas” al decir que su gran biógrafo Tobar Donoso. Y entonces, ya a salvo, con reciedumbre incontrastable hizo el propósito de aceptar el “llamamiento divino al sacerdocio”.
Ordenado en 1845, ejerció la cura de almas en Guano y Pomasqui, pero insatisfecho por no encontrar ambiente propicio a sus anhelos de consagrarse a plenitud y en completa paz a la meditación y a la práctica de virtudes capitales, consiguió guiar con mano firme y prudente; proyectando, al mismo tiempo, una eficaz labor espiritual en la colectividad ibarreña, aquí el padre Yerovi cultivo excelentes relaciones con autoridades civiles, militares y eclesiásticos, y sobre todo anota al Dr. Tobar Donoso, como el más ilustre caballero y político que tenía la ciudad, el coronel Teodoro Gómez de la Torre. Por eso, salió electo diputado por la provincia de Imbabura. Integra, en Diciembre de 1850, la Convención Nacional, en la cual brillo en los debates y comisiones para estructurar una nueva organización constitucional en la República.
Terminada la Asamblea (1851) regresa a la Capellanía de Conceptas, decepcionado de la política y seguro de no tener aptitudes para desempeñar el rol de dirigente de una bandería de partidistas. Entonces, (1852) es nombrado Subsecretario de la Arquidiócesis de Quito. Y se aleja de Ibarra con hondo pesar. A poco, en ese mismo año (1852) la jerarquía eclesiástica lo designa Vicario Apostólico de la Diócesis de Guayaquil, donde “el sistema regalista patronal”, imponía una obediencia servil a las conveniencias del régimen estatal, por lo cual el sapiente y celoso Vicario, defensor de los derechos de la Iglesia, había llegado al íntimo convencimiento de que dentro de las fórmulas y marcos del panorama no cabía en la restauración espiritual en que había soñado con todos los ardores de su temple juvenil.
Por ende, renuncia a la Vicaría, “varón de acrisolada virtud, santificado más y más por el dolor, enfatiza su insigne biógrafo, no quería sacrificar de ningún modo los intereses sagrados por aspiraciones personales o designios transitorios”. Era un precursor. No podía proceder como los demás: estaba llamado a preparar los caminos por los cuales un nuevo sistema, encarnado en nombre genial y audaz como ninguno, había de llevar a la Sociedad espiritual a integra y estupenda restauración.
Entonces el ambiento eglógico ibarreño, donde la paz del campo se adentraba por los cuatro costados, hizo oír su llamada en el corazón del discípulo del Preverelo de Asís. Y pensó volver a la villa silenciosa y blanca para dar pábulo a su creciente misticismo, para propiciar la hondura de sus meditaciones, su duro silencio espiritual y la recia labor de la austeridad y penitencias en la quietud de un soñador Oratorio Filipense, que pensaba establecer. Pero faltaron auspicios. Y tuvo que ingresar a la Congregación de San Felipe Neri de Pasto (en diciembre de 1854), donde adquirió de fama de santidad y sabiduría. Empero, la persecución del autócrata Mosquera continua y fustiga al Oratorio de Pasto; por lo cual ingresa a la Orden Franciscana de Cali, en octubre de 1863.
El Pontífice Pío IX nombra a fray José María Yerovi, Administrador Apostólico de la Diócesis de Ibarra, el 13 de Octubre de 1865, en reemplazo de Mons. Riaño quien muere en Quito, al año siguiente. Empero, había que averiguar donde laboraba el seráfico religioso. Y se encontró que estaba en Lima. Desde esa capital realizó una verdadera odisea de humildad y virtud. Llego a Guayaquil casi de incognito, y desde Babahoyo hasta Quito recorrió a pie los tremedales de los caminos de ese tiempo. “Tan humilde era su talento anota el Dr. Tobar Donoso, que logro en ocasiones engañar respecto de su alta calidad y merecer en cambio, manifestaciones de desdén”.
Un historiador colombiano anota: “El 2 de Noviembre de 1865, a las 7 de la noche y lloviendo, llegó a pie a Ibarra el Sr. Obispo fray José María Yerovi”. Empapado por la lluvia, con los pies sangrantes, se alojó en el Seminario, luego de agradecer a quienes le habían esperado varias horas.
No duro un año su administración: pero dejó según la pluma sabía y castiza de su mejor biógrafo –“estela de luz vivísima, perfume perenne y celestial, rica en los de espíritu, poderosa en influencia de santidad”.
Y así como llego el humilde franciscano, regreso de Ibarra a Quito para ser consagrado Obispo de Cidonia y Coadjuntor del Obispado de Quito, con derecho a sucesión, el 5 de Agosto de 1866. Fue pre canonizado Arzobispo y le impusieron el palo arzobispal después de que falleciera, en olor de santidad, el 20 de Julio de 1867. Está en proceso su causa de beatificación. Hoy, es siervo de Dios.
Poco después de la muerte del egregio Obispo, el testimonio más sincero y fervoroso de sus virtudes excelsas lo escribía don Juan Montalvo en las páginas de “El Cosmopolita”, con diamantina forma estilística, desbordante de fervor y admiración para el arquetipo del sacerdote excepcional que le había inspirado el bello relato “El cura de Santa en gracia”.

 

 

 

 

 

 
III Administrador Apostólico
Mons. Arsenio Andrade Landázuri
Al alejarse de Ibarra el santo prelado encargo el gobierno de la Diócesis a su secretario y deán de la catedral, Canónigo Arsenio Andrade Landázuri, varón de probadas virtudes y recis personalidad que al paso de los años seria Vicario Capitular de la Arquidiócesis de Quito y Obispo de Riobamba.

 

 

 
III Administrador Apostólico
Mons. Arsenio Andrade Landázuri

Los Obispos Titulares o Residentes
Primer Obispo de Ibarra
Mons. José Ignacio Checa y Barba
El primero Obispo titular de Ibarra es figura cimera del Martirologio ecuatoriano.
Varón de ancho corazón y afincadas virtudes cristianas, Mons. Checa y Barba (nació en 1829) constituye brote genuino de las familias quiteñas de patricios, que lucharon por la emancipación bajo el lema: “escribe con sangre y veras que la sangre es espíritu”, Doctor en ambos derechos (Civil y Canónico) se distinguió por sus excelentes dotes intelectuales. Se ordeno en 1855. En Roma amplio sus estudios en la Academia de Eclesiásticos. La convención de 1861 (de acuerdo con el Concordado Vigente) lo presento para Obispo auxiliar de Cuenca, con residencia en Loja. Su congregación episcopal la recibió en la ciudad eterna. Preconizado Obispo de Ibarra, en 1866. Arriba a su Diócesis en 28 de Abril de 1867, con su secretario, el sacerdote italiano Francisco Pigatti, su inteligente y dinámico colaborador. Solo rigió su grey hasta 1968, cuando fue constituido en la egregia jerarquía de Arzobispo de Quito, como lo había pronosticado Mons. Yerovi.
Su labor episcopal fue múltiple y fructífera. Con García Moreno consagro al Ecuador al Sagrado Corazón de Jesús, trajo de Europa a las hermanas de la caridad para cosas de salid y beneficencia, y a la comunidad de Lazaristas para que dirijan los seminarios. Amplia seria la enumeración de sus obras a beneficio del pueblo. Culmina su periodo de bondadoso pastor, envenenado en el cáliz sagrado, un infausto 30 de Marzo, viernes santo de 1877 tragedia de caracteres sacrílegos, aun no esclarecida.
Segundo Obispo
Mons. Antonio Tomás Iturralde Grande
Al separarse de su Diócesis Mons. Checa deja como Vicario Capitular a Mons. Francisco Pigatti. Pero había llegado la hora fatal del terremoto de Imbabura, la catástrofe más terrible del Ecuador en los tiempos históricos, el 16 de agosto de 1868. Huelga ponderar los caracteres y las connotaciones de ese espantoso trepidar de la tierra imbabureña, sacudida por una gigantesca descarga eléctrica subterránea, como lo sugieren García Moreno y Montalvo, una explosión atómica, diríamos ahora. Los anonadados sobrevivientes de la hermosa Ibarra pulverizada se fueron a refugiar en los llanos de Santa María de la Esperanza. Los hermosos templos fueron aniquilados y todo es muerte, dolor y lágrimas. El Mons. Pigatti, y su secretario, ese ángel de caridad, el Dr. Mariano Acosta, prodigan cuidados espirituales a la angustiada gente.
El Vicario Pigatti va a Quito, y lo reemplaza el canónigo Javier Suárez, que no quiere abandonar sus lares nativos, ante la desolación imperante. García Moreno, nombrado jefe civil y militar de Imbabura, con dinamismo inclinable fomenta la reconstrucción anímica y material de los pueblos desolados, sumergidos en la miseria.
Entonces para comienzos de 1870, es nombrado Obispo de la Diócesis el Dr. Antonio Tomás Iturralde Grande, ambateño, de notables cualidades intelectuales y honda vocación religiosa. Había hecho estudios en Quito y Popayán, donde se ordenó sacerdote. De regreso al país desempeño importantes dignidades eclesiásticas. Consagrado Obispo, viajó enseguida a Santa María de la Esperanza, improvisada capital de Imbabura, donde tomó posesión de su Diócesis.
Durante 4 años, hasta el 28 de Abril de 1872, los sobrevivientes anhelaron retornar a los queridos lares abandonados; empeño fomentado por García Moreno y el bondadoso pastor Mons. Iturralde. Así en el histórico acontecimiento del retorno desempeña un papel vital el segundo Obispo de Ibarra. Y comienza la tarea formidable de reencarnar el prodigio del Ave Fénix en Ibarra y en los 30 pueblos imbabureños eliminados por la incontrastable fuerza de la naturaleza. Todo estaba por hacerse. El prelado se multiplicaba y busca la dádiva caritativa de Obispos del Perú, Chile, Francia y de gente bondadosa del país. Reorganiza el Cabildo Eclesiástico y comienza la construcción de la Catedral, de iglesias, de conventos, de capillas, escuelas y colegios, claro que colaboran con el prelado insignes ibarreños como Mariano Acosta, Teodoro Gómez de la Torre, Manuel España, José Domingo Albuja, José Nicolás Vacas y muchos otros ciudadanos que generosamente dan su aporte a la gigantesca labor re constructora. Como afirma el profesor Abelardo Morán: “largo seria enumerar las obras del país que llevan grabado el nombre del Sr. Iturralde. Ibarra le debe mucho… Él la ayudo en el resurgimiento a una vida según las exigencias modernas; él la ayudó a dar los primeros pasos de convalecencia; él la hizo ver en su naturaleza, en el cristal de los arroyos, en la esbeltez de los cocoteros, en el capricho de la hiedra trepadora y en montón mismo de sus ruinas, en la mano del Creador”.
El recio que hacer pastoral, la pesada carga de tantas preocupaciones, han deteriorado la salud del Prelado. Por eso, ahincadamente, solicita el Papa que le relevase de sus graves responsabilidades. Pío IX acepta la renuncia, el 12 de Marzo de 1875. Había logrado encausar su extensa Diócesis, durante un lustro de fecundas labores.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El tercer Obispo de la Diócesis de Ibarra
Mons. Pedro Rafael Gonzales Calixto
El tercer Obispo de la Diócesis, Mons. Pedro Rafael Gonzales Calixto.
Fue un quiteño de un plecaro abolengo y de una humildad y sencillez dignas de un sacerdote ejemplar.
Para afianzar su vocación, hizo estudios en el Colegio Pío Latinoamericano de Roma y recibió los títulos de Doctor en Teología por la Universidad Gregoriana, y también si ordenación sacerdotal, en Septiembre de 1862. Sus brillantes estudios y su clara vocación, el Papa Pío IX le otorgó los títulos de Protonotario Apostólico y Asistente del Solio Pontificio.
A su retorno a Quito desempeñó en la Arquidiócesis importantes funciones, hasta la de Vicario general del Arzobispado. Preconizado Obispo de la Diócesis de Ibarra el 29 de Septiembre de 1876, recibió la consagración el 27 de Diciembre. Pocos días después, el 10 de Febrero de 1877, toma posesión de la Diócesis en la pequeña Capilla del convento de la Merced, que sirve provisionalmente de Catedral.
Su grey lo recibe con fervor y esperanza, pues sabe que es un Prelado de entrega total a su misión espiritual, y que continuará la reconstrucción de Ibarra y la provincia, tan eficazmente fomentada por su recordado antecesor. Y así, sucedió enumerar: Mons. Gonzales Calixto completó y amplió la ardua tarea lograda por Mons. Iturralde, de carácter religioso y material. Así, se puede enumerar: El Palacio y la Capilla Episcopal, terminación de la Catedral, el Hospital, cuya dirección confía al ilustre coronel Gómez de la Torre, edificio para las religiosas de la providencia, instalación del Colegio Bethlemitas, del Seminario, y de la Escuela de los Hermanos Cristianos; auspició la construcción de Iglesias Parroquiales y de su adquirido terreno que lo entregó para panteón popular. Por 17 años gobernó la Diócesis con su fervorosa elocuencia, su ingénita mansedumbre, su desbordante bondad, su afabilidad y sencillez, para con todos.
En Octubre de 1893, fue preconizado Arzobispo de Quito. Tuvo que afrontar la agresividad sectaria del liberalismo triunfante. Fue el “Arzobispo del Corazón de Jesús”, como insigne promotor de la Consagración del Ecuador a esta advocación universal.

 

 

CUARTO
SOBRE LA PERSONALIDAD DEL OBISPO DE IBARRA
FEDERICO GONZALES SUAREZ
Federico González Suarez, fue efectivamente, un hombre superior. Nació el 12 de Abril de 1844. Este ecuatoriano singular, merece un lugar especial en la memoria del Ecuador de hoy, sobre todo en las actuales generaciones.

SUS PRIMEROS AÑOS
Un día de primavera de 1844 el 12 de abril nació Federico en el hogar de Manuel María Gonzales natural de Colombia y Doña María de las Mercedes Suárez Quiteña.
Muy pronto a los cinco años apenas, comenzó su infortunio, Don Manuel María enfermo repentinamente. El pequeño González Suarez quedo huérfano, gracias a los empeños de su madre pudo avanzar.
A los 7 años ingresó a la escuela de Santo Domingo donde aprendió sus primeras letras, sobre las dificultades de estos primeros años escribió más tarde en “Memorias Intimas”. Los trabajos que entonces padecimos y la severa moralidad de nuestras costumbres, fueron parte para yo formar mi carácter”.

VOCACION RELIGIOSA
Después de meditar sobre su futuro y el de su madre, ingresó al Seminario de San Luis de los Jesuitas, pero su incorporación a la Orden se vio obstaculizada al principio. En sus memorias dice que ingreso a la Compañía para solucionar el conflicto de su angustiosa pobreza, ya que “sus estudios anteri9ores los había hecho a merced de la caridad.
En la Compañía de Jesús estuvo diez años. Mi paso por la Compañía fue decisiva diría más tarde, porque allí adquirió los conocimientos de latín y el fervor de la investigación científica y literaria.
Según el propio González Suarez el único motivo para dejarla Compañía fue su madre. No podía dejar morir al ser mas querido de su vida. Se entrego al Clero Secular.
En Cuenca recibió las órdenes sacerdotales, el doctor Estévez de Toral Obispo de Cuenta, al conocer los méritos de Gonzales Suárez le nombro Secretario de la Curia y luego Canónigo de la Catedral Residió allí de 1872 a 1883.

ELEVADA CULTURA
La ciudad de Cuenca dio a González Suárez el ambiente apropiado para su desarrollo intelectual. Realizo estudios históricos, arqueológicos, literario, sobre la organización y disciplina del Clero, la doctrina y sobre todo actuó activamente en materia política: fue senador y diputado en varias ocasiones, consejero de Estado, profesor de Colegios, universidades y miembro de academias e institutos científicos e intelectuales en el Ecuador y en el Exterior.
El 8 de Diciembre de 1895, en la Catedral de Quito, recibió la unción episcopal, el cuarto Obispo de la Diócesis de Ibarra, Mons. Federico González Suárez, uno de los mayores líderes de la Iglesia Católica Ecuatoriana y el más notable y el más notable exponente de las ciencias y las letras del Ecuador en lo que va de este siglo. Su personalidad estaba ya asignada con la aureola del sacerdote de grandes virtudes, sabio, historiador, orador, sagrado insigne, funcionario de acrisolada honradez y servidor eficaz de los intereses del pueblo ecuatoriano. Entonces, el júbilo de Imbabura fue desbordante en el recibimiento de su eminente Prelado el 12 de Diciembre de Rigió Diócesis con mano firme, luminosa sapiencia y con claro sentido de servicios a la Iglesia y al Ecuador, a lo largo de una década de crisis política, social, económica y cultural (1895-1906) impuesta por el liberalismo y su caudillo Eloy Alfaro. Huelga decir que el Obispo de Ibarra centró en su autoridad y valía de contomos nacionales todos los primeros años de cambio doctrinarios de la estructura y de las relaciones de la Iglesia y el Estado. Pero estos asuntos que han sido objeto de muchos ensayos y libros siguen aún cuestionados y no han alcanzado un cabal esclarecimiento obviamente, en estas notas, tenemos que ofrecer una síntesis apretada de la enorme labor que desplegó el egregio Pastor.
Ibarra iba creciendo, día a día, el impulso de sus hijos, del apoyo y el empeño de sus hijos, del apoyo gubernamental y del exterior, de la entrega de sus Prelados para recuperar la pérdida valía urbanística, y singularmente, su prestigio de ciudad de mayor espiritualidad y cultura del norte ecuatoriano. Se esta cumpliendo mediante esfuerzos indeclinables y sacrificios sin tasa, lo que había sustentado es probo y dinámico servidor de la Ibarreñidad, Don Juan Manuel España, en el Senado en el año 1872: “<Destruida Imbabura y su Capital, no había podido volver a aparecer en las cartas geográficas si la benéfica mano de García Moreno no le hubiese ofrecido su apoyo”. Y muchos hábiles e ingeniosos albañiles seguían elaborando el nuevo plano de la ciudad de sesenta y cuatro manzanas rectilíneas, trazado por el Ing. Arturo Reyes, y con la dirección de los aficionados en el arte de la Arquitectura Sr. Dr. José Domingo Albuja, Dr. Mariano Acosta, a quien se debe la edificación de los notables edificios, con el tiempo, orgullo de Ibarra. Se trabajaba ahincadamente, a lo largo y a lo ancho de las amplias y bien delineadas vías, en el ahondamiento del Ajavì, en el drenaje de los húmedos suelos del área citadina, en el empedrado de las anchas calles y plazas.
A esa tarea se unió el ilustre historiador, vitalizándola con un amplio plan de formación espiritual cristiana de fondo en los estamentos sociales, clero, niñez, juventud, congregaciones religiosas, agrupaciones artesanales, con apoyo de comerciantes, profesionales, terratenientes, acción fecunda y coherente en el contexto ambiental y emotivo, de una colectividad que se levantaba desde la postración más lamentable. Con su rica y cálida palabra capta la voluntad de todos. Y así despierta en la juventud vocaciones religiosas, cuya atención le obliga a crear un Seminario Mayor “San Joaquín” que labora en el Palacio Episcopal. También enseña en el San Diego, a cuyas aulas asisten alumnos de Imbabura y Carchi, algunos de los cuales, como Carlos Emilio Grijalva serán notables hombres de ciencia.
Y recorre los largos caminos de la Diócesis en visitas Pastorales de fecundas consecuencias. Y sostiene polémicas de resonancia nacional ante la agresión del alfarismo machetero. Disciplina al Clero y les traza las pautas de una conducta cristiana y patriótica; escribe libros luminosos de ciencia y estética literaria; forma una rica y variada Biblioteca con las obras más admirables de actualidad (quien la entrega la Curia); pone valla a la vorágine política que se genera tras la frontera norte; es director de mucha espiritualidad de mucha gente que busca la superación y la santidad, como Nicolás Fierro Rosero, mujer de superiores virtudes, consejera y Maestra de Mercedes de Molina.
El sabio historiador auspició la celebración del tercer centenario de la fundación de Ibarra, con eventos de notable valía.
El Obispo de Ibarra iza el estandarte de la doctrina de la Iglesia, ante el desatado furor, sectario, en su famosa carta a su Vicario, el benemérito canónigo, Alejandro Pasquel Monje, documento básico para todos los tiempos. Y como la crisis nacional reclamaba un gran líder, el Papa Pio X, eleva a monseñor González Suarez a la categoría de Obispo de Quito, ante cuya grandeza de merecimientos se inclina enmudecen hasta sus más soberbios adversarios.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 
QUINTO OBISPO DE LA DIOCESIS DE IBARRA
MONSEÑOR ULPIANO PEREZ QUIÑONEZ

El V Obispo de la Diócesis fue un sobreviviente del terremoto de Ibarra, acontecimiento excepcional que siempre recordaba Mons. Pérez Quiñones.
En esa infausta fecha el 16 de agosto de 1868, el padre del Prelado Sr. Luis Pérez Pareja, y su hijo Ulpiano, niño de cinco años, pernoctaban en Otavalo. Mientras el Sr. Pérez murió bajo los escombros producidos por el sismo, su hijo se salvó, providencialmente. Siendo aún escolar, el sensible huérfano sintió la llamada a la vida religiosa; por eso, estudió sin vacilar, plasmando su vocación, hasta que se ordena sacerdote en el Seminario Mayor de Quito, en Septiembre de 1887. A por fue enviado a Roma para que enriqueciera sus conocimientos eclesiásticos en el Pio Larino Americano, donde se Doctoró en Derecho Canónico. De regreso a Quito, el Arzobispo González Suarez le confía delicadas misiones. Pero adquiere notable prestancia en el ambiente capitalino por su vasta cultura, su fervor religioso, su celo en la cura de almas y sobretodo por su elocuencia sugestionante al servicio del pueblo, agobiado por la prepotencia del régimen liberal. En agosto de 1907 es designado Administrador Apostólico de la Diócesis de Ibarra; más poco después es consagrado Obispo Residencial. Tarda unos meses en tomar posesión de su Diócesis. Empero, su primer acto administrativo es el de confiar en la Vicaria General al distinguido Canónigo Alejandro Pasquel Monje, a quién confía “la posesión real y efectiva del Obispado”.
Adviene su arribo a la capital diocesana, en medio del alborozo hondo y sincero de su grey. En seguida se pone al tanto del ambiente y comienza a trabajar sin descanso; por que aún había mucho que hacer, que realiza proyectos de sus antecesores, que auspician la plasmación de la arquitectura citadina de Ibarra, que ya había tomado características que la iban unimismado al entorno telúrico, al primigenio ambiente del paisaje de su nicho ecológico, terrígeno de típicas y singulares condiciones estéticas. Afortunadamente, la colectividad al soportar el dantesco impacto del terremoto y afrontar las proyecciones del trauma consecuente había conservado los lineamientos anímicos, genuinos de la Ibarreñidad. Tenacidad, tradición, unidad, orgullo colectivo peraltado hasta en lúcida autovaloración. Con digna de la hermosura del medio, constituían el hontanar fecundo de acción, surgido en la comunidad sociocultural de la nueva ciudad, después de su segunda fundación, a raíz del Retorno. Como con aguda visión enfatizara Ricardo Cornejo Rosales al escribir su interpretación de la Ibarreñidad; “solamente así se explica como una ciudad borrada por las furias del terremoto pudo recobrarse, pudo resurgir, pudo rehacerse, pudo levantarse más hermosa, más clara, más limpia, más ataviada para orgullo nuestro y ejemplo de generaciones. Es el milagro de la unidad. Es la virtud secreta que tiene, es la fuerza que se llama la tradición, y que se sirve no solamente para mantener a los pueblos, sino para rehacerlos, para conservarlos, proponiéndose, inclusive a los avatares del destino y a los designios de la naturaleza. “La ciudad es más que las casa, las calles y las personas; la ciudad es un inmenso código que espera ser descifrado”. Y en esa labor imponderable, la Iglesia ha sido moderadora de la Ibarreñidad, descifradora del alma profunda de nuestro pueblo.
Al Obispo, sobreviviente del terremoto, le debemos la terminación de ese Claustro de silencia y oración, El Carmen, cuyas religiosas se instalan en su residencia terrestre, después de haber pasado bajo el techo patriarcal de la casa del Ilustre Ibarreño Dr. Víctor Gómez Jurado.
La catequesis en las parcialidades aborígenes que escuchan en su idioma nativo la Doctrina del Evangelio; la edificación de Iglesias en Parroquias en Imbabura y Carchi con la planificación personal del Pastor, de amplios conocimientos arquitectónicos y artísticos, como se evidenció en el Altar Mayor y el Baldoquino que entregó a la Catedral como un presente de agradecimiento a la Divina Providencia, al cumplir las Bodas de Plata Sacerdotales en septiembre de 1912.
En pero al mayor logro de su labor pastoral consistió en la entrega de San Diego, a los educadores Lazaristas, cuya venida consiguió en Paris, al regreso de su visita AD LIMINA en Roma. Con la alta y eficaz tarea docente de los hijos de Vicente de Paul (1915), se inicia una auténtica edad de oro de la Diócesis de Ibarra y Carchi porque San Diego se trasformo en el centro educativo vital del norte ecuatoriano, en cuyas aulas cuajarán la vocación de Obispos religiosos, artistas, escritores, prez de los pueblos de la Diócesis.
En Diciembre de 1916 fue trasladado a la Diócesis de Riobamba.

 

 

 

 

 

 

 

 
SEXTO OBISPO DE LA DIOCESIS DE IBARRA
MONSEÑO ALBERTO MARIA ORDOÑEZ CRESPO

El VI Obispo de la Diócesis de Ibarra, dinámico continuador de la múltiple labor de Mons. Pérez de Quiñones, fue el ilustre cuencano Mons. Alberto María Ordoñez Crespo. Su Tío, el Arzobispo de Quito, José Ignacio Ordoñez, lo llevó a Roma, cuando apenas tenía 12 años, para que realizara los estudios secundarios y superiores en el Colegio Pío Latino Americano, fundado por el Papa Pío IX, para la educación episcopal de jóvenes de Hispanoamérica.
Ordenado sacerdote en 1896, todavía permaneció en Roma por cuatro años estudiando y en espera de los acontecimientos que se producían en su patria, bajo el dominio de la revolución alfarista y la persecución de la Iglesia.
Graduado en Teología y Derecho Canónico, el joven sacerdote regreso al país en 1900.
Entonces la situación de la Iglesia era crítica, pues arreciaba el alfarismo machetero y sectario en ataques incalificables y en la expulsión de los prelados que afrontan las agresiones. No había prelados en Guayaquil, Cuenca, Loja, Riobamba, Manabí e Ibarra. E líder espiritual, Arzobispo de Quito Mons. González Suárez, se encontraba solo rodeado en su palacio de la fuerza prepotente de los fusiles. Pero la reciedumbre de su personalidad sacerdotal y de sabio y patriota no se doblegó a las mezquindades de los políticos que pretendían imponer (por el llamado Patrono) el nombramiento de sedes vacantes. El eximio Arzobispo historiador escogió a esclarecidos sacerdotes para cargas de tanta responsabilidad.
Así fue preconizado en Roma, en diciembre de 1916, Obispo de Ibarra, el Teólogo Alberto María Ordoñez Crespo, cuya consagración se realizó en la Catedral de Cuenca, en Octubre de 1917. Fue recibido en Ibarra el 7 de Diciembre en un ambiente de fervor y esperanza.
Catorce años de fecunda labor pastoral, hasta 1932 cuando es trasladado a Riobamba. Su gobierno de trabajo tenaz, eficaz en múltiples campos del quehacer espiritual y material de la Diócesis, ha dejado recuerdos inmarcesibles: la amplia y funcional escuela de los Hermanos Cristianos, auspiciada por la cristina generosidad de la distinguida matrona Doña Rosalía Rosales de Fierro y el destacado caballero Don Darío Egas Grijalva, la ampliación y el segundo piso del Palacio diocesano, realizadas bajo la dirección del sabio maestro José Domingo Albuja, el establecimiento de los religiosos franciscanos para el culto de la iglesia del Jordán en Otavalo; las misiones de los Padres Carmelitas en el Oriente del Carchi; sus cartas pastorales saturadas de unción religiosa, lucida doctrina y en estilo de la más armoniosa tesitura castiza.
La racha liberal se había amainado en los gobiernos de turno, después de la Hoguera Bárbara en el Ejido, el año 12. Sensibles mandatarios habían limado asperezas con el Episcopal. Así se entiende que el Obispo de Ibarra sea la figura descollante en las mingas y en la inauguración de tan esperado ferrocarril Quito-Ibarra, bajo la presidencia del Dr. Isidro Ayora.
Los pueblos desbordan de dinamismo y hasta del orgullo por el progreso alcanzado (como decían) con la inauguración de la “Obra Salvadora”.
En solemne misa campal ante enorme multitud, Mons. Ordoñez, con la palabra vibrante realzo la virtud del patriotismo, fraterno de las virtudes cristianas.

SEPTIMO OBISPO DE LA DIOCESIS DE IBARRA
MONSEÑOR ALEJANDRO PASQUEL MONJE

El prelado y administrador sacerdote Alejandro Pasquel Monje, fue el VII Obispo de la Diócesis. Brote de una familia de fervorosa cristiana, entrañablemente arraigada en la sabia de virtudes de la Ibarreñidad, atesoro en su ancho corazón todas las cualidades de su estamento social y su terranco nativo. En su hogar florecen la poesía , la cultural, el don de gentes y la sinceras vivencias religiosas, inspiradas en Jesucristo, paradigma del bien bondad y belleza. Había nacido en Santa María de la Esperanza el 31 de octubre de 1869 y recorrido el devenir Ibarreño desde los años del Retorno hasta que la Ibarra desaparecida recupera su imagen, con el prodigio del ave fénix, con la maduración espiritual de la primera generación, así al final del siglo XIX, plasmada en la Escuela y el Seminario San Diego. Estudia teología en Quito, pero lo ordenan de Sacerdote, en Ibarra, el Obispo Ordoñez Calixto, en 1893. Declaro talento, natural don de gentes, carisma sacerdotal, desempeña con dinamismo, cargos administrativos que le confían sus prelados. Ejerció la docencia como profesor y Rector del San Diego y del Seminario Mayor San Joaquín, que fundara Mons. González Suárez y desempeño con eficaz brillantes la ardua función de vicario general de las administraciones de los Obispos González Suárez y Pérez Quiñones y Ordoñez Crespo.
Cuando el gobierno del egregio González Suárez, el nombre del canónigo Pasquel Monge alcanzo prestancia nacional e internacional por la famosa carta del famoso del Obispo a su Vicario, documento de trascendental valía histórica en el cual el eximio líder espiritual planea tesis fundamentales sobre las relaciones de la iglesia y el estado, dirigido por regímenes de espiración liberal radical. El Vicario Pasque en la carta de contestación a su Obispo acepta plenamente el criterio de separar al clero de las luchas políticas y a la Iglesia a la intervención del Estado. Esos preciosos testimonios “las dos cartas se guardan en el archivo del oro del Colegio Nacional Teodoro Gómez de la Torre”.
Pero el alto signo de sus ejecutorias del talentoso administrador de la Diócesis, sea afianza en su caridad sacerdotal, su dinamismo pastoral, sus sincera entrega a servir a los obreros, los necesitados, los sectores artesanal y el pueblo, orgulloso del sentimiento patriótico cuando lo requieren los mensajes del progreso. Por esos justos meritos que aureolaban la venerable personalidad del señor vicario general, el 21 de marzo de 1932, día de la toma de posesión canoníca de la diócesis, fue una genuina jornada de regocijo del alma ibarreña, que ascendió al sentir de la mas sincera y cristiana satisfacción el 29 de junio, por la consagración episcopal en la Catedral de Ibarra de manos del señor Arzobispo de Quito, Mons. Manuel María Polit Lazo con las asistencia de los señores Obispos de Guayaquil, Carlos María de la Torre, y de Riobamba Alberto María Ordoñez Crespo, a quien dignamente reemplazaba el nuevo prelado Ibarreño por todos los costados.
El nuevo Obispo galvaniza el vasto quehacer religioso, cultural, cívico de la extensa Diócesis, cuyos pueblos anhela intensamente el cumplimiento de esa relegada de la Fundación de la villa de Ibarra, la salida al océano y el acercamiento a Panamá. Por eso su palabra encendida de amor terrígeno hace vibrar a las multitudes domingueros del norte ecuatoriano, sin distingos de condiciones sociales. Y es el insigne Patricio, el caudaloso orador, el conductor espiritual, quien derramo su efluvio de sentimientos que remecen la voluntad de los pueblos.
Ibarra fincada en su Obispo ciento por ciento cristalizaciones de la Ibarreñidad, mil esperanzas. Pero los inescrutables designios de la divina providencia pusieron implacable guadaña sobre la existencia del ungido del señor que, acorto plazo de su labor episcopal fue agobiado por mortal colapso en su deteriorada salud.
Falleció el 18 de septiembre de 1934-

OCTAVO OBISPO DE LA DIÓCESIS DE IBARRA
MONSEÑOR CESAR ANTONIO MOSQUERA CORRAL
La figura del VIII Obispo de la Diócesis, Mons. Cesar Antonio Mosquera, aún permanece en las pupilas y en el corazón de muchos de los imbabureños y carchenses; testigos del fructuoso, dinámico y vasto que hacer espiritual que desplegó a lo largo de 18 años, dejando una estela inmarcesible por los caminos de las dos hermanas Provincias y de su personalidad multifacética de paternal líder. Su notable experiencia de párroco y Vicario General de la Diócesis de Bolívar, le concedía una enorme prestancia de Pastor.
Exactamente, a los dos años de la muerte de Mons. Pasquel, sea el 18 de Septiembre de 1936, era preconizado por Pio XI como Obispo de Ibarra, Mons. Mosquera. Pero recién en enero del año siguiente, 1937, toma posesión canónica de la Diócesis por medio de su ponderado, Sr. Deán, canónigo Elías Liborio Madera. El 24 de Enero, fue consagrado en la Colonial Catedral de Riobamba en pomposa ceremonia eclesial y en una serie de eventos en los cuales la sociedad mostró su honda admiración para el nuevo Prelado y sus preclaras virtudes y ejecutorias. El 30 de Enero, el esperado Pastor llegaba a Cajas, rodeado de numerosa comitiva de gente riobambeña e imbabureña. Luego inicia su peregrinaje a lo largo de los pueblos del Cantón Otavalo, en medio de un desbordante fervor religioso y de civismo. Enseguida da paso al Cantón Cotacachi, y a las parroquias del actual Cantón Ante. Para el primero de Febrero arriba, el esperado Pastor, en hora de la tarde a Ibarra en medio de aclamaciones del pueblo, de las instituciones sociales, culturales, obreros, estudiantes…
Un nutrido programa de muchas manifestaciones de alegría por el fausto acontecimiento que se desarrolla ante la presencia del Prelado, que todos admiran y quieren conocer. Ese primero de febrero fue de 1937 fue de pleno regocijo, y en varios eventos Mons. Mosquera hizo escuchar su palabra sencilla, elocuente, efusiva, empapada de amor paternal para su grey y reiteró su actitud de Pastor para el cual no había distinciones de clases, por ningún motivo.
Empero lo que tiene singular valía es la labor episcopal del egregio VIII Obispo de Ibarra. Fue el propulsor insigne de las misiones, la educación católica, el acercamiento al pueblo, al marginado cuando recién se iniciaban los proyectos por la suerte de esos estamentos sociales.
Más que las cartas pastorales, fomenta llevar el mensaje cristiano en misiones que organiza con dinámicos sacerdotes, y muchas veces recorre hasta las zonas apartadas de las dos provincias que integran la Diócesis, derramando, no solo bendiciones, sino sus bondades sacerdotales, de intensa preocupación por la salud espiritual de los pueblos. Y se acerca al indio, por medio del quechua que domina. Su extraordinaria memoria le facilita tratar con todo tipo de personas, de las que no olvida el nombre. El Obispo misionero afianza sus plantas de apóstol en la desolación de los páramos, de los valles áridos, de los montes malsanos y lejanos.
Fue Mons. Mosquera el Obispo de la Educación. El, con visión de futuro, fundo el Colegio Sánchez y Cifuentes. A su dinamia se debe la apertura de escuelas católica en varias ciudades y parroquias diocesanas.
Los 18 años de labor pastoral intensos y fecundos los impregnó de su señero carisma sacerdotal, de su sencillez ingénita, de su humildad vivencial. “Su presencia llenaba el corazón de todos sus hijos espirituales”, decía un ciudadano, cuando se lamentaba la separación del Obispo.
También auspicio, con su visión objetiva y su tenacidad misionero proverbial, todos los proyectos y las obras de desarrollo comunitario.
Ferrocarril al océano, vías de comunicación, provisión de agua potable, luz, servicios de salud. No hubo obra de importancia en la que estuviera la palabra de aliento de Mons. Sr. Mosquera. A fines de Mayo de 1950, Mons. viajó a Roma para asistir a la Canonización de (8 de julio) de nuestra compatriota Mariana de Jesús. UN grupo de ibarreños estuvo presente en el acontecimiento.
A propósito hay que recordar un valioso hecho histórico que lo consigna el ilustre investigador Mons. Elías Liborio Madera: “Fueron de los primeros pobladores de Ibarra, los hermanos de Mariana de Jesús. Tomás de Paredes, María Flores de Paredes, Juan de Paredes, y aquí formaron sus familias. Parientes suyos se establecieron en Caranqui y Otavalo. Aquí estuvo, a lo menos, ocasionalmente su esposa Doña Jimena, después de la muerte de su angelical prohijada, vendieron sus propiedades de Quito y se establecieron en la nueva Villa cuya hermosura atraía nuevos colonos españoles”.
En Agosto de 1954 fue nombrado administrador Apostólico de Guayaquil. Y en 1956, Pio XII, elevo esta Diócesis a Arquidiócesis Metropolitana, Sr. Mosquera es designado primer Arzobispo de esa importante zona del Ecuador. El alejamiento de Mons. Mosquera produjo un duro impacto en todos los pueblos, que lamentaros sinceramente el suceso. La despedida del Prelado fue un evento de duelo, pues, como decía Mons. Manuel Fernández Córdoba: “El ha captado el afecto filial, la admiración, la adhesión inquebrantable, la gratitud y el reconocimiento de su clero y de sus diocesanos que lo miraron siempre como Pastor y Padre, a quien la Divina Providencia eligió para el acertado gobierno espiritual de nuestros pueblos cristianos”.
Cuando ya en el retiro soledoso de venerable ancianidad, un diario guayaquileño preguntó al Emérito Arzobispo, sobre lo mas delicado, fervoroso y sincero que le habían dicho al alejarse de las Diócesis que había administrado, afianzó con su idiosincrática sencillez: “Carta al Pastor que se aleja”; el 21 de Noviembre de 1954, suscrita por Licenciado Vidriera (el mismo autor de esta reseña). Esa epístola dice así: “Y os habíais de quedar entre nosotros, transustanciado en recuerdo luminoso, como el sol que navega trasponiendo las cimas de los Andes y en la atmosfera diáfana nos deja el fulgor irisado de sus lumbres y la visión de su imagen” “Y os habíais de quedar a la manera del Padre que se aleja: en la presencia inefable que conforta y se la siente por doquier se ponga en el corazón cuajado de añoranzas…”
“Y os habíais de quedar en nuestras Crónicas, entre el coro de epónimos que elevan su hosanna inmortal a la ciudad querida…”
“Y os habíais de quedar aquí, en espirito, cual otro Nazareno, bajo el azul turquino de este fanal perenne, cerca, muy cerca de la fecunda terrenidad que os viera esconder las semillas, que a esta hora todas son florecidas…”
“Y en adelante se dirá el nombre de vuestro entre el de aquellos que blasonan del solar Ibarreño muy hidalgo y leal: entre los infatigables forjadores del progreso tangible, entre los , entre los nobles suscitadores de cultura, entre los forzados misioneros con fe de taumaturgo que levanta montañas, entre los sabios pastores de exquisitéis Jesucristina que unge el alama de todos, entre los vigías animosos del rumbo espiritual de nuestras gentes: allí esta el nombre de vuestro, está ya, esculpisteis con signos perdurables en blancura eucarística de virtudes y en rojez impoluta de bondades.”
“Y mientras plantas peregrinas recorren por los cármenes Floridos que” manso lame el caudaloso Guayas, “llegará el pecho vuestro siguiendo la estela del recuerdo, la ola rumorosa y salobre de nuestra queja doliente.”
“Y aquí, junto al panal dorado de vuestro corazón con miele de anhelo y sacrificio, cuidaremos la nívea tersura de vuestro claro nombre paternal…”
“Y si el periplos trae, nostálgica gaviota que toma a su nidal, a vuestra Ciudad Blanca, al refrigerio de su dulce regazo, a su seno proficuo de mística unción, hallaréis vuestro nombre por doquiera, flotando límpido, acrecido, luminoso, como albura de nardo y aroma de jazmín, a flor de corazón y de memoria”.

 

 

 

 

 

MONS. CESAR ANTONIO MOSQUERA

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 
EL NOVENO OBISPO DE LA DIÓCESIS DE IBARRA
MONSEÑOR SILVIO LUIS HARO ALVEAR
En IX Obispo de la Diócesis nació en Penipe-Chimborazo-en 1904. Despejado talento y clara vocación religiosa, estudio en el Colegio San Felipe de Riobamba y en el Seminario Mayor de San José de Quito.
Fue ordenado sacerdote en Junio de 1929 ejerció el ministerio parroquial en poblados rurales. Donde aprendió el quichua. También se dedico a investigaciones históricas y arqueológicas del área aborigen de los puruaes. Su notable afición científica lo llevo a realizar estudios en la Universidad de Lión, en Francia. A su regreso, en Riobamba se dedica al cultivo de la historia, las letras y la arqueología. Por eso, a lo largo de su vida escribe libros de historia, arqueología, poesía, que le valen distinciones, condecoraciones y prestigio. Empero, mantiene una dinámica labor sacerdotal.
En 1950 el Papa Pio XII, le nombra Obispo auxiliar de Guayaquil. Luego, para 1955, es Administrador Apostólico de el Oro, y en Mayo, del mismo año, es nombrado Obispo Residencial de la Diócesis de Ibarra, que la gobierna por 25 años. En 1980, al cumplir 75 años de edad, de acuerdo a disposiciones de la Santa Sede se retira de las labores pastorales, y se radica en Quito, donde muere en 1983.
Extensa, larga y ardua fue la obra lograda por Mons. Haro, singularmente en lo que atañe a educación. Influyó en el pueblo intermedio del apostolado de comunidades religiosas y asistencia social, de enseñanza de artesanías, de apertura a las actividades culturales de acuerdo con los postulados del Concilio Vaticano II, en el que tuvo intervención honrosa para la Iglesia Ecuatoriana.
La Diócesis se beneficio con la fundación del Instituto Campesino, y la instalación de las Religiosas Salesias (de Italia), cuya labor, es en favor de la áreas marginadas ha sido muy positiva. También consigue para fines misioneros, instalar los Padres Agustinos y a los Salesianos, que se hicieron cargo del colegio “Sánchez y Cifuentes”.
Dado el notable crecimiento poblacional del Carchi, la Santa Sede crea la Diócesis de Tulcán, en 1965, siendo su primer Obispo Mons. Luis Clemente de la Vega.

 

 
DÉCIMO OBISPO DE LA DIÓCESIS DE IBARRA
MONSEÑOR JUAN LARREA HOLGUIN
El X Obispo de Ibarra, Mons. Juan Larrea Holguin, es un personalidad de reciedumbre espiritualidad y acrisoladas virtudes que recibió como precioso legado de su Padre, el sabio historiador y eximio diplomático Don Carlos Manuel Larrea.
Nació en Buenos Aires, en Agosto de 1927, cuando Don Carlos Manuel representaba con lucimiento al Ecuador ante la Argentina.
De brillantes capacidades intelectuales, fue alumno fundador de la Facultad de Jurisprudencia de Universidad Católica del Ecuador. Graduado asciende a la docencia en Derecho Civil en las mismas aulas universitarias. Durante una Década ejerce la profesión con notable éxito. Empero obedece al llamamiento Divino y en Roma estudia Teología, Derecho Canónico y más disciplinas eclesiales. Es ordenado sacerdote en Roma, en Mayo de 1962. Po su eficacia de conocimientos y experiencia en el campo diplomático, presta valiosos servicios en la Junta Consultiva de Relaciones Exteriores y también enseña Derecho Internacional y Derecho Civil en la PUCE.
El 17 de mayo de 1969 es consagrado como Obispo auxiliar del Arzobispado de Quito. Luego, en 1975, es nombrado Obispo auxiliar de Mons. Haro, con derecho a sucesión. En efecto, el 29 de Junio de 1980 asume el gobierno de la Diócesis de Ibarra.
Mons. Larrea es autoridad acatada en Derecho Civil, Constitucional e Internacional. Ha escrito numerosos tratados, ensayos, conferencias, artículos en esas materias. Miembro de academia: ha recibido altas distinciones honorificas como pocos juristas ecuatorianos. Es la cifra, acaso, la mas alta de la jurisprudencia en el Ecuador.
Empero, lo que mas interesa en esta breve reseña es su labor pastoral.
Desde las publicaciones didácticas de catequesis en la prensa local, hasta el fomento eficaz de la educación, en un amplio programa de realizaciones le debe la Diócesis a este Ilustre Prelaso. Así, fundo el Seminario Mayor “Nuestra Señora de la Esperanza”, en cuyas aulas se han fomentado excelentes vocaciones, que están llenando la carencia de sacerdotes no solo en Imbabura sino en todo el país. Su labor de difusión del Evangelio y del nuevo Catecismo fue notable, a través de las páginas de “La Verdad”. Eficaz colaboración de Mons. Haro, continuó sus labores pastorales con celo indeclinable, ampliándolas y actualizándolas, como requiere el tiempo y el ambiente en estos últimos años de dura crisis espiritual.
Para, 1984, Mons. Larrea es nombrado por el Papa Juan Pablo II Vicario Castrense del Ejército del Ecuador, siendo el primer Obispo que ha desempeñado ese cargo tan arduo y de tanta responsabilidad, en mérito a sus singulares cualidades de insigne jurista y destacado varón cuya vida la ha consagrado al servicio de valores de la ecuatorianidad, como pocos a esta hora crucial, del devenir nacional.
A poco es proclamado Arzobispo de Guayaquil, donde esta realizando una múltiple y fecunda tarea para fortalecer la fe en las aulas educativas, de todos los niveles, y en el que hacer social de los sectores suburbanos y marginados, tan amplios, del Puerto principal.
HAY UNA CARTA CIRCULAR DE MONSEÑOR LARREA EN EL AÑO DE 1982
CARTA CIRCULAR
Ibarra, 30 de Septiembre de 1982
Reverendísimos Señores Canónicos
Reverendísimos Señores Sacerdotes, Religiosos y Religiosas
El Santo Padre Pio XII realizo la Consagración del entero al Sagrado Corazón de María, que luego, S.S. Paulo VI renovó en Fátima, como lo acaba de hacer, el 13 de Mayo pasado, Juan Pablo II, en el mismo celebre santuario.
Por nuestra parte, el Estado Ecuatoriano, en 1892 se consagro solemnemente al Inmaculado Corazón de María, y en varias circunstancias se ha dado nuevo relieve a este acto filial devoción a la Madre de Dios.
Interpretando las conviccioesy sentimiento de los fieles de esta Diócesis, me uni al Santo Padre en el acto consagratorio del 13 de Mayo, poniendo bajo la especial protección de la Santisima Virgen, todos nuestros hogares, los Sacerdotes, religiosos, seminaristas y fieles seglares, las obras apostólicas y de beneficencia y, en una palabra, la Iglesia en esta Diócesis.
Pero una consagración debe ser, ante todo, un acto plenamente voluntario, de ofrecerse, de servir y de ponerse bajo la protección de Maria Santisima. En este sentido, es desear que cada fiel, haga plenamente suya esa consagración y trate de concretar la devoción de Nuestra Madre del Cielo, con propósitos muy preciosos de fidelidad a esa condición de hijos de la Virgen Maria.
En realidad fue Nuestro Señor Jesucristo quien nos encomendó al amoroso cuidado de su Madre, cuando nos la dejó por Madre Nuestra, en el Calvario.
Es preciso corresponder a su gran amor, tratándola con delicadez filial, y ajustando nuestra conducta las enseñanzas del Evangelio: haciendo “lo que el nos diga”.
Con esta fubalidad, pido que en cada Parroquia, en cada Colegio, y obra Catolica, y de ser posible, en cada hogar, se haga un acto de Consagracion personal al Inmaculado Corazon de Maria el 30 de Octubre, ultimo Sabado de este mes, preparndose para ello con un triduo de predicación, meditación y plegarias, para obtener el mejor fruto espiritual.
Dios y la Virgen Maria protejan especialmente a cuantos cumplan piadosamente estas indicaciones.
Mons. Juan Larrea Holguin
Obispo de Ibarra

 

 

 

 

 

 

MONS. JUAN LARREA HOLGUIN
UNDECIMO OBISPO HE LA DIOCESIS DI IBARRA
MONSEÑOR LUIS OSWALDO PEREZ CALDERON
El XI Obispo de la Diócesis fué un segundo sacerdote de oriundez imbabureña: Luis Oswaldo Pérez Calderón, nació en San Roque, en Atril de l92S.Se forma en el Seminario San Diego y luego en el Mayor de San José, ordenándose en Junio de 1,950.
La cura de Almas la inicia en la plácida parroquia rural de Mira, tierra donde han nacido egregios valores de la Iglesia Ecuatoriana, su Eminencia Patio Muñóz Vega, quién consagrara XI Obispo .Luego pasa a servir en el ambiente ibarreño, como vicario de la Basílica de la ¿olorosa del Colegio, centro apostólico de la extensa parroquia eclesiástica de San Francisco. Funda un Hospedaje de Ancianos que acoge a numerosos desprotegidos, que deambulan en el medio citadino, exhibiendo sus miserias Es Director del instituto Campesino, en el galvaniza la promoción humana y religiosa .Organiza TOAN (unión de Cooperativas Agropecuarias del Norte). Y planifica con dinamismo la reforma agrafía privada y de propiedades de la Curia. Asiste a varios cursos internacionales de Pastoral. Es elegido Vicario General de la Diócesis se preocupa intensamente de dinamizar la Acción pastoral Juvenil, En 1982 lo nombraron secretario Adjunto de la Conferencia Episcopal y Titular del área Pastoral social, pero retorna a sus labores en la Casa parroquial dé la Dolorosa, hasta que es designado Obispo Residencial de la Diócesis de Ibarra, cuya toma de posesión canónica y la consecuente consagración episcopal, se verifican el 25 de Noviembre de 1.984.
Ese día de general regocijo en «LA VERDAD» se exponen varias relevantes apreciaciones en torno al nuevo pastor. Sólo nos permitimos transcribir dos criterios fragmentarios: «Un día como este, 25 de Noviembre, nació en humilde aldea italiana, en 1881, uno de los pontífices más visionarios e innovadores de la historia de la Iglesia Universal: Juan XXIII .Este grato y convincente suceso es como fiel agurio de lo que será para la Diócesis de Ibarra la dirigencia espiritual de Mons. Pérez Calderón, en los distintos campos de la superación humana de su Grey, singularmente en la de la espiritualidad”. Y el conocido escritor Carlos Rivadeneira Flores: “Dios lo ha escogido como a su celoso y dignísimo Pastor, por qué Mons. Pérez, fué dotado de un alma grande. Y es grande, por humilde. Grande, por bueno, Grande, por su caridad, Grande, por su sencillez. Grande, por su celo apostólico, y su espíritu fraterno.»….
Por casi un lustro Mons. Pérez gobernó la diócesis, cuando comenzó a experimentar un grave deterioro en su salud. Sin embargo, afrontó con recia voluntad el mal inexorable que lo miraba, y comenzó a prepararse fas para el final de su periplo existencial. Con ese ánimo de acercarse a la eternidad, de escuchar el llamamiento de Dios, asiste a Mons. Leónidas Proaño en sus días postreros, en la Casa de reposo, “Corazón de Jesús», en el Valle de los Chillos .Allí escribe (a nuestra instancia)
«Queremos dar a conocer que Mons. Proaño goza de completa lucidez, de una gran serenidad de ánimo y su profunda fe es una lección más de su vida de testimonio.»
Mons. «Proaño entrega su alma al Creador el último día de Agosto de 1.988 .Casi al año justo el 22 de Septiembre de 1989 fallece el XI Obispo de Ibarra.

 

 

 

 

 

 

SU EMINENCIA BERNARDINO CARDENAL ECHEVERRIA RUIZ
ARZOBISPO EMERITO DE GUAYAQUIL Y ADMINISTRADOR
APOSTÓLICO DE IBARRA
La providencia Divina ha dotado a Imbabura de una suma de bienes singulares; de telúrica belleza; y a su gente, la ha infundido de virtudes de cristiano carisma, que ha florecido con vitalidad que constituye prez inmarcesible de la Iglesia Ecuatoriana, Un caso paradigmático de esa floración espiritual constituye, la personalidad de su Eminencia Bernardino Cardenal Echeverría Ruiz, quién ha ascendido hasta el ápice mayor de prestancia en las dignidades eclesiales, como un testimonio de la predilección de Jesucristo para el pueblo imbabureño .
El 24 de Septiembre de 1989,1a familia imbabureña con sentimiento de hondo pesar, rendía el postrer homenaje de eterna despedida, a Mons. Luis Oswaldo Pérez, cuyos restos mortales se inhumaron en el subsuelo de la Catedral .Y en esa misma fecha el Secretario Adjunto: de la Conferencia Episcopal, Dr. Antonio Arregui Yarza, comunicaba al Vicario General Mons. Jorge Villacís, que el Administrador Apostólico de la diócesis, Mons. Bernardino Echeverría, estará en Ibarra el 26 de ese mes, para asumir sus funciones ,Y así sucedió . .pero enseguida viajó a corea del Sur para asistir al XLIV Congreso Internacional Eucarístico, en representación de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana.
De regreso a su Diócesis, comienza una intensa labor de múltiple apostolado, secundado eficazmente por su Vicario General Mons. Víctor Honorato Cobo Cobo.
No pretendemos exponer, ni siquiera de paso, lo que su Eminencia ha logrado en seis alos de dinámica diligencia de la Diócesis. Tampoco intentamos la fecunda obra que realizó como primer Obispo de Ambato (I949-1969)y como segundo Arzobispo de Guayaquil ( 1-969—1-989) Interesa a los imbabureños en esta hora histórica agradecer y realivar , que el Ilustre Prelado ha hecho por su pueblo ^especialmente para-^ afrontar las consecuencias calamitosas del terremoto del 5 de marzo de 1.987.
Imposible enumerar esa obra en sus caracteres materiales y sobre manera espirituales • Cuando el dinámico constructor estaba, entregado a sus tareas.
El Papa Juan Pablo dio a conocer al mundo que, el 20 de Octubre de 1.994,había nombrado treinta nuevos purpurados de la Iglesia, cinco de ellos latinoamericanos, correspondiéndole al Ecuador un Cardenal en la persona del Arzobispo Emérito de Guayaquil y Administrador Apostólico de Diócesis de Ibarra .Los nuevos purpurados recibieron el Capelo, el 26 de Ubre, en la Máxima Catedral de San Pedro.
Los actos de regocijo de los imbabureños fueron múltiples dé euforia en un noble sentimiento de oriundez de insignes valores espirituales de la nacionalidad, que tienen sus raíces que tienen en esta hermosa parcela del suelo patrio. Por eso, es muy difícil decir en toda su significación la egregia valía de la personalidad del prelado, que entrega su báculo de Pastor al XII Obispo Mons. Antonio Arregui Yarza, que hoy lo recibe la grey católica imbabureña con desbordante fe y renovada esperanza. Por eso, nos permitimos poner a consideración lo que en la columna editorial de “La Verdad» escribimos para relievar la exultación más nítida del sentimiento colectivo por la singular distinción que la Iglesia Universal otorgaba a uno de los más preclaros imbabureños, su Eminencia Bernardino Cardenal Echeverría Ruiz. He aquí esa digresión.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 
«EXALTACION SEÑERA Y TRASCENDENTAL
Si eso significa la designación del Emérito Arzobispo de Guayaquil y Administrador Apostólico de la diócesis de Ibarra. Exmo. Sr. Bernardino Echeverría Ruiz con Cardenal del Ecuador. Exaltación única, sin par de las virtudes que ha plasmado y atesora la egregia personalidad de nuestro admirable Prelado.
No hay exageración al afirmar ame ninguno de los hijos de -es esta bella parcela del Ecuador, personifica con más vital eficacia de las virtudes del alma de la imbabureñidad como Mons. Sr Echeverría, que ostenta en toda su valía la señera dignidad de Cardenal, columna total de la Iglesia Ecuatoriana.
De precoz inteligencia y clara vocación religiosa, el niño Carlos Honorato hizo la donación total de su alma privilegiada a Dios, abrazando con plena decisión las disciplinas de la pléyade franciscana Y su brillante trayectoria en estudios y virtudes va desde la humilde situación de discípulo del poverelo hasta la alta cima del Cardenalato, pasando por la descollante labor lograda en él .Obispado de Ambato, en el arzobispado de Guayaquil en Administración Apostólica de Ibarra.
Empero, lo que en esta oportunidad pretendemos relievar lo antes insinuado: cómo el Cardenal Echeverría encarna en su pensamiento, su acción, sus virtudes los valores excepcionales ¿de la imbabureñidad; como en su alma se a cristalizado en forma diamantina las telúricas calidades de la tierra y el .pueblo dé Imbabura.
Pero Imbabura, tierra solar, ¡saturada de belleza, también es ambiente, para la meditación, la lucidez del pensamiento filosófico y la acción fecunda en beneficio de los pueblos que la habitan. Entonces, es como una secuencia ineludible ,1a palabra sapiente del ilustre prelado, su vasto dominio en los campos de luminosa visión la Filosofía y la Teología. I la enorme y perdurable labor que su Excia. Ha realizado a lo largo de medio siglo de gestión como Prelado es, realmente imponderable»
Cuando la bravía naturaleza sacudió la tierra y casi arruinó Ibarra, fué su dinámico reconstructor Mons. Echeverría, que acudió afanoso a restaurar, de manera singular, los dos monumentos arquitectónicos orgullo de la ciudad, la Catedral y la Basílica de la Dolorosa.
Imposible, siquiera enumerar, la fascinante trayectoria del tercer Cardenal del Ecuador, Excelentísimo Sr. Bernardino Echeverría Ruiz. Su valía refluye como un rico haz de virtualidades en el prestigio de la tierra Imbabureño.

 
Xll Obispo
Mons. ANTONIO ARREGUI YARZA
Bienvenido egregio Pastor!
El pueblo Imbabureño con desbordante fervor de Fe y de esperanza da la bienvenida a su Xll Obispo de la Diócesis que llega con el reposado paso del caminante» y el corazón henchido de celo pastoral para su Rey que demora en la Provincia Azul y de los Lagos, tierra hermosa y fecunda en insignes servidores de la Iglesia ecuatoriana.
Y es que, afortunadamente, Mons. Antonio Arregui Yarza conoce bien la singular realidad de Imbabura y las características de sus hijos, en su absoluta mayoría católicos de hondas convicciones y clara conciencia del cumplimiento del mensaje del evangelio en estos tiempos de crisis y de emperativos de cambios esenciales. Pero también este pueblo bondadoso, desde hace tiempo, conoce a su Pastor, sabe de su carisma de insigne líder espiritual, de su dinamia indeclinable de ser vicio al necesitado de fe, esperanza y caridad, de sus iniciativas y su labor descollante para difundir en los ambientes de todos los niveles culturales, en los estamentos más desprotegidos, las enseñanzas de paz, justicia y hermandad de Jesucristo y su Iglesia.
Por la gracia de Dios y de la Santa Sede, la Diócesis de Ibarra ha sido gobernada por las figuras más eminentes del Episcopado Ecuatoriano. Paradigmas de virtudes heroicas, como Mons. José María Yerovi, que será exaltado a la veneración de los altares, y a quien, Vos Señor, habéis evocado en vuestro primer peregrinaje por los caminos de Imbabura. Mártires del odio inhumano, como Mons. José Ignacio Checa. Sabios como Mons. Federico González Suárez, la mayor personalidad en este siglo por la reciedumbre de su voluntad y su talento. Ejemplares de bondad y civismo como Mons. Alejandro Pasquel Monge. Modelos de celo pastoral, de misioneros insignes, como Mons. César Antonio Mosquera Corral. Arquetipos de multifacético valía y de dinamia creadora como su Eminencia Bernardino Cardenal Echeverría Ruíz. Y, su actual Obispo, Mons. Antonio Arregui Yarza, condigno de la pléyade de la grey que les confiara el Sumo Pontífice.
Al saludaros con todo el fervor de una fe viviente y esperanza, “La ver dad» haciéndose eco del sentimiento del pueblo imbabureño, enfatiza, egregio Pastor, que vos abriréis horizontes fecundos de un eficaz desarrollo espiritual en – vuestra grey, que confía en los insignes dones con los cuales Divino Creador os ha caracterizado.
Ese camino comenzó, el 13 de Junio de 1939, en el seno de una familia que guardaba, consiente y firmentes, las mejores tradiciones, humanas y espirituales, del país vasco. Su padre, de gran nobleza de alma, pequeño industrial en una de las zonas más industrializadas de España, fue alcalde de Oñate, su ciudad. Su- virtuosísima madre tuvo mucho que ver, con su discreta influencia, en el futuro – espiritual de su hijo Antonio: ambos lo miran hoy complacidos desde el cielo. Sus hermanos-cuatro varones y dos mujeres-viven aún y están, desde lejos, espiritual- mente a su lado es esta hora de acción de gracias y de esperanza para su hermano. Su país natal es tierra de montañas y de llanuras verdes, cercana al mar, al puerto de Bilbao: países que invitan al pensamiento y a los anhelos anchos y abiertos. De su raza vascongada aprendió Antonio la firmeza de las convicciones, la lealtad, y la búsqueda aventurada de nuevos horizontes apostólicos: el país vasco ha sido tradicionalmente intensamente misionero: ha enviado muchos generosos misioneros a todas partes del mundo.
La llamada de Cristo a consagrarse a Él fue muy temprano: al comenzar- sus estudios superiores, en 1956, ingresó al Opus Dei. Estudió dos años de Ingeniería, y después estudió Leyes, hasta guardarse en 1963. Paralelamente al estudio de leyes siguió estudios eclesiásticos, graduándose, en 1961 en Derecho Canónico en Roma, era el Pontificio Ateneo «Angelicun».
Recibió la ordenación sacerdotal en Madrid el 19 de Marzo de 1964 a 1965 entregó las primicias de su sacerdocio en Bilbao y Pamplona» sobre todo en la Universidad de Navarra.
Y, en 1965, lo invadió el espíritu misionero de su tierra natal la de los aventureros del espíritu como Ignacio y Francisco Javier, invitándolo a dejar que ha permanecido durante 30 años de labor extraordinariamente intensa y fecunda de pastoral: de la educación, la familia juvenil, del mundo del trabajo. Cumplió por algún tiempo el delicado encargo de Vicario General del Opus Dei para el Ecuador. Fue juez de los tribunales Eclesiásticos de la Conferencia Episcopal y de la Arquidiócesis de Quito. Y el coordinador de la visita del santo Padre Juan Pablo II al Ecuador, en 1985. Consagrado Obispo el 22 de Febrero de 1990 en la Catedral de Quito.
El episcopado Ecuatoriano descubrió sus excepcionales dotes, y lo llamo a colaborar con el como secretario adjunto de la Conferencia Episcopal, cargo en el que, en 1985, reemplazo a Monseñor Luis Osvaldo Pérez, cuando este fue nombrado Obispo de Ibarra por 3 periodos hasta 1993, año en el que fue nombrado Secretario General de la Conferencia
La Diócesis de Ibarra, después de muchas expectativas, recibió por fin, con mucha alegría la noticia de su nombramiento como el nuevo Pastor. Alto, robusto, de cabellos entrecano, de mirada penetrante. Cordial y acogedor, sabe escuchar. Muy firme y convencido en sus principios, u sincero y claro en sus exposiciones, es muy abierto a la comprensión del pensamiento ajeno que respeta aunque no lo comparta. En muchas ocasiones ha sido la voz autorizada de la Iglesia en problemas difíciles y conflicto. En el complejo discernimiento de la verdad en aspectos discutibles de problemas importantes para la Iglesia y en los cuales hay que armonizar la fidelidad al magisterio con la libertas de opinión, ha sabido encontrar el difícil equilibrio que no es cobardía ni timidez sino respeto a la verdad.
Todos sus antecedentes y su formación espiritual le han dado un alto aprecio, muy de corazón, del valor del sacerdocio católico y de la fidelidad sin restricciones a sus exigencias.
Así llega a esta tierra que se recuerda su tierra natal por sus montañas y sus verdes llanuras.
Tiene en su escudo o episcopal dos palabras solo dos dicen todo el sentido de si íntima relación con la Virgen María como camino, estimulante y seguro, hacia Cristo el Señor: ´´IPSA DUCE´´= con Ella por guía. A ella le pedimos confiados que no deje de guiarlo a él. Para que él pueda guiar siempre a este rebaño que el Señor le ha confiado y que lo recibe con afecto y esperanza.
EL ESCUDO EPISCOPAL
Del XII Obispo de Ibarra
Recoge los elementos fijos de los escudos episcopales: en sombrero el cordón terminado en seis borlas y la cruz de fondo.
El tema principal del Escudo es, sobre fondo de plata, la imagen de la santísima Virgen María alada, creación original del artista Quiteño, Don Bernardo de Lagarda (Siglo XVIII), conocida como ´´VIRGEN DE QUITO´´, ´´La Virgen de Quito++ representa la Inmaculada Concepción, como la Mujer ´´A la que se le dieron alas para volar´´ Apocalipsis 12- 14 El lema ´´IPSA DUCE´´ Tomada de San Bernardo de Claraval, se traduce
´´ELLA POR GUIA´´

ELENCO DE LOS PRELADOS DE LA DIOCESIS DE IBARRA
To Mons. Domingo Antonio Riaño. Primer administrador apostólico 6 de Agosto de 1865 -Mayo de 1865
Monseñor Fr. José María Yerovi. Segundo administrador apostólico noviembre 1866.
Mons. Arsenio Andrade. Tercer administrador apostólico de 1866- Marzo de 1867.
Mons. José Ignacio Checa y Barba. Primer obispo- titular- Agosto de 1866- Marzo de 1868.
Mons. Antonio Tomas Iturralde. Segundo obispo titular- junio 25 de 1869- Enero 9 de 1875
Mons. Pedro Rafael Gonzales y Calisto. Tercer obispo ttitular- Diciembre 27 de 1876- al 1892.
Mons. Federico del Santísimo Sacramento Gonzales Suarez. Cuarto obispo titular- Diciembre de 1895- Julio 5 de 1906
Mons. Ulpiano Pérez Quiñonez. Quinto obispo titular- Diciembre 1907 julio 10 de 1917.
Mons. Alberto María Ordoñez Crespo. Sexto obispo titular- Diciembre 7 de 1917- febrero de 1931.
Mons. Alejandro Pasquel Monje. Séptimo obispo titular- Abril 10 de 1932 Septiembre 18 de 1934.
Mons. Cesar Antonio Mosquera. Octavo obispo titular- 30 de Enero de 1937 Octubre 11 de 1980.
Mons. Silvio Luis Haro Alvear. Noveno obispo titular- Mayo 7 de 1955- 20 de junio de 1980.
Mons. Juan Ignacio Larrea Holgui. Decimo obispo titular- Junio 29 de 1980- noviembre 23 de 1984.
Mons. Luis Osvaldo Pérez Calderón. Décimo primer obispo 25 de noviembre de 1984 Septiembre 22 de 1989.
SU EIMINENCIA SEÑOR CARDENAL BENARDINO ECHEVERRIA RUIZ A OBISPO EMERITO DE GUAYAQUIL CUARTO ADMINISTRADO APOSTOLICO-Diciembre 12 de 1989- Octubre 7 de 1995.
Mons. Antonio Arregui Yarza. Decimo segundo Obispo titular- Octubre 7 de 1995.

 

 

 

 

 

 

 

LAS DOCE
¡Oh que voces tan fatales
a todas horas escucho! ;
pues dicen me acerco mucho
de la muerte a los umbrales;
todas son señas mortales,
que, aunque de salud rebose,
mi ser caduco conoce
que hacia su fin ya camina,
y puede ser la ruina
antes de tocar las DOCE
Autor anónimo
(Presumible de una Religiosa Carmelita de Ibarra)

 

 

 

 

 

 

 

 
 

 

 

 

 

 

 

 
ANTECENDENTES.
Según el Padre Juan de Uribe, el Monasterio de San José de Bogotá fue fundado el 10 de Agosto de 1.606, antes de ese años no había monasterios de religiosas, sino el de santa Clara y de la concepción en TUNJA el de la concepción en BOGOTÁ y el de Agustinas en POPAYÁN.
El 4 de Septiembre de 1.595 por orden del Obispo Luis López de Solís las Madre JUKIANA DE SOLIS (DE LA CRUZ), MARÍA DE LA ENCARNACIÓN, MARÍA DE SAN LUIS, MARÍA DE SAN RAFAEL e ISABEL DE SAN MATEO fueron las reformadoras del convento de SANTA CLARA DE PASTO. En mayo de 1.595, doña Francisca de la Cueva, viuda del capital Juan López Galarza fundó el convento de Santa clara junto con sus dos hijas María de Galarza y Francisca de Galarza, ésta última adopto el nombre de Francisca de San Buena Ventura. En 1.606, pasa del Convento de Santa Clara de Quito, su Abadesa Madre Villena Fue-Mayor, al Convento de la Concepción buscando más santidad. Hizo su noviciado y profesó el 29 de Junio de 1.607. Las Reformadoras de Santa Clara son las Concepteas María de San Rafael e Isabel de San Mateo.
Los Monasterios de Madre Concepteas en el Ecuador fueron:
El de LOJA fundado el 28 de Marzo de 1.597
El de CUENCA fundado el 24 de Junio de 1.599
El de RIOBAMBA fundado el 22 de Junio de 1.605
El de IBARRA fundado el 28 de Junio de 1.671 y proscrito por su santidad PIO IX el 9 de Junio de 1.874 MONASTERIO DE BOGOTÁ.- Doña Elvira Padilla, sus hijas y un grupo de personas piadoras se propusieron llevar una vida religiosa, practicando la enseñanza de santa teresa de Jesús. Previamente solicito al señor Arzobispo Bartolomé Lobo Guerrero el permiso respectivo para encerrarse en un claustro bajo las reglas de las carmelitas descalzas, ofreciendo sus casas para monasterio y sus haberes para sostener a la comunidad. El Arzobispo acepta de buen agrado el pedido pero exige que se obtenga la licencia del Gobernador y del señor Presidente de la Real Audiencia. La Fundadora se encerró en sus casas juntamente con sus hijas, sus sobrinas y varias jóvenes aspirantes. Según la crónica de la época de este florido Carmelo han salido algunas fundaciones:
– El Presbítero Francisco Rincón fundó el de Villa de Leiva en 1.645
– La Marquesa de San Miguel de la Vega, el Carmelo de Popayán
– El Presbítero don Sancho Londiño y Piedrahita, y doña Ana María Álvarez del Pino el Carmelo de Medellín en 1.791
– El Carmelo de Cartagena fue fundado por doña María de Barrios en 1.606 con las religiosas se Santa Clara de Asís de la misma ciudad.
El 5 de Agosto de 1.606, la autoridad eclesiástica ordenó que dos monjas concepcionistas salieran de su clausura y fueran a ejercer
CRÓNICA DEL VIAJE DE POPAYÁN A QUITO.-
-Miércoles 27 de Abril, salieron 6 religiosas de la casa del señor E. Larrabure, donde permanecieron la noche anterior y fueron: Sebastián de san Elías, Carmen de San Eliseo, Ana Rosa de San José, Ana María de san Agustín, Felisa de Jesús y San Miguel y Juana María de San Rafael llegaron hasta la Hacienda “EL TROJE DE TIMBIO”
-Jueves 28 de Abril salieron de las misma casa la madre Sub-priora y las hermanas: Ana María de la Encarnación, Mercedes de San Juan de la Cruz, Carlota del Espíritu Santo, María Manuela de la Santísima Trinidad y Ascensión de San Luis Gonzaga en compañía de la Madre Rosalía, la cual tuvo que quedarse en Popayán por sufrir una caída que le imposibilito de continuar el viaje, las demás siguieron hasta la misma hacienda “EL TROJE”, para reunirse con las primeras.
-Viernes 29, salieron de Popayán la madre Priora, Carmen de Santa Ana, la Secretaria, Gregoria del Santísimo Sacramento, María Jesús de los Dolores y la Hermana Rosalía del Corazón de María. Y llegaron “Al Troje” hacienda del señor Joaquín Mosquera. Les acompañaron el capellán Felipe Santiago López, Manuel Antonio Dueñas y su hijo, Victoriano Tobar, Eugenio Larrabure, y Rómulo Rodríguez. El caporal Manuel Muñoz redujo las cargas y se consiguieron varias bestias y muchas personas del Timbío, para que acompañaran en el viaje.
-Sábado 30 Recibieron visitas del Presbítero Rafael Rada, Nicolasa Cadia, Rafael Murgueitio, Miguel y Saturnino torres y una señora hermana de la Madre Ascensión y otras muchas personas de Popayán y Timbío, quienes les demostraron mucho cariño y se solidarizaban en su peregrinaje. -Lo de Mayo continuaron las visitas y celebraron el cumpleaños del capellán con varias y bonitas canciones, 1.- lunes 2 de mayo, las 16 religiosas salieron y acompañaron por el capellán y el señor Muñoz, llegaron hasta la parroquia de Dolores y se hospedaron en la casa de las Córdovas, hijas del famoso General CÓRDOVA. Allí permanecieron hasta el 4 de Mayo, porque faltaban bestias y había necesidad de buscarlas y controlarlas. -Jueves 5 de Mayo, salieron de los Dolores acompañados de mucha gente hasta mitad del camino y llegaron hasta los ÁRBOLES y se hospedaron en la casa de la señora CRUZ FIGUEROA. -Viernes 6 de Mayo, Avanzaron hasta PIEDRARRICA y se hospedaron en la casa de la señora PANTALEONA DAZA y permanecieron en esta posada hasta el 7 de Mayo. -Domingo 8 de Mayo. Luego de sortear muchas dificultades, pasaron por el Bordo y el Patía hasta llegar al sitio la herradura, en donde armaron una pequeña carpa, en donde pernoctaron. – El lunes 9 de Mayo, sin haber dormido lo suficiente la noche anterior siguieron camino, pasando por el río Guanchicono con un ancho de 60 metros hasta llegar a la planada adorotes, en donde la Madre Rosalía tuvo que ser atendida.

 

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